Transcripción automática
0:00:00 Hoy tenemos una linda charla sobre impostores,
0:00:04 personas que vienen fingiéndose lo que no son.
0:00:08 Podría decirse en un sentido filosófico después de dos cañas
0:00:14 que todos en cierto modo somos impostores porque tratamos de acreditar un pasado,
0:00:21 un presente y aún un futuro que no son nuestros.
0:00:24 Especialmente tendemos a la impostura cuando tratamos de seducir a alguien,
0:00:29 ya que la seducción es también una forma de engaño.
0:00:33 Yo soy éste o trato de ser éste.
0:00:36 Es cierto que al principio de una relación amorosa uno trata de inventar un personaje
0:00:41 mucho mejor que lo que uno ve.
0:00:43 Claro, después ya la realidad se encargara de comunicarle al otro
0:00:46 que usted no era lo que decía hacer,
0:00:48 pero el otro no va a poder decir gran cosa porque tampoco el otro era lo que decía hacer.
0:00:54 Así que se ha producido un engaño mutuo y ¿cuál es el resultado de ese engaño mutuo después de todo?
0:01:00 Así que ¿para qué empezar a reclamar documentos al principio?
0:01:07 Ay, porque yo soy tan divertido a ver.
0:01:10 No, déjela.
0:01:13 Ay, porque yo soy no soy nada celosa.
0:01:16 A ver, a ver, se va al cimbre.
0:01:19 Pero el amor Alejandro aparece cuando se debela.
0:01:22 No, ahí se muere.
0:01:28 El amor dura mientras el engaño.
0:01:30 Después cuando usted se da cuenta de que en realidad son luces proyectadas sobre una pantalla
0:01:34 a una velocidad de 24 por segundo, ahí ya el amor se murió.
0:01:41 Y hoy hablaremos de dos impostores célebres, impostores históricos.
0:01:46 El primero es un señor que se hacía llamar George Salmanazar, parecido a Salmanazar el rey Asirio.
0:01:55 Supuestamente venía de tierras lejanas, como su nombre yo lo hacía preanunciar.
0:02:00 Cuando uno llama Salmanazar viene más allá de Tigres, seguro.
0:02:05 En 1713 llegó a Londres y afirmaba provenir de Formosa, lugar de que poco se sabía en la época.
0:02:13 Se prefiero la provincia de Formosa y no un lugar más remoto, más remoto para nosotros.
0:02:21 Somos los más remotos de los remotos.
0:02:24 Y que es aquella isla que ahora se llama Taiwán, que está frente a China.
0:02:28 Inmediatamente este señor fue recibido por la sociedad londinense,
0:02:33 incluyendo a los catedráticos más importantes,
0:02:38 que lo consideraron un exótico salvado.
0:02:42 Es decir, alguien cuyo exotismo había permanecido impoluto.
0:02:47 Hidlatrado por los famosos le regalaron joyas, le dieron aposentos.
0:02:53 Le pidieron incluso, ya que estaba, que tradujera la Biblia a su lengua nativa, el formoseño.
0:03:00 ¡Qué trabajo!
0:03:01 No podía hacerlo el tipo, porque era un impostor.
0:03:05 Pero a la noche ponía velas encendidas en su ventana para convencer a la gente de que estaba trabajando en ese proyecto.
0:03:10 Es decir, ¿qué piensa la gente cuando uno pone una vela encendida en su ventana?
0:03:13 Que está traduciendo la Biblia al formoseño.
0:03:17 Pero, sin embargo, a falta de un lenguaje propio, inventó uno.
0:03:22 Inventó un lenguaje formoseño que no tenía lógica alguna.
0:03:26 Y dio conferencias y se ofreció a enseñar la lengua a futuros misioneros que quisieran ir a Formosa.
0:03:34 En 1704 escribió un libro, Descripción Histórica y Geográfica de Formosa, donde no a cierta una.
0:03:41 Según las costumbres que expuso en esta obra, allí sólo comían carne cruda y sorprendió esta obra a los científicos de la Academia Británica,
0:03:53 cuando le hicieron acerca del sacrificio anual de 18.000 infantes a los dioses paganos de Formosa.
0:04:02 Afirmaba también Salmanazar que el promedio de vida en aquellas tierras era de 100 años.
