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20 de Enero de 2003

Excentricidades de los reyes

Transcripción automática

0:00:00 Nuevo catálogo de eccentricidades de los reyes es el tema de hoy.
0:00:04 Ya otras veces hemos hablado de algunos caprichos, de algunas manías, de algunos verdes fines,
0:00:10 de los príncipes, y estas manías, estas eccentricidades que pueden ser anodinas incluso,
0:00:22 profesadas por alguna persona común, se convierten en algo peligroso cuando se ejecutarán por
0:00:32 redes y príncipes, y los que parecen las consecuencias de esos verdes fines son los
0:00:39 súbditos. Hablamos, no parece el otro día, de la pasión naval de Gustavo II de Suecia,
0:00:45 que me gustaba construir barcos, y construyó uno que se unió en 10 minutos. Hablamos,
0:00:52 me parece, de las prácticas médicas de Pedro I de Rusia, que al parecer se unía placer en operar,
0:01:00 entonces por ahí se operaba, así siempre los resultados fantales. Y de las desdichadas
0:01:08 investigaciones lingüísticas de Rodrigo II Stauffen, que quiso saber cuál era la
0:01:14 lengua original del mundo, para lo cual escribió algunos niños en el silencio más absoluto,
0:01:21 con el siniestro resultado de la muerte de aquellos niños. Hoy hablaremos de otros reyes y
0:01:30 otras manías. Gustavo III de Suecia, por ejemplo, fue el mismo que hay que asesinar en 1792 cuando
0:01:39 estaba en el teatro de la ópera, y fue inspirador de una ópera de Berlín, un balo y máscara. Era
0:01:49 escritor, Gustavo III, que gustaba los temas históricos, referidos a reyes de Suecia, a sus
0:01:56 antecesos. Pero una ficción más extraña que le he describido en el siguiente, sentía mucho
0:02:04 interés por los peligros que podía traer el tomar café. En realidad odiaba el café y dedicó
0:02:12 muchos años de su vida a demostrar que el café era pernicioso. Para apoyar en base científicas,
0:02:19 este obvio que tenía por el café, obligó a dos criminales condenados a prisión perpetua,
0:02:25 a que tomaran café el primero y té el otro, y dispuso que dos médicos los controlarán durante
0:02:33 todo el descarro de sus vidas para ir anotando las desagradables consecuencias que traía el
0:02:42 ingerir café. Pero hay que decir que antes de obtener algún resultado, Gustavo III había prohibido
0:02:50 el café en todo el territorio nacional de Suecia, y esa prohibición se cumplió mientras él estuvo
0:02:58 en el poder. Bueno, mientras el rey esperaba haber morir pronto al bebedor del café, el que murió
0:03:06 primero fue uno de los médicos, después murió el otro, el otro médico, después el bebedor de
0:03:13 té y después enfermó Gustavo III. Y en su lecho de muerte, el rey convocó al presco,
0:03:22 al que había obligado a tomar café todos los días de su vida y en virtud de aquella
0:03:31 participación, en experimentos reales, le consello la libertad. Y ahí se fue lo más chulo
0:03:38 el tomador de café único sobreviviente de aquel experiencia. Esto no quiere decir que después
0:03:46 de todo y que después sea bueno, ni tampoco quiere decir que sea malo. Lo que quiere decir es que eso
0:03:53 no es un experimento científico. Claro. Cacó primero la Inglaterra, que fue el rey del comodoso
0:04:00 de siglo XVII, tenía una gran afición por las telas más suntuosas. Andaba siempre buscando
0:04:10 cortes de telas orientales, especialmente de las cedas finas que venían de aquel, que había venido
0:04:17 de la China. En una oportunidad cansado de esperar la llegada de los viajantes o de tratar
0:04:26 con mercaderes siempre neciosos de hacerse ricos, Cacó decidió publicar sus propias cedas.
