Transcripción automática
0:00:00 Estamos en la ciudad de Mardelplata, en el teatro Auditorium, en la sala mayor, Astor Piazola,
0:00:14 también colmada.
0:00:17 Estaremos toda la semana aquí, la semana que viene también.
0:00:20 Aquí al lado están cantando Julias Senco y María Enfaria Gómez, que van a estar creo
0:00:26 el martes que viene también.
0:00:27 Queridas amigas, les mandamos un gran beso a las dos.
0:00:30 Bueno, ahí tiene un regalo que nos ha rechonado.
0:00:34 Sí, hemos recibido un regalo maravilloso que bien debería sentar el ejemplo para los miles de asistentes.
0:00:38 Y señor, las vengadores, somos Juan Castillo y Nancy Ponce, somos de Mardel y les damos la bienvenida y agregan los sobornamos.
0:00:45 No es un soborno, es un honor, es una gentileza.
0:00:48 Con Sándwiches de Miga por una canción que piden y que el maestro va a ejecutar después.
0:00:54 La pipistrela.
0:00:55 Ah, se la cantan.
0:00:57 Hay un coso al mercado que me mira, es un gringo engrupido de criollo.
0:01:05 Yo le pongo los ojos para arriba y en de mi entra le afuano un repollo.
0:01:14 Me llaman la pipistrela.
0:01:17 Manjen, que linda mujer.
0:01:22 La pinta que Dios me ha dado la tengo que hacer paler.
0:01:29 Ay, señora.
0:01:35 Y mire, según como estén los sándwiches y el otro pedido cuando ven el sordo, yo le prometo que va a estar, va a ser cumplido.
0:01:42 Hablaremos esta noche del juramento en Grecia.
0:01:47 Los antiguos griegos le atribuían al juramento una fuerza incomparable, capaz de obligar tanto a los dioses como a los hombres a llevar a cabo su cumplimiento.
0:02:01 Como sabemos el juramento estaba compuesto por dos elementos.
0:02:05 En primer término la invocación de la divinidad del Dios como garantía de la palabra.
0:02:12 Y en segundo lugar lo que se llamaba la imprecación, es decir el consentimiento por parte del que juraba en someterse a castigos, si no decía la verdad o si faltaba su promesa.
0:02:27 Hay que decir que en Grecia y particularmente en sus mitos, los castigos por un juramento incumplido eran terribles.
0:02:37 Nadie podía desempeñar un empleo ni ser soldado, ni gozar de los derechos de ciudadanía, sin someterse a la formalidad del juramento.
0:02:49 En los asuntos criminales por ejemplo, los sospechosos juraban con las manos extendidas sobre las entrañas de las víctimas.
0:03:00 Y así se veraban sus afirmaciones.
0:03:04 Cuando una tenia se cumplía 20 años y tenía todos los derechos de ciudadanía, debía jurar fidelidad al Estado.
0:03:13 El juramento de los ciudadanos de Atenas decía así.
0:03:16 Ah, tiene el documento.
0:03:18 Tiene según malo de Estado.
0:03:19 De aquella época.
0:03:21 No deshonraré la profesión de las armas y no me ampararé jamás en una fuga vergonzosa.
0:03:28 Conbatiré hasta exhalar el último aliento por los intereses del Estado, unido a los demás y solo siempre se hizo.
0:03:40 Entre los juramentos extraños, citemos el de Pitágoras, que juraba por el número 4 en el que veía el símbolo de la Divinidad.
0:03:49 Sus discípulos juraban por su maestro y Sócrates por ejemplo lo hacía por el amor y la amistad.
0:03:59 En los poemas homéricos se inmolaban víctimas y se hacían libaciones para solemnizar el juramento.
0:04:06 Mientras por ejemplo el sacerdote hundía el cuchillo en la garganta de un animal, derramaba vino en el suelo y decía
0:04:17 que vuestra sangre y también la sangre de su rasna empapen la tierra si lo que juráis es falso.
0:04:24 Tenía la voz muy parecida.
