Transcripción automática
0:00:00 episodios de locura en los metodregos.
0:00:03 Ahí está Lleva, el turismo está toda la noche hablando de eso, pero no se decía algunos nada más.
0:00:08 La mitología llega malina, es la personificación de la locura.
0:00:13 Atención a la ojo.
0:00:15 Es una entidad parecida a las heridas y a todos los géneros infernales.
0:00:21 mitad divinidades, mitad simple astracciones que son agentes de la colega divina.
0:00:28 Digo simple astracciones, tiene que decir que existen pero no tienen leyenda propia.
0:00:33 Algunos, otros sí.
0:00:35 Manía es enviada por ejemplo a los que no observan los ritmos y los gualuelos loscos.
0:00:40 Esa isla, la que nos precipita en las catástrofes,
0:00:44 e impulsa a los distintos personajes a cometer horribles géneros.
0:00:48 Pero más famosas son las herinias.
0:00:52 Nacieron de las gotas de sangre con las que se impregnó la tierra cuando urano fue mutilado.
0:01:00 Recuerda que el desagradable es hisorio, que es desagradable especialmente para urano.
0:01:06 La castración de urano.
0:01:08 Bien, de la sangre que cayó fatalmente, estos procedimientos son siempre un poco cruentos.
0:01:17 De esa sangre nació nada de desperdicio en los metodregos.
0:01:21 Nacieron las herinias, que no reconocen la autoridad de los dioses y no tienen más ley que la propia.
0:01:28 Incluso Zeus, el príncipe de los dioses, debe obedecerlas.
0:01:32 Se representan como genios alados con serpientes entreveradas entre los pelos
0:01:38 y llevando la mano a torces y láticos.
0:01:41 Es decir, son convenientes no terrorosas.
0:01:43 Cuando se apoden una víctima, la enloquecen y la torturan de mil maneras.
0:01:49 Su mansión es la tiniebla de los impiarnos, el héroe.
0:01:53 Castigan principalmente el exceso, la idris, de la que hablábamos hace poco.
0:02:00 Que tiende al hombre a hacer olvidar su condición de mortal.
0:02:04 Además, prohíben a los adivinos y projetas revelar con excesiva precisión el futuro.
0:02:12 Es decir, le prohíben a los magos liberar a los humanos de su inserciumbre.
0:02:18 Vamos, una vez más hace mezcarlos en la masiva de los dioses.
0:02:23 Y los asesinos, finalmente, enloquecen a todos los asesinos.
0:02:27 El asesino se enloquece por virtud de las serinas y debe buscar purificación.
0:02:34 Una purificación que se da generalmente con el excesivo.
0:02:40 Si la razón de la purificación de los extranjeros es que el asesino en Grecia se vuelve loco.
0:02:46 Eso está bien, la institución jurídica que funciona más a la vez en las leyes.
0:02:51 Tiene un funcionamiento divino metológico.
0:02:55 ¿Para qué quiere usted la policía si el criminal se vuelve loco solo y se tiene que purificar al excesivo?
0:03:02 Esa es la verdad. Eso porque es usted en las serinas.
0:03:07 A qué catástrofe jurídica nos produce la falta de G.
0:03:13 Si creyéramos en las serinas no haría falta la policía.
0:03:22 Otras divinidades que vuelven locos algunos son las linfas.
0:03:26 Estas diosas castigan con la locura, aunque las miedan simplemente.
0:03:31 Ah bueno, si miras a las linfas te vuelves loco.
0:03:34 Fueron identificadas muchas veces con las náyares, que son linfas del elemento líquido que poseen virtudes curativas.
0:03:41 Pero si las ofendés mirándolas en lo que son.
0:03:45 Uno queda poseído y atacado en la generación mental solo por haber visto lo que no debía haber.
0:03:53 Vamos a hablar ahora de algunos personas que fueron víctimas de las serinas, de las linfas, de las náyares o de los mismos dioses.
0:04:01 Biblis, nieto del reynilos, aquel amigo de Creta, tenía un hermano que en él lo llamaba Cádino.
0:04:09 Aquí en según los mitógrafos, amó con amor culpable el lundo Creta.
0:04:19 Entonces, horrorizados de su hermana, no de su hermana, no de su hermana, no de su hermana, no de su hermana.
