Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos hoy del rey Henri I de Haití.
0:00:10 Saben ustedes que la declaración de la independencia de Haití ocurrió en 1804,
0:00:18 quiere decir que salvo los Estados Unidos, fue la primera nación independiente de América,
0:00:26 medio millón de habitantes en ese momento lograron una libertad doble porque no solo habían sido dependientes de un país europeo,
0:00:35 en este caso Francia, sino que además eran esclavos desde el siglo XVII.
0:00:40 También sabemos que el héroe de aquella gesta fue Toussaint Louverture,
0:00:47 que aunque derrotado por las tropas francesas y conducido luego a Francia, incluso muerto allí,
0:00:55 había guiado a su pueblo y a sus generales a la insurrección.
0:00:59 Recuerde que Toussaint había sido trasladado a las masmorras de un castillo en Francia,
0:01:07 según las crónicas, los carceleros pusieron adecuado esmero en destruirlo.
0:01:13 Ahora bien, a la muerte de Louverture los problemas continuaron,
0:01:18 más que en escena, se trata solamente de declarar la independencia, como bien sabemos nosotros.
0:01:24 En 1903, Napoleón anunció su intención de sostener la esclavitud en Haití.
0:01:31 Otro revolucionario haitiano, Jean-Jacques Desallant, nacido en Guinea y traído como esclavo,
0:01:39 se sublevó y con la ayuda de Inglaterra expulsaron a los franceses en enero de 1804.
0:01:46 Y a partir de ahí, Haití se llamó Haití y se declaró República Independiente.
0:01:51 Pero la otra cosa que sucedió es que este tipo de salisno se proclamó emperador y se dice
0:01:58 más sí, yo me proclamo emperador y ya. Lo hizo con el nombre de Jean-Jacques primero.
0:02:05 Y el gobierno de Jean-Jacques se caracterizó por la despiadada matanza que hizo de todos los blancos
0:02:13 que encontraba su paso. Claro, venía de una época en que los negros habían sido travisados,
0:02:20 asesinados, torturados y bueno, vamos a invertir las cosas.
0:02:24 Incluso estableció un principio constitucional sobre el cual ningún blanco podía ser propietario
0:02:31 y de supuesto que quedara alguno vivo. Esta curiosa ley se mantuvo hasta 1918, año en el que empezaron
0:02:40 a hacerse patentes algunas necesidades mercantiles diferentes.
0:02:43 Bueno, Jean-Jacques intentó sin éxito invadir la franja vecina de la isla.
0:02:50 Ustedes saben, esta isla se llama la española, de un lado está Haití y del otro está Santo Domingo.
0:02:58 En aquel momento, Santo Domingo estaba en poder de los españoles y el proyecto de estos tipos es invadir
0:03:06 la otra parte, pero quisieron liberarlos, digamos, a los habitantes de la otra mitad de la isla,
0:03:15 pero no lo lograron. El caso es que el pobre Jean-Jacques fue derrotado primero y asesinado después.
0:03:22 O sea, si lo hubieran asesinado no hubiera sido necesario derrotarlo.
0:03:27 Quéísima vale.
0:03:29 Este asesinato fue planeado por un hombre que era un viejo revolucionario, antiguo revolucionario,
0:03:35 más que viejo, que había luchado con Toussaint-Lover-Ture y que se llamaba Henri Christophe.
0:03:41 Esto sucedió en el año 1806 y este Henri Christophe es la persona de la que hablaremos hoy.
0:03:49 Era un esclavo hijo de negro del África Occidental, había combatido en Georgia durante la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos.
0:03:57 Después marchó a la española, allí se unió a los rebeldes negros de Toussaint.
0:04:02 Christophe se hizo famoso en 1802 cuando Napoleón había mandado a Haití algunos de sus generales,
0:04:10 entre ellos el general de Creer, que estaba casado con la hermana de Napoleón con Paulina Bonaparte.
0:04:17 Christophe parece que incendió, destruyó ciudades, de manera que los invasores franceses sólo encontraron ruinas sumeantes.
0:04:26 Christophe y sus hombres huyeron a la selva y a las montañas para proseguir la lucha.
0:04:32 Y como hemos dicho, en 1806 Christophe asesinó a Dessaline y se proclamó presidente.
0:04:43 Hay que decir que ya le daba vueltas en la cabeza a este muchacho Christophe, la idea de proclamarse emperador,
0:04:50 lo mismo que el derrocado y asesinado Jan Jax.
