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2 de Octubre de 2008

Un bandolero sevillano: Francisco Jiménez Ledesma

Transcripción automática

0:00:00 Hablaremos hoy de un bandolero sevillano.
0:00:04 Francisco Jiménez Ledesma nació en 1820 en España, en Cantiliana, un pueblo a unos 30 km de Sevilla.
0:00:14 Por Cantiliana pasa el río Guadalquivir, que es el río de Sevilla, el hermoso río que antes se llamaba Betis.
0:00:24 Por eso el club se llama Betis y no Guadalquivir, como debería llamarse.
0:00:31 Bueno, el padre de este muchacho, Francisco Jiménez Ledesma, era barquero.
0:00:39 Transladaba personas en una barca, barca que era propiedad del asuntamiento de Cantiliana.
0:00:46 Y él trabajaba el chofer de la barca, el piloto de la barca.
0:00:50 Francisco ayudaba a su papá. El papá era un poco enfermizo.
0:00:56 A veces se enfermaba tanto que el propio Francisco tenía que operar como barquero.
0:01:03 Pero estaban enemistados con el alcalde de Cantiliana.
0:01:09 No tenía ninguna simpatía por la familia Ledesma.
0:01:12 Un buen día, el alcalde decidió redondamente nombrar un sustituto del barquero y los rajaron.
0:01:19 Al viejo y al piebe. Tuvieron que entregar la barca y ya sin empleo, igual al piebe, Francisco, le quedó el apodo de el barquero de Cantiliana.
0:01:30 Y tuvo que buscar trabajo. El viejo se puso tan enfermizo que se murió.
0:01:36 Y a Francisco nadie le daba trabajo por no enemistarse con el alcalde que lo tenía montado entre Seja y Seja.
0:01:43 Por fin encontró un trabajo, pero en otro pueblo cercano.
0:01:51 Llamado boliulios. Se llama este pueblo.
0:01:56 ¿Y esa forma?
0:01:58 Boliulios, pero sí, a mí me parece. A ver si hay algún sevillano por acá.
0:02:02 Porque boliulios de mitadores, mitación, algo así.
0:02:08 Boliulios de no sé qué se llama.
0:02:12 Bueno, ahí vivía este muchacho mejor hecho ahí, consiguió un trabajo.
0:02:19 Un día volviendo de boliulios, Francisco se encontró con una muchacha hermosa. Se llamaba María.
0:02:29 Y era nada menos que la novia del hijo del alcalde.
0:02:35 María se enamoró instantáneamente de Francisco.
0:02:42 Y lo citó para aquella misma noche a la ventana de su casa.
0:02:47 Como ocurre en Andalucía, las minas te dan apuntamento en la reja junto a la reja.
0:02:54 Veme esta noche junto a la reja, etcétera.
0:02:59 Parece que aquella ventana se abría a un callejón poco transitado.
0:03:06 Y así contra una reja se presentó Francisco.
0:03:11 Y mientras conversaban, pasó un vigilante y lo vio.
0:03:14 A la mañana siguiente el alcalde ya sabía todo.
0:03:17 Que chuma el caso.
0:03:19 El alcalde cuyo hijo era novio de la mina.
0:03:24 Inmediatamente organizó una venganza.
0:03:27 Participaron de ella el propio hijo, o sea el novio de María, y dos primos medio pesados.
0:03:34 Lo agarraron a Francisco en una calle y se la dieron.
0:03:39 Francisco quedó maltrecho, pasó un par de meses medio postrado.
0:03:44 Cuando se recuperó planeó el mismo su propia venganza.
0:03:48 Usted sabe que en la vida de algunas personas vivieron una cadena de venganzas de intensidad creciente.
0:03:55 La otra no tuvo mucha planificación esa venganza.
0:03:58 Agarraron a Trompada.
0:03:59 No agarraron a Trompada, no.
0:04:00 No eran tampoco muy refinados.
0:04:06 Se hizo presente un día en la plaza por la mañana, Francisco.
