Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos finalmente de Elena de Troya.
0:00:05 Aquí el amigo, el hombre que ríe, es que es un lindo seudónimo para un relojiente.
0:00:13 Y nos cuenta lo siguiente.
0:00:18 La Elena, este es un fragmento de José Luis Lanusa que el oyente me transcribe, no dice.
0:00:26 La Elena que vuelve de Troya, rescatada por su marido, dice Urispires, no homero.
0:00:31 No es la misma que se fugó con Paris.
0:00:34 La verdadera ha sido escondida en las comarcas del Nilo.
0:00:40 La Elena que fue a Troya es una nube, un simulacro, una apariencia, un fantasma.
0:00:47 Es impresionante.
0:00:49 Y vamos a ver cómo es que según algunos, Elena de Troya se convierte en un fantasma.
0:00:58 Elena desde luego, sabemos que es la mujer de Menelao, el príncipe de Esparta.
0:01:04 Y por ella tuvo lugar la Guerra de Troya.
0:01:09 ¿Cómo fue esto?
0:01:11 Bueno, el rey de Troya tenía un hijo y por esas cosas que suelen pasar con los hijos de los reyes,
0:01:20 por un oráculo, por el temor a ser destruido por él, lo abandona, el hijo entre los yuzos.
0:01:26 Y lo recoge en unos pastores, si sabe que en los mitos griegos los pastores hacen de todo menos cuidar oveja.
0:01:35 Y lo crían.
0:01:38 Este muchacho, Paris se llamaba, era muy prudente y tenía muy buen juicio y trabajaba en el pastor.
0:01:48 ¿Cómo se puede ser pastor y demostrar el mismo tiempo prudencia y buen juicio?
0:01:52 Bueno, puede ser.
0:01:54 A veces sí.
0:01:55 Puedes conducir a las ovejas en la dirección adecuada, etcétera, no filosofaba.
0:02:00 Y eso ya era señal de buen juicio, si es que era pastor.
0:02:04 El caso es que por ahí, un día sabiendo de este buen juicio, se arma por razones que no vienen al caso.
0:02:10 ¿Qué mejor dicho podemos decir? Hay un bailongo y alguien llamado la discordia, la diosa,
0:02:17 la llamada la discordia, tira una manzana de oro en medio de la milonga que dice a la más bella.
0:02:22 Y ahí se entreveraron codiciando esa manzana, pero más aún el renombre a verla ganado,
0:02:28 que era de tres diosas que eran muy bella.
0:02:31 Se escribió con H y era la mujer de Zeus.
0:02:36 Después, a Frodyta, que era la diosa del amor, ya tenía, como bien dice usted, la diosa de la sabiduría.
0:02:43 Las mujeres eran muy hermosas.
0:02:46 Y bueno, que ellos ya hay la más linda.
0:02:48 Bueno, vamos a hacer que decida a alguien con buen juicio.
0:02:53 Y lo van a buscar a este muchacho, a Paris.
0:02:57 En realidad le dijo de un rey, pero no lo sabía.
0:03:00 Y entonces le dice, bueno, vamos a tener que elegir a ver cuál era la más linda.
0:03:03 Pero en las tres estarán tan de sobornarlo a Paris.
0:03:06 Una era, le dice, que haré rey del mundo si me eliges a mí.
0:03:11 La otra, Atenea, le dice, quedaré sabiduría y conocimiento.
0:03:16 Y a Frodyta, que era la más viva del átrio, le dijo, te presentaré y te entregaré a la mujer más hermosa del mundo.
0:03:23 Y se muestra por artes mágicas la imagen de Elena, la mujer de Menelado.
0:03:30 Y el tipo dice, no, aquí agarré.
0:03:33 Y dijo, la más linda es a Frodyta y dónde está la mena que me va a la empresa.
0:03:39 Así no más, el mismo acto.
0:03:42 Y entonces se produce lo que ustedes ya conocen la guerra de Troya.
0:03:50 ¿Por qué la guerra de Troya? A Marita temen otra explicación.
0:03:54 De le no más, sí.
0:03:55 Y le tome, tal tenemos tiempo y somos.
0:03:57 Está bien, Gord.
0:03:59 Y Elena es hija, tiene dos padres como tantos personajes de los mitos, ¿no?
