Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos del olvido, del olvido de las penas de amor, que es el único olvido que merece la prensa.
0:00:06 Dice, tenemos algunos remedios históricos o mitológicos para olvidar los pesares amorosos.
0:00:15 En realidad, si bien no servía para olvidar pesares amorosos, las aguas de olvido más famosas eran las del leteo.
0:00:27 El leteo es uno de los ríos del infierno. El infierno tiene una compleja hidroografía con muchos ríos, el fleje tonte, el estigia, el cosito.
0:00:39 Cosito.
0:00:40 Cosito de la madrilla.
0:00:42 Y entre ellos está el leteo. Es un río con cuyas aguas son rociados, las almas que entran al infierno, para que se olviden de lo que fueron en su vida.
0:01:01 Este es un mito que se acepta y, sin embargo, recibe contradicciones a cada momento.
0:01:07 Primero te cuentan que los que se rociaban con las aguas del leteo...
0:01:18 Se olvidaban de quienes habían sido.
0:01:21 Y después siguen adelante.
0:01:23 10 páginas más adelante te cuentan que sí, se acordaban perfectamente.
0:01:28 La utilidad de olvidarse de quién ha sido uno es funcional a unos mitos que no son los griegos, sino les sirve mucho a la gente que cree en la recarnación.
0:01:46 Porque, como bien se sabe, nadie se acuerda de quién ha sido en otras vidas, salvo algunos que siempre salen por lo general, son Alejandro Borges, o el rey Enrique VIII.
0:01:59 Bien, pero más allá de eso, el poder de olvido del leteo sirve para los que creen en la recarnación, pero a los griegos no les sirven.
0:02:09 Me viene molestado.
0:02:11 Y después de todo, si uno va a infiarlo por algo que ha sido, lo mejor es que se acuerde.
0:02:18 Es mucho castigo acordarse.
0:02:21 Lo mejor del castigo es para qué habré robado aquellas manzanas.
0:02:27 Para qué habré laquemado aquella tan.
0:02:32 Así te olvidaste.
0:02:34 No sabes por qué estás ahí, nada tiene mucho sentido.
0:02:37 Ahora, en realidad, si te olvidaste de quién eras, dejaste de ser quién era.
0:02:45 Ser es saber que se es.
0:02:49 Si no hay memoria, no hay continuidad de la conciencia.
0:02:54 Tipo que no se acuerda quién era, no era.
0:02:59 Un amuno dice que la única cosa que une los distintos estados, los distintos hombres que vamos siendo a lo largo del tiempo,
0:03:10 es el piolin de la memoria, que es el que nebra las cuentas de el collar.
0:03:15 Si te sacan la memoria, la vida pierde sentido.
0:03:22 Así que, echa esta aclaración, el que se quiere ir se va.
0:03:28 Bueno, hace algunos siglos se ofrecía para evitar el dolor amoroso.
0:03:34 En realidad, el mismo remedio que se aplicaba para curar la fiebre y los dolores.
0:03:40 Ytermedio era la purga y la sangría.
0:03:43 En el caso del enamorado, las sangrías, atención amigos,
0:03:47 que estén enamorados para mal y quieren egresar de esa desagradable condición.
0:03:52 Las sangrías debían ser muy repetidas, hasta que te extrajeran la mitad de la sangre.
0:04:01 Porque se creía que en la sangre estaba radicado el mal.
0:04:05 Cuando decimos pasión, estamos refiriéndonos al patos.
0:04:09 Un mal, una enfermedad, un padecimiento.
0:04:13 El amor era considerado entonces como un verdadero mal.
0:04:17 Esta práctica se inauguró en Francia,
0:04:20 merceda los resultados que tuvo en un personaje famoso, el príncipe de Condé.
0:04:25 El príncipe Luis de Condé, aquel protestante que murió luchando contra Carlos IX.
0:04:30 Parece que estaba enamorado de una mena.
0:04:37 Esto no me acuerdo de qué era. Lo que dice acá no es.
