https://es.wikipedia.org/wiki/Enrique_de_Francia,_Conde_de_Chambord
Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos hoy del rey que no fue Enrique Químico de Francia.
0:00:09 Situémosnos en Francia justamente en 1870, entonces saben que ese año fue el de la caída del segundo imperio francés de Luz Nafodrón.
0:00:18 Los alemanes derrotaron a los franceses y se produjo un corte en historia, hablaba, interrupción del régimen imperante
0:00:26 y entonces, caído del imperio se planteó la duda, prosegirá esto con una República, que con lo que ocurrió, o los monárquicos tenían alguna posibilidad.
0:00:40 Los diputados monárquicos que había por ahí se esforzaban para ver si podían reconciliar a las dos familias reales que había.
0:00:50 Saben ustedes la vieja familia de los borbones, la familia de Luis XVI y todos sus descendientes, y la familia de los Orleanes, que fue la del último rey Luis Felipe.
0:01:01 La rana mayor, la más importante, la de los borbones, estaba representada por Enrique Carlos.
0:01:08 Enrique Carlos parece un hombre de cantante, pero también parece un hombre de rey.
0:01:14 Era el conde de Jean-Bourg, era nieto de Carlos X.
0:01:19 Después estaba la rama joven, la de los Orleanes, que estaba representada por el conde de París, nieto de Luis Felipe.
0:01:28 Bueno, se peleaban, después de muchos pasos y mientras la Asamblea iba preparando constituciones,
0:01:39 parece que las dos familias reales se reconciliaban.
0:01:43 Cuando sucedió esa reconciliación, todo el país pensó que la restauración monárquica era inminente, que de nuevo Francia iba a tener de ahí.
0:01:53 El pueblo se había mantenido bastante monárquico.
0:01:57 Es curioso, parece que había, aquí en entonces estamos hablando, en el que es un 170, un republicano por cada cinco franceses.
0:02:05 En consecuencia hubo mucha alegría popular, cuando se combinó, entre las dos familias,
0:02:15 y el retrato del futuro Enrique Chinto, ya empezaba a venderse en todas partes, aparecían las casas,
0:02:22 los campesinos lo colocaron en las campanas de las Himalenas, al lado del retrato de Napoli en Primeras, en el Gran.
0:02:30 Y también al lado de la imagen de San Saturnino, que era el patrono de los sembradores.
0:02:35 A niquilados los republicanos veían desvanecerse toda esperanza de constituir la que iba a ser una III República.
0:02:44 Sin embargo, el elegido para ser rey, el conde de Jean-Bourg, Enrique Carlos,
0:02:51 retrasaba las cosas y ponía una objeción que era insalvable.
0:02:57 Se decía que él no quería renunciar a la bandera blanca, que era la insilvia monárquica.
0:03:02 Y los diputados monárquicos, el tristecido, trataban de hacerle entender que la bandera tricolor,
0:03:10 que el conde rechazaba, era después de todo la bandera de Francia en aquel entonces,
0:03:17 que era la bandera de la República, pero también estaba en el corazón del pueblo.
0:03:21 Aunque el pueblo era monárquico, esos colores eran los del ejército.
0:03:26 Y entonces por ahí esa exigencia de tener una bandera blanca,
0:03:29 iba a imposibilitar el restablecimiento de los borbonos en el trozo de Francia.
0:03:34 Pero no había caso. Este muchacho Enrique no se debía.
0:03:41 Decía, si no es con la bandera blanca, no seré rey.
0:03:46 Entonces le enviaron un embajador, este hombre Enrique, el conde Sambor, estaba en el exilio, estaba en Austria.
0:03:59 Se mandaron desde París para arreglar este asunto de la bandera, que era una pequeña,
0:04:04 después de todo, a un embajador. Le ciencine lo. Le ciencine lo.
0:04:12 Era embajador, ahí dijo. Mandaba.
0:04:15 Le dijo, vea, don Enrique, que renuncia la bandera, que se vendró mal.
0:04:20 Y Enrique dijo, bueno, el principio que yo represento, dijo el tipo,
0:04:26 y la bandera no puede separarse.
0:04:30 Entonces bueno, el Schenelon le propuso una bandera de dos caras,
0:04:37 blanca por un lado y tricolor por el otro.
