Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos hoy de expresiones poco conocidas en busca del dorado. Hemos hablado de las
0:00:08 más conocidas, hoy de las menos conocidas que fueron también las menos de cintosas,
0:00:15 ninguna fuertes con realidad.
0:00:17 Una es un poco curioso, en los primeros tiempos de la conquista, y el duro que se encontró
0:00:24 en la historia fue mucho menos importante, fui hablando de una importancia histórica,
0:00:31 que el oro que se encontró en vano.
0:00:34 El oro encontrado no fue tanto, en cambio el oro no encontrado movilizó unos esfuerzos
0:00:42 que luego, debuine en esos estados, incluso de importancia económica, por ahí buscando
0:00:49 otra cosa.
0:00:51 Digamos que el mito del dorado influyó de un modo más eficaz en los primeros
0:00:58 reconocimientos geográficos que en la obtención de oro.
0:01:01 Como sabemos el dorado es una contracción en español de el hombre dorado, un mito que
0:01:09 dio origen a estas expresiones de los conquistadores que lo buscaban.
0:01:16 El mito tenía su fundamento, algunos racionalistas dicen en el otro orden de cosas que el bellocino
0:01:23 de oro de la Colquier era una imagen poética de las minas de oro del caucasón.
0:01:29 Y en el caso del dorado, la figura de aquel hombre que se hacía es colorear con oro,
0:01:35 existió, pero parece que fue tan diversada y falciada en distintas ocasiones.
0:01:44 El caso es que a fin de decirlo, 19 veces encontró finalmente en una laguna de siercha,
0:01:49 en Nueva Granada, un pequeño grupo de estatuas.
0:01:54 Era un trabajo toco y antiguo de los indios y aún más precioso por su ingeniería
0:02:00 etnológico que por el metal de que estaba hecho, que era oro puro.
0:02:05 Se trataba de una balsa sobre la cual estaban agrupadas la figura de diez hombres.
0:02:09 Representaba una antigua costumbre de los indios de la aldea de Guadalajara
0:02:17 en las montañas de Nueva Granada.
0:02:19 Y esa costumbre era la siguiente, aunque todos ustedes la conocen.
0:02:23 Y digo voy a repetirla aunque ustedes la conocen.
0:02:26 Un cierto día del año, uno de los jefes de la aldea untaba su cuerpo con un pegamento
0:02:34 y después se hacía milanesa con oro fino molido.
0:02:40 Ese era el hombre dorado.
0:02:43 Entonces lo llevaban sus compañeros en una balsa hasta el centro de un lago
0:02:48 y lo hacían saltar.
0:02:51 Entonces el hombre dorado se sumergía y volvía a parecer ser limpio de todos polvos de oro.
0:02:57 Se trataba de una práctica que se hacía en beneficio de las aldeas.
0:03:01 Y esa costumbre se había abandonado más de 30 años antes de que se enterasen de ellos a los obroqueos.
0:03:08 O sea que cuando llegaron y le dijeron que un hombre dorado se arrojaba del lago
0:03:13 ya no se arrojaba ningún hombre dorado.
0:03:17 Ocurrió lo que ocurría en la China según conjetura certamente casca.
0:03:23 Las órdenes del emperador llegaban tan tarde a los bordes del imperio
0:03:28 que se cumplían cuando ya el emperador era otro.
0:03:32 Pues bien, esa costumbre había sido abandonada, pero no voluntariamente.
0:03:40 La verdad es que los indios muy escas de Bogotá habían puesto fin,
0:03:44 no sólo la costumbre de los indios de Guatavita, sino también a los indios de Guatavita.
0:03:50 Es decir, cuando uno aniquila a los indios de Guatavita también aniquila a su costumbre.
0:03:57 Es muy difícil que una costumbre permaneca sin una persona que la quiera.
0:04:06 Sería como un accidente sin sustancia, como aquella sonrisa que andaba sola sin gato.
0:04:13 No hay costumbre que ande sola sin gente.