0:04:26 No, no, no, de su hermana.
0:04:27 De su propia, cauno huyó de Mileto, que era su patria, y fue un dolar a ciudad de cauno, Octaria.
0:04:34 Por eso parecen todos los milesios cuyas hermanas lo sentaran salen en muy grandes unas ciudades.
0:04:45 O al menos eso es lo que le pasó a este.
0:04:48 Lo que no entiendo es dónde está la razón de causa y efecto entre el avance de la hermana, el avance incessuoso,
0:04:57 el hermana de la fundación de una ciudad.
0:04:59 O esto te lo hizo un porqué de toquecillo.
0:05:02 Es demasiado forzado, al igual que el hermana.
0:05:04 Pero digo, hay un detalle, no más, o es que no pudo menos que fundaron una ciudad toda vez que fue encarado por su hermana.
0:05:10 Tóxico.
0:05:11 Se dejo y todo eso fue encarado por su hermana. Decidió escaparse de la tuya y es el cáncer que estaba.
0:05:15 Y ya que estaba, alguna no era pantada.
0:05:17 No, una mía.
0:05:18 Para que no lo volviera encarada en la hermana.
0:05:20 No, nada que veres.
0:05:21 No, supongo que no.
0:05:23 A Biblis tocó en la hermana, ¿no?
0:05:26 El dolor la enloqueció y enduvo errante por todo el asia menor.
0:05:31 Hay que errar, ¿eh?
0:05:35 Y parece que en un momento ya totalmente enloquecida se dirigió a un peñazo para precipitarse y terminar con su vida.
0:05:45 Cuando le ha estado por tirarse de cabeza las ninfas aqueadadas,
0:05:50 fueron formadas en una fuente inagotable.
0:05:54 Inagotable como las lágrimas de aquella Biblis, que estaba muy triste pero que lo avanzó, lo avanzó a la hermana.
0:06:03 Otro episodio fue el de las Prétides, hijas del rey de Pidinto, Presto, y también de Estevega.
0:06:11 Ya hemos hablado de Presto y Estevega que protagonizaron una historia de nuestro desabansado.
0:06:16 Pero las tres, y es esta muchacha, cometieron un error enorme.
0:06:20 Cuando llegaron a la Edad Núbil, se jartaron de ser más bellas que la Biosa Era.
0:06:26 No la corra.
0:06:29 Hay otros que dicen que no fue eso, lo que hicieron es que se burlaron del Templo de Era porque el paráceo de Preto era más rico.
0:06:38 Pues también se dijo que habían afanado oro del vestido de la Biosa para su propio uso.
0:06:46 Si ya como puede Era se vengó sin saber de cuál de los tres pecados.
0:06:51 Y en lo que hizo a las muchachas, e hizo que se creyeran vacas.
0:06:55 Esa es una hermosa locura.
0:07:03 Uyleron al campo y llevaron una vida errantes, negándose a volver a su casa.
0:07:09 Como si las vacas hicieran eso.
0:07:12 Yo si me creyeran vacas, más bien me haría ordenía la patra.
0:07:21 Una ventaja de esto no es claro.
0:07:23 Ya hemos contado aquí como el abirino melampo, le ofreció a Preto curarlas a curar de las hijas, a cambio de la tercera parte de su reino.
0:07:33 Preto quiso bajar el precio, yo como son los reyes cuyas hijas se creen vacas.
0:07:42 Pero por esa misma altitud la locura de sus hijas se luplicó.
0:07:48 Es decir, cada una de ellos se creía dos vacas.
0:07:52 Corrían de acá para allá, se alimentaban de hierbas, de pastos.
0:07:56 Bueno, finalmente Preto pagó a la tercera parte de su reino a melampo.
0:08:00 Y el abirino, con los jóvenes más vigorosos de Argos, comenzó a seguir a las muchachas por las montañas.
0:08:09 Lanzando grandes gritos y entregando que había violentas razas.
0:08:13 Durante la persecución, la mayor de las hermanas, y fino, murió de agotamiento.
0:08:20 Ya estaba cansada de hacer que la vaca.
0:08:24 Pero las otras dos fueron purificadas por medio de unas hierbas y listo.
