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12 de Diciembre de 2007

Fran Schubert, músico vienés

Transcripción automática

0:00:00 ¿De qué músico en particular va a ser la chalata?
0:00:03 De el amigo Frank Schubert.
0:00:05 Así que atención, uno de nuestros novios por otra parte.
0:00:10 Nació en Viena en el humilde barrio de Lichtenthal.
0:00:15 Es que es un barrio humilde de Viena.
0:00:18 Como quien dice, por ejemplo, líneas.
0:00:23 Pero en Viena decir líneas es decir lichtenthal.
0:00:31 ¿Pienso en líneas?
0:00:33 Sí, yo viví ahí, así que sale fácil.
0:00:35 Pero no así en lichtenthal.
0:00:38 Schubert pensaba en lichtenthal como usted piensa en líneas.
0:00:42 Y así, la vida es todo así.
0:00:46 Todas las sequinas solo liven a Casus.
0:00:50 Nació el 31 de enero de 1797. Viena era entonces una ciudad de placer.
0:00:56 Disculpenme, no hay ciudades de placer.
0:00:58 Hay personas que tienen placer en determinadas ciudades.
0:01:02 Tenía, sin embargo, Viena, algo del espíritu parisino.
0:01:06 Agundaban los cafés, las tertulias.
0:01:09 También había cientos de bibliotecas.
0:01:11 Pero a diferencia de París, se trataba de una ciudad más púlcara,
0:01:15 en el sentido del orden y del vestir,
0:01:18 característica típica de la dinastía de los asburgos.
0:01:21 Por todos lados había prolijos jarrines.
0:01:25 Y en ellos siempre algún quinteto de cuerdas o un debate público,
0:01:31 o alguien que recitaba o cantaba.
0:01:34 Y se escuchaba música y se debatía hasta altas horas del anoche.
0:01:39 Un perdero sueldo.
0:01:40 Porque una nela que el bailongo tenga su costado groseramente físico
0:01:46 y su costado espiritual.
0:01:48 Por un lado, bebamos a Alicia, a Margot,
0:01:53 por tus ojos Margot, a Alicia, por tu boca,
0:01:57 por la gloria que pasa, por la vida que es loca,
0:02:00 por el amor que ríe, por nosotros.
0:02:05 Pero también queremos, además del costado groseramente físico,
0:02:10 que es indispensable y principal, el costado espiritual.
0:02:14 Así que, después de revolcarnos con Alicia y con Margot,
0:02:19 nos escuchamos un lindo quinteto de vientos.
0:02:23 Y al final, a la madrugada,
0:02:26 caemos rendidos de lujuria y de placer y de gozo intelectual.
0:02:32 Estamos en paz con el cuerpo y con el alma.
0:02:36 Y no será mejor con el alma, digo yo, como un pastor,
0:02:40 directamente desde el cine roca.
0:02:42 Si estamos bien estimulados en el cuerpo y misa de arzá.
0:02:50 Así que no descuide ningún costado, Rolón.
0:02:53 No sé si hablar de costados o si el cuerpo está adelante y ira al alma atrás.
0:03:00 No sé cómo es eso, pero no se está con una mina solo con el cuerpo
0:03:07 y no se oye música solo con el espíritu.
0:03:10 Juber perteneció a una familia de campesinos
0:03:13 que habían venido desde la cilesia austríaca.
0:03:15 El padre del compositor también se llamaba Fran
0:03:18 y había abandonado el cultivo del campo para hacerse maestro de escuela.
0:03:23 En Austria, en aquel entonces María Teresa de Asburgo,
0:03:28 estaba organizando la enseñanza popular.
0:03:31 Y el viejo Franz estaba casado con la hija de un serrajero, María.
0:03:36 Y de esta unión nacieron 14 hijos, uno atrás del otro, como es indispensable.
0:03:44 De los 14, sólo cinco llegaron a la adolescencia
0:03:48 y uno de ellos fue nuestro querido Francisco Serafín Pedro,
0:03:51 que es el nombre completo de Fran Silva.
0:03:54 En esa familia todo el mundo era un poco músico.
0:03:57 El papá tocaba el violonchildo porque era obligación
0:04:00 de todo maestro de escuela austríaco saber música y practicarla.