0:04:05 Uno de esos padres es Zeus, el príncipe de los dioses,
0:04:11 que parece que tuvo amores nada menos que con Nemesis.
0:04:17 Y es una otra cosa que la venganza.
0:04:20 Nemesis, vengadora, acude presto con un nombre siniestro entre los labios.
0:04:26 Olvido, no ha borrado los agravios.
0:04:32 La diosa encuentra a un tite bien dispuesto,
0:04:38 que un poco rechiflado por el escabio va a buscar a la mina y le da el pesto.
0:04:44 Es un lindo verso acerca de Nemesis, la venganza.
0:04:47 Artes en colaboración, ¿no?
0:04:49 Bueno, la venganza se acuesta con Zeus y pone un huevo.
0:04:56 Y pone un huevo. Es muy curioso en el trato con una dama y que esta dama ponga un huevo.
0:05:04 Yo me asusto, le jugaba.
0:05:05 Que usted me diga con gallinas como tantos.
0:05:09 Yo como son las gallinas, coco roco, coco roco.
0:05:13 Pero no, con una dama y esta dama que es la diosa de la venganza, además pone un huevo.
0:05:18 Y este huevo es empollado por Leda.
0:05:24 Y de ese huevo nace Elena, su hermanita quizá, Clitemnestra.
0:05:33 Y hermanos de ella son también los dios curos.
0:05:35 Cáctor y Pollux.
0:05:37 Y los gemelos que no son otros que los gemelos del signo de Sodíaco que comienza el 20 de mazo.
0:05:47 Nace Elena, y es muy hermosa.
0:05:50 Ella es de chica, ¿no?
0:05:53 Algunos dicen que el mismo héroe de Atenas Teceo la primerió.
0:05:58 Ella, cuando era muy chiquita, le pegó una raptada junto a su compañero de Trapison,
0:06:06 que la piritó.
0:06:08 Algunos dicen que la respetó porque estaba esperando que se hiciera grande y otra dice que le dio un hijo.
0:06:13 Así que, con respeto, no suelen producirse nacimiento.
0:06:19 ¿Cómo quiera que sea, además de Zeus, esta mujer Elena tenía un padre, un padre humano.
0:06:29 Un padre ficticio, tindario.
0:06:32 Así como era que él tenía también un padre humano y otro padre que era Zeus.
0:06:38 Un fictrío, le daba el rol de la gente.
0:06:40 Un fictrío, exactamente.
0:06:42 Bueno, cuando tindario, yo que la mina estaba en la edad de merecer, dijo, vamos a casarla.
0:06:48 Y convocó a los pretendientes.
0:06:50 Se presentaron muchos príncipes de Grecia.
0:06:53 Algunos dicen que 29 y otros que no 29.
0:06:57 No es que son estas dos hijas.
0:06:59 Oscilan entre 29 y el que dice menos.
0:07:01 Me estoy refiriendo a los autores clásicos, homero, pausaña, todo.
0:07:05 Y el que dice más dice, 99.
0:07:08 Número de príncipe que se presentaron en Esparta para como candidatos para casarse con Elena.
0:07:17 Y tindario tuvo miedo.
0:07:20 Porque dijo, ¿cuántito que yo le de la mina a mi hija uno, los otros van a empezar en guerra?
0:07:29 ¿Cómo que no le ha dado a Méc, que se piense y se va a armar una guerra, se va a armar?
0:07:34 Pero hubo un vivo que tuvo una idea.
0:07:36 Y ese vivo era Budiseo, también llamado Ulises.
0:07:39 Y le dijo, mire, yo no me anoto.
0:07:42 Pero había una parientita que se llamaba Penélope, que le gustaba a él.
0:07:47 Y se amídeme a Penélope y yo le voy a ver una idea para que no haya guerra.
0:07:50 Me encantó el video.
0:07:52 A ver, qué idea.
0:07:54 Antes de que ella decida, usted haga que todos los príncipes firmen un acuerdo conforme al cual van a aceptar la decisión de Elena,
0:08:03 que Elena aleja, y además van a defender al elegido en caso de que cualquiera ponga en tela de juicio su derecho.
0:08:12 ¡Oh! Dice que hubo una idea.
0:08:14 Un tendario, ¿no?
