Transcripción automática
0:00:00 Este programa se hace con público presente, también estamos hoy en el Multiteatro, pero mañana...
0:00:08 No, mañana, si mañana, estaremos en San Martín, en la calle 89, número 2089, ahí está el Teatro de la Plaza,
0:00:16 el Centro de la Cultura de la Plaza, pero a las 10 de la noche, eso es gratis.
0:00:20 Bueno amigos, contaremos esta prometida historia de ya como Casanova.
0:00:26 Uiquémonos convenientemente, Breslau, que es una ciudad de Polonia, Casanova estuvo en Polonia, ciertamente,
0:00:35 sin embargo, a mediados del siglo XXIII, esta ciudad pertenecía ocasionalmente a Prusia.
0:00:43 Hasta así llegó Casanova, que fue a visitar al Abate Bastiani, que era un veneciano que había hecho fortuna en unos negocios con el rey de Prusia.
0:00:54 Vivía Bastiani en un hotel magnífico, había ido hasta allí para que, digo, Casanova, había encontrarse con Bastiani para que le recomendara
0:01:04 algunos lugares donde pasar la vida.
0:01:07 Y bueno, no se puso a esperarlo al tipo que no estaba.
0:01:11 Sentada, esperando también en el hall del hotel, había una chica, una juancita muy bonita,
0:01:18 hablaron mientras se hacían ante salda, la muchacha dijo que había llegado hasta allí para ofrecer su servicio como gobernante
0:01:25 de las hijas de una señora, que esperaba si conseguía el trabajo cobrar unas 50 monedas anuales.
0:01:34 Casanova escuchó la historia e inmediatamente preguntó,
0:01:39 ¿qué diría usted si un hombre de honor le propusiera abandonar sus intenciones de trabajar en esto y le ofreciera trabajar para él?
0:01:46 Pero no por 50 monedas por año, sino por 50 monedas al mes.
0:01:53 Todo esto dijo Casanova y la hermana dijo, aceptaría de inmediato.
0:01:58 Casanova le dijo que ese hombre era él, como ya todos estábamos sospechados.
0:02:03 Sí, lo imaginábamos con razón.
0:02:05 Bueno, explicó que ella trabajaría como ayudante.
0:02:10 Le dijo también que él pasaba a la vida viajando y que se aceptaba, saldrían juntos de aquella ciudad al día siguiente.
0:02:18 La muchacha que era francesa aceptó el trabajo, se presentó como Amalmás el Matón y salió de la casa para esperar a Casanova.
0:02:28 Haga el fil que lo voy a esperar en frente. Haga lo que tiene que hacer acá en el hotel, lo espero en frente.
0:02:35 Casanova realizó sus conversaciones y salió después en busca de Amalmás el, pero la típica no estaba.
0:02:41 ¿Cómo? Habrá pensado Casanova. No me dijo que también la que me iba a esperar en frente o a...
0:02:46 Pensó que se habría arrepentido o que se había ido a polillar un hotel cualquiera.
0:02:51 El caso es que la mañana siguiente le dijeron a Casanova que una muchacha estaba esperándolo en su coche.
0:02:57 Y era Amalmás el Matón que lo esperaba para seguir de viaje tal como él le había dicho.
0:03:03 Y partieron los dos. Partieron hasta hacia el Deste.
0:03:07 La belleza de la señorita hizo sardía de aceptar aquel trabajo, la desaparición temporal y a todo.
0:03:16 Había sido suficiente para que ya como se enamorara, pero por otra parte Casanova se enamoraba rápidamente de todo el mundo.
0:03:23 No le hacían falta aquellos sucesos.
0:03:25 Muy contento pensó que si tenía suerte iba a ser correspondido.
0:03:30 Hablaron de antiguos amores. Ella dijo tener 20 años, dijo estar maravillada por salir de su ciudad y conocer otros lugares.
0:03:39 En una aposta del camino se hicieron amantes. Redondamente nada de esperar.
