Transcripción automática
0:00:00 Muy bien, hablaremos entonces, tal como prometimos hace unos minutos, de Hipólito.
0:00:07 El famoso héroe de Atenas, Teceo, el héroe de Atenas por excelencia, además, tuvo con una Amazon,
0:00:17 recuerda las Amazonas, esas guerreras mujeres que según parece carecían de un seno,
0:00:24 y según parece se lo cortaban para poder manejar mejor el arco, pero bueno,
0:00:30 una Amazonas que se llamaba Antiópe, y con ella Teceo tuvo un hijo, y este es Hipólito.
0:00:36 De su madre Hipólito heredó la pasión por la caza y las prácticas violentas,
0:00:42 dicen, tendenciosamente, este informe.
0:00:47 Entre todas las divinidades distinguía Hipólito con gran veneración a Artemis,
0:00:52 que era precisamente la diosa de la caza, y despreciaba Afrodita, la diosa del amor,
0:00:57 siempre el que profesaba amor por Artemis despreciaba a Afrodita,
0:01:05 primero porque Artemis era absolutamente casta, y además no sólo era casta, sino que odiaba las pasiones.
0:01:15 Afrodita le pasaba lo contrario, castigaba la castidad, si me permite la aliteración.
0:01:23 Muy bien, siempre hubo un conflicto en este sentido, y acá también va a aparecer ese conflicto entre Artemis y Afrodita.
0:01:33 Bueno, Teceo en realidad era su padre, pero era un hijo ilegítimo,
0:01:39 le habían dado con una masona, un día, que se opró, pero él estaba casado, con una sencretta llamada Fedra,
0:01:45 lo digo de nuevo, Fedra, y tenía hijos de ella.
0:01:49 Fedra había sido en principio la cuneada de Teceo, ya que era la hermana de Ariadna,
0:01:55 aquella que le dio el piolin para que Teceo entrara en la Berinto de Creta y no se perdiera.
0:02:00 Bueno, cuando Teceo mató al minotauro y cumplió con su tarea, se la llevó Ariadna y a Fedra, que era la cuneada,
0:02:13 hicieron una escala en una isla, bueno, es un penojozo, y al final Ariadna se quedó de allá acá y Teceo se casó con Fedra.
0:02:21 Tenía otros hijos, tenía un hogar ahí, bien, con tipo héroe, una casa bien puesta, en Atenas, no sé qué.
0:02:28 Y mejor dicho, E, Hipólito era un hijo ilegítimo.
0:02:33 Para evitarlios con Fedra, yo que siempre las nuevas esposas o las esposas legítimas,
0:02:43 no se llevan bien con los hijos ilegítimos que no tienen, es una cosa así, habrá dicho,
0:02:48 y Teceo lo mandó a Hipólito a Tresén, que según me parece, toco de adidos honestos, era el pueblo natal de Teceo.
0:02:56 Por lo menos se había pasado así, su niñía es y parte de su juventud.
0:03:00 Una vez así, Hipólito erigió un templo a la diosa Ártemes, que como hemos dicho era su preferida.
0:03:06 Ahora, esta construcción ofendió a Afrodista, y se cómo le construyen a Ártemes y a Minas.
0:03:13 Y para vengarse, hizo que Fedra, la esposa de Teceo, se enamorara apasionadamente de Hipólito.
0:03:22 Aprovechó una ocasión en que ambos asistieron a los misterios de Eleusis.
0:03:27 Ese día Hipólito llegó vestido con una túnica de lino blanco, el cabello adornado con guirnaldas, cualquier cosa le quedaba bien.
0:03:37 Me hago la imagen de Barton cuando vien en verano, y aunque sus rajos tenían una expresión muy dura,
0:03:46 Fedra los encontró admirables, ya que había sido influida por la diosa y se enamoró.
0:03:52 Por esos tiempos Teceo andaba de viaje, y Fedra, libre de su esposo, siguió a Hipólito a Tresén luego de aquel encuentro.
0:04:01 Allí mandó a construir el templo de Afrodita atisvadora, en un lugar desde el que se podía ver el gimnasio y se podía espiar a los gimnasas.
0:04:13 Y Fedra lo espiaba a Hipólito mientras el chico practicaba salto y lucha.
0:04:19 Desde luego Hipólito iba siempre desnudo, como era habitual en los atletas griegos, que se entrenaban desnudos y participaban en los juegos también desnudos.
