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26 de Septiembre de 2012

El maltrato de la mujer en la China clásica y el vendaje de los pies

Transcripción automática

0:00:00 ¿Continuamos en la venganza? ¿Será terrible en la matiné de los lunes?
0:00:09 Como cada lunes estamos a las ocho de la noche haciendo el programa en vivo aquí en el Multiteatro.
0:00:14 Están todos invitados, pero lo pasamos a la medianoche.
0:00:19 ¿Cómo maltrataban a las pobres mujeres en la China clásica?
0:00:26 Pero particularmente, ¿cómo les vendaban las patas?
0:00:29 Así que, atención, amigos.
0:00:32 Ya hemos hecho referencia a estos malos tratos de las mujeres, no solo en la China, sino también en Grecia,
0:00:40 que es una civilización que se admira mucho, pero que cometía con las mujeres toda clase de injusticias.
0:00:46 En la China sucedían cosas tremendas desde la dinastía Shang y Zou,
0:00:53 que son las primeras épocas históricas de la China.
0:00:57 Y las chicas vivían confinadas entre los muros de la Casa del Marido.
0:01:02 Y como hemos contado algunas veces más, exactamente en la Casa de los Suegros.
0:01:10 Bueno, que también era la Casa del Marido que muy mal.
0:01:13 Hay que recordar que el casamiento entre los chinos de la antigüedad clásica servía para que la novia cuidase de los mayores de su esposo.
0:01:20 Es decir, el tipo se casaba para que la chinita le cuidara al padre, a la madre, a los tíos, a los abuelos.
0:01:27 A los pibes.
0:01:28 Gente que ya empezaba a molestar.
0:01:30 Entonces el tipo se casaba y decía, cuídeme acá el abuelo que yo voy a ir al boliche de la esquina.
0:01:38 Cuídeme lo bien, que voy a ir al corso, por ejemplo.
0:01:41 Que el chino se iba al corso y volvía a las dos semanas.
0:01:45 ¿Para cuáles son los gibos los chinos? Ya que duran mucho los abuelos.
0:01:49 Bueno, para eso se casaban en la China.
0:01:52 La cástida femenina, por otra parte o por la misma parte, se inculcaba de forma tan exagerada que en las historias de las distintas dinastías,
0:02:04 se ha tomado nota con orgullo de los nombres de aquellas muchachas que se suicidaron creyéndose deshonradas por algunos acontecimientos más bien vanales.
0:02:18 Por ejemplo, un encuentro casual, un roce accidental con un nombre.
0:02:25 Por ejemplo, la tipe se llevaba por delante a un señor en el colectivo.
0:02:30 Suicidio.
0:02:33 Amontonamiento a la salida del mercado en Hanxiu.
0:02:39 Suicidio.
0:02:42 Un tipo por la calle le decía algo.
0:02:45 Suicidio.
0:02:47 Igual era el caso de las viudas.
0:02:49 En muchas ciudades era costumbre construir unas arcadas para conmemorar la virtud de viudas que habían optado por matarse antes que casarse de nuevo.
0:03:01 Bueno, pero esa no es castidad, se llama experiencia.
0:03:07 Bueno, la envisión de toda familia china era el nacimiento de un hijo varón como en casi todas partes.
0:03:21 En el Xiaoh, en el Xiaoh King, o libro de la piedad filial, se establecía como la primera obligación de todo buen hijo el dar de sendencia masculina.
0:03:36 El Xiaoh King se atribuye a Kunxi, que era nada menos que el nieto y tal vez uno de los más brillantes discípulos de Confusio.
0:03:47 Confusio.
0:03:49 Si nacía en cambio una mujer, los usuales preparativos de fiesta eran suspendidos.
0:03:58 Suspendían la fiesta porque habían sido una niña.
0:04:02 Los parientes y los amigos se abstenían de enviar felicitaciones.
0:04:07 Y el esposo apenas si preguntaba muy friamente por el estado de salud de su esposa.
0:04:14 Este era el mismo tipo, el mismo chino que había ido al corso.
0:04:20 Se suponía que el cielo castigaba con el envío de una hija mujer alguna falta cometida por alguien, probablemente por la mujer.
0:04:32 Durante muchos siglos, y esto es horroroso, el infanticidio femenino fue una tradición.
0:04:39 En los extramuros de la ciudad de Fuchou había un pozo en el que tenían por costumbre a hogar a las niñas.
0:04:48 Y fue tradición también vender a las chicas como esclavas.
