El misterio de Kaspar Hauser

Transcripción automática

0:00:00 Hablaremos del misterio de Kaspar Hauser.
0:00:07 El 26 de mayo de 1828 apareció en la Plaza Söeft de Nuremberg, un muchacho arapiento y que parecía extraviado.
0:00:20 Apenas mascullaba unos sonidos y ofrecía a los pacientes una carta que llevaba en la mano.
0:00:28 Por ahí se le acercó un zapatero que no pudo entablar conversación con él.
0:00:34 Entonces tomó el sobre y leyó lo que decía la carta que estaba adentro.
0:00:40 Y decía esto, eh, atención.
0:00:43 Ah, tiene que la carta y todo.
0:00:46 Tenemos aquí la carta que tenían en sus manos Kaspar Hauser.
0:00:51 La carta que contiene este sobre debe ser llevada al capitán von Belseneg,
0:00:56 comandante del cuarto escuadrón del sector regimiento de caballería.
0:01:01 Y nada mas.
0:01:05 Eso es lo que decía el sobre, no la carta.
0:01:07 Pero cuando el zapatero dio esa advertencia,
0:01:12 no quiso meterse con la carta por miedo a incurrir en el desagrado del capitán von Belseneg,
0:01:19 comandante del cuarto escuadrón del sector regimiento de caballería.
0:01:23 Así que el zapatero llevó la carta y también al muchacho al junto.
0:01:31 Lo llevó donde estaba el capitán Belseneg.
0:01:34 Y así, en el despacho del capitán, leyó la carta verdadera que había adentro
0:01:40 en otro sobre que decía capitán.
0:01:44 Y aquí tenemos también este segundo mensaje.
0:01:54 Es que es espacio, eh.
0:01:58 La va a abrir así.
0:02:05 Qué jugosa la cara.
0:02:07 Y dice así, señor capitán,
0:02:10 os envío un muchacho al que le gustaría servir fielmente a su rey.
0:02:15 Este muchacho me fue confiado secretamente en 1812.
0:02:20 Soy un pobre jornalero.
0:02:22 Tengo diez hijos y bastantes problemas como para cargar con uno más.
0:02:26 Desde 1812 no le dejé dar un paso fuera de la casa.
0:02:32 Estaba autizado y se llama Kasparhausern.
0:02:37 No sabe dónde lo criaron,
0:02:40 no sabe tampoco cómo se llama mi casa, ni tampoco dónde queda.
0:02:45 No tiene ninguna instrucción, ni tampoco ningún dinero.
0:02:49 Si no lo ampara, puede colgarlo en la chimenea como los jamones para humarlos.
0:02:55 No doy a conocer mi nombre porque podría ser castigado.
0:03:00 Listo.
0:03:01 Eso lo que decía la carta.
0:03:06 Algunos empezaron a pensar que este muchacho, Kasparhauser,
0:03:10 en realidad se hacía el imbécil.
0:03:13 El capitán Beseneg decidió encerrarlo en la torre Besner,
0:03:18 una más morra muy simpática que había por allí.
0:03:21 Encerrarlo digo hasta que se dignara hablar de su procedencia.
0:03:25 Llegó un hombre llamado Binder, burgo maestre en Nuremberg,
0:03:29 y se interesó por Kaspar y exigió que no se lo tratara mal y que le dieran de comer.
0:03:35 Binder no tardó en comprender que si Kaspar cayaba o hablaba poco,
0:03:41 no era por obstinado o porque simulara amnesia.
0:03:45 En verdad aquel muchacho no sabía hablar.
0:03:48 A fuerza de paciencia y observación del comportamiento de Kaspar en la torre,
0:03:54 Binder conjeturó que aquel muchacho siempre había vivido encerrado
0:04:01 y que había tenido contactos con personas muy pero muy esporádicos.
0:04:06 Binder se preocupó por indagar el pasado de Kaspar Hauser.
0:04:11 Publí un aviso en la prensa regional en el que daba la descripción del muchacho
0:04:18 invitando a darse a conocer a todos aquellos que hubieran oído
0:04:22 sobre el rapto de un niño entre los años 1810 y 1814.
0:04:28 La historia fue seguida por la prensa de muchos países,
0:04:33 y el artículo de Nuremberg fue publicado en los periódicos de Viena,
0:04:37 de París, de Londres y San Peterburgo.
0:04:42 También se hizo eco la prensa sensacionalista
0:04:45 con titulares del orden de todo sobre el misterioso huérfano de Europa, etc.
0:04:52 Finalmente, al lugar donde lo tenían encerrado,
0:04:58 llegó un caballero, el caballero de Feuerbach,
0:05:02 que era presidente de la Corte Real de Justicia de Ansbach
0:05:06 y era el mejor criminalista alemán de la época, el tipo este, el Feuerbach.
