Transcripción automática
0:00:00 Catálogo de errores y equivocaciones, ya que empezamos con eso.
0:00:07 Pero en los mitos.
0:00:10 Hay así, en los mitos griegos, una personificación del error que es A.T.S.
0:00:16 Se trata de una diminuidad menor que deposita sus pies sobre la cabeza de los mortales
0:00:22 y que ellos se ven cuenta.
0:00:25 A.T.S. había sido castigado y arrojado del olimpo por el Pseus y el motivo era siguiente.
0:00:32 Pseus había predicho que el primer descendiente de Perseo que naciera, por esos tiempos,
0:00:37 sería la dueña de la región de Missenas.
0:00:39 ¿Cómo contamos que estábamos una vez?
0:00:41 Había dos muchachas, justamente descendientes de Perseo, que estaban embarazadas.
0:00:47 Una de ellas era Alcmena, amada por ese A.U.S., vamos a decirlo así,
0:00:52 y otra, Missipe, amada por este enelo, que era un cuatro de copas.
0:01:00 Era la mujer de Pseus, enosa como siempre por las andanzas de su marido,
0:01:05 hizo que se retratara la gestación de Alcmena, la que no es A.U.S.
0:01:11 Recuerde que recién pudo dar a luz a los diez meses.
0:01:16 Nació entonces primero el hijo de Missipe y este enelo, que se llamó El Grispeo,
0:01:21 y se quedó con Missenas, fue el rey de Missenas.
0:01:24 Y de que se cortaba, dejó nada menos que A.U.S.
0:01:27 Hércules para los amigos.
0:01:29 Ahora bien, A.U.S., que estaba, que era amigo de E.A., había distraído a Pseus
0:01:34 para que no intercedieran el alumbramiento de su amada.
0:01:38 Y Pseus se vengó.
0:01:40 Le cerró a A.U.S. para siempre las puertas del cielo
0:01:43 y lo hizo caer desde lo alto de los lintos.
0:01:46 Caso en Frisia, en una colina que desde entonces tomó el nombre de La Colina del Error.
0:01:52 Desde allí sale A.U.S.
0:01:55 para depositar sus pies en la cabeza de los mortales
0:01:58 y es que verificado este fenómeno, se equivoca.
0:02:01 Cada vez que uno se equivoca, por mucho que diga de los psicoanalistas,
0:02:06 por mucho que diga de R.O.I., acerca de los ratofagidos, etcétera, etcétera,
0:02:11 es porque A.U.S. es la divinidad expulsada del olimpó
0:02:16 ha posado sus pies en la cabeza del equivocado.
0:02:22 Vamos a contar algunas historias de equivocaciones.
0:02:26 Vamos a ver qué les sucedió una vez a Castón y los Arboltíes, a los Arbolautas.
0:02:31 Después de pasar por la isla de Lennos,
0:02:33 aquí la isla se acuerda donde las mujeres habían sido condenadas por su empiedad
0:02:38 a despedir un olor espantoso,
0:02:42 los Arbolautas llegaron a la isla del rey sísico, en el país de los doliones.
0:02:51 El pueblo los recibió hospitalariamente
0:02:54 y el rey, junto a su bella esposa, Quite, los invitó a un banquete
0:03:00 donde se honró a Castón, a sus acompañantes,
0:03:04 se les sirvieron los mejores platos,
0:03:06 hicieron cantos en su homenaje,
0:03:09 les presentaron, según los mitógrafos, a las mejores mujeres de la isla.
0:03:15 Bueno, terminó el bailongo y a la noche siguiente,
0:03:18 Castón y sus hombres agradecidos y un poco cansados,
0:03:22 volvieron a la nave, a la nave Argos, para hacerse a la mar.
0:03:27 H hecho esto y luego navegaron un ratito,
0:03:30 parece que se levantaron vientos adversos
0:03:33 y, sin saberlo, antes de la amanecer,
0:03:37 tocaron tierra nuevamente en la costa de sísico y de los doliones.
