Transcripción automática
0:00:00 Continuamos en la venganza Serata Ribre, estamos en nuestro galponcito de la calle Gorríti 5963
0:00:11 en el auditorio de Radio del Plata, lugar en el que insistiremos como cada medianoche,
0:00:17 Manía Naviernes, y lo esperamos aquí de entrada, es libre y gratuita.
0:00:22 Los que están hacia atrás parados y alguien quiere sentarse acá del antrenel piso,
0:00:26 voy a hacerlo si no, permanecen ahí como quieran.
0:00:31 Bueno, vamos a hablar esta noche de Felipe VI de Francia y de los contratiempos que sufrió.
0:00:45 Felipe VI, rey de Francia, fue el rey que se enfrentó con Eduardo III, el rey de Inglaterra,
0:00:52 en la Guerra de los Hienarios. El rey de Inglaterra consideraba que tenía derechos sobre la corona francesa.
0:01:01 Y le digo más o menos como era esto.
0:01:09 Felipe IV, rey de Francia, Felipe el Hermoso, fue maldito por, ya que moré, el jefe de los...
0:01:22 el último gran maestro de los templarios, mientras ardía en Loguera.
0:01:29 Lo quemaron, allá que desmole.
0:01:33 Y mientras estaba muriendo, dije maldito, sea usted, el rey de Francia, y todos sus hijos,
0:01:39 hasta la séptima generación, y el papa también ya que está.
0:01:44 Y se murieron todos. Murieron, fueron muriendo, le fueron ocurriendo muchas desgracias.
0:01:50 Ahora bien, ese tipo, Felipe IV, tenía tres hijos y una hija, Isabel, su hija, y después Luis, Felipe y Carlos.
0:02:05 Luis fue rey, Luis, Luis XI, y murió, murió en un partido de pelotas,
0:02:15 y había esos reyes que morían en partido de pelotas uno de esos.
0:02:18 Felipe también, Carlos también, pero se murieron los tres, se fueron muriendo los tres.
0:02:23 Seguramente, por efecto de la maldición de Jack de Monét.
0:02:30 Y se terminó la dinastía.
0:02:37 Felipe IV se murió también.
0:02:40 Entonces, muerto el rey Felipe, lo sucede Luis, muere, lo sucede Felipe, muere, lo sucede Carlos, muere.
0:02:51 Y no había más hijos, pero estaba Isabel.
0:02:56 Ahora bien, Isabel se casa con Eduardo II, el rey de Inglaterra. Ya se había casado.
0:03:02 ¿En caso?
0:03:03 Nadie la contaba, Isabel, por la ley salica no podía haber reina en Francia.
0:03:08 Pero bueno, se casa con el rey de Inglaterra y tienen un hijo, que viene a ser el nieto de Felipe IV de Hermos.
0:03:17 Muertos todos los hijos herederos de Felipe IV, el único que había era un hijo,
0:03:24 pero hijo de un hermano de Felipe IV, Carlos de Valois.
0:03:34 Entonces, evidentemente tenía mejores derechos.
0:03:39 Eduardo III, rey de Inglaterra, que era nieto de Felipe IV y no el otro, que era sobrino nieto de Felipe IV.
0:03:52 Así que tenía razón el rey de Inglaterra, Eduardo.
0:03:59 Tenía razón, pero los franceses pusieron al que tenía menos derecho que era el hijo,
0:04:09 mejor dicho, el nieto de Carlos de Valois, o sea el sobrino nieto de Felipe III.
0:04:18 Cermor la guerra, claro, Cermor la guerra.
0:04:25 Allá por 1339, los ingleses, después de algunas victorias, anunciaron que invadirían Francia con un gran ejército.
0:04:38 Y la noticia aterrorizó a Felipe VI, que era, efectivamente, el nieto de Carlos de Valois, el nieto de Felipe IV.
0:04:53 ¿Y por qué lo aterrorizó? ¿Y por qué los franceses hicieron un desastre?
0:04:58 Los ingleses tenían una buena organización y los franceses no.
0:05:04 Por ejemplo, el primer error de Felipe VI fue nombrar como almirante de su flota a unos tipos que no habían navegado nunca.
0:05:14 Y además, por olvido o por orgullo, desdeñaba las informaciones que le traían sobre el ejército de amigos.
0:05:22 Venían los espíos y decían, mire que son muchos, no me importa, yo no necesito espías, que se son.
0:05:28 Le parecía que cada muestra de organización de un ejército daba cuenta de una falta de valor personal.
0:05:37 Entonces, los ingleses atacaban organizadamente y los franceses tenían por costumbre atacar en bloques sin orden, dando gritos, sin acatar ninguna directiva.
0:05:53 Cada cual demostrando su valor iban al prens y se ponían en los lugares más peligrosos para demostrar los hombres que eran.
0:06:02 Hablábamos de negar canones hace un rato. Hablábamos de negar canones a Caiguanos, pero de las milicias.