0:04:36 Quiso montar en su reino una gran factoría para lo cual compró 10.000 moreras y las plantó en
0:04:48 un terreno que el mismo de un año después se edificaría en Palacio de Buckingham. Cacó
0:04:55 a frente de estos emprendimientos. Consiguió también los gusanos correspondientes con los cuales
0:05:08 pobló aquellas moreras y se puso a esperar en lo que hay que hacer para conseguir cedas,
0:05:14 conseguir las moreras, los gusanos y después esperar. Pero no les fue bien porque el rey ignoraba
0:05:22 que había dos clases de morera, la blanca y la negra. La blanca es la que da las hojas
0:05:28 que comen los gusanos y la negra la que da las moras, que son tan apetecieras como frutas,
0:05:36 pero que los gusanos les genian como una cosa totalmente ajena. El rey conantó los árboles
0:05:46 equivocados, en verdad. Y los gusanos no colaboraron en su proyecto y después de seis años, Jacó
0:05:54 dejó esperar y se dedicó a otra cosa. En realidad la finca se convirtió en un jardín de paseo
0:06:00 del duque de Buckingham y luego en Palacio Real. En un rincóncito del jardín del Palacio todavía
0:06:07 hay una morera de las que equivocadamente se mandó plantar Jacó. De todo modo, el deseo
0:06:18 de tener uno su propia cidad es muy antiguo. Ya los emperadores de Bizan y Cio habían mandado
0:06:28 a robar los gusanos de China. Al parecer algunos fueron traídos en el interior de unas cañas de
0:06:42 hombre, tal como, como hizo Prometheo cuando robó el fuego. O sea, en el interior de una caña
0:06:54 se mandó una abraza, Prometheo, a los dioses. Y gracias a eso hoy tenemos el fuego, sino
0:07:00 toda nuestra industria se vería muy perjudicada ante la imposibilidad de prender fuego. La
0:07:10 siderurgia, los ferrocarriles, nada de eso funcionaría por lo haber podido prender fuego
0:07:22 y es agampar los ingenios que movilizan estos ingentes máginas. No me digas, si como diciendo,
0:07:33 que no sé qué es más tarde o más temprano. Algunos lo hubieran descubierto como se prende
0:07:40 fuego, cosa que está en el alcance de cualquier huella. Claro. No es todo algo tan difícil.
0:07:47 Sí, sí, no, lo hizo Tom Hanks, miren, lo ponían. Bien, de todos modos contaremos otra afición.
0:07:57 En este caso ese soltán turco, el ín primero, allá mediados del siglo XVI, que según parece,
0:08:08 andaba siempre caveado. Estaba permanentemente en corda y se mostraba exigente y exisito,
0:08:16 sin embargo, en los discores que demandaba. Principalmente le gustaba el vino de Cifre.
0:08:23 En cierto momento se dio cuenta de que sus bodegas mostraban escasez de aquel vino y se desesperó
0:08:31 porque Cifre estaba en mano de los venecianos. Entonces determinó apoderarse en esa isla,
0:08:37 para lo cual tuvo que emprender una sangrilla en esta campaña del Vica,
0:08:42 durante la cual se registró la matanza de 30.000 habitantes en Nicosia.
0:08:50 Naturalmente toda guerra sangrilla, no serían guerras.
0:08:56 Apenas el ín resolvió su carencia de vino por aquel expediente tan violento,
0:09:04 el soltán no pudo beberlo en paz porque venecia, España y el Vaticano se unieron para ser
0:09:10 referente y tuvo lugar una batalla que todos recuerdan, nada menos que la batalla del defante.
0:09:18 Pero aun así el soltán no paró a beber. Una tarde en el Palacio Topkapi,
0:09:27 el ín primero disfrutaba en el baño una de sus cortesas de vino cifriota, mientras se baneaba.
0:09:37 Pero resbaló, dio con la cabeza en el piso y a continuación falleció.
0:09:52 Esto podría conducirnos a una moraleja, a cual orden de invadir Cifre,
0:09:59 hacerse con el vino cifriota y luego inserirlo mientras uno se lava,
0:10:06 produce revalones y caídas que acarrean la muerte. Pero eso es una moraleja propia de aquel rey,
0:10:17 que yo meto 25, censurábamos unos párrafos más atrás.
0:10:23 El caso es que se murió y no tengo ningún otro comentario que hacer.
0:10:29 Cristian IV de Dinamarca que gobernó hasta 1648, una vez por mes hablando de vino,
0:10:37 tomaba unos 30 o 40 bajos de vino en un año a 100.
