Transcripción automática
0:00:00 Hoy hablaremos querido Ilesti de un señor que era Felipe de Orleans, que era regente de Francia en 1721, cuando el futuro rey Luis XV todavía era muy chico como para reinar, el regente era Felipe.
0:00:18 Felipe era una persona muy galante y se podía realizar en su casa simpaticísimas orgias.
0:00:26 ¡Ay, qué lindo!
0:00:28 Felipe tenía por esos tiempos dos amantes. La favorita era madame Faladell y la otra era madame Sabram, que hacía lo imposible por reemplazar a la otra y lograr la exclusividad.
0:00:39 Cuando madame Sabram, que no era muy linda la verdad, se convenció que no lograría sacar del puesto a la favorita, decidió conseguirle a Felipe algunas muchachas amigas para ganarse su favor.
0:00:55 Lo mismo hizo postreamente la pompa duro, pero no por fea sino por fría.
0:01:02 Pero bueno, de eso ya hablaremos.
0:01:04 El caso es que madame Sabram empezó a presentar a Felipe un número considerable de bailarinas de la ópera, que parece que marcaban 1.36 la mesa.
0:01:17 Madame Faladell, la primera favorita, quedó eclipsada por tantas bailarinas y abandonó la corte.
0:01:25 Además de estar enojada, madame Faladell tenía miedo de contrajerse a alguna enfermedad ya que el rey andaba de la cocina al alza las todas las noches.
0:01:37 Pero bueno, triunfó entonces madame Sabram y como los amores de las chicas de la ópera parecían efímeros, decidió buscarle a Felipe una compañera más estable y más fuerte, pero que además respondiera a sus designos.
0:01:53 Es decir, poner una persona de la confianza de ella como favorita del rey y así asegurarse un gran dominio.
0:02:02 Y un día descubrió una hermosa muchacha llamada Madame Laverne, esposa de un teniente de la guardia y le pareció que era la indicada para convertirse en la nueva favorita.
0:02:14 Entró en conexión con ella, se realizaron todas las conversaciones previas, organizó un baile, una sesión de sombras chinesca picantes.
0:02:24 ¿Cómo me gustan las sombras chinescas picantes?
0:02:28 Por ejemplo, adivinen qué es eso?
0:02:31 Adivinó.
0:02:36 Madame Sabram invitó a la chica y se la presentó a Felipe al regente, que inmediatamente se sintió encantado.
0:02:44 El regente pensó en incorporarla a su plantel de amante.
0:02:48 Al día siguiente le regaló a Madame Laverne una variedad exquisita de especies y de yapa, una capitanía de la guardia para su marido.
0:02:57 Mira vos, qué detalle.
0:02:59 Madame de Laverne, que no era tonta, comprendió y rechazó el regalo.
0:03:05 Felipe tuvo que planear otras maniobras porque era la primera vez que una mujer no caía rendida en sus brazos, instantáneamente.
0:03:13 Durante varios días estuvo preocupado, tan preocupado que incluso el pueblo comentó este rechazo.
0:03:22 El pueblo francés siempre fue muy aficionado a las coplas, muy aficionado a las coplas.
0:03:26 Cada vez que sucedía alguna cosa así se enteraban y después publicaban en unos papeluchos unos versitos.
0:03:34 También por aquellos días Madame Laverne y su marido se fueron, se fueron de París.
0:03:40 Cuando se enteró Felipe, les mandó al galopio un mensajero que llevaba una oferta.
0:03:44 50.000 libras a cambio de que se quedaran.
0:03:47 Madame Laverne se mostró indiferente y no respondió nada, pero sin embargo se volvió a París sin decirse lo al mensajero.
0:03:55 Felipe se disponía a hacer un nuevo ofrecimiento cuando el propio señor Laverne se presentó en el palacio y le propuso un negocio.
0:04:09 Él abandonaba a Lice llanamente a su mujer y Felipe debería pagar una fuerte suma de dinero y autorgar varios beneficios.
0:04:19 Bueno, el regente sorprendido preguntó a este señor, bueno, y su esposa qué piensa.
0:04:25 Laverne contestó que la esposa estaba de acuerdo, pues quería que él fuera próspero.
0:04:32 Felipe aceptó todas las propuestas.
0:04:35 Este asunto fue manejado como una venta.
0:04:38 Incluso se firmó un contrato en el que decía que la unión con Felipe era disoluble por simple voluntad de las partes.
0:04:47 Muy bien, al día siguiente por la mañana Felipe envió al señor Laverne la suma convenida y una canasta de joyas.