0:06:10 Entonces casi siempre se armaban unas confusiones terribles y perdían.
0:06:15 Y no querían someterse a disciplina porque decía que eso era para los cobardes o para los ingleses.
0:06:22 Felipe Ejecto, además de estos problemas, estaba atormentado por preocupaciones domésticas.
0:06:32 Su esposa, Juanita de Borgoña, era la mujer más mala del mundo. Era energica, amarga, fea e insoportable.
0:06:43 Su crueldad era tan grande que directamente cuando alguien le caía mal lo hacía morir.
0:06:50 Y el rey tenía que dedicar gran parte de tiempo a impedir que su mujer cometiera crímenes porque no solo mataba a los que la molestaban, sino que había muchos que la molestaban.
0:07:02 Por ejemplo, la reina odiaba a un caballero muy amigo del rey que se llamaba Bertrand.
0:07:10 Y un día falsificó una orden real en la que se indicaba al preboste de París que condujera al señor Bertrand a Montfasson para ser colgado.
0:07:21 Para completar el engaño, Juan hacía poderó del sello real, lo estampó en el documento y se lo mandó al preboste de París.
0:07:30 El preboste era amigo del caballero Bertrand y se entristeció.
0:07:36 Entonces se fue hasta la casa de Bertrand y le dijo que iban a matarlo.
0:07:43 Bertrand entonces pidió ver al rey antes de que se concretara la pena.
0:07:49 Así que llegó al Louvre, que en ese momento no era un museo, sino que era la residencia de los reyes, y Felipe VI lo recibió.
0:07:58 Le preguntó en qué lo podía ayudar tan temprano porque era en las cinco de la mañana.
0:08:02 Y Bertrand le dijo majestad, cuando uno va a morir procura levantarse temprano.
0:08:09 Y le dio al rey la carta. Felipe palidesió, pidió disculpas y no lo condenó.
0:08:16 En momentos en que se había desatado la guerra, Felipe tuvo que solucionar otro de estos asuntos.
0:08:25 En realidad fueron varios. Otro fue este.
0:08:29 En una oportunidad, Juana intentó matar al Obispo de Bobet con un procedimiento distinto.
0:08:37 El Obispo era huésped del palacio y le dijo, Obispo, mis damas y yo, hemos preparado un baño para usted.
0:08:47 Pero el Obispo, que conocía los sentimientos de Juana, desconfió.
0:08:52 Y habló con el hijo mayor del rey Juan, y con toda franqueza le participó su temor.
0:08:58 Le dijo, mira, Juan, a mí me parece que tu vieja me quiere liquidar.
0:09:04 Y Juan le dijo, me bañaré con vos y veremos qué pasa.
0:09:09 Cuando la reina se enteró de que su hijo se iba a bañar en la misma palangana del Obispo,
0:09:17 fue corriendo a impedir a su hijo que entrara en el baño del Obispo.
0:09:22 Y el príncipe entonces preguntó por qué no podía bañarse allí.
0:09:26 Entonces, Juana agarra un perro que pasaba por allí, lo metió dentro del tacho y el perro murió.
0:09:32 El rey, enterado de lecho, impidió a su mujer que se mostrara en público durante mucho tiempo.
0:09:39 Bueno, me tapa que no matara a nadie.
0:09:42 Mientras tanto, la flota francesa había sido aniquilada,
0:09:48 la caballería fue deshecha en la célebre Batalla de Correcí.
0:09:53 En el curso de esta última contienda, la Infantería Inglesa aplastó a los franceses.
0:09:59 Se dice que por cada flecha que lanzaban los franceses, los ingleses lanzaban siete.
0:10:07 Dos años después del desastre de Correcí, invadieron el Lubro directamente.
0:10:17 Juan, el hijo mayor del rey, perdió a su mujer, la hermosa Fonde Luxemburgo.
0:10:25 La perdió que dice que se murió.
0:10:27 Felipe, entonces, pensó en volverlo a casar al hijo y se decidió por Blanca de Navarra.
0:10:34 Después de obtener la mano, mandó a embajadores a buscarla.
0:10:39 Bueno, ya venía Blanca de Navarra para París, donde le estaba esperando a impaciente Juan.
0:10:45 Cuando la reina Juan, a la mala, a la mujer de Felipe, se murió ella también.
0:10:50 Sin derramar una lágrima, Felipe enterró a su esposa que tantos problemas le había dado.
0:10:58 Cuando Blanca llegó a Lubro, todos quedaron impresionados porque jamás habían visto una mujer tan hermosa.
0:11:07 Y el mismo rey se enamoró de ella.
0:11:11 Unos días más tarde, mandó a su hijo a hacer un viaje por las provincias.
0:11:19 Vaya, mijo, déjese una vuelta por las provincias, le dijo.
