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22 de Junio de 2005

El ladrón de Rodolfo II

Transcripción automática

0:00:00 El ladrón del emperador Rodolfo II, el que lo apaló a Rodolfo II,
0:00:07 o el que comenzó a robarlo a Rodolfo II.
0:00:11 Rodolfo II a furgo fue aquel que se llamó el emperador alcimista.
0:00:18 Ficó su residencia en Praga, en el castillo Standard,
0:00:22 por ser rey de bohemia y de hundrila, pero más tarde,
0:00:26 porque se quedó en Praga, se hizo cargo del sacro imperio romano-cermánico,
0:00:31 que era el ovele más similar a los segundos de la su papa,
0:00:34 y lo gobernó esa encidad hasta su dueño, en 1602.
0:00:42 Ya hemos hablado aquí mismo de la pasión de Rodolfo por la magia,
0:00:47 y también hablamos de su locúo hasta va al ovo.
0:00:51 Pero, en cambio, no hemos hablado de lo que sucedió,
0:00:55 no bien terminó su realidad.
0:00:59 Rodolfo sentía curiosidad por la ciencia y por las artes,
0:01:03 quería poseerlo túnico, todo lo que se recibía a la ciencia,
0:01:09 sean las artes en general.
0:01:11 Estato a sus pelas de los más grandes maestros,
0:01:14 pero también cosas, mafillas, armas, instrumentos de medición,
0:01:18 espera, que sí son.
0:01:21 Pensaba por ejemplo que la guerra contra los turcos era una ruina,
0:01:24 pero jamás le pareció pagar demasiado por una obra o un objeto.
0:01:29 Rodolfo concluyó poco.
0:01:32 En realidad solo la explodaja de Praga, que pasan por debajo del moldaba.
0:01:37 Los creadores que atrajo a su corte no fueron genios indiscutibles.
0:01:43 La escuela de Praga, manierista, preciosista,
0:01:47 se criaba más curiosidad y admiración.
0:01:50 La verdad es que su pasión de coleccionista
0:01:52 estaba muy cerca de ser enfermiza, extraña o comorgosa.
0:01:58 Pero en su medida que en medio de esa colección propia había un loco,
0:02:02 había maravillas.
0:02:03 Rodolfo enviaba enijarios a todas las cortes
0:02:06 para hacerse de buenos objetos de arte.
0:02:08 Y entonces, podrían encontrarse entre tres mil cuadros, muchos de ellos.
0:02:15 Bastante muy otros.
0:02:16 Pobras de Miguel Ángel de Leonardo, de Rafael,
0:02:19 de Dureros, de Rúa, de Titiano, de Bergen, de Pinto de Zoderonese, etcétera.
0:02:26 Gran Pisceta, de Río.
0:02:28 ¡Pare, pare, pare!
0:02:32 Bueno, cuando Rodolfo murió,
0:02:36 comenzó un archivo,
0:02:38 un archivo de todos los que entería Guanabaco.
0:02:41 La historia de la destrucción del tesoro de Rodolfo
0:02:44 nació con un zambelán del emperador,
0:02:46 de nombre Caspar Sruki.
0:02:50 Caspar Sruki, con ceta de Sruki.
0:02:55 Dice la crónica, que no se había enfriado el cuerpo del emperador,
0:03:00 cuando una mano impaciente se desligó por la abertura de la camisa
0:03:05 y tomó el cordón de seda que el discunto llevaba alrededor del cuero.
0:03:09 Lo que arrancó no fue una cruz sin el frasquito de plaza envuelto en tercio de la nación.
0:03:14 Dice modo el zambelán Caspar Sruki,
0:03:17 que apoderó del evisible de la eterna juventud,
0:03:21 que Rodolfo borraba al cino.
0:03:24 Caspar abrió el frasco y venía.
0:03:28 Algunos dicen que se le escuchó asegurar que una sangre nueva irrigaba sus prendas.
