Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos hoy de algunas extravagancias de los príncipes.
0:00:05 Hemos elegido algunas historias de reyes que eran mayores no.
0:00:10 Loco soy mucho, pero cuando el loco es un rey, ahí es donde se pone peligroso.
0:00:13 ¿Es loco con poder?
0:00:14 Es loco con poder, el terrible igual que el maluado con poder.
0:00:18 Así que tenemos un castando.
0:00:22 Te voy a comenzar con el que quizás es el menos importante, pero tal vez el...
0:00:30 el que nos produce más o menos el pernú.
0:00:33 Recordarás que muchos príncipes en la historia han tenido la costumbre de ir a Morici
0:00:39 para ver qué pensaban de él.
0:00:41 Sí, y como...
0:00:42 Acuerdo de la pelicula no sé, de Haruna de Rache.
0:00:46 Es que es Marón de...
0:00:48 ¿Cómo te lo que quiere decir?
0:00:50 Bueno, Marón tenía la costumbre de...
0:00:54 de trajarse por las noches, ir a invagar lo que el pueblo pensaba de él.
0:01:01 Hablamos también en una vez de un rey de Náfares, de la...
0:01:06 de la piedra de los Abollas, ciertamente,
0:01:09 que tenía por costumbre también de trajarse, ir a la piedra de ver el castado.
0:01:14 Y eso me parece que a alguien de político que tiene de bueno que un príncipe no le apesta nada a la que soseta.
0:01:22 Pero a alguien que resulta muy simpático,
0:01:24 creyendo que tiene prerrogativas,
0:01:26 de si el rey no se arrasa por lo tanto.
0:01:28 Y entonces le lleva el neato a la piedra de...
0:01:31 de los Abollas y venía.
0:01:33 Y lo que me daba era la publicidad en el artículo, ¿no?
0:01:35 Al artículo.
0:01:36 No sé qué me decía a pecado.
0:01:38 Pero me dice, no lo creo del todo, pero...
0:01:41 Me dicen que hay un pariente del tipo de abogado al forzo,
0:01:44 también de... de sonido.
0:01:46 Y la tía, de una familia,
0:01:49 que tenía la costumbre de ir a la plaza y tocar el organito.
0:01:55 Se había comprado un pequeño organillo, de esos que vienen a la manivela, ¿no?
0:02:00 No, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no.
0:02:04 Entonces, si había conseguido un mono...
0:02:06 Oh, me imagino yo que se habría conseguido un mono,
0:02:08 porque creo que es un organito venía ya con mono.
0:02:10 Con potor, se lo venía con un mono.
0:02:12 Con potor.
0:02:14 ¿Entonces qué será el cómo lo quiere?
0:02:16 Con mono o que...?
0:02:18 No, cómo no, no.
0:02:21 El caso es que este rey, todos los domingos,
0:02:23 iba a tocar el organito a la plaza y recibía alguna clase...
0:02:27 de pago por decirlo así.
0:02:30 De partida, que yo vi andantes que escuchaba su melodía.
0:02:35 ¿Qué esto me pareció?
0:02:36 Es tupe.
0:02:37 Pero ahora viene el loco del...
0:02:39 En el siglo X, gobernaba en Asturias,
0:02:42 y también en León,
0:02:44 el rey Sancho I.
0:02:46 Le decía Sancho el Gordo,
0:02:48 en un rapto de imaginación popular,
0:02:51 ya que el hombre pesaba 140 kilos.
0:02:53 Entonces, ¿cómo le puso la gente Sancho el Gordo?
0:02:57 Y mejor, me parece, a mí no sé qué pensarán ustedes,
0:03:00 Sancho el Gordo que el Gordo Sancho.
0:03:04 Sí, incluso mucho mejor que el Gordo Sancho.
0:03:08 El caso es que el rey Sancho vivía muy preocupado por su obesidad,
0:03:13 porque según dice la crónica,
0:03:15 este estado de gordura agravaba sus inertitudes.
0:03:21 Estaba, por ejemplo, inhabilitado para montar,
0:03:24 y para todo ejercicio militar,
0:03:26 lo que en esos tiempos casi significaba la imposibilidad de reinar.
0:03:31 La presencia del rey y la actividad personal en los campos de batalla era imprescindible.