0:03:43 Los lugareños, sin darse cuenta de que eran los huéspedes de la anuncia anterior,
0:03:48 los tomaron por pilatas pelazgos,
0:03:51 que parece que, frecuentemente, iban a atacar su país.
0:03:55 Y si armó una batalla, ya que los argonantas tampoco sabían dónde estaban.
0:04:00 Este, atraído por el estrésito, el propio rey sísico acudió una ayuda de sus súbditos
0:04:07 y cayó muerto a manos del propio Castón,
0:04:10 que lo ensalcó como su rasco de croto con su lanza.
0:04:14 ¡Es un enorme matanza!
0:04:17 Y al amanecer, las dos partes se dieron cuenta del error
0:04:21 y todos prerumpieron elementos.
0:04:25 ¡Uy, uy, uy! ¡Mira quién hizo eso nada!
0:04:29 Al muchacho de la otra no.
0:04:32 Jassón dispuso entonces magnífico funeral para sísico
0:04:37 y, por espacio de tres días los argonautas,
0:04:40 lanzaron lamentaciones rituales
0:04:43 y celebraron juegos en su anor, tal era la costumbre.
0:04:47 A su esposa de sísico, Clíte, ya mencionada, se ahorcó,
0:04:53 no de forma ritual, sino porque estaba desesperada.
0:04:57 Es decir, aquel orcamiento no formaba parte de los ritos jungles.
0:05:06 Bien, las ninjas lloraron a Clíte con tal de consuelo
0:05:12 y la lagrima se originaron una fuente que lleva su nombre, Clíte.
0:05:17 La famosa fuente Clíte está hecha por lágrimas de ninjas,
0:05:22 como puede comprobarlo cualquiera que bebe de esta fuente.
0:05:26 El agua tiene el áspero sabor de las lágrimas de ninjas.
0:05:33 Ese fue, ciertamente, un error lamentable
0:05:36 y el primero que hemos arrosado hoy.
0:05:39 Otro error fue el de Musio C. Escebola,
0:05:42 que es un personaje de los mitos romanos.
0:05:47 Cuando Roma, después de la exclusión de los tarquinos,
0:05:50 se dio citeada por los estruzcos,
0:05:53 Musio Escebola decidió darle muerte al rey de truco por cena,
0:05:58 así llamaba el rey por cena.
0:06:01 Y a tal efecto se introdujo Musio Escebola en el campamento enemigo.
0:06:08 Pero se le presentó un problema.
0:06:10 Musio no conocía al rey por cena.
0:06:13 No eran aquellos estos tiempos
0:06:16 en los que los personajes públicos son conocidos
0:06:20 a través de las fotografías y cincencias.
0:06:23 Y Musio fue a matar a por cena, pero no sabía cuál era por cena.
0:06:29 Entonces empezó a probar suerte apuñalando
0:06:36 al acaso a los que encontró durmiendo por allí,
0:06:41 haciendo fuerza para que alguno fuese el rey por cena.
0:06:46 Debe decirse que ninguno de los asesinados resultó ser por cena.
0:06:52 Y para peor, algunos guerreros despertaron ante los asesinados
0:06:57 y destruyeron a Musio.
0:07:01 Atrapado fue conducido al rey,
0:07:04 que toda vez que no había sido asesinado estaba viviendo y goleando.
0:07:09 Trajeron también un bracero,
0:07:11 con las correspondientes brazas al bien,
0:07:14 destinado a la celebración de un sacrificio.
0:07:18 Musio puso en el foro su mano derecha
0:07:21 y dejó que se consumiese sin quejarse.
0:07:27 Así nomás.
0:07:29 El rey por cena, admirado,
0:07:32 era un rey proclive a admirarse
0:07:36 cuando alguien ponía la mano sobre un bracero
0:07:40 y la dejaba quemarse por completo sin ni que siguiera un comentario.
0:07:48 Al mirado, digo, ordenó retirar el bracero
0:07:51 y escuchó a Musio
0:07:54 y se dispuso a creer cualquier cosa que este dijese.
