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0:00:00 Continuamos en la venganza Será Terrible por AM750 hoy sin público presente pero recuerden que jueves y viernes estaremos esperandolos en Venezuela 330 en el auditorio Caras y Caretas en la ciudad de Buenos Aires les diría Pleno Centro muy cerca de Plaza de Mayo.
0:00:24 Hablaremos del Valls y de la locura que por el Valls se desató en Viena.
0:00:31 Esto fue a principios del siglo XIX. Con el Valls se llegó a cambiar la fisonomía de la ciudad incluso y junto con el deseo ferviente de bailarlo se produjeron algunas situaciones por lo menos extravagantes.
0:00:51 El cantante irlandés O'Kelly que fue amigo y a veces intérprete de Mozart escribió algo acerca de lo que vivió en Viena ya a fines del siglo XVIII.
0:01:06 La afición de las damas por bailar el Valls era tan bestial dice O'Kelly que no soportaban el menor obstáculo a su placer.
0:01:18 Hasta tal punto llegaba esto que incluso mujeres que estaban embarazadas participaban de los bailes con tanto furor que habían preparados unos cuartitos junto a unos salones para el caso de que llegaran a dar a luz súbitamente.
0:01:38 Los detractores del Valls decían que se habían adoptado el baile nuevo con tanto entusiasmo que nadie notaba hasta qué punto era nocivo para la salud.
0:01:50 Algunos decían que bailar el Valls toda una noche provocaba vértigo constante, debilitamiento de la vista y callosidades en las patas me imaginó yo que podían incluso conducir a gangrena sin tratado.
0:02:06 Para que la sociedad se apartara de esos peligros se insistían los riesgos mortales del Valls sobre todo teniendo en cuenta cómo se lo bailaba por entonces.
0:02:18 Mire los salones eran de una longitud prodigiosa y las parejas lo recorrían a toda la velocidad posible.
0:02:26 Daban la vuelta girando 7 o 8 veces a toda carrera 7 o 8 veces por pieza y cada pareja trataba de adelantarse a las demás.
0:02:38 No era raro, afirma el cronista, que un accidente pusiera fin a aquellas carreras insensadas.
0:02:45 Supongo que habría gente que se moría.
0:02:48 No, morirse no sé, pero ciertas cosas en trífuga había.
0:02:53 Sí, el Valls eclipsó a otras danzas que se bailaban en el Imperio de los Áustrias.
0:03:00 Allí estaban las sardas húngaras, las masurcas polacas, los landler tiroleses, las jabotas, el minuet.
0:03:08 En la época del Congreso de Viena, recuerdo ese, fue el Congreso que siguió a la caída de Napoleón,
0:03:15 el minuet tan célebre en el siglo anterior como danza de salón estaba prácticamente olvidado.
0:03:21 Cuentan que el Sarder Rusia Alejandro quiso ver bailar un minuet solo por curiosidad.
0:03:27 Y entre todos los miembros del Congreso, solo se encontró a uno que era capaz de ejecutar las figuras.
0:03:34 Se trataba del Conde de la Garchamponat, que maravilló a todos los espectadores.
0:03:41 Al menos lo que cuenta el propio de la Garchamponat anotó en sus memorias que tuvo un triunfo social espectacular,
0:03:52 mostrándose como bailarín de minuet.
0:03:56 El asunto fue que el Valls cobró dimensiones de verdadero fenómeno social.
0:04:02 Algunos se preguntaban si sería un narcótico o un excitante.
0:04:07 Otros estaban fascinados por las nuevas posibilidades galantes que ofrecía la danza,
0:04:13 porque uno podía apretar el cuerpo de la pareja en contraste con las danzas más antiguas
0:04:20 en que se guardaban distancias perfectamente reguladas.
0:04:24 Los filólogos encuentran la etimología de Valls en el latín, Volvere.
0:04:30 Ah, es igual, ¿no? El hecho de girar, de volver sobre sí es el carácter esencial.
0:04:37 En 1780, por primera vez, se aplicó la palabra Valls a una danza que apareció en el escenario,
0:04:44 una ópera de Martín y Soler, Cosa Rara, se llamaba, esto durante el Reinao de José II.
0:04:51 Y el calificativo Valls Vienes se agregó a partir del momento en que se hizo famoso Johann Strauss.
0:05:02 El Valls, decíamos que había modificado la fisonomía de Viena, porque hubo que satisfacer
0:05:08 el desmesurado afán de danzar. La muchedumbre de bailarines y el espacio, que insumía que el baile,
0:05:16 llevaron a la construcción de enormes salas rodeadas de anexos para reposar, para recuperar la fuerza.