0:03:36 Otro detalle que perturbaba Sancho
0:03:39 era su dificultad para obtener buenos resultados en sus encuentros amorosos.
0:03:44 Hay que decir que en aquel tiempo entre los reyes cristianos,
0:03:49 estaba el islamo y el hispano,
0:03:51 entre los reyes cristianos y los califos, el Córdoba,
0:03:54 el Córdoba de la Sultana, el Córdoba de la Argentina,
0:03:57 había unos momentos de paz, de calma.
0:04:01 Y en uno de esos momentos pacíficos,
0:04:04 en rey Sancho, el gordo, horrorizado por lo mucho que pesaba,
0:04:09 pensó en visitar Córdoba para ponerse en manos de los médicos árabes
0:04:14 que eran los mejores para curar la gordura.
0:04:18 Y Sancho desapareció de su morada de león.
0:04:25 Primero parece que mandó unos embajadores a tomar contacto con el califa,
0:04:29 Arkel Ramán, y para pedirle ayuda, que no aceptaron y se fueron más a Córdoba.
0:04:35 Arkel Ramán lo recibió con todo de coro, lo hizo, lo jara en su palacio,
0:04:40 y ahí los doctores lo ganaron.
0:04:42 Y pudo verse a Sancho en ejercicios diarios,
0:04:46 sudando la gota gorda,
0:04:48 y viendo como los médicos del califa le negaban las viandas que pedían con desesperación.
0:04:54 El régimen dio resultado porque los médicos no atendían a su poder sino al del califa.
0:05:01 Si esos mismos médicos hubieran estado bajo la jurisdicción de Sancho,
0:05:08 no hubiera dado resultado de este tratamiento.
0:05:10 Aquí esto sirve para muchas personas que están haciendo un tratamiento para desgazar.
0:05:14 Conviene ir a un sitio donde nuestro poder es nulo,
0:05:18 porque si no uno le dice al médico,
0:05:20 ¿qué? ¿Me va a decir usted para qué soya el rey Sancho?
0:05:24 Traigame una tortilla.
0:05:26 Una tortilla...
0:05:28 Vivió un par de años en Córdoba,
0:05:33 aprendió el idioma árabe,
0:05:35 se instruyó en las cuestiones islámicas,
0:05:37 y recobró la soltura y la esventés del acuento.
0:05:42 Incluso, si soltara amigos de Arkel Ramán,
0:05:46 que cada vez que el califa Córdoba tenía problemas con otros,
0:05:49 y se hizo un tratamiento de la islam, de la interna,
0:05:53 Sancho le prestaba a sus ejércitos.
0:05:56 Así que este podría ser un adelanto de los modernos tratamientos
0:06:00 que consisten en pasar largo tiempo en lugares definados a desgazar.
0:06:04 Pero esto sucedió allí, en plena aidad.
0:06:09 Mucho más estravagante que esto, que de todos se puede entender,
0:06:13 fue el comportamiento de Enrique III de Francia,
0:06:16 de quien hemos hablado aquí algunas veces.
0:06:18 Él tenía una pequeña corte de muchachos,
0:06:22 los miniones que se llamaba él,
0:06:24 a los cuales estimulaba para que se vistieran del modo más fantástico.
0:06:28 Los hacía maquillarse,
0:06:30 tenirse el pelo,
0:06:32 perfumarse con intensidad,
0:06:34 los cargaba de joyas,
0:06:36 de piedras preciosas,
0:06:38 a mí por la que no les gustara.
0:06:40 El rey dice,
0:06:41 usted se viste así,
0:06:42 y nos obligaba a salir con él a Coroval por ahí,
0:06:45 a tocar timbre y patear tacho de basura.
0:06:48 Salía por París,
0:06:50 de París del año,
0:06:52 estamos en 1560 y tantos.
0:06:54 Enrique III era el último de los hijos reinantes de Catalina de Medici,
0:07:01 en Enrique Segur.
0:07:03 Y salían por ahí, así vestido,
0:07:06 a tirar borrachos al río,
0:07:09 a provocar pareja,
0:07:11 a chiflar a los que pasaban con la novia,
0:07:14 y a la que se vayan de eso.
0:07:16 Sí, se ha metido la tirada.
