Transcripción automática
0:00:00 Vamos a hablar de Francisca Pelapra, es un lindo nombre, y la supuesta hija de Napoleón, es una historia interesante.
0:00:09 Vamos a ubicarlos en Francia, año 1811, Napoleón Bonaparte estaba casado con María Luisa de Austria,
0:00:17 y están instalados en esta época en el castillo de Rambulier, y desde allí partieron para un viaje a Caer.
0:00:26 En aquel lugar celebraron una fiesta, un bailongo, en honor de la emperatriz María Luisa.
0:00:33 Diecinueve jovencistas, ni una menos, elegidas entre las más bellas del lugar,
0:00:38 les presentaron ramo de flores, canasta de fruta, y entonaron baladas para honrarla.
0:00:46 ¿Cómo me gusta que diecinueve jovencitas le regalen ramo de flores, canasta de fruta, y baladas para honrarme?
0:00:57 Después apareció una línea sobre una rica literar y desde la literar recitó una poesía, también palentera entre ellas.
0:01:07 Esta niña tenía cuatro años y se llamaba Emilia Pelapra, se llamaba.
0:01:13 María Luisa seducida por la gracia de la niña, la abrazó y le regaló un reloj de oro con sus iniciales,
0:01:20 con las iniciales de María Luisa, ya que costaba creer que tuviera preparado un reloj de oro juntamente con las iniciales de la niña.
0:01:31 Pero María Luisa no sabía a quién le había regalado ese reloj, así que vamos a retroceder para ver qué pasaba con esa niña.
0:01:41 Después de la fiesta, diré antes de que se proceden en el tiempo, mientras la emperatriz volvía al hotel en donde se alocaba,
0:01:48 la pequeña Emilia regresó junto a su madre, y su madre era la señora Francisca Pelapra,
0:01:57 que era muy hermosa, madre de Emilia y esposa de un recabrador de impuestos.
0:02:03 Cuando la chica regresó, la señora Francisca Pelapra la acostó y salió a la oscuridad porque tenía una cita muy importante.
0:02:13 En realidad la cita muy importante era con Napoleón, que la estaba esperando ahí en un salón, cuando estuvieron solos el emperador,
0:02:21 le creó sus brazos y le dijo, solo disponemos de un cuarto de hora.
0:02:27 Era poco, pero bueno.
0:02:30 El caso es que en el cuarto de hora Napoleón le demostró fogosamente, fogos e precipitadamente el interés que tenía por ella.
0:02:40 En realidad el emperador era amante de la señora Pelapra, debe hacía un tiempo, un tiempo que los historiadores discursten en cuanto a su loquitúa.
0:02:52 Algunos dicen que Napoleón había conocido a Francisca Pelapra en 1610,
0:03:02 en un baile dado por el ministro de Asuntos Extranjeros de Italia, Mare Scandi.
0:03:08 Parece que después de conocerlo en ese baile Napoleón regresó a las cincerías que era el palacio donde él vivía en París.
0:03:18 Se llamó a Bocé, Bocé era el encargado de minas del gabinete ministro de Napoleón.
0:03:28 Y Leo Renofri le llevó a Aráez la mujer, y dice, Bocé venga, dice, yo la amenadiza que me presentaron a la señora Scandi Pelapra en el baile nuevo,
0:03:36 va a le traigamela, ventaja de ser el emperador de Francia.
0:03:41 Entonces el súper intendente de los placeres imperiales, que era su título,
0:03:45 efectó una rapida investigación, se enteró de que la señora Pelapra era una leonesa de 26 años,
0:03:52 que se había casado con el Enrique Pelapra, un banquero,
0:03:56 se enteró de que llegó toda la historia y le comunicó sus detalles a Napoleón,
0:04:04 y le dijo, mire, yo se la traigo, pero en esta investigación que acabo de hacer rápidamente,
0:04:10 parece que esta chica fue amante de Pusé, además de Pusé, uno de los funcionarios de Napoleón,
0:04:17 y no solo de Pusé, sino que ha tenido unos 27 amantes más o menos.
0:04:22 A Napoleón no le molestó ese dato, sino que lo consideró un muy buen agurio, y tenía razón.
0:04:30 El mal agurio que hubiera sido que la tipa hubiera permanecido a una de amantes,
0:04:37 eso es un mal agurio.
0:04:39 Unos días más tarde, Francia fue llevada a la tucería por Pusé, pero se hizo desear,
0:04:44 y no concedió nada, fíjese usted.