0:08:16 Y, efectivamente, es cuando el muchacho, bueno, acá Elena va a elegir a uno, pero todos ustedes tienen que firmar que acerca la decisión y, además,
0:08:23 que van a defender al elegido en caso de que se pongan entre dichos sus derechos, si me permiten las demasiadas ches.
0:08:32 Bueno, todos firmaron, tuvieron lugar en el casamiento y después sucedió lo que con que al principio usted concurse de belleza,
0:08:44 conforme al cual Afrodita se comprometió a entregarle a Elena, que elegió a Menelau y se casó con él.
0:08:54 A Párez, al que había hecho de jurado, ¿cómo le va a entregar una mujer casada?
0:08:59 Y, al principio, no había comprometido.
0:09:01 Entonces se arma toda una cosa, ¿no?
0:09:03 Aparece, Elena vivía con el marido en Esparta, con Menelau, y aparece ya recobrado como hijo del Rey Primo,
0:09:14 en París, a celebrar un tratado, algunas cosas, de visita oficial en Esparta.
0:09:21 Y justo en ese momento, Menelau es llamado a un velorio, que había no sé quién se había dado a una artista,
0:09:28 y yo voy al velorio y a esa Elena, atendé acá al señor.
0:09:31 Ya va, dijo Elena.
0:09:33 Atendé lo al señor.
0:09:34 Bueno, aquí algunos discrepan, ¿no?
0:09:38 Algunos dicen que por obra de magia y otros simplemente porque París era un muchacho bien parecido,
0:09:45 el caso es que Elena se enamoró de él.
0:09:51 París se quedó varios días con la cometida, que como le va, que él se manda las cosas de allá por Troya,
0:09:58 cuando quisieron acordar, se habían enamorado.
0:10:03 Y un día, se las toman, aprovechan unos vientos favorables y en tres días ya estaban en la Asia menor,
0:10:11 donde quedaba Troya, y chau.
0:10:14 Cuando vuelve a Menelau, dijo, ¿dónde está Elena?
0:10:16 Bueno, se ha ido con uno.
0:10:19 Con París, hijo de Rey de Troya.
0:10:22 Menelau hace valer el acuerdo que habían firmado los príncipes, queridos.
0:10:27 Y les dice, defiéndame porque hay un hiato que se fue con mi mujer.
0:10:33 Guerra.
0:10:35 Eso es lo que tenían aquellos tiempos.
0:10:37 Cualquier estupido desataba una guerra, no como ahora.
0:10:42 Que se necesitan estúpidos de cartel.
0:10:53 Pisen que además Elena no se marchó con las manos vacías.
0:10:57 Se llevó también tesoros, algunos esclavos, a la cautiva Estra, que era la mamá de Teseo justamente.
0:11:06 Hay discrepancia respecto a ese viaje que yo acabo de decir,
0:11:11 que duró tres días gracias a los vientos favorables.
0:11:16 Otros dicen, y aquí viene la nube.
0:11:19 Otros dicen que en verdad la que se marchó con París a Troya no fue Elena, sino una nube.
0:11:32 ¿Y quién fabricó la nube?
0:11:34 Era que ya estaba canchera en la fabricación de nubes.
0:11:39 Recuérdense aquella vez que la persiguió Ixión, un desagradecido, ahí que la vio, y se más, sí, la quiso atropellar.
0:11:49 Seus fabricó una nube igual a Era, y, o me lo he dicho, E, Ixión atropelló la nube.
0:11:58 La atropelló también que tuvieron hijos.
0:12:02 Tuvo hijos y una nube, ¿no?
0:12:05 El caso es que a Era, acordándose de aquel episodio, le vino la idea de hacer una nube igual a Elena,
0:12:14 y entonces se marcha París, rumbo a Troya, con la nube.
0:12:24 Omero no cuenta lo de la nube.
0:12:27 Para Omero era la verdadera Elena, la que estaba en Troya.
0:12:31 Y cuentan unas cosas interesantes.
0:12:33 Por ejemplo, que los troyanos no la querían.
0:12:37 No la querían porque la consideraban la culpable de la guerra, pero había dos que sí la querían.
0:12:45 Y que eran el rey Primo y Héctor, el más valiente de los héroes de Troya, e hijo también de Primo.
0:12:52 Y la querían porque sabían cuál era la verdadera causa de la guerra.
