Encontrá todos los archivos de audio en MP3 del programa de radio La Venganza Será Terrible de Alejandro Dolina

23 de Agosto de 2007

Extravagancias médicas de otros tiempos

Transcripción automática

0:00:00 Cada tanto contamos algunas historias que tienen que ver con extravagancias médicas de otros tiempos.
0:00:09 Digo yo, ¿y qué disco pondremos hoy?
0:00:12 A ver, no sé, de alguna manera lo van a dar.
0:00:17 ¿Discos, finalmente?
0:00:19 O no estabas.
0:00:20 ¿Usted rara que yo voy a verificar todo?
0:00:23 Vaya a preguntar si estabas, porque me parece que no estabas, ¿eh?
0:00:26 Un momento, se suspende el programa.
0:00:29 No lo suspende.
0:00:30 No supe en el programa, sí.
0:00:31 Porque me parece que no estaba adentro.
0:00:35 Estaba en la cajita vacía.
0:00:37 Ayer estaba en la cajita vacía.
0:00:40 Oí está.
0:00:41 Porque yo muchas veces traigo cajitas vacías sin disco.
0:00:44 Y a veces en mi casa me pongo a escuchar cajas vacías.
0:00:47 ¿Qué es el disco?
0:00:50 Simplemente, miro el disco, me acuerdo de la impresión pretérica que se dan o esa canción me han causado.
0:00:57 ¿Ahá?
0:00:58 Y listo, en 10 segundos tengo escuchada una sinfónica.
0:01:02 ¿Quién da nombre por un caso?
0:01:03 Me pongo el lindo que era esto, eh, y lo sigo.
0:01:05 Y así dispongo de más tiempo para otras cosas más importantes que la música, por ejemplo la cumbia.
0:01:18 Aquí cada tanto contamos historias, como ya dije, relacionadas con médicos,
0:01:25 con formas escravagantes de curar, historias de vendedores de elixir, de sacamuelas, supuestos sabios.
0:01:35 Y hoy tenemos algunas, eh.
0:01:38 Podríamos auspiciarla con aquellas empresas que nos cuidan, si no fuera porque nos cuidamos solo.
0:01:46 Es totalmente.
0:01:48 Bien, el primero, el primero de los médicos heterodoxos es un español llamado José Recuero, que vivió en el siglo XVIII.
0:02:01 Era ciego, digamos, para empezar.
0:02:04 Su prodigiosa habilidad como médico era reconocida en Villa de la Mancha y también en los campos de Calatrava y Montia,
0:02:14 y que son más o menos del mismo lugar.
0:02:17 Aseguraba a los vecinos de esa región que Recuero era muy ágil de manos para tocar la vihuela y que podía curar con la música a los enfermos.
0:02:29 Y lo hacía tocando jotas, fándangos y seguidillas.
0:02:35 Pero donde con más asombro se veía la eficacia del doctor Recuero, era en el tratamiento de las picaduras de las tarántulas,
0:02:45 que como ustedes saben producen un mal horrible, que en aquel tiempo se conocía con el nombre de Tarantismo.
0:02:52 El doctor Francisco Sidd, miembro de la Academia de Madrid y médico titular del cabildo de Toledo,
0:02:58 escribió un libro para demostrar con curiosos datos que el tarantismo se curaba con la música al modo como se hacía en la pulia en Italia.
0:03:09 En esta obra, en este libro, se decía que en la mancha había muerto varios por no encontrar quien les tocase la tarantila o por haber llegado tarde el que la debía interpretar.
0:03:22 El ciego, José Recuero, había viajado a Italia y se había instruido en todas las tarantelas que se tocaban en aquel país para poder curar a los picados españoles.
0:03:36 Lo que se dice un viaje de estudios medicinales.
0:03:40 En febrero de 1783, el noble Manuel de Córdoba sufrió una picadura. Muy bien, lo picó una tarántula.
0:03:50 Ya estaba en su última confesión, el tipo, cuando se acercó el doctor José Recuero.