0:03:46 Llega la aposta al camino. Casanova le dice ¿Qué le parece si nos hacemos amantes? Bueno dijo la amena.
0:03:54 No hizo ninguna cuestión ni habló de asuntos morales o del engaño que significaba en realidad haber sido contratada para un trabajo que después no era el laburo.
0:04:04 Que es eso, todas esas cosas que dicen las menas cuando no quieren.
0:04:08 Se hicieron novios rápidamente y no hubo ninguna clase de reproche.
0:04:13 En dos días llegaron a Deste. Se alojaron en habitaciones distintas pero contiguas.
0:04:19 En muchas ciudades de Europa los que no estaban casados no podían dormir juntos.
0:04:24 Entonces el asunto era alquilar habitaciones contiguas y después visitarse tranquilamente.
0:04:30 Casanova quizá por intuición empezó a ponerse un poquitito celoso allí en Deste.
0:04:37 A veces salía y la dejaba sola y no permitía a Mademoiselle que recibiera a nadie.
0:04:46 Después iba a entrevistar a algunos amigos y decía que no entra nadie.
0:04:51 A veces la llevaba de paseo y entonces permitía que hablar con la gente que se le dirigían naturalmente.
0:04:58 Esas medidas de precaución hicieron que algunos oficiales de Deste fijaran su atención en la señorita.
0:05:06 Especialmente el Conde de Belegarde.
0:05:09 Conde que portaba por cierto el ilustre apellido de Belegarde,
0:05:13 nombre de Gabriel de Estrella, el amante de Riquel IV.
0:05:17 Un día se tuvo que esconder bajo la cama del rey y no lo hemos contado esto muchas veces.
0:05:22 Pero este era otro Belegarde y estaba interesado en este matón que andaba con Casanova.
0:05:29 Era también este Conde, un señor que se van a gloriar de conquistar velozmente cualquier fortaleza.
0:05:38 Un día durante el almuerzo en un restaurante Belegarde pidió permiso para sentarse a la mesa junto con Casanova y esta chica.
0:05:49 Casanova no le hizo mucha gracia, imagínense, quedó fulero.
0:05:53 Pero no tuvo más remedio que someterse a una conversación acerca de asuntos militares.
0:06:00 Malmoacer, Calletana, no reaccionaba más que con alguna que otra.
0:06:09 Al rato para terminar con esta situación, Casanova le dijo que se iba a dormir un rato la siesta.
0:06:15 Belegarde preguntó con desfachates si Malmoacer se iba también a dormir la siesta
0:06:20 y ante la respuesta afirmativa de Casanova se las tomó con una sonrisa socarrona con pasos de tango.
0:06:30 En Redlet, sabe quién vivía, la mamá de Casanova, la vieja Casanova.
0:06:36 Era una pieza que quedaba justo frente al hotel donde paraba Casanova.
0:06:41 Mira qué conveniente.
0:06:42 Era todo contigo.
0:06:44 Era todo contigo, en el hotel Casanova, al lado Malmoacer y en frente la vieja, la señora Casanova.
0:06:53 Desde la ventana de la casa de la madre de Casanova se veía las ventanas del hotel.
0:07:00 Y parece que justo al frente daban tres habitaciones en el primer piso.
0:07:05 La de Casanova, la del medio que era de Malmoacer y otra que estaba a la derecha del espectador.
0:07:14 Un día Casanova va a visitar la vieja, se pone a mirar por la ventana y la ve a la mina asomada al balcón
0:07:22 conversando con un tipo que estaba en la otra habitación, la que no era ninguno de los dos.
0:07:29 El tipo también asomaba al balcón y mira bien al tipo que era el conde de Belegar.
0:07:35 Muy bien, volvió, se encontró con Malmoacer y le habló de Belegar.
0:07:41 Se hizo el Gil, le habló como en broma y le dijo que aquel muchacho debía estar enamorado de ella
0:07:47 y ella respondió también en broma que todos se enamoraban de ella.
