Transcripción automática
0:00:00 Hoy hablaremos de un episodio que le sucedió allá como Casanova, el célebre, el seductor,
0:00:09 así que ubiquemos en Torino, allá en el año 1755. Andaba a Casanova como siempre,
0:00:17 errante y a la búsqueda de algún amor. En Torino, supo que un tal dupré, no, que
0:00:24 un tal dupré, un señor llamado dupré, era el mejor maestro de ballet de la ciudad.
0:00:29 Entonces se le ocurrió ir a un ensayo de los alumnos de dupré. El señor dupré no se
0:00:38 opuso, di para él, y en la casa del maestro Casanova pudo ver a todos los bailarines y
0:00:44 se bailarinas de la ópera cuyos ensayos este maestro dirigía. Las muchachas iban con sus
0:00:51 madres o con personas que las vigilaban, incluso las vigilaban, se llamaban caravinas, eran
0:01:00 unas vigilantes profesionales de las bailarinas porque esto era por orden del vicario de la
0:01:05 ciudad de Torino porque en esa época había una vigilancia pública del comportamiento amoroso
0:01:12 de las mujeres. Mirá vos. Allá como le llamó la atención una de estas chicas y se ubicó en el
0:01:18 mejor sitio para observarla. La chica era hermosa, rápidamente Casanova fue hasta donde estaba la
0:01:25 madre, había venido con la madre, la chica, ¿no? Y le preguntó cómo se llamaba la bailarina. Bueno,
0:01:33 no sé cómo habrá averiguado primero quién era la madre y después cómo se llamaba la bailarina.
0:01:39 Respuesta. La vio entrar con la vieja y después la vio bailar, se acercó a la vieja y digo cómo se
0:01:45 llama su hija. Bueno, fácil. La mujer no se ofendió, respondió que la bailarina se llamaba Ágeda y que
0:01:54 eran de la ciudad de Luzca. Enseguida se acercó justamente la chica, ¿no? Cuando Casanova estaba
0:02:05 hablando con la vieja se acercó a la chica y le pidió a su madre un pañuelo para enjugar el sudor.
0:02:10 Hay madre, madre, necesito un pañuelo para enjugarme el sudor. Entonces Casanova preparó su propio pañuelo
0:02:21 que ya lo traía perfumado y se lo dio. Conversaron un poco, después Casanova se fue y prometió
0:02:28 regresar y regresó. Regresó tanto que no se perdió ningún ensayo. Y un día lo apalabró al
0:02:35 maestro Dípa, le dijo que estaba enamorado de la chica y le preguntó si lo ayudaba a conquistarla.
0:02:41 Me dijo, mire, me gusta una de las chicas que usted adiestra. A ver si. Y el maestro lo ayudó.
0:02:52 Casanova le pidió que organizara un bailongo que invitara a todas las bailarinas y que no
0:02:57 escatimara en gasto porque le iba a ponerse. Dípa, ¿qué aceptó al instante? Puso una fecha para el
0:03:05 bailongo. Era costumbre que para un evento de estas características los caballeros reservaran
0:03:13 algún tipo de baile con alguna de las asistentes. Yo la primera pieza, que se ya no sé cómo haría.
0:03:20 Casanova reservó con águeda todas las contradanzas. Pues no sé, habría alguien ahí. A ver, reservenme
0:03:28 todas las contradanzas con esta maja. Este pacto quedaba sellado antes de la reunión. Fíjese que
0:03:34 bien organizado. Y se cumplía arraja tabla. La muchacha podía bailar con otros, pero no las
0:03:40 contradanzas. Muy bien. El día de la noche del bailongo. Casanova se paró y esperó que llegara el
0:03:49 momento de las contradanzas. Muy bien. Por ahí chimpon, pum, la contradanza. Vio mientras esperaba
0:03:57 el turno como águeda bailaba unos minués con un millonario llamado Lord Percy, hijo del duque
0:04:07 de Northumberland. Bueno, ahí bailaba unos minués. Y después de estas piezas, Dupre anunció
0:04:17 las contradanzas. Y se guarda que vienen las contradanzas. Y entonces le tocó el turno a Casanova.
0:04:24 Ahora me toca a mí y le mostró ser un extraordinario bailarín, Casanova. Muchos
0:04:32 cortes quebradas, muchos firuletes. En medio de aquellos movimientos, Casanova se las iba
0:04:39 ingeniando para alargarle águeda unos cuantos alago. De lórenes, qué pedazo de gambardela.
0:04:47 A media noche terminó el baile, las cosas eran así antes. Y Casanova se despidió cortes
0:04:57 metes. Dijo, bueno, este cuerpito. A la mañana siguiente, cuando todavía estaba en la catrera,
0:05:04 un criado le anunció a Casanova la presencia de una dama que quería hablarle. Dice, señor, una dama
0:05:13 quiere hablarle. Le dice el criado. Bueno, y se puede decir que me ponga los lienzos y la atienda.
0:05:22 Y era la madre de águeda. Casanova se asustó. Mamá gambardela. Claro. Pero lo que pasó después
0:05:29 lo dejó más tranquilo. La señora se había enamorado de Casanova. Y le dijo tranquilamente lo siguiente,
0:05:37 yo no me opondré a sus lances con mi hija águeda, pero primero me tiene que amar a mí.
0:05:47 Casanova escribió en sus memórias que a eso llamaba a él una madre comprensiva.