0:04:05 Terminada la clase, era obligatorio preparar el coro para la iglesia.
0:04:11 A los ocho años, el pequeño Franz empezó a aprender violín.
0:04:15 Al año ya se tocaba algunos jugos con su padre
0:04:19 y lo mandaron a estudiar con el señor Michael Foster.
0:04:23 Y el maestro dijo, jamás se teneron alumnos semejantes.
0:04:28 Fue ese que...
0:04:29 ¿No siempre está a favor esa frase?
0:04:31 No, no lo han dicho hasta de mí.
0:04:36 Parece que cuando el viejo Michael quería enseñarle algo nuevo,
0:04:40 Franz aseguraba que ya lo sabía
0:04:43 y el maestro lo único que podía hacer era admirarlo en silencio.
0:04:48 Con Jolse le aprendió canto.
0:04:50 Parece que cantaba maravillosamente bien cuando era chico.
0:04:53 Aprendió también órgano y armonía.
0:04:56 A los once años, el pequeño Franz,
0:04:59 que tenía un registro soprano de extensión notable,
0:05:04 se presentó en un concurso, en el concurso de la capilla imperial.
0:05:07 Se buscaba un solista para el coro.
0:05:11 En el jurado estaba nada menos que Salieri,
0:05:14 aquel, el de Mozart.
0:05:15 El de Mozart y amigo de este programa.
0:05:18 Cuando apareció el niño Franz,
0:05:20 lo hizo vestido con un traje gris
0:05:22 que había sido del padre en su ninés.
0:05:24 Un traje medio pasado de mora.
0:05:27 Nosotros vestidos con un traje medio violeta.
0:05:30 Que fue de nuestro tío.
0:05:34 El caso es que empezaron a reírse.
0:05:37 Todo el mundo se reía porque tenía pinta de campesino, pobrecito.
0:05:41 Lo consideraban un pobre molinero.
0:05:44 Y la gente despreciaba a los molineros
0:05:46 y a los campesinos en aquel entonces, no como ahora.
0:05:50 Franz tenía el número 21 entre 100 postulantes.
0:05:54 Cuando le tocó cantar, el examen se suspendió.
0:05:57 Se dio por terminada.
0:05:59 Se iba hasta. Cantó a este, adiós.
0:06:01 No cante nada.
0:06:02 Salieri lo admitió inmediatamente
0:06:04 e ingresó a la capilla como alumno becado.
0:06:06 Para eso, tenía que abandonar su casa.
0:06:11 Y vivir así.
0:06:14 Empezaba para llover una atormentada vida.
0:06:17 Entregada a la música.
0:06:19 Y iba atormentada porque pocas veces
0:06:22 un hombre ha sido tan desdichado.
0:06:26 Como sugar.
0:06:28 Vamos a describir a sugar para que no lo imaginen.
0:06:32 Era de corte, estatura.
0:06:34 Un poco gordo.
0:06:38 Mi ope de nacimiento.
0:06:40 Tenía la frente hundida.
0:06:42 Corto de cogote.
0:06:44 De dos rechonchos.
0:06:46 Al caminar lo hacía con un paso extraño.
0:06:49 Y era muy tímido, como no podía ser de otra manera.
0:06:53 ¿Vienes?
0:06:57 En 1811, cuando tenía 14, se convirtió en alumno de Salieri.
0:07:02 Y al año siguiente pudo escribir su primera sinfonía
0:07:05 para el Orquesta del Colegio.
0:07:07 Cuando todo parecía encaminarse hacia el éxito,
0:07:11 Schubert cambió la voz.
0:07:14 Y lo rajaron del coro.
0:07:16 Tuvo que abandonar la capilla,
0:07:18 volvió a su casa para ayudar al padre de la escuela
0:07:21 y se dedicó a enseñar música.
0:07:23 Estamos un poco enojados por la expulsión.
0:07:27 Entonces para...
0:07:30 Si les molestamos, podemos callarnos.
0:07:34 Si les molestamos en la conversación, dejamos de hablar.
0:07:38 Ustedes pueden conversar tranquilo.
0:07:42 Perdón por hacer el programa.
0:07:45 No les quiero interrumpir.
0:07:56 Bueno. ¿Quién?
0:07:58 La senclica.