0:04:52 En el Palacio Imperial y en los hogares pudientes se compraban las bunzai o pequeñas hermanas.
0:04:58 Y aquellas niñas trabajaban seis o siete años en la casa de sus compradores.
0:05:04 Y después eran vendidas de nuevo, ya como esposas secundarias o como concubinas.
0:05:09 Si la esposa del chino, el que estamos hablando, resultaba estéril o no daba luz si no hijas, el marido tenía derecho de repudiar.
0:05:21 De repudiarla de arriba a abajo.
0:05:24 Y podía conseguir, si se lo permitía el dinero, una esposa secundaria.
0:05:29 Una segunda esposa, no una esposa con estudios secundarios.
0:05:33 Ahora bien, si la esposa secundaria daba luz a un varón, automáticamente pasaba a ocupar el lugar de la primera esposa y así.
0:05:41 Como hemos dicho una vez, producido el casamiento, la muchacha se consideraba perteneciente a la familia del marido.
0:05:49 Y él era dueño de su vida.
0:05:52 Las crónicas abundan en casos de abuso de este derecho por parte de los señores.
0:05:59 Parece que en una de las guerras entre feudos de la época confusiana, un noble llamado Chi, como casi todo el mundo,
0:06:08 deseaba lograr la designación de general en jefe de sus ejércitos.
0:06:13 Pero el rey vacilaba en dársela, me refiero a la designación.
0:06:19 Y no se la daba por el hecho de saber que estaba casado con la hija de un señor enemigo, vio como son esas cosas.
0:06:27 Para resolver el problema, Chi explicó a los habitantes de su casa que debía matar a su esposa.
0:06:36 Lamentablemente tengo un problema laboral, dijo.
0:06:40 Así que voy a matar a mi señora esposa.
0:06:43 Y así lo hizo. La líquido y obtuvo la comandancia que anhelaba.
0:06:49 Así que calcula usted, entre tantos malos tratos figuraba aquel que es el centro de esta charla y que es el pie vendado.
0:06:59 Una cruel tortura con fines estéticos.
0:07:03 Como sabemos, envolvían los pies de las niñas con unas vendas muy apretadas como los jugadores de fóbal.
0:07:11 Doblaban el dedo gordo del pie debajo de los demás dedos.
0:07:19 Y estos demás dedos eran doblados hacia abajo.
0:07:23 Forma de garra, digamos.
0:07:25 Claro. Cada mes se apretaba el vendaje hasta conseguir, cuando la mujer era adulta, que los pies no fueran mayores que el puño.
0:07:35 Se han dado varias hipótesis acerca de las razones de aquella salvaje costumbre.
0:07:41 Dicen que la emperatriz Taqui, en el año 1100 a.C., tenía un pie chueco, lo cual según los cronistas le creaba una visible condición de inferioridad.
0:07:53 Para solucionar la situación, niveló para abajo, por decirlo con un desagradable giro actual.
0:08:04 Procuró que fueran defectosos los pies de todas las otras mujeres.
0:08:08 Y solicitó y obtuvo del emperador un edicto que declaraba obligatorio el vendaje del pie femenino en la infancia.
0:08:16 Bueno, esta es una posibilidad que me parece dudosa.
0:08:21 Otros autores atribuyen el origen del pie vendado al emperador Li Zou, allá por el 916 a.C.,
0:08:30 que tuvo el capricho de vendarle las patas a una de sus esposas para que los pies se mejaran el creciente de la luna.
0:08:40 Una fantasía que tenía el chino, a uno le gustan las rubias, a otra las pechugonas,
0:08:46 y a él le gustaba que tuvieran las patas como medias lubanas.
0:08:50 Ahora ha dicho, soy el emperador o qué?
0:08:53 Para mojarse la tarifa.
0:08:55 Parece que el emperador amaba apasionadamente a que se apuñe, justamente en virtud de los pies chuecos.
0:09:01 Y envidiosas, todas las ramas de la corte la imitaron, en decisión de daros los pies.
0:09:08 Otra posibilidad.
0:09:11 Cuentan que en un festín, el emperador Gangtín, ya en el siglo VII después de Cristo,
0:09:17 hizo bailar a una de sus concubinas sobre el borde de un lidio de oro que medía dos metros de alto.
0:09:25 Dicen que la bailarina real ostentó sus pequeños pies deformados por el vendaje,
0:09:31 y en aquella ocasión la costumbre recibió el empuje ritual que le hacía falta.