0:04:40 Hubiera sido verdaderamente un inconveniente para los tenderos, ¿no?
0:04:45 Pero le dijo, mira, este es el artículo de symbolizar la francia tradicional y de la francia revolucionaria.
0:04:53 Bueno, el conde Sambor lo sacó a patadas.
0:04:57 El Schenelon les esperó, empezó a pensar cómo podía ser para convencer este hombre.
0:05:05 Y se le ocurrió hablar con la mujer de Enrique Conte de Sambor.
0:05:14 Entonces arregló una cena. La mujer de Enrique era muy fea,
0:05:20 y durante la cena se dio cuenta de otra cosa terrible, no embajador.
0:05:25 Esta señora era sorda.
0:05:28 Así que no hubo manera de argumentar.
0:05:32 Más tarde, nuevamente, con Enrique, el Schenelon pudo llegar al siguiente acuerdo.
0:05:41 El futuro reiviciaría presente en París sin cambiar en nada la bandera tricolor.
0:05:46 Pero después, en la toma del poder, entonces sí cambiaría la bandera.
0:05:50 Era una solución compatible con el honor de todos,
0:05:55 y entonces, en el Schenelon creyendo que había conseguido una gran victoria, volvió a París.
0:06:02 Inmediatamente, los monárquicos y elfóricos redactaron proclamas.
0:06:07 Enrique Carlos María Diosdado, jefe de la familia real de Francia, el llamado Altrón,
0:06:12 los príncipes de esta familia les sucederán según la línea de varones por ordre del metrogenitur.
0:06:18 A los pocos días la prensa anunció que se había llegado un acuerdo con el conde,
0:06:23 que era el futuro reino de Francia, que todas las libertades civiles,
0:06:28 políticas y religiosas se estaban garantizadas, y Francia se preparó para recibir al rey.
0:06:34 Se decidió que bajaría el tren en la última estación antes de la frontera.
0:06:41 Entraría a Francia a caballo, cosa que parecía más distinguida en aquellos años,
0:06:47 y después se subiría el tren en la estación siguiente.
0:06:52 Se estaba en el casero, se bajaba en el palomar, entraba aquí a caballo hasta tantos lugares,
0:06:59 y ahí se subía de nuevo al tren, no sé si al mismo tren o a otro.
0:07:06 Bien, el caso es que se encargó para el soberano un traje militar, compraros centenares de caballos,
0:07:14 se encargó la reconstrucción de un escudo, y se preparó el lubre,
0:07:20 para que vivieran allí, que ahora es el museo.
0:07:26 Pero todos esos preparativos iban a ser inundables, y todo por culpa de una gama.
0:07:32 El 30 de octubre 1873, cuando estaba todo arreglado, había encontrado todos los sándwiches, etc.
0:07:42 El sermelón, el embajador, recibió una carta de futuro de él, la le hizo y se lo culminó.
0:07:50 Enrique V se arrepentía de su decisión de aceptar la bandera tricolor.
0:07:57 Se mandó una carta y decía no, me arrepentí, no acepto la bandera tricolor, ni insiguiera por un rato.
0:08:05 Y declaraba que no quería entrar en Francia si no era con la bandera blanca otra vez.
0:08:09 Y decía no puedo consentir inaugurar un régimen que ha de ser reparador y fuerte con un acto de debilidad.
0:08:17 Era claración, es como que ve que no se sostiene para nada.
0:08:22 Se trataba de una verdadera renuncia al tron.
0:08:27 Los monarquicos aterrorizados veían que se les escapaba una ocasión que no volvería a presentarse jamás.
0:08:34 El embajador, el sermelón, decidió mantener aquí esa carta en secreto
0:08:41 y continuó preparando la regada al rey con la esperanza de convencerlo de algún modo.
0:08:46 Pero esa misma noche el texto de la carta apareció en todos los diarios porque
0:08:50 Enrique había tenido la precaución de entregar copias a la prensa.
0:08:55 Imagínese como que hayan en París estas declaraciones.
0:08:59 En el barrio Saint Germain todo el mundo sabía que antes de la revolución francesa
0:09:05 la monarquía en realidad no tenía banderas.
