Transcripción automática
0:00:00 Bien, ha llegado el momento de hablar del tema de hoy. Es un mito nórdico, atención.
0:00:07 Hemos hablado, me parece, que no hace mucho de Friga, la esposa del Príncipe de los dioses de la mitología nórdica, que es Odín.
0:00:18 Friga tenía un buen número de divinidades, que la asistean. Eran diosas de rango misio, que la ayudaban a lavarse las patas, peinarse, etc.
0:00:32 Diosas de rango misio no están mal. Eran todas doncellas hermosísimas, cada una tenía un trabajo específico.
0:00:40 Friga pasaba muchos momentos sentada en el trono de Odín, que hemos hablado muchas veces, a que el trono, desde el cual se podía observar todo el universo.
0:00:52 Desde ese trono, hace poquito, hemos dicho que alguien conoció a la mujer más bella del mundo, y me pareció que era un recurso extraordinario para cualquier escritor.
0:01:05 Donde conoce a usted a una mujer maravillosa, por ejemplo, la mujer más bella del mundo, y lo conoce a través del trono de Odín.
0:01:15 Se sube al trono de Odín, desde donde se ve el universo, y ahí la conoce. No la va a encontrar como cajera en un supermercado, porque eso es escribir el mal.
0:01:24 Como cajera en un supermercado, la conoce si es que la historia es realista.
0:01:30 Te no dice que es la mujer más linda del mundo, dice que era linda. Y ahí sí, la conoció en la estación Palermo.
0:01:37 Pero si usted dice, ¿y a qué hombre supo que tal y tal era la mujer más bella del mundo? ¿Por qué lo supo? Porque la vio. ¿Y dónde la vio?
0:01:46 En el supermercado, no. Se subió al trono de Odín o a algún lugar equivalente metafóricamente al trono de Odín.
0:01:56 Digamos el sueño. Y desde allí se ve todo el universo.
0:02:02 Bueno, pues este trono se llamaba Hillstiyalf. El trono Hillstiyalf era el trono de Odín.
0:02:12 Y ella quedaba tanto se sentaba, como era la mujer de Odín. Y ella me había sentado un rato en la silla de mi marido.
0:02:17 Hemos sabido que Friga conocía el futuro, pero se negaba a revelarlo. Que es como no conocerlo.
0:02:24 Mejor es el mito de Casandra, que conocía el futuro, pero estaba condenada que no le creyeran.
0:02:30 Entonces lo revelaba, pero nadie le creía. Ya nada.
0:02:36 Friga invitaba a su lado a esposos y esposas, a parejas, que hubieran llevado vidas virtuosas durante su estancia en la tierra.
0:02:47 Después de muerto será esto. Para que pudiesen disfrutar de la compañía de su conciuto, incluso después de la muerte.
0:02:55 Que estaba casado, ya tenía una vida feliz con su mujer. No traía los dos.
0:03:00 Y seguían en el paraíso lo que habían tenido aquí en la tierra. Algunos, eso les parece el infierno.
0:03:09 Friga aparecía a menudo en los bailongos con su esposo Odín, pero en realidad prefería pasar el tiempo en su propio palacio, que se llamaba Fen Salir.
0:03:20 Aprenda, es bueno que la mujer de uno tenga su propio palacio. Fen Salir.
0:03:24 Las casas se paraban.
0:03:25 Sí, allí era donde vivían estas muchachitas que las ayudaban.
0:03:30 Una de sus asistentes se llamaba Hlyn, y era la diosa de la consolación.
0:03:35 Era a quien Friga enviaba para que secara las lágrimas de los que lloraban y derramara bálzamo sobre los corazones doloridos.
0:03:45 Era un ayudante, Hlyn, que consolaba.
0:03:51 Ella veía desde el trono a uno que sufría y le mandaba a Hlyn para que lo consolara.
0:03:57 Hlyn también escuchaba, con oídos atentos, los pedidos de los mortales y se los comunicaba a Friga.
0:04:04 A veces incluso Hlyn aconsejaba a Friga acerca del mejor modo de conceder consuelo a un alma que sufría.
0:04:12 A éste le hace falta tal cosa.
0:04:15 Era especialista de eso.
0:04:16 Acesoran ese que era su mujer.
0:04:18 A ésta sabés lo que le han nacido falta y así.
0:04:22 Otra ayudante de Friga era Gná.
0:04:27 Gná era la mensajera.
0:04:30 Andaba en un caballo velocísimo, que era el segundo en velocidad, luego de Sleitnir, el caballo de Odín,
0:04:38 aquel caballo de seis patas que marcaba uno veinte la mía.
0:04:43 Este caballo, el caballo de Gná, era el que siempre salía segundo y se llamaba Obbapnir.
0:04:51 Obbapnir. Casi nadie lo jugaba.
0:04:58 Era un caballo muy rápido, pero además surcaba el aire, el fuego y el mar.
0:05:04 Andaba bien en pista riente.
0:05:06 Ese era el caballo que montaba Gná.
0:05:10 Contaremos una historia que revela lo buena mensajera que solía ser Gná.