0:08:00 ¿Por qué? ¿Qué dijo?
0:08:04 Bueno. Gracias.
0:08:12 Se enojó Schubert, no yo.
0:08:14 Schubert.
0:08:22 Y para venganse del destino,
0:08:24 se puso a escribir con desesperación.
0:08:26 Escribía a la escribir a música.
0:08:28 Escribía a la mañana.
0:08:32 Y se desesperaba por la mañana.
0:08:36 A la tarde ya se tranquilizaba.
0:08:38 En toda su vida llegó a escribir unas 400 piezas.
0:08:41 Pero a veces abandonaba las partituras en cualquier lado
0:08:44 y no las volvía a encontrar nunca.
0:08:46 En 1817, cuando tenía 20 años,
0:08:49 Schubert dejó la enseñanza para dedicarse
0:08:52 de deseno a la música.
0:08:54 Abandonó su casa
0:08:56 y no hició una vida bohemia en el centro de Viena.
0:08:59 Le pareció entender que sus horas le gustaban más a las mujeres.
0:09:03 Entonces tomó la decisión de someterla
0:09:06 solo a la consideración de ellas.
0:09:08 Cuando componía algo,
0:09:10 dijo se lo mostraba a las mujeres.
0:09:12 Y así empezaron las famosas veladas musicales
0:09:14 conocidas como Lluveriadas.
0:09:16 La primera de...
0:09:18 Lindo nombre Lluveriadas.
0:09:20 Me voy a una Lluveriadas.
0:09:22 La primera de ellas
0:09:25 fue en la casa de las hermanas Rolig,
0:09:27 que eran Catalina, Bárbara, José Faiana.
0:09:31 Marcaban unos 36 la mella.
0:09:34 Las hermanas Rolig.
0:09:36 Franz ejecutaba sus obras
0:09:39 y las mujeres se escuchaban.
0:09:41 Dillas dependía de la aprobación
0:09:43 y si no le gustaba una pieza,
0:09:45 lluve, rompí a lo escrito.
0:09:49 Pero no la rompí, pues no le gustó a Catán.
0:09:55 Empezó a componer Lidlz.
0:09:58 ¿A qué? Debo decir...
0:10:00 A ver qué estamos sobre.
0:10:02 Parece que Catalina, una de las cuatro,
0:10:04 le daba algo más que su aprobación.
0:10:08 Primero lo aprobaba y después...
0:10:10 Y después también.
0:10:19 Empezó a componer los famosos Lidlz
0:10:22 y su reputación como compositor de canciones
0:10:24 fue creciendo poco a poco.
0:10:26 El rey de los duendes, Margarita en la ruedca,
0:10:28 fueron las primeras composiciones.
0:10:30 Pero, sin embargo, el pobre Schuber vivía
0:10:32 del socorro de sus amigos
0:10:34 porque la música que hacía no se vendía loco.
0:10:36 Los Lidlz de la bella Molinera no tenían éxito.
0:10:39 Algunos críticos le reprochaban
0:10:42 un estilo demasiado científico.
0:10:44 Lo reconocían, pero no le gustaba
0:10:46 porque les parecía demasiado complejo.
0:10:48 Mucha modulación, decían los críticos
0:10:51 y no suficiente melodía.
0:10:53 Esto, naturalmente, lo deprimió.
0:10:56 La gente esperaba, según palabra de Schuber,
0:10:59 solo un cosquilleo en la oreja,
0:11:01 final brillante y pasajes con ordenamentos surtivos.
0:11:05 A todo esto, un fugaz ha morido
0:11:07 con la condesa de esterasi,
0:11:09 que lo abandonó, lo abandonó.
0:11:11 Y esto lo llenó también de melancolía
0:11:13 por si algo le faltaba. Lo largó la esterasi.
0:11:15 No, esterasi.
0:11:17 Esterasi era el apellido completo
0:11:19 de la varonesa.
0:11:21 Solía decir, no la varonesa, sino Schuber.
0:11:25 No hay hombre en el mundo más miserável
0:11:28 y desgraciado que yo.
0:11:30 ¿Qué es lo que decimos todos?
0:11:32 Sólo que todos no somos Schuber.