0:09:36 Digamos que fue oficialmente consagrada por los cortesanos,
0:09:41 esa costumbre empezó a difundirse fuera de palacio,
0:09:44 y así todo el mundo empezó a vendarle los pies a las chicas.
0:09:48 Desde entonces la ambición de cada mamá fue legar a su hija un pie tan pequeño como le fuera posible.
0:09:55 Me imagino, las compadradas de las familias chinas,
0:09:59 ahí la nena tiene el pie más chico que la suya,
0:10:02 y no se podía esperar triunfos mundanos o amorosos si no se era dueña de aquella malformación.
0:10:09 Para el matrimonio era una cosa tan importante como en Europa lo había sido la virginidad o la dote o la herencia.
0:10:17 No tener los pies en pequeñecidos era un estigma de vergüenza que arrastraba muchas a una incurable melancolía.
0:10:26 Muchachas tristes leyendo novelones de lindyutang apoyando sus enormes patas en un banquillo auxiliar.
0:10:35 ¿Qué te pasa? Ya ves, decía dada a Maíz, se señalaba los pies del 43 que tenía.
0:10:43 Otros historiadores cuentan que los pies vendados aparecen mencionados por primera vez en relación con Nantang Hou Chou,
0:10:52 un monarca de la dinastía Tang, allá por el siglo X de nuestra era.
0:10:56 Y el ya citado lindyutang ha dicho que aquella dinastía fue muy refinada y de exquisiteces exageradas.
0:11:03 Ya se sabe lo que pasa cuando alguien es demasiado exquisito.
0:11:09 Vale la pena leer a lindyutang, que ha dicho también que Nantang, el monarca de la dinastía Tang,
0:11:17 en realidad puso de moda el uso de unos zapatos arqueados, una especie de borsiguíes con la punta doblada hacia arriba,
0:11:25 como la de algunos que por su alimentación andan con los mocazines así doblados hacia arriba por razones que no vale la pena especificar.
0:11:35 Bueno, y parece que es desde entonces que se comenzó a someter a los pies a todo tipo de torceduras que posibilitan andar es diversos.
0:11:47 Bien, algunos dicen que no hay causa estética para esa costumbre de vendar los pies a las cinas, hablan de razones que se relacionan con una estricta crueldad.
0:12:01 El hombre que tenía varias esposas y otras tantas concubinas necesitaba mantenerlas acubiertos de posibles infidelidades.
0:12:12 Y el pie vendado imposibilitaba la ambulación.
0:12:20 Obvio.
0:12:21 Muy lejos no vas a llegar.
0:12:25 Ya como si el tipo no pudiera venir.
0:12:28 Bueno, a la casa del Dorima con los viejos mirando.
0:12:32 Claro, bueno, un fin.
0:12:35 Venimos, dice que yo ya ni caminar puedo si a la amiga.
0:12:41 Pero no, el chino decía yo confío en mi mujer porque le he vendado las patas.
0:12:46 Es un grave error.
0:12:49 Y eso, aquellos vendajes comenzaban a ponerse a los tres años en las familias de Rango y un poco más tarde a los siete en las familias más pobres.
0:12:58 La reacción contra aquel hábito comenzó en 1665.
0:13:04 El emperador Kang Xi de la dinastía Manchu, o sea que no era el chino, promulgó un edito imperial prohibiendo la práctica.
0:13:14 Pero la fuerza de la costumbre era tan grande que cuatro años después el mismo emperador tuvo que revocar el edito.
0:13:21 Recién Qianlong, o Xi'enlong, según te prefiera, de acuerdo a las dos grafías o maneras de decir,
0:13:31 prohibió definitivamente los vendajes y la costumbre.
0:13:36 Pero todo siguió hasta fina del siglo XIX todavía.
0:13:42 Había chinitas con los pies vendados.
0:13:45 Incluso hasta bien entrado del siglo XX siguió en occidente el tópico de historias o historietas y novelones con las chinitas,
0:13:55 con los pies chiquitos y vendados, caminando con estos zapatitos redondos.
0:14:02 Las tatitas.
0:14:03 Después ya no, que alló en desuso lo chinesco que fue reemplazado por lo chino.
0:14:08 Así como hay una idea estereotipada del crioso que deviene del criosismo,
0:14:13 también hay una idea estereotipada de los chinos que persistió, incluso hasta bien entrado del siglo XX,
0:14:19 que basta con ver esta genial ópera de Puchini, Turandot, que es chinésca y no china.