0:09:08 Si quiso de la bandera blanca era verdaderamente capricho.
0:09:16 Cada rey tenía banderas de diferentes colores.
0:09:21 Felipe Augusto, el rey de las Cruzadas, tenía una bandera azul.
0:09:25 San Luis tenía una bandera rosa.
0:09:28 Luis X, aquel que se murió después de un partido de pelota por el desmorazón Agua Fría,
0:09:33 tenía una bandera azul también. Enrique IV, el reganero de este programa,
0:09:37 tenía una bandera azul blanca y la avanzaba.
0:09:40 Con la restauración Luis XVII había adoptado la bandera blanca.
0:09:45 Ese era la única bandera blanca de que se hablaba.
0:09:50 ¿Qué le pasaba entonces al que fue?
0:09:53 Y la verdad es que le traje ese capricho de la bandera blanca.
0:09:57 Había otra historia, una triste historia de amor.
0:10:06 En 1845 el conde Chambord se encontró con el duque de Móvena y con sus dos hijas.
0:10:14 La más joven se llamaba Beatrix y era de una deslumbrante belleza.
0:10:21 El joven conde Enrique IV se enamoró inmediatamente de ella.
0:10:26 Pidió su mano, habló con el duque de Móvena.
0:10:30 Imagina ser duque de Móvena.
0:10:33 Le dijo que sí. Le fue anunciado en su vígena.
0:10:35 No te sé que este tipo le había pedido como esposa
0:10:40 y tenía suerte, mucha suerte en realidad tenía que tener.
0:10:43 A lo mejor un día podía llegar a ser la reina de Francia.
0:10:46 Beatrix con tranquilidad le dijo a su padre que en realidad no.
0:10:51 Porque estaba enamorada de un primo, un tal Carlos, y que se había comprometido con él.
0:10:57 El duque de Móvena insistió diciendo que como iba a rechazar un descendiente de Luis XIV,
0:11:03 el rey Sol, pero todo fue en vano.
0:11:06 La princesa no quería nada. Quería Carlos o el convento.
0:11:11 Cuando se le anunció al conde de Jean Borque, que la chica no estaba libre,
0:11:17 supo que jamás sería geliza.
0:11:20 Y cometió un gravísimo error.
0:11:22 Desesperado decidió casarse con la otra hermana de Beatrix.
0:11:27 Pero le hizo una especie de mecanía.
0:11:30 Desplazamiento por continuidad.
0:11:34 Y resultó ser que la hermana de Beatrix, aquí la había visto,
0:11:38 pero ni siquiera había reparado en edad.
0:11:40 No tenía en canto alguien.
0:11:42 Nariz enorme, mirada torba, boca desproporcionada,
0:11:47 cienos planos, piernas agregadas, nalgas caigas.
0:11:54 Pero el tipo calculó que si era la hermana, iba a ser parecida.
0:11:58 Calculó mal.
0:12:02 El matrimonio tuvo lugar en 1846.
0:12:09 En 1873, unos cuantos años después, cuando están sucediendo estas cosas,
0:12:16 María Teresa, la mujer de Tifo, la que había hablado con el César de López,
0:12:21 la sorda, la fea, consciente de que era fulera.
0:12:26 Ya ve a quién le tuvo miedo a los caricaturistas de París que eran terribles,
0:12:32 a los copleros, a los humoristas,
0:12:35 que miedo de dejar en ridículo a la monarquía
0:12:39 sus fríos horrores pensando que podía dar pie a las murmuraciones de las cortes extranjeras
0:12:46 y dejarlo mal al marido.
0:12:48 Entonces hizo todo para impedir que su esposo subiera al trono.
0:12:53 Como hemos dicho, era sorda también.
0:12:56 Entonces, si un rique cinta no se convirtió nunca en rey,
0:12:59 fue porque junto a él María Teresa no quiso ser reina.
0:13:06 Algunos dicen que si el con de Jean-Bourg, si hubiera casado con la hermosa Beatrice,
0:13:10 aquella que le gustaba, jamás hubiera llegado a la tercera República Francesa.
0:13:17 Después vino la República.
0:13:19 La tercera República donde gobernó, fue su hombre fuerte, el espectizo Tiaz.