0:11:35 Escribía, sonatas, variaciones,
0:11:38 hartos de recibir elogio
0:11:40 solo en los banquetes de amigos,
0:11:42 empezó a componer una ópera.
0:11:44 Y se iba a componer una ópera.
0:11:46 Trabajaba como loco, iban los amigos a visitar,
0:11:48 y pues sigue escribiendo.
0:11:50 Logró componer Alfonso y Estrella.
0:11:52 Gino de Esperanza le envió la obra
0:11:55 a algunos representantes de Viena.
0:11:57 ¿Qué le respondieron?
0:11:59 Tengo la carta de los representantes de Viena.
0:12:03 Señor Schuber.
0:12:08 Tenemos el infinito pesar de hacerles saber
0:12:10 que el libreto no está para nada
0:12:12 de acuerdo con el gusto que aquí reina.
0:12:14 SEPA USTÉ, que será convenientemente
0:12:16 aceptado lo agradable y lo no muy difícil.
0:12:19 Firmado los representantes.
0:12:24 Schuber estaba desesperado,
0:12:26 como ya se ha dicho varias veces.
0:12:28 Y le pasó algo todavía más terrible.
0:12:31 Hay unos tipos que se hacían llamar en Viena
0:12:33 amigos de la música.
0:12:35 Y decidieron dar a Schuber una donación.
0:12:37 Y lograr la interpretación de la sinfonía
0:12:40 de Gasto, no la opera, la sinfonía de Gasto.
0:12:44 Y Schuber estaba tan contento
0:12:46 que envió a la sociedad una nota
0:12:48 llena de logios por proteger
0:12:50 todo el esfuerzo artístico.
0:12:52 Mira, y dice, esta sinfonía
0:12:54 llama a la sinfonía de Gastling.
0:12:56 Se la mando, que se yo,
0:12:58 y lo que ustedes hacen es maravilloso, etcétera.
0:13:03 No la leyeron.
0:13:07 Parece que no alcanzaron ni a mirarla,
0:13:09 porque uno de los miembros del club,
0:13:11 de los amigos de la música,
0:13:13 una noche borracha quemó el manuscrito.
0:13:15 Y Schuber no la volvió a escribir jamás.
0:13:18 Y entonces eran los amigos de la música,
0:13:20 como serían los enemigos.
0:13:22 La baleaban, la partitura.
0:13:24 Bueno, Schuber se hizo borracho
0:13:26 a partir de entonces, imagínense.
0:13:28 ¿Qué hace uno cuando le queman
0:13:30 la sinfonía de Gastling
0:13:32 en el club Amigos de la Música?
0:13:35 Se hace borracho.
0:13:36 Andaba por todos los bares tomando vino,
0:13:38 lo he dicho, se hizo borrache.
0:13:41 Y después se iba todos los días
0:13:43 a un burdel distinto.
0:13:45 ¿Por qué haría eso?
0:13:47 Que no le gustarían.
0:13:48 Claro, me hubo un contrario.
0:13:49 Tú no cambias de burdel
0:13:50 cuando los servicios no son
0:13:52 enteramente satisfactorios.
0:13:54 ¿Usted cuando cambia de burdel, por ejemplo?
0:13:56 Yo supongo que cambiaría
0:13:59 si voy y las minas no me gustan.
0:14:03 Y siempre al mismo burdeles, como la Sarsie.
0:14:07 Tiene algo de eso.
0:14:18 Ya hay una familiaridad, una vincularidad.
0:14:22 Ya llegaste.
0:14:25 Estas sonoras.
0:14:27 Esperaba más temprano.
0:14:29 ¿Qué te estás haciendo?
0:14:32 Bueno, andarás por otros burdeles.
0:14:34 Bueno, esta recorrida
0:14:39 de Burdel en Burdel
0:14:43 lo indemnizaron con una sífilis
0:14:45 en el año 1822.
0:14:48 Y entonces, dejó de pensar en la ópera
0:14:50 y en las grandes sinfonías
0:14:52 y empezó a escribir balses, onatas, fantasías
0:14:54 para piano y música coral,
0:14:56 como parece que hacen todos los sifilíticos.
0:15:03 tomaba por lo general versos
0:15:05 de grandes poetas para ponerles música.
