Transcripción automática
0:00:00 Felipe IV de España y la duqueya de Alburquerque. Atención porque aquí hay lo que se llama un estofado.
0:00:10 En agosto del año 1627 el rey Felipe IV de España y los duques de Alburquerque se conocieron en el Escorial.
0:00:20 Unos cuantos nobles españoles habían viajado hasta el palacio para unas fiestas que había organizado Felipe y se arrojaban allí.
0:00:28 El duque era el exigentísimo señor Don Eduardo de Alburquerque, Marqués de Basto, aquí en el rey nombró gente y nombre de cámara.
0:00:36 Pero lo que importa aquí es decir que la duquista de Alburquerque era extraordinariamente hermosa y el rey se enamoró de ella durante la visita y sucedió lo siguiente.
0:00:48 Una noche en que el duque estaba de guardia en la Cámara Real, el rey Felipe se entretenía jugando a los naifes asistido por algunos grandes de España.
0:00:59 El duque de Alburquerque no jugaba, estaba en Irón. Se había parado en el alero detrás del asiento del rey observando la partida.
0:01:12 En una actitud que muchas veces es rechazada por el jugador al grito del cambio lechosa por Tegro, etcétera, etcétera.
0:01:20 Hay miradas que se cancan campos.
0:01:25 El caso es que de pronto Felipe, rey, estaba jugando, se dio una palma de la frente como quien recuerda algún asunto importante
0:01:36 y entregó las cartas que tenía en la mano al duque y le dijo la siguiente palabra,
0:01:41 seguir en juego por mi duque, que pronto estaré de vuelta.
0:01:46 Debo continuar una carta que he alejado a medio redactar, dirigir al rey de Francia, defender esa plaza como cosa vuestra y que Dios os ayude.
0:01:58 Y sin esperar más Felipe dejó las cartas en la mano al duque y se las tomó.
0:02:03 En verdad el rey no iba a redactar ninguna carta, había decidido visitar a la esposa del duque que estaba en sus aposentos y que estaba al tanto además de esta visita.
0:02:15 Muy bien, una vez que el rey se la tomó, el duque de Alburquerque quedó estupefazo.
0:02:21 La verdad es que había muchísimo dinero en juego y a él le tocaba la responsabilidad de cuidar la guita y el honor del rey de España en aquel escolazo.
0:02:31 Pero al mismo tiempo sospechaba de ese abandono de Felipe e intuía el interés que el rey tenía por su esposa.
0:02:41 Pero bueno, el duque no tuvo más a mí de que hacer lo que el rey le pedía.
0:02:45 Pero mientras jugaba de reojo por encima de las cartas,
0:02:51 alvirtió más de una mueca significativa en los cortesanos que según la crónica lo hizo poner en guardia sobre la atalalla de su honra.
0:03:01 Transcurrió la partida, continuaron los riños, las risas molestas y el rey no volvía.
0:03:10 Empezaron las bromas del orden del rey escriba el espacio.
0:03:15 En este momento le está haciendo la guerra francia y ese.
0:03:20 Bueno, el humor del duque empezó a agriarse, se concentró y la verdad que no hizo ninguna jugada buena.
0:03:28 Finalmente empezó a perder a propósito a la guita de Felipe IV para salir lo más rápido posible de aquella partida.
0:03:35 Algunos de los cortesanos que cubriran al reggaen se encuentran con la duquesa, preocupados por la posible salida del duque,
0:03:43 también iban a menos para que el asunto se prolongara, se dejaban ganar,
0:03:48 pero de todos modos el duque se quedó sin dinero y dijo lo que sí, y según se encuentran las crónicas.
0:03:55 Como ya no tengo nada que defender ni de su majestad ni mío,
0:04:02 quedad todos con Dios y que la suerte sea propicia con quien más haga de merecer sus favores y salió rajando para la pieza.
0:04:13 El duque de olivares, el valido del rey, vio que el duque de alburquerque corrida los aposentos de su esposa.
0:04:20 Antes de que el ultrascado llegara, entró en la metada Felipe IV y aviso del peligro que corría.
0:04:27 Guarda que viene el orima.
0:04:29 Su majestad se vistió como pudo y el valido incluso ayudó a la duquesa del alburquerque a ponerse algunas pillas.
0:04:38 El duque llegó a los aposentos, entró de manera violenta, el rey, la duquesa y el violivares estaban en significando una reunión social.
0:04:46 La duquesa reprendió a su marido por su entrada, estando al rey presente,
0:04:50 y dijo que la visita real se diría a la información de muy buenas novedades que el rey había querido que ella la supiera antes de comunicarse las a él.
0:05:00 El duque de alburquerque sorprendido preguntó cuáles eran las novedades.
0:05:06 Y la duquesa no supo que responde.
0:05:09 En verdad había inventado eso en aquel mismo instante.