0:03:34 El hecho de que le arrancara un licor de línea eterna huarto,
0:03:39 y que sin embargo creyera sus virtudes,
0:03:42 se explica porque Caspar supo a mí que Rodolfo no lo había tomado nunca,
0:03:47 y que estaba esperando un momento propicio para hacerlo.
0:03:50 Lamentablemente la muerte se le cruzó antes.
0:03:53 Caspar, entusiasmado con su juventud impresionera,
0:03:59 decidió hacerse de otros tesoros a que estaba.
0:04:01 Consideró que de nada se le hubiera juventud sin fortuna.
0:04:05 Así que como poseería la nave de la vitrina de Cristal con cacones de creto del emperador,
0:04:11 extrajo algunas maravillas.
0:04:13 Se cuenta que ya entida de Rodolfo se había panado algunas piezas raras para revengarlos.
0:04:18 Ahora empezó a hacer lo mismo pero a mayor escala.
0:04:22 Desde luego arriesgaba su cabeza, pero no lo descubría.
0:04:26 Ahora no tenía ningún bien porque se creía finalmente inmunizado contra la muerte.
0:04:34 Algo que había tomado era aquel elixir.
0:04:38 La cuestión es que Caspar Trucke siguió apoderándose de los tesoros de Rodolfo.
0:04:42 Aprovechando el desorden se descuizaba en medio de una cojorte de chorones y deshacerdotes
0:04:49 en días funerales y se agonaba la vitoria.
0:04:52 Parece que no fue en todo cabo.
0:04:55 Cuando salió del palacio standard, casi sin poder caminar con el peso de lo que llevaba entre las ropas,
0:05:02 fue rechizado y descubierto.
0:05:05 Fue raro.
0:05:07 Fue a parar a la Torre Blanca en Cana.
0:05:10 El nuevo emperador que se llamaba Matías y era el hermano del final Rodolfo lo contenió a muerte.
0:05:16 Aquí que te estabas apanando las cosas en mi hermano, muerte.
0:05:20 Caspar Trucke, un canciller confiado en su nueva eternidad,
0:05:27 deshació al emperador Matías a quinozara la inmunidad y su condena.
0:05:33 Y para demostrarlo, desató un corvén de sera que le servía el cinturón,
0:05:38 formó un lazo corredisto en un extremo, sujejó sobre la mente el otro un barroce de la ventana
0:05:44 y se colgó lo más sombriente.
0:05:48 A los diez minutos, estaba muerto.
0:05:53 El cuerpo de Caspar fue llevado hasta la puerta del Monasterio de Strabo, pero no lo entraron.
0:06:00 Aunque creyó que no podía morir, se consideró suicida a Caspar.
0:06:05 Y la tierra de Monasterio, que la tierra fea nada, le estaba vedada.
0:06:10 En un lado, una cosa se destinaba a los suicidas y así fue arrojado el cadáver de enxamberán ladrón.
0:06:18 Según las trámicas, al poco tiempo apareció el santasma de Caspar Trucke,
0:06:23 que recorría la ciudad en un cerro de fuego que perecería los transeúnises.
0:06:29 Orestaban los peores igrejas en las igrejas y lo que es peor, despertaba al emperador Matías con silbidos.
0:06:38 El emperador Matías no podía dormir porque el contaba le cifraba la oreja.
0:06:44 Así mismo seguía manando objetos del emperador Pinado, aunque es muy posible que otras personas
0:06:52 fueran las santoras, las roceños y atribuciaran al fantasma la responsabilidad de los objetos.
0:06:58 Por los objetos, hay tantos.
0:07:02 Dice la crónica de que de cualquier modo era iluminante ver como un harto le afonaba a otro.
0:07:09 Pero el emperador Matías no bromeaba con los oparados silbidos
0:07:15 y consideraba que las piezas de arte en panasio le pertenecían y que dio las órdenas pertinentes.