0:07:58 Y Musio dijo lo cual era falso,
0:08:01 que presientos de sus hombres
0:08:03 aguardaban la ocasión de realizar la empresa en la cual él había fracasado
0:08:07 a saber asesinar al rey por cena.
0:08:12 Dijo también que no había sido elegido por sus médicos
0:08:17 sino que su presencia allí obedecía un sorteo.
0:08:21 Por cena entonces se asustó,
0:08:25 pensando que si cualquiera de aquellos hombres
0:08:29 era capaz de hacerse quemar una mano
0:08:34 sin un suspiro,
0:08:37 estaba ante un enemigo temeble.
0:08:39 Y entonces propuso un armisticio con Roma
0:08:43 que este bola aceptó
0:08:49 sin mucho ruido tampoco para que por cena no sospechara.
0:08:54 Musio, que resultó manco a causa de su sacrificio,
0:08:57 tomó desde ese momento el nombre de Cebola el sur.
0:09:03 Casi la mano quemada fue la derecha.
0:09:12 ¿Cuál es el error acá?
0:09:15 Bueno, el error está en que no acertó nunca con el rey
0:09:18 cuando empezó a apuñalar a los durmientes al acaso.
0:09:22 Si hubiera acertado, probablemente no hubieran matado.
0:09:26 Ni siquiera teníamos que oír.
0:09:29 Pero no se entiende muy bien
0:09:34 por qué el susto del rey por cena,
0:09:40 por qué lo asustaba un hombre
0:09:43 capaz de dejarse quemar la mano sin sistar.
0:09:47 Eres muy sutil pensar que todos eran así
0:09:51 y que esa es una virtud guerrera y estratégica
0:09:54 de dejarse quemar la mano sin sistar.
0:09:57 Se puede tener la presión seré ánimo,
0:10:00 la insensibilidad necesaria para eso
0:10:02 y ser sin embargo un pésimo guerrero.
0:10:05 Pero bueno, yo no era el rey por cena afortunadamente.
0:10:11 Hablemos de Egonomo.
0:10:13 Su error es claro y sus consecuencias rápidas.
0:10:17 No hay nada que me guste más que un error claro
0:10:19 con consecuencias rápidas.
0:10:21 Terribles son los errores oscuros
0:10:23 que a veces pasan por verdades
0:10:25 y las consecuencias caen agotas durante la eternidad.
0:10:31 Cuando Heraclés, después de su matrimonio con Dejanira,
0:10:34 vivía en la corte de su suegro en Eo, el rey de Calidón,
0:10:38 provocó una desgracia.
0:10:41 Que fue esta.
0:10:42 Así vivía un niño llamado Egonomo
0:10:45 que trabajaba como copero.
0:10:48 Quiero decir que servía compas a la gente.
0:10:51 Egonomo se encargaba de tratar hospitalariamente a las vicis.
0:10:57 En una oportunidad aparece que el niño
0:10:59 derramó en las manos de Heraclés agua tibia
0:11:03 que estaba destinada a lavar de los pies no a las marmas.
0:11:07 Y Heraclés se enojo y hizo castigar.
0:11:10 Le dio un bofetón.
0:11:12 Pero se lo dio con tal fuerza que lo le impidó a alguien.
0:11:17 Heraclés era una bestia.
0:11:21 Tuvo que encerrarse como era costumbre
0:11:24 para expiar el crimen
0:11:27 y se marchó a Traquis con Dejanira
0:11:30 para purificarse luego de aquel asesinato involuntario.
0:11:34 Voluntario está por ahí, no más, porque el bollo se lo dio.
0:11:39 Y ese fue un asador que estaba se cantando.
0:11:45 El último de la lista es muy divertido.
0:11:54 También los protagonistas eran.
0:11:57 La primera saña de Heraclés,
0:11:59 durante su adolescencia en realidad,
0:12:01 fue matar a León de Citerón una siera muy grande, muy feroz,
0:12:07 que producía verdaderos desastres en los rebaños del rey Pespio.
0:12:11 Ningún cazador se atrevía a enfrentarlo.
