Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos del pelo de los héroes. Hay en los mitos de distintas comarcas historias de héroes que poseían un pelo mágico.
0:00:15 En el pelo de esos héroes residía, por ejemplo, la fortaleza, el poder, la inmortalidad, etc.
0:00:23 Los victógrafos han dicho que esos héroes eran quizás representaciones del sol
0:00:29 y que los largos mechones de cabello ya vendrían a ser una metáfora de los rayos solares.
0:00:35 Casi siempre estos cabellos eran cortados por la diosa Luna,
0:00:39 que traicionaba a su compañero para que la noche llegara más rápido.
0:00:44 Al decir la diosa Luna, hemos utilizado las convenciones del castellano,
0:00:49 en donde la Luna es femenina. Si fuéramos alemanes, diríamos la Sol, el Luna.
0:00:54 Si fuéramos quechos también, entonces ya se complicaría un poco la cosa.
0:00:59 En las serras irlandesas, la reya Blatnaat, ató el pelo del forzudo Kuroi al poste de una cama
0:01:08 antes de convidar a su amante, que era nada menos que cuchulan, a matarlo.
0:01:13 Lo inmobilizó atándole la crecha al respaldo de la cama y después lo llamó a la amante,
0:01:22 a cuchulan, le dijo, ya lo tengo atado al respaldo de la cadrera.
0:01:26 Andá y le quída lo.
0:01:28 En Gales está la historia de Bloor de Gwinn, que es una mujer hermosa, hecha de flores,
0:01:36 especialmente de violetas. Una mujer hecha de flores, pero especialmente de violetas.
0:01:42 Esta chica, Bloor de Gwinn, no, es Bloor de Gwinn, ató el pelo del poderoso Yau Yau a un árbol
0:01:52 y llamó a su amante, Gronu, para que le diera muerte.
0:01:55 Y si ya lo tengo atado al Yau Yau, al palo del corazón, ven, o tú, amante mío, Gronu, la de muerte.
0:02:05 Pero la más famosa de las historias de fuerza, hija de los pelos, es la de Sansón y Dalínda.
0:02:12 Los jefes filisteos desesperaban por saber dónde recibía la fuerza de Sansón,
0:02:18 como si la fuerza tuviera que recibir en algún lugar y como si el conocimiento de esa residencia
0:02:24 viniera a darle a uno poder sobre el forzudo. Es mucho creerme, parecía menos.
0:02:31 Por ejemplo, lo está matando en tiempo a trompadas,
0:02:36 entonces se pregunta de dónde recibirá la fuerza de este hombre, probablemente en su musculatura,
0:02:42 en su alimentación, en su edad, en su peso, etc.
0:02:47 Pero esto no le centraba en la cabeza a los jefes filisteos.
0:02:51 Y entonces prometieron a Dalínda una recompensa en monedas de plantas, me gusta esta prolifidad.
0:02:57 Si ella logra descubrir el secreto.
0:03:00 Otras versiones dicen que le proporcionaban a Dalínda la posibilidad de que cada filisteo le prometiera algo
0:03:08 una vez cumplida su misión. A saber, a ver, igual es de dónde sacaba la fuerza de este desgraciado.
0:03:14 Dalínda acertó los crecimientos y comenzó a preguntarle a Sansón dónde estaba su fortaleza,
0:03:20 incluso bajo la forma de mismos. ¿A dónde está la fortaleza?
0:03:26 Por acá, por acá.
0:03:28 Frio, frío, frío, tibio, tibio, tibio, gritaba Sansón.
0:03:32 Él daba respuestas evasivas. Por ejemplo, me escapó.
0:03:41 Primero dijo que para dejarlo sin energía debían atarlo con siete mimbres.
0:03:47 Los filisteos lo ataron una noche y Sansón rompió sus ataduras sin siquiera darse cuenta de que estaba atado.
0:03:54 Dalínda insistió con sus preguntas hasta que un día Sansón le dijo la verdad.
0:03:59 Entonces, mientras... la verdad era que recibían el pelo.