0:04:12 Y así estaban paseando muchos vecinos a la espera del último toque de campana que anunciara la Ambiensa Mayor.
0:04:19 Entre los paseantes se encontraban nada menos que sus tres agresores.
0:04:24 El novio de la mina y los pesados.
0:04:27 Sin dirigirles la palabra y ni siquiera la mirada.
0:04:31 Francisco fue directamente a la casa del Alcalde.
0:04:35 Llegó al despacho donde se encontraba el funcionario, lo saludó y le cruzó la cara de un navajazo.
0:04:45 El hijo del alcalde que lo había visto entrar a Francisco, corrió y en el portal se lo encontró a Francisco que ya volvía del navajazo.
0:04:54 Pelearon y el hijo del alcalde cayó muerto de una puñalada.
0:05:01 Francisco llegó a la plaza y lo usó.
0:05:07 Atravesó la plaza que estaba llena de mirones, boquiabiertos.
0:05:12 Todos salpicados de sangria.
0:05:14 Cuando empezaba a ganarlas afuera, le salieron al paso nada menos que los dos primos medio pesados.
0:05:22 Bueno, con un par de certeros navajazos, los mató a los dos.
0:05:29 Después salió después de Belóin y no volvió.
0:05:33 Y nunca pudo ver de nuevo la hermosa María mirar todo el día por un rato ahí contra la reja.
0:05:39 El alcalde que no se iba a quedar con esa, organizó a un grupo de hombres para que persiguieran a Francisco.
0:05:49 En los caminos Francisco, el antiguo barquero de Cantiliana, se hizo bandolero.
0:05:55 Y se dice más, ya que estoy rajando por asesino, redondamente me hago bandolero y chao.
0:06:02 Robaba los ricos, mitad por ideología, mitad porque los ricos tienen más plata.
0:06:14 Bien, los alcaldes de Posadas y la Algaba, que son dos pueblos vecinos, le pidieron al corregidor de Sevilla,
0:06:23 que cae en media almirola, que redoblara la vigilancia y les pusiera batidas para terminar con Francisco.
0:06:30 Francisco tuvo la idea, era mucho hecho emprendedor, de forma de una banda para organizar un poco sus delitos.
0:06:38 No fuera así robar a tontas y a locas que casi nunca tienen nada.
0:06:45 Algunos nombres doy, el malos pelos, que había estado en el Japón, el espinaca, qué lindo el espinaca me gustó,
0:06:56 el fraile, el algarrobo y el surdo.
0:07:00 Estos eran los integrantes.
0:07:02 El malos pelos, el espinaca, el fraile, el algarrobo y el surdo.
0:07:07 Francisco tenía un caballo notablemente veloz, que se llamaba pantalones.
0:07:15 A mí un día me contó Adolfo Castelo, que iba a jugar al fútbol con unos tipos que no eran de su barrio,
0:07:25 sino del barrio de la casa de su abuela.
0:07:27 Cuando él iba a visitar su abuela, por ahí jugaba, casi como desconocido, algunos partidos.
0:07:33 Y dice que él tenía unos pantalones cortos, pero por abajo se les salían los calzoncillos.
0:07:39 ¿Acaso uncillo largo y pantalón corto?
0:07:42 En ese ámbito le decían calzoncillos.
0:07:50 Qué curioso, uno tiene una amistad muy fantasmal con los chicos que viven en el barrio de la casa de las tías, de las abuelas,
0:08:00 que te conocen más o menos, pero muy más o menos, muy más o menos.
0:08:05 Es de vez en cuando.
0:08:06 De vez en cuando te ven ahí, estás parado, intervenís en alguna cosa, pero te dicen así, celeste, no vas...
0:08:14 Y culpamente, estoy distraído.
0:08:17 Este caballo se llamaba pantalones.
0:08:21 Por otra parte, Francisco, que estía siempre muy elegante, como corresponde a un bandolero,
0:08:25 traje andaluz de gala, negro, botones de plata, sombrero y copa.