0:15:08 De los 600 lids que compuso
0:15:13 60 son poemas de Getty
0:15:18 y el resto pertenecen a Schiller, a Shakespeare,
0:15:20 a Dante y a Calderón de la Barca.
0:15:22 Tenía buenos letristas.
0:15:26 En 1827 lo conoció a Beethoven
0:15:28 y el viejo Ludwig,
0:15:29 fue el único que reconoció las virtudes de Schubert,
0:15:31 dijo, hay en él una chispa divina
0:15:34 y al año siguiente Beethoven se murió.
0:15:40 Usted lo dice en un modo tal que pareciera estar sugiriendo
0:15:43 si la cosa está ligada con la otra.
0:15:45 Parecía que fuera Muffer, un amigo.
0:15:47 Claro, claro, no.
0:15:49 Pero hay mucha gente que gusta derrasolar así.
0:15:51 Sí, pero no. Yo lo digo para enfatizar
0:15:53 lo mal que le iba al pobre Schubert,
0:15:55 una vez que encuentra uno,
0:15:57 que le puede dar una mano y se mueve.
0:15:59 Schubert se impresionó muchísimo
0:16:01 con la muerte de Beethoven,
0:16:03 marchó con el cortejo fúnebre
0:16:05 con saldadamente en el cementerio central de Vienna.
0:16:08 Y de aquella muerte surgió el desolado ciclo
0:16:11 de canciones de viaje de invierno,
0:16:13 una inspiración muy luga y muy sombría.
0:16:16 ¿En toda su vida sabe cuántos conciertos dio?
0:16:21 Uno. Un solo concierto.
0:16:23 Fue el 26 de marzo de 1828.
0:16:26 Pero qué éxito, ¿no?
0:16:32 Resultó completamente ignorado
0:16:34 porque ese mismo día tocaba Nicolò Paganini
0:16:36 en otro teatro.
0:16:38 ¿Pero que fueron todos a ver a Paganini?
0:16:40 ¿La sabe cómo es la gente?
0:16:42 Donde hay un Paganini y van todos.
0:16:48 Viajó...
0:16:50 No, sus amigos lo convencieron
0:16:52 para que tomara unas vacaciones en
0:16:54 Eisenstadt.
0:16:56 Viajó y pasó la mayor
0:16:58 parte del tiempo junto a la tumba de Haydn,
0:17:00 sumido en la tristeza.
0:17:02 Ya no le importaba nada más,
0:17:04 pero seguía componiendo.
0:17:06 Sus impromptus eran de acento romántico.
0:17:08 No corregía para ése.
0:17:10 Pero aún así sus obras eran
0:17:12 productos de una improvisación elaborada.
0:17:14 Parece una contraicción, pero no es así.
0:17:16 Ocho meses después de la muerte
0:17:18 de Beethoven, terribles fiebres
0:17:20 pidieron apostrar a Schubert.
0:17:22 Leilir murió.
0:17:24 ¿Para qué vamos a perdonar?
0:17:26 Literariamente, la goñera Schubert.
0:17:28 Se murió el 8 de noviembre de 1828
0:17:30 a las 31 años.
0:17:32 Mirad en que muchos resuelven comprarse
0:17:34 una guitarra.
0:17:40 Sus últimas palabras fueron un pedido.
0:17:42 Quiso ser enterrado
0:17:44 junto al viejo Ludwig van Beethoven
0:17:46 y allí está el querido
0:17:48 Pancho Schubert
0:17:50 en el cementerio central de Vienna,
0:17:52 cerquita de Gluck al lado de Beethoven
0:17:54 y cerca también de la fosa común
0:17:56 en la que se dice fue arrojado
0:17:58 nuestro amigo Mozart.
0:18:00 Breivísima vida a la de Schubert.
0:18:02 Desgraciada vida
0:18:04 y hermosas obras.
0:18:06 Cabe estarles eternamente agradecidos
0:18:08 a este hombre
0:18:10 que no hizo más que padecer
0:18:12 y sin embargo dejó el mundo
0:18:14 bastante mejor de lo que era antes que él.
0:18:16 Yo no sé a quién va
0:18:18 dedicar usted esta chana
0:18:20 pero yo se la dedico
0:18:22 a las chicas, a estas cuatro hermanas,
0:18:24 a Catalina
0:18:26 Barbara José Fallana
0:18:28 que examinaban las obras
0:18:30 y lo premiaban con aprobación
0:18:32 o con lo que fuera.