0:05:55 Y efectivamente le demostró su afecto a la madre y pocos días más tarde obtuvo autorización
0:06:01 para asistir a un bailongo con águeda ya sin vigilancia ninguna. Bueno, entonces él le confesó su amor
0:06:08 y después de la fiesta ella obsequió todo lo que el amor puede otorgar. Para no perder tiempo en
0:06:17 descripciones. Desde aquel momento se fumaron los obstáculos. Águeda fue su amante oficial, pero
0:06:25 sucedió algo curioso. Lord Percy, aquel que había bailado los menúes, estaba tan enamorado de águeda
0:06:33 que la seguía a todas partes. La espiaba detrás del escenario, asistía a todos los ensayos, la visitaba
0:06:40 cada día. Casanova no sentía ni celos ni enojos. Incluso se sentía un poco alagado porque Águeda
0:06:47 era tan fiel que Casanova confiaba en que se iba a quedar siempre con él. Tan así era que Lord
0:06:53 Percy pensó que jamás podría conseguirla más que por un gesto de Casanova. Únicamente que Casanova
0:07:00 se la regalara o la largará o algo. Entonces se lo fue a ver una mañana y fue contundente y vulgar.
0:07:07 Le ofreció a Casanova un intercambio. Le dijo que él tenía una novia llamada Radegunda, que también
0:07:15 era bailarina del ballet, pero que era más fea que águeda. Y dice, bueno, yo se la cambió y diga,
0:07:22 ¿me cuento le debo encima? Pero que es un auto, señor. Casanova quedó pasmado y le dijo, bueno,
0:07:33 no es que Radegunda no tenga suméditos, pero no convendría a saber primero si Águeda desea
0:07:38 cambiar de novio. Bueno, Lord Percy respondió que por parte de Radegunda no había ningún problema
0:07:44 porque ella tenía la costumbre de aceptar a todos los hombres. Y Casanova dijo que Águeda no
0:07:50 aceptaría eso porque se amaban, pero agregó que lo iba a consultar y lo consultó y ella se rió.
0:07:57 Bueno, el asunto pareció enfriarse, pero al poco tiempo sucedió algo. Un día Águeda volvió junto
0:08:03 a Casanova contenta. Dijo que un empresario de un teatro lejano le había ofrecido un contrato
0:08:09 extraordinariamente favorable como bailarina. Casanova le dijo que si lo amaba, rechazara
0:08:15 cualquier contrato. Y ella sugerió que quizás sería conveniente pedirle al empresario más dinero
0:08:21 para que fuera él quien se retirara, sea el empresario. Y así lo hizo. Le pidió una suma formidable
0:08:27 y el empresario aceptó. Entonces Casanova sospechó que a alguien le interesaba más la belleza de Águeda
0:08:35 que su condición de bailarina. Híndago hoy descubrió que Lord Percy había encargado este asunto a un
0:08:42 testaferro. Me encargó el tipo que contratara Águeda para llevarse lejos de Casanova. Y Casanova
0:08:51 se conmovió por aquella pasión de Lord Percy y decidió ceder su amor, pero no bajo los ridículos
0:08:58 términos del tipo. Empezó a salir con él y con Águeda y con Radegunda, salían los cuatro. Y empezó
0:09:06 a mostrarse poco galante con Águeda. Al mismo tiempo, Lord Percy se mostraba dignísimo. Y Casanova notó su
0:09:13 amargo triunfo. Las atenciones del Lord Percy comenzaron a llegar al corazón de Águeda y Casanova la
0:09:21 trataba cada vez peor. Un día Casanova se reunió con Lord Percy y le dijo, no quiero estorbar su dicha,
0:09:29 me retiro. Para mí no quiero nada, pero deseo que si algún día la deja, le de un sustento,
0:09:35 suficiente. Pretendo que este arreglo no se sepa. Y Lord Percy respondió que eso haría. Poco más tarde
0:09:42 Casanova abandonó a Torino, abandonó a Águeda y a su madre y supo que Águeda lo odió, pero también
0:09:50 supo que se había convertido en amante de Lord Percy y que fue feliz y que al que el Lord la hizo
0:09:55 inmensamente rica. Esta es la historia de Casanova y de la bailarina Águeda. No la habrá querido
0:10:03 tanto después de todo Casanova. Y no habrá sido tan cierto porque esto lo escribe Casanova.
0:10:12 O por ahí fue así. Yo no sé si es un gesto del todo noble. Tantos rodeos antes,
0:10:20 si es para de lo final así. No, tanto rodeos, pero digo, y la hacerse odiar para que te dejen,
0:10:26 estés con alguien mejor es raro. Quiero decir, me parece que él no la quería tanto.
0:10:35 Sí, hoy sería rotulado como un psicópata, digamos, para salir de lo enorme.
0:10:41 De nuevo que no la quería tanto era Casanova. Quiero decir, la quería tanto pero quería también
0:10:46 continuar con su serie de conquistas. Así que bueno.
0:10:51 Eso llegamos sabiendo quién es Casanova ahora. En ese momento que sabíamos. Pongas en el lugar
0:10:57 de Águeda y su madre. La que más o menos se le imaginó por la vieja.
0:11:04 Yo le dedicaría esto a la vieja. Bueno, al fin tiene una vieja una dedicatoria en este programa.
0:11:09 Una vieja como la gente.
0:11:15 Fue a la discoteca, el discotecario me dijo que él conocía una vecina que la vieja estaba
0:11:21 casi mejor que ella me dijo y se me quedó haciendo así.
No hay comentarios. ¡Podés ser el primero en comentar!