Transcripción automática
0:00:00 Continuamos a la venganza Serat de Ribre. Estamos en la matina de los lunes,
0:00:12 momento en el que hacemos el programa más temprano.
0:00:16 Y lo pasamos a la medianoche, lunes a las 20 horas.
0:00:19 Quiero decirles al público presente que los mensajes los pueden dejar ahí
0:00:23 como tirados al borde del escenario porque hoy no están las cajas.
0:00:26 Hemos perdido también las cajas.
0:00:29 Alguien se llevó la caja.
0:00:31 Bueno, señores, quiero decir que algunos políticos argentinos deberían aprender
0:00:38 de Román Riquelme para hablar de las personas que no forman parte de su entorno,
0:00:45 para sus opositores, digamos.
0:00:48 Para sus adversarios, claro.
0:00:50 Para los adversarios políticos, ¿no?
0:00:53 Y está muy bien elogiar generosamente al que aparentemente no está contigo.
0:01:02 Es una forma de astucia y es muy eficaz.
0:01:08 Es muy eficaz porque deja sin asunto.
0:01:11 ¿A qué curso de lenguaje se le insulto?
0:01:15 Así que bien.
0:01:18 Hablaremos de Nikolai Gogol esta noche.
0:01:25 Contaremos algunas excentricidades que han sido reveladas por Vladimir Nabokov.
0:01:32 Gogol nació en 1809.
0:01:35 Bueno, esta no es una excentricidad.
0:01:37 Nació en Mirgorod, en la provincia de Poltava, allá donde Judas perdió el poncho, imagínense.
0:01:46 Sus padres eran cosacos. Con eso le digo todo.
0:01:49 No era un niño atractivo.
0:01:51 Dice Nabokov que era un chico blandengue que andaba con las manos sucias y los risos grasientos
0:01:58 y que le salía pus de las orejas.
0:02:01 Es curioso que la pus, supurando de las orejas, venga a formar parte de la descripción de un individuo.
0:02:07 Quiere decir que no sería una pus contingente, sino esencial.
0:02:12 Se hartaba de comer caramelos pegajosos, dice Nabokov.
0:02:17 Los compañeros de la escuela provocaban, o mejor dicho, procuraban, no tocarlo.
0:02:25 Y no tocar tampoco los libros que le había utilizado.
0:02:28 No se le acercaban justamente para evitar tomar contacto con la pringa y la cochambre, que eran proverbiales en aquella persona.
0:02:35 Cuando terminó sus estudios en Nitsim, en Ucrania, Gogol viajó a San Petersburgo para buscar trabajo.
0:02:43 Al llegar se agarró un enorme refrío porque en el viaje se le había congelado, literalmente, la nariz.
0:02:51 Tuvo congelamiento de nariz. Es que Gogol tenía una nariz muy larga.
0:02:56 Una de sus bromas predilectas consistía en cubrirse la nariz con el labio inferior.
0:03:01 ¿Cómo me gustaría hacerlo?
0:03:04 Hay un cuento que Gogol, llamado la nariz, se escribió mucho más tarde.
0:03:08 Allí fue un funcionario que descubre que ha desaparecido su nariz, después la nariz cobra vida, anda paseándose en carruaje, en cuanto a estupendo.
0:03:18 Gogol admiraba muchísimo a Puskin y cuando llegó a San Petersburgo lo primero que hizo fue ir a visitarlo.
0:03:24 Fue el y golpeó la puerta directamente.
0:03:28 Pero no tuvo suerte porque Puskin se negó a recibirlo. Según el ayudante que lo atendió, el maestro estaba muy concentrado en ese instante.
0:03:36 Gogol preguntó si estaba escribiendo alguna nueva obra y se le respondió que no, que estaba jugando a la baraja y que jamás podía interrumpírselo en esa circunstancia.
0:03:47 Aunque sí cuando escribía.
0:03:51 Gogol se retiró un poco desmoralizado. Allí en San Petersburgo empezó a escribir.
0:03:57 Publicó unos poemas que no gustaron a los críticos y fue tal el dolor y la humillación que Gogol compró todos los ejemplares y los destruyó.