0:04:16 Aunque hay, ¿tienes que creen esto?
0:04:18 ¿Creen que sí? Que hay costumbre de abstractas, que se pueden manipular aún sin gente que es la práctica.
0:04:27 Pero el caso de que los muiscas de Bogotá se habían cargado en una guerra, la guerra civil, a los guatavitas.
0:04:34 Y ya no había ni dorado ni polvo de oro ni nada.
0:04:37 Pero los contestadores se escucharon historias, historias versiversadas.
0:04:42 La historia del hombre dorado había perdido su forma primitiva.
0:04:47 Se hablaba ya de una tribu de oro, de un hombre dorado.
0:04:52 Siguiendo el característico curoso de la metificación de un hecho notable, apareció el relato de aquellos que había dejado de existir.
0:05:01 Luego el Ecolejano, etcétera, etcétera.
0:05:03 Yo voy a repetir a ustedes como es este, este proceso.
0:05:07 Naturalmente al escuchar esos cuentos, los españoles quisieron constituirse allí donde las personas tenían tanto oro como para expulgurarse con él.
0:05:20 Las primeras tentativas para llegar hasta donde debían mandar a un arreloj oro se hicieron desde la costa de Venezuela.
0:05:26 Carlos V, que era el primer de España, había empeñado la concesión de aquellas expediciones a una familia de Bavaria, a los Benscher.
0:05:39 Me corrisó a los Benscher.
0:05:41 Y les consejó el derecho de colonizar y descubrir el interior.
0:05:46 Señor Benscher, yo les consejo el derecho de colonizar y descubrir el interior.
0:05:52 Ayer en 1829, Ambrosio Alfinger salió con 400 hombres para buscar el dorado.
0:06:00 La verdad es que Alfinger era un hombre atropamente cruel y sostendió fue pura piratería.
0:06:08 Llevaba a los indios encadenados, digo indios que tenían su servicio, no a los indios que buscaban.
0:06:19 Alfinger, si alguno caía víctima de cansancio, no se embolestaban.
0:06:24 De tenerse, de su caballo, le captitaba a la extranquicia para que no atorpeciera la marcia.
0:06:33 Y además de estos primeres demenciales, tenía otros síntomas de locura.
0:06:38 Así que no estaba loco solo por eso.
0:06:40 Cuando encontraba oro, lo asaltaba el temor que se lo panara.
0:06:46 Y entonces se tragaba las pepitas.
0:06:49 Y es una manera elegante, el hijo.
0:06:52 Se tragaba las pepitas para que nadie les la agitara.
0:06:55 Además, parece que había perdido todos los dientes al Finger.
0:06:59 Mascando piedras para ver si en su interior aparecía el oro.
0:07:03 Cada vez que vi una piedra, le agarraba a los sospechos de que adentro había oro, entonces se la masticaba.
0:07:10 En realidad los enviados de los Belser no tenían otra intención que encontrarse su oro
0:07:19 para reintegrarse el dinero que habían pagado acá los cinto para que le diera esa concesión.
0:07:24 Y no tenían ningún espitucolonizador, nada de fundar ciudades, ni nada.
0:07:29 Pero al fin, el no encontró nada.
0:07:33 Un constradar, pero mató tantos indios que varias tribus se revelaron y lo mataron en 1532 de un plechazo en el cuello.
0:07:41 Máreas tribus lo mataron de un plechazo en el cuello, es extraordinaria.
0:07:54 Me imagino, ¿no? La tensión colectiva de aquel arco.
0:08:03 Y así terminó el primer buscador del dorado al finger.
0:08:08 A partir de ese momento la historia del dorado se transformó.
0:08:15 Es no una pesadilla que confundíamos.
0:08:18 Diego de Ordaz, era un antiguo camarada de Hernán Cortés, había obtenido en España otra concesión
0:08:25 para colonizar el distrito que se llamaba Maranio.