0:08:30 Cómo la guardia no podía dar con Francisco, las autoridades creyeron pertinente a hacer que la gente empezara a odiarlo
0:08:37 y estimular de este modo la delación.
0:08:40 Una campaña mediática.
0:08:42 Una campaña mediática, exactamente.
0:08:44 Y utilizaron la siguiente metodología.
0:08:46 Los funcionarios empezaron a atentar a otros grupos de bandoleros para que robaran y mataran el nombre del barquero de Cantiliana.
0:08:54 Así pretendían que los pueblerinos, que tenían cierto cariño por Francisco, y le daban cobijo,
0:09:00 informaran a los guardias y empezaron a detestarlo.
0:09:03 Y el clán empezó a funcionar.
0:09:06 Francisco se enteró de que se cometían crímenes horribles y también de que los malandras se identificaban dando su nombre.
0:09:14 ¿Indago más?
0:09:16 Y supo que existía una asociación secreta constituida por personas de relieve
0:09:21 que contrataba esbirros en otros pueblos para atribuirle crímenes.
0:09:26 Y entonces Francisco empezó a perseguir a quienes se hacían pasar por él.
0:09:32 ¿Y agarró unos cuantos?
0:09:34 Ninguno negó pertenecer a la asociación secreta, cuyo iniciador había sido el alcalde de la Algaba.
0:09:42 Una vez capturados los inculpados, Francisco tuvo la delicadeza de cobrarlos.
0:09:47 Lo hizo en sitios frecuentados.
0:09:50 Después de las ejecuciones le ponía a cada difunto un cartel
0:09:54 en el que quedaban descriptas las fechorías del ajusticiado.
0:09:58 De este modo el pueblo sevillano y los alrededores fueron conociendo a los reales autores de los crímenes que se le imputaban a Francisco.
0:10:06 El alcalde de la Algaba reunió entonces a cientos de hombres en un ejército enorme
0:10:13 y contrató para comandarlo a un pesado que se hacía llamar el mata 7.
0:10:21 Muy bien, la persecución a Francisco fue implacable.
0:10:24 Finalmente lo rodearon alrededor de la hacienda de un amigo, de un amigo de Francisco que se llamaba Juan Galindo.
0:10:31 Francisco trató de huir en su caballo, del veloz pantalones, pero los acribillaron a los dos.
0:10:38 Francisco tenía 29 años.
0:10:42 Galindo, el dueño de la hacienda, una vez terminado el tiroteo, solicitó a mata 7
0:10:48 que le entregará el cadáver de Francisco y el capitán dio su permiso.
0:10:53 El barquero de Cantillana fue enterrado en el cementerio de Posadas,
0:10:58 que es otro pueblo andaluz, también bañado por el ya citado río Guadalquivir.
0:11:04 Y esta es la historia de bandoleros que quería yo contar, pero todo por una enemistad familiar.
0:11:12 Si no hubiera sido por eso, etcétera.
0:11:16 Ahora, le cuento a mi María a todo esto, ¿qué hizo?
0:11:19 No sé si hizo más de María, que para mí es el punto central de esta historia.
0:11:23 ¿Cuál es el punto central?
0:11:25 Una mira que andaba con el Ejo del Alcalde y de golpe gustó otro y lo citó para ir contra la reja.
0:11:32 Y con eso, morimos 37.
0:11:35 Claro. Y esa no lo buscó, no quiso saber de él.
0:11:39 No importa, pero historias como ésta hacen que yo percebe en este carácter secreto, los amores.
0:11:50 ¿Por qué? A mí no me agarraron y me mataron, porque...
0:11:53 ¿No se enteraron?
0:11:54 Ni siquiera voy a la reja.
0:11:57 Le paso y le chisto, nada más.
0:11:59 Con la mano de bolsillo y la mina de adentro, sabe que fui yo.
0:12:11 Bueno, pues por ahí tampoco disfruta de las mejores cosas, de estar tan distante.
0:12:15 No, pero en otro orden de cosas más filosóficos y más real...