0:04:57 Ya todo arreglado Felipe y la muchacha se encontraban en la roqueta.
0:05:02 La casa de un señor, un tal tunaliet para pasar la noche ahí, su primera noche junta.
0:05:08 Al día siguiente cuando la muchacha volvió a su antigua casa para buscar algunas pertenencias y se miraba a casa buscar una cena agua.
0:05:17 ¿Le gustaba Felipe o ella era la cabastecía de...?
0:05:22 Todavía no lo sabe.
0:05:24 Fue a su casa y estaba el marido, hizo una maleguita, el marido la recibió con una sonrisa, había logrado el dinero y el nombramiento al capital.
0:05:35 En ese mismo mes, que era julio, Felipe instaló a Madame Laverne en una habitación muy cercana a la suya y la visitó puntualmente todos los días.
0:05:47 Madame Sabran, que la que se le había presentado, pudo disfrutar tranquila de todos los lujos del palacio porque Felipe estaba muy agradecido por haberle traído esa chica.
0:05:59 Con el tiempo Madame Laverne se entregó a todas las voluptuosidades que el regente le propuso.
0:06:07 Incluso en aquellas orgías que Felipe acostumbraba a organizar con toda clase de libertinos empezó a participar Madame Laverne.
0:06:22 Le encantaron así de aquellas reuniones y ella misma empezó a organizarlas, incluso dirigirlas.
0:06:29 Invitaba a personas desconocidas, armaba distintas escenografías y había orgías temáticas.
0:06:39 A veces se presentaban todos como romanos, otras veces fingían estar en América, etc.
0:06:45 Bueno, aquellas reuniones se hicieron famosas y llegaron a oídos de quien?
0:06:49 De señor Laverne, que ya estaba donde Judas pedió el poncho.
0:06:52 Pero ya estaba todo arreglado?
0:06:54 Ya estaba todo arreglado, pero él se enteró que había orgías, eso no lo sabía.
0:06:58 Cuando se enteró comenzó a sentir un gran arrepentimiento.
0:07:03 Sufría enormemente la deshonra a la que se había sometido y quiso redimirse.
0:07:12 En una oportunidad Madame Laverne invitó a unas 60 personas y pidió que los hombres se disfrazaran de mujeres y viceversa.
0:07:22 Linda sí, frecuadre.
0:07:25 Cuando todos estaban en el salón, la misma Madame Laverne anunció que se le había dado libre salida a los instintos
0:07:35 y olvidar que pertenecían a la raza humana.
0:07:39 Qué linda consigna.
0:07:42 Señor, esa continuación daremos rienda suelta a nuestros instintos y olvidaremos que pertenecemos a la raza humana.
0:07:50 En ese momento apareció el marido.
0:07:56 En ese momento su señora, Ancán Sonsillo, era perseguida por dos muchachos, vestido de mujer con una en agua, del tiempo de inundación.
0:08:07 Y entró el señor Laverne blandiendo su espada sin metáforo.
0:08:12 Sí, no amamos por supuesto.
0:08:14 Bueno, entró el tipo junto con dos soldados, además, para darle color al guiso.
0:08:19 El cual lo sorprendió.
0:08:22 Imagina, si me daba las manos.
0:08:25 Qué va a decir uno cuando encuentra su mujer en Cansonsillo perseguida por dos señores.
0:08:30 Comprendió rápidamente, era un hombre, los hechos que allí se sucedían.
0:08:36 Acá pasa por raro.
0:08:38 Comprendo perfectamente sin guardar la espada.
0:08:41 Comprendo perfectamente los hechos que aquí se suceden, dijo, y en arcolas cejas.
0:08:47 Algunos de los participantes sospecharon que algo malo se venía y corrieron a refugiarse.
0:08:53 Laverne tomó el brazo a su mujer y le gritó al regente, aún sin saber dónde estaba.
0:09:00 Imagínense, lo que se había cual de la regente.
0:09:03 Qué se había cual de esta señora, será el regente.
0:09:06 Y le dijo así al tuntum.
0:09:08 Dijo, señor regente, me arrepiento de lo convenido y quiero que mi esposa vuelva junto a mí.
0:09:15 Justo ahora, dijilita los pies.
0:09:17 Algunos creyeron que era parte de la orgía.
0:09:20 Y dijo, qué fenómeno, mirá las que se inventan estas, pensaron.
0:09:25 Y hasta empezaron a perseguir a Mesiela Verne para toquetear lo poco.