0:12:15 Heraclés resolvió librar aquella tierra de la bestia
0:12:19 y se instaló en la casa de Pespio, del rey Pespio.
0:12:24 Disculpen ustedes.
0:12:27 Y así pasaba el día campeando al León
0:12:30 y por la noche iba a dormir al palazzo.
0:12:36 Muy bien. Acabo de un tiempo lo mató, lo maravilloso.
0:12:40 Sin embargo, el rey Pespio y su esposa, Megámede,
0:12:45 qué nombre, ¿no?
0:12:48 aprovecharon esta día de Heraclés para otro propósito.
0:12:51 Los reyes tenían 50 hijas
0:12:54 y querían tener nietos que fueran hijos del héroe.
0:12:57 Y lo hicieron esto en la charla de la feria del libro
0:13:01 como una sustitución, como un caso de sustitución.
0:13:06 Lograron que Heraclés se uniera a una de las 50 muchachas durante la noche.
0:13:11 Y el héroe se enamoró a esta chica
0:13:14 y la invitó a continuar aquella desencuentra.
0:13:18 Le dijo, ¿qué te parece si continuamos estos encuentros todas las noches?
0:13:23 Y era que pensó de ese momento que se encontraría siempre con aquella muchacha.
0:13:27 Pero era una error. Todas las noches, Megámede, la madre,
0:13:32 se las arreglaba para introducir en la cama de Heraclés
0:13:36 a una de sus 50 hijas.
0:13:39 Y así durante 50 noches.
0:13:42 En la oscuridad, Heraclés se unió con todas pensando que eran la misma.
0:13:48 Probablemente algún modo lo eran.
0:13:51 Y de ese modo tuvo 50 hijos, los llamados Tespíadas.
0:13:56 Yo creo que 51 porque una de ellas le dio mes hijos.
0:14:02 ¿Preguntarán ustedes cómo confundía una hermana con la otra?
0:14:07 Siendo que por tratarse de 50 la mayor sería bastante más grande que la menor.
0:14:15 Probablemente se tratara, según creo, de 50 hijas
0:14:20 no todas de la misma madre.
0:14:23 Le digo, no, para explicar el error, pero tampoco explicar el error ni nada.
0:14:29 En cambio sí explica el error, la costumbre de la antigüedad clásica
0:14:34 de completar los actos venerios en la más absoluta oscuridad.
0:14:42 No se acostumbraba a encender lámparas.
0:14:47 Incluso algunos orientales acusaban a los griegos de encender lámparas.
0:14:54 Como si eso fuera verdaderamente un acto demasiado refinamento.
0:15:05 Y entonces, allí al oscuro, pero en la verdadera oscuridad,
0:15:10 no en esta oscuridad relativa que conocemos nosotros,
0:15:13 esta 70 lumbra que reemplaza la oscuridad en las ciudades.
0:15:18 En la verdadera oscuridad, en la impenetrable oscuridad,
0:15:21 todas las hijas de tectio se parecían.
0:15:24 Pero también contribuía probablemente a esto la oscuridad de la mente de Ráquiz,
0:15:31 la oscuridad de la amante que no discrimina,
0:15:34 la oscuridad de la amante inhalible que sí que no discrimina.
0:15:38 La amante inhalible lo es muchas veces porque distrimenla,
0:15:43 porque no son para él todas las amantes y más.
0:15:47 Entonces, con algunas es muy eficaz y con otras insolviente.
0:15:56 Y esto que parece un defecto es la mejor virtud de una mente,
0:16:00 por supuesto, el que establece diferencia.
0:16:03 El que mantiene simple la misma eficacia es el más indesal de los amantes.
0:16:09 Digamos que si yo fuera, por ejemplo, su hermana, la Rolón,
0:16:12 jamás elegiría a esta clase de amantes infalibles.
0:16:25 Estos son los errores que teníamos para hoy.
0:16:33 Hace esta divinidad tiene una característica en la consistencia.