0:04:25 ¿Una parecida al de Trizas?
0:04:27 Al tipo de 20 años de hace un rato.
0:04:33 Las aguas del río Infernal Estige o de la Laguna Estige servía a los dioses para pronunciar sus juramentos.
0:04:44 Cuando un dios quería comprometerse, Zeus, que era el que velaba por los juramentos, enviaba a Yris a llenar un jarro con agua del estige
0:04:55 y volvía al Olimpo para que fuese testigo de juramento.
0:04:58 Yo tengo algo que decir al respecto.
0:05:01 No se podía llenar un jarro de agua con el agua del estige porque el agua del estige o de la Laguna Estige tenía la propiedad de romper
0:05:12 todos los recipientes que trataban de contenerla, excepto los cascos de los caballos.
0:05:21 Cortaban el vaso.
0:05:24 Claro, los cascos de los caballos los convertían en vasos y de esa manera tomaban el agua del río Estige y la utilizaban para los juramentos.
0:05:36 No como dice aquí.
0:05:38 Bueno, si luego...
0:05:41 Esto es para el juramento de los dioses.
0:05:44 De los dioses.
0:05:45 Si el dios cometía perjurio, lo esperaba un castigo terrible también a él.
0:05:51 Y se conoció un año entero privado de la respiración.
0:05:55 Usted se moriría, pero el dios era inmortal.
0:05:58 Claro, para que son dioses.
0:05:59 Pero igual quería respirar.
0:06:00 Sí, sí, de uno.
0:06:01 Yo como es uno.
0:06:03 Y no llegaban, por ejemplo, sus labios, el néctar y la ambrosía, que eran respectivamente el escabio y el morfo...
0:06:11 Y el alimento de los dioses.
0:06:12 ...de los territorios olímpicos.
0:06:14 Durante nueve años, además, quedaba al margen de la Asamblea de los dioses.
0:06:20 No podía participar en los consejos ni tampoco los festines.
0:06:25 Sólo al cabo de diez años recuperaba sus prerrogativas.
0:06:29 Así que mirá vos.
0:06:30 Veamos algunos episodios de los mitos que muestran la rigidez de estos juramentos y el indefectible castigo a quien los olvidaba.
0:06:41 Nombremos a los pálicos dioses gemelos, oriundos de Sicilia, hijos de Zeus, Italia.
0:06:49 Su culto se situaba cerca del lago de Naftia.
0:06:54 Se decía que las aves que volaban sobre ese lago morían enseguida y que las personas que se acercaban imprudentemente a él morían a los tres días.
0:07:03 Ante, en lugar de culto de los pálicos, los sicilianos formulaban sus juramentos.
0:07:11 Irán los juramentos escritos en unas tablitas y tiraban al lago las tablitas.
0:07:18 Si la tablita flotaba, el juramento era verdadero.
0:07:22 Si se sumergía, había perjurio.
0:07:24 No importa lo que hiciera después el siciliano.
0:07:27 Me entienden.
0:07:28 Si se hiciera eso.
0:07:29 Siempre lo escribo.
0:07:31 Tiro la tablita.
0:07:32 La tablita se va al fondo.
0:07:34 No había cumplido.
0:07:35 ¿Cómo no cumplí?
0:07:36 Si lo dije recién y todavía la...
0:07:40 Eso es un método.
0:07:41 Eso es un método.
0:07:42 Aquellos que invocaban en falso quedaban ciegos.
0:07:48 ¿Cuál era la causa de la ceguera?
0:07:51 La falsa invocación.
0:07:52 ¿Pasera?
0:07:54 Le contaré lo que le pasó a Contio.
0:07:56 Un muchacho de una gran belleza que vivía en la isla de Seos.
0:08:01 Un día, a Contio fue a las fiestas de Vellos y vio a una doncella acompañada por una nodriza
0:08:12 que había ido a venerar a los dioses de Vellos.
0:08:16 La muchacha era tan hermosa que a Contio se enamoró de ella inmediatamente.