0:08:30 Y ahí está, en los más frejantes.
0:08:33 Un caso particular de locura fue el de Cleómedes.
0:08:37 Cleómedes era un héroe de Astipalia.
0:08:41 En los Juegos Olímpicos, en el combate de Pujilaptu, había matado a su adversario, Ico de Epidauro, de una piña en la pera.
0:08:51 El nombre de una pegada, le daba.
0:08:53 Parece que los árbitros no lo declararon vencedor porque había luchado de modo desreal.
0:08:59 Cleómedes, que había prometido asusionar el triunfo, se volvió loco.
0:09:04 De regreso a su patria, derribó la columna que sustentaba el techo de una escuela.
0:09:11 Con los inconvenientes que esto presupuest, se cayó el techo de una escuela y amasicó algunos alumnos que había.
0:09:19 Los habitantes lo persiguieron por perturbar la educación.
0:09:23 Y se refugió entonces en el Templo de la Téneda.
0:09:27 Nadie entró porque el Templo era un lugar...
0:09:31 Hasta el Gennaro iba a perseguirse a nadie, pero no lo volvieron a ver.
0:09:35 Para mí que se escapó por otro lado.
0:09:38 No, nada, ningún milagro.
0:09:40 ¿Qué milagro?
0:09:41 Hablemos de Iccion.
0:09:44 Era un tesadio que reinaba sobre los lápitas.
0:09:48 Parece que Iccion se quería casar con Día, hija del rey de Ioneo.
0:09:53 Y al pedir la mano de la muchacha, formuló grandes promesas al viejo.
0:09:58 Y dijo, te me dejas casar con su hija.
0:10:00 Te voy a regalar un kiosco de malaquita.
0:10:05 Cosas por el espino.
0:10:07 Cuando el viejo después de la boda le reclamó los presentes ofrecidos o prometidos.
0:10:13 Iccion le dijo, no te doy nada.
0:10:17 Y encima le tiró un pozo que estaba haciendo de brazos a ver, digan que.
0:10:22 Lo ha involvido, redondamente.
0:10:24 Es decir, que se había dicho culpable, no sólo de prejuicio, sino también de asesinato.
0:10:29 Por tal motivo, los dioses lo enloquecieron.
0:10:32 El horror suscitado por aquel crimen fue tal que nadie lo quería purificar.
0:10:38 Sólo Zeus se apiadó de él y lo libró de la locura.
0:10:42 Sin embargo, Iccion se mostró muy desagradecido.
0:10:46 Porque ni bien lo había purificado, se enamoró, le higra.
0:10:50 Las mujeres de Zeus y trató de violarla.
0:10:54 Hay nomás, recién purificado.
0:11:01 En ese momento, Zeus, para despistarlo, formó una lube, semestrante a la diosa.
0:11:08 E hizo que Iccion se uniera a ese fantasma.
0:11:12 Fantasma o no de esa relación nació Centaur.
0:11:17 Fíjese que era una lube, pero con tanto resonante.
0:11:25 Ciertamente, pero luego, se aclileció.
0:11:28 Haber violentado a la lube, era tan grave como haber violentado a Iccion.
0:11:35 Y Zeus decidió castigar Iccion.
0:11:38 Ya se casó.
0:11:41 Lo ató a una rueda incendida que tiraba sin cesare, que era un juego artificial.
0:11:45 Y lo lanzó por el aire.
0:11:48 Y como para purificarlo le había dado ambrosía, alimento que confiere la inmortalidad.
0:11:54 Iccion está todavía hoy sufriendo su castigo sin esperanza y que eso se nunca.
0:11:59 Hablando vuelta en una rueda incendida.
0:12:06 No es una rueda de los juegos artificiales.
0:12:10 Y feliz fue también la vida de Aura. No de Laura, sino de Aura.
0:12:15 ¿Puso nombre, significa?
0:12:18 Ahora.
0:12:19 No, no creo.
0:12:21 En griego. Acá dice que significa La Brilla.
0:12:27 Era hija de Peribea en un titán, del titán Le Lanto.
0:12:32 Veló como el viento era Aura.
0:12:36 Y dedicaba a casar con las compañeras de arte misma.