0:04:07 También fue funcionario, Gogol. Concibió pertenecer a un círculo literario y conoció finalmente a Puskin y accedió a un puesto de profesor de historia.
0:04:18 En 1831 escribió su primer libro de historias ukrainianas. Se llamó Noches en una Hacienda de Dikanka.
0:04:26 Y esta vez le fue bien. También que puede decir que a los 22 años era famoso, famoso y extraño.
0:04:34 Cuenta a Nabokov que Gogol parecía estar desconectado de la realidad. A veces aparentaba ser tímido y retraído y otras veces desmesuradamente engreído.
0:04:44 Puede ser que heredara algo de la locura de su madre.
0:04:49 Ahora que estamos solos, la madre estaba loca.
0:04:54 Pasaba la mayoría del tiempo en un estado de sueño enfermizo.
0:04:59 Gogol también era propenso a largos ataques de aburrimiento y estados de estupefacción y somnolencia durante los cuales era incapaz de actuar.
0:05:09 Se quedaba quieto en una especie de duermevela durante tres o cuatro días.
0:05:15 La gente decía que era un haragán. Veo como la gente. Uno no puede estar loco que ya dicen que es haragán.
0:05:22 Era eso sí, condría conotable este hombre. Siempre decía que estaba muy enfermo.
0:05:30 Como yo. Dijo pero yo sí estoy enfermo.
0:05:34 En cuanto a la mamá de Gogol, que escusa locura acaba de hablarse, adoraba a su hijo.
0:05:42 Y fue convencida de que era el responsable de todos los avances tecnológicos de la época, incluidos el telégrafo y el ferrocarril.
0:05:51 Si no fuera por mi hijo no tendríamos ferrocarril.
0:05:55 Está loca, sí.
0:05:57 Gogol escribía de noche. Decía que durante el día la misma clase de locura tenía la mamá de Stephen Song, el inventor de la locomotora.
0:06:09 Desculpe, me ha olvidado.
0:06:12 Decía que durante el día había que ir al mercado a pagar impuestos. Tiene razón. Digo porque escribía de noche.
0:06:19 El día es para ir a pagar los impuestos.
0:06:21 ¿Paga mucho?
0:06:23 Claro, qué sé esto de andar escribiendo de día.
0:06:25 No es juez.
0:06:26 También decía que no podía escribirse nada si no mediaban tres o cuatro horas previas sin hacer nada.
0:06:36 Bueno, podías volver al laburo y ponerte suponiendo que tuvieras otro trabajo.
0:06:40 Y ponerte a trabajar.
0:06:42 No. Tenías que hacer tres horas de cebo.
0:06:46 Ya es uno.
0:06:47 Y después recién escribir.
0:06:50 Parece que aunque estuviera muy inspirado escribía un máximo de diez páginas por cada jornada, que a mí me parece muchísimo.
0:06:58 Pero como quiero que sea, él no se permitía escribir ni una más.
0:07:02 Decía que ninguna supuesta inspiración que sobrepasara esa cantidad de páginas era fiable.
0:07:08 Así que condensaba una jornada inspirada en un máximo de diez páginas y nada más.
0:07:15 Después al día siguiente releía.
0:07:17 Hacía muy bien. Hay que desconfiar de las jornadas inspiradas.
0:07:22 Cuando tenía una jornada muy inspirada, al día siguiente empezaba a releer y a ver, porque uno está entusiasmado y dice qué genio que soy.
0:07:31 Acaso lo que uno cree inspiración no es más que una especie de autocomplacencia, hija de Bermud.
0:07:38 En 1835 escribió Mirgorod y allí incluyó el relato Taras Bulba, que fue ampliado en 1842 para convertirlo en una novela.
0:07:49 También en 1835 trabajó en el inspector gubernamental, también llamado el inspector general o el inspector, como usted quiera.
0:07:58 Parece que lo ayudó Puskin a escribir el inspector, que ustedes lo conocen.
0:08:03 Aquella historia que los habitantes de una ciudad confunden a Danny Kay, que fue el que hizo la novela.