0:07:21 Pero el secreto del verdugo, desde el terro del cuerpo de Cáspar, bloqueó y arrojó las cenizas al moldama,
0:07:28 una técnica incondible para terminar con los fantasma.
0:07:32 Y parece que no se llama Cáspar Truqui, ya no fue ni siquiera un espectro.
0:07:39 Digo para el casi manexo de Cáspar, que los saqueos ante sólo de Rodolfo Siguero,
0:07:47 después de la batalla de la montaña blanca, el duplo más similiano de Valleira,
0:07:52 para apagarse en la lluna aportada al emperador Fernando II, que fue su sensor de Matías,
0:07:57 cargó 1.500 carretas, 1.500, con lo de arte y objeto preso.
0:08:04 Después de tan saqueo, no creeron que se habían llevado todo, pero no era así.
0:08:09 En 1.631, 11 años después de aquí el primer saqueo,
0:08:14 el príncipe y lector de sajonia se llenó 50 carros de lo que llevó.
0:08:20 En 1.648, con Ismarc tomó el capítulo, se llenó cosas para la reina Cristina,
0:08:26 y cinco cotxes cargados de oro y plata para él.
0:08:29 Pero todavía había más.
0:08:31 En más de 1.662, José II decidió convertir el capítulo, que era orgullo de los precios,
0:08:38 en refiniendo de artillería.
0:08:41 Para hacer lugar y poder amontonar municiones ahí, en los salones donde Rodolfo apilaba sus maravillas,
0:08:47 organizó una subasta.
0:08:50 En la vía espera se ordenó a los criados pasar un trapo a lo que quedaba de los tesoros de Rodolfo,
0:08:55 y amontonar emborzos, embajúles, oncestos, todos los objetos que fueron estimados en valor,
0:09:02 estatuís, monedas, fósiles, medaldas, piedras raras, etc.
0:09:08 El día de la venta, José II decidió, de obras de arte, como quien vacía un desbande ropa vieja.
0:09:15 Había, entre otras cosas, un curero en la fiesta del Rosario,
0:09:18 que Rodolfo había hecho cruzar los altos cargados sobre la cestad de unos hombres como una revista,
0:09:23 el cual le fue vendido por monedas.
0:09:26 Dicen que el exáquedor de las maravillas de Rodolfo duró hasta la ocupación alemana,
0:09:31 en la Segunda Guerra,
0:09:33 cuando se vendió el último gesto extraño que el emperador había con el infierno.
0:09:39 Y es que fue el destino de aquel tesor.
0:09:44 ¿A quién quiere dedicar esta caz?
0:09:48 Ah, Rodolfo, Alejandro, que lo contó en nuestra visita a agradar estas posesiones en la hipogricía,
0:09:55 no en la ciencia y arte, que es toda otra manera de decir el conocimiento de la moneda.
0:10:00 Hemos buscado una canción, mire,
0:10:05 esta canción tiene relación con el silbo del fantasma,
0:10:10 con aquellos del mío que perturbaban tanto a Matías, a Soseprover.
0:10:17 La canción se llama un silbo cualquiera,
0:10:20 así que, en perpetar por el mundo primero, la milagro.
0:10:24 Yo quiero decir que tal vez no es una canción.
0:10:29 Pero rindo o menaje en esta canción también,
0:10:35 a las canciones que yo me hace,
0:10:38 a las canciones que yo me hace,
0:10:41 que por algún motivo han dejado esos armonios.
0:10:44 Yo quiero declarar hoy,
0:10:47 contrariamente a los de las minorías,
0:10:49 que me voy a poner en la pensar,
0:10:51 que yo siento un día hacer esta canción,
0:10:56 que no me interesa otra clase,
0:11:00 de modo que me interesa este.
0:11:04 Las otras cosas me interesan como músicos,
0:11:09 como consumidor de música.
0:11:12 Pero las únicas cosas que tienen relación
0:11:16 con mi corazón y que pertenen
0:11:18 en la clase de chantaje sentimental,
0:11:22 son las canciones criolas y el bar.