0:04:40 El príncipe Luis era Borbón de Apellido y era el hermano de Antonio de Borbón,
0:04:45 que fue el padre de Enrique IV de Francia, el primer Borbón reirnante.
0:04:50 Y esa familia prosperó muchísimo y todavía sigue reirnando, por ejemplo en España.
0:04:56 Malmó acel de guisa, no sé.
0:05:02 La mira no le dio bolillas jamás al príncipe Condé,
0:05:05 pero el tipo no podía olvidar ese amor.
0:05:09 En un momento tuvo una enfermedad, otra enfermedad,
0:05:14 y los sangraron, llegaron los médicos y los sangraron muchísimo.
0:05:18 Condé salió de la enfermedad y según él había recuperado la felicidad
0:05:23 y ya no se acordaba de Malmó acel.
0:05:26 A los que le mala enfrentaban admirados,
0:05:30 si yo le preguntaban admirados cómo había logrado salir de la pena,
0:05:37 Condé les contestaba que sin duda todo su amor estaba en la sangre
0:05:41 y que a medida que se le iban quitando sentía que la pasión se desvanazía.
0:05:47 Troninario, ¿no?
0:05:49 Ahora, la cura se popularizó tanto que había sangradores especializados en vender olvido.
0:05:56 Quiero olvidar, venga amigo que lo sangro.
0:05:59 Te ponían una sangre y juegas y al cabo salías pálido pero feliz.
0:06:06 Cada vez que uno está feliz también está pálido.
0:06:11 Y otros ofrecían purgantes también, en el mismo sentido, ¿no?
0:06:19 Claro, aseguraban que el amor recibía en las flemas melancólicas,
0:06:26 Y recetaban diuréticos, sudoríficos, laxantes, limonadas, rochés y todas esas cosas.
0:06:39 Pero el remedio más extraño por olvidar los pesares estaba en la Grecia Antigua.
0:06:45 Nos ubicamos en Leuca, en la isla del Mar Jónico,
0:06:49 que tiene un promontorio con unas rocas muy escarpadas,
0:06:54 un promontorio que avanza sobre el mar y uno puede asomarse desde una gran altura.
0:07:01 En ese sitio encontraban remedio los amantes no correspondidos.
0:07:05 El remedio consistía en tirarse al agua desde aquel promontorio
0:07:10 que terminó por ser llamado Salto de los Enamorados.
0:07:14 El salto era peligrosísimo y podía costarte la vida.
0:07:19 No es probable que murieras, pero si te salvabas,
0:07:23 olvidabas tu pesar amoroso para los que no morían por el golpe o por el salto fallado,
0:07:32 que se saltaban para otro lado.
0:07:34 Había unas embarcaciones y unos lugareños que recuperaban al que se había arrojado.
0:07:41 Y si te rescataban tenías que pagar un precio, un precio moderado.
0:07:46 Y eso vivían algunos pescadores de la isla.
0:07:49 Desde luego no juntaban a los que morían porque era imposible cobrarles.
0:07:55 La insolvencia de los muertos es proverbial.
0:08:01 Parece que aquella superstición tenía origen en la siguiente creencia.
0:08:06 Después de que afrodita la biosa del amor,
0:08:09 supo de la muerte de su querido Adonis,
0:08:12 puso todo su cuidado en buscar el cadáver.
0:08:15 Vamos a ver dónde está el final.
0:08:17 Pensaba lograr un gran consuelo en el desahogo de bañarlo con sus lágrimas.
0:08:23 Le dio por ahí a la mina.
0:08:25 Y lo encontró.
0:08:30 Encontró el cuerpo en un templo de la isla de Chispre.
0:08:33 Mira dónde lo van a vender.
0:08:35 Pero la vista del cadáver vivó más su amor y su dolor.
0:08:39 Afrodita consultó entonces a Apolo.
0:08:42 Apolo la condujo a este promontorio de Leucade.
0:08:46 Le aseguró que si se arrojaba ella misma las aguas encontraría la cura a su amor.
