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10 de Octubre de 2008

Felipe IV de España y la duquesa de Alburquerque

Transcripción automática

0:00:00 Felipe IV de España y la duquesa de Alburquerque, el título de nuestra pequeña charla de hoy.
0:00:10 En agosto del año 1627 Felipe IV y los duques de Alburquerque se conocieron en el Escorial, el Palacio Escorial.
0:00:19 Habían viajado los duques para unas fiestas que ofrecía Felipe y se alojaron así.
0:00:26 El duque era el excelentísimo señor Don Eduardo de Alburquerque, aquí en el rey nombró gentil hombre de cámara.
0:00:36 Pero lo que importa es que la mujer, la duquesa, era extraordinariamente hermosa y el rey se enamoró de esa.
0:00:44 Una noche en que el duque estaba de guardia en la cámara real, el rey Felipe se entretenía jugando los naipes, junto a algunos grandes de España.
0:00:56 El duque no jugaba, estaba de mirón, estaba mirando ahí, ¿no?
0:01:01 Y observaba la partida en una tarisma ubicada detrás del respaldo del rey, en una actitud que muchas veces es rechazada por el jugador,
0:01:10 al grito de cambio lechusa portero, etc. o qué querés, mirá las cartas que me tocan, qué querés con éste que me está resecando.
0:01:21 Es una mala política ponerse a resecar al rey.
0:01:25 De todos modos Felipe hizo lo siguiente.
0:01:28 En un momento determinado del juego se dio una palmada en la frente como quien recuerda algo o como los malos actores que quieren dejar en el público la impresión de que recuerdan algo.
0:01:41 Entonces le dio las cartas que sostenía al duque y le pidió que siguiera el juego.
0:01:48 Y le conseguíme un rato acá y se que...
0:01:51 Pronto volveré.
0:01:53 Dijo que debía redactar una carta al rey de Francia, un pretexto estúpido, que había olvidado determinada.
0:02:01 Y le dijo, defender esta plaza como cosa vuestra y que Dios os ayude.
0:02:07 Y ser más se lastó el rey.
0:02:09 En verdad no iba a redactar carta alguna.
0:02:12 Había decidido ir a visitar a la duquesa, la mujer del tipo, que parece que lo esperaba en sus aposentos después de haber recibido algunas señas y gestos pícaros por parte del rey.
0:02:26 Una vez que se fue el rey el duque quedó estupefacto.
0:02:29 Porque en realidad había mucha guita en juego y él no quería cargar con tal responsabilidad.
0:02:34 Y al mismo tiempo sospechaba e intubía el interés del rey por su mujer.
0:02:42 Mientras jugaba, medio de reojo, iba advirtiendo más de una muerca significativa en los cortesanos.
0:02:52 Y según dice la crónica...
0:02:55 Sabían todo.
0:02:57 No sé si sabían todo, pero lo que no sabían los sospechaba.
0:03:00 Y el duque se puso en guardia sobre la atalaya de su honra.
0:03:06 Trancurrió la partida, continuaron los guiños, las molestias, el reino volvía, los jugadores hacían chistes.
0:03:15 ¿Cómo tarda el rey? ¿Se ve que escribe despacio?
0:03:19 ¡Más que señor!
0:03:22 Le debe estar haciendo la guerra a Francia, todo.
0:03:26 El humor del duque se tornó amargo, se desconcentró y dejó de tomar buenas decisiones en el juego.
0:03:35 Y empezó a perder.
0:03:38 Al principio perdía por sus malas decisiones, y después empezó a perder a propósito para salir lo más rápido posible de aquella partida.
0:03:46 Total era guita el rey.
0:03:48 Algunos de los cortesanos que cubrían al rey, preocupados por la salida del duque, también iban a menos, pero para dilatar la partida.
0:03:59 Pero el duque se quedó de cualquier modo sin dinero y dijo lo que sigue.
0:04:03 Como ya no tengo nada que defender, ni de su majestad ni mío, que da todos con Dios y la suerte sea propicia con quien más haya de defender sus favores.
0:04:13 Y salió corriendo.
0:04:15 Pero el duque de olivares, que también estaba mirando la partida, vio que el duque corría hacia los aposentos.
0:04:21 Y entonces se metió por un pasadizo secreto y llegó al cuarto donde estaba el rey antes y le avisó a Felipe del peligro que corría.
0:04:32 Guarda que viene el marido, dijo, una frase que se hizo célebre.
0:04:38 Su majestad se vistió como pudo e incluso olivares ayudó a vestir a la duquesa, porque estaban los dos ahí en plena equidad.
0:04:48 Y el duque llegó al rato, a Galope, a los aposentos, golpeó la puerta de modo violento.
0:04:55 El rey, la duquesa y el diolivares estaban es significando una reunión social.
0:05:04 Dentro de la habitación.
0:05:06 Dentro de la habitación.
0:05:08 Por ahí el rey andaba medio con la camisa que le salía por la bragueta.
0:05:16 Esas cosas que llaman asospechas.
0:05:27 La duquesa le dijo a su marido que la visita real se debía a que el rey había recibido muy buenas noticias.
0:05:37 Y que había querido que ella supiera cuáles eran esas noticias antes de decirselas a él, al duque.
0:05:47 Entonces el duque de Alburquer que sorprendió preguntó cuál eran esas noticias.
0:05:51 Mi la duquesa no supo que responder.