0:07:51 Ya sin ninguna sonrisa, Casanova le preguntó si había visto a Belegar y ella le dijo que no.
0:08:00 Ahora decirme contra las cosas pero parece una novela costumbrita hasta ahora lo que está.
0:08:06 Casanova se supo engañado y no insistió, procuró conservar su humor y agarró y se fue al teatro solo.
0:08:16 Cuando volvió al hotel le preguntó al dueño si quedaban en el primer piso más habitaciones
0:08:21 aparte de las que había alquilado él.
0:08:24 Y el dueño contestó que quedaba, que había una, pero estaba alquilada por un oficial.
0:08:29 Entonces, pensó que era muy fácil llegar desde la habitación de Belegar a través del balcón a la habitación contigo.
0:08:43 Una noche Casanova entró de golpe a la habitación de Mademoisel Matón
0:08:48 y después de unas frases insignificantes le dijo, el aire es mucho más fresco aquí que en mi habitación.
0:08:54 ¿Estarías dispuesta a cambiar tu habitación con la mía?
0:08:58 O por la mía.
0:09:00 Bueno, no sé cómo le habrá dicho.
0:09:02 La señora no contestó pero más tarde resignada se pasó a la habitación de Casanova
0:09:07 y Casanova quedó en la del medio al lado justo de Belegar.
0:09:11 Empezó a esperar y el incidente que Casanova temía y que todos nosotros ya estamos sospechando se produjo.
0:09:19 Casanova, previsor, se había acostado con una espada en la mano.
0:09:24 Sí, se la había venido.
0:09:26 Imagínense. Por ahí en la mitad de la noche sintió unos...
0:09:30 demasiado pronto a los gritos, jurando muerte.
0:09:34 Y fue tan a deshiempos esta reacción que le instruzo,
0:09:37 antes de que él pudiera individualizarlo, se tiró por la ventana.
0:09:42 Y salió raca.
0:09:44 Que todos modos Casanova pudo conocer más tarde su infortunio.
0:09:48 El primer síntoma de aquel infortunio fue un asífilis que le cayó como peludo de regalo.
0:09:56 O al revés, como regalo...
0:09:59 Y tuvo que someterse a todos los procedimientos de la época para curarse.
0:10:05 Lo peor es que durante su curación lo visitó su hermano, Isidro.
0:10:12 No, Juan.
0:10:15 Que también había llegado a Dresde para visitar a la vieja.
0:10:20 Y Juan Casanova, sin saber nada de estos episodios,
0:10:24 le dijo allá como que el famoso conde de Meregal también se había contagiado hace pocos días la enfermedad
0:10:31 y que estaba a un paso de la muerte.
0:10:33 Además le contó que andaba con una pierna rota producto de un mal salto.
0:10:38 Y Casanova, desengañado, piantó violentamente.
0:10:43 Despedió a su empleada, como es el mantón,
0:10:49 despedió del empleo pero también de su vida.
0:10:52 Más tarde fue a Lipsick, pero esa es otra historia.
0:10:57 Siempre hemos destacado a Casanova esta limpieza de procedimientos.
0:11:03 Cierto que es que se managroliaba de sus conquistas, pero también contaba sus infortunios.
0:11:09 Y me parece que son los únicos que hay que contar.
0:11:13 No solo un buen amante sino cualquier hombre debe contar únicamente anécdotas en donde aparezca como un imbécil.
0:11:22 Imagínense el tipo dice, bueno, solo voy a contar la respuesta genial que tuve con un colectivero sin egó
0:11:28 a cambiarme 10 pesos. Le dije, señor, este es un servicio público con voz de prócer.
0:11:36 Yo había pensado escribir un libro que, su título era, llámeme estúpido.
0:11:49 Y donde estaban todos los episodios afortunados de la vida de un tipo, incluso hasta por orden alfabético.
0:11:59 A, a cierto un número a la quinea. Un día le jugué al 94, salió y me gané 70 pesos.
0:12:08 B, bajar del techo una pelota.