0:07:18 El rey.
0:07:22 Claro, en principio no,
0:07:24 siempre me hacía el tecnic.
0:07:26 Sólo el tráfico.
0:07:28 El rey que salía a tirar borrachos al río.
0:07:32 Y no me parece mal.
0:07:37 Porque si un tirano se conforma con eso,
0:07:40 no está tan mal.
0:07:42 Claro, se presta.
0:07:44 Imagínense si hombres como Bussit
0:07:46 se conformaran con tirar un borracho al río.
0:07:48 Si habíamos todo tan feliz.
0:07:50 Está feliz.
0:07:59 En algún momento,
0:08:01 Enrique III le agarró la melancolía.
0:08:03 Entonces le dio por ir a la iglesia
0:08:05 y se exhibía despojado de todo lujo y aceite
0:08:09 y vestido con tela de ropa de arpillera.
0:08:13 La ropa de arpillera ha caído en desuso
0:08:16 ni aún en los carnavales.
0:08:18 Se les frea esa la gente con ropa de arpillera.
0:08:23 No, no, no lo he visto.
0:08:25 Es que me parece que ya no hay bolsas de arpillera.
0:08:28 No es que andan pasobremones.
0:08:30 No hay bolsas de arpillera.
0:08:32 Claro, ahora viene una bolsa de plástico.
0:08:34 No da el mismo aspecto.
0:08:39 Aparte de la arpillera tiene esos poros
0:08:41 que le permitieron que destine
0:08:43 y traslarse que el cuerpo respirara.
0:08:45 ¿Te acordás de aquella hechera que en verano daba sombra?
0:08:47 Y aquella bolsa de arpillera
0:08:49 tirada ante la catrera como si fuera un alfombra.
0:08:52 Y pensar que ya hace rato vos fuiste para este añato
0:08:55 como el sol para la ropa.
0:08:57 Pero, ¿qué hacemos con el retrato si la mina está en Europa?
0:09:02 Y escúlte.
0:09:04 La sentamos.
0:09:07 Bueno, la bolsa de arpillera se usaba como alfombra también.
0:09:12 Bueno, Enrique III se vestía con bolsas de arpillera
0:09:16 y se hacía mortificar.
0:09:19 Pero se les pasaba enseguida.
0:09:21 El retrato en el mismo momento.
0:09:23 Se sacaban las bolsas, salían corriendo
0:09:25 y volvían otra vez al desorden que se ha descrito anteriormente.
0:09:29 Enrique, además, tenía 2.000 perros falderos.
0:09:32 Son muchas, 2.000 perros.
0:09:35 Cuatro son muchos.
0:09:38 ¿El más faldero significa que están en la falda?
0:09:41 Tener 2.000 perros en la falda...
0:09:43 Hay que tenerle, yo, los quadriceps.
0:09:45 Es molesto cuando no peligroso.
0:09:50 Los reunían en el palacio, naturalmente.
0:09:53 Y cada vez que salía de viaje se lo llevaban los 2.000.
0:09:56 Y salía de viaje muy frecuentemente,
0:09:58 porque se sabe que en aquel tiempo la corte transesa
0:10:01 era itinerante por naturaleza.
0:10:03 Y eso se lo llevaban a ver a los 3.000.
0:10:06 Y no se importaba, Enrique III, a los gastos
0:10:09 que le daban desmayos y náuseas.
0:10:11 Cada vez que los veían.
0:10:13 No era ver un gasto y desmayos.
0:10:15 Y tenía hombres que se encargaban de espantar
0:10:18 al que hubiera cerca.
0:10:21 Espantadores de gastos.
0:10:23 ¿Qué es un trabajo?
0:10:26 Les daban patadas, incluso.
0:10:29 En el ensignado por Jacques Clemen,
0:10:32 el grupo de muchachitos que lo asistía a los millones
0:10:35 entró en un duelo casi absurdo.
0:10:38 En la llamada Cámara de los Llorones,
0:10:40 se cuntaban cada día a las 7 de la tarde
0:10:43 todos los millones para llorar al rey.
0:10:45 Se habían aucidos y quejas desordenadas
0:10:48 y había una especie de competencia
0:10:51 en la que debía consagrarse la tristeza más profunda.