0:13:26 El que anteriormente había tenido mucho que ver con el bloqueo anglo francés
0:13:32 del río La Plata en Tiempo de Rosa.
0:13:35 El uno de los líderes del bloqueo Tiaz.
0:13:38 Y esta tercera República empezaría después, duró hasta 1940,
0:13:44 cuando pretén gobernó durante la ocupación alemana.
0:13:47 Ahí terminó la tercera República.
0:13:50 Si este tipo, si esta Beatrice no hubiera estado envalordada con ese Carlos,
0:13:56 otro gallo hubiera captado, fíjese, un destino incoherente para Francesa.
0:14:01 Bueno, el enrique que no fue Jean-Bourg, no vio en 1880 a los 60 años de edad.
0:14:08 No dice, no sabemos nosotros qué pasó con la culera María Tévesa.
0:14:15 Pero fíjese, como a veces la belleza de una mujer hace caer en un reino,
0:14:21 y en este caso la realidad también.
0:14:24 Esta es la historia que quería contarle a Dóny.
0:14:27 La historia de una que se sabía fea y que se sentía...
0:14:39 proclive a la burla.
0:14:45 Sentía que podía llegar a ser una víctima.
0:14:48 Yo se estoy pensando de...
0:14:51 Me parece absolutamente increíble.
0:14:55 Pero no que ella se ha tenido miedo a la burla.
0:14:57 Me parece increíble que la burla haya sido tan temilla
0:15:02 y debió acostumbrar a una gran crueldad, por cierto.
0:15:08 Yo creo que los temores de esta mujer no eran incundados.
0:15:12 La historia de Francesa llega de coplas, y luego de caricaturas, y de un horitmo colícito.
0:15:20 En algún punto de dos héroes la verdad me quise aportar.
0:15:24 Bueno, a quien quiere dedicar esto?
0:15:26 Estoy muy conternado.
0:15:29 Sí, sí, para ir con Alejandro.
0:15:31 Se habla de una triste historia de amor.
0:15:35 Algo de la historia de amor, porque la historia de amor más tarde o más entrando
0:15:40 se vuelve triste, ¿no?
0:15:42 Y habló de un rayo que no pudo ser.
0:15:46 Entonces, no por honor a las calces, sino por respeto a ciertos honores,
0:15:50 a veces no llegan en el alma.
0:15:52 Aquí las historias de amor que no han podido estar.
0:15:55 Pero es dedicar mucho.
0:15:59 La mayoría, aquí la mayoría.
0:16:01 Las calces y todas las historias de amor.
0:16:03 ¿Por qué le dedicaría esto a Beatriz? ¿Por qué eligió a Carlos?
0:16:08 El amor por sobre el poder.
0:16:11 En ese entonces, Enric tenía tantas posibilidades de ser el rey de Francia
0:16:17 como yo de ganar el gran premio nacional.
0:16:21 Pero de igual, ¿no?
0:16:26 A ella le gustaba Carlos.
0:16:30 Puede ser que uno sienta simpatía por las minas que dicen lo que desean.
0:16:34 Pero en realidad uno siempre sienta sentir simpatía por esa clase de minas
0:16:39 cuando uno se que desea.
0:16:42 A mí las minas me gustan cuando yo soy Carlos.
0:16:51 Si no, toque a Sergio Enric.
0:16:54 Y después también un consejo a los que tratan de consolarse con la hermana.
0:17:01 No siempre es una buena política.
0:17:04 No todas las hermanas están tan buenas como la que nos gusta mucho.
0:17:11 A veces están mejor.
0:17:14 Yo creo que sí, hay que intentar.
0:17:17 Me dio vuelta en el aire.
0:17:20 Hemos resuelto ilustrar esta charla con la samba que se llama la pobrecita.
0:17:29 Y me la estoy pensando en María Téguese hasta que se ha echado muy agresiva.
0:17:34 Escucharemos la versión de Walter y Raúl Malocetti.
0:19:19 la verdad es que no es una buena política.
0:19:22 No es una buena política.
0:19:24 No es una buena política.
0:19:26 No es una buena política.
0:21:20 Hemos escuchado a Walter y Raúl Maloschitz interpretando la pobre Touche Act.
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