0:04:04 Entonces, mientras Sansón dormía, un filisteo le cortó sus siete trenzas y así.
0:04:11 John Milton, en un poema llamado La Agonía de Sansón, describe el lamento del héroe y se pregunta
0:04:21 por qué, si lo que Sansón aún tenía pelo, digo por qué, ¿no?
0:04:27 Le confesó a Dalínda su secreto. ¿Qué tiene que ver que tuviera pelo?
0:04:33 Confesar un secreto no es una manifestación de debilidad o quizás sí.
0:04:37 En tal caso, Dalínda era muy hermosa, ¿no?
0:04:40 En los mitos griegos... no me gusta mi historia de Sansón, me parece...
0:04:45 ...hace agua por tapa.
0:04:47 En los mitos griegos...
0:04:49 No, me parecía que no le gusta, por sujetos.
0:04:53 En los mitos griegos hay dos historias que dan cuenta de personajes dotados de una fuerza enorme
0:05:00 que sólo podía ser detenida si le arrancaban el pelo.
0:05:05 Una de ellas es la de Terelao, la historia de Terelao, que era dueño de un pelo de oro,
0:05:11 un pelo de oro que le había otorgado poseidón, el Dios del mar,
0:05:17 y de este pelo dependía la vida y la fortaleza de Terelao, un solo pelo entre todos.
0:05:25 Y la otra es la del rey Minos, conocemos nosotros a Minos, sus amigos de este programa,
0:05:31 fue el primero en dominar el Mediterráneo en Crétara, el regente de más de 90 ciudades.
0:05:37 Cuando los atenienses asesinaron a su hijo Androgeo, Minos decidió vengarse,
0:05:44 navegó por el Egeo reuniendo reclutas y barcos, algunos lo ayudaron, otros no.
0:05:51 En esa leva para vengar a su hijo, Minos anduvo por el Ismode Corinto,
0:05:58 y puso sitio a Nixxa, que era gobernada entonces por Nixxo, en realidad es Mégara,
0:06:05 el lugar donde gobernaba este señor Nixxo.
0:06:09 Y este señor, el rey de Mégara, tenía una hija llamada de Silla.
0:06:16 En Mégara había una torre construida por Apolo.
0:06:21 A los pies de esa torre ya hacía una piedra musical, una piedra que era musical.
0:06:27 Vos tirabas desde arriba de la torre otra piedra, pegaban esa y sonaba como si fueran diez liras,
0:06:37 diez liras italianas, como si fuera una cita, era un instrumento musical.
0:06:44 Parece que Apolo había dejado allí su lira mientras trabajaba como albañil construyendo la torre,
0:06:50 y la piedra por contiguidad había quedado contagiada de los dones musicales de la lira del mágico Apolo.
0:06:59 Esila, la hija del rey Nixxo, pasaba todo el día en lo alto de la torre, haciendo sonar melodías en la piedra.
0:07:09 Tiraba puñaditos de tres guijarros y sonaba un tresillo, y ya era muy canchera,
0:07:15 en tirarle piedritas a la piedra musical de abajo.
0:07:21 Así andaba en la torre cuando se produjo el sitio de Mégara por Minos.
0:07:28 Este aserio se prolongó, y el sigla de tanto mirar pronto se aprendió
0:07:36 todos los nombres de los soldados cretences que sitiaban en la ciudad de la torre.
0:07:42 Dice el mito que quedó conmovida por la belleza del rey Minos,
0:07:49 y también por su magnífica indumentaria de la que Minos iba a la guerra bien empichada.
0:07:54 El tipo se ponía bien peinado, bien peinado, muy bien.
0:08:00 Esila se enamoró de un modo incluso perverso, que es la única forma de enamorarse.
0:08:07 Algunos dicen que fue Afrodita, quien incitó a tal amor.
0:08:12 Ahora bien, el sitio de esta operación poliorcética no terminaba de concretarse,
0:08:19 porque parece que el padre de Isila, Niso, el rey de Mégara, era dueño de un bucle dorado
0:08:27 de que dependía su vida y el trono.