0:05:26 En los salones vieneses destinados al Valls, con sus jardines y anexos, solían reunirse a Note Vien, 50.000 personas.
0:05:38 Eran construcciones magníficamente decoradas.
0:05:41 Y un pionero de los salones de danza fue Sigmund Wolfsson, que levantó el salón a Polo.
0:05:49 Wolfsson era médico, se había hecho rico con la fabricación de brazos artificiales.
0:05:55 Vendía brazos artificiales, como había mucha guerra en aquel tiempo, imagínese.
0:06:01 Pero más ganó, con los que pagaban por acostarse en su lecho de salud, era una especie de cama que provocaba fantasías amorosas.
0:06:10 Una cama eléctrica que se calentaba y provocaba ciertos escozores placenteros.
0:06:17 Bueno, cubierto de honores por el emperador Francisco Wolfsson, tuvo licencia para construir el más grande de los salones de baile.
0:06:26 Había estatuas de las diosas griegas, de las musas, genios, bosques artificiales, grutas para los enamorados, cascadas.
0:06:36 En la noche de inauguración, la fila de carrozas para llegar hasta el ingreso era de 7 kilómetros.
0:06:43 Y por ahí pasaron más tarde todos los asistentes del, ya mencionado, Congreso de 1815.
0:06:52 Pero Wolfsson terminó mal, ganó mucho dinero, pero su amor al lujo, se le gastaba en pavadas.
0:07:01 En 1819, en las paredes del salón, pudieron verse unos carteles que decían,
0:07:07 se remata la sala llamada Apolo con todo su contenido para pagar las deudas de su propietario.
0:07:16 Pudo pagar las deudas, pero vivió en la miseria, incluso mendigando, hasta los 85 años.
0:07:24 Existieron otros, muchos lugares fastuosos, con decoraciones moriscas, hindúes, góticas,
0:07:31 en donde además del bals se agregaban distintas atracciones.
0:07:35 En el Tibolí, para los que descansaban del baile, había peleas de gallos y de pavos.
0:07:42 Y bueno, y la Bajilari, en el Intervalo, una pelea de pavos.
0:07:47 El salón Monsang, aunque multitudinario, no gozaba de buena reputación.
0:07:54 Le digo a Barton, pues, si usted quiere ir.
0:07:57 Dice el cronista que lo frecuentaban muchachas ligeras de cascos
0:08:02 que conducían al compañero de baile ocasional rápidamente a los lugares más apartados.
0:08:11 La policía las perseguía.
0:08:13 Es fácil ir girando con el baile.
0:08:18 Claro, porque es el que está bailando y puede alcanzar los 80 kilómetros por hoy.
0:08:23 Un señor Moravets construyó un salón llamado Sofía y el techo se abriga
0:08:31 y dejaba caer lluvias de rosas sobre los asistentes.
0:08:36 Qué lindo, ¿no?
0:08:37 Digamos para terminar que la asistencia de estos bailongos comenzó a flaquear
0:08:44 cuando los salones más enormes comenzaron a hacer anfitriones de otros asuntos.
0:08:49 ¿Cómo sucede aquí con los cines?
0:08:51 Para amortizar los gastos empezaron a alquilarlo para reuniones políticas.
0:08:59 Y bueno, ahí eso se empezó.
0:09:01 ¿Cómo es esto?
0:09:02 Un ejemplo de lo que sucedió con muchos tuvo lugar en el salón Odeón.
0:09:08 Allí habló una vez un sacerdote silencio escomulgado Johannes Ronge.
0:09:14 Atacó es Ronge.
0:09:17 Johannes Ronge, porque es alemán, atacó violentamente al Papa.
0:09:22 Al día siguiente, cuando iba a tocar la orquesta de Johannes Strauss,
0:09:26 el salón fue incendiado por católicos fanáticos.
0:09:31 Los bailarines tuvieron miedo y poco a poco el furor del Valse
0:09:36 se reservó a los salones de palacio y a sus habitantes.
0:09:43 Incendiaron edificios por razones ideológicas.
0:09:48 Es uno de los de satinos más graciosos, ¿no?
0:09:53 Es capaz del género humano.
0:09:56 Y muy frecuente.
0:09:58 Muy, muy, muy frecuente.
0:10:00 El palacio mismo de las tuyerías, por cuyo jardín es alguna vez caminamos juntos,
0:10:05 fue incendiado por los enemigos del poder.
0:10:11 Esto fue allá por 1871, en ocasión de la guerra franco-prusiana.
0:10:18 Pero lo incendiaron justamente porque era un símbolo del poder.
0:10:22 Hubiera sido mucho mejor tomarlo, destinarlo a otros fines.
0:10:27 Acá pasaron incluso también,
0:10:30 hay gente que se quejaba del aprovechamiento de la ESMA,
0:10:36 como Centro Cultural,
0:10:38 Centro Muy Importante, que ha sido actividades muy beneficiosas.
0:10:44 Porque decía que el edificio, etcétera,
0:10:46 como si el culpable de las muertes que allí hubiera sido el edificio.
0:10:51 Pero no es así.
0:10:53 No, fue resignificado.
0:10:55 Exactamente, es mucho mejor recuperarlo, resignificarlo,
0:10:59 y aprovecharlo, ya que es un bien.
0:11:03 Bueno, el caso es que uno ya no puede ir a bailar o alces tranquilamente a Viena.
0:11:10 Y en esos grandes salones había pocas columnas también.
0:11:15 Porque eso es un detalle, digo, del diseño de esos salones de baile tan grandes,
0:11:19 que mientras menos columnas tienen...
0:11:21 Mejor se baila.
0:11:23 Imagínense, usted tiene que andar,
0:11:25 embeteando además de la gente a las columnas, es horrible.
0:11:29 Claro, es difícil.
0:11:30 Y bueno, sé cómo lo sostienen, yo recuerdo acá el Mar del Plata, acá nomás.
0:11:35 El Hotel Provincial tiene un gran gran salón gigantesco,
0:11:40 y no tiene columnas, ni una sola columna en el medio.
0:11:43 Es que bueno, el Provincial es un edificio construido con muchas sabidorías.
0:11:48 Es de bustillo.
0:11:49 Y ahí está también, bueno, los techos como...
0:11:52 Se recuerda un edificio que tiene más de dos mil años, que es el Panteón en Roma.
0:11:59 Panteón no tiene columnas, y tiene un techo enterizo,
0:12:02 que fue, creo, el primero que se hizo con ese tamaño, el Duomo que le llaman.
0:12:06 Y el Duomo.
0:12:07 Y que todos se preguntaban cómo lo habían hecho.
0:12:10 Bueno, para todos aquellos que quieran ir a bailar a Valses al Duomo,
0:12:16 las entradas están en la boletería.
0:12:19 Mientras tanto, ahora escucharemos nada menos que a Charlo en el Viejo Vals.
0:12:46 Mi amor te confece sin ver que más llamaba tu interés a que vas.
0:13:00 Por eso, en mi carciar, vas a mi boca en paz.
0:13:08 Te llora como un bien que ya jamás creerá mi corazón su baile.
0:13:16 Fue como un loco volar de palena con giros y vueltas al torno al panar,
0:13:21 que no doy rumbro y no llena de un dulce mareo, tú tíl y fatal.
0:13:25 Junto a mi pecho tu celo los dos corazones, la tienda y la paz,
0:13:29 fico impasible y sereno tu frío en mirar.
0:13:35 ¿Quién me diría que toda la gloria de aquella que entir posesión?
0:13:40 Era la efímera coda que al Vals se ponía, mi loca ilusión.
0:13:44 Dos ciltumanos en mi mano, mi brazo brimiendo, el tuftall eliviano,
0:13:48 y en tanto me asento muriendo en el lento girar del Valsal.
0:14:06 Fualena de solón, mi corazón también, su sola ilusión que mortenas,
0:14:20 girando en aquel gual de chopé, borracho de pasión y ciego de querer.
0:14:32 Se lanza tu atracción sin ver y temás, y un almenti mujer, hay al más.
0:14:40 Fue como un loco volar de falena con giros y vueltas al torno al panar,
0:14:45 que no doy rumbro y no llena de un dulce mareo, tú tíl y fatal.
0:14:50 Junto a mi pecho tu celo los dos corazones, la tienda y la paz,
0:14:54 fijo imposible y sereno, tú frío, mirar.
0:15:03 ¿Quién me diría que toda la gloria de aquella que entí el posesión?
0:15:08 Era la efímera coda que al Vals se ponía, mi loca ilusión.
0:15:12 Dos ciltumanos en mi mano, mi brazo brimiendo, el tuftall eliviano,
0:15:17 y en tanto me asentan muriendo en el nento girar del Valsar.
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