Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos del purgatorio de San Patricio, en este mismo orden de cosas.
0:00:07 El purgatorio es, como todos sabemos, un estado adicional al cielo y al infiar, una institución incluso posterior,
0:00:18 a la cual puede llegar el alma después de la muerte para limpiar sus pecados.
0:00:25 Después de la purificación correspondiente, el alma puede acceder al cielo.
0:00:32 Se escribió y se habló de tal lugar mucho antes de su aceptación oficial, que no sucedió hasta 1459,
0:00:42 cuando el Concilio de Florencia aceptó el purgatorio como dogma.
0:00:47 Bueno, a partir de hoy creemos en el purgatorio.
0:00:50 Hasta ayer no creíamos, pero hoy creemos.
0:00:53 90 años más tarde, es decir, en 1549, digo yo por menos, el placer de hacer cuentas,
0:01:04 en el Concilio de Trento fue ratificado, me había olvidado, ratificamos que creemos en el purgatorio,
0:01:13 incluso en ese Concilio se enfatizó a esta creencia, maldiciendo a quienes no lo aceptaban.
0:01:21 Maldición, anatema, sobre aquellos que se niegan tenazmente a creer en el purgatorio.
0:01:29 Ahora bien, hoy hablaremos de un antecedente curioso del purgatorio, que fue anotado por San Patricio.
0:01:37 Su purgatorio podría ser visitado incluso antes de la muerte.
0:01:41 Ahora vamos a ver.
0:01:42 Digamos que San Patricio, a posto de Irlanda, nació en el 389 d.C.,
0:01:50 siempre tuvo visiones, ya desde joven, ni a visiones.
0:01:54 Se ordenó esa cerdote en Francia y volvió a Irlanda predica, que se lloró, repentiné.
0:02:01 Dicen que utilizaba el trébol como ilustración simbólica de la Trinidad,
0:02:07 trébol que luego pasaría a convertirse en un empleo nacional de Irlanda.
0:02:12 En el condado de Donga, provincia septentrional de Irlanda, está el Lago Derg.
0:02:18 En ese Lago hay unos eslotes, uno de ellos llamado Elianu Frudagori,
0:02:25 en el lenguaje allá, que es el lenguaje según el cual Dublin se llama baile ataquilla.
0:02:33 Elianu Frudagori se llama, como todos sabremos alcanzado a intuir, isla del purgatorio.
0:02:42 Frudagori recuerda ciertamente a purgatorio, y Elianu recuerda también a isla,
0:02:51 si uno tiene oído de filólogo.
0:02:55 Bueno, allí hay una cueva en la isla del purgatorio, que según parece da entrada a una especie de purgatorio.
0:03:07 Parece que San Patricio predicaba en Irlanda y lo hacía enfatizando con algunos milagros,
0:03:13 cada tanto para que la gente le creyera, ya mandaba algún milagro, que eso está muy bien,
0:03:19 y muy... ayuda mucho al predicador.
0:03:24 Te diciendo, bueno, mira, que cosas son así, esta es la religión verdadera,
0:03:30 y ya abren las aguas del mar rojo.
0:03:34 Si la gente que está presente allí cree, especialmente si están, por ejemplo, en Córdoba,
0:03:43 donde si hay algo que uno no se espera es la apertura de las aguas del mar rojo.
0:03:48 Creé doblemente.
0:03:50 Bien, en una oportunidad este hombre, San Patricio, tuvo una visión en la que Cristo le señalaba la cueva antes dicha,
0:04:00 se cuenta que Cristo le dijo a San Patricio que cualquiera que verdaderamente ha repentido entrar a la cueva
0:04:07 y estuviera así por un día saldría purgado de todos los pecados cometidos.
0:04:12 Era una idea inaugural y en verdad mucho más eficaz que el purgatorio del dogma que requiere, como bien sabemos,
0:04:20 a veces uno o dos milenios para salir limpio del pecado.
0:04:24 Aquí con un día estabas hecho.
0:04:26 San Patricio tuvo la idea de convertir a unos cuantos en esa cueva.
0:04:31 Edificó en la entrada un oratorio, cercó la cueva y la cerró con una puerta para que nadie entrara sin su permiso.