0:08:29 Y que comprendía Venezuela, La Guayana y algo del norte brasileño, por decir algo porque no lo comiencen.
0:08:36 Llegó a Lorinoco y en la desembocadura, supo que si lo remontaba, encontraría al final un largo
0:08:45 y cerca de él una promesa llamada Mesta, disculpen ustedes, que según su necesidad era fabulosamente rica en oro.
0:08:56 Así que remontó el Orinoco, nuestro amigo Diego de Ordaz.
0:09:02 Según el historiador van de Línez, la riqueza que se arribuía a la ciudad de Mesta, era en realidad un viejo,
0:09:10 otro eco más, el cuento del dorado, que había llegado hasta la frígula del bajo Orinoco.
0:09:14 También salve, llegaban tarde y mal los cuentos.
0:09:17 Así que Diego de Ordaz no encontró nada.
0:09:21 Y fue a la cárcel porque había contraído réunas a cuenta de la riqueza que pensaba traer desde allí.
0:09:29 Su expedición la continuó Jerónimo Lortal, que intentó llegar a Mesta, pero también fracasó.
0:09:39 Pero toda esa sentativa, por lo menos, iba permitiendo tachar algunos lugares en el mapa,
0:09:46 donde ya se sabía que no estaba el dorado.
0:09:49 Y según su expedición de Gonzalo I, de esa edad de la que hemos hablado alguna vez con todo detalle,
0:09:55 que estaba descubrió el Lago de Guatavita, el Lago donde hacían esto.
0:10:00 No encontró ningún dorado, pero lo más importante es que conquistó definitivamente la meseta de Nueva Granada,
0:10:08 que en Brondad.
0:10:09 Mientras tanto, otros continuaban buscando el tesoro.
0:10:13 Ahí está un alemán, Jorge de Espeya, que fue otro que le pasó mal.
0:10:20 Parece que os voy a hablar de Mesta también.
0:10:23 Y durante un año y medio, junto con su acompañante, anduvo por esa zona pantano hacia que hay entre Lorino,
0:10:31 Cuyen, Amazonas, tuvo que luchar contra los huáufes.
0:10:36 Y no encontraron nada, tampoco, ni una sola pieza de oro, murieron un montón.
0:10:44 Pero el resultado de aquellos horroros fue desviar la atención de los exploradores del dorado
0:10:50 y encaminarlos hacia las helas de las Amazonas.
0:10:53 Digamos que estella con todo lo que había visto por ahí a Gonzalo Pizarro,
0:11:03 que junto a Francisco de Orizana, resolvió ir a fiar el Amazonas.
0:11:10 Orizana fue quien finalmente recorrió todo el Amazonas hasta el Atlántico y fue él que lo llamó así.
0:11:17 En España se habían convencido de que la concesión de Venezuela a los presidentes alemanes era un fracaso.
0:11:22 El régimen de Belser sólo provocaba revueltas.
0:11:26 Pero resolvió hacer un último esfuerzo para encontrar el dorado.
0:11:31 En 1541 salió una expedición macormando de Philip von Hülten.
0:11:36 Se metió en la selva desde la costa venezolana y durante dos años anduvo el von Hülten vagando en círculo.
0:11:44 Hasta que supo que este vicar de él donde estaba vivía una fiebre poderosa y rica en oro, que eran los homaguas.
0:11:53 Von Hülten los encontró pero se fue atacado, lo irieron y finalmente lo asesinaron.
0:12:01 Y el hecho de que los homaguas pudieran derrotar a una compañía europea dio a esa tribu una gran reputación.
0:12:08 La sabedad de la reputación de haberlo derrotado a una compañía europea.
0:12:13 Se lo magnificó y se creyó que debían ser ricos en metales.
0:12:19 Curiosamente, no tiene ninguna razón, ya que vencieron a los alemanes y se dieron seguro que tienen mucho oro.
0:12:26 Tienen el pensamiento político de entonces y también de ahora.
0:12:34 Son las clases de razonamiento que me gustan en el otro.