0:14:25 Pero empezó a llamar Turandot la princesa.
0:14:32 Estaba pensando, Alejandro, que el primero que debe merecer su dedicatoria en este caso es nuestro amigo Robert Graves,
0:14:37 que fue alguien que le advertió largamente sobre un momento de confusión en la historia de la humanidad,
0:14:43 donde se empezó a privilegiarlo a Polinio, es decir, lo masculino por encima de los femeninos,
0:14:47 sometiendo a la mujer a un lugar secundario y degradado.
0:14:51 Bueno, claro que sí.
0:14:53 Desde ya su libro genial, aquí ese manual de poética, que es la diosa blanca,
0:15:00 es un libro a favor de los femeninos, a favor del matriacado.
0:15:09 Y él dice justamente que esto que empieza por la degradación de los dioses,
0:15:13 una conspiración en la cual la diosa blanca leucotea, la madre de todos, etc.,
0:15:18 es reemplazada por una especie de versión masculina, genera después una traslación hacia las costumbres cotillaras,
0:15:25 y que esto no es bueno y nos habla de la guerra, así de muchas cosas.
0:15:28 Pero, por un lado, después estaba pensando que estas cosas que uno atribuye a civilizaciones
0:15:33 que no son exóticas, como bien decía usted, como la China,
0:15:36 efectivamente tenemos el ejemplo en Grecia, pero hasta el día de hoy estas cosas siguen pasando.
0:15:41 Pensaban algunos otros pies condenados, por ejemplo, el de Dipo,
0:15:45 por eso es otra cosa que he piensado.
0:15:47 Cuando un hombre le pasa esto, termina acostándose con la madre, matando al padre,
0:15:50 y generando toda una tradición psicoanalítica que no viene al caso.
0:15:53 Pero pensaba también que en nuestra propia mitología occidental
0:15:56 hay ejemplos como el de la sencienta.
0:15:58 ¿Cuál es la clave de la sencienta si no tener una patita pequeña en un cifrador?
0:16:03 Y eso parece ser lo único que le interesa al príncipe.
0:16:08 Lo cual es curioso.
0:16:09 Que ves de andar probando corpiños.
0:16:14 Anda con unos zapatos en la mano.
0:16:16 Y de cristal.
0:16:17 Bueno, hombre.
0:16:18 El cristal, un zapato cristal es lo más incómodo que puede concebir.
0:16:21 Es curioso porque este un corpiño de cristal ni le cuentan.
0:16:24 El corpiño dura pocos.
0:16:26 Si embargo, hay corpiños de cristal, tanto es así.
0:16:29 El cristal de roca, entusos.
0:16:31 Que la medida de las copas que se usan para el champagne
0:16:35 es la medida de uno de las amantes del rey de Francia.
0:16:39 Sí, es el Luis XV.
0:16:41 Pruebo eso para que todos compartieran a su esposa, a su chica.
0:16:45 Ideas de los reches.
0:16:46 Así le fue, pierde la cabeza uno.
0:16:48 Pero, así como se dice que el hombre no es culpable en estos casos,
0:16:51 estábamos pensando en el horror que producen algunas costumbres
0:16:54 a partir de los relatos antropológicos,
0:16:56 cuando el queso metido a este tipo de cosas es el género dominante,
0:17:00 el masculino, en el caso de las amazonas,
0:17:02 cuando despeñaban por ahí este,
0:17:03 algunos muchachos porque nacían varones, nada más.
0:17:06 Digo que en general, este tipo de historias
0:17:08 nos conducen a esta especie de mirada,
0:17:11 macho centrista que solemos tener.
0:17:13 Pero que hoy en día digo, salvo lo de suicidio,
0:17:15 que contaba usted, no parece haber cambiado mucho las cosas.
0:17:18 Digamos, a ver, la tragedia se banaliza con la cultura habitualmente,
0:17:23 y este es el problema.
0:17:24 Entonces, digamos que las viudas de narcadas,
0:17:26 como pasaba en China, nos puede pasar a cualquiera,
0:17:28 pero el resto de los sacrificios a los que se somete una mujer,
0:17:31 es el otro, quizás el que me recuerde,
0:17:33 es el otro dedicando posible esta charla,
0:17:35 que es la Linairea Bocov.
0:17:36 La Linairea Bocov decía,
0:17:38 un hombre tiene en la vida cotidiana una tragedia,
0:17:40 que es afeitarse.