0:08:21 Se llamaba Sídipe, la chica.
0:08:25 Era noble.
0:08:27 Y a Contio vino a sido hasta el templo de Artemis y tomó un fruto, un membrillo para hacer
0:08:36 más.
0:08:37 Yo que se parece una manzana.
0:08:40 Y con la punta de su cuchillo escribió en el membrillo lo siguiente.
0:08:46 Juro por el templo de Artemis que me casaré con a Contio.
0:08:52 Luego lanzó con habilidad el membrillo en dirección a Sídipe.
0:09:00 La muchacha tomó el fruto y lo leyó.
0:09:05 ¿Cómo se leía en aquel entonces?
0:09:08 En Bosal.
0:09:09 En Bosal, porque no era clave.
0:09:11 No había puntuación.
0:09:12 Ya todavía no había inventado.
0:09:15 No se había acostumbrado a leer en silencio.
0:09:18 Entonces leyó.
0:09:20 Juro por el templo de Artemis que me casaré con a Contio.
0:09:25 Y sin quererlo había preferido un juramento.
0:09:29 Para Pior lo había hecho en el templo de una diosa.
0:09:32 Qué vivo el tipo.
0:09:34 Tiró lejos el membrillo pero ya era tarde.
0:09:37 Y después a Contio regresó a su patria donde vivía muerto de amor por esta mina.
0:09:44 Ahora usted se preguntará qué ocurrió.
0:09:47 ¿Qué ocurrió?
0:09:50 A Contio, como ella dijo eso, la consideró su prometida.
0:09:56 Pero el padre de Sídipe y de la muchacha pensaba casarla con otro.
0:10:01 Pero intervino en la divinidad.
0:10:05 Ya de vez que se iniciaban las fiestas de esponsales de Sídipe con otro tipo que no era Contio,
0:10:11 la muchacha se enfermaba de un misterioso mal.
0:10:14 Cuando todo se anulaba, Sídipe recuperaba la salud.
0:10:19 Bueno, el padre de la muchacha desesperado consultó al oráculo
0:10:24 y el oráculo le reveló que su hija estaba atada a un juramento.
0:10:29 Entegrado así de la verdad el padre llamó a Contio.
0:10:33 Y dijo, mira, Contio, ¿qué va a hacer?
0:10:35 Se resignó a unir a su familia, a otra que no era noble.
0:10:39 Finalmente casó a su hija con quien había urdido la estrata jema del membrillo y ni siquiera fueron felices.
0:10:46 Y aquí termina la historia.
0:10:48 La historia es buenísima, además termina donde queríamos que terminara.
0:10:52 Nada que intervengan, escarmentando al tipo no.
0:10:56 Y se revela que el símbolo vale más que la cosa.
0:11:01 En los dos últimas historias, la tablita del lago de Sicilia.
0:11:08 La tablita, no importa la verdad, lo que importa es si se hunde o no se hunde la tablita.
0:11:13 Y acá tampoco importa la verdad, importa lo formal.
0:11:18 Lo formal es las palabras que vos decís dentro de un templo.
0:11:23 Ese es un juramento, no importa si te lo hicieron decir engañado.
0:11:27 Vale más el símbolo que la cosa.
0:11:32 Es curioso y bien difícil, para entenderlo.
0:11:36 La intención es la dimensión del delito, se pregunta una vez si es una cosa.
0:11:41 Pero ¿a qué está en juego otra cosa?
0:11:43 Alejandro, ¿no tiene un ejemplito más?
0:11:45 Renuncio al último ejemplo, que es el de Filoctetes.
0:11:50 Aquel que sabía donde habían hecho arder la pira de Heracles, tanto que era el mismo.
0:11:56 Y Heracles le hizo prometer que nunca iba a revelar el lugar en donde aquella pira había sido encendida.
0:12:04 Y él no dijo nada, pero un día cuando pasó por ahí, golpeó fuertemente el pie contra el suelo y guiñoló.
0:12:12 Igual fue castigado.