0:04:10 Para ello seguían una dieta regular de sangre de víboras en el desayuno, lo cual los hacía vivir 100 años.
0:04:19 En realidad la gente de aquellos lugares vivía 40 y la dieta era papas.
0:04:24 Pero es mucho más interesante vivir 100 y tomar sangre de víboras en el desayuno.
0:04:30 Salmanazar también abogaba por un baño diario.
0:04:34 Esto se le antojaba tan exótico como desayunar con sangre de culebra.
0:04:39 Y a los londinenses también, ya que en aquel tiempo se bañaba muy rara vez y preferían utilizar perfumes y esencias para disimular los olores corporales.
0:04:50 Su libro, Rollon, vendió miles de ejemplares y Salmanazar se hizo millonario.
0:04:58 Pero tiempo más tarde algo raro le sucedió a George Salmanazar.
0:05:03 Impresionado por la amabilidad y la generosidad de los científicos, se arrepintió.
0:05:12 Se arrepintió y confesó todo.
0:05:14 No, eso es lo peor que uno puede hacer.
0:05:17 En realidad, dijo, nunca he salido de Inglaterra y soy hijo de carbonero, Matías Johnson.
0:05:24 Y fue perdonado.
0:05:26 Lo perdonaron y vivió el resto de sus días venerado como un santo.
0:05:31 Pero decía, mira, aprended ese que cuantimenos confesó que había menos.
0:05:35 ¿Lo tuvo que devolver la plata?
0:05:38 Yo tengo que ir a Casino devolver la plata y entre nosotros.
0:05:41 Le pedimos más a nuestro coco que al Salmanazar ajeno.
0:05:47 Así es uno de Ingrato con los que tiene cerca.
0:05:51 No es cierto, con los demás o bueno.
0:05:53 Pero aquí en Casasos un degenerado.
0:05:57 Otra historia rara en nuestro segundo impósito.
0:06:01 La llamada princesa de Java.
0:06:04 Princesa de Java.
0:06:07 De la isla de Java.
0:06:09 A medio a hacer todo lo que emprendía.
0:06:14 O el tendal de babosos.
0:06:18 O su faldas por el piso.
0:06:21 O que le hicieran lo que los demás hicieran.
0:06:28 Una tarde de 1817 cerca de la pisa de Almosbury en Gloucester apareció una misteriosa y hermosa joven.
0:06:40 Tenía 20 años de edad.
0:06:43 Apareció en una barranca.
0:06:46 Qué golpe.
0:06:48 No se va a un centavo encima.
0:06:49 Estaba perdida aferrándose a la barranca para no caer.
0:06:54 Y hablaba una lengua que nadie había escuchado antes.
0:06:58 Un bondadoso magistrado, el señor Warrell, se apiadó el día y la invitó a su casa.
0:07:06 Allá él y su esposa trataron de sacarle alguna información sobre su procedencia y su identidad.
0:07:15 Pero lo único que decía la muchacha era carabú.
0:07:18 Carabú, carabú.
0:07:20 Una y otra vez.
0:07:22 Y así la bautizaron.
0:07:24 Carabú.
0:07:25 Ah, con la que se dieron carabú.
0:07:27 Los Warrell no pudieron enterarse de nada más.
0:07:31 Y también notaban que la joven observaba con atención un cuadro oriental que había en la casa.
0:07:38 También notaban que solo comía alimentos que ella preparaba de una manera especial.
0:07:43 Y además que insistía en dormir en el piso.
0:07:47 Unas cuantas semanas después apareció por casualidad un portugués, el señor Manuel Eineso.
0:07:57 Quien había pasado un tiempo en el lejano oriente.
0:08:01 Entendiendo que los Warrell los llamaron.
0:08:03 Y yo digo, mire, usted ya ha dado que pasó un tiempo en el lejano oriente.
0:08:07 Acá apareció una chica así y así.
0:08:10 El tipo preguntaba, así y así como.
0:08:13 Bueno, en explicar una barranca de la medida, por ahí, conóscala.
0:08:19 Bueno, él fue, conoció a carabú.
0:08:21 Y después de un tiempito a solas con ella, anunció que podía entender todo lo que decía.