0:10:55 Un caso desmesurado fue el de Coven Lesley Maribol.
0:10:58 Quien decidió para no sobrevivir a su señor,
0:11:01 buscar la muerte presentándose en desafío ante cualquiera
0:11:05 que no crecerá que el asesinato del rey
0:11:08 había sido una calamidad nacional.
0:11:10 Y un poco para discutírselo
0:11:13 y otro poco para exhibirse,
0:11:15 un caballero llamado Mahol acudió al resto,
0:11:18 entró en el duelo y mató sin dificultades,
0:11:22 al triste y desconsoldado Lesley,
0:11:25 que era medio pago para la broma.
0:11:31 Otros datos de príncipes extravagantes.
0:11:34 La serena Isabel de Rusia, la hija de Pedro Yerande,
0:11:38 era una mujer muy presuntuosa.
0:11:41 Y un día se propuso ser la mujer
0:11:43 más del umbrante de Rusia en belleza y apariencia.
0:11:48 Pero en realidad no era muy linda.
0:11:51 Era hasta un cachofera.
0:11:54 Pero tenía la obsesión de ser la más bella del país.
0:11:58 ¿Qué hace una persona cuando quiere ser la más bella del país
0:12:01 y no es tan linda?
0:12:03 Echa las leundas.
0:12:05 Y bueno, Rusia tiene y tenía todavía en aquel entorno.
0:12:09 En aquel entorno se ven muchísimos habitantes.
0:12:11 Tomó entonces medidas muy pocousuales.
0:12:15 Primeramente se gastó todos los caudales de su tesoro,
0:12:18 en vestidos, afeites, estuques, etc.
0:12:24 Y empezó a prohibir que entraran modelos y ropa de letranjero
0:12:28 enviados a las mujeres sin quella los autorizaban.
0:12:32 Recorría los pueblos para observar bellezas que pudieran ganarle
0:12:36 y ordenaba las que le parecían hermosas y llevaran un velo.
0:12:40 Y convirtió un crimen por ley,
0:12:44 susceptible de castigo de llevar vestidos del mismo corte o género que el de la zarina.
0:12:49 Y se ha cambiado de vestido seis veces al día
0:12:53 y se enorgusecía de no haber usado nunca dos veces el déficit.
0:12:56 Pero finalmente, allá por 1744,
0:12:59 produjo un éxodo de mujeres que tenían las persecuciones del emperatriz.
0:13:04 La crónica dice que la arrogancia de algunas mujeres
0:13:07 hizo que aquella huida fuera heterogénea.
0:13:12 Porque algunas no eran tan lindas pero se van igual.
0:13:16 Como diciendo, me voy porque si no, calcula, me reconozco,
0:13:22 con lo que estamos sufriendo aquí las lindas me voy.
0:13:27 Así que rajaron las hermosas que se sabían hermosas.
0:13:32 Las feas que se creían bellezas también huieron.
0:13:36 Y finalmente, las únicas que quedaron allí
0:13:39 fueron las feas que sabían que eran feas.
0:13:43 La seguridad y tranquilo un baile.
0:13:47 Bueno, lindas historias estas, especialmente la última.
0:13:51 Y píquese, voy a hacer esta pregunta, por qué quería ser la más bella?
0:13:56 No quería ser bella, si no la hubiera perturbado que otras lo fueran.
0:14:04 Y se quería ser la más bella, y ese es el punto diabólico.
0:14:09 Y se lo diabólico.
0:14:11 Y el punto que aparecen los cuentos.
0:14:14 Por ejemplo, en Blanca Nieves, la madrastra no quiere ser bella, es bella.
0:14:20 Quiere ser la más bella.
0:14:22 No quiere ser la que viene detrás de Blanca Nieves.
0:14:26 Y a día parece mal, ni más ni menos que eso es lujero.
0:14:31 Quiere ser una ángel bello.
0:14:33 Quiere ser el más hermoso.
0:14:36 Qué cosa, ¿eh?
0:14:38 Hay que estudiarlo para ver qué provecho se puede sacar de esta idea diabólica, ¿no?
0:14:45 A mi juicio tiene mucho que ver con el amor.
0:14:49 Hay algo en el amor que también no se conforma con ser uno de tantos.