0:04:48 Fue con Napoleón, ahí, mucho como le va, que se yó, con ambos apel, pero nada más.
0:04:57 Pero al día siguiente Napoleón la hizo volver, decidió a conquistarla como viene el lugar,
0:05:04 y la señora Pelapra escribió en sus memorias íntimas lo siguiente.
0:05:10 Tenemos las memorias íntimas de la Pelapra aquí, así como ver lo que pasó.
0:05:15 Y dijo la Pelapra, escribió.
0:05:18 Esta vez el emperador no trató de re-renar su pasión.
0:05:23 Me habló de su amor, la sensualidad que se desprendía de su mirada me aturrió,
0:05:28 me embriagó, y después él me besó.
0:05:31 Apenas pudo defenderme, por aparte supo hallar las caícias precisas,
0:05:38 y vencida se vi.
0:05:46 Esto escribió en las memorias, calcula como gracío.
0:05:53 Bueno, se vieron durante la estadía de la señora Pelapra en París,
0:06:03 casi a diario durante más de un mes.
0:06:05 Iban los aposentos secretos de la sugería donde Napoleón atendía la menina.
0:06:11 Después, Francisca regresó acá, donde su marido la estaba esperando.
0:06:19 Al cabo de un año de separación, durante los comienzos de María Luisa,
0:06:24 Napoleón se unió a edad tal como hemos contado, la vio durante esos 15 fogosos minutos.
0:06:32 Y en esa ciudad fue donde la hija de Francisca, la pequeña amigua,
0:06:37 le dedicó un poema al emperante.
0:06:41 Después de la reunión en Cáenz, Napoleón no volvió a ver a Francisca hasta abril de 1614 millones.
0:06:49 De vuelta de la isla de él, durante los 100 días.
0:06:52 Francisca solicitó una entrevista, consiguió la entrevista,
0:06:57 Napoleón la rastró en Sofá, y le demostró su interés como siempre.
0:07:02 Y después de este encuentro ya no volvieron a verse.
0:07:05 Algunos historiadores dicen que la niña que resistó el poema era en realidad la hija de Napoleón.
0:07:14 Y que el hermante de Francisca, desde el tiempo antes de aquel pedido a Bozette,
0:07:20 tras la fiesta en el mar escándil extrae.
0:07:26 Mucho tiempo después, en 1852, apremiada por preguntas,
0:07:33 la señora Pelafra, que tenía de las 70 años,
0:07:36 contó que había visto a Napoleón por primera vez en Llong, en marzo de 1808,
0:07:43 y que el emperador la amó con precisión,
0:07:47 de tal modo que nació Emilia, la chica que había recitado el poema.
0:07:54 Era una historia tan emocionante que maravilló a la familia de la señora Pelafra,
0:08:00 cruzó a su marido, y todos transmitieron esta historia con enorme orgullo.
0:08:06 Y Emilia, la chiquita, en su vejez, fue honrada como hija del emperador.
0:08:13 Fue visitada, adornada, retratada y distinguida.
0:08:20 En 19 más son especialistas en la historia napoleónica,
0:08:23 suscriría las afirmaciones de la familia Pelafra.
0:08:27 Hasta se decía que Emilia tenía una notable semecanza con Napoleón.
0:08:33 Tantas seguridad, por parte de un historiador,
0:08:36 que es la palabra de la autoridad, como más son,
0:08:40 permitió considerar la afiliación de Emilia como un hecho infuestionable.
0:08:44 Emilia tendría su sitio para la posteridad,
0:08:48 junto a los hijos de Napoleón, no muchos, después de todo.
0:08:51 El con de León, que nació en 1806, el con de Valés, que nació en 1810.
0:08:56 Allí estaría entre esos esta Emilia.
0:09:01 Pero no hace mucho, dos historiadores lioneses,
0:09:08 los señores Odan, padre e hijo,
0:09:14 que efectuaron un descubrimiento colosalce,
0:09:17 que destruyó lamentablemente la leyenda creada por Emilia Pelafra.
0:09:24 Parece que encontraron el acta de nacimiento de Emilia, de la psiquieta.
0:09:29 Y el acta de nacimiento decía que la fecha era el 12 de noviembre de 1806.
0:09:36 Y recuerde que Francisca había dicho
0:09:39 que tuvo su primer encuentro con Napoleón en León en 1808.
0:09:44 Así que mal pudo generar Napoleón, a pesar de la precisión de sus lances,
0:09:52 una niña nacida antes de esos mismos lances.
