Friné y la leyenda de la desnudez

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0:00:00 Hablaremos esta noche sobre Friné y la leyenda de la desnudez.
0:00:10 Una mujer desnuda es una cosa muy seria.
0:00:15 Sostengo desde esta modestísima tribuna
0:00:19 que no hay cosa más parecida a un objeto mágico que una mujer desnuda.
0:00:25 Los efectos que puede producir la desnudez de una mujer son impresionantes.
0:00:32 Si esta desnudez es en soledad, no es en verdad desnudez.
0:00:43 Uno está desnudo solo cuando hay otro que lo ve.
0:00:46 Y es la visión de una mujer desnuda la que tiene efectos fortísimos.
0:00:52 Recuerden a Tiresias, aquel mago que según parece quedó ciego
0:01:00 porque vio a Atenea cuando se estaba bañando.
0:01:05 Una belleza de orden tal que sea capaz de causar la ceguera del que la precia es mágica.
0:01:12 Se me dirá, estas cosas suceden en la mitología.
0:01:16 Empecemos por ahí y después veremos hasta donde podemos llegar.
0:01:21 Cuando Menelao, famosamente uno de los jefes de los aqueos en la guerra contratrosa
0:01:32 y en realidad el que desató todo el ligo.
0:01:37 Cuando Menelao se encontró con Elena, la mujer que causó la guerra.
0:01:41 Menelao, rey de Esparta, se casa con Elena
0:01:50 y en cierta ocasión lo visita París, el trolleano.
0:01:56 Y él se va por ahí, no sé donde tiene aquí, y medio que los deja solo a Elena, la mujer, y a París.
0:02:04 Elena se le enamora y París se la lleva a Trolla y empezó la guerra de Troya.
0:02:09 Después de 10 años o 9 años de sitio de Trolla,
0:02:17 entran los aqueos a Trolla y Menelao se encuentra con ella frente a frente.
0:02:27 Y Menelao, que era un hombre celoso y resentido, se le encuentra y la va a matar.
0:02:38 Y entonces Elena desnuda uno de sus pechos y ante esa visión Menelao guarda su espada y le perdona la vida.
0:02:48 Efecto impresionante de una mujer desnuda.
0:02:52 Sólo las mujeres pueden causar ese efecto con su desnudez.
0:02:56 Imagínese ese caso con un hombre, ¿no es cierto?
0:03:01 Un asaltante te va a matar y uno le dice,
0:03:07 esperé ese momento y se baja los pantalones.
0:03:13 Clitemnestra intenta lo mismo cuando su hijo, Orestes, toda la misma familia,
0:03:21 Clitemnestra intenta lo mismo cuando su hijo, Orestes, iba a matarla para vengar a Gamenón.
0:03:28 A Gamenón, el marido de Clitemnestra, cuando a Gamenón regresa de la Guerra de Trolla,
0:03:37 Clitemnestra ya tenía otro novio, un tal egisto y lo matan.
0:03:44 Y Orestes, el hijo, se la tiene jurada la vieja, ¿no?
0:03:49 Entonces, Clitemnestra hace lo mismo.
0:03:55 Pero sea porque Clitemnestra estaba medio bichoca,
0:04:00 de hecho, Orestes ella era un mozo grande, ya de manera que cabe conjeturar que Clitemnestra no se cocinaba el primer hervor.
0:04:11 También puede ser porque después de todo era la mamá de Orestes, ¿no?
0:04:15 Y bueno, la madre no se cuenta.
0:04:18 Pero Clitemnestra hizo lo mismo que Elena y Orestes la mató.
0:04:21 Por ahí la mató por eso, ¿no?
0:04:24 Lo cual demuestra que los efectos de la desnudez femenina, ¿no?
0:04:30 Son siempre fuertes. No se sabe en qué dirección, pero son fuertes.
0:04:35 Hay una antigua historia del barrio de Flores, según la cual una cierta mujer tenía en sus pechos el don de la verdad y la sabiduría.
0:04:46 Y así, quien tenía la suerte, o acaso la desgracia, de ver esos pechos desnudos,
0:04:53 entraba inmediatamente en posesión de los secretos de la vida y del amor.
0:04:59 Bueno, era una historia que se contaba.
0:05:02 También se decía que si uno no era la persona indicada para ver esos pechos, se moría.
0:05:10 Porque la verdad no es para cualquiera.
0:05:12 Entonces, la verdad es fatal para algunos. Yo diría que para todos.
0:05:18 Bien, esa es otra historia.
0:05:21 Pero hoy vamos a contar la historia de una mujer cuya desnudez también provocó efectos jurídicos.
0:05:29 Estamos a principios del siglo IV antes de Cristo en Atenas.
0:05:33 Atenas había caído bajo la dominación de Esparta.