0:03:56 Viste la crónica que Recuero peló la viola y empezó con un fandango.
0:04:01 El enfermo permaneció quieto hasta que inició una tarantela.
0:04:06 Entonces Manuel de Córdoba empezó a bailar y sin perder el compás parecía el más diestro bailarín, el que nunca había bailado.
0:04:14 Los presentes se reían al ver los movimientos de aquel hombre.
0:04:20 José Recuero hizo bailar al enfermo toda la tarde y el enfermo sano.
0:04:26 Yo no creía al principio, pero ahora después de leer esto, no puedo menos que asombrarme.
0:04:33 El método de Recuero fue famoso y muy solicitado, tanto que el rey Carlos III lo llamó cuando enfermó.
0:04:42 Y el ciego Recuero tocó para el rey algunas músicas durante un largo rato, pero fue en vano, porque al rey no lo había picado ninguna tarántula.
0:04:55 Tanto es así que se murió.
0:04:59 Otra picación funcionaria.
0:05:01 Se murió por no haber sido picado por una tarántula.
0:05:05 De lo contrario se hubiera curado.
0:05:07 Y si no se salvaba.
0:05:08 Bueno, otro asunto.
0:05:10 Un cirujano poco escrupuloso del siglo XVIII, esta vez en Francia, fue el señor Jacques Bollier, más conocido con el nombre de Frère Jacques.
0:05:21 Dice que operaba los cálculos hepáticos de un modo sorprendente.
0:05:29 Lo notorio es que el método de Jacques era muy grosero y muy poco científico.
0:05:38 Y era uno de los pocos que en aquella época se atrevían a hacer esa operación, digo la operación de cálculos hepáticos.
0:05:49 Los conocimientos de anatomía de este hombre eran producto de una anterior profesión.
0:05:57 Frère Jacques había sido verdugo.
0:06:01 Casi fue uno de los que diseñaron la muerte de Damien, aquel que había intentado matar a Luis XV.
0:06:09 Diceñaron porque fue una muerte muy preparada, muy teatralmente preparada.
0:06:15 Primero le arrancaron una cosa, después otra.
0:06:20 Le correadon la mano al pescüe.
0:06:23 Había que diseñarla para que el tipo no se muriera antes de finalizar la función.
0:06:30 Bueno, esto le proporcionó a este hombre profundos conocimientos de anatomía.
0:06:35 El mariscal Duque de Lorre supo de estas habilidades y lo hizo llamar.
0:06:41 El Duque creía sufrir de cálculos hepáticos muy cautos antes de entregarse al cirujano, cudgó conveniente ponerlo a prueba.
0:06:54 Entonces se buscaron en París 22 enfermos del mal de la piedra, que así se llamaba entonces y también ahora esta enfermedad.
0:07:03 Estos 22 enfermos fueron llevados al parácio del Duque y operados por Jacques ante los ojos de los médicos del rey.
0:07:12 Estos médicos informaron que las operaciones habían sido efectuales horriblemente, pero que todos los afectados se habían curado en pocas semanas.
0:07:25 Más cauto aún el Duque hizo firmar a Jacques una nota conforme a la cual debía responder con su muerte si algo salía mal.
0:07:37 Y el tipo firmó, Jacques firmó y tuvo lugar la operación y fue un desastre.
0:07:46 El cirujano estimó que al Duque no le quedaría mucho tiempo de vida y entonces tuvo la siguiente idea para salvar la propia.
0:07:55 Se le acercó alegremente y le comentó al enfermo que tenía quizá su último minuto de lucidez que los resultados habían sido magníficos.
0:08:05 Y el mariscal Duque de Lorre se puso contento por un momento y rompió aquella carta que había firmado Jacques y al otro día se murió.