0:11:27 Tiene un permiso para decir que esto es de inmediato.
0:11:31 Antes hubiera podido decir que está en la música de los argentinos.
0:11:35 Yo creo que la música de los argentinos,
0:11:37 desde el punto de vista estadístico, la gente.
0:11:46 Pero, en todo caso,
0:11:50 que ya no es posible saber demasiado bien
0:11:52 qué cosas con los argentinos,
0:11:54 es verdad, es verdad.
0:11:56 Dejaré a cada cual que se lija su música,
0:11:59 y yo me agarro también esta.
0:12:02 Y esta me agarro también.
0:12:05 Es aquello que se sientan identificados
0:12:10 con la tristeza de los negros,
0:12:13 de los Estados Unidos,
0:12:17 al hecho de que van a estar muy cipitos en el derecho a ser.
0:12:21 También es cierto que, tal como estaba a decirse hoy,
0:12:25 sentirse identificados en las peores de las maneras,
0:12:27 de disfrutar de la música.
0:12:29 Por eso digo que esto no me gusta para el populismo,
0:12:32 como músico, sino como crioso.
0:12:37 Ciento mil más esta música.
0:12:39 No lo siento, también.
0:12:41 Eso es lo siguiente, porque hay que tener que tener que ser tan bien.
0:12:44 Incluso, es una suerte que para ilustrar es decirme,
0:12:49 hacemos por que está bien una vez,
0:12:52 y no hace la mejor.
0:12:54 Justamente hoy escuchamos con la chica,
0:12:58 una otra canción criosa,
0:13:00 y hablaba con el mismo interno,
0:13:02 y igualmente es conocida.
0:13:05 Quiera muy exterior.
0:13:07 Pero claro, no se llamaba como ser un silbo cualquiera,
0:13:10 sino entre veinte fatal.
0:13:13 Un silbo cualquiera está relacionado desde luego
0:13:16 con el silbido de la oportunidad de fantasma.
0:13:21 Y en cambio el silbido fatal no aparece por más que hemos buscado muchísimo.
0:13:28 En ninguna parte de mi historia.
0:13:31 Así que, aunque hubiéramos deseado oír el silbido fatal,
0:13:34 vamos a oír un silbido con fiera,
0:13:36 que es el que todos nos está muy bien.
0:13:38 Y que la canta es el mundo rivero,
0:13:40 en el mejor momento de su arte de tocar.
0:13:44 Adelante, don Llamé.
0:14:09 Un silbo que va a jugar al toro,
0:14:13 entre mis labios cerrados.
0:14:19 Entre mis labios cerrados,
0:14:21 un mes lindo,
0:14:23 y un lugar un rato.
0:14:25 Cuando se viene cantado,
0:14:28 un mes lindo,
0:14:30 y un lugar un rato.
0:14:32 Cuando se viene cantado.
0:14:38 Un silbido fatal.
0:14:47 Tranqueando, voy por la hueca,
0:14:50 un pesar de menanza.
0:14:56 Un pesar de menanza,
0:14:59 ser un silbido cualquiera.
0:15:02 Y si no se me tomó sin ar,
0:15:05 ser un silbido cualquiera.
0:15:08 Y si no se me tomó sin ar.
0:15:23 De que esta sientra
0:15:25 inscribía lo cuando la fe
0:15:27 se viajaba.
0:15:31 Cuando la fe se viajaba,
0:15:34 quiero pena desfravar
0:15:37 que la fuerza me la graba.
0:15:40 Quiero pena desfravar
0:15:43 que la fuerza me la graba.
0:15:47 A descansar de la vida
0:15:51 que vemos tiembro
0:15:55 y maldida.
0:16:11 Ha cantado el mundo rivero de Tobías,
0:16:14 velarme sin arvaes,
0:16:16 un silbo cualquiera.

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