0:11:23 Y aprovechó que estaba sola con Blanca y le dijo que si quería ser reina de Francia,
0:11:30 el método más rápido era casarse con el rey y no con el heredero.
0:11:34 Y parece que Blanca se convenció rápidamente e incluso aceptó que Felipe hiciera con ella lo que algunos historiadores consideraron un ensayo de matrimonio.
0:11:46 Y parece que fue tan exitoso el ensayo que ellos ya se consideraron prometidos.
0:11:52 Cuando Juan volvió del viaje por la provincia, se enteró del asunto.
0:11:57 Entonces se enojo, abandonó el palacio.
0:12:02 Se enteró de que su padre se iba a casar con la mina.
0:12:06 Entonces se enojo, abandonó el palacio y dijo yo no voy a ir a ese casamiento.
0:12:11 La unión entre el rey y Blanca en realidad no duró mucho porque Felipe se murió.
0:12:19 Felipe, ese hicto finalmente después de tantos dolores de cabello se murió.
0:12:23 Y se murió porque tenía 56 años, que eran muchos en aquel entonces.
0:12:29 Y dicen, no logró resistir la fogosidad de los 16 que tenía Blanca en Abarra.
0:12:37 En aquel tiempo hacía mal.
0:12:42 Así debilitado por los excesos amorosos, Felipe murió un año después del casor.
0:12:49 Blanca no se volvió a casar.
0:12:52 Y Juan fue el sucesor de Felipe, que heredó no solo la corona sino también la Guerra de los 100 años.
0:12:58 Y esta es la historia de Felipe Sexto, la historia del comienzo de la Guerra de los 100 años.
0:13:03 La historia de Lomala, que era la mujer de Felipe.
0:13:07 Y cómo Felipe le sopló a la novia al hijo.
0:13:11 Bueno, a quién dedicar esto?
0:13:14 A Juan, a Blanquita y también a los bélicos de hoy en día que han transformado la actividad sexual en algo bueno.
0:13:26 En todas las revistas femeninas y de divulgaciones dice que hace muy bien.
0:13:32 Cormillo dice que adelgaza, aunque según cuándo, con quién y cómo.
0:13:40 Está hablando de otra cosa.
0:13:43 Si aún no le gusta la mena, gasta más calorías o menos.
0:13:48 Me imagino que más.
0:13:50 Puede ser, ¿no?
0:13:53 Hemos sido la discoteca, contamos toda esta historia.
0:13:57 Y al discotecario le impresionó mucho la idea del hombre,
0:14:02 ya mayor, que termina agotado por el amor de una jovencita.
0:14:07 Y entonces me dio un tango que fue compuesto pensando en este año fatídico que tuvo Felipe VI al casarse con Blanca de Navarra que tenía 16 años.
0:14:23 Y dice que el título de este tango era una frase que solía decir, Felipe VI,
0:14:29 toda las madrugadas cuando su mujer lo dejaba tranquilo.
0:14:37 ¿Y qué decía?
0:14:38 El tango se llama ¿Quién tuviera 18 años?
0:14:44 ¿Y seguro es por estos sucesos?
0:14:46 Segurísimo.
0:14:47 No, bueno, no sé si es.
0:14:48 La letra no dice eso.
0:14:52 Lo debió porque...
0:14:54 ¿Mensiona a Francia en algún momento?
0:14:56 No, tampoco, ni a Felipe ni a Ana.
0:14:59 Tampoco no lo puede mencionar.
0:15:01 Bueno, pero lo podría sugerir.
0:15:02 Es muy personal, todo.
0:15:04 Entonces se habla de alguna otra cosa, pero por debajo lo que te está diciendo es ¿Quién tuviera 18 años?
0:15:11 Para poder beneficiar todas las noches a mi señora esposa que tiene 16, sin morir dentro de un año.
0:15:20 Así que vamos a escuchar este hermosísimo tango que canta Carlos Gardel.
0:15:24 A verá.
0:15:54 Es el harto de placer sin encarecó, alejar gobelar es malo quebrarlo, para sentir tan solo la gloria de una mujer.
0:16:06 En tu vida 18 años, en tu mierda en las anteriores, conquistando corazones con su porte cubarí,
0:16:20 y en llegar a ser el mozo, en aquel día en el pasado, siempre fuera respetado.
0:16:32 Por valiente y por gentil, ya lo somos los muchachos, puñanderos, que vivíamos soñando en el mañana,
0:16:42 sin llegar a comprender la insomana, que era en ansia de ser hombre de una vez.
0:16:50 Son los hombros de los tiempos que se fueron, los muchachos parlaban chinis y antarigos,
0:16:57 que al impunando los versos de carrero, a más de un de muchachas, logramos convencer.
0:17:05 En tu vida 18 años, y olvidase que es la vida, hay peñas que son heridas, que matan el abecer.
0:17:19 Que lindo si uno pudiera, volver sin ningún cabrón, no disfrutarlos el corazón, que no viera la niña.
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