Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos esta noche de nuestro héroe mítico preferido, Heracles, también llamado Hércules.
0:00:17 Para los amigos, Heracles. Vamos a glosar algunos trabajos de Hércules, no los doces, desde luego.
0:00:29 Tenemos tres, sabemos. Heracles fue obligado por el rey Euristeo de Miscendas y con la complicidad de la diosa
0:00:40 era a realizar doce trabajos que en realidad eran hazañas imposibles. Hay muchas discusiones acerca del porqué de estos doce trabajos, pero el mejor criterio
0:00:55 prefiere creer que fue como expiación por haber matado accidentalmente a sus propios hijos en Megara. Entonces para expiar esos crímenes se le impusieron estos doce trabajos y además le prometieron la inmortalidad si los emprendían.
0:01:11 Pero era imposible. Elegimos tres de ellos, doce trabajo. El sexto, por ejemplo, consistió en expulsar a las innumerables aves del lago Stínfalo. Estas aves tenían pico, alas y garras de bronce, incluso yo creo que también tenían plumas de bronce y de metal.
0:01:34 Vivían en el pantano Stínfalo que acá entre nosotros era un lugar inmundo. Estas aves se comían a los hombres. Se comían a los hombres. Su aspecto era el de las grulias, pero los picos eran tan fuertes que podían atravesar una plancha de metal.
0:01:51 Parece que estas aves provenían de Arabia y así también atacaban a los hombres, pero los árabes eran diestros en la construcción de unas corazas con corteza trenzada, con mimbre, con paja, vaya a saber.
0:02:05 Y en esas trenzas se atrancaban los picos de las aves. Después el árabe atacado de retorcer al pescueso como si fuera una gallina.
0:02:15 Pero los griegos no tenían esa destreza y eran ingeridos vuelta a vuelta por estas temibles aves.
0:02:23 En el pantano estas aves procreaban, por no decir otra cosa, y de vez en cuando levantaban vuelo en enormes bandadas para matar hombres y animales.
0:02:34 Y esto lo hacían descargando las plumas, que como he dicho antes eran tilosas. Y no solo de las plumas sabía que cuidarse, sino también y si me permiten ustedes que han venido esta noche aquí al Teatro Auditorio de Mar del Plata,
0:02:50 di el excremento de las aves, por decirlo con un eufemismo. Era venenoso este excremento, no para el que se lo comía, que no sería tan grave porque bastaba con no comérselo.
0:03:03 Es muy fácil obtenerse de ingerir el excremento de las aves, pero era venenoso para el que era alcanzado por aquellas deposiciones aéreas.
0:03:15 A usted lo acertaba una de estas aves con su mensaje y se moría. Bueno, cuando Raquel llegó al pantano se vio en la imposibilidad de atacar a las aves con flechas porque ahí porque eran muchas, las tenía que ensartar a todas como ha sido.
0:03:29 Además el pantano tenía muchas dificultades porque no era tan sólido como para andar a pie ni tan líquido como para utilizar una embarcación.
0:03:39 Era un barro podrido, una siena, que a disculpe que se lo diga. Mientras era que les permanecían la orilla sin saber qué hacer, apareció la diosa Atenea.
0:03:49 Aquellos tiempos los dioses aparecían. Y dice, te vengo a ayudar y le di una matraca. La matraca, ¿a ayudar? A ayudar con una matraca, ahora va a hablar.
0:04:03 Esta matraca la había hecho el dios Efestos y era que les, desde una pequeña elevación del monte Silene, estaba sobre el pantano, empezó a hacer sonar la matraca, disculpe el gesto,
0:04:18 y produjo una estrépita total que las aves levantaron vuelo en una banda desde luego. Y se fueron para no regresar jamás.
0:04:29 No se sabe cuál fue la suerte de esa matraca. ¿Quién se agarró la matraca después? ¿Qué hizo Heracles con la matraca? No lo sabemos.
0:04:37 No tiene nada que ver si bien se mira con esto. Quiero contar que los paisanos del campo, ignorantes en general de las asañas de Heracles,
0:04:46 digo porque son superfluas para la agricultura y la ganadería, ¿no? Digo suelen ausentar a las langostas golpeando unos tachos que no hacen ni la mitad del ruido que hace la matraca de Heracles.
0:05:01 Si hubieran consultado los textos míticos, se apresurarían a construir matracas para allentar a las langostas.