0:08:11 Confunden a un viajero con el inspector que estaban esperando y le ofrecen todo tipo de regalos para que pase por alto las irregularidades que ellos mismos cometían.
0:08:21 Sátira estupenda la sociedad humana, el régimen de autoridades y jerarquías en general.
0:08:27 Poco después murió Puskin y Gogol quedó destrozado.
0:08:32 Dijo que él también había muerto, y entró en una de sus omnolencias que duraron un mes.
0:08:39 Salió de ese estado, viajó a Roma, así vivió muchos años.
0:08:44 Empezó a escribir almas muertas. La historia de Pavel Chichikov, un estafador que iba de un lugar a otro, comprando típulos de propiedad, de casas, de los sirvientes que aparecían en los censos, pero que habían muerto hacia poquito.
0:08:59 Esas eran las almas muertas.
0:09:02 Con esas propiedades como Abal, Chichikov planeaba conseguir un crédito por una propiedad con almas vivas.
0:09:10 Después escribió sobre todo El Capote.
0:09:14 En el momento de su publicación, almas muertas figuraba como la primera parte de una obra más amplia.
0:09:21 Gogol empezó a escribir la continuación, pero tuvo un ataque místico, para no decir de locura, y tiró el manuscrito al fuego.
0:09:30 De Roma fue en peregrinación a Tierra Santa y regresó a Rusia en un estado de profunda melancolía.
0:09:39 Se entregó a la influencia de un sacerdote, que lo convenció de que su obra era pecaminosa.
0:09:43 Entonces destruyó en el fuego más obra de la que actualmente se conoce.
0:09:50 Entonces, maravilloso aporte, se lo dovemos a este sacerdote, como tantos otros, a la cultura.
0:09:57 Gogol era un hombre casto. Se creía insignificante y se condenó a admirar a las mujeres de teléfono.
0:10:06 Quiso solucionar este problema en los últimos años de su vida y le propuso matrimonio a una joven condesa.
0:10:13 El matrimonio, según explicó, debía ser plenamente espiritual.
0:10:17 Le advirtió, incluso, a la mujer que el sexo no intervendría. Fue rechazado.
0:10:23 Y se deprimió todavía más. Así, sin poder escribir, sin poder amar, se tumbó en una cama y se negó a hablar con nadie o que lo visitara nadie.
0:10:33 Esto fue en 1852, tenía 43 años. Tenía también una extraña teoría trascendental acerca de las mujeres.
0:10:43 Decían que los pensamientos eran la mujer. El pensamiento y la creación del artista, hombre es mujer decantada.
0:10:52 La poesía es mujer que ha pasado por un tamés. Es una buena idea.
0:11:02 El pensamiento y la creación del artista, hombre es mujer decantada.
0:11:07 Y la poesía es mujer que ha pasado por un tamés.
0:11:13 Navocov dice algunas otras cosas de Google. Pero la verdad es que Navocov, que ha sido un escritor tan complejo y lo hemos dicho varias veces aquí,
0:11:20 tiene unos libros sobre crítica literaria. Él fue profesor de literatura en Estados Unidos.
0:11:27 Y desconoció las formas actuales de la crítica literaria, de la enseñanza de las estructuras.
0:11:34 Y entonces cuenta los argumentos.
0:11:38 Y cuenta también o los relaciona con aspectos históricos de la vida de los escritores, que son interesantes.
0:11:45 Pero, o lance a juicios también, juicio de valor.
0:11:50 Google fue uno de los cumbres del realismo de la literatura rusa.
0:11:54 Bueno, fenómeno. Pero, ¿a dónde está la fenómeno?
0:11:59 A mí me parece que para enseñar literatura, para desentrañar lo que la literatura es,
0:12:12 hay que ayudar a comprenderla.
0:12:15 Y comprender es tornarla inteligible.
0:12:19 Es también comprimer.
0:12:23 Vaga en verde dice que la comprensión es esta de la compresión también.
0:12:27 Reducirla.
0:12:29 Como hacen los científicos con los fenómenos de todos los días, los reducen tanto como pueden,
0:12:35 hasta que aparecen en su expresión mínima.