0:14:58 No quiere ser el segundo ni el tercero, que no estaría mal para ninguna persona razonable.
0:15:03 No, ahí está.
0:15:05 Quiero ser el más deseado.
0:15:08 El primero, cuando no el único, ¿no?
0:15:11 Ahí estamos puertos, va bien.
0:15:14 Qué dice el psicoanálisis de esa tremenda incensatez,
0:15:21 de pretender ser el único novio de una dama.
0:15:24 Dice de esa patología, ¿cómo se trata?
0:15:27 Como si quiera ser un tipo completamente enfermo.
0:15:30 Y dice, mire, doctor, estoy completamente loco.
0:15:33 Quiero ser el único hombre de mi novia.
0:15:35 ¿Qué hace? ¿Lo interna o le da alguna cosa?
0:15:38 No, no le doy nada.
0:15:40 Me parece totalmente natural que el tipo quiera que se tiene.
0:15:43 O le presta una juguera.
0:15:45 Lo que pasa es que, bueno, también trae aparejado un desafío,
0:15:52 yo que es que, en tanto y en cuanto el amor implica una idealización de la otra persona,
0:15:57 está bueno querer hacerse el merecedor de ser el que esa persona lija.
0:16:02 Si usted quiere, en esos casos, que lo lija siempre uno y únicamente,
0:16:07 uno no habrá que ser más fuerza todavía para ser un poco mejor.
0:16:10 En tanto y en cuanto moviliza estas ganas de progresar, de sostenerse.
0:16:15 Como pasó en esta historia que usted contó de este rey gordo,
0:16:18 que siendo que la juventud es imposible esa rechanidad,
0:16:21 pero no hacía alguna de sus virtudes y de sus características,
0:16:24 fue, mejoró, adelgazó, recuperó ciertas cosas.
0:16:28 En tanto y en cuanto el amor puede mover para eso,
0:16:30 yo no le digo nada y me parece que lo aprovecho.
0:16:33 Si se pone tan enfermo, como usted dice,
0:16:35 que quiere ser único en la historia de una persona ya no parece algo.
0:16:38 Sí, la verdad que sí, yo pienso.
0:16:39 Usted como es, usted quiere ser único.
0:16:41 Yo no.
0:16:42 Yo quiero ser el segundo, como hago.
0:16:45 Mire, la cosa difícil es que el segundo o el quinto pone.
0:16:51 Imagínate que se corrieron gran premio en Indiana Police,
0:16:55 donde ganar el quinto.
0:16:56 Ya se sabe lo que hay que hacer para salir primero.
0:17:00 Ganarle a todos.
0:17:01 Hay que ganarle a todos, hay que ir más rápido que todos.
0:17:03 Pero como se hace para salir el quinto?
0:17:05 Esa es mucho más difícil.
0:17:08 Empieza la carrera, nadie va a querer el primero.
0:17:15 Van rápido los santos, van de espacio.
0:17:18 ¿Cómo se va les haciendo la madeja?
0:17:20 ¿Cuál es la estrategia? Es una gran pregunta.
0:17:23 Atención, es un tema para un trabajo práctico.
0:17:26 Conografía.
0:17:27 ¿Cuál es la estrategia para salir el quinto en una carrera?
0:17:30 En una carrera en la que todos quieran salir el quinto.
0:17:33 En una carrera normal, muy fácil, todos quieren ganar
0:17:36 y se trata de ganarle al sexto.
0:17:39 Y allí se detienen.
0:17:44 Pero no la carrera en que todos quieren salir el quinto.
0:17:47 Ahí viene un problema que yo no sé cómo solución.
0:17:51 En el caso suyo, que quiere ser segundo en la vida de las mujeres.
0:17:54 Esto es muy interesante porque a veces lo obligará a ir a menos
0:17:57 y a veces a perfeccionarse.
0:17:59 Porque a las mujeres que están cómodamente segundo
0:18:01 y aparece un tipo con muchas virtudes,
0:18:03 el que estaba primero lo tiene que pasar
0:18:05 para quedar segundo del nuevo.
0:18:07 Ah, es verdad.
0:18:08 Aparece uno de afuera que queda primero.
0:18:10 Esto se queda primero, está segundo.