0:05:12 Interrogó a Kaspar Hauser y reconoció que no era en absoluto un simulador
0:05:19 ni que se hacía el otario, y a él también le pareció que había estado cautivo,
0:05:24 y arriesgó que sólo el váctago de una gran familia
0:05:28 podía haber sido ocultado con tantos cuidados durante tantos años.
0:05:32 Feuerbach dispuso que una buena familia cuidara de Kaspar
0:05:36 y que le diera educación, y lo mandaron al pobre neato a lo de Jorge Daumer,
0:05:42 que era un doctor que por esos tiempos estaba fanatizado con el mesmerismo.
0:05:48 Recuerden, aquellos tipos que metían un oferro entre unos tachos de olá,
0:05:53 de magnetismo que cada uno tenía, y se reunían, ahí se tocaban con las manos
0:05:58 y curaban las enfermedades con no sé qué cosa, de una fuerza que todos teníamos.
0:06:06 Bueno, este Daumer también se entusiasmó mucho con el encargo de cuidar de Kaspar Hauser,
0:06:13 y le enseñó a hablar y le enseñó a escribir,
0:06:16 y le pidió que le contara, Roland, sus sueños.
0:06:21 Ah, mira usted.
0:06:23 Eran reiteradas en aquellos sueños las imágenes de castillos, de camas, lujosas y de cortinas.
0:06:33 Daumer acompañó a Feuerbach en la idea de que Kaspar bien podía ser hijo de gentes de Alcurnia,
0:06:41 y junto se pusieron a investigar.
0:06:44 En medio de las investigaciones se produjo un atentado contra Kaspar que lo dejó un mal trecho.
0:06:51 Él dijo que lo había golpeado un hombre de negro.
0:06:57 Un día estaba ahí el tipo que hizo un hombre de negro y lo golpeó, lo quiso matar, no sé qué.
0:07:02 Hubo una investigación que incluso ordenó el propio Luis I de Baviera,
0:07:07 aquel amigo de este programa, que era también amigo de Wagner.
0:07:13 Se reforzaron los cuidados sobre el muchacho.
0:07:20 Y en enero de 1832 Feuerbach escribió lo siguiente.
0:07:29 Aquí está el cuaderno de Feuerbach.
0:07:32 Me descubro el posible origen de Kaspar Houser.
0:07:39 Me parece que es príncipe de la casa de Baden.
0:07:42 Quizá Kaspar sea el hijo de la grande quesa, Estefanía de Boarnet, declarada a muerte en 1812.
0:07:49 El asunto parece que fue así.
0:07:51 Estefanía era sobrina de Josefina y esposa de Napoleón.
0:07:54 Mejor dicho, no. De Josefina.
0:07:56 La esposa de Napoleón.
0:07:58 Napoleón y Josefina la adoptaron como si fuera una hija
0:08:01 y la casaron con el príncipe heredero Luis de Baden, junto con la clacasa.
0:08:07 Tuvo cinco hijos. Estefanía con este muchacho, Luis de Baden.
0:08:12 Tres de estos hijos no estaban en la sucesión porque eran mujeres.
0:08:17 Los otros dos podían suceder a Luis de Baden.
0:08:26 Uno murió y otro, según se dijo, murió junto con su madre, pero nadie encontró nunca el cuerpo.
0:08:36 Y Feuerbach señaló que este último hijo no había muerto y que era Kaspar Houser.
0:08:42 Feuerbach y Daumer investigaron más y creyeron encontrar las razones del ocultamiento de Kaspar
0:08:48 y del envenenamiento del hermano.
0:08:51 En verdad había una disputa dinástica en la Corte de Baden.
0:08:54 Si los hijos de Estefanía o eran mujeres que no podían suceder o eran hombres y se morían,
0:09:02 entonces los hijos de una tal condesa de Houser, que era la segunda esposa de Luis de Baden,
0:09:08 serían los dueños de aquella Corte.
0:09:10 ¿Está claro? ¿Cómo es la sucesión? Primero bien los hijos mayores.
0:09:14 Los hijos de la primera esposa. Tres eran mujeres. Por la ley sálica no pueden suceder.
0:09:19 Uno se murió y quedaba otro, que según decían esto, era Kaspar Houser.
0:09:24 Si moría o si lo ocultaban o si no se revelaba su identidad,
0:09:28 entonces entraban a tallar los hijos del segundo matrimonio del amigo Baden,
0:09:33 que era el que celebró con la condesa Housberg.