0:04:30 Según creo era para evitar que las mujeres pudieran participar, ya que en ese sentido y en algunos otros los griegos eran bastante desagradables.
0:04:43 Muy bien, cuenta Robert Graves, que en el recinto del templo de Afrodita atisvadora había un árbol cuya soja estaladraba Fedra con una horquilla de pelo,
0:04:56 cuando lo veía a Hipólito dar saltos, imagínense, se ponía tan nerviosa la tipa que agujería hojas con una horquilla.
0:05:06 Finalmente Hipólito asistió a los juegos panateneos y se alojo en la casa que Tresero tenía en Atenas, un palacio.
0:05:16 Tresero seguía ausente, como suele ocurrir.
0:05:20 Y Fedra utilizó otro templo de Afrodita para espiarlo.
0:05:25 En realidad Fedra no le contó a nadie su deseo prohibido, pero comía poco, dormía mal y se fue debilitando tanto que su vieja nodrisa se dio cuenta.
0:05:38 ¿Quién se da cuenta cuando uno tiene un deseo prohibido? La vieja nodrisa.
0:05:45 Entonces la vieja nodrisa le dijo, ¿y por qué no le envías una carta a tu amado Hipólito? Confesándole tu amor.
0:05:53 Y Fedra hizo eso, en una carta, le manifestó su amor y le dijo que podrían irse juntos, pero que nadie debía sospechar de los verdaderos sentimientos que se profesaba.
0:06:06 La carta terminó así. Ya vivimos bajo el mismo techo y nuestro afecto será considerado inocente e incluso digno delogio.
0:06:16 Fedra dijo la mina ya con una cosa clandestina y diciendo, no le digas a nadie, no sea cosa que...
0:06:26 Hipólito horrorizado quemó la carta y se dirigió a los aposentos de Fedra gritando reproches.
0:06:34 Objeción, objeción gritaba.
0:06:37 En este momento, al ver que el Niato se acercaba a recriminarle su incivil actitud, Fedra desgarró sus ropas y se tiró en la cama gritando que le habían violado.
0:06:49 O sea, se configuró otra vez el viejo asunto de la mujer de Putifar, de Belerofonte, de tantos héroes o de tantos personajes que han tratado de ser seducidos por una señora
0:07:05 que al verse rechazada, protesta que ha sido violada.
0:07:10 Al poco tiempo regresó Teceo y algunos sirvientes y la propia Fedra hablaron del arrebató de Hipólito y Teceo enfurecido.
0:07:23 Contaron, no saber lo que es Hipólito, qué es yo.
0:07:26 Es un purecido, maldijo Hipólito y dio la orden de que abandonara a Tena.
0:07:32 Vete de aquí, joven, o qué sé yo.
0:07:35 Más tarde, recordó un episodio. Teceo era hijo de Poseidón, el Dios del mar.
0:07:43 Y su papá le había garantizado que en su vida le iba a cumplir tres deseos.
0:07:52 Y recordando ese episodio, Teceo, que estaba con toda la mostaza, deseó que Hipólito muriera ese mismo día.
0:08:01 ¡Bah! Gracias, Será.
0:08:04 Y Poseidón le dijo, Teceo, tu deseo, disculpa que lo diga así, pero será satisfecho.
0:08:16 Pero eso sí, bueno, nada. Le dijo, sí, le dijo Poseidón.
0:08:21 Y Hipólito iba de Atenas a Tresén a toda velocidad con un carro, manejando un carro.
0:08:30 Y cuando cruzaba la parte más estrecha del Istmo de Corinto, una enorme ola se levantó en dirección a la orilla.
0:08:39 Y desde su crista surgió un toro, un toro blanco, bramando y escupiendo agua.
0:08:46 Eso es señal de la intervención de Poseidón. Cada vez que aparece un toro de la nada, lo manda Poseidón porque el toro es un animal que simboliza el poder del Dios del mar, curiosamente.
0:09:00 Este toro, imagínese, yo voy conduciendo un carro, a todo lo que hace me cruzo un toro, una ola, el toro, qué sé yo.
0:09:07 Un toro hecho de mar.
0:09:09 Que son los peores.
0:09:10 Un toro de mar.
0:09:11 Un famoso toro de mar.
0:09:13 Y entonces los caballos de Hipólito giraron bruscamente en dirección al mar.
0:09:18 Mire, también poca suerte.
0:09:20 Pero Hipólito, que era un experto, los frenó.