0:18:12 Y otra vez, por ahí, imagínense, el primero
0:18:16 empieza a descuidarse.
0:18:18 Y usted, para quedar primero, tiene que ir a menos.
0:18:20 Y eso era mejor ser quinto, entonces.
0:18:22 Y no se marifíce.
0:18:24 Y en algunas mujeres no llega el quinto.
0:18:27 Y en otras veces...
0:18:28 El quinto es que presentarle dos amigos.
0:18:32 Ej, ej, ej.
0:18:35 Bueno, ¿a quién podemos dedicarle esta historia,
0:18:38 ya querido Rolón?
0:18:39 Bueno, yo teniendo en cuenta esto que usted ha hablado
0:18:41 de este hombre que se pensaba que con un par de horas
0:18:43 en una bolsa de artilleria bastaba para limpiar los pecados,
0:18:46 aquellos que se hacen cargo de sus males
0:18:48 y tratan de regenerarse en serio.
0:18:50 Y ya que de gordos de Sancho se hemos hablado al Quijote,
0:18:53 que siempre está presente en este programa.
0:18:55 ¿Y usted, Alejandro?
0:18:57 Yo me he convocado a mi querido amigo Federico Misrach
0:19:00 y que se ha hablado de los que se han hablado
0:19:02 de un amigo Federico Misrach
0:19:04 que es nuestro pianista oficial.
0:19:08 Aprovecho...
0:19:10 Ahí estábamos a través de él.
0:19:15 Estaba en el boliche de la esquina
0:19:18 tratándose por pasar a segundo puesto
0:19:21 en la carrera.
0:19:23 Y aprovecho para decir que yo quiero dedicar
0:19:25 al príncipe de Náctoles.
0:19:27 He tocado el organismo en la plaza
0:19:30 de la charla de esta noche.
0:19:32 Y a todos ustedes que han venido
0:19:34 a darme una alegría muy grande.
0:19:37 Y creo que conviene cantar un tango
0:19:40 que habla de órganos o de organismos.
0:19:55 La rueda se embarraba
0:19:58 con un renul y porcanito
0:20:01 en grandes de la cara
0:20:04 de un tanto en la rafa
0:20:07 con un caso plato y un reto de un bonito
0:20:12 y un corde en chacha
0:20:15 que se despregara
0:20:18 con postes apagadas
0:20:21 de la esquina
0:20:23 donde se mezclen los heluras
0:20:26 y el margen
0:20:28 para que baile en bal y se enterara
0:20:31 en ornasina
0:20:33 la palita parqueza
0:20:35 y el parido parquez
0:20:38 el último organito
0:20:41 que me demoré en puerta
0:20:43 hasta encontrar la casa
0:20:46 de la vecina puerta
0:20:48 de la vecina quesa
0:20:50 que se ganó su diapar
0:20:53 y así molera tango
0:20:56 para que sure el siego
0:20:59 el siego inconsolable del verso
0:21:02 de carriero
0:21:04 que juba, juma y luba
0:21:07 cercado de Luz de Araba.
0:21:19 Entra una caja blanda
0:21:22 el último organito
0:21:24 que las madrugorios acudirán a su son
0:21:29 y adornaran su tal
0:21:31 la cabeza de angelitos
0:21:34 y el eco de su piano será
0:21:37 como un aziós
0:21:39 lamentarán su ausencia
0:21:42 las novedas encerradas
0:21:44 abriendo una ventana
0:21:46 detrás de una ilusión
0:21:49 y el último organito
0:21:51 se perdera en la nada
0:21:54 y en la alma del soforbio
0:21:57 se quedará sin vos
0:22:00 el último organito
0:22:03 que me demoré en puerta
0:22:05 hasta encontrar la casa
0:22:07 de la vecina puerta
0:22:09 de la vecina quesa
0:22:12 que se ganó su diapar
0:22:15 y así molera tango
0:22:18 para que sobre el siego
0:22:20 el siego inconsolable del verso
0:22:23 de carriero
0:22:26 de juba, juma y luba
0:22:29 cercado de Luz de Araba.
0:22:46 hemos escuchado alejando dolina
0:22:48 y al costar el homero, el liacho,
0:22:50 manz y el último organito.
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