0:12:14 ¿Cómo corresponde?
0:12:15 Pero lo que yo quiero decir antes de que usted es un losa, es lo siguiente.
0:12:20 Yo creo que, o bien, los dioses en realidad odiaban el juramento,
0:12:33 o bien el juramento es una forma más del desactivo.
0:12:37 Fíjese, cada vez que hay un juramento en los mitos, tanto griego, paquera, siempre existe.
0:12:43 La estoy como continua la historia.
0:12:45 El protagonista no puede cumplir el juramento por alguna razón.
0:12:50 Por lo general ya se sabía que no iba a poder cumplirlo.
0:12:54 Y entonces caen sobre él todas las maldiciones del perjuicio.
0:12:59 Cuando el amigo Tindario ve que su hija Elena, la mujer más hermosa del mundo, ha llegado a la edad de casarse,
0:13:12 quiere casarla con un príncipe noble, pero se da cuenta de que va a ser muy difícil.
0:13:19 Entonces convoca a todos los príncipes de Grecia y los obliga a dejar que Elena elija a su marido
0:13:27 y a jurar a todos ellos que iban a actuar de consumo en contra de cualquiera
0:13:37 y pusieran duda la legitimidad del derecho del elegido por Elena.
0:13:41 Y Elena elige a Medellau, que era el que ya había elegido Tindario, porque era el que más plata tenía.
0:13:48 Y después viene Paris, el doctor, y bueno, se la rapta.
0:13:55 Y todos los tipos que habían jurado tuvieron, quiero decir, la guerra de trozos.
0:14:00 ¿Qué es año? ¿Para qué habré jurado? Es algo que todos nos hemos dicho alguna vez.
0:14:06 A la manera de Agabenompo, a quien tan caro le sale el asunto de Medellau.
0:14:09 En realidad, en cualquier historia, cada vez que hay un juramento resulta ser un desatir.
0:14:15 Y está bien, estaba pensando Alejandro que el tema tiene relación con lo que contaba usted hacer acerca de la importancia del nombre.
0:14:23 Porque una vez más lo que aparece como característica central, definitoria de lo que es una persona, de lo que es un humano,
0:14:30 y un humano, no los dioses, es la palabra. Aquello que nos funda como especie
0:14:35 y lo que nos va a fundar como grupo, como comunidad o como nación, es la palabra.
0:14:39 Y hasta ahí está bien.
0:14:41 Digamos que ya las mismas religiones, en un principio del verbo, dice el antiguo testamento,
0:14:46 y está también en la invocación y la imprecación.
0:14:49 Y creo que ahí hay una especie de pequeña trampa cuando intervienen los dioses.
0:14:53 Porque si el castigo para un dios, en el caso que usted citó, eran 10 años de no respirar,
0:14:58 ¿qué me hacen? 10 años y soy mortal.
0:15:00 Incluso si me obligan a no morfar, no hacer tal cosa, pasan 10 años.
0:15:03 Y dentro de 4500, por eso no sabía qué mal la pasé en el año 2008.
0:15:08 Digo, y ahí, en el tiempo que es donde se transcurre la existencia de las personas
0:15:13 y la vida verdadera, digo, es donde tenemos que jugar nuestros compromisos.
0:15:18 Porque también, digamos, los compromisos para la eternidad,
0:15:21 que queden en manos de los que son eternos, hagamos los cargos de los actos sobre la tierra
0:15:25 en el tiempo y el lugar que nos toca.
0:15:27 Digo que aquí, en la patria, en la Argentina, la palabra ha tenido un valor muy fuerte,
0:15:32 pero con esa conciencia también, la conciencia de participar en el pequeño universo de los cruces
0:15:37 entre los hombres y las mujeres que compartían esta tierra.
0:15:41 Uno daba su palabra y no había que ir a recurrir al notario,
0:15:44 porque también lo que se hablaba era de ese orden, te doy un caballo,
0:15:48 me quedo con ella, hago tal cosa o tal otra, voy a pelear por el restaurador lo que usted quisiera.