0:10:44 Decía que no había nada tan bueno para un hombre como emborrarse totalmente una vez al mes.
0:10:50 A esto le llamaba pensamiento científico.
0:10:54 Según él esta práctica aseguraba purgar los humores malignos.
0:11:01 Estaba tan orgulloso el rey Cristian de su firmeza en tales rutinas.
0:11:06 Esta gente que se enorgullece de su firmeza en la debilidad,
0:11:14 que las apuntaba en su diario, se apuntaba en las ebórneas,
0:11:19 y ahí constaba con una cruz el día en que tenía que ser llevada entre varios a la cama
0:11:24 y con dos cruces cuando podía volver solo.
0:11:30 Último caso, y este caso lo hemos contado hace mucho tiempo, y es el que más me gusta.
0:11:36 El príncipe Cristian de Orstein era el hierro de la reina victoria, la reina enlatar.
0:11:43 Y había quedado tuerto en una cacería.
0:11:45 Parece que el duque de Conoch, en vez de acertarle un pájaro que pasaba,
0:11:51 le sacó un ojo y un ciro a su pariente.
0:11:57 En Cristian no se limitó a ponerse un ojo de cristal como bien en que cualquiera,
0:12:02 sino que tuvo el siguiente berretín.
0:12:06 Encargo un repertorio de ojos de distintos colores y expresiones y modalidades.
0:12:14 Usaba un hombrojecido cuando estaba refriado para que la irridación fuera sinéctrica.
0:12:23 Y así lo tenía de distintos colores, lo tenía mirando hacia distintos lugares.
0:12:36 Incluso llevaba siempre consigo en una cajita los ojos,
0:12:40 peor sería que los llevara sueltos en el bolsillo,
0:12:43 y caminara haciendo el ruido característico de aquellas personas,
0:12:47 y llevan el bolsillo del hielo de ojos.
0:12:53 Estaba tan orgulloso de esta caja de ojos, que a menudo la sacaba y la mostraba
0:12:59 a la concurrencia en cenas de palacio.
0:13:02 Qué espectáculo, ¿no?
0:13:04 No era raro que en plena fiesta, en plena fiesta,
0:13:07 el príncipe se cambiara un ojo por otro,
0:13:12 ya que por ahí había ojos que convenían más a distintas damas, a distintas situaciones,
0:13:17 un ojo a medio viniar,
0:13:23 un ojo muy abierto, un tipo sorprendido,
0:13:27 claro para enotar un cierto asombro, etcétera.
0:13:36 Este es el que más me gustó de todos, el que se cambiaba de los ojos.
0:13:44 Aquí hemos señalado la posibilidad, incluso, de que los ojos que se salen de su lugar
0:13:51 continúen viendo.
0:13:53 Entonces, ese aquel ojo de los ojos sigue viendo, independientemente de donde esté situado.
0:14:01 Debo dar que es posible que los que pierden el ojo, por ejemplo,
0:14:07 una batalla sigan viendo, al menos hasta que ese ojo se recupere,
0:14:11 el paisaje de la batalla en donde perdieron el ojo.
0:14:14 Esto sirve, entre otras cosas, para dar con el ojo extraviado,
0:14:19 ya que va a tomar rosa de algunos de los detalles que ese ojo extraviado está viendo,
0:14:25 para calcular en qué lugar puede estar ese ojo.
0:14:31 Es cierto que no todos los ojos quedan mirando hacia carteles reveladores.
0:14:36 Mucha suerte sería perder un ojo en la estación del Palomar,
0:14:40 y que justo ese ojo quedara mirando hacia el cartel que dice el Palomar.
0:14:45 Pero también sería mucha mala suerte que quedara mirando hacia abajo,
0:14:48 alulando toda la posibilidad de caracterizar el lugar del labio.
0:14:52 Lo más lógico es ver algunas cosas.
0:14:54 Por ejemplo, el colectivo 102 que pasa por allí.
0:14:59 Esto nos da una pista, y ya imagino las huestres reales,
0:15:04 los investigadores del Rey, o en este caso del príncipe Christian de Hossain,
0:15:12 agachados todo a lo largo del recorrido del 182,
0:15:19 desde la Cara de Irriba a Davia hasta José Cepá,
0:15:22 hasta dar con el ojo del príncipe actual.