0:05:11 Ese es un dato interesante para la gente que sufre invasión de langostas. Segundo trabajo de hoy, y que es el que más me gusta,
0:05:23 es la lucha contra la hidra de Lerna. La hidra era un monstruo horroroso, hijo de Equirna y Tifón, una especie de sangre pura de monstruos.
0:05:34 Todos los hijos de Equirna y Tifón eran monstruos. Por ejemplo, la quimera, por ejemplo, un perro, disculpen ustedes, llamado Ortro,
0:05:47 el cáncer vero era hijo de esta gente y la hidra de Lerna. Y también Equirna, con su propio hijo, el perro Ortro, tuvo también otro monstruo,
0:06:03 que ahora no me acuerdo quién era, pero quiere decir una familia muy poco recomendable.
0:06:09 La hidra, bueno, había sido enviada a aquella razón, aquella región era la mujer de Zeus, para que provocara edad.
0:06:20 Era una serpiente de varias cabezas, pero nadie se pone de acuerdo sobre cuántas eran esas cabezas,
0:06:26 mayormente porque cuando aparecía todos salían corriendo y no se detenían a contarlas prolijamente.
0:06:34 El aliento que salía de las fauces naturalmente de la hidra era mortal, como sucede con tantas personas,
0:06:42 pero éste lo era de un modo literal y no metafórico, a tal punto que cualquiera que se acercara mientras el monstruo dormía,
0:06:50 moría irremediablemente por el aliento. Para combatir a la hidra era que recurrió a flechas encendidas, no pasó nada.
0:07:01 Entonces empezó a cortar las cabezas de la hidra con una especie de cimitarra, tampoco pasó nada.
0:07:08 Se buscó un ayudante, su sobrino, Yolao, era una ayuda muy necesaria porque cada vez que cortaba una cabeza surgía una nueva.
0:07:18 Quiere decir que no sólo era una ayuda necesaria, sino también inútil,
0:07:23 pero para impedir que renacieran esas nuevas cabezas, Heracles pidió a Yolao que incendiara un bosque vecino,
0:07:30 así nomás, andaba incendiar este bosque vecino, por eso estamos como estamos.
0:07:35 Aquí empezaron a desaparecer los bosques en Europa, y con el auxilio de los tizones que suelen producirse cuando un bosque se incendia,
0:07:45 procediera a quemar cada corte de cabezas, y así esto parece que evitaba, no sé cómo, la reproducción de las cabezas.
0:07:56 ¿Cómo Heracles sabía este dato? Es cosa que no lo sé.
0:08:00 A mí me parece una comodidad del autor de la leyenda, me parece que falla la leyenda, porque se pone a explicar que con el tizón...
0:08:12 también podría haber aplicado la matraca y no lo hizo, estuvo bien.
0:08:15 La matraca es un recurso mucho mejor, pero si ya la tenía desde antes hubieran podido matraquear un poco a la hidra de Lérna total,
0:08:25 no se gana nada comprobar con la matraca, no se gana nada, no se pierde nada.
0:08:32 Se decía también que una de esas cabezas, la del medio, ¿cuál es la cabezas del medio? No lo sé, era inmortal.
0:08:42 Acá me informa el equipo de producción cuál es.
0:08:47 Heracles cortó esa cabezas, la enterró, y le puso encima una gigantesca roca.
0:08:57 Esta cabeza no es que resurgía, sino que ella misma era inmortal.
0:09:04 Es decir, pues la podías cortar pero no matarla, y todavía está viva entonces.
0:09:09 Viva pero enterrada, como tantos.
0:09:12 Así que en cualquier momento aparece una cabezas separada del cuerpo.
0:09:17 Bueno, es muy difícil para una cabezas separada del cuerpo caminar, deslizarse.
0:09:21 ¿Con qué camina? Con la glótis.
0:09:23 Bueno, no lo sabemos.
0:09:26 Por ahí comiéndose un cangrejo.
0:09:29 Cuando el cangrejo le está por pasar por la garganta, usted, la cabeza me refiero, pues tripula el mencionado cangrejo.
0:09:38 Bueno, hay que tener cuidado de no mover piedras pesadas porque es probable que debajo esté todavía la cabeza de la hidra.
0:09:47 El caso es que Heracles aprovechó para empapar sus flechas con los restos de la sangre de la hidra y las convirtió en venenosas.