0:18:34 Bueno yo lo voy a dedicar esto
0:18:36 a Frank Schubert Padre
0:18:38 este hombre que era
0:18:40 maestro campesino y chelista
0:18:42 digo pues porque me gusta esta idea
0:18:44 de pedirle, no sé si exigirle
0:18:46 pero esperar de un docente
0:18:48 que tenga la sensibilidad musical
0:18:50 y que comprende estas cosas.
0:18:52 Me parece un detalle interesante
0:18:54 la preparación espiritual e intelectual
0:18:56 del que tiene que transmitir conocimiento.
0:18:58 Así que a él se lo dedico a Alejandro.
0:19:00 ¿Y con qué vamos a amoblar
0:19:02 esta charla?
0:19:04 Hemos resuelto escuchar
0:19:06 desde luego a Franz Lis.
0:19:08 ¿Aris?
0:19:10 Perdón, acá me hacen señas
0:19:12 del equipo de producción
0:19:14 a Franz Beckenbauer.
0:19:20 Ahora sí que ahora.
0:19:24 Ah, a Franz Schubert.
0:19:26 No el Schubert Gambetta
0:19:28 a claro a los amigos
0:19:30 tienen ellos un prócer
0:19:32 un marcador de punta llamado
0:19:34 el Schubert Gambetta que fue campeón mundial
0:19:36 en el 50. No, sino
0:19:38 Franz Schubert el músico.
0:19:40 Y una obra de Schubert Gambetta
0:19:42 que, ah no, me siguen haciendo
0:19:44 señas.
0:19:48 Javier Ambrose
0:19:52 Y esta obra
0:19:54 y yo creo que es la más famosa
0:19:56 de Schubert que es la Serenata.
0:19:58 La Serenata.
0:20:00 La Serenata de Schubert, una versión
0:20:02 orchestral
0:20:04 que lástima, no conseguí una de piano yolín
0:20:06 o cantada, pero
0:20:08 ah tenía una cantada.
0:20:10 Pero vamos a escuchar
0:20:12 la orquesta.
0:20:14 Vamos a escuchar la orquesta.
0:20:16 Es un poco chicle.
0:20:18 ¿La otra?
0:20:20 ¿Cuál quiere este?
0:20:22 Tenemos una cantada que no la escuche
0:20:24 pero accediendo a
0:20:26 pedidos de uno gente.
0:20:30 está su pedido.
0:20:32 Y se te programas.
0:20:34 No es una mala costumbre, si bien
0:20:36 no vamos a caer en ella por más buena
0:20:38 que sea habitualmente.
0:20:40 Ustedes se uno, se uno, se uno
0:20:42 que se uno, que va a poner en esa, pongo a la otra.
0:20:44 Pero por ciento de uno no hay tanto problema.
0:20:46 O sea, si, o si era 20 o 30.
0:20:48 Ah, tiene razón,
0:20:50 que no siempre hay un pedido.
0:20:52 Porque no hay un solo pedido.
0:20:54 Se puede acceder.
0:20:56 Si hay 20, imagínense.
0:20:58 Si, claro.
0:21:00 Bueno, tiene razón,
0:21:02 no lo vamos a hacer.
0:21:04 No, hagamos el que te traje usted.
0:21:06 Se quiere que yo me voy a dejar intimidar, Leo.
0:21:08 Por mucho que usted tenga un revolver
0:21:10 en la mano.
0:21:12 Vamos a escuchar la que nos gusta
0:21:14 nosotros, quembromar.
0:21:16 Ahí la andamos.
0:25:14 En la venganza será terrible
0:25:16 hemos escuchado la serenata
0:25:18 de Flans Hubbard.
0:25:20 kyo.
0:25:22 Queremos que la venganza
0:25:24 sea muy fuerte.
0:25:26 Es una gran experiencia.
0:25:28 En la venganza será terrible
0:25:30 hemos escuchado la serenata
0:25:32 de Flans Hubbard.
0:25:34 Es una gran experiencia.
0:25:36 Es una gran experiencia.
0:25:40 terrible hemos escuchado la serenata de Frank Schubert.

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