0:04:54 Pero mientras se esperaba, Christophe se paseaba al frente de sus tropas, vestido con un uniforme azul,
0:05:01 con rivetes escarlatas, bordados de oro, un gran sombrero en forma de media luna, adornado con una pluma de vestruz blanca.
0:05:09 Vamos, que cualquier picha le quedaba bien.
0:05:12 Ahora bien, hay que decir que Haití estaba en bancarrota.
0:05:17 Su gran tesoro consistía en la calabaza, la calabaza que servía para gran cantidad de usos.
0:05:24 Y una de las primeras medidas de Christophe fue decretar una ley que declaró propiedad del Estado todas las calabazas verdes.
0:05:33 Estaba madurando una nueva cosecha y se enviaron soldados a todas las plantaciones a recolectarlas.
0:05:42 Y los campesinos no se opusieron.
0:05:45 El caso fue que el ejército recolectó 227 mil calabazas.
0:05:50 Y con esas calabazas el presidente formó el tesoro nacional.
0:05:54 Les confirió además a las calabazas un valor determinado a cada unidad.
0:06:00 Ahora bien, la producción de café, en otro orden, estaba casi madura.
0:06:06 Cuando los cultivadores llevaron los granos secos a la capital, Christophe les compró al precio corriente del mercado, pero pagó con calabaza.
0:06:18 Entonces revenió el café por oro a los comerciantes europeos.
0:06:25 Y antes de terminar el año el Estado haitiano tenía una circulación con una moneda de metal estable y esa moneda de metal que por otra parte circula hasta hoy, tiene un nombre curioso, se llama Gurd, es decir calabaza.
0:06:41 Porque ese oro provino de las calabazas que constituyeron el primer tesoro nacional haitiano.
0:06:50 Llegó el año 1800, 11. Ya Christophe no daba más de la gana que tenía de ser rey.
0:06:56 Y así fue, promulgó un decreto que decía...
0:07:00 Lo tiene ahí, lo que puede tener, el decreto original.
0:07:03 Sí, el original, dice.
0:07:05 Con la voz original.
0:07:07 Con la voz original.
0:07:10 El presidente, Henri Christophe, es proclamado rey de Haití con el nombre Henri I, en carácter hereditario para los descendientes barones con exclusión de las mujeres.
0:07:21 Junto.
0:07:23 Henri I no sabía escribir.
0:07:26 Después de grandes esfuerzos, consiguió escribir su nombre, Henri I, para firmar los documentos y los decreto.
0:07:34 El 2 de junio de ese año, el 1811, fue consagrado con una corona de oro puro y un cetro de piedras preciosas.
0:07:42 La ceremonia se llevó a cabo en una catedral, en una flamante catedral, con una nobleza, también flamante,
0:07:49 que su majestad había tenido la precaución de crear, porque imagínese un rey solano ahí, solar y sin noble, sin una corte, de poco sirve.
0:07:59 Así que había ordenado a este muchacho 10 príncipes, 8 duques, 22 condes, 37 barones y 40 caballeros.
0:08:09 Como hemos dicho alguna vez, entregó títulos de nobleza, según el oficio, o incluso la necesidad del beneficiado.
0:08:17 Y así el dueño de la fábrica de Jalea fue el duque de la mermelada, el propietario de los limonares, el conde de los limones.
0:08:27 El duque de las mejillas rosadas, el varón de la nariz, que es yo.
0:08:32 El rey hizo también construir un maravilloso palacio que llamó San Susi, que era un hombre que hizo carrera, porque hubo cabaret, que se llamaban así.
0:08:42 Hay alguno en la actualidad.
0:08:44 Debe haber.
0:08:45 Pero que es el que con el terremoto se destruyó, me parece que se iban, ¿no?
0:08:52 En portopríncipe.
0:08:53 Sí, pero digo que en todas partes del mundo hay lugares llamados San Susi, que como su nombre diga quiere decir sin problemas, sin complicaciones, me dice yo.
0:09:01 Son lugares de recreación, como Cabaret, Cabarulo.
0:09:06 Bueno, parece que en ese palacio la Cámara Real imitaba la que tenía Luis XIV, o la que había tenido Luis XIV en Versailles.
0:09:15 Parece que realizó, a pesar de todas estas cosas que nos pueden resultar bugares, una formidable labor de estadista.
0:09:24 Ordenó la economía, se ocupó de las obras públicas, impuso un eficiente sistema educativo, instauró rígidas normas de trabajo con el llamado Código Enrique.
0:09:37 No existía.