0:09:37 Esto es el Feuerbach y el Daumer sospechaba que la ambiciosa condesa de Housberg,
0:09:42 soñando con un gran futuro para su hijo mayor,
0:09:45 se había dedicado a destruir el linaje que estaba primero en un orden sucesorio.
0:09:51 Me acuerdo de un lindo libro que tal vez era de Gwenselau Fernández Flores,
0:09:56 pero tal vez no, y se llamaba...
0:10:01 Yo no me acuerdo si era el malvado carabel ese libro,
0:10:04 pero había una sucesión y había un tipo que estaba ubicado muy lejos en un testamento,
0:10:14 a él iba a tocar algo solamente y se morían los que estaban adelante.
0:10:18 Empecé a matar a todos los que le precedían en aquel testamento, que eran decenas.
0:10:24 Y lo gracioso que por ahí el heredero número 8 era una sociedad.
0:10:32 Empezó a matar a todos los miembros de esa sociedad.
0:10:38 Bueno, no menos algo habrá sido la tarea de esta ambiciosa condesa de Housberg.
0:10:44 Bueno, y que eso que lo logró, su hijo Leopoldo se instaló en el trono de aquella región en 1830.
0:10:53 En realidad nadie le dio mucho bolilla la teoría de Feuerbach.
0:10:59 Y cuando Feuerbach murió esa denuncia que hay en el olvido, y qué pasó con Casparhauser?
0:11:07 Pasó a vivir en casa de un profesor llamado Meijer, que era muy generoso, pero que creía que Caspar era un impostor.
0:11:14 En 1833 Casparhauser fue atacado una vez más, le dieron una puñalada en el pecho, le dieron.
0:11:21 Caspar acusó otra vez a un hombre vestido de negro, pero nadie lo encontró.
0:11:26 Y a los pocos días Casparhauser murió.
0:11:30 El rey, Luis, no? ofreció una recompensa a quien atrapar al asesino, el rey de Baviera, Luis I de Baviera.
0:11:42 La investigación terminó en 1835 sin ningún resultado.
0:11:46 Algunos dicen que la recompensa nunca fue tocada por la sencilla razón,
0:11:53 que el hombre de negro sólo existía en la imaginación de Casparhauser, etc.
0:11:57 Se aseguró que aquel joven perturbado había llevado su puesta en escena hasta la puñalada suicida, que todo era un invento.
0:12:06 Incluso se había puñalado el mismo para mejor perfeccionar su patraña.
0:12:12 Ahí en el lugar donde se produjo el ataque, una inscripción extraordinaria.
0:12:17 En aquel lugar donde le metieron la puñalada, dicen.
0:12:20 Aquí un desconocido fue asesinado por otro desconocido.
0:12:25 Es muy linda placa.
0:12:28 Nunca se supo si realmente causa pertenecía o era el último hijo de la dinastía de Baden, si era un impostor o si era uno cualquiera que susitaba su paso a toda clase de conjeturas.
0:12:40 Y no lo sabremos nunca probablemente en este programa carecemos de todo teoría al respecto.
0:12:46 Pero, y aquí está la verdadera razón en este complicadísimo caso que hemos explicado hoy,
0:12:52 juntamos reyes verdaderos que fueron sustituidos por reyes falsos.
0:12:57 Así como otros juntan botellas de naranjín, nosotros juntamos reyes verdaderos que fueron sustituidos por reyes falsos.
0:13:06 Este fue sustituido por Leopoldo, el hijo de la Condesa.
0:13:10 Hemos sabido de aquel comerciante de Florencia, de Perulla, que era el verdadero rey de Francia.
0:13:20 Hemos sabido de numerosos ares de Rusia que andaban por ahí dando lástima,
0:13:24 mientras que falsos ares de Rusia gobernaban aquellas bastas regiones.
0:13:28 Nos gustan esas historias.
0:13:31 Desde luego nos gusta la historia del hombre de la máscara de Guerro, que era el verdadero Luis XIV, todo eso.
0:13:39 Nos divierte, nos divierte pensar en la sustitución, en la usurpación
0:13:45 y nos divierte pensar que tal vez nosotros mismos tampoco somos los que decimos ser,
0:13:51 que en realidad el verdadero rolón está hace años en el Paraguay
0:13:55 y que este que vemos aquí hoy es un sustituto y así.
0:14:03 No solo nos divierte la sustitución, nos conduce finalmente, después de tantas sustituciones,
0:14:12 de ver como un rey verdadero sustituido por uno falso, etcétera, etcétera, etcétera.
0:14:19 Vimos que la usurpación no causa perturbación alguna en el orden del universo,
0:14:28 que las cosas siguen del mismo modo que cuando estaba el otro
0:14:33 y llegamos a un pensamiento en que tanto, da lo mismo, da lo mismo.