0:08:27 Esto sorprendió a todo el mundo.
0:08:34 Incluso a carabú.
0:08:37 Que ni siquiera entendía lo que ella misma decía.
0:08:43 Fue la primera sorprendida.
0:08:46 Según el supuesto intérprete portugués, la señorita carabú era princesa de su país.
0:08:52 La isla cercana a su matra, casualmente aquí presente.
0:08:56 No, mi madre.
0:08:57 Ah, llamada Java.
0:09:00 Agregó que después de una guerra en la que los Burgos o Caníbales mataron a su padre,
0:09:06 esta chica fue raptada por piratas malayos que son los peores.
0:09:10 Quienes la vendieron como escrabala vendieron.
0:09:12 Fue comprada por el capitán de un barco cuyo naví atocó un puerto en el sur de África
0:09:18 y luego continuó a Europa con destino desconocido.
0:09:21 La princesa carabú había escapado de su amo cuando el barco se refugiaba de una tormenta,
0:09:27 nadó hacia la costa y así apareció en la barranca.
0:09:30 Vagó por la campiña durante muchas semanas antes de encontrar refugio.
0:09:36 Las revelaciones del portugués e ineso sorprendieron a todo el país.
0:09:41 Cientos de expertos llegaron de todas partes para examinar a la princesa.
0:09:46 Ella no los decepcionó, más por vesas que por exóticas.
0:09:51 Ejecutaba unas danzas durante las cuales se mostraba casi desnuda
0:09:59 y confundía a los lingüistas más abesados en ese mismo sentido.
0:10:04 Sin embargo, todo fue un fraude.
0:10:08 Y una impostura elaborada por la hija de un zapatero llamada Mary Baker
0:10:16 había soñado el acto para entrar a uno ga rico y escapar de su pobreza
0:10:22 y el portugués e ineso había recibido los favores de la princesa para unirse a que le engaño.
0:10:30 La fama de Mary como carabú se les barrancó cuando en Bristol
0:10:36 una tal señora Neil le hizo un testimonio sobre la jabanesa.
0:10:41 La descripción de la princesa era idéntica a una chica que, en según la señora Neil,
0:10:46 se había alojado en su casa durante varias semanas.
0:10:51 Entonces la señora fue, hasta ahí hasta el pueblo, reconoció a Mary y la joven confesó, dijo.
0:10:56 La verdad dice que yo no soy...
0:10:58 ¿Le entendía de lío más?
0:10:59 Le entendía.
0:11:01 Todo mal, dijo la mena.
0:11:05 Pero debido a su pobreza, todo el mundo se apiado de él día.
0:11:10 Se le dio el dinero del pasaje para Estados Unidos en donde podía empezar una nueva vida.
0:11:15 Digo, ¿por qué no va a empezar una nueva vida bien lejos de aquí?
0:11:19 Pero en aquel lugar, me refiero a los Estados Unidos, tampoco funcionó su suerte.
0:11:25 Siete años después estaba de regreso en Bristol, tratando de exhibirse como la princesa carabú
0:11:30 a un chélin la mirada.
0:11:33 Un chélin la mirada.
0:11:35 Y se le quiere ver a la princesa carabú un chélin.
0:11:38 La mirada.
0:11:44 Verpa.
0:11:45 No tuvo éxito.
0:11:46 Y terminó su día vendiendo sanguijuelas a la gente que deseaba evitar la cuenta del médico sangrando,
0:11:52 y que el gran dociasi misma.
0:11:54 Tampoco le fue muy bien.
0:11:57 Esa es nuestra segunda impostura.
0:12:01 Y se adapta con el temor a toda clase de imposturas que hemos manifestado al comienzo de este programa
0:12:09 sin saber que íbamos a hablar de impostores.
0:12:11 ¿Qué otra cosa son los ladrones que se fingen mormones, impostores?
0:12:15 ¿Qué otra cosa son los enfermeros?
0:12:19 O mejor dicho, los ladrones que se fingen enfermeros que nos dan inyecciones.
0:12:24 Impostores.
0:12:25 ¿Qué otra cosa son las esposas que se casan con uno solo para sorprenderlo descuidado y asaltarlo?
0:12:32 Impostores.