0:09:38 En que todo haitiano estaba obligado a trabajar desde el amanecer hasta el anochecer con dos horas de descanso al mediodía.
0:09:46 Pero bueno, además de esto, Henry era un tirano.
0:09:50 Una vez parece que sorprendió un campesino durmiendo y la olgazanería dentro de los soleyos de trabajo era una falta grave.
0:09:59 Así que el tipo fue a buscar un cañón, le apuntó, le tiró y le pegó, que es lo que es todo.
0:10:06 Henry primero construyó siete palacios, quince castillos donde trabajaban tan activamente como el resto del reino.
0:10:15 Las exportaciones crecieron, aparecieron los ingleses, que eran los principales beneficiarios de comercio.
0:10:22 Ahí estaba el almirante, nuestro amigo Monham, que visitó el país y fue conducido al Palacio Real por una carroza tirada por doce caballos.
0:10:33 Fue recibido por el rey Henry, comió en platos de oro al tipo, usó con creciente asombro las servilletas de damasco bordadas con el escudo de arma de Haití.
0:10:48 Y el día siguiente lo invitaron a Monham a un desfile militar y el almirante se asustó, porque parece que cada hombre del desfile, media como dos metros,
0:10:59 todos vestían espléndidos uniformes, marchaban con maravillosa precisión, y después de dos horas de desfile calculó que habían pasado, no menos de cien mil hombres.
0:11:13 La verdad, el tipo dijo, este es un ejército para temer y para tener en cuenta.
0:11:21 Cada compañía giraba, presentaba armas y descendía por unas escalinatas.
0:11:29 En realidad todo era un truco, porque a medida que el pelotón se perdía de vista, los hombres rompían filas, se desviaban, llegaban rápidamente por un subterráneo a los cuarteles, que estaban detrás del almirante,
0:11:40 y allí se informaban de nuevo, cambiaban alguna bandera y aparecían de nuevo en el desfile para marchar otra vez.
0:11:49 Así que por delante de él, el almirante habían pasado cien veces los mismos mil tipos.
0:11:55 Era el premio Nueve de Oro de Roma, era lo que pasaba.
0:11:58 Cuando Napoleón regresó de Elba en 1815, le propuso a Henry una alianza, pero el tipo rechazó el ofrecibiento.
0:12:11 Las cosas habían cambiado, y habían cambiado no solo para Napoleón, sino también para Haití.
0:12:16 La corrupción era ostensible, las formas de trabajo eran demasiado rígidas, el poder del rey había ido creciendo, parecían no tener límites, y empezaron las conspiraciones.
0:12:26 El capillán de la corte, un sacerdote francés, de nombre Bleu, creo que era, fue descubrierte en una de estas conspiraciones y lo decapitaron.
0:12:38 Poco después, Henry tuvo un ataque fulminante, quedó paralítico.
0:12:43 Se armó un nuevo complot, que encabezaba el duque de la mermelada, que había sido enviado a trabajar a una lejana fortaleza junto a criminales comunes,
0:12:56 en castigo por haber sido sorprendido arraganeando.
0:12:59 Y bueno, este mismo duque de la mermelada encabezó un complot.
0:13:05 En tirado del complot, Henry le encargó justamente al almirante von Hamm, que le depositara un tesoro personal en las arcas de un banco de Londres para resguardar a su familia.
0:13:20 Una vez asegurado el porvenir de los suyos, un día a 1820, Henry primero se pegó un tiro con una bala de oro, y así terminó esta aventura.
0:13:31 Vinieron otras en Haití.
0:13:35 Dedicamos esto al pueblo de Haití, a los que fueron a juntar aquellas calabazas que constituyeron luego el tesoro nacional.
0:13:43 Bueno, ya nadie más.
0:13:44 Damos la atención la curiosa ley que se mantuvo hasta 1918, que ningún blanco podía ser propietario.
0:13:52 No es bueno reemplazar un prejuicio racial por otro.
0:13:57 Ese espantoso que cualquiera hacía esclavo, no que los negros sean esclavos.
0:14:02 Ese espantoso que haya un esclavo.
0:14:05 Y no se trata de liberar a los negros para ser esclavos a los blancos.
0:14:09 No sé si me gusta eso, pero también hay que decir que la historia está en deuda más con los negros que con los blancos.
0:14:20 Es decir, que yo diga esto sin hacer esta aclaración sería también una injusticia.
0:14:26 Bueno, ¿quién sabe?
0:14:31 A lo mejor estos son años de tolerancia.
0:14:35 No estoy seguro.