0:12:36 Ah, esa gente tiene mucho oro, seguro que vencieron a los alemanes.
0:12:41 El caso es que en esa creencia sucedió lo siguiente.
0:12:50 El vio del Perú, Antonio Mendoza, creyó que los homaguas eran los dueños del donado.
0:12:57 Y les mandó de año más del Perú una expedición que fue la peor y la última que contaremos.
0:13:04 Para librar al Perú de lo peor del vero y nato, Mendoza tuvo la siguiente idea.
0:13:12 Dicen, voy a matar dos pájaros y un flechazo.
0:13:16 Voy a buscar al donado y para que lo encuentren voy a mandar los peores criminales a torrantes sin vergüenza con padrito que hay en el vero y nato del Perú.
0:13:26 Y hoy han hizo una tropa de criminales, fue el mando del Pedro de Urusuba.
0:13:31 Entonces agarraron por el Amazonas, desde los asluentes peruanos, y fueron en buscar de los homaguas.
0:13:40 Fue otro por acaso, pero sobre todo porque en aquella expedición iba nada menos que el Ope de Aguirre.
0:13:47 Un brutal asesino, el primero se cargó a Urusuba y después se cargó a tanto como le hicieron frente.
0:13:57 Y se lanzó a buscar de esquesa por cualquier lado, menos donde se había indicado.
0:14:02 Más que dorado ni obvio y dorado dijo, lo Ope de Aguirre, y se dio para adelante.
0:14:08 Con los resultados que los que han visto la película conocen.
0:14:12 El aburrimiento en principio.
0:14:16 Aguirre, se igual sabe esa margarita que es aquella isla que andó a tener en discuso en la desembocadura.
0:14:26 Y se apoderó de la isla, ya como se le había acabado el río, no tenía para donde ir.
0:14:30 Dice, más, y me apoderó de esta isla y proclamó su independencia de España en un juicio libertario que fue aplaudido por el mismo.
0:14:41 Una vez declarada la independencia margarita, volvió a las costas venezolanas y empezó a caquear.
0:14:49 Y al final, si mene de que estaba atamentado, lo persiguió, lo sitió en la cortaleza del barricineto.
0:14:57 Y Aguirre se rindió, pero antes de rendirse, mató a su hija, que había participado en todas las aventuras y luego se dejó atrapar.
0:15:08 Y bueno, lo cuento muy rápidamente, no como en la película.
0:15:15 Fue ejecutado Aguirre.
0:15:17 Y así terminó una de las últimas expediciones que buscaron sin éxito el logro del atributo desaparecido.
0:15:24 Aparecieron los hebermeristas, ya saben ustedes que son los que dan una explicación racional de los mitos.
0:15:31 Y entonces, contaron lo que se dijo al principio de esta charla, que en realidad el dorado era un tipo, pero que ya no, pero que ya no mejor, emblematicamente.
0:15:44 Todo lo que se dijo.
0:15:46 Después, se unó, hizo 7000 kilómetros buscando las siguientes ciudades perdidas de los hebrés, el bellocino de oro, el dorado fue bien en los hebermeristas cuando lo volvió.
0:15:56 Y eso no en realidad, era una forma poética de decir que era una ciudad muy rica, pero ya no está esa ciudad, no existe, o bueno.
0:16:05 ¿Cómo viene llevar un hebermerista en todas las expediciones?
0:16:12 Y entonces cuando repartimos el oro verdadero, a él le damos un oro hebermerista.
0:16:20 Es decir, la sombra de la sombra de una moneda.
0:16:24 Nadie encontró el dorado. Nadie encontró el dorado. Nadie encontró la sierra de la placa.
0:16:35 Nadie encontró nada en realidad.
0:16:40 Incluso todavía hoy hay leyendas que a mí se me tojan difíciles de creer.
0:16:47 La ciudad de Merlo en San Luis.
0:16:51 Es una ciudad maravillosa, donde dicen que siempre hay sol y hacen 26 grados.