0:09:56 Uno que antes que los historiadores no daba crédito a las intenciones de Francisca,
0:10:01 Emilia y todos los Pelafras, era nada menos que Vitorugo.
0:10:06 Vitorugo nunca creyó en los cuentos de los Pelafras.
0:10:11 Vitorugo, como padre de Francia, se encargó de investigar al marido de Francisca,
0:10:16 el señor Pelafra, que había sido acusado de haber obtenido por un dinero
0:10:21 la atribución de una concesión minera.
0:10:24 Y Vitorugo tuvo a su disposición toda una serie de documentos
0:10:27 y algunos creen que tuvo la partida de nacimiento de Emilia.
0:10:32 De haber sido Emilia, hija de Napoleón, Vitorugo lo hubiese sabido,
0:10:37 pero en realidad Vitorugo siempre opinó que no era así.
0:10:43 Decía que eran todos cuentos de Józete, el amigo Vitorugo.
0:10:48 No Vitorugo Morales, no, no, no, Vitorugo Azecas.
0:10:54 Es una lástima, verdaderamente,
0:10:57 de descubrir elementos que echen luz sobre asuntos
0:11:05 acerca de los cuales nos habíamos hecho mucha situación.
0:11:09 La verdad, supongo que hay que buscarla,
0:11:13 pero a veces no sé si conviene tanto como la mentira.
0:11:16 Entonces estaban de lo más contentos, empezando por la propia Emilia.
0:11:21 Bienvenidos, que se yo, le regalaban pasteles,
0:11:25 la gente le regalaba una liña, chanche, o qué se ven,
0:11:28 ah, mira, la hija de Napoleón, que se yo,
0:11:31 primero es engaño para ella, saber que no.
0:11:35 Para toda la familia, pero hay para todos
0:11:39 los que gustan de las historias románticas,
0:11:42 siempre bueno saber que un amante dejó una hija hermosa
0:11:47 que recitaba pohemos y cosas así.
0:11:50 El mismo caso que el del desengayo
0:11:56 de Namiro Cruz, aquel científico que se había enamorado de un fantasma,
0:12:01 cuando supo que todo era una supercería armada por un falso medio.
0:12:06 Y lo mismo no sucede a todos nosotros,
0:12:09 cuando se descubre alguno de estos indelentes.
0:12:13 Así que no le arrepiento decir que Emilia
0:12:17 no era hija de Napoleón, que aquel fantasma que Namiro Cruz
0:12:23 no existía, que la selección de fútbol fue eliminada
0:12:29 en la primera ronda del Mundial, y cosas así.
0:12:36 Algunos se alegran cuando saben las verdades,
0:12:40 yo les tengo un poco de miedo, es el reo que tengo
0:12:44 en una vocación, por la verdad.
0:12:46 Pero le tengo miedo, cada vez que duro me dice,
0:12:48 voy a decirte la verdad,
0:12:51 pregunto, ¿tiene que ser hoy?
0:12:54 Cuando una dama me dice, ¿querés que te sea sincera?
0:12:58 Y se digo, preferiría que no.
0:13:01 Hay gente que no me ha sido sincera durante años
0:13:04 y al mejor estos años han sido los más felices de mi vida.
0:13:09 Hay que ver los felices, Jesús junto a gente que le miente.
0:13:19 ¿A quién dedicaré esto, desde luego,
0:13:21 a esta pobre niña de Amademilia, a la señora Pelapra,
0:13:25 al señor Bocé, que era el encargado de plazeres imperiales,
0:13:32 y al señor Pelapra, y a Víctor Hugo?
0:13:37 Todos los que nos conocen,
0:13:39 porque estamos muy generosos de esta noche.
0:13:42 También a esa gente de Lícer, que está filmando,
0:13:45 fragmentos del programa, hemos tenido una entrevista,
0:13:49 antes de comenzar,
0:13:51 justamente acerca del engaño y la verdad.
0:13:57 Yo manifesté, lo mejor es que me olvidé de manifestar,
0:14:00 mis dudas, acerca de la verdad y todo lo que me pasa.
0:14:05 Incluso este programa no sale por radio.
0:14:08 Se trata de un siste gigantesco
0:14:12 urbido por nuestras amistas, es que nos mienten,
0:14:14 nos dicen que salimos por radio y en realidad nos salimos.