0:14:36 Por ahí la posmodernidad trajo unos vientos de coexistencia de algunas formas de pensamiento
0:14:44 que nos hicieron sospechar a algunos que esa multitud de escuelas,
0:14:51 esa existencia de tantos pensamientos, de tantas comodiciones, podía ser un sinónimo de tolerancia.
0:15:01 No, no fue tal.
0:15:06 Finalmente, en lo político ocurrió lo contrario de la posmodernidad.
0:15:12 Es decir, las hegemonías ahora son más fuertes que nunca.
0:15:16 Y en general los pensamientos hegemónicos debienen en intolerancia por aquel que no es, que no es vos.
0:15:26 La vieja división entre nosotros y ellos.
0:15:30 Eso está ahora contraeriamente a lo que yo mismo pensaba hace algunos años.
0:15:38 Es decir, está ahora más fuerte que nunca.
0:15:42 Hemos sido hasta la discoteca.
0:15:45 Me quedé pensando de las calabazas, que parece gracioso del patrimonio calabazas.
0:15:52 Pero si uno se pone a pensar en el dinero como la simbología del dinero,
0:16:00 y que hoy por hoy prácticamente cada vez hay menos dinero real
0:16:03 y es todo unas tarjetas y unos números que van por internet y se acreditan,
0:16:09 la calabaza no está ridículo como bien.
0:16:12 No, sería que es un poco más ridículo que esto que ni siquiera tiene una representación real.
0:16:19 Sí, es más ridículo, es un papel que diga que el Banco Central te va a pagar, no sé qué.
0:16:26 El caso es que en la discoteca, el discotecario me dijo que,
0:16:33 todo eso que yo le había contado, que no era nada comparado con lo que le había pasado a él.
0:16:39 Pero qué le pasó, sí, un tipo bastante común.
0:16:42 Y me contó que a él también era Aragán, que fue lo único que...
0:16:47 Como el de Aragán.
0:16:49 Un grupo de catalans que encontró con esta historia, dijo que le estaba en contra de los Araganes,
0:16:55 pero que él era Aragán, el dialéentico, nodigó hacer una serie de confidencias.
0:17:00 Empezaron por ahí, terminaron con la conducta sentimental de su novia.
0:17:04 Siempre termina ahí.
0:17:06 Sí, siempre termina ahí.
0:17:07 El caso es que él dijo que me dio es bastante pertinente.
0:17:10 ¿Por qué es nobleza de arrabal?
0:17:12 ¿Qué otra cosa que una nobleza de arrabal?
0:17:15 ¿Qué casi es un oxímore?
0:17:18 Es lo contrario a la nobleza.
0:17:21 Pero sin embargo hay, que me gusta citar a Ferreira aquí,
0:17:25 una especie de nobleza arrabalera, cuyos títulos se obtienen de distinta manera.
0:17:34 Recordaré ahora, con cierto gesto erudito,
0:17:37 que los chinos no heredaban sus títulos de nobleza de sus mayores,
0:17:43 sino que al revés, los mayores heredaban el título de la nobleza de alguien
0:17:48 que había hecho algo noble para merecer el título.
0:17:53 Y la nobleza arrabalera proviene de pingos que se asembran en la cancha.
0:18:01 No es heredada, es ganada, es ganada.
0:18:05 El tipo que obtiene un respeto, digo, arrabalero es un término un poco anacrónico,
0:18:13 pero el tipo que obtiene algún respeto en cierto foro es porque se lo ganó
0:18:18 profesando el coraje y cierta grandeza.
0:18:23 No, nobleza de arrabal está muy bien entonces.
0:18:26 Y lo escucharemos en la voz de Nelly Omar.
0:19:05 La jumbo arraldiuvarosa y una camelia mimosa,
0:19:12 te englando sobre el brocal y allí también está el horizón
0:19:20 y el es mi lujo de cuarteador, rosín feliz de gril azul,
0:19:28 famoso por todo el sur.
0:19:36 Cuando el domingo a solea por no hacer de peresoso
0:19:49 traigo el van desde el pozo y refresco el corredor
0:19:57 y aprovechando el fresquito me siento bajo la barra
0:20:05 y al compas me meditara tanto voce sin más de amor.
0:20:15 El mi ranchito de alzina, paso tranquilo las horas
0:20:26 junto al amor de la chica que me respeta y me adora
0:20:34 y entre su amor y las cosas que adornan toda mi suerte
0:20:42 y me emociona más que la muerte me saque de ese rincón.
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