0:05:54 Vas a ser padre, le dijo la duquesa.
0:05:57 Entonces solo dijo que justo en el momento de la entrada del duque el rey estaba por decirle aquella novedad.
0:06:05 Y Felipe iba a tartamudiar alguna mentira cuando el duque de Alivares hizo cargo.
0:06:09 Y dijo que el rey había decidido nombrar al duque de Alburquer que vi rey de Pernambuco.
0:06:14 Por lo que debía salir inmediatamente para ocupar ese cargo en el Brasil.
0:06:19 El duque se plantó de rodillas ante el rey.
0:06:23 Una situación que se estaba repitiendo.
0:06:27 Y dijo emocionado que empezaría los preparativos del viaje para emplearse del mejor modo al servicio de la corona.
0:06:36 Entonces el rey dijo que se trataba de un viaje muy peligroso para la duquesa.
0:06:41 Por lo que jugaba más prudente dejarla un tiempo en Madrid.
0:06:46 Donde tendría un honroso puesto como dama de honor de la reina.
0:06:51 El duque volvió a su sospecha inicial pero se sometió a los diseños del rey.
0:06:56 Dice la crónica que al día siguiente se marchó del escorial a cumplir con su misión orgulloso de sus nuevos honores.
0:07:04 El rey después retó al duque de Alivares por atreverse a solucionar sus problemas de un modo tan oneroso.
0:07:12 Pero luego se tranquilizó al disfrutar de los encantos de la duquesa que fue favorita por algún tiempo.
0:07:19 Me gustaba esta historia, una historia amable.
0:07:24 Lo que no me gustó fue la actitud de los compañeros de juegos, los piolones,
0:07:30 que todo el tiempo andan tratando de mostrar que se dieron cuenta de algo.
0:07:35 Son muy molestos esos tipos.
0:07:38 Que la van de discreto.
0:07:41 Tipo que la van de discreto y son lo contrario de la discreción.
0:07:44 Porque te están diciendo todo el día, viste que me di cuenta que andabas con fulano y sin embargo no dije nada.
0:07:49 Bueno, no digas nada.
0:07:53 Solo pensé, apenas te vi así te lo pensé.
0:07:56 Hay algo que el duque no...
0:07:59 Porque cuando entra a la habitación y está el rey, el duque no tendría que haber dicho,
0:08:04 ¡acúcheme, usted me va a escribir una carta!
0:08:07 ¿Qué haces que has sentado?
0:08:11 Es verdad, el duque tan suspicaz que fue, después llegó y lo vio ahí.
0:08:16 Usted si llega y encuentra su mujer con el rey de España y el duque de Olivares en la pieza de ella,
0:08:25 sentado algo, dijo el japonés, esto me huele mal, dijo el japonés.
0:08:32 ¿Por qué no te callas?
0:08:35 ¿Por qué, usted le diría algo, enseguida, si haría nombrar mi rey de Pernambuco?
0:08:41 En principio, mi mayor sorpresa sería ver al rey de España en persona, creo.
0:08:46 Bueno, no lo puedo.
0:08:48 Y luego...
0:08:50 No te ayude a nada.
0:08:52 Me pongo un poco de fantasía.
0:08:54 Ponéle un poco de onda, loco.
0:08:57 Bueno, entonces está bien, hizo bien, ese yo.
0:09:02 Dedicamos esto al duque de Olivares, que estuvo fenómeno realmente.
0:09:07 Un amigazo, es decir.
0:09:09 A mí me gustaría tener amigos así, pero esos amigos a los que te hacen deudor o cornudo.
0:09:14 Entonces fuimos a la discoteca y contamos esta historia como 20 veces, porque no la entiende nunca.
0:09:24 Dijo como Barton, como, a mí me sorprendería mucho ver al rey de España.
0:09:32 Y sin embargo, qué disco le dio?
0:09:34 Y sin embargo, me dio un disco que se llama Por Culpa del Escolazo.
0:09:40 Que estaba muy bien, perfectamente pertinente.
0:09:43 Y que escucharemos en la versión de Don Edmundo Rivero en este mismo acto. Adelante.
0:09:48 Por Culpa del Escolazo me quedé quien en la vía.
0:10:03 Las cosas que mamá mía me tuve que apechugar.
0:10:08 Ya no podía empiechar, al daba mis sobrepasos.
0:10:13 Ya no gustaba el pechazo ni los grupos papilados.
0:10:19 Para poder escabiar del whisky me fui al quebracho.
0:10:28 Ya no aporté más alcecas ni a la barra de la esquina.
0:10:33 Me rajaba hasta las vinas por si había que agarpar.
0:10:39 No faltó para completar a esa cancha barrosa.
0:10:44 Cuando una mina rasposa que mi bulín compartía.
0:10:49 Las tomaron buen día al ver fulera las cosas.
0:10:58 Empeñer Sarsos y el Bobo, respondí hasta la barroca.
0:11:03 Del centro me fui a la boca a vivir en un altizo.
0:11:08 El aire del conventizo me fue ganando de apuro.
0:11:13 A fuerza marroco duro ya no podía tirar.
0:11:18 Ya no poderme aguantarme si amigo del laburo.
0:11:26 Hoy le rajo al entrevero de timbas y de paradas.
0:11:30 Venga de vida locada, ya no atide la cartera.
0:11:34 Una grelia que mía quieta acusa sus beneficios.
0:11:39 Y sin hacer sacrificio cuando hay carnillo de invierno.
0:11:44 Tomo el sol de palermo de paso, desde punto al vicio.
0:11:51 Y hay que darse el gusto total.
0:11:53 En una lesa viene el 9, llama al 13 y nos manda el 94.
0:11:59 El 167
0:12:05 El mundo rivero en la venganza será terrible...
0:12:08 por culpa del escolazo.

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