0:08:16 Se dice que este hombre, en Fred Jacques, terminó sus días en Rusia, pero no se dice cómo. Probablemente se murió.
0:08:26 Es una manera bastante común determinar los días de una.
0:08:32 A comienzo del siglo XIX, y esta es otra historia, un médico de Mustang llamado Enrique Cochaussan tenía la siguiente teoría.
0:08:44 Consideraba que el aire que los pulmones expelían estaba saturado de toda clase de emanaciones y de átomos absorbidos en el interior del cuerpo.
0:08:57 Y tiene muchas razones.
0:08:59 Así de acuerdo con la experiencia, el aliento del enfermo te enfermaba. Era infeccioso.
0:09:06 Y hasta así, bueno, todo era más o menos pertinente.
0:09:10 Pero Cochaussan también aseguraba que el aliento de una persona sana debía contener elementos vigorizantes, algo así como antimicróbios.
0:09:21 Si el enfermo te larga podre d'umbre, el sano te vigoriza.
0:09:28 Bueno, entonces pensó que si el aliento de las personas sanas era inhalado por algun otro, ingresarían estos elementos vigorizantes a la sangre y todos terminaríamos jóvenes contentos y felices.
0:09:40 Cochaussan aseguraba que el más poderoso bálsamo vivificador era el aliento de las muchachas jóvenes, en lo cual no le faltaba razón.
0:09:52 Cochaussan decía haber comprobado que al entrar ese elemento esencial en el torrente sanguíneo de un hombre mayor o enfermo, renovaba la sangre cansada y aceleraba el movimiento de impulso.
0:10:07 Me gustó sangre cansada.
0:10:10 Es una figura interesante.
0:10:12 Es más interesante desde el punto de vista poético que médico. La sangre cansada que llega casi como pidiendo permiso a la serida.
0:10:20 Sigue tarde y sale con morosidad.
0:10:24 No se desangraman.
0:10:28 El caso es que este hombre, el Cochaussan, citaba textos antiguos para adornar su teoría acerca de los aires rejuvenecedores.
0:10:41 Ahora me imagino citado a la zulaminita en todas esas cosas.
0:10:45 Plinio contaba que en el extremo más alejado de la India vivían hombres que carecían de boca y que no comían y no bebían, pero se mantenían vigorosos oliendo.
0:10:59 Tenían nariz y entonces olían el perfume de las flores.
0:11:04 Bueno, este maravilloso texto era citado por Cochaussan.
0:11:10 Las teorías de este hombre tuvieron un éxito efímero.
0:11:14 Cuando se publicó una edición inglesa de sus escritos, algunos médicos londinenses aplicaron a sus pacientes este método.
0:11:25 Hicieron que los hombres débiles por enfermedad OVGS recibieran el aliento de algunas muchachas que eran especialmente contratadas para ese efímero.
0:11:35 Debió ser algo digno de verse.
0:11:37 Los tipos ahí me dio tan variándose y las menas...
0:11:43 Los resultados no fueron los esperados.
0:11:46 Los esperados.
0:11:49 Depende de lo que uno esperaba.
0:11:52 Acá quiere decir que los tipos no se curaban, pero en realidad yo hubiera esperado precisamente eso.
0:11:59 No se curaron.
0:12:01 Incluso parecieron quienes olvidándose por completo de los fines del tratamiento pagaban, no ya para curarse, sino porque les gustaba que los soplaran.
0:12:10 Bueno, entonces llegaban y decían, a ver, hágame soplar un rato que me siento un poco caído.
0:12:16 Y ahí estaban, tenían las minelas sopladas.
0:12:20 No sabemos qué fue el extraño doctor Cochaussan.
0:12:25 Bueno, y aquí termina esta sección de disparates médicos.
0:12:29 Podríamos.
0:12:30 A grandarla.
0:12:31 Me acuerdo en este momento de los Reyes de Francia que curaban las escrófulas por imposición de manos.
0:12:42 Se creía que el Rey de Francia por ocupar ese lugar ya era el...
0:12:49 No era la persona, sino el título de Rey de Francia y que curaba las escrófulas.
0:12:56 Entonces vos eras escrofuloso y vos si te hacías poner la mano en la llaga por el Rey de Francia y te curabas.
0:13:04 Incluso el Rey tenía un día al año en el que recibía todos los escrofulosos del reino.
0:13:09 Entonces iba, los tocaba todos y todos se curaban y eran felices para siempre, supongo yo.
0:13:14 Y por algunos que por algún error de procedimiento o por alguna cuestión excepcional no se curaba.
0:13:31 A José Recuero, Alejandro.
0:13:33 A José Recuero.
0:13:34 Sí, que no sería mucha medicina pero era guitarrista.
0:13:36 Yo tocaba, sí, no.
0:13:40 Los médicos argentinos que son los mejores del mundo o los enfermos argentinos que también son...
0:13:46 Los mejores del mundo.
0:13:47 ...requeridos en todos los hospitales y triunfan en todas partes.
0:13:53 El argentino triunfa en todas partes.
0:13:57 Y no puede hacerlo como médico, al menos triunfa como paciente.
0:14:01 Y como enfermo.
0:14:05 Entonces vamos a homenajear al doctor José Recuero.
0:14:09 Y ya que el tipo tocaba la guitarra y curaba a los que habían sido picados por las tarantelas.
0:14:14 En realidad siempre creímos que era al revés la cosa, ¿no?
0:14:17 Que no es que se curaran bailando sino que...
0:14:21 Que era la manifestación sintomática de la enfermedad.
0:14:25 Que era picado por una tarantela.
0:14:26 ¿Por una tarantela? No.
0:14:27 Por una tarantula.
0:14:28 Realidad.
0:14:29 Las tarantelas suelen no picar.
0:14:33 Ser picado por un paso doble debe ser.
0:14:35 Sí, se la regalo.
0:14:36 En cualquier caso, quienes eran picados por esos feroces arácnios.
0:14:41 Se movían de modo tal que los chuscos decían,
0:14:45 mirálo a ese, parece que estuviera bailando la tarantela, parece.
0:14:49 Y de este lejano parecido, porque no creo que los enfermos dieran palmas debajo de las piernas en alto.
0:14:58 Aunque las abrieran y cerraran con las manos en la cintura,
0:15:01 todos estos pasos básicos de la tarantela.
0:15:04 Vamos a empezar a enseñar tarantela aquí.
0:15:07 Por radio.
0:15:08 Por radio, para que el que habiendo sido picado por una tarantula,
0:15:11 quiera enfatizar su mal ante sus familias.
0:15:13 Sí, sí, vamos a decir cómo corresponde.
0:15:18 Bien, esto era el dato que teníamos nosotros,
0:15:21 pero acá se nos dice que no, que en realidad es la forma de curarse.
0:15:25 Ya que este hombre curaba tocando la tarantela y tocando la guitarra,
0:15:32 escucharemos el tango que se llama la guitarrita,
0:15:34 y que fue compuesto por Eduardo Arola pensando en el doctor Recuero
0:15:39 y en las virtudes terapéuticas de un buen solo de guitarra.
0:15:45 Lo toca precisamente en guitarra el amigo Juanjo Dominguez.
0:16:24 En el caso de la guitarra,
0:16:26 el amigo Juanjo Dominguez,
0:16:28 que es el único que ha hecho el solo de guitarra,
0:16:31 que es el único que ha hecho el solo de guitarra,
0:16:34 que es el único que ha hecho el solo de guitarra,
0:17:42 que es el único que ha hecho el solo de guitarra.
0:17:46 En las Venganzas de laTerraering me hemos escuchado

Comentarios (0)

No hay comentarios. ¡Podés ser el primero en comentar!


Tenés que Iniciar sesión para comentar.
Podés darle estilo y formato al texto utilizando Markdown