0:08:52 La diosa obedeció y efectivamente olvidó a Adonis.
0:08:57 Admirada por este efecto tan prodigioso,
0:09:00 preguntó a Apolo por qué sucedía eso allí.
0:09:03 Apolo respondió que el primero en experimentar aquello había sido Zeus.
0:09:08 Que cansado por la extrema pasión que sentía por una nínfa,
0:09:12 pasó larga jornada sentado en la cumbre de aquella roca,
0:09:16 hasta que la olvidó a la roca.
0:09:22 A la nínfa.
0:09:24 Y la presencia del Dios había dejado en la roca la facultad que acabamos de describir.
0:09:31 Después se agregó a la burocracia del olvido un salto riesgoso,
0:09:36 pero eso para jorobar, no más.
0:09:38 Ya en los tiempos históricos sabían aquel promontorio un templo de Apolo.
0:09:43 Virgilio lo nombra en la eneida y a ese templo parece que acudían los enamorados
0:09:49 que iban a saltar y otros curiosos.
0:09:52 Los que iban a saltar sacrificaban al Dios un animal
0:09:56 pidiéndole que la caída no fuese mortal.
0:09:58 Yo escribí un cuentito en donde hay un señor argentino
0:10:02 que para olvidar a una dama se arroja del promontorio.
0:10:07 Se refieren a dicho templo varios personajes, algunos míticos y otros históricos,
0:10:12 que fueron a buscar aquel precipicio un remedio.
0:10:17 Entre los hombres se están de Eucalión, el primero de su género, de Eucalión.
0:10:23 Fogo, el hijo de Foseo, el poeta Nicófratos, que era amante de Pitigidea,
0:10:29 y el poeta llamado Carino, que se había enamorado de un eunucho copero de Antioco.
0:10:39 ¡Qué linda pareja!
0:10:40 ¡Oh madre, me he enamorado de un eunucho copero del rey antioco de Silia!
0:10:45 Y no puedo olvidarlo.
0:10:49 Arrojate, hijo mío, del promontorio de Leucar.
0:10:54 Ese tipo sí que era desdichado.
0:10:57 Ser rechazado por un eunucho copero de Antioco Reyes Siria es lo último.
0:11:05 También se habla de un cierto mazes de quien se refiere que habiendo recaído muchas veces en la dolencia amorosa,
0:11:13 dio el salto de los enamorados siete veces.
0:11:17 ¡Lo conozco, compadre!
0:11:20 Y de todas ellas volvió con el olvido.
0:11:23 Pero enseguida se enamoraba de otra, y tampoco lo correspondía.
0:11:28 De las mujeres se encuentran dos famosísimas,
0:11:32 Safo de Lesvos y Artemisa, la reina de Calia.
0:11:37 Artemisa no les fue bien.
0:11:40 Artemisa era viuda y se enamoró de un hermoso mancebo llamado Darda.
0:11:46 El muchacho la rechazó y la reina irritada hizo que le arrancaran los ojos.
0:11:52 Y pues así que me rechazas.
0:11:55 Dice la crónica de la noche.
0:11:59 La crónica de Lesvos, señor.
0:12:01 Ah, yo creí que la crónica. La quinta edición.
0:12:05 ¿Qué dice la crónica?
0:12:10 No sé lo que dice.
0:12:12 Que la satisfacción de su uira no fue la satisfacción de su amor.
0:12:16 ¡Ah, claro que no ganó nada!
0:12:18 Le arrancó los ojos, pero ¿qué ganás con eso?
0:12:20 Lo seguí amando.
0:12:22 Sin ojo y todo.
0:12:26 Y entonces consultó al oráculo,
0:12:29 y el oráculo le sugirió que se tirara por el promontorio de El Eucadé.
0:12:34 Artemisa se tiró y el olvido fue completo porque encontró en su salto la muerte.
0:12:40 No se acorde más de nada.
0:12:44 ¡Lindas historias estas, eh!
0:12:46 Historias de olvido.