0:12:33 ¿Y qué otras cosas son los ladrones que se fingen compañeros en un programa de radio para sorprenderlo a uno descuidado?
0:12:41 ¡Meñor!
0:12:46 Tranquilo, Alejandro, somos nosotros.
0:12:49 ¿El público será el público?
0:12:52 Pues se levantan todo esto y nos asaltan.
0:12:55 Quiere que los palpemos de armas.
0:12:57 ¿A quién dedicar esto?
0:12:59 A mí me gustó la reina de Java.
0:13:01 Y yo que ella seguía insistiendo.
0:13:04 Seguía insistiendo.
0:13:06 El amor lo puede todo.
0:13:07 Si uno está enamorado de alguien y ve que no es la reina de Java, igual no le importa.
0:13:13 Y ve que lo engaña y no le importa.
0:13:16 Y ve que ya no está linda llevar con otro.
0:13:32 O mejor dicho, ¿Con qué?
0:13:37 Menos más que claro, gracias.
0:13:39 Podemos ilustrar esta charla.
0:13:42 No debe haber una canción que sea la princesa de Java.
0:13:46 Pero en cambio hay una canción que se llama La Barranca.
0:13:49 En alusión, aquella barranca de donde apareció por primera vez,
0:13:53 Maddie Baker, disfrazada de la princesa Carabú.
0:13:57 ¿A esa barranca?
0:13:58 Si se llama La Barranca, la letra parece aludir a otra.
0:14:04 A la barranca de Patricio.
0:14:09 Pero es un dicimulo del autor.
0:14:11 Es un dicimulo.
0:14:13 Es decir, es una impostura.
0:14:15 Un amamismo.
0:14:16 ¿Un impostor, el autor?
0:14:18 No lo sé, pero es un impostor.
0:14:21 Va a cantar nuestro querido Charlo.
0:14:25 Es una versión estupenda de La Barranca.
0:14:28 Y vamos a escucharla ahora mismo,
0:14:30 cuando ha terminado esta charla.
0:14:33 Y ustedes han descubierto nuestra impostura.
0:14:36 Bajo, un aparente aplomo de Charlista,
0:14:39 surgió de pronto la inactitud y la incompetencia.
0:14:44 Adelante, querido Carlos.
0:14:47 Con corraleda, cortona y pañuelo volador.
0:14:54 Pantalones de carros,
0:14:57 los de los que se han hecho.
0:15:00 Y los de los que se han hecho.
0:15:03 Y los de los que se han hecho.
0:15:06 Y los de los que se han hecho.
0:15:15 Pantalones de cambronas,
0:15:18 clavele la oreja y volna punzó.
0:15:24 Viene cuarteando hasta envía,
0:15:27 o hasta el respeto nomás.
0:15:32 Son treinta metros de trecho
0:15:35 y al grito de soja y no.
0:15:37 Ya quedan atrás.
0:15:40 Loba arranca de Patricio.
0:15:44 Viene una esquina rosada.
0:15:48 Donde se quedó clavada
0:15:51 sus tristes y negras miradas
0:15:53 como quien mira de vicios.
0:15:57 Viene su pena de compadres.
0:16:01 Viene canteando su dolar.
0:16:05 Te va a curar por la madre,
0:16:08 por ella tan solo la va a perdonar.
0:16:14 También subida el barroca
0:16:20 que toco el sol de sinchor.
0:16:24 Lleva una pena de lanta
0:16:27 y es un triste recuerdo
0:16:29 que lo hace aflojar.
0:16:33 Y como dice que el tiempo
0:16:39 es el remedio mejor.
0:16:43 Deja sus penas al tiempo
0:16:45 y al grito de soja y no.
0:16:48 Parte al dolor.
0:16:51 Loba arranca de Patricio.
0:16:57 Viene una esquina rosada.
0:17:02 Donde se quedó clavada
0:17:04 sus tristes y negras miradas
0:17:06 como quien mira de vicios.
0:17:10 Viene su pena de compadres.
0:17:14 Viene canteando su dolar.
0:17:18 Te va a curar por la madre,
0:17:21 por ella tan solo la va a perdonar.
0:17:28 Escuchábamos en la venganza.
0:17:30 La barranca interpretada por Charlo.
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