0:05:14 El Rey Réhriir lamentaba su falta de descendencia.
0:05:21 Caresco de toda descendencia, lloraba Réhriir.
0:05:25 Y Friga lo sabía.
0:05:28 La diosa poseía unas manzanas que concedían la fertilidad y decidió regalarle una al Rey Réhriir.
0:05:36 Entonces Friga le dio una manzana a Gná con la orden de hacerla caer sobre este Rey.
0:05:42 El caso es que esto fue lo que hizo Gná.
0:05:45 Dejó caer la manzana sobre Réhriir, tal como la manzana científica de Newton.
0:05:51 Réhriir se la comió, seguramente me refiero a la manzana.
0:05:55 Y el caso es que su esposa meses después dio a luz a Bolsón, héroe famoso entre los nórdicos.
0:06:03 Otra de las doncellas en el Palacio de Friga era Géffion.
0:06:08 A ella le eran confiados todos aquellos que habían fallecido sin amor.
0:06:13 Digo, usted moría y nunca te habían amado.
0:06:16 Ay, se encargaba Géffion de ti.
0:06:21 Según algunos mitógrafos, Géffion había estado casada con un gigante del que tuvo cuatro hijos.
0:06:28 Trabajaba Géffion también para Odín, no sólo para Friga.
0:06:32 Y a veces se encargaba de molestar a los poderosos que cometían malas acciones.
0:06:37 Dicen que Odín le envió alguna vez para que visitara al Rey de Suecia, Guilf.
0:06:42 Nada menos que él de la alucinación.
0:06:45 Conoce usted el libro La Alucinación de Guilf.
0:06:48 Y esto le ordenó Odín a esta chica Géffion.
0:06:55 Dice, anda y molestala un poco a Guilf, que es el Rey de Suecia.
0:06:59 Y rogarle que te concede una porción de tierra para formar tu hogar.
0:07:04 Díe, sí le esto al Rey de Suecia.
0:07:07 Dice, ¿qué es eso? ¿Por qué no me concede una porción de tierra para formar mi hogar?
0:07:14 El Rey muy divertido ante aquella petición le indicó que le daría tanta tierra como ella pudiese arar en un día.
0:07:24 Así dijo la mena.
0:07:27 Y transformó a sus cuatro hijos en bueyes.
0:07:32 Algunos ya venían a medio convertir.
0:07:35 Los ungió en un arado y comenzó a hacer un surco tan grande que el Rey ya empezó a preocuparse desde las tres de la mañana.
0:07:47 Y yo me debí. ¿Dónde vas a esto?
0:07:50 Géffion siguió su tarea sin fatigarse durante todo el día.
0:07:53 Y una vez que hubo arado un círculo considerable, no se contentó con ocuparlo, sino que lo arrancó de Suecia y se lo llevó al mar.
0:08:03 Y ahí lo fijó.
0:08:04 Y así se formó la isla de Zelanda, que está en el Mar Balde, como me parecía a mí.
0:08:09 Y también se formó un lago que había en Suecia, que ahora no me acuerdo cómo se le llama.
0:08:13 Con el hueco.
0:08:14 ¿Qué es con el hueco?
0:08:16 Que tiene una superficie parecida a la de la isla de Zelanda.
0:08:19 Y es donde estaba la isla, antes que la sacaran, con un saca bocado.
0:08:24 Para algo, si bien es una diosa menor y de rango misio, también tiene sus poderes.
0:08:30 Y así habrían traído al edificio de obra sanitaria.
0:08:34 Lo trajo Géffion.
0:08:37 Otra de los seres interesantes era Bjovn.
0:08:40 Bjovn, inducía el amor en los corazones inflexibles y reconciliado a esposos.
0:08:49 Vos te peleabas con tu novia y caías Bjovn.
0:08:53 No, no llegaste a tomar la sara.
0:08:55 No, no es paratando.
0:08:57 Y cuando no te daban bolilla, venía a Bjovn que te cuesta.
0:09:03 Dale bolilla un rato.
0:09:05 Otra se llamaba Sim.
0:09:07 Y protegía las puertas del palacio de Friga.
0:09:11 Se negaba a abrir la puerta con toda obstinación a cualquiera que veniera.
0:09:15 Como ocurre siempre entre los guardianes de puertas.
0:09:20 El mejor guardián de puertas es el que no la abre jamás.
0:09:25 Había otros ayudantes que también hemos citado en este programa algunas otras veces.
0:09:31 Citamos brevemente.
0:09:33 Lovn beneficiaba las relaciones amorosas entre hombres y mujeres.
0:09:37 Tenía la facultad de eliminar cualquier impedimento que los separara uno del otro.
0:09:45 Por ejemplo, si los enamorados vivían lejos, Lovn distraía a los caminantes para ser más cómoda la distancia.
0:09:52 A veces por el contrario ponía escollos solo para probar la tenacidad del enamorado.
0:10:00 De todos modos el escollo principal a superar entre dos enamorados es el rechazo de uno o más de ellos.