0:12:13 Que haya una pelota arriba del techo y era muy difícil e igual me subí.
0:12:18 De ahí quería subir, puede ser un detalle.
0:12:22 Bueno, todo eso. Sí. ¿Conocen ustedes esa culana de tal? Bueno, yo no.
0:12:29 A quién quiere dedicar es por ahora.
0:12:31 Estaba pensando, Alejandro, hay una, una especie de tópico de muchos porteños que es uno de los más repugnantes
0:12:39 que uno puede escuchar por ahí. Que es aquel que dice, uno le pregunta por algún dato de la vida.
0:12:44 No voy a ponerlo abierto en el ejemplo de hoy porque me consta que es discreto.
0:12:48 Además de esto, él dice, los caballeros no tienen memoria, dando como a entender que el tipo ha servido a millones de mujeres.
0:12:54 Digo, he ido un perfecto imbécil.
0:12:56 Sí, eso es mucho peor porque hace suponer.
0:12:59 Mucho más de lo que niega.
0:13:02 Y es justamente una especie de barroquismo de la labra.
0:13:05 Está pensando también que en el caso de Casanova y otra virtud a destacar, y es esta especie de cabalera nochiza, digamos.
0:13:14 Sometido uno al juego del amor y a los azares del amor, sabe que no va a reclamar para sí después las preventas del matrimonio, el seguro del matrimonio.
0:13:24 Y estaba pensando también otro amigo que puede merecerse dedicatorias de este estilo, este amigo de este programa que es el compañero Chopin-Awer,
0:13:31 que decía que el amor es una práctica entre hombres y mujeres eventualmente,
0:13:35 en la cual el hombre recibe al principio mucho de golpe y después casi nada.
0:13:41 La mujer en cambio a lo largo del tiempo recibe casi nada del comienzo y después mucho de golpe,
0:13:47 con lo cual esto continúa los hombres a ser primero libertinos y después cornudos.
0:13:51 Tenía gracia, Ruben Agua, eres un poquitín misó.
0:13:55 Misó, quien es más malo, más lomorado, más llevado, era un hombre bastante inteligente.
0:13:59 Pero en todo caso creo que es interesante que al cabo de los años, cuando ya prescriban,
0:14:04 porque usted ha dicho con sabiduría alguna vez que hasta el amor puede prescribir en el relato de uno,
0:14:10 poder contar las historias como quien cuenta una ficción, porque no otra cosa es,
0:14:14 después de todo el recuerdo de un amor, y empezar ese relato diciendo,
0:14:19 les voy a hablar de algo que sucedió en otro momento.
0:14:22 ¿Yo tan sólo 20 años tenía?
0:14:24 Escuchemos entonces, ese yo tan sólo 20 años tenía, como comienzo,
0:14:30 eso es una agravación que he hecho.
0:14:54 Yo tan sólo 20 años tenía, y al mirarla en los ojos soqueaba,
0:15:02 esos ojos de tanto mirarlos, poco a poco me hicieron poeta,
0:15:12 yo le hablaba de amor y al rimarlos resolví la fa dulce cuertena.
0:15:21 Y en las noches del barrio dormido, con su luna de plata que hacía,
0:15:30 más romántico el beso rendido, más feliz al saber que era mía,
0:15:41 eran buenas sus manos delirios, su cabezo de sol parecía,
0:15:50 y esos ojos o dulce margillos, son tan sólo 20 años tenía.
0:15:59 En el viejo balcón ya no asoma, para escuchar los suspiros de mi alma,
0:16:08 ya mi sueño dorado no aroma, se ha perdido por esa la calma,
0:16:18 nunca más de ver la quien sabe, no se humbie para mil desengaños,
0:16:27 no abecer la muchacha de entonces, y tan poco yo tengo 20 años.
0:16:41 Era Alejandro Dolina la venganza será terrible, yo tan sólo 20 años tenía.
No hay comentarios. ¡Podés ser el primero en comentar!