0:12:21 Cada vez, cada vez que un tipo está tan enamorado de una mujer como para confundirla con una de sus posesiones, alguien se muere.
0:12:34 Así que yo detesto eso.
0:12:36 Hay que enamorarse para adentro, no para afuera.
0:12:41 La intensidad del amor que uno siente no da derechos, dijo Mekre.
0:12:48 La intensidad no da derechos.
0:12:50 Hay tipos que están tan locos que creen que porque quieren mucho una mina, tienen derecho sobre esa mina.
0:12:55 ¿Por qué? Porque la quieren.
0:13:00 Y es lo que pasó acá.
0:13:02 ¿Cómo? Si es mi novia, dijo el tipo, como quien dice si es mi propiedad, si es mi ha...
0:13:08 la hacienda, si es mi trompella.
0:13:13 Así que disculpe, me hace usted ser novio de alguien.
0:13:17 Venía a cuenta de eso, ¿no?
0:13:19 Si venía a cuenta de esto.
0:13:21 Bueno, hemos sido la discoteca, hemos referido una y otra vez esta historia.
0:13:26 Y al tipo lo único que le importaba es que...
0:13:28 Es un poco insensible el discotecario.
0:13:30 El discotecario agarra lo primero que uno le dice.
0:13:32 ¿Qué fue lo primero que le dije?
0:13:33 Que era... íbamos a hablar del barquero de Cantiliana.
0:13:40 Bueno, en llevarquero barco. Mañana sal pa un barco, me lo dio enseñido.
0:13:44 Así trabaja, señor.
0:13:46 Así trabaja.
0:13:47 No, musicalizar ha sido una forma grosera.
0:13:51 Lo primero, buenas tardes, buenas tardes.
0:13:53 Buenas noches, mi amor.
0:13:55 Y cuidado que atiene atrás de la reja como María también, el discotecario,
0:13:58 o sea, siempre del otro lado.
0:14:00 Siempre del otro lado, efectivamente.
0:14:02 Así que escucharemos mañana sal pa un barco, que es un beso tango de Lucio de Mare,
0:14:05 en la interpretación justamente Carina Verdegui,
0:14:08 con el trío de Fernando Marzani con Lindos Arreloj.
0:14:35 Música del mar.
0:14:37 Muchachas de ojos tristes, no viene de esperar.
0:14:42 Y el gusto de las compas parece siempre igual.
0:14:47 Tan solo que en tu puerto se alegre el corazón.
0:14:53 Riachuelo donde sangra la voz del bandoneón.
0:14:58 Bailemos hasta el eco del último compas.
0:15:03 Mañana se alfa un barco, tal vez no vuelva más.
0:15:08 Que bien se baila sobre la tierra firme.
0:15:13 Mañana al alba tendremos que surfar.
0:15:18 Muchachabamos, no quiero que esté triste.
0:15:23 La noche es larga, no sé por qué lloras.
0:15:28 Dice tu nombre, cuando me encuentre nejos.
0:15:33 Tendré un recuerdo para contarme al mar.
0:15:39 La noche es larga, no quiero que esté triste.
0:15:44 Muchachabamos, no sé por qué lloras.
0:15:53 Dos meses en un barco, mi amor, mi corazón.
0:15:58 Dos meses añorando la voz del bandoneón.
0:16:03 Y el tango es puerto amigo donde altranea ilusión.
0:16:09 Al ritmo de su danza se amaga la emoción.
0:16:14 De noche con la luna, soniando sobre el mar.
0:16:19 El ritmo de la sola me miente su compas.
0:16:24 Bailemos hasta el eco, no quiero recordar.
0:16:29 Mañana se alfa un barco, tal vez no vuelva más.
0:16:45 Muchachabamos, no quiero que esté triste.
0:16:55 Dile tu nombre, cuando me encuentre nejos.
0:17:00 Tendré un recuerdo para contarme al mar.
0:17:06 La noche es larga, no quiero que esté triste.
0:17:11 Muchachabamos, no sé por qué lloras.

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