0:05:13 Y entonces solo dijo que justo en el momento de la entrada de violenta el rey estaba por decirle cuál era aquella novedad.
0:05:21 Felipe IV iba a tartamudiar alguna mentira cuando el duque de olivares hizo cargo de la aposta.
0:05:32 Le dijo que el rey había decidido nombrar al duque de alburquerque,
0:05:36 que vi rey de alpernambuco, por lo que debía salir inmediatamente para ocupar ese cargo en Brasil.
0:05:43 El duque se plantó de rodillas ante el rey y dijo emocionado que empezaría los preparativos del viaje para emplearse del mejor modo al servicio de la corona.
0:05:54 Entonces el rey le dijo que se trataba de un viaje demasiado riesgoso para la duquesa,
0:05:59 por lo que jugaba más prudente que la dejara por un tiempo en Madrid,
0:06:03 donde tendría un honroso puesto en el palacio como dama de honor de la reina.
0:06:09 El duque de alburquerque volvió a su sospecha inicial, pero se sometió a los vecinos del rey.
0:06:16 Por lo menos había conseguido algo.
0:06:19 Dice la crónica que al día siguiente se marchó del escorial a cumplir con su misión,
0:06:24 orgulloso de sus nuevos sonores y con una cornamenta muy considerable.
0:06:30 El rey después medio lo retó al duque de olivares por solucionar su problema de un modo tan anonero o tan caro.
0:06:39 Y es que cada uno que me va a pescar con una mena lo va a monombrar mi rey, que estamos britos de colegios.
0:06:45 Pero después se tranquilizó cuando empezó a disfrutar con libertad de los encantos de la duquesa
0:06:52 que fue favorita por algún tiempo.
0:06:55 Me gustó muchísimo esta historia.
0:06:59 Me gustaba mucho.
0:07:01 Muy bien el de olivares, ¿no?
0:07:04 Lo vamos a monombrar mi rey, señor.
0:07:09 La más graciosa la partida que estaban todos,
0:07:15 todo quería morir de flasco para que el tipo no se juegue.
0:07:20 Y el otro que va a escribir una carta al rey de Francia.
0:07:25 ¿No me gustan los gracios?
0:07:31 Ay, seguro que el rey que les quería leer,
0:07:33 claro, porque lo que quiere avisar el piolón es que se dio cuenta que no está fuera.
0:07:40 Claro, claro, que no estoy estúpido, me di cuenta de que el rey está con la mujer de Temusciac.
0:07:46 Y es muy peligroso un tipo que no demostra que no está.
0:07:50 Yo, como que está todo el tiempo demostrando que no es tonto, es porque justamente es un tol.
0:07:59 ¿A quién quiere dedicar esto? Ya lo me lo dijo.
0:08:02 Al de Oribar, se lo va a modificar.
0:08:04 Al de Oribar.
0:08:06 Ya no es que se dan cuenta y se hacen los tontos, a veces.
0:08:08 Sí, y a la señorita, a la luquesita, a la señora del duque, que estaba buena y que estaba ahí esperada.
0:08:20 Y mi rey de Pernambuco será porque en ese momento España y Portugal eran un reino solo.
0:08:29 Por eso era mi rey de Pernambuco, a ver.
0:08:35 Hemos ido a la discoteca, le hemos contado varias veces esta historia al discotecario y no nos supo dar ningún disco.
0:08:42 Así que echamos mano de uno nuestro para escuchar el tango que se llama Tartas Marcadas,
0:08:50 que canta este que habla con Carino de Orlégui y Ruth Atahile,
0:08:57 que es una forma parte del radio cine que Dios se lo abone
0:09:02 y que acompaña el conjunto musical de Don Federico Misaes.
0:09:06 Tartas Marcadas ha sido compuesta por más que yo tratado de disimular con una letra fingida.
0:09:18 Ha sido dedicado, digo, al duque de Alburquer, al rey Felipe IV de España y a todos los que participaron de este episodio.
0:09:29 Pero después traté de hacerlo lo menos sostensible posible, que fuese posible, y creo que lo conseguí.
0:09:38 No se nota mucho.
0:09:39 No se nota nada que es un tango en homenaje a Felipe IV.
0:09:43 Bueno, pero esta vez lo tenemos en cuenta directa del autor.
0:09:46 No me hagan que a Felipe IV, pero traté que no se notara mucho
0:09:49 para que no me acusara donde aún se cuenta ante la realeza.
0:09:52 Tartas Marcadas, vamos muchachos.
0:09:55 Nadie puede seguir.
0:11:25 Tartas Marcadas, vamos muchachos.
0:11:55 Tartas Marcadas, vamos muchachos.
0:12:55 Jugar con cartas marcadas, trampa celanada, mi vida, mi amor.
0:13:07 Tartas Marcadas, el disco Radio Cine de Alejandro Dolina, por Karina Björniggy, Ruth Atagile y Alejandro Dolina.
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