0:08:30 Bucle oral, dorado.
0:08:33 Bucle dorado, discúlpeme.
0:08:36 De este bucle, de este rulo, dorado,
0:08:42 dependía su vida y también el trono.
0:08:45 Estuvo grabando, de nuevo.
0:08:50 Tengo aquí un verso que describe
0:08:55 entre a Sarpedón, que es el hermano de Minos,
0:08:58 y le dice, de cuenta este secreto de que se ha enterado.
0:09:04 Minos le dice, ¿Has preguntado a las escribanos del oráculo
0:09:08 el verdadero significado de las palabras que has creído oír?
0:09:11 Hice todo eso, dice Sarpedón.
0:09:14 El Dios habló, oye la traducción y lee,
0:09:17 Mégara es la ciudad más milagrosa.
0:09:20 Apolo tocó así su invicta lira.
0:09:23 La piedra en que apoyaba el instrumento
0:09:25 ha cobrado virtudes musicales.
0:09:28 Si alguien la golpea, la piedra canta.
0:09:31 Pero otras magias hay más complicadas.
0:09:34 Tiene el reinizo en su cabeza un pelo
0:09:37 que es de oro o de púrpura, quien sabe.
0:09:40 En ese solo pelo está la fuerza que lo torna invencible.
0:09:45 Más agregó que su vida es aquel aureocabello.
0:09:49 Corta el do y morirá, tal el secreto.
0:09:57 Entonces un día aparece el silla
0:10:02 y golpea la puerta de menos.
0:10:05 El sitio seguía y no había manera.
0:10:08 Parece que el silla, un día que el padre estaba durmiendo,
0:10:13 le cortó al rulo, entró sigilosamente a la coja del padre
0:10:18 y le cortó el rulo.
0:10:20 Y Niso murió al instante.
0:10:23 Después el silla se dirigió directamente a la tienda,
0:10:27 abrió la puerta de la ciudad y se fue a la tienda
0:10:30 en donde acampaba a Minos
0:10:32 y le ofreció el pelo dorado a cambio de su amor.
0:10:37 Y aquí también está la escena.
0:10:40 ¿Quiere que la lea?
0:10:42 Una escena teatral entre el silla y dice
0:10:46 soy el silla, hija de Niso, rey de Mégaras.
0:10:49 Desde la torre de mi palacio te he visto muchas veces.
0:10:53 He aprendido el nombre de todos tus guerreros,
0:10:56 pero también he sido cautivada por tu belleza,
0:11:00 tu dignidad y tu indumentaria.
0:11:03 Estoy enamorada de ti, Reyn Minos,
0:11:05 y te daré un regalo de incalculable valor
0:11:08 si prometes llevarme a tu lecho.
0:11:11 Minos le dice, podría ser comante
0:11:14 si no trares recompensa que la que tengo ante mi vista.
0:11:17 Pero de todos modos, dime cuál seguía en obsequio.
0:11:21 Y el silla le dice,
0:11:23 tal vez has oído decir que mi padre tiene en su cabeza
0:11:26 un pelo de oro que es el secreto de su invulnerabilidad.
0:11:31 Si alguien cortara ese pelo, mi padre moriría
0:11:34 y la ciudad caería en defensa.
0:11:36 Ahora ya sabes cuál es mi regalo.
0:11:38 Debo entender que has traído contigo el pelo de oro.
0:11:42 Y el silla dice, no hay tal pelo.
0:11:45 Los dioses se valen de cuentos maravillosos
0:11:47 para hacernos comprender verdades simples.
0:11:50 Mi padre ha muerto y yo te pertenezco.
0:11:52 Las tropas de Mégara te acompañarán a Tenas
0:11:55 para que puedas vengar la muerte de tu hijo Androjero.
0:12:00 El caso es que Minos acepta el trato.
0:12:04 Y esa misma noche primero entró a la ciudad,
0:12:06 la saqueó y después sació su lujuria con el silla.
0:12:11 Pero no se la llevó a Quereta porque aburrecía el parricidio.
0:12:16 Dijo, no te llevaré a Quereta.