0:16:57 Es la gente o algo y nadie no encuentra.
0:17:03 La ciudad de Merlo en San Luis encuentra por ejemplo otras olas, donde hacen 5 grados a coseros o llueves.
0:17:18 Hay muchas leyendas como...
0:17:29 Nosotros aquí en este programa vivimos buscando cosas que no existen desde hace mucho tiempo.
0:17:37 Pero seguiremos.
0:17:41 Nos dicen los hebermeristas que las cosas que buscamos no existen, que en realidad nada, que no hay...
0:17:50 que no hay una mujer que nos está pegando en algún lugar que nos va a salvar la vida.
0:17:55 Y entonces bueno, viene los hebermeristas que tienen las mejores meras.
0:18:00 En realidad a mí la más linda del mundo no es la más linda del mundo, pero yo conozco...
0:18:09 si uno se conforma hay algunas que pueden ser más o menos, que no están recubiertas de oro,
0:18:17 pero que están bastante saludables.
0:18:20 Bueno, eso de conformarse uno no sé si es la idea.
0:18:26 No sé qué decir.
0:18:30 Bueno, a todos los que anduvieron buscando el dorado y no los mostraron.
0:18:36 Y aquel tipo de alberardero dorado ¿no?
0:18:38 ¿Cómo Brasil en realidad?
0:18:40 Sería polvo de oro el que usaba.
0:18:42 ¿Qué sabemos? Por ahí era pan rallado.
0:18:50 ¿Y caso?
0:18:51 Como la famosa...
0:18:53 la marzana de oro, lejanino.
0:18:55 Claro, eran naranjas.
0:18:57 La famosa marzana de oro, las marzanas de las espéries, no eran otras cosas que naranjas.
0:19:01 Vistas por gente del euro por euro, por el tráqueo, no habían visto luego la naranja.
0:19:05 Cuando ve una marzana, cuando ve una naranja, y no, esta es una marzana de oro.
0:19:09 Porque así era la gente antes.
0:19:12 Hasta el alberimiento de hebermeros.
0:19:17 Bien, hemos ido a la discoteca a buscar discos acerca del dorado o de cualquier otra leyenda.
0:19:28 Por cierto, el discotecario no estaba.
0:19:32 Nos dijeron que en realidad era una leyenda.
0:19:34 Si nunca había habido un encargado de discoteca,
0:19:38 y que los discos se ponían en la radio según salían de la pila,
0:19:42 sin que nadie le pusiera mayor orden ni concierto.
0:19:46 Tuvimos escuchando la radio durante para tarde, y comprábamos que efectivamente así.
0:19:56 Nosotros tenemos un tango, un cuyo título corresponde justamente a la descripción de los hallazgos
0:20:05 de toda esta gente, ¿no?
0:20:08 De los alemanes, de Lumen en el Quezada, de López de Aguirre.
0:20:13 El título es nada.
0:20:16 Este nada puede aludir a muchas cosas, es decir, luego.
0:20:22 Pero en este caso nos conviene que aluda al resultado de las expediciones que salieron a buscar en la vida.
0:20:31 Lo toca nuestro pianista de cabecera, Juan Trapiana.
0:20:36 Es un interesante tango, pesísimo tango.
0:20:40 Así que lo vamos a escuchar y vamos a convidar a todos los oyentes que conozcan algo digno de ser buscado,
0:20:52 que no lo comuniquen, porque inmediatamente haremos una expedición
0:20:57 y mandaremos a ella a los peores hombres de la región que somos precisamente nosotros.
0:21:03 Adelante, Juan Trapiana.
0:21:57 La vida es una vida.
0:21:59 La vida es una vida.
0:22:01 La vida es una vida.
0:23:01 La vida.
0:23:07 La vida.
0:23:17 En la avenga de José Garterre nos escuchamos cuenta ate profoundo interpretando nada.
No hay comentarios. ¡Podés ser el primero en comentar!