0:16:43 Uno no advierte su presencia,
0:16:46 de modo que comete los errores que son hijos
0:16:50 de posarse de arte sobre nuestras cabezas en la creencia de que hace falta.
0:16:59 Es imposible, entonces, arrepentirse de errores que no registramos como cometidos.
0:17:09 La pregunta es cómo se da cuenta uno de esos errores.
0:17:14 La recuenta es que uno no se da cuenta nunca de esos errores.
0:17:18 No es indispensable en la novela que es la vida del historia universal
0:17:23 que un error se registre fatalmente como tal.
0:17:30 Estamos acostumbrados a la pieza bien hecha del teatro
0:17:36 en donde siempre hay un anagnosis, siempre hay un reconocimiento,
0:17:40 siempre hay una salida del error, al menos el público se entera de los errores.
0:17:50 Pero en la vida no.
0:17:55 A lo mejor vivimos convencidos de cosas que son absolutamente falsas.
0:18:01 En este mismo momento, mientras hablamos del error
0:18:07 y de la imposibilidad de registrarlo como tal,
0:18:11 tal vez estamos cometiendo otro error que ni siquiera sospechamos.
0:18:16 ¿Y qué podemos hacer ante esa duda, ante esa realidad,
0:18:22 que es la posibilidad a veces cierta y a veces remota
0:18:27 de que estemos cometiendo todo el tiempo gravísimos errores?
0:18:33 La respuesta es hacer que las consecuencias de nuestros actos
0:18:39 sean lo más lineales posible.
0:18:47 Rodearnos de una red tal de tolerancia y de cuidado
0:18:52 es decir, es verdad que estamos cometiendo errores,
0:18:55 al menos estos no tengan consecuencias prácticas.
0:18:59 Esto deberían aprender a contengenar a los jueces.
0:19:05 Pero también las personas que es una tolerancia piden de continuo
0:19:13 que todas las encarnientos, para cualquier clase de actos,
0:19:18 reales, vipicios, supuestos.
0:19:23 El mejor ejemplo es de los árbitros de futbol.
0:19:27 Hace algún tiempo estaba de modo admirado,
0:19:32 en referencia, el mejor de todos, pero también el más drástico.
0:19:36 Y yo decía que no me gustaba tanto porque esa drasticidad
0:19:41 hacía que el mínimo error tuviese consecuencias prácticas.
0:19:48 Así que lo único que podemos hacer,
0:19:50 ya que no sabemos si estamos cometiendo errores,
0:19:55 es ser suaves en nuestro trato.
0:19:59 Hemos ido a la discoteca para buscar discos
0:20:03 con canciones creolas o con tanguitos
0:20:06 que vinieran a mueblar estas pequeñas arras sobre los errores.
0:20:11 Trajimos uno que resultó equivocada.
0:20:18 Cuando lo fuimos a poner, era un disco sobre aciertos.
0:20:27 Hemos preferido entonces un disco que más que un error señala una duda.
0:20:32 Es lo que se me atrevo a dejar como actitud.
0:20:38 Es una milonga que suele cantar Don Albert Comerl,
0:20:42 que interpreta la joven cantante Victoria Moran,
0:20:44 y que se llama Cerael.
0:20:46 Cerael entre preguntas.
0:20:49 Conviene preguntárselo.
0:20:53 No solo cuando uno se introduce, por ejemplo,
0:20:56 en el dicho, a ocurras con una persona.
0:21:00 Cerael o Ceraesa.
0:21:04 Supongamos que nosotros tengamos la antigua costumbre
0:21:07 orientado de verificar nuestros actos sexuales
0:21:11 en la más completa oscuridad,
0:21:13 incluso como gesto de cortesía para con nuestros compañeros.
0:21:22 Bueno, admistamos esa posibilidad,
0:21:25 pero no cuesta nada preguntar.
0:21:29 ¿Pero en gris aún no entrenasabanas
0:21:31 ante la primera caricía?
0:21:33 No cuesta nada.
0:21:35 Ustedes, en doctor Pulano...
0:21:39 Ustedes en doctora Duarega?
0:21:43 Ah bueno, disculpe, me voy.