0:12:40 Y Dioniso, si no dejaba así, pero con cabeza, se enamoró de ella.
0:12:46 Y siempre trataba de alcanzarla, pero me daba muy ligeras y escapaba.
0:12:51 Y un día Dioniso le pidió a Aura o Iccion, el tercer dia.
0:12:56 Y la diosa, seguiendo la demanda del Dios, la hizo enloquecer a la mina de tal forma
0:13:03 que a la carrera siguiente daba pasos lentos y pausados, como si los locos daban de gran despaz.
0:13:10 No fue difícil para Dioniso poseerla, pero sucedió algo espantoso.
0:13:16 Aura había dado a Dioniso gemelos, pero en su locura los mató.
0:13:21 Y luego se tiró ella misma, el río Sangario.
0:13:24 Zeus la transformó en fuente para que dejara de molestar.
0:13:30 El señor Cicchio tuvo mala suerte.
0:13:34 En Caonia vivió una doncera noble llamada Antipe, un joven del pa...
0:13:39 Mucha que era de ahí la amaba y ella no correspondía.
0:13:43 Y un día los dos enamorados estaban en un bosque sagrado, contigo del trae de los arbustos, entre los lluvios, ahí del eco de la.
0:13:50 Y en aquel bosque, el amigocicchio, que era hijo del rey del país,
0:13:55 estaba presigiendo una pantera que había jurado atrapar de ver si ha mucho tiempo.
0:14:01 Cura, se cura.
0:14:03 Ah, se cura, muy to raro, yo diría decir.
0:14:05 De pronto Cicchio vio moverse el follaje y dijo la pantera.
0:14:10 Y arrojó la cabalina del medio de la espesura y se la enjartó a la hermosa Antipe en el medio del pecho, entre San Juan y Mendoza.
0:14:25 En el paso de Ufaldata.
0:14:27 Y la enjartó como su rascua, de que no te quedó ahí.
0:14:33 Cuando se acercó y vio el crimen que acababa de cometer, Cicchio se volvió loco.
0:14:38 Subió a su caballo, lanzó a la animada y controló una roca y se mató.
0:14:43 Y no dice nada aquí del pide que estaba con la mela.
0:14:49 Por último contemos la desgracia de cierta mujer llamada Alcino, casada con poligos.
0:14:55 Parece que la liosa Atenea se había enojado mucho con la muchacha por el siguiente motivo.
0:15:00 Habría contratado una irlandera y una vez terminada la labor, se negó a pagarle el salario stipulado.
0:15:07 Y se le daba la irlandera no te pagó nada.
0:15:10 Pero las irlanderas estaban bajo la protección de Atenea.
0:15:14 Atenea por protección gremial.
0:15:17 Y tomó Atenea por testigo de la mala ferida y la mujer Atenea en lo que llegó al Cino.
0:15:24 Y enseguida al Cino en virtud de esa locura se enamoró perdidamente de un huésped, un viajero de Zamos llamado Janto.
0:15:34 Abandona su casa, tu esposo, sus hijos y empezó a seguir al tipo por todas partes.
0:15:39 El tipo no le daba bolilla.
0:15:41 Y entonces esa locura la cero.
0:15:45 El tipo no le daba bolilla.
0:15:48 Entonces desesperada la irlandera, no la irlandera no, la contratante de la irlandera es el irlandero Charles Walmar.
0:16:02 Es curioso esta historia, un poco rara.
0:16:05 Se trae de los pelos, ¿no?
0:16:07 Sí, él tiene mucha armonía.
0:16:12 Ella nestra el asunto de las irlanderas, la protección de Atenea, sobre todo el gremio, la intervención.
0:16:20 ¿Qué le costaba directamente la izquierda, la nena, el Charles, sin involucrar un viajante llamado Janto?
0:16:29 Y le vino ahí que se dio.
0:16:32 Acha que la mujer es la que menos me gustó.
0:16:34 Pero también hay que decir que la peor locura es enamorarse por debajo de un viajante.
0:16:39 Por ejemplo, hay que andar siguiendo al que no te quiere.
0:16:43 Esa es la peor locura.
0:16:44 Esa es la peor locura para vos y para el que no te quiere.
0:16:47 El mundo estaría mucho mejor si le hagas las edos.