0:12:40 Y en esa expresión mínima empiezan a hacerlos inteligibles, compararlos con otros,
0:12:47 encontrar elementos comunes entre dos libros, entre dos capítulos, entre dos formas.
0:12:53 Y elementos que no son los mismos.
0:12:56 Para entender eso, para entender la literatura, hay que hacer todo ese procedimiento.
0:13:01 Que hasta la invención del estructuralismo se hizo más bien poco.
0:13:06 Hay a la escuela, evidentemente.
0:13:09 Sí, pero es un trabajo del orden de la ciencia dura, Alejandro.
0:13:12 Un trabajo del orden de la ciencia. Ciertamente.
0:13:19 Digo para explicar qué es lo que quiero decir,
0:13:22 cuando digo que alguien no explica la literatura desde un punto de vista inteligible.
0:13:30 Después uno puede decir lo que quiera.
0:13:32 Incluso el crítico como artista, como ha dicho,
0:13:35 puede alcanzar el mismo...
0:13:39 Y tú desartísticas, no científicas, artísticas, hablando de otras obras,
0:13:44 como el propio Wild ha conseguido más y una vez.
0:13:48 Bien, pero disculpenme.
0:13:51 De todos modos, siempre uno encuentra en los grandes autores como en Avokov,
0:13:59 encuentra siempre la inteligencia.
0:14:01 Claro, seguro.
0:14:03 ¿A quién quiere dedicar esto, querido Dorio, además de a Avokov?
0:14:08 La Avokov, sin duda, se lo merece.
0:14:10 Es interesante pensar que, además, durante largo tiempo, él se pensó...
0:14:15 No, aunque es probable que fuese una broma más de las que hacía el querido Vladimir Avokov,
0:14:21 se pensaba como un entomólogo que, además, lo era.
0:14:24 Lo era, porque con leccionaba mariposas.
0:14:26 Y además, fue un científico importante en entomología.
0:14:29 Hay una especie que lleva su nombre, una mariposa que lleva su nombre.
0:14:33 Es muy gracioso, su hijo Dimitri, que fue el traductor del final de algunas obras rusas,
0:14:38 decía que su padre solía comentar cosas como ¿cómo podría andar la gente por un paisaje suizo,
0:14:43 mirándose a pavada del paisaje con la cantilla mariposa que paseaban por ahí?
0:14:47 Y creo que esa mirada de Avokov es la que nos propone también el acercamiento a una dedicatoria.
0:14:53 Avokov ha sido muy cruel, tenía obsesiones, tenía obsesiones como el comunismo, el marcismo, el dignismo.
0:14:59 El odio a Dostovievsky, por ejemplo.
0:15:01 Y el psicoanalicero, dos cosas que nos comportaba.
0:15:04 Sí, sí, odiaba Freud.
0:15:05 Hablaba del Orquesta de Viena por todos los psicoanalistas en general.
0:15:08 Y hacía recomendaciones como si buscas alguna porquería en mi libro,
0:15:12 no sé lo uno de los libros bellísimos, le cuento,
0:15:15 lo único que hay de mi pasado allí es un hueso de melocotón de duras,
0:15:18 todo el resto lo pensé porque soy un escritor lo inventé y se borraba de ellos.
0:15:22 Pero creo que hay otra cuestión en esto que vincula a Avokov con la que queremos incluir,
0:15:29 la dedicatoria que es Nikolai Gogol, y tiene que ver con la pérdida y algo muy básico.
0:15:35 Avokov perdió nada menos que la madre de Rusia, perdió su tierra, la revolución lo llevó a Francia,
0:15:41 terminó dando clases en la correa de Universití.
0:15:44 Y creo que también lo que trató de hacer con la literatura era transmitir, como usted bien decía, Alejandro,
0:15:50 una cosa que es muy difícil de contar y de acceder a ella, porque es un universo propio.
0:15:55 Todo el universo de Avokov es un universo que es muy difícil de ingresar,
0:16:01 incluso si uno entiende todos los pequeños chistes y tiene una enorme audición que hay que tener para acompañarlo.