0:05:37 Bueno, la guerra del Peloponeso, ¿no?
0:05:39 La guerra entre Atenas, democrática, aparentemente amante de la libertad
0:05:47 y por el otro Esparta, con su rigor, con su autoritarismo, en fe.
0:05:53 Y en esa guerra prevaleció Esparta.
0:05:56 Y entonces, la famosa democracia Atenia se fue reemplazada por la tiranía
0:06:02 y sobreviene una crisis social y económica en Atenas.
0:06:06 Mucha gente se empobrece.
0:06:10 Hay una especie de disilución y pesimismo en la posguerra.
0:06:17 Y estos sentimientos se vieron reflejados en el arte.
0:06:22 ¿De qué manera?
0:06:24 Que sé yo.
0:06:26 Si bien los acontecimientos políticos y sociales influyen en el arte, no podemos saber cómo influye.
0:06:31 Y así, a épocas de bonanza, bien pueden corresponder artistas mediocres
0:06:39 y épocas de tristeza, de represión y de tiranía, a veces corresponden a grandes artistas, a veces.
0:06:48 Porque a veces sucede lo contrario.
0:06:51 No nadie garantiza que una situación económica y social fluorescentes
0:06:56 provoque la aparición de grandes artistas.
0:06:58 Pero nadie garantiza tampoco lo contrario.
0:07:02 Y hasta el amigo Hauser, en ese libro enorme, que se llama Historia Social, la literatura del arte o algo así,
0:07:15 dice por ahí, bueno, esta dice.
0:07:18 Después de escribir todo un libro para demostrar que había una relación entre los sucesos sociales y políticos y el arte,
0:07:25 y dice, bueno, sí, claro que hay una relación.
0:07:29 No se puede saber cuál es esa relación. No siempre es la misma.
0:07:32 Bueno, digo todo esto que en aquel momento tan malo para Tenas, el arte de la tragedia había decaído,
0:07:41 la tragedia se volvió menos profunda, más retórica.
0:07:45 La comedia que antes reflejaba la realidad empezó a tratar temas frívolos,
0:07:57 asuntos amorosos de dudosa profundidad, alguna intriga leve, algo parecido al peor cine norteamericano.
0:08:04 Y el arte de vino de aristocrático en Burgués.
0:08:07 Dentro de esta humanización, diría Llo del Arte, decir abandonar los arquetipos para representar personas existentes.
0:08:17 Bueno, en eso consiste el arte de Burgués finalmente.
0:08:20 Dentro de este arte un buen ejemplo es el finado Praxíteles, era un escultor praxíteles,
0:08:26 un tipo de esos que hacía estatuas griegas.
0:08:29 La mujer de Praxíteles era tan bueno praxíteles que la mujer se confundía las esculturas que hacía con personas.
0:08:41 Incluso él había hecho una escultura de él mismo y la mujer a veces le pasaba el plumero a Praxíteles
0:08:47 y le preguntaba a la estatua cuando iba a tirar esa porquerilla.
0:08:51 ¿Cómo hizo Praxíteles para alcanzar este ideal de belleza humano?
0:08:57 Y la verdad es que Praxíteles adquirió esa destreza cuando conoció a una mujer y esa mujer se llamaba Friné.
0:09:08 Y Friné era una cortesana, vamos a decirlo de una vez,
0:09:13 una cortesana de la ciudad de Tepcia ante la que rendían su orgullo y su fortuna los mercaderos ricos que llegaban de todas partes.
0:09:24 Y no siempre aceptaba Friné a sus clientes, teníamos que gustarle un cacho, sino no te aceptabas.
0:09:32 Creo que fue de Móstenes que se presentó ante ella y fue rechazado.
0:09:40 A él le pareció que lo había rechazado por viejo, entonces se tinió el pelo y al otro día le golpeó la puerta de nuevo
0:09:49 y ella le dijo, ayer rechacé a tu padre y ahora te rechazo a ti.
0:09:55 Bueno, salió un día Friné de Tepcia con rumbo a Tenas y una mañana se presentó en el Taller de Praxíteles.
0:10:06 Cuando el escultor la vio, largó las herramientas y se dedicó a estudiar la anatomía de la muchacha.
0:10:14 La miró, la miró bien y después la inmortalizó esculpiéndose a su imagen y semejanza.
0:10:22 La Venus de Knied, del Knied, diría Garcilazo de la Vega, a la flor del Knied es el lugar.
0:10:34 Y también la utilizó como modelo para la arte Més sin velos.
0:10:41 Pero como nunca falta un buen corneta, un envidioso nunca falta.
0:10:48 Una comisión de envidiosos, de verdad de los canallas, delegó en Eutías, que era un ciudadano ateniense,
0:10:58 la misión de acusar a Friné de haber adorado deidades bárbaras.