0:16:52 Bueno, ¿quién quiere dedicar a esta colección de locos, o no?
0:16:58 El amigo Tález, que hablamos de Mileto, por un lado, y que puede decir, un cuánto facilidad la gente,
0:17:05 y por qué de los motivos que se volvía el loco, era convertido en loco.
0:17:08 Pero sí, hay algo que voy a acordar, Alejandro.
0:17:12 Estáis en la locura en los mitos griegos, con muy castigo, con algo terrible.
0:17:16 Y me parece que eso está bien.
0:17:18 Vamos a actualizarlo sobre todo en algunos momentos donde hay una visión poética de la locura.
0:17:23 Así que creo que es un tiempo que lo pasa, pero no, mañana.
0:17:26 Y que los locos están afuera y se tira de un curso.
0:17:29 Entonces hago un respetuoso acto de compartir que ya los griegos de que es un castigo en la locura.
0:17:38 Yo quiero, si te lo permití, insistir en la dedicatoria tal amante de Antipo y Antipo,
0:17:46 que dice que estaba entre los griegos.
0:17:48 ¿Qué dijo entre los griegos?
0:17:49 A lo mejor, si quedó ahí, estaba en lo mejor del asunto, y ¡pá!
0:17:53 Me dejaba el hilo de dar nada y lensar para la novia.
0:17:58 Me dejaba el hilo redundante.
0:18:06 ¿Te escuchas, me?
0:18:07 Estaba lleno acá, eh.
0:18:10 Hay lugar para todo.
0:18:12 ¡Pri!
0:18:15 Cuando usted preguntaba que había sido ese amante, Alejandro,
0:18:18 ahora le digo, pongáseme el lugar de él,
0:18:21 y me pido con una dama y ve que de repente la jabalina...
0:18:25 ¿Usted se asoma?
0:18:26 ¿Ve qué pasa?
0:18:27 A mí me pegan los carones en la espana.
0:18:29 Lo mismo habrá pasado con este amante.
0:18:31 Voy a desarcorrir en los brazos.
0:18:33 Bueno, pero como se quedó sin amante,
0:18:36 vamos a dedicar el tango sinécia,
0:18:38 que es la versión de Charlo,
0:18:40 a este muchacho que es el hombre,
0:18:42 ni siquiera conservamos, eh.
0:18:44 Me están rápido que rajo.
0:18:46 Sinécia en la versión de Charlo.
0:18:49 ¡Adelante!
0:19:19 Me condena la mano misteriosa del reloj.
0:19:26 Me asesúe, me existe todo con tristeza.
0:19:31 Mi olva cojó la alcohol, la no me asumbra.
0:19:35 No puedo para convivir sinécia.
0:19:39 Sinécia era todo nada solo.
0:19:44 Sinécia, estoy sinécia, tristeza y solo.
0:19:49 Pensárete por querer la madre,
0:19:52 que pesa la vida de mis ojos.
0:19:57 Pensáresle mis ojos con la rantera.
0:20:03 Jamás ha de saber lo que la lloro.
0:20:07 Jamás ha de saber qué me maté.
0:20:11 Qué veo mi amargura como un loco,
0:20:16 que muero por la angustia de querer.
0:20:26 Y la encuentra a mis amigos y no le digan
0:20:31 que me dieron un hitario de que el lado
0:20:35 que me curó entre las sombras del pasado.
0:20:39 Las cosas que me han dejado amor.
0:20:44 Pero y no, bien es la noche que la esconde.
0:20:49 Y es la vida que me castiga.
0:20:53 El amor de Cera Sonda me responde.
0:20:57 La lluvia de la ausencia y de la Dios.
0:21:03 Sinécia, estoy sinécia, tristeza y solo.
0:21:08 Pensárete por querer la madre,
0:21:11 que pesa la vida de mis ojos.
0:21:16 Pensáresle mis ojos con la rantera.
0:21:23 Jamás ha de saber lo que la lloro.
0:21:27 Jamás ha de saber qué me maté.
0:21:31 Qué veo mi amargura como un loco,
0:21:40 que muero por la angustia de querer.
0:21:48 ¡A cantar lo charlo de Charlo y Castillo, sinécia!
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