0:14:40 No importa si te cambiaron por tu, es igual, es igual.
0:14:45 Da lo mismo no que cualquiera haga cualquier cosa, peor, da lo mismo ser uno cualquiera.
0:14:53 Da lo mismo que yo sea éste que les está hablando, que sea uno cualquiera, nada va a cambiar mucho.
0:15:01 Y si da lo mismo es que a lo mejor no somos nada demasiado consistente ni constante.
0:15:10 En este programa jugamos muchas veces a ser X por un rato e Y por otro rato.
0:15:18 Y tal vez vivimos sustituyéndonos a nosotros mismos,
0:15:26 no solamente porque cambiamos, sino porque y principalmente, nadie se da cuenta que cambiamos.
0:15:33 Y porque los que podrían darse cuenta de que cambiamos cambian también ellos.
0:15:39 Hay que correr muy rápido para permanecer en el mismo sitio, decía nuestro amigo Luis Carrón.
0:15:47 ¿A quién quiere dedicar esta charla? No es la historia es un poco enrevesada, la de Casparcauza,
0:15:53 el enigma de Casparcauza.
0:15:57 Bueno, estaba pensando en esto último que decía usted Alejandro,
0:16:01 y pensaban lo que se conoce como las tres grandes heridas narcisiscas de la humanidad.
0:16:06 La primera es aquella que desentra la tierra, de su lugar de importancia,
0:16:11 y dice que no es el centro de ningún universo, sino todo lo contrario.
0:16:14 ¿Solución Copernica?
0:16:16 Exactamente, la segunda tiene que ver con el Darwinismo,
0:16:19 y esto de que el hombre realiano es ninguna criatura divina, sino parte de una revolución.
0:16:23 Y la tercera es la revolución Freudiana, que dice que el hombre ni siquiera es dueño de sí mismo,
0:16:27 sino que es manejado por cosas que el desconocen.
0:16:30 Y esto que va en un cierto sentido en esta idea de que en realidad no somos tanto como queremos ser.
0:16:38 Y quería dedicar esto al amigo Chanse Garón.
0:16:42 Claro, esto que nosotros sospechamos de todavía peor que no somos tanto.
0:16:47 Viene a ser que ni siquiera somos algo perseverante en su ser.
0:16:51 Sí, tal cual.
0:16:53 Bueno, como puedes saberlo cualquiera, Alejandro, que se enamore por segunda, tercera o cuarta vez,
0:16:58 después de haber pensado que se le iba a ir la vida en el amor pasado.
0:17:02 Bueno, le quiero dedicar a Chanse Gardner, el personaje de Kosinski,
0:17:08 que como este chico había sido criado en un jardín, y no sabía ni quién era ni de dónde venía,
0:17:13 ni siquiera qué pasaba afuera de esto.
0:17:15 Y ya que hemos hablado de un huérfano...
0:17:17 Desde el jardín, ¿no?
0:17:18 Desde el jardín, de la película Kosinski.
0:17:20 Una película también de...
0:17:22 De Peter Sells.
0:17:24 De Peter Sells, es muy meditórea de la película.
0:17:25 Pero el libro es estupendo.
0:17:26 El libro me gustó mucho.
0:17:28 Ya que hablamos de un huérfano, permítanme dedicar esto a don Antonio Tormo.
0:17:31 Que cantaba aquella canción.
0:17:33 El huérfano.
0:17:34 No tan crediste, ¿no?
0:17:36 Bien, hemos buscado en la discoteca de la radio discos alusivos,
0:17:43 ya personas que han sido sustituidas por otras.
0:17:46 Pero resulta ser que el discotecario también había sido sustituido.
0:17:51 Y no nos pudo dar.
0:17:53 Yo ni sabía si había discos.
0:17:55 Yo quiero ampliar la dedicatoria a aquellos que integran los bancos de suplentes,
0:18:01 que son en realidad aspirantes a sustitutos.
0:18:05 Alguna vez suplantarán a otra persona,
0:18:08 a los novios que han sido sustituidos por otros señores,
0:18:11 más ricos, más jóvenes, más elegantes, más epicazos, etcétera.
0:18:16 Es decir, a los novios sustituidos en general...
0:18:21 Y ahora...
0:18:36 ¿Qué es lo final?
0:18:39 ¿Cómo...?
0:18:41 Me voy a hacer cortar la dedicatoria.
0:18:45 Alguien en la versión de Héctor Stamponi.
0:19:08 ¿Qué es lo final?
0:19:38 ¿Qué es lo final?
0:21:07 En la venganza será terrible.
0:21:09 Hemos escuchado de Héctor Stamponi interpretando a alguien.