0:11:05 En realidad le tenían bronca porque era linda y porque era cortesana.
0:11:10 Y vino la acusación. La condena por esos delitos, haber adorado a deidades bárbaras, era el deshierro.
0:11:20 Y en aquella época el deshierro era considerado peor que la muerte.
0:11:24 Y vino el juicio y praxíteles desesperado porque le iban a desterrar a la mina, buscó un amigo suyo, el tribuno Iperides, para que la defendiera.
0:11:38 Y comenzó el juicio, ¿no? E Iperides hizo el alegato.
0:11:43 Habló del presticio de Friné por ser ciudadana de Tespia, que era una ciudad de veosia, me parece.
0:11:51 No quedaba muy lejos de Atena. Y era una ciudadanía ilustre, digamos.
0:12:00 Después dijo, habló de la envidia, de la envidia de la gente que era capaz de inventar infundios con tal de ver humillada la gracia que no podían alcanzar.
0:12:15 No fue eso nada. No, al tipo de él, le hablaba, le hablaba nada.
0:12:19 Después recordó Iperides que el avenus que Apélez había pintado, Apélez, vamos su pintor, para mayor honra del genio griego, no representaba sino a la mismísima Friné, entrando al mar en la fiesta de posidón.
0:12:38 No fue eso nada. Gritó el abogado que ella había ofrecido dinero para la reconstrucción de Tebas. Nada.
0:12:50 Y el abogado ya tiraba de todo. Quedaba limón a lo pobre, que era buena, que eso no fue nada.
0:12:58 Y entonces Iperides, enfurecido por el fracaso de selocuencia, recurrió a un argumento tremendo.
0:13:07 De un manotón le arrancó el vestido y apareció desnuda la belleza indescriptible de Friné.
0:13:17 Y eso bastó. Los jueces, después de recobrarse de la emoción, consideraron que semejante belleza debería ser eximida del crimen.
0:13:30 Y la multitud también, convencida por los rotundos argumentos de la belleza de Friné, empezó a pedrear al acusador.
0:13:44 Y los jueces no pudieron condenarla, porque Friné desnuda no decía la verdad, era la verdad.
0:13:53 Y yo creo que hay una innegable interacción entre lo ético y lo estético, que cierta virtud de la belleza va más allá de lo visual
0:14:10 y empieza a ser un producto de una condición ética.
0:14:16 Y esto para mí es necesario, más que verdadero.
0:14:20 Yo necesito creer que una mujer es linda, no solamente por su forma, sino porque me gusta pensar que algo bueno habrá hecho en estas o en otras vidas para ser así.
0:14:35 El milagro de la belleza es no solamente un milagro estético sino ético, es un milagro divino, es una señal de Dios.
0:14:45 Y ojalá que sea así como me gusta creer, porque si no fuera así la belleza sería apenas una triste lámina.
0:14:57 He ido a la discoteca y el discotecario me ha contado acerca de menas que le gustaban mucho.
0:15:09 Me tuvo media hora hablándome de esta o aquella dama que tenía estos y aquellos atributos mientras le caía la baba por la commissura y...
0:15:19 Finalmente me dio un disco que se llama Una mujer desnuda y en lo oscuro.
0:15:39 Y es una canción de nuestro amigo Joao Manuel Serrat.
0:15:45 Así que vamos a escuchar esta canción en homenaje a las mujeres hermosas de este mundo que son naturalmente todas ellas.
0:15:59 Adelante, amigo Serrat.
0:16:14 Una mujer desnuda y en lo oscuro.
0:16:25 Tiene una claridad que nos alumbra.
0:16:31 Una mujer desnuda y en lo oscuro.
0:16:39 Una mujer desnuda y en lo oscuro.
0:17:01 Él era un resplandor que da confianza.
0:17:08 En todos los esdominguea el almana que vibran en su rinco las cedarañas.
0:17:18 Y los ojos felices y felinos miran y demiran nunca se cansan.
0:17:48 Es una vocación para las manos.
0:17:56 Para los labios es casi un destino y para el corazón un desfil farro.
0:18:06 Una mujer desnuda es un enigma y siempre es una fiesta de esfífrarelo.
0:18:25 Y en la primera una luz propia y nos enciende.
0:18:33 El cielo raso se convierte en cielo y es una gloria no ser inocente.
0:18:42 Una mujer querida o vislumbrada.
0:18:49 Desbarata por una vez la muerte.
0:19:05 Tiene una claridad que nos alumbra.
0:19:12 De modo que si ocurre un desconsuelo una pagona una noche sin luna.
0:19:21 Es conveniente y hasta imprescindible.
0:19:29 Tener a mano una mujer desnuda.
0:19:43 Era yo a Manuel Serrat.
0:19:48 En la venganza será terrible una mujer desnuda y en lo oscuro.