0:12:19 Desesperada decirle a puentones tras el barco de Minos
0:12:22 que partía sin ella.
0:12:24 Se la tomó así por directamente.
0:12:26 Se tiró al agua y se agarró de la popa.
0:12:29 Es muy curioso de seguir un barco, ¿no?
0:12:32 Yo llevaba la idea de la rastra.
0:12:36 Y aquel alma de su padre niso se abalanzó sobre ella en forma de águila.
0:12:41 Entonces, Silla se soltó de la popa y procedió a ahogarse.
0:12:48 Aquí está bien escrito esto.
0:12:55 Es una obra de teatro.
0:12:57 Dice, Silla y Minos se abrazan.
0:12:59 365 guerreros de Mégara desfilan al son de tambores por el fondo del escenario
0:13:04 y salúan a la pareja de amantes cuando pasan junto a ella.
0:13:07 Después van quedando en perfecta formación
0:13:10 y en un instante determinado levantan sus espadas y sus escudos
0:13:14 y lanzan un grito de victoria.
0:13:16 Minos y Silla abandonan el lecho.
0:13:19 Entra Sarpedón.
0:13:24 Una obra de bajo presupuesto.
0:13:25 ¿Puedo dar 365 al cobre?
0:13:28 Entonces se produce la partida de la nave
0:13:33 y la mina se arroja.
0:13:36 Se arroja y la nave empieza a mover.
0:13:39 Es Silla en tierra y yo la desesperada.
0:13:42 Llevo a mí, Minos, jamás, dice Minos.
0:13:45 Y se ríe.
0:13:47 Si desate una buleosa tormenta,
0:13:50 unos rayos cortan las sogas de los corentas que estaban colegando
0:13:54 que caen al agua y aprovechan para unirse a las cantantes femeninas
0:13:57 que ya estaban allí.
0:13:59 Una vez formadas las parejas todo salen apresuradamente del mar
0:14:02 y abandonan la escena.
0:14:05 La nave se aleja.
0:14:07 Es Silla se arroja al agua y empieza a nadar en podella.
0:14:10 Se seguirá donde fueres.
0:14:13 Pero colegando de una soga apareció un águila de afecto siniestro.
0:14:17 Es Silla.
0:14:18 Detén la nave, Minos. Minos. Jamás.
0:14:21 Es láguida. Se acerca el Silla.
0:14:23 Sarpedón dice,
0:14:24 Observa, hermano mío, le dice a Minos.
0:14:27 Un pájaro enorme está a punto de poner su jarra sobre el cuerpo de Silla.
0:14:31 Se desciende hasta donde está el Silla, la cubre con su cuerpo y la amasta.
0:14:35 El cuerpo de Silla se sumerge.
0:14:37 El águila vuelve a remontar vuelo.
0:14:39 Sarpedón, Minos.
0:14:41 Creo que ese no es un pájaro.
0:14:43 El águila se quita su traje de plumas y deja ver a Niso, rey de Mégara.
0:14:48 Sarpedón, es Niso, el rey de Mégara,
0:14:51 que se ha convertido en águila para vendarse de su hija.
0:14:54 Minos.
0:14:55 No hay tal cosa, Sarpedón.
0:14:57 Los dioses nos provocan visiones ilusorias para hacernos comprender verdades simples.
0:15:01 Ella está mujer, también nosotros nos vamos a temas.
0:15:04 Linda, es la de Minos y en Silla.
0:15:09 Algunos dicen en realidad que la orden de soltar la popa no la dio el padre o el alma del padre, Niso,
0:15:18 sino que la dio el propio Minos, quien continuó su rapiña y la venganza de su hijo en otras regiones.
0:15:26 Tengo por otra parte, tenía un problema venerio, que los mitógrafos cuentan de siguiente modo.
0:15:35 Dicen que como era un hombre muy galante, solían cañar a su esposa, que no era otra que Pacifal.
0:15:42 Aquella mujer que habiéndose enamorado del famoso toro de Cresta, resolvió ya ser con el toro.