0:21:45 Hay cada aprovechado, doctor.
0:21:49 Airaques le pasó también algo parecido
0:22:00 con el dios Pan, algo al revés.
0:22:04 El dios Pan andaba muy deseoso
0:22:09 de unirse con Pómpale,
0:22:12 una señora que andaba con Airaques.
0:22:15 Y acostumbraban a encontrarse
0:22:18 en actores de esta señora en una cueva.
0:22:21 Todas las noches se hicieron una cueva,
0:22:23 no tenía ningún control.
0:22:27 Y a los curos nomás se llamaban.
0:22:32 Pero una noche un paletúre el siguiente capricho,
0:22:36 un capricho un poco inexplicable,
0:22:38 dado que hacían todo a los curos.
0:22:40 Obligó a Airaques a vestirse con las ropas de ella,
0:22:42 y ellos, un poco, yo, te habrán puesto.
0:22:44 Y a la testable piel de León, que usaba Airaques.
0:22:48 Y Pan, justo esa noche, el dios Pan,
0:22:50 tuvo la ocurrencia de meterse en la cueva
0:22:53 para ver si sotegada las pasiones de Airaques
0:22:58 podía él, ese hermano de Ompale,
0:23:02 haciéndose pasar por el propio Airaques
0:23:05 en un nuevo turno.
0:23:11 Y el trono más Pan empezó a tantear
0:23:14 que era la única posibilidad que tenía
0:23:17 invalidado ese sentido de la vista por la aculidad de la realidad.
0:23:21 Cuando palpó las cedas de la ropa de Ompale,
0:23:26 dijo,
0:23:29 hacía algo de eso.
0:23:33 Sin embargo, ante los primeros indicios de su error,
0:23:38 pensó, será él,
0:23:43 era él,
0:23:46 y Airaques lo sacó a Amparcadas en el cuevo.
0:23:51 Será él, Canta ahora, Victoria Mora.
0:24:09 Sobre el drocancia de guarda
0:24:13 el viejo cojo Aguatero.
0:24:17 Con su pérdida al domingo y dolar
0:24:21 moja sentada al guarda
0:24:24 que se cegue el sol y la guitarra
0:24:28 y en su cariño preciente
0:24:32 por el que llevando a la frente
0:24:35 una mano estlora aderta
0:24:38 la vieja juega de fiesta
0:24:42 donde no asuma el ausencia.
0:24:55 Y mientras cada mirada
0:24:57 trae un cúbilo gaulendo
0:25:01 un travese va muriendo
0:25:04 con un rey de la caída
0:25:08 y un gran sol de erección mala
0:25:12 y lo oculta en la vacina.
0:25:15 Mira la flor prometida
0:25:18 siempre con manos en el dios
0:25:21 tortura de los moños rosas
0:25:25 de la incupensa rey de vida.
0:25:31 Y si no te lo hagas,
0:25:34 te lo harás.
0:25:37 Y si no te lo hagas,
0:25:40 te lo harás.
0:25:43 Pero de pronto
0:25:46 calmando junta
0:25:49 y es tu feliz
0:25:51 ah, un gilete que te brisa
0:25:54 y es un animo acortando
0:25:58 de los dulces conjuntando
0:26:02 de esa conancia el flamen
0:26:06 y aunque da bien cinco pies
0:26:09 le promete su ventura
0:26:12 suspirando con termura
0:26:16 les pregunta si irá.
0:26:29 Y lo que más para qué decirlo
0:26:33 si ya está vivo
0:26:36 es el rey pero que no ha existido
0:26:39 y ni siquiera se puede jugar.
0:26:43 Y todo adirando la vez
0:26:46 reloj posible en el ojo
0:26:50 hay tan amor en sus ojos
0:26:53 que solo pierde el terreno
0:26:56 mientras temblando el suelo
0:27:01 rey de clave
0:27:05 marrón.
0:27:21 En la denia Sacera Terrible hemos escuchado
0:27:23 de Victoria Moran interpretar
0:27:25 ¿Será él?
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