0:09:54 En el resto de los trabajos, se utilizó estas flechas para atacar a sus peores enemigos.
0:09:59 También tenía la hebra un ayudante, justamente un cangrejo gigante, que mordió a Heracles en el talón, pero a Heracles lo aplastó.
0:10:08 Así que una ayuda estúpida.
0:10:11 Hay que decir que en verdad no eran 12 los trabajos de Heracles, sino 10.
0:10:16 Este hubo dos que no contó.
0:10:19 Este se lo anuló porque se había hecho ayudar por dos lados y no valía.
0:10:26 Y otro que le anuló fue la limpieza de las caballerizas del rey Aguillas, cosa que Heracles consiguió desviando un río, y dijo que desviar río tampoco valía.
0:10:38 Y ahora vamos al último de los trabajos de hoy, que es en realidad el un décimo de la serie, que también es el que más me gusta.
0:10:45 Hay muchos que son los que más me gustan, como sucede con algunas compañías femeninas que hay muchas que son las que más me gusta.
0:10:54 Esto era conseguir la manzana de las esperides, los frutos del manzano de oro, que era el regalo de bodas de la madre tierra a Era cuando se casó.
0:11:04 Aprendan con los regalos que hacen algunos que no pasan del velador.
0:11:10 Parece que estaba tan contenta con su regalo que decidió plantarlo en su jardín divino, pero ese jardín estaba lejos en las laderas del monte Atlas, allá por donde quedaba el fin del mundo, en aquel entonces, en el oeste de Europa.
0:11:25 Ahí suponía a los griegos que los caballos del carro del sol terminaban su viaje, y allí también estaba Atlante sosteniendo la bóveda celeste.
0:11:39 ¿Dónde vas a sostener la bóveda celeste? En la punta, para sostener el cielo. Es una comología que se da de patadas con la del disco de El Channel, pero bueno.
0:11:52 El caso es que si el tipo soltaba la esfera celeste, el mundo se cayó y se rompía todo con la consecuencia que todos ustedes pueden calcular.
0:12:01 Un día era, descubrió que las hijas de Atlante, las esperides, a quienes ella había confiado el cuidado de aquel manzano, cuidarme del manzano, cuidar el manzano, le afanaba las manzanas, le afanaba.
0:12:13 Entonces, sabiendo esto, mandó un dragón, el dragón llamado Ladón, para que se enroscara alrededor del árbol de las manzanas como protector.
0:12:26 Este dragón tenía 100 cabezas, riase de la Hidra de Lerna, y hablaba varias lenguas. Naturalmente, con tantas lenguas como cabezas tenía, de modo tal que decía cosas diferentes al mismo tiempo, era muy difícil entenderse con el dragón.
0:12:44 Por eso nadie le hablaba.
0:12:46 Muy difícil para entenderse él también, porque si cada cabez hablaba un idioma distinto entre ellas, tampoco se entendía nada.
0:12:52 No se entendía una cabeza con otra.
0:12:54 Pantos.
0:12:55 Es una sensación que es difícil imaginar, no solo porque uno no habla dos lenguas al mismo tiempo, sino principalmente porque no tiene dos cabezas.
0:13:05 Era que les, que no sabía dónde estaba este jardín, marchó a través de Ilyria, llegó hasta el río Po, se encontró con el dios marido, el dios marino, Nereo, que le dijo, mira, si vas a apanarte la manzana de oro, no las arranques.
0:13:21 Porque está escrito que si las arrancas vos personalmente, todo va a salir mal.
0:13:28 En cambio, tenés que mandar a otro que las arranques y te las dé.
0:13:33 Entonces todo va a salir bien.
0:13:36 El mejor candidato es el propio Atlante, que está por ahí sosteniendo el mundo.
0:13:41 Vos, si lo sostenés un rato y lo decís, que vaya y te afana de cuatro o cinco manzanas de, pero fue no, tiene razón.
0:13:49 Era que le fue, y efectivamente lo vio así Atlante, y le dijo, ¿sí?
0:13:56 Haceme te favor, necesito esto y a qué.
0:13:59 Dice, no, explícame bien.
0:14:01 Bueno, necesito robar las manzanas, no sé.
0:14:04 Y si yo te tengo el mundo mientras está.
0:14:07 Y Atlante, que estaba deseoso de descansar un cacho, pues es un trabajo muy esclavo.