0:12:56 Dos puntos. La voluntad de los dioses.
0:13:01 Entonces comprendían que Elena era solo un instrumento de los dioses.
0:13:06 Entonces no había por qué enrostarle aquella responsabilidad.
0:13:13 Elena andaba ahí dando vueltas, y cuando se declara la guerra, la verdad es que toma partido por los griegos.
0:13:22 Primero, reconoce por dos veces a Ulysses que se había metido dentro de Troya,
0:13:28 pasé unos trabajos de espionaje, ella lo reconoce y no dice nada.
0:13:33 Y después, cuando el caballo, ella también sabía.
0:13:38 E incluso, hace lo siguiente, por Jorobar.
0:13:43 Ella era capaz de imitar las voces de las mujeres de los héroes de Troya que estaban dentro del caballo.
0:13:48 Y se paseaba por afuera del caballo, imitando esas voces.
0:13:52 Y alguno por ahí se sintió tentado abandonar el escondite, creciendo que su propia mujer lo estaba llamando.
0:13:59 Finalmente, Elena con una torcha hace una señal,
0:14:07 que es la señal que estaba esperando la flota griega para atacar después del episodio del caballo.
0:14:16 Ahora bien, Menelao llega, ingresa a Troya,
0:14:22 está ya en pleno saqueo y se la encuentra Elena.
0:14:26 Se la encuentra Elena que según dicen algunos, seguía queriendo a su marido, lo que sé.
0:14:35 El caso es que indignado Menelao levanta la espada para matarla
0:14:39 y ella deja escapar uno de sus pechos.
0:14:44 Le muestra uno de sus pechos y Menelao guarda la espada y dice,
0:14:50 ¡Tá bueno!
0:14:52 ¿Qué perdón?
0:14:54 Antio un argumento como ese,
0:14:58 amagna mi indignación.
0:15:03 Algunos dicen que Menelao y Elena volvieron a Esparta
0:15:08 y que ella llevó a una vida irreprochable de madre y de esposa.
0:15:12 Y dicen que tal como sus hermanos soñaban al fin de sus días,
0:15:18 ella fue venerada junto a los dioses.
0:15:20 Otros dicen que no,
0:15:23 que esa Elena, la de Troya era una nube y que la verdadera estaba en Egipto
0:15:30 y que al encontrar Menelao su verdadera esposa, allí en Egipto,
0:15:36 la falsa se desvanelló en el aire.
0:15:39 Todos lo cuentan algunos para qué,
0:15:41 para liberar de culpa Elena.
0:15:44 Le molestaba que la mujer más hermosa del mundo
0:15:48 tuviera sobre sí el estigma de la traición.
0:15:51 Entonces, al mito original le fueron agregando algunos datos con atenuantes
0:15:59 que no era ella, que era una nube, que por arte de magia,
0:16:03 que la embrujaron, que ella no era la culpable,
0:16:06 que seguía queriendo a Menelao.
0:16:11 Hay otras historias todavía más extrañas.
0:16:16 Algunos dicen que en una isla que se llama la Isla Blanca
0:16:20 y que queda en el Mar Negro, en la desembocadura del río Danubio,
0:16:25 se fue a vivir Elena con Aquiles,
0:16:30 que después de muerta vive allí y su esposo es Aquiles.
0:16:34 Curiosamente, de todos los príncipes griegos,
0:16:37 el único que no se presentó como candidato para casarse con ella fue Aquiles,
0:16:43 porque era demasiado joven.
0:16:46 Pero después sí.
0:16:47 Otros dicen que durante la guerra de Troya,
0:16:50 siendo que eran tan hermosos ambos y que no se conocían,
0:16:53 alguien arregló un encuentro secreto, un café, diríamos hoy,
0:16:59 entre Elena y Aquiles,
0:17:01 y otros dicen que de ese café surgió un hijo.
0:17:08 Los hijos nacen con facilidad como se ven los mitos griegos.
0:17:12 Incluso de una nube, de una gallina,
0:17:17 había un deseo mal expresado.
0:17:25 Y ese es Elena.
0:17:27 Ahora bien, cuando uno de los soldados griegos,
0:17:33 que es asistente de Menelabo,
0:17:38 vio esto, se entera,
0:17:42 de que Elena era un fantasma.