0:04:40 Al frente de la puerta, San Patricio dispuso a unos canónicos reglares y le entregó a uno de ellos la llave.
0:04:50 Muy bien, muchos hombres entraron allí y volvieron y testificaron a ver padecido tormentos con los cuales habían expiado los pecados.
0:05:02 Después de la visita, los tipos vivían tranquilos, sabedores de haberse ganado el cielo con antelación.
0:05:10 Varios siglos después de la muerte de San Patricio, un soldado llamado Oeno, según cuenta del sabio Mateo de París,
0:05:18 entró en el año 1153 en aquel purgatorio.
0:05:22 Calderón de la Barca incluso parodió esa entrada en una obra llamada precisamente el purgatorio de San Patricio.
0:05:30 Este muchacho, Oeno, era soldado del rey inglés Esteban.
0:05:36 Había cometido delitos atroces y quiso enmendarse.
0:05:41 Para enmendarme, lo mejor es que me vaya un rato al purgatorio de San Patricio.
0:05:48 Entró en la cueva, que estaba custodiada por religiosos de la diosesis de Tandado.
0:05:54 Su relato de aquel ingreso de ingreso efímero al purgatorio está plagado de descripciones.
0:06:00 Entró por un camino largo y oscuro, vio demonios que lo tentaron con halagos.
0:06:06 Se lanzó luego sobre él con asotes y garfios ardientes, una criatura fenomenalmente brutal.
0:06:17 Cruzó puentes sobre ríos de llamas, se encontró con otros tipos que padecía lo mismo que él.
0:06:25 Después de la jornada de padecimiento que él soportó con interesa, siempre según su testimonio,
0:06:31 el soldado pudo dar con la puerta y regresó a la superficie con la certeza de que le esperaba el cielo.
0:06:38 Se citan a otros hombres que entraron.
0:06:41 A fines del siglo XIV, un caballero aragonés, de nombre Ramón de Pérez-Yós,
0:06:48 quiso saber si el alma de Juan, el rey de Aragon, de quien había sido un fiel cortesano, estaba allí.
0:06:55 ¿Por qué iba a estar allí?
0:06:58 Lídiculos, y ahí iban, la gente viva, y un rato nada más.
0:07:04 Bueno, pero eso se le ocurrió.
0:07:06 Y obtuvo licencia Ramón de Pérez-Yós para entrar al purgatorio,
0:07:11 pero no encontró el alma de su rey ni la de nadie en realidad.
0:07:15 Dijo que sólo padeció los rigores de una oscuridad silenciosa,
0:07:19 pero no descartó que eso pudiera ser de algún modo el purgatorio, una oscuridad silenciosa.
0:07:25 Otro que ingresó fue el monje holandés del monasterio de Einstein,
0:07:30 que viajó a este Irlanda en 1494 deseoso de hacer mayores penitencias,
0:07:36 ya las que hacía le parecían pocas.
0:07:38 Y dice, estas penitencias que estoy haciendo no me terminan de conformar.
0:07:48 El monje encontró dificultades para entrar, porque le querían cobrar entrada,
0:07:53 es lo último dijo el monje.
0:07:56 Y además era pobreísimo este monje.
0:07:59 Junto al dinero y entró.
0:08:01 Junto al dinero para entrar al purgatorio es el colmo de la pobreza.
0:08:06 Dice la crónica de esta noche que el religioso salió conternado
0:08:13 por no haber visto ni oído ni tolerado, incomodidad alguna.
0:08:19 Resolvió creer que el milagro antiguo ya había perimido
0:08:23 y difundió esta idea entre algunos compañeros de fe.
0:08:26 Y la idea que tuvo es que lo habían estafado.
0:08:29 Bueno, los habitantes de aquel sitio, para no perder el dinero que recaudaban,
0:08:35 afirmaban a quienes llegaban a la cueva que si bien no había padecimientos,
0:08:40 todavía era posible conseguir el perdón de los pecados.
0:08:45 El monje holandés, este que te digo, pasó a Roma a informar del engaño,
0:08:51 porque ya estaba, se enojo.