0:09:32 Finalmente, Mesiela Verne se fue con su mujer del salón y dejó en la puerta el dinero que le había dado Felipe y la insignia de Capitán.
0:09:43 ¿Y la canasta con las joyas?
0:09:44 No dice nada aquí.
0:09:46 Felipe Oliás entendió el dolor de aquel hombre y nunca reclamó nada a la muchacha.
0:09:52 Mesiela Verne se la llevó fuera de París, perdió todo el favor de la corte naturalmente.
0:09:58 Algunos dicen que se fueron a América, otros aseguran que vivieron como campesinos en Borgoña, pero nadie sabe nada.
0:10:07 Por la corte no aparecieron nunca más.
0:10:10 Qué extraordinaria historia de amor.
0:10:13 Que traigo un final feliz, podemos decir.
0:10:17 ¿Qué es un final feliz?
0:10:18 Un formatrimonio.
0:10:19 Por eso le pregunto de nuevo.
0:10:21 Contra las orgías.
0:10:23 Siempre gana los que yo no pongo.
0:10:26 Qué horror, ¿no?
0:10:31 ¿Qué habrá pasado después?
0:10:33 Y ya no le habrá dicho, mirá el papelón que me hiciste hacer.
0:10:36 Ahora ella, él la viene a buscar un peligro.
0:10:40 ¿Un peligro?
0:10:41 No, pero bueno.
0:10:42 Ahí metiéndose en una orgía.
0:10:45 Un tipo que llega y se cuela en una orgía que no le invitaron, está loco.
0:10:52 Y más que si la mujer está ahí.
0:10:54 ¿Puede recuperar?
0:10:55 Aquí les dice, usted está en una orgía, todo fenómeno, todo buena onda.
0:10:59 Apaga como la luz veno.
0:11:00 Que no descaya, bueno, está bien.
0:11:02 Lo que le gusta a la gente.
0:11:04 No se le niega a nadie, todo bien.
0:11:07 Y golpeó a la puerta.
0:11:09 El marido.
0:11:10 El marido de una que está acá dentro.
0:11:12 Es un mal momento con qué derecho lo tenemos que vivir nosotros.
0:11:18 Incluso yo sin tener nada que ver, le diría.
0:11:21 Sí, no, más vale.
0:11:22 Yo no tengo nada que ver con su esposa, ni siquiera, o a lo mejor sí,
0:11:27 ni siquiera sé cuál es.
0:11:30 Le digo, cuyeme.
0:11:32 Arruino todo.
0:11:33 Arruino todo.
0:11:34 Porque ahora usted se va, se llama su esposa y va a mostrar todo pendiente,
0:11:38 que a lo mejor toca en la puerta y es algún otro marido.
0:11:41 Imagínense si a todos los maridos se le da por aparecer en la orgía donde están las mujeres,
0:11:45 en que pa' ahí vivimos.
0:11:49 Pero póngase un poco también en la cabeza del marido.
0:11:56 Se acuesta, recupera la esposa, después se acaba de la orgía.
0:12:00 La primero la vendió y ahora la quiere recuperar.
0:12:02 No lo ve que la vendí por imagen de la fuerza que la dio.
0:12:05 Chau, pelito incluso, pelito para vieja.
0:12:08 Usted rescata a su esposa de un medio, es la organizadora de una orgía de 60 personas.
0:12:13 Y se apaga la luz y está en la cama matrimonial y dice,
0:12:16 ¿que es la seguridad de la gente con quien estoy?
0:12:19 ¿Qué seguridad le da?
0:12:21 Ninguna, pero yo no quiero seguridad, por eso la vendí al tipo.
0:12:25 Bueno, yo te encontro a ese tipo, el señor Laverne.
0:12:30 Hemos ido a la discoteca y le compro.
0:12:33 Ya estaba pensando, usted menciona, tendrá algo que ver con New Orleans.
0:12:39 Porque había colonias francesas y españolas en esa zona del estado de Estados Unidos.
0:12:45 Se llama New Orleans por la ciudad de Orleans y por el de la cual era Duque,
0:12:51 siempre el hermano del rey, el hermano menor del rey,
0:12:56 tradicionalmente es el Duque de Orleans que siempre una rama secundaria de la familia Reynante de Francia.
0:13:03 Pero por eso se llama New Orleans.
0:13:05 Y de ahí surge el jazz y después esas colonias fueron compradas por Estados Unidos.
0:13:11 Se llama Luisiana por los redes, claro.
0:13:13 Y Estados Unidos la compró por nada.
0:13:16 La compró por nada.