0:10:10 Última asistente, VAR o FAR.
0:10:14 El trabajo era molestar.
0:10:17 Si porque era la encargada de la fidelidad llevaba un registro de promesas y juramentos que pronunciaban los amantes en momento de pasión.
0:10:26 Vio como es uno.
0:10:27 ¡Oh, qué sello!
0:10:28 ¡Ejuro que tiene la promesa!
0:10:30 ¡Sí, te voy a querer siempre!
0:10:32 ¡Qué sello!
0:10:35 Y esta chica VAR llevaba un registro de esas promesas y juramentos y castigaba luego a quienes no la cumplían.
0:10:42 Que eran todos.
0:10:44 Parece que el mortal castigado quedaba imposibilitado para hacer promesas de amor e incluso para recibirlas.
0:10:53 Y entonces me imagino yo se habrían acostumbrado los nórdicos a hacer promesas más realistas.
0:10:58 En lugar de te bajaría la luna, por ti, dirían, por ti y a, hasta Calla Huixantafé.
0:11:06 ¿A comprar media luna?
0:11:10 Bien, estas son las doncellas de friga, bellas y poéticas doncellas.
0:11:16 ¿Cuál le gustó más?
0:11:22 No sé, todos me gustaron.
0:11:24 Ahora me perdí con una de las primeras.
0:11:26 A ver, le digo.
0:11:28 La primera ya se fue.
0:11:30 La de la consolación, la que se cava la lágrima.
0:11:33 La contenedora.
0:11:34 La contenedora.
0:11:36 A mí me gusta la que molestaba.
0:11:39 La de las promesas.
0:11:41 Pero usted, escúcheme, hace tres años prometió y no lo cumplió.
0:11:47 Le dijo, haría cualquier cosa por ti.
0:11:50 Y no hizo cualquier cosa.
0:11:52 No creas.
0:12:00 Y también es interesante la que te ha hecho.
0:12:04 Y también es interesante la que transformó a los hijos en bueces.
0:12:08 Le dieron un terrenito y se lo llevó.
0:12:11 Ahorita nadie.
0:12:13 A ella le vamos a dedicar esta canción.
0:12:16 Que tiene por título una frase que ya le decía al hijo mayor que era que iba cinchando adelante.
0:12:22 Ella le gritaba, apure delantero, güey.
0:12:27 El hijo se llamaba Sarasa.
0:12:30 Y escucharemos la canción, apure delantero, güey.
0:12:34 Es la versión de Carlos Gardel, pero atención.
0:12:38 Esta no es la versión que se oye siempre.
0:12:41 Es otra.
0:12:42 ¿Y cómo puede ser?
0:12:43 Es otra.
0:12:44 Que puede ser.
0:12:45 Que salió a un disco o apareció de un disco.
0:12:48 Puede ser que sea la que proviene de una película que se llamaba Cazadores de Estrellas.
0:12:55 Que en realidad eran números musicales hechos por distintos actores de la páramen.
0:13:01 Como Bincrobs, Biscotec.
0:13:03 O no sé si Bincrobs.
0:13:07 Y después no se vio esa película nunca.
0:13:09 No se estrenó, creo.
0:13:11 Y Arden llegó a grabar varios números musicales.
0:13:14 Y no, él tenía, creo que dos.
0:13:17 Pero este era uno, apure delantero, güey.
0:13:19 Después grabó un disco.
0:13:20 Posiblemente esto que hubiéramos ahora, sea la versión sonora de esa película.
0:13:25 Pero, uy, es quinta la otra.
0:13:27 Y tiene su gracia.
0:13:29 Al del control le decimos que cuando le parezca que terminó, no terminó.
0:13:33 Porque sigue Gardel hablando y dice buenas tardes, buenas noches, priendas, una cosa así.
0:13:38 Muy raro es todo.
0:13:40 Lo escucharemos en este mismo momento.
0:13:51 Miren, la buena, tiempo bueno.
0:13:54 Hasta el final.
0:14:01 Quisiera ser un gol aletrino.
0:14:08 Quisiera ser un gol aletrino.
0:14:11 Que vuela cortando el viento.
0:14:15 Para ir encioso y decirle que es mío su curamento.
0:14:25 Que cardía, güey, corneta, ve, no se salga de la huella.
0:14:45 El dalero, dalarará el dalero.
0:14:53 Derezos o bambos, remolónios, fuera estrenco.
0:14:57 No saben que ella lo espera.
0:14:59 No a ninguna caricia les pagará su apuro.
0:15:02 ¡Oye, ya, güey!
0:15:04 Me ofrece la marionita.
0:15:17 Me ofrece la marionita el perfume de sus flores.
0:15:26 Pero mi criógen más linda y sus ojos son dos soles.
0:15:38 Viejo pampa, no se duerme delantero.
0:15:55 El tranco más y más nos llegamos.
0:16:09 Derezos o ficarbías.
0:16:17 Ahora y no más, bueno.
0:16:26 Buenos días, mi prenda.
0:16:30 Ha leído pero seguro, ¿no?
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