0:15:54 Y se terminaba ahí.
0:15:55 Creo que el asunto es justamente el transcurso en el tiempo.
0:15:59 Fíjese que los tribunales, hoy donde uno va a ser sometido a la justicia, también tiene que jurar.
0:16:04 Y jura por Dios, por la patria, por la Constitución.
0:16:07 Y sin embargo, su palabra no va a tener ningún otro valor que el que decide eventualmente el jurado y el juez.
0:16:13 De modo que, en lo del juramento, creo que tiene otro carácter.
0:16:16 Primero, el mismo que el truco por ahí, ¿no?
0:16:19 Al que el juego sea valio tiene que decir, quiero, de turco, no, truco, que es ello.
0:16:23 Pequeñas trampas de las palabras.
0:16:25 En realidad, el juramento pienso en Simón Bolívar, que alguna vez en Roma,
0:16:29 juró que iba a cair el resto de su vida en la Libertad de las Américas, era un hombre rico.
0:16:35 Pudo haber hecho cualquier otra cosa, lo había jurado adelante del maestro, de Simón Rodríguez.
0:16:39 Digo, el juramento tiene sentido frente a uno mismo y frente a la persona que es definitiva para uno mismo.
0:16:45 Digo, los padres eventualmente, los hijos, el amor de una vida.
0:16:49 Y si no, el resto es cartón pintado, como puede ser también la justicia.
0:16:53 Por eso, muchachos y chicas, atención, porque lo que les va la vida,
0:16:57 lo que les va la vida es en ese momento, si cada momento es eterno,
0:17:00 cuando ustedes digan, te lo juro yo.
0:17:09 Y te lo juro yo, es una canción que va a cantar ahora mismo, Manuel Banderas.
0:17:15 Es una versión de la película Las Cosas del Quera.
0:17:20 Es más linda que la canónica, ¿no?
0:17:22 Es una canción que ha grabado Miguel de Molina, que era un cantante muy superior.
0:17:26 Pero, acá hay una cosa de cámara con el piano que Miguel de Molina no tiene en su versión.
0:17:33 Vamos a escuchar.
0:18:09 Cuando ya no había remedio por mí,
0:18:16 llévame por calle de hielo y amargura,
0:18:23 ponme ligadura y hasta acúbeme.
0:18:30 Echame en los ojos un puñado de arena,
0:18:36 macame de pena, pero quiera mi.
0:18:41 Mira que te llevo dentro de mi corazón,
0:18:45 por las alucitas de la marmilla te lo juro yo.
0:18:52 Mira que pa' mí en el mundo no hay nada más que tú
0:18:56 y que me sacáis, si digo mentira, sé que en sin luz.
0:19:02 Por ti contaría la arena del mar,
0:19:08 por ti yo sería capaz de matar
0:19:14 y que si te miento me castigue Dios.
0:19:22 Eso con la mano sobre el Evangelio te lo juro yo.
0:19:33 Ya no eres la misma que yo conocía,
0:19:43 la que no veía nada más que por mí.
0:19:50 Y ahora vas con uno distinto cada día
0:19:57 y en cambio yo muero deshelos por ti.
0:20:05 Claro que la culpa de que esto pasara
0:20:12 no la tuvo nadie, nadie más que Dios.
0:20:20 Dios que me reía de que esto acabara
0:20:25 y luego he llorado porque se acabó.
0:20:31 Mira que te llevo dentro de mi corazón,
0:20:35 por las alucitas de la marmilla te lo juro yo.
0:20:42 Mira que pa' mí en el mundo no hay nada más que tú
0:20:46 y que me sacáis, si digo mentira, sé que en sin luz.
0:20:52 Por ti contaría la arena del mar,
0:20:58 por ti yo sería capaz de matar
0:21:04 y que si te miento me castigue Dios.
0:21:12 Eso con la mano sobre el Evangelio
0:21:19 te lo juro yo.
0:21:25 Eso con la mano sobre el Evangelio
0:21:31 te lo juro yo.
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