0:17:41 Alguien puede concebir una idea más estúpida que pasarse,
0:17:44 una cosa filosa por la cara a los efectos de que
0:17:47 la mitad de abajo de la cabeza no tenga pelos,
0:17:49 pero la de arriba sí es inconcebible.
0:17:51 Le decía, y después decía,
0:17:53 ahora qué pasa si uno fuera mujer?
0:17:55 Bueno, y se le responde, si uno fuera mujer y tuviera barba, etc.
0:17:58 Pero fuera de eso, él dice,
0:17:59 la cantidad de sacrificios que requiere que una mujer salga a la calle.
0:18:03 Esto es los afeites,
0:18:04 los afeites no han sentido afeitarse, sino el maquillaje,
0:18:07 y el requerimiento, una nariz pequeña,
0:18:10 una figura torneada, una cintura angosta,
0:18:13 el resto de las cosas, según cada una de las civilizaciones.
0:18:16 Ya está ahí uno entiende,
0:18:17 y esto yo no puede pensar en homenajear mucho más a la mujer.
0:18:20 Es algo que, en algunos casos,
0:18:22 hasta el punto se analiza la tragedia,
0:18:24 que uno tiene que vivir tragedias cotidias sin entender
0:18:27 por qué pasa esto,
0:18:28 porque más allá de esta cuestión,
0:18:30 hoy en día las cienas también se caracterizan por los pies pequeños
0:18:32 y por eso ganan las olimpiadas en esa disciplina gimnástica.
0:18:35 Claro, porque andan con toda facilidad,
0:18:37 arriba hay un listón de 5 centímetros de ancho.
0:18:42 Mientras las demás mujeres que provienen de otros países
0:18:46 se rompen los cuernos.
0:18:47 Por lo menos el sacrificio tiene un sentido,
0:18:52 pero para ir redondeando esto,
0:18:54 pensemos en esta especie de tragedia banalizada
0:18:57 que significa que una mujer no requiera que su pie sea más pequeño,
0:19:00 pero sí que se parezca más bien a alguna especie
0:19:03 que tiene que andar con la punta del pie para abajo.
0:19:05 Hablo de los tacones, de los tacos altos,
0:19:07 como en esa escena cotidiana que seguramente ha sufrido alguna vez,
0:19:11 cuando ella se ha pasado una hora quejándose
0:19:14 acerca de cosas que nada tienen que ver incómoda,
0:19:17 seguramente por el dolor de cabeza que produce
0:19:19 que andar con las patas de punta y tratando de hacer equilibrio.
0:19:22 Y después de todo eso, ha dicho,
0:19:24 bueno, y al fin y al cabo,
0:19:26 una se merece también un rato de goce,
0:19:28 un rato de disfrute.
0:19:30 Dice esto, ha dicho esto,
0:19:32 y después, mirando este al tipo,
0:19:34 como si no tuviera nada que ver estas costumbres banales
0:19:36 y estás coneando, salió.
0:19:38 Se va al corso, me voy al corso.
0:19:40 Y te aconeando salió.
0:19:42 Y te aconeando salió es el tanguito que va a cantar ahora,
0:19:47 Don Edmundo Rivero dedicado al pie de las chinas.
0:20:23 Y una noche silenciosa se rajó media bombada,
0:20:28 viantando muy apurada de aquel convoy de favor.
0:20:33 Y le engrupió bien de búlte de ponerle apartamento,
0:20:41 que fuera cerca del centro que adora su ilusión.
0:20:48 Y se la trajo a la falso en una pieza mitoga,
0:20:58 cerquita y la pilota en un bulín de pensión.
0:21:05 Y en esas noches de frío la pobre va por corriente,
0:21:09 envidiendo a tanta gente que tiene el par el bullón.
0:21:13 Pero la mina canozada reflexiona de repente
0:21:16 y regresa lentamente de nuevo para la pensión.
0:21:19 El taita tira las piernas a ver el muel que liga,
0:21:22 porque se pasa la vida a meta y ponga sin marrón,
0:21:26 hasta que un día cansada de aquella vida vitonga,
0:21:29 abandona la milonga y se incurga de alegor.
0:21:34 Y recordando al pasado vio a su vieja abandonada,
0:21:42 con una triste mirada, me pudo a todo recorrió.
0:21:49 Y aquella mina mitoga, que se engrupió bien de búlte,
0:21:56 le dijo al bulín, ¡HALOLE!
0:22:00 Y taconeando salió.
0:22:07 Era el mundo rivero en la venganza será terrible,
0:22:11 y taconeando salió.

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