0:17:46 Dicen unas palabras que son extraordinarias,
0:17:49 que son el objeto de toda esta charla que venimos manteniendo.
0:17:53 Si al final nos hemos matado por un fantasma,
0:17:58 hemos muerto, hemos sido a la guerra por un fantasma.
0:18:02 Eso dice y nada más dice.
0:18:05 Y yo agrego que sí,
0:18:09 y que seguimos haciéndolo.
0:18:12 Uno nos vamos a la guerra, otro nos vamos.
0:18:16 Camino de la desesperación,
0:18:18 otro por el camino del arte y el desconsuelo,
0:18:21 también por fantasma.
0:18:23 Porque en cierto modo,
0:18:27 nos enamoramos de néfeles, de nubes.
0:18:31 No sólo la nube que hizo Zeus
0:18:33 para engañar a esta inscripción que venía atropellando.
0:18:37 No sólo la nube que fue Elena para engañar a Príamos,
0:18:42 sino la nube que nosotros mismos construimos
0:18:46 para engañarnos a nosotros.
0:18:49 Nuestras enamoradas tienen sus virtudes y sus defectos,
0:18:53 pero la verdad y la precisión de esos datos
0:18:57 nos está acasovedada.
0:19:00 Solamente podemos percibir algo que construimos nosotros mismos
0:19:04 y que nos da una percepción imperfecta,
0:19:07 pero también porque unos entusiasmos,
0:19:10 que suelen llamarse amor,
0:19:12 distorsionan esas percepciones.
0:19:14 O mejor dicho, las ansien ficcionales,
0:19:18 no ya perspectivistas, sino ficcionales.
0:19:22 No es que vemos a nuestra amada de un ángulo favorable.
0:19:27 Inventamos todo hasta el ángulo.
0:19:30 Y de eso, y no de otra cosa, nos enamoramos.
0:19:33 Y no por otra cosa, vamos a la guerra o vamos a la facultad
0:19:43 o componemos milongas o lloramos o extrañamos o nos deprimimos
0:19:53 o apagamos las luces para siempre.
0:19:57 No hay manera de evitar estos fantasmas,
0:20:01 pero a mí me parece humildemente rolón que está bien,
0:20:04 que está bien,
0:20:06 que un engaño de amor es el amor.
0:20:10 Si uno cree que lo aman
0:20:14 y todas las percepciones
0:20:17 construyen en esa idea,
0:20:20 es porque de algún modo esto sucede.
0:20:24 Así que yo les invito a no averiguar,
0:20:27 a no tratar de destruir las nubes que no se enamoran,
0:20:31 contratando detectives privados
0:20:35 o queriendo saber la verdad última de las cosas.
0:20:38 Lo que hay que saber es lo que sabe nuestro cuerpo,
0:20:44 lo que sabe nuestro corazón que se enciende ante esas percepciones.
0:20:50 Después, a ver si es verdad, si no es verdad.
0:20:54 Si es peor, encagar en el pasado,
0:20:57 a ver si ciertos amores han sido verdaderos o falsos.
0:21:00 No, no, es cosa de síndicos y de auditores.
0:21:08 Así que yo les convido a abrazar a esos fantasmas,
0:21:12 a seguir marchando detrás de esas nubes,
0:21:15 sabiendo que también uno es nube.
0:21:18 Estamos enamorados de una nube,
0:21:20 pero tal vez somos nosotros también nube.
0:21:24 Y a los que nos aman.
0:21:27 Me gustan esos cuentos Alejandro,
0:21:29 que a veces amorlo un poco esta parte del programa,
0:21:33 donde el amor está allá, pero con la condición.
0:21:37 Dice, nunca me veas a tal hora,
0:21:40 nunca me veas cuando duermo,
0:21:42 nunca me veas comer o lo que fuere.
0:21:44 Siempre está esa condición y nunca me veas como soy,
0:21:46 porque la verdad estuvo y el amor.
0:21:50 Usted descubre cuál es el verdadero sentido de esos cuentos.
0:21:53 Hemos contado mucho.
0:21:55 Especialmente en los mitos grigos,
0:21:57 esos cuentos en el enamorado,
0:21:59 que dice, te amaré siempre, pero no debes entrar nunca en esta habitación.