0:08:54 Y le dijo al papa, escúcheme, se me cobraron y encima fui, no había nada.
0:08:59 El papa enterado del asunto actuó.
0:09:02 En 1497 el Papa Borja, conocido de este programa, Alejandro,
0:09:07 ordenó destruir la cueva por fraude.
0:09:10 Dice, vayan y destruyan la cueva por fraude.
0:09:13 Pero su sucesor, Pio III, publicó un sermón en Roma a favor del purgatorio.
0:09:22 Pero ya era tarde porque, a favor del purgatorio de San Patriz,
0:09:26 ya era tarde porque la cueva estaba destruida.
0:09:29 Y dice, en realidad si el purgatorio era verdadero, yo veía, chao.
0:09:33 Tiempo más tarde, bastante tiempo más tarde, ya en el siglo XVIII,
0:09:37 aquella cueva fue tenida ya lisa y llanamente por su perpición.
0:09:42 Quién lo hubiera dicho.
0:09:44 Y así termina, ya está la cueva.
0:09:46 La cueva está, puede visitarse sin ninguna clase de beneficio realmente.
0:09:52 Porque ni te perdonan los pecados, ni ves nada,
0:09:55 sino una cueva como tantas otras.
0:09:58 Y últimamente se me ha puesto exigente en lo que a cueva se refiere.
0:10:03 Y no visito sino aquellas que me proporciona alguna clase de ventaja.
0:10:13 ¿A quién dedicar esta noticia acerca del purgatorio?
0:10:19 A este oeno, aquel pecador arrepentido,
0:10:23 que al menos dejó algunos datos aunque fueran fantásticos y pintorescos.
0:10:28 Y también a Emanuel Svedenburg,
0:10:31 que también trajo noticias,
0:10:35 aunque las noticias de Svedenburg son del paraíso.
0:10:39 Y a la que este hombre, que era un sueco,
0:10:44 un poco científico, un poco constructor, un poco político,
0:10:50 no era un hombre propenso a la fantasía,
0:10:55 aparentemente,
0:10:57 en Londres encontró con un señor que le dijo que era Dios.
0:11:02 Dico, mire, soy Dios.
0:11:05 Gracias a ese encuentro conoció a la población angélica,
0:11:08 pudo hablar con Los Ángeles,
0:11:10 y finalmente los llevaron y conoció el más allá,
0:11:14 no solo de cielo sino el infierno.
0:11:16 Infierno que según dice él mismo es un estado del alma,
0:11:21 más que un lugar físico,
0:11:25 una condición del alma.
0:11:27 El que fulero ya está en el infierno.
0:11:31 Por fulero.
0:11:32 La verdad es impresionante la de Svedenburg,
0:11:34 la única posible por otra parte.
0:11:36 La única posible para sanjar es inconveniente,
0:11:42 conforme al cual el lugar que es infernal para uno
0:11:46 puede ser paradisíaco para otro.
0:11:50 Si la bienaventuranza y la perdición
0:11:56 son finalmente un estado del alma,
0:11:58 ahí no te importa mucho donde estés,
0:12:01 sino que seas.
0:12:04 Y ahí escribió algo maravilloso,
0:12:06 Svedenburg,
0:12:08 que es que los giles no entran al cielo.
0:12:16 Por ahí lo dice el gil.
0:12:18 Quiero que le diga una cosa, dice,
0:12:20 el gil no entra al cielo.
0:12:24 Porque también ser un gil es un estado del alma.
0:12:29 Y si uno es muy gil,
0:12:31 no hay cielo que se le acomode,
0:12:33 no hay cielo para el gil.
0:12:35 Pero anote esto porque es extraordinario.
0:12:38 Si usted es tan gil,
0:12:40 que no puede disfrutar la mejor música que se ha escrito,
0:12:43 que no puede disfrutar el amor que le dan,
0:12:47 porque usted tiene el corazón de piedra,
0:12:49 que no puede disfrutar las cosas que se han escrito,
0:12:53 la delicia del conocimiento,
0:12:56 que el gil para eso va a tener.
0:12:59 Para un gil no hay para eso.
0:13:01 Es extraordinaria esa idea.