0:09:23 Sin embargo, el toro empezó a avanzar detrás del carro, empujándolo.
0:09:29 Bueno, una cosa cinematográfica.
0:09:31 Ya se cayó el carro por la cantilado, e Hipólito murió.
0:09:35 Al enterarse, Federa, de lo que había pasado con Hipólito, se aborcó.
0:09:40 Cuentan que el alma de Hipólito, parezco a Santos Vega,
0:09:45 descendió al tártaro y Ártemis, la diosa de la caza a la cual él veneraba, profundamente indignada,
0:09:54 suplico a Esclepio, Esculapio, que era capaz de curarlo todo, que le devolviera la vida al muerto.
0:10:02 Y este es el famoso piso de Dios, que Esculapio se gana el enojo de Zeus,
0:10:06 porque abrió las puertas de un armario de marfil donde guardaba unas medicinas y lo resucitó.
0:10:12 Porque era tan buen médico, Esculapio, que podía resucitar al muerto.
0:10:18 No lo hacía para no impedir el crecimiento, mejor dicho, por razones maltusianas.
0:10:26 Es decir, el propio Zeus pensó, ya en aquel entonces, calcule usted,
0:10:31 que si nadie moría, el mundo iba a estar demasiado lleno de gente,
0:10:37 que se iban a empujarlas unas a las otras, imagino el subterráneo.
0:10:47 Entonces se enojó a Zeus y mandó a las parcas,
0:10:52 que se hizo una deliberación, hablaron todo esto que le estoy diciendo,
0:10:57 y finalmente volvieron a matar a Esculpeo, esta vez con un rasgo de Zeus.
0:11:01 Bueno, se cuenta que Artemis, antes de que volvieran a matar a Hipólito,
0:11:06 lo envolvió en una espesa nube, lo disfrazó de anciano y cambió sus rasgos.
0:11:12 Lo llevó a su bosque sagrado en Aricia y allí lo casó con la ninfa ejeria,
0:11:18 y allí sigue viviendo Hipólito lo más fresco.
0:11:22 Y siguió siendo Hipólito, pues, todo eso.
0:11:24 Está vivito y coleando, dice el mito que para que Hipólito no recuperara la memoria de su pasado,
0:11:30 Artemis le cambió el nombre, lo llamó Virbio, que acaso significa dos veces hombre,
0:11:35 no permite que haya caballos en las inmediaciones, para que los caballos no le traigan la memoria de la pampa.
0:11:42 Y ahora viene lo que usted está pensando, si le cambió la cara, le cambió el nombre,
0:11:49 y lo privó de la memoria era otro.
0:11:54 Claro, ¿qué hay de él?
0:11:56 ¿Qué había de Hipólito?
0:12:01 Es como la hacha de Ríbadavia, que primero cambiaron el filópoel mango, otro caso,
0:12:05 de sustitución por partes.
0:12:09 Primero te saco una cosa, después otra, después otra, y finalmente te convertís en una cosa diferente.
0:12:16 Ese es el final de la charla, un final triste realmente, porque Hipólito sobrevivió,
0:12:22 tuvo que intervenir dioses, las parques, que se dio cléspios,
0:12:29 y todo para que un viejo de porquería se casara con una ninfa llamada Jeria,
0:12:37 allá de donde Judas perdió el poncho.
0:12:39 O sea que para ser un milagro hay que hacerlo bien.
0:12:42 Y sí, lo que pasa, no sé si eso se puede planificar.
0:12:46 En ese caso los dioses no tenían tanto poder.
0:12:52 No podían influir sobre el destino, los dioses griegos, porque el destino podía más que ellos.
0:12:58 Las parques o aquellas que tejían las moiras, aquellas que tejían el hilo de la vida y lo cortaban,
0:13:11 eran más poderosas que los dioses, ni el mismo Zeus podía torcer esos dictámenes.
0:13:18 Entonces, me parece que estaba bien eso, restringir un poco el poder de los dioses,
0:13:26 que aún eso se tuviera en su objeto a un destino que les está por encima.
0:13:33 Como en realidad ocurre, como en realidad ocurre.
0:13:36 Por eso pueden surgir tantas historias a partir de esos mitos, ¿no?
0:13:40 Porque no están limitados.
0:13:42 No estás terminado.
0:13:43 Lo único que no tiene límite es el mito.
0:13:46 Cuando el dioses ilimitado, el que está limitