Transcripción automática
0:00:00 Continuamos en la venganza Será Terrible, estamos en el agutorio de la radio pública,
0:00:09 este es Maipo 555 en la ciudad de Buenos Aires, les recordamos que el sitio web oficial de
0:00:17 Dolina es alejandrodolina.com.ar y así hay algunos links para enviar mensajes.
0:00:24 Vamos a contar la historia de algunos encuentros curiosos entre reyes o príncipes y tipos que
0:00:31 nos han pintado. Siempre tiene gracia esto porque el poderoso tiene o tenía en aquellas
0:00:39 épocas derecho sobre el pintor que son los abusivos. Entonces si no le gusta el retrato,
0:00:46 la cabeza del mismo artista es la que empieza a pelear. La primera historia que contaremos es
0:00:54 esto. Los ejércitos napoliónicos tuvieron que retirarse de España por las derrotas sufrías
0:01:00 antiguos ejércitos regular formados por soldados británicos, portugueses y españoles. Ese ejército
0:01:07 estaba capitaneado por Arthur Wesley, más conocido como el Duque de Wellington. Al retirarse de
0:01:14 España a las tropas francesas, es decir los invasores de francés se retiraron, pero se
0:01:20 llegaron unos cuantos recuerdos. Entre ellos casi todas las colecciones pictóricas o muchas
0:01:27 colecciones pictóricas que se conservaban en los palacios reales. Se apanaron todos los cuadros.
0:01:31 El ejército del Duque de Wellington recuperó muchas de esas obras y entonces en agradecimiento
0:01:38 Fernando VII, aquel rey bizarista en nombre de quien parecía gobernar la primera junta,
0:01:48 le regaló al general inglés una selección de los cuadros que justamente los ingleses habían
0:01:55 recobrado. Figuraban más de 80 obras que hoy se encuentran justamente en el museo Wellington
0:02:02 en Londres. Además de los cuadros, Wellington recibió el título de Duque de Ciudad Rodrigo,
0:02:10 o sea que fue un grande de España como se le llama a los señores españoles, y se le entregó un
0:02:17 latifundio en Andalucía. Pero también se le otorgó la posibilidad de ser retratado nada menos que
0:02:24 por Francisco de Goza. Wellington, que era muy aficionado a la pintura, sabía que Goza era un
0:02:31 genio y muy entusiasmado se presentó en lo de Goza, acompañado de su ayudante, un general
0:02:40 ayudante al tiempo. Pero parece que Goza no estaba muy contento con el encargo, porque sus
0:02:46 ideos estaban lejos de las de Fernando VII y de las de Wellington, y encima parece que Wellington le
0:02:53 cayó un poco grueso. Pero igual hizo el retrato. Ahora, el retrato no fue muy del gusto de Wellington,
0:03:04 tal vez porque Goza había puesto su encono así, le salió un Wellington bastante desfavorecido.
0:03:11 Y el general se enojo y dijo que el retrato era un mamarracho. Se lo dijo a Goza además.
0:03:18 Y empezó una discusión tremenda. El inglés agrito en su idioma y Goza lo insultaba en castellano.
0:03:25 Nadie podía tranquilizarlos. En un momento Wellington tomó sus espadas y Goza le contestó
0:03:31 agrando un par de pistolas que siempre tenían en el estudio, por si se le rechiflaba algún modelo.
0:03:37 Y el general inglés fue sacado de la casa de Goza con Goza haciendo disparos al aire.
0:03:46 Y así terminó aquel encuentro.
0:03:52 Recordemos que Wellington era el que después iba a derrotar definitivamente a Napoleón en la batalla
0:03:58 de Báterlo. Está lindo este encuentro. O sea que además había luchado mucho,
0:04:06 o había padecido mucho la invasión francesa. Recuérdese el cuadro de los fusilamientos del 2 de
0:04:14 mayo de 1808. Ojalá que no me haya equivocado. Un otro encuentro extraño tuvo lugar entre el Rey
0:04:20 Luis II de Baviera, porque nos preguntaba el otro día uno de ellos. Luis II era un Rey muy
0:04:28 loco, muy extravagante que gastaba mucho dinero construyendo castillos. Fue amigo de Wagner,
0:04:37 fue un grande espilfarador de los tesoros públicos, pero bueno, es que algunos le caíen simpático.
0:04:45 Este encuentro fue con una escultura que se llamaba Elizabeth May y era la sobrina nieta del
0:04:50 mariscal May justamente aquel comandante de Napoleón. En 1867 Elizabeth presentó unas esculturas,
0:04:58 unos bustos de Bismarck y de Garibaldi, que fueron muy elogiados en la exposición internacional del
0:05:06 país. Qué lindo el busto de Bismarck, qué lindo este de Garibaldi. Para esculturas que representen a
0:05:18 Garibaldi, aconseja los suscriptores trasladarse a Plaza Italia. El detalle de Garibaldi, pero no
0:05:26 solamente su busto, sino todo él y por cierto fuera poco su cabazo. Debajo de cuyas sancas se suelen
0:05:33 encontrar los novios, los sábados a la tarde. Te espero bajo la cola del caballo de Garibaldi,
0:05:41 es un lugar muy usual. El caso es que Elizabeth estaba fascinada por la belleza del rey Luis
0:05:50 II de Guadalajara, que parece que era lindo y decidió conocerlo. Cuentan que Luis estaba acostumbrado
0:05:57 a este tipo de aserios por parte de sus admiradoras, de modo que no hizo nada con los pedidos de las
0:06:04 escultoras. No contestó. Recuerden que además que a Luis no le gustaban las damas. Después de
0:06:09 muchos nuevos Luis se dio y le posibilitó a Elizabeth trabajar en un estudio de Mönich,
0:06:16 pero se negó a recibirla. Elizabeth volvió a insistirle para que pudiera modelarlo. Bueno,
0:06:23 existía tanto que Luis aceptó propósito de dos condiciones. Primero, ella no debía hablarle
0:06:29 mientras trabajaba y no debía tocarlo ni tomar medidas. No lo puede tocar. Retratame,
0:06:39 pero ni me hable. No, si a usted le parece que se... No. Y a ver, déjenme ver cuánto le mide el
0:06:47 femur tampoco. Elizabeth al ver a el rey supo que no podría conseguir ninguna caricia. Seguida
0:06:54 veo que no. Tuvo ganas de medirlo, pero no. Pero no, se aguantó. Y se concentró en su trabajo.
0:06:59 Ahora estos encuentros se aburrían al rey Luis tremendamente. Permaneció asentado con la mirada
0:07:06 perdida, como la vida de muchos. Elizabeth que sabía que en esas condiciones no podría sacar nada.
0:07:15 Siar riesgo. En un encuentro tomó un libro de Getty y empezó a leerle al rey en voz alta. El humor
0:07:23 de Luis empezó a cambiar. El resultado de aquellas sesiones fue la que ahora es la única
0:07:30 estatua de tamaño natural de Luis II que existe. Otro, Vicente de Gonzaga que gobernaba en Mantua,
0:07:38 los Gonzaga eran de Mantua. Tenía como pintor recorte nada menos que Rubens. El Duque de Gonzaga
0:07:44 estaba casado con una prima de María de Médici, por lo que fue invitado a asistir a la boda de
0:07:51 María con Enrique IV de Francia. Eran segundas nopsias de Enrique IV que ya se había casado anteriormente
0:08:00 con Vargarita de Valdez.
0:08:08 Algunas muecas de cadentes que no creo que le podrá hacer gracia a nadie. Yo he visto
0:08:22 el mismo tipo pintado por Goya y por el retrata oficial por él. Aunque bueno, fíjese que Velázquez,
0:08:30 formando parte de la corte, también ha pintado al rey Carlos y a su familia que además eran
0:08:38 buenos reyes y queridos por él, queridos por el pueblo por otra parte, era un furero también.
0:08:43 Pero lo de Goya tenía... Un énfasis. Sí, sí, sí, un énfasis. Era en la oficina un marco,
0:08:51 viene marcado, un marco lindo y la tapa de la caja de las fajones gran casino. Pero no, señor.
0:08:58 Toda la playa sabía, con el casino y todo eso. Mira, esto lo tengo como una ventana al mar.
0:09:05 Sí, mire si esto no es mejor, dice que cualquiera de esos pintores. Esto porque esto es lindo,
0:09:12 dice, mire de qué colores el cielo parece verde que fuera. Y eso por la impresión que...
0:09:19 No, me gusta así, ese tipo. Mira el mar, no nunca hubo el mar de este color.
0:09:24 Y qué color no tiene. Y bueno, pero qué tiene que ver.
0:09:29 Yo también tengo un color que me pintó un primo mío. Sí.
0:09:36 Es el color más extraordinario que hay. No tengo en mi casa. Es un rancho,
0:09:42 de cierto, y un árbol al lado. Y un gaucho que está sentado afuera del rancho y nada más.
0:09:50 Y se ve unas palomas por allá, unas jabiotas, no sé bien lo que, pues están muy lejos.
0:09:55 Ah, qué co... Yo lo mío, me emociono. Lo único que yo digo,
0:10:00 digo ese gaucho si quisiera entrar al rancho no podría.
0:10:03 Porque es mucho más grande.
0:10:04 ¿Todo algunos problemas de...?
0:10:06 Me salió el gaucho más grande, sí, dice, me dice mi primo, me salió el gaucho más grande, dice.
0:10:10 Claro, la tuve, casi la tuve largo el mismo.
0:10:14 Sí, sí. Y eso que borré el primero que había hecho.
0:10:18 Está burro negro el cuadro.
0:10:19 Sí, sí, se ha pasado.
0:10:20 Si me voy a mirar así, ve que abajo, pero no quiero tapar.
0:10:23 Con sí, con él al rancho federal tenía un poncho punzó que no lo tapas nunca.
0:10:29 Y, precisamente, era mucho más grande.
0:10:33 Pero mucho más grande, incluso que el rancho entero.
0:10:38 Sí, si habéis amigos que no... Yo soy muy del pintor, me dice el primo.
0:10:42 No, le dijo el primo, el discotecario.
0:10:45 Pero lo que tengo de malo son las proporciones.
0:10:48 Y claro, en ese caso lo que tiene que cambiar es más fácil es cambiar el rancho que el gaucho.
0:10:53 Eso es lo que le dije yo, ¿por qué no cambia el rancho?
0:10:55 Hace como un montón de paja.
0:10:58 Así, en el fondo.
0:11:00 Y le clava un tridente.
0:11:06 A la paja, señor Monticulo.
0:11:10 Y entonces da un aire de campo.
0:11:13 Ah, tiene que ser una parva.
0:11:15 No, no pasa nada.
0:11:18 Entra en el rancho, metido dentro de la parva.
0:11:20 Estás dando el rancho.
0:11:21 Señor, me siento muy búsqueda también de que usted quería.
0:11:24 Es un tridente clavado del techo rancho.
0:11:27 No, usted aprovecha la tonalidad ocre del rancho para hacer una parva de paja.
0:11:33 El rancho es blanco.
0:11:34 Es más fácil tapar el rancho que tapar el gaucho.
0:11:37 Sí, el gaucho es más grande.
0:11:38 Pero ¿y por qué no va a agrandar el rancho?
0:11:39 O sea que esta vez lo dije.
0:11:40 Es más difícil agrandarlo.
0:11:41 Alarga en la pared para arriba y después le hace un techo nuevo.
0:11:47 Por ahí es chapa.
0:11:48 Húale otro gaucho.
0:11:50 Otro gaucho que tapa el rancho.
0:11:54 Otro gaucho.
0:11:54 Ah, más gauchos.
0:11:55 Más gauchos.
0:11:56 Pero así quedamos sin rancho y que cuando se llama justamente el rancho.
0:12:01 Pero en la griega al título, el gaucho rancho.
0:12:05 Le decían rancho al gaucho.
0:12:07 O no, no.
0:12:08 Si, rancho.
0:12:08 Raucho, le decían.
0:12:11 Póngale al cuadro gaucho tapando un rancho y listo.
0:12:14 El rancho de la canvicha.
0:12:16 Bueno, a todo eso me contaba este hombre.
0:12:18 Pero le dio un disco que era lo que tiene que hacer.
0:12:20 Me dio un disco que en realidad no es el de El Gillo.
0:12:22 Porque yo dije, mire, a mí el que me gustó fue Enrique IV.
0:12:27 Se tenía que encontrar con la futura esposa y se fue a dar una vuelta con la novia.
0:12:31 Y ese desdén pareció muy sincero.
0:12:37 Y tú se te dio, tienes razón.
0:12:39 Y me dio el tango que se llama desdén.
0:12:41 Que se llama solamente desdén.
0:12:43 Pero después lo que desdeña el que canta no es el casamiento de un ray.
0:12:50 Se hago mucho más grande.
0:12:53 Desdeña el paraíso.
0:12:55 Eso es un tango rarísimo, de letra rarísima.
0:12:58 Y lo escucharemos en la versión extraordinaria de Carlos Javier.
0:13:11 El día que comparezca ante el interior.
0:13:16 A ver cuenta de mi vida que me cumpliste vos.
0:13:20 El día que para un caber te tenga yo que declarar.
0:13:24 A ver la purifalpa, mi a Dios no puede escapar.
0:13:30 Y le digas que paletado va su ley de malacen.
0:13:34 Al hacerse con mi culto, al amar de mafia.
0:13:39 Me robé por tu cariño.
0:13:43 Que más te ciego de amor.
0:13:47 Puedo hacer que el Dios fianoso, que la dor me supe.
0:13:53 Me dañé mi vida en el abuelo de tu amor.
0:14:01 Esperando lo que fuera sin decirte ni siquiera que mi pena hay mi dolor.
0:14:09 Sin embargo al eterno seré el mismo mi venero.
0:14:17 Y en mi amor profundo y tierno, por seguida al infierno.
0:14:21 Solo el perece haré de ver.
0:14:25 Pero el día de tu juicio no se creerá.
0:14:29 Cuando sepan que has pecado por caferidimalidad.
0:14:33 Cuando sientas la mirada penetrante del Señor.
0:14:37 Que te llegara el alma como un raso esbrunador.
0:14:43 Y te acuse tu conciencia al mirar a que el cuñal.
0:14:47 Y en mi marcanco verde le entregaste a mi rival.
0:14:52 Y que no te detrás con esto.
0:14:56 Me mandaste a la prisión.
0:14:59 No por más que vos seas repieta, no por la sena hermana.
0:15:06 Te dañé mi vida entera en la ubera de tu amor.
0:15:14 Pero al todo lo que fuera sin decirte ni siquiera que mi pena hay mi dolor.
0:15:22 Sin embargo al eterno seré el mismo mi venero.
0:15:30 Y en mi amor profundo y tierno, por seguida al infierno.
0:15:35 Solo el perece haré de ver.
0:15:44 Era Carlos Gardel en la venganza.
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