0:13:03 Es mucho mejor que cualquier otra idea
0:13:06 que yo haya oído,
0:13:07 a pesar de que me condena.
0:13:16 La otra cosa
0:13:18 es la sorpresa del gil
0:13:20 cuando no lo dejan entrar.
0:13:23 Por suerte,
0:13:25 Berenbors encargó de decir que
0:13:29 pensar que un tonto no entra al paraíso
0:13:32 es también metafóbico
0:13:34 porque el paraíso no es un lugar.
0:13:36 Pero si lo fuera, el tonto...
0:13:38 Pero por qué me dejan de decir,
0:13:40 pues esto es un tonto.
0:13:47 Si con la lista, por ejemplo, que te dice tantas cosas,
0:13:49 nunca te dicen que sos un gil.
0:13:52 No, imagínate.
0:13:54 Será que no hay giles.
0:13:58 Sí, que tanto la gilada,
0:14:01 como el juicio hacia el gil,
0:14:03 también es otro estado.
0:14:05 Un estado de ánimo, de conciencia.
0:14:09 La única persona que puede juzgar a un gil es otro gil.
0:14:12 La profesión de juzgador de gil
0:14:15 es ejercida generalmente por gil de mayor calidad.
0:14:20 Señores, hemos ido a la discoteca.
0:14:23 ¿Tiene paraíso el discotecario?
0:14:25 Es creyente.
0:14:26 El discotecario acá entre nosotros es un gilazo.
0:14:29 Y quiere decir que eso esta parte de gil
0:14:32 no se la conté.
0:14:34 No se la conté, y bueno, ya sí, continúe porque
0:14:37 como muchos giles, cada vez que uno nombra gil,
0:14:40 te empieza a mirar que tiene mucho miedo de serlo por ahí.
0:14:45 Creo que no lo es, pero tiene miedo
0:14:47 y que los demás crean que lo es.
0:14:49 Y si yo no soy ningún gil, te dice enseguida,
0:14:52 lo primero que te dice es que cuando vuelves, digo, no es gil.
0:14:55 El caso es que hablando de perdón,
0:14:58 encontró este lindo asesito que se llama
0:15:01 la Virgen del Perdón,
0:15:03 que según algunos se refiere a Manolita Rosas,
0:15:06 pero según otros se refiere a la posibilidad de ser perdonado
0:15:10 en el purgatorio de San Patricio.
0:15:12 Estos dos grupos están integrados.
0:15:15 El primero por casi todas las personas que conocen ese vas,
0:15:19 y el segundo por el discotecario.
0:15:23 La Virgen del Perdón,
0:15:25 escucharemos en la versión de Don Ignacio Corsini.
0:15:45 La Virgen del Perdón,
0:15:47 escucharemos en la versión de Don Ignacio Corsini.
0:16:15 Un día uníva por su nombre,
0:16:17 con el arrojazo de la Federación,
0:16:20 entre con su infinita,
0:16:22 un bello tan semisal,
0:16:24 porque de la estrella,
0:16:26 venciero verá.
0:16:28 Su son, cederizando de princesa,
0:16:30 que el nube por coran en peyeto,
0:16:33 y en el pesto, parece cuando reza,
0:16:36 la misma disemplida del peyeto.
0:16:39 Y en el peyeto,
0:16:41 su son cederizando de princesa,
0:16:44 que el nube por coran en peyeto,
0:16:47 y en el peyeto,
0:16:49 parece cuando reza,
0:16:52 la misma disemplida del peyeto.
0:16:55 Su son con resión y ignacio con bandilla,
0:16:58 Manuelita en la ropa del calvo,
0:17:01 en su mirada,
0:17:03 dulce siempre linda,
0:17:05 la censura caricia de amor.
0:17:08 Por ella un pericón,
0:17:10 un bello y un bello por su nombre,
0:17:12 por ella los cantos,
0:17:14 ven la Federación,
0:17:16 y con su infinita,
0:17:18 venciero verá.
0:17:20 Su son, cederizando de princesa,
0:17:23 venciero verá.
0:17:25 Por ella un pericón,
0:17:27 un bello por su nombre,
0:17:31 Por ella un pericón,
0:17:33 un bello por su nombre,
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