0:16:06 Digo, una de las cosas que pueden lograr la literatura es construir aquello que se perdió o que quizás nunca se conoció.
0:16:13 Y estoy pensando que en el mismo modo que Avokov era absolutamente brillante en términos sociales,
0:16:17 digamos, de especie de animador de la fiesta en cualquier tipo de ámbito,
0:16:22 un hombre con gran fortuna para el amor, pese a que estuvo con su mujer vera, aparentemente en buena parte de su vida,
0:16:28 Nicolás Gógold era todo lo contrario.
0:16:30 Y que esta imaginación que Gógold transmitía a través de su condición babiante o supurante o lo que fuera,
0:16:35 quizás era semejante a la soledad que podía sentir la boca.
0:16:39 ¿Qué, digamos, a la hora de pensar en Gógold creo que lo pensaba más bien como un semejante?
0:16:44 Hay ciertos rituales de Gógold, uno los piensa tres horas antes de escribir, no hacer nada, nunca más de diez páginas,
0:16:51 son los rituales de un obsesivo o de un loco o podría ser los rituales de un tonto,
0:16:56 un muchacho que además venía de sufrir la condición de locura de su madre, digo,
0:17:01 y que le pronto producía este tipo de afirmaciones.
0:17:04 La policía es una mujer que ha pasado por un tamiz, digo, hay una especie de extraña justicia poética en estas cosas.
0:17:12 Y creo que, así como usted decía que enseñar es reducir, quizás escribir no sea otra cosa que multiplicar,
0:17:20 quizás el ejercicio contrario, así como hay que reducir para poder enseñar y transmitir un concepto literario,
0:17:25 para escribir lo que hay que hacer es tomar algo que se vaya transformando en una infinidad de cosas.
0:17:30 Y que al final de ese camino, Nabóco, mirando a Gógold, y quizás Gógold se hubiera podido mirar algo que no fuera esa especie de ausencia total que tenía,
0:17:39 podría ser unidos por algo que ninguno de los dos pudo hacer jamás respecto de su propia soledad y aislamiento.
0:17:45 Esto es que algunos de los dos hubiera dejado caer al menos una lágrima.
0:17:49 Y una lágrima es el tango que oiremos en homenaje a Gógold y también a Nabóco,
0:17:55 que es ser acantado, digo, por Ruta Taguile y por el acompañamiento de Fernando Marzán,
0:18:03 una de nuestras orquestas preferidas y que pertenece a nuestro grupo de amigos.
0:18:19 Torrodó Coalgota Cristalina sobre su fa, la lágrima de amor.
0:18:28 Me pareció su cara tan divina, un lírio azul besado por el sol.
0:18:37 Y recordé que aquella muchachita guardaba en su alma ya muerta la ilusión,
0:18:46 porque el galán descuade tantas cidas, le hizo morir de angustia al corazón.
0:18:56 Cuando ve la carta marillenta llena de pasajes de su vida,
0:19:10 siente que la pena se vea un mental verdanda destruida.
0:19:20 La esperanza que abrigó el hombre que la quien adoró tanto
0:19:28 y le entregó su vida a verte mal, le hizo empapar su juventud rellanto,
0:19:38 le hizo vivir cien noches de ansiedad y el recordar la dicha que suñaba,
0:19:47 mira su carta que un día él le mandó pidiendo leje ya no perdonara,
0:19:56 si nunca más volvía y no volvió.
0:20:01 Esta triste historia de su vida, ella, Cádiz Baja me contaba
0:20:15 mientras que una lágrima rodaba por su hermosa cara,
0:20:25 llena de marro o dolor.
0:20:29 Cuando rodó algo de cristalina sobre su faz la lágrima de amor,
0:20:39 me pareció su cara tan divina, un lírio azul besado por el sol
0:20:49 y recordé que aquella muchachita guardaba en su alma ya muerta la ilusión
0:20:58 porque el galán después de tantas citas le hizo morir de angustia el corazón.
0:21:13 Era ruta taguil en la venganza, será terrible una lágrima.
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