0:14:12 24 por 24.
0:14:14 Claro, le dio el sostén de la bóveda celeste, Arakles, y dice, ahí vengo.
0:14:20 Pues se afanó unas cuantas manzanas, las trajo, y cuando estaba llegando le gustó esto de no sostener la bóveda.
0:14:28 Y le dice, escucha, Arakles, y si estas manzanas te las encargó el gristeo de mi cena, mejor voy yo a dárselo, a dárselas.
0:14:38 Dice, vos esperáeme que enseguida vengo.
0:14:41 Y Arakles le digo, sí, sí, claro, yo te espero todo el tiempo que sea necesario.
0:14:45 Ahora sí, esperáeme un cacho, y dice, sosteneme que yo me voy a subir los casos.
0:14:50 En realidad creo que el pretexto fue, me voy a poner un almohadón para que no me moleste.
0:14:56 Sí, sí, sí, yo te tengo, dijo Atlante, y Arakles agarró la manzana y salió rajando.
0:15:05 Por eso el mundo no se rompe, porque todavía lo sostiene a tal vez.
0:15:09 Bueno, muy bien, siempre me pasa lo mismo, dijo Atlante.
0:15:14 Al cabo de algunos meses Arakles le llevó las manzanas al gristeo, fue lo entregada a Satenea, la devolvió otra vez a...
0:15:22 Así las quedó, que si no.
0:15:25 El dragón Ladón, que era muy amigo de Era, fue muerto por Arakles, no sé por qué, quizá porque trató de atacar lo más, no lo sé.
0:15:37 Robert Graves, y esto es todo lo que quería decir es esto, da una explicación acerca de la naturaleza de estas manzanas de oro.
0:15:46 Crecían al oeste del mundo conocido, ahí mismo crecian donde iban los muertos, donde se escondía el sol.
0:15:53 Pero ese lugar era también España, parece que en la antigüedad clásica las naranjas no eran conocidas en Europa, pero sí en España.
0:16:05 Y los primeros viajeros tomaron aquellos frutos que no conocían como manzanas de oro.
0:16:12 Dijeron, uy, mira, manzanas de oro eran naranjas, loco.
0:16:16 Y esa es la explicación que da Graves a este neto.
0:16:20 Bueno, estos son los tres trabajos de Era que hemos querido blozar, más que trabajos son asañas, porque trabajo es lo que hace uno para ganarse la vida.
0:16:29 ¿A quién dedicar este recuerdo de Heracles? No lo sé, pero hemos ido a la discoteca y el discotecario se entusiamó mucho con las aves, con las aves del lago Tínfalo.
0:16:44 Dijo que él tenía en la casa muchas palomas y contó que las palomas eran muy fieles y nada más, no contó mucho más porque no hay mucho que contar de palomas.
0:16:58 Sí, no eran los perros, los fieles, pero las palomas también.
0:17:01 Las palomas también, más que nada, porque son incapaces de ser infieles.
0:17:07 Por impericia, no más.
0:17:09 Sí, claro. Dice que a la paloma cuando se le muere el palomo él no vuelve a ser pareja como los lingüinos, se quedan viudas y solas.
0:17:18 El señor es palomero también.
0:17:21 Es palomino.
0:17:26 Y lo dije, tenía un disco de pájaros y tenía un disco de Cabernet, que es de pájaros.
0:17:34 ¿Todo de pájaros?
0:17:36 Sí, The Library of Berlin, que quiere decir así como canción de cuna del país de los pájaros, que es eso.
0:17:43 Es decir, que aquí suele conocerse como murmullo de pájaros.
0:17:47 Y lo voy a cantar Cabernet, que es el conjunto que inicia la ronda musical de este año.
0:17:56 La letra está en inglés, pero no dice nada sobre las aves del Laiwes Tinfalo.
0:18:05 ¿Lo insinúa de alguna manera?
0:18:07 No, no lo insinúa tampoco.
0:18:10 Lo cual más me hace sospechar, porque cuanto menos dice una letra sobre algo, es porque lo querían decir.
0:18:19 Porque están tratando, hay una conspiración para que no se damos felices.
0:18:25 Y lo están logrando.
0:18:29 Cabernet, adelante.
0:20:40 ¡Birdland!
0:21:10 Era Cabernet de la Lavi of Birdland en la venganza, será terrible.
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