0:22:02 Te amaré siempre, pero no debes verme cuando me baño.
0:22:06 Te llevarás a tu mujer del infierno, pero no debes mirar hacia atrás.
0:22:09 ¿Qué sentido tiene eso?
0:22:12 El secreto.
0:22:14 Mirar hacia atrás es tratar de buscar lo que hay detrás,
0:22:19 de la nube del engaño y de ese embereco que es el amor.
0:22:23 Y el que mira, el que busca la verdad,
0:22:26 el que descubre que Humphrey Bogart,
0:22:30 besando a Catherine Hepburn,
0:22:32 no es más que un engaño de nuestras retinas morosas,
0:22:36 y se no disfruta.
0:22:38 Ese pierde la fe poética, ya no puede ir al cine
0:22:41 ni tampoco enamorarse de Lena o de quien fuera.
0:22:47 Es lo que nos venen las personas que a lo mejor amamos,
0:22:49 o hemos amados, a lejanos, nos dicen o nos han dicho,
0:22:52 tanto río por esto, a veces, tanto esto,
0:22:55 porque justamente han perdido para ellos
0:22:57 que lo venden de modo realista o no han tenido nunca
0:22:59 ese rol afantasmado,
0:23:02 ese engaño que es necesario para poder amarlo.
0:23:05 Y Elena, creo que es el ejemplo más lindo que nos da la policía,
0:23:10 porque eso está bien que haya tantas versiones,
0:23:12 que era buena, que era mala, que fue acá, que fue allá,
0:23:14 que se quedó, que fue con aquí,
0:23:16 pero no importa, es la mujer que representa el amor.
0:23:21 ¿Con qué tan guico vamos a ilustrar esto?
0:23:25 Bueno, mire, algunos refutaros de leyendas,
0:23:28 cuando están ante un fantasma, lo hacen hablar
0:23:32 para asegurarse de que la voz del fantasma corresponde
0:23:36 con los recuerdos.
0:23:38 Así que escucharemos el tango, tal vez, era su voz,
0:23:40 que es un tango fantasmagórico también,
0:23:44 esperando que nuestro corazón, las voces que oímos,
0:23:48 coincidan con los fantasmas que nos obsesionan.
0:23:52 La versión que escucharemos es la de Ruth A. Guil,
0:23:55 que ha sido hecha en el foro del bar del infierno,
0:23:58 y creo que la acompaña Federico no lo dice,
0:24:03 pero se los digo yo después.
0:24:05 Sí sé que canta Ruth A. Guil, que este es un bellísimo tango,
0:24:08 yo me romano, tal vez será su voz.
0:24:11 Vamos, adiós.
0:24:41 Desaté.
0:24:43 Las sombras que a la pista trajo el tango
0:24:48 me obligan a evocar a mí también.
0:24:53 Bailémo, que me duele estar soñando
0:24:58 con el brillo de tu traje desaté.
0:25:11 Bien pena en el violín, que vos sentimental,
0:25:16 cansada de suferirse, ha puesto a sollozar así.
0:25:23 Tal vez será el rumor de aquella que una vez de pronto se apagó,
0:25:30 tal vez será su voz, tal vez.
0:25:35 Su voz no puede ser, su voz se durmió,
0:25:40 hay que ser no más pantamas del alcohol.
0:25:46 Era triste, era cálida y pausada,
0:25:51 negro el té, no los ojos ver de gris,
0:25:55 y era su boca roja bajo la luz del ambas,
0:26:00 una triste flor de carbín.
0:26:06 Un día no llegó, quedé esperando
0:26:12 y luego me contaron su final.
0:26:17 Por eso con la sombra de los tangos
0:26:22 la recuerdo vagamente más y más.
0:26:29 Bien pena en el violín, que vos sentimental,
0:26:38 cansada de suferirse, ha puesto a sollozar así.
0:26:46 Tal vez será el rumor de aquella que una vez de pronto se apagó,
0:26:52 tal vez será su voz, tal vez.
0:26:57 Su voz no puede ser, su voz ya se durmió,
0:27:02 hay que ser no más mi propio corazón.
0:27:15 En la venganza será terrible, hemos escuchado a Ruth Atagile
0:27:20 interpretando tal vez será su voz, acompañada por Federico Misraji.
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