0:12:47 Ah, mira que me gusta más.
0:12:49 No estaba esta noche con nosotros.
0:12:51 La historia de aquel río que no era el leteo,
0:12:57 pero que proporcionaba un olvido selectivo.
0:12:59 Es decir, se olvidaba no todo, sino únicamente el sufrimiento amoroso.
0:13:06 Y dice que aún hoy los que se bañan en ese río se olvidan.
0:13:16 ¡Lindas historias, eh!
0:13:18 En realidad la mayoría de los enamorados no desea realmente olvidar.
0:13:22 Eso es la cosa.
0:13:23 Hay muy pocos enamorados contrariados que desean olvidar.
0:13:26 Lo que desea el enamorado contrariado es lograr el objeto...
0:13:31 Recuperar.
0:13:32 Recuperar lo que ha perdido o lograr el objeto de su amor, ¿no?
0:13:36 De todos modos, creo que saltar para lograr el olvido es un gesto muy pagano.
0:13:44 Muy de los paganos.
0:13:46 Considerar el amor como un sufrimiento, como un pacto,
0:13:50 también eso es muy pagano.
0:13:52 Y ahí tal vez hay algo de amarga sabiduría porque el amor correspondido no tiene remedio.
0:14:01 No tiene remedio.
0:14:03 Y muchas veces más vale tirarse que seguir corrobando.
0:14:07 ¿Correspondido el amor?
0:14:09 El amor no correspondido.
0:14:10 Dije correspondido.
0:14:12 Dije mal.
0:14:13 El amor no correspondido, no tiene...
0:14:15 No, no te acuerdo.
0:14:16 No tiene remedio.
0:14:17 Y especialmente para aquel que no corresponde,
0:14:23 es preferirle que el enamorado que le toca al timbre todas las noches para ver si cambió de idea,
0:14:28 mejor se tire del promontorio...
0:14:32 Ya no existe.
0:14:33 ...de leucas, exactamente.
0:14:36 A ver si termina de molestar, ¿no?
0:14:39 Había dicho en ello,
0:14:42 ¿por qué no te tirás del promontorio de leuca?
0:14:45 Que era algo así, porque no te vas a lavar las patas.
0:14:48 Cuando una persona ya no quiere a la otra por más que insista, no la quiere más, ¿no?
0:14:54 No la quiere más.
0:14:55 Qué feo es eso.
0:14:56 Pero la vida es una purquería, miren.
0:14:59 Está todo mal hecho.
0:15:03 Te moriste, morí.
0:15:06 Tiene cosas más horribles que en una vida lina, que lina, pústate, morí.
0:15:11 Te he visto con el joven,
0:15:13 ay, qué lindo, qué...
0:15:14 Envejece.
0:15:16 Que eres a una, ¿qué?
0:15:18 No te quieres.
0:15:20 La purquería.
0:15:22 Y esto es así, sí.
0:15:23 Sí, es blanco.
0:15:24 Qué es esto?
0:15:28 Cris cotaba.
0:15:30 Bueno, dedicamos a detallarla a Mases,
0:15:42 aquel que se piró siete veces.
0:15:49 Pero no hay tema de esto.
0:15:51 No hay música de esto.
0:15:52 Lo olvido, ¿qué hay?
0:15:54 Están olvidos.
0:15:55 Sí, pero no habla de eso.
0:15:56 No habla de lo importante.
0:15:57 Lo olvido.
0:15:59 Pero ayer lo pusimos a charlo.
0:16:00 Lo ponemos ahí de nuevo, dijo el tipo.
0:16:02 Pero el discotecario, la verdad.
0:16:03 Olvido, olvido.
0:16:04 Esa es la meta por la que mejor le funciona.
0:16:08 La meta por tan cercana que es lo mismo que dijiste.
0:16:10 ¿Puco?
0:16:13 La mejor metáfora del ladrillo para el discotecario es el ladrillo.
0:16:18 Porque este ladrillo está tan duro como un ladrillo.
0:16:21 Así poetiza.