0:13:18 Qué lástima, no estar ahí porque en un poco de guita,
0:13:24 lo hubiéramos podido comprar en la Argentina, por eso.
0:13:27 La Argentina compraba a todo Luisiana y New Orleans y, mira.
0:13:32 Y yo estaría de...
0:13:33 Nosotros estaríamos tocando.
0:13:34 Y yo se juntaba a ellas.
0:13:35 Y yo se juntaba a ellas.
0:13:36 Al estilo New Orleans.
0:13:37 Y los carnavales los pasáramos allí y el Mississippi sería argentino, al menos una parte.
0:13:47 Pero veo cómo es aquí, no tenemos previsión para nada.
0:13:50 Porque seguro que se enteraron y no la quisieron confiar.
0:13:55 Señores, fuimos a la discoteca, le explicamos todo esto.
0:13:58 El tema fantástico.
0:13:59 El discotecario se interesó.
0:14:00 Y sí, por qué.
0:14:01 Donde hay eso, donde hay la mira.
0:14:03 Ustedes siempre hablan de mira.
0:14:05 Sube, la donde hay.
0:14:06 Y dice, pues yo la verdad.
0:14:07 Estás todo el día en la discoteca.
0:14:09 Está todo el día en la discoteca.
0:14:10 Acá, mire, no hay nada.
0:14:11 Dice, puro disco, disco, disco.
0:14:13 La verdad que estoy desesperado.
0:14:15 Y dije, no, esto ya gente del pasado.
0:14:20 Y dice, el pasado era gente mucho mejor que ahora, no va a compararme.
0:14:25 Y entonces me dio un disco.
0:14:28 Un disco que tiene que ver con todo esto, evidentemente.
0:14:33 Pero más tiene que ver con la mina, con Madame Laverne,
0:14:36 la que dirigía, las orgías.
0:14:39 Dirigía los distintos momentos, la bastonera, si me permite.
0:14:44 Su poco arriesgada, pero también suena.
0:14:46 Algo así como, vio, en el pericón nacional.
0:14:49 Y se ha la vuelta.
0:14:51 Sapa teado, otra, aura, todo el sanco.
0:14:55 Y va la segunda.
0:14:56 Y va la segunda.
0:14:58 Y me dio el tango que se llama Muñeca Brava.
0:15:05 Muñeca Brava que empieza diciendo Che, Madame, que parlase en francés.
0:15:08 Así que sí, ha sido compuesto por Cadícamo,
0:15:11 acordándose de Madame de Laverne o algo así.
0:15:15 Sí, yo creo que algo así, pero...
0:15:17 Algo así o quizá no.
0:15:19 Yo diría, creo que no.
0:15:21 Pero escucharemos la versión clásica de Carlos Gardel
0:15:23 en homenaje a Madame de Laverne y a las orgías de Messien, de Felipe Dorné.
0:15:28 A verá.
0:15:53 Es cabriaco perdín bien para fe.
0:15:56 Y tener el cigono bien bacán.
0:16:00 Sos un biscuí de pestañas muy arriesgadas.
0:16:04 Muñeca Brava bien cotizada.
0:16:08 Sos del tríano, del tríano de pillajeres pojos.
0:16:11 Mi nombre está juguete de ocasión.
0:16:15 Te tienes un campo que tío seguros.
0:16:19 Y veintiabriles que son dijeros.
0:16:22 Y muy repleto de humón y dentro.
0:16:26 Va a patinar los menor días.
0:16:29 Te baten todos muñecas bravas.
0:16:32 Porque a los tínes María sin grupo.
0:16:37 A mi sos siempre la que no supo.
0:16:40 Guardar un cacho de amor y covento.
0:16:44 Campanías la inusión que se va.
0:16:48 Y en brocado si no estás rando.
0:16:52 Y si el llanto te viene a buscar.
0:16:56 Escurrido olor y rey.
0:16:59 Meta champagne que la vida se te escapa.
0:17:03 Muñeca Brava flor de pecado.
0:17:07 Cuando llegues al final de tu carrera.
0:17:10 Tu puri pavera verá a Blanqui de ser.
0:17:14 Te tienes un campo que tío seguros.
0:17:18 Y veintiabriles que son dijeros.
0:17:22 Y muy repleto de humón y dentro.
0:17:25 Va a patinar los menor días.
0:17:29 Te baten todos muñecas bravas.
0:17:32 Porque a los tínes María sin grupo.
0:17:36 A mi sos siempre la que no supo.
0:17:40 Guardar un cacho de amor y covento.
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