0:15:50 Y ante la indiferencia amorosa de esta bestia, Pacifal se hizo construir por dedo el mismo que construyó el aberrinto,
0:16:00 un difra de vaca.
0:16:03 Un difra de vaca.
0:16:04 Y si hagasme un difra de vaca, bien ponen.
0:16:07 ¿Por qué no del toro?
0:16:09 No, me quería seducir al toro.
0:16:12 Entonces se metió adentro el difra de vaca, le guiñó loco al toro, coco roco, que se lló.
0:16:18 Vino el toro...
0:16:22 Una desgracia.
0:16:23 Un amor inolvidable, imagínense.
0:16:27 Y el enciencia.
0:16:28 Si a esos amores nació nada menos que el minotauro, aquí en todos los conocen.
0:16:33 Pero Pacifal, a pesar como sucede con Santa Mujer, a pesar de que lo engañaba a su marido,
0:16:42 nada menos que con un toro crioso de pastoreos,
0:16:47 no sea con un cristiano, sino con todo un short horn,
0:16:54 a pesar de eso se enojaba porque decía que Minos andaba con otras menas.
0:16:59 Y lo maldijo por una hechicera, que tal vez era Sirse, que era medio pariente, lo que sé,
0:17:08 lo hizo maldicir y Minos, en el momento cúlmine de su afecto,
0:17:16 arrojaba por las partes pertinentes alacranes, vinagres, insectos y arallas venenosas.
0:17:25 Imagínense las minas que estaban con el tipo.
0:17:28 Todas envenenadas y picadas se morían todas por eso.
0:17:32 Claro, otra que la adición.
0:17:35 Así que se empezó a correr la bolilla y nadie que haría salir con Minos.
0:17:40 Me voy, me voy, decía la chica y le poría.
0:17:43 Yo no comprendía por qué sucedía esto hasta que me explicaron que era una maldición.
0:17:52 En el principio yo no entendía, pero cuando me dijeron que era una maldición,
0:17:55 entonces comprendí que era serio.
0:18:08 No puede haber tango de este tema.
0:18:11 No existe.
0:18:12 No existe, claramente.
0:18:14 De todo se acordó de aquella mujer, de aquella mujer de los mitos celtas,
0:18:22 que estaba hecha de flores y especialmente de violeta.
0:18:26 Entonces vamos a escuchar el tango que se llama la Violeta.
0:18:29 ¿Qué le hemos cantado ayer al amigo Leo?
0:18:32 Como tango de inmigración que nos jugó.
0:18:35 Vamos a escuchar hoy su tango en Nicolás Olivari.
0:18:38 El tango este que se llama La Violeta es la versión de Don Carlos Carpelo.
0:19:00 Corre de codo en la mesa bubriera y la vista en la barra en un sueño.
0:19:08 Piensa el tan domingo ponente en el drama de subigración.
0:19:16 Y en la sucia cantina que canta la notancia del viejo paese.
0:19:24 Desafina su ruta carganta, se acurtida de Don Carlos.
0:19:33 Es la violeta de la barra en la barra en la barra en la barra.
0:19:39 La barra suele un campo que no hay si soñaba,
0:19:43 pelaraso el sincinto que guardando estaba.
0:19:49 Él también busca su soñado bien desde aquel día tan lejanosa
0:19:57 que con su carga esta ilusión saliera como la violeta de la banda más.
0:20:05 Son estas de pagolesanos que idealiza la sucia tabarna
0:20:13 y que brilla en los ojos pertenidos con la perla de algún lagrimón.
0:20:21 La prendió cuando vino con otro encerrado en la pesta de un buque
0:20:29 y es con ellas a metido batuque que consuelan su desilusión.
0:20:38 La venuda de la barra, la barra, la barra, la barra.
0:20:44 La barra suele un poco de la barra y si soñaba,
0:20:48 pelaraso el sincinto que guardando estaba.
0:20:55 Cantan y ahora portate bien, estamos de presta, de presta al fin de acero.
0:21:02 Era Carlos Bardel, en la venganza será terrible la violeta.
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