0:16:25 Pero la meta por la que sustituye.
0:16:27 La meta por la que sustituye.
0:16:29 Pero hay metáfora lejana y cercana.
0:16:32 Sí, está muy cercana.
0:16:33 Hay una de tan cercana.
0:16:34 Y se está en cercana que es la misma cosa.
0:16:36 Qué es metáfora lejana?
0:16:37 Supongas ser ladrillo.
0:16:39 ¿Y usted qué dice?
0:16:44 La... Sí, chesterton.
0:16:47 La noche... La niebla era una sopa de guisantes.
0:16:52 El dejana.
0:16:57 En cambio...
0:17:00 Tus ojos son como dobolitas.
0:17:06 Es cercana.
0:17:09 Sí, porque efectivamente
0:17:11 no hay que hacer mucha operación mental.
0:17:13 Incluso la lejesta es tan...
0:17:17 Podría ser mucho más lejana.
0:17:20 Me gusta igual la bolita.
0:17:23 Es que no.
0:17:25 Cuanto más se acerca ya llega.
0:17:27 Tus ojos son como dos ojos.
0:17:31 Tus manos parecen dos manos.
0:17:36 No, tus manos dos palomas que sienten frío.
0:17:38 Esa es lejana.
0:17:40 Pero tus manos...
0:17:45 Tus manos...
0:17:47 A ver, una lejana que no sea todo el mano.
0:17:49 Tus manos parecen pies, le diría que es cercana.
0:17:58 Me vio las manos, te, ¿no?
0:18:01 Estaba pensando que podía decirle, mire las manos.
0:18:04 Sí, yo soy hermano de la identiquina,
0:18:05 entre los ojos, bolita, y las manos, pie.
0:18:11 Vamos a escuchar, entonces, el tecno que se llama
0:18:13 Olvido en la versión de Charlo.
0:18:18 Y pensar alguna vez en lo que fui
0:18:29 No tendría ni la fuerza de vivir
0:18:35 Pero yo ven que hay que olvidar
0:18:38 Mi alivio sin protestar
0:18:42 En lo oscuro caravana del dolor
0:18:46 De los hombres que perdieron el hogar
0:18:51 Sin blasfemar, sin un rencor
0:18:55 Vais solo con mi canción
0:18:59 Nadie pregunta lo que ha sido en el pasado
0:19:02 Y fui rico, si fui honrado
0:19:04 Si hubo sedas en mis cunas
0:19:07 A nadie importa quién soy yo de dónde vengo
0:19:10 Y si alguno se le acerza
0:19:12 Me pregunta cuánto tengo
0:19:15 Miran los perapos que delate mi pobreza de hoy
0:19:19 Quienes esos perapos de la gente
0:19:21 Cuantos valgo y quién soy
0:19:23 Pero no importa para mí que lo he vivido
0:19:26 Yo sé todo lo que he sido
0:19:28 Lo que nunca más seré
0:19:31 Es por eso que mi boca no dirá
0:19:36 El secreto de un pasado que perdí
0:19:40 Vuy gran señor, griego en un tío
0:19:44 Que a veces me niega el par
0:19:48 Y en lo oscuro caravana del dolor
0:19:52 De los hombres que perdieron el hogar
0:19:57 Sin blasfemar, sin un rencor
0:20:01 Vais solo con mi canción
0:20:07 Nadie pregunta lo que ha sido en el pasado
0:20:10 Y fui rico, si fui honrado
0:20:12 Si hubo sedas en mis cunas
0:20:15 A nadie importa quién soy yo de dónde vengo
0:20:18 Y si alguno se le acerza
0:20:20 Me pregunta cuánto tengo
0:20:23 Miran los perapos que delate mi pobreza de hoy
0:20:27 Quienes esos perapos de la gente
0:20:29 Cuantos valgo y quién soy
0:20:32 Pero no importa para mí
0:20:35 Que lo he vivido
0:20:37 Yo sé todo lo que he sido
0:20:41 Lo que nunca más seré
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