0:14:18 Y nosotros nos enforzábamos todas las noces,
0:14:21 elegimos palabras alticionantes, etc.
0:14:24 y lo utilmente.
0:14:25 Todos ustedes son cómplices de nuestros amigos bromistas.
0:14:36 Bueno, no aproveche esta circunstancia
0:14:39 para dejarse estar rolón en un silencio poco radial.
0:14:46 Usted basta que uno le diga que a lo mejor este programa
0:14:49 no sale al aire para que usted se disienta
0:14:52 y comience a arrastrar y a gustar.
0:14:55 Mancéngala la misma composura que si este programa pueda lo que aparenta hacer.
0:15:08 Bueno, pero permítame escumar al público
0:15:12 entonces como dedicando Alejandro,
0:15:13 porque más allá del público
0:15:15 supuestamente podría escucharnos,
0:15:17 también nosotros todas las noches nos sentimos
0:15:19 comprometidos por el público.
0:15:22 Auxiliano con palvoreidad.
0:15:24 En muchos años participa de un venturoso engaño
0:15:28 y también un agradecimiento a todos los que nos han engañado nuestra vida.
0:15:32 Que son muchos.
0:15:33 Son muchísimos y que nos han hecho muy felices.
0:15:36 Hemos creído las redes,
0:15:38 hemos creído en la conveniencia de trabajar duramente,
0:15:43 en la conveniencia de educarnos,
0:15:45 hemos creído que vivíamos en un país grande,
0:15:49 que la ahorro de la base de la fortuna.
0:15:52 Y hemos creído, y hemos creído también que eramos amados,
0:15:55 que nos usaban en nosotros,
0:15:58 hemos creído todo eso y eso nos ha hizo felices.
0:16:00 Tal vez probablemente nos ha habido la verdad
0:16:03 a saber que este programa no está saliendo al aire.
0:16:07 Así que rogamos a los señores socientes
0:16:11 no tocar el receptor de radio,
0:16:13 no es que no funcione,
0:16:15 es que nosotros no estamos saliendo.
0:16:17 El silencio que su receptor le devuelve
0:16:21 no es producto de mejor efecto,
0:16:23 sino de una circunstancia a saber ésta.
0:16:27 Ese programa no se enlice por radio.
0:16:29 ¿Y cómo pretende usted escucharlo por radio?
0:16:32 Daría lo mismo que tratar de escucharlo con una licuadora.
0:16:39 Enterados como estamos en que nuestro programa sale por licuadoras,
0:16:44 confesaremos haber ido a la discoteca
0:16:48 a buscar discos de engaños,
0:16:53 de líos familiares,
0:16:55 de que aquel andaba con aquella,
0:16:58 que fulano es el hijo de no sé quién,
0:17:00 es decir, de confidencia, así, en tintis y suces.
0:17:02 Y encontramos nada menos que el tango íntimas,
0:17:05 algo que fue solicitado por una persona hacia algunos días.
0:17:09 Vamos a escucharlo en la clásica versión de Carlos Canter.
0:17:13 Adelante de Carlos Canter se es el hermoso tango
0:17:16 que se llama íntimas.
0:18:09 Pero tú me tensalabas tú vio lejos
0:18:12 y tú fuces tujo con la prensa.
0:18:16 Adelante te quisieras ir a mi.
0:18:20 Más la vida que ya mismo si son cabeles.
0:18:23 Hay camino del destino y del alivio que come.
0:18:27 Hay el resuelto que hemos oído y la ve.
0:18:31 Y hay vacío y poquita febrera.
0:18:35 Yo también iba a ti desde un día
0:18:38 en que cosas en la vida dejó tanto.
0:18:42 Y quiero un sol con tu amor, el cuerpo de Carlos.
0:18:46 Y uno no dares un pasillo de que pulga.
0:18:50 Su tío pago había amado a izquierda vez
0:18:53 que ven más las fuerzas del destino que pudieron.
0:18:57 Y le vemos nuestra salva subiendo.
0:19:01 Un pasillo y poquita febrera.
0:19:05 Tú te aguanta tu sol y te te te daveré.
0:19:09 El perro me pesa la basura y olenta
0:19:13 y tú fuces tujo con la prensa.
0:19:16 Adelante te quisieras ir a mi.
0:19:20 Más la vida que ya mismo si son cabeles.
0:19:24 Hay camino del destino y del alivio que come.
0:19:28 Hay el resuelto de amor y poquita febrera.
0:19:31 Y hay vacío y poquita febrera.
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