0:15:30 Me gustaron mucho estos disparates reales, aún muy divertidos.
0:15:35 Pero le gustó más, entonces con esa tima.
0:15:39 Primero ahí el último, Alejandro.
0:15:41 El del ojo y el delicace, que es un decir...
0:15:44 Me dejan una sensación de arroja seguramente,
0:15:47 pero que este tipo que era tan mal científico no era tan mal perderor.
0:15:50 Ese quebrón que da última hora, por lo menos en esta situación,
0:15:54 parece que se vuelve.
0:15:57 Pero es curioso, hay mucha gente que piensa en ese modo.
0:15:59 A eso le llama a pensar.
0:16:02 Bueno, desde los tocos no me lo imagino,
0:16:07 el tipo eligiendo su ojo más seductor.
0:16:10 Seguramente alguno le traería buena suerte con la dama,
0:16:13 pues sí, la dama le iba a poner este ojo.
0:16:16 Y lo haría con la de mal elegante, con la cierta afectación.
0:16:20 Me imagino que entonces no le faltaría una pequeña franella
0:16:24 para ilustrar el ojo.
0:16:27 Y seguramente se había el aliento antes de ponerlo.
0:16:32 Digo, yo creyendo que todas las personas son tan grasas como yo.
0:16:40 He vosido a la discoteca a buscar discos de ojos.
0:16:45 Ahí hemos encontrado el bellísimo Valls.
0:16:48 Yo no sé qué me han hecho tus ojos, casualmente.
0:16:55 Que es lo que cantaba las novias de Christian Lechholstein
0:17:00 cuando él sacaba todos sus ojos, que no eran dos, sino muchos más.
0:17:07 Estoy enamorada de sus ojos, le decían las novias de él
0:17:12 y aquel juicio era mucho más amplio que de ordinario.
0:17:15 Esta clase de anunciados por lo que nada se reciben a dos ojos.
0:17:19 En este caso eran una buena docenita de ella.
0:17:24 Yo no sé qué me han hecho tus ojos, canta Carlos Gardel, ahora mismo.
0:17:49 Yo no sé qué me han hecho tus ojos, canta Carlos Gardel, ahora mismo.
0:18:19 Un poco para mí, no lo sé de inicio,
0:18:31 es una relación que alguergo para ti.
0:18:35 Un poco cuando un defecto se va a respetar, con tenido y amor.
0:18:39 Tus ojos son divinos y me tienen por el tuyo, por el duelo.
0:18:44 Un poco para mí, no lo sé de inicio,
0:18:48 es una más que aunque él, el querrón contra el sí.
0:18:52 Un poco para mí, que era la luz de mi cocina, por el cual por la media,
0:18:58 por un cerebro de la venta, era el doblio,
0:19:01 pero es solo porque con todos tuve mi amor.
0:19:04 Yo no sé cuántas noches hay en tu ocio,
0:19:09 en tu ocio, pelzando por él.
0:19:13 Pero sé que al dormir de una noche, con su ocio pareció todo bien.
0:19:22 No sé qué me han hecho tus ojos,
0:19:26 en el brujo con su rafelador,
0:19:30 con lo secreto que ponía el alma,
0:19:34 una imagen marcada con huevo de amor.
0:19:50 Un poco para mí, que era la patina,
0:19:54 que era la patina,
0:19:56 tus ojos son de tela,
0:19:58 que va a respetar con el doy amor.
0:20:01 Tu poco con divino, que me quiere soportar tu guardador.
0:20:05 Tu poco para mí, no me reflejo bien,
0:20:09 y no me hacía el querer,
0:20:12 que recupere el gil,
0:20:14 tu poco para mí,
0:20:15 que era la luz de mi cocina,
0:20:18 por el cual me guiarán,
0:20:20 por un cerebro de la venta,
0:20:22 y es plenso porque tus ojos son,
0:20:27 en mi amor.
0:20:36 En la venganza será terrible,
0:20:38 hemos escuchado a Carlos Dardel,
0:20:40 cantando de canaro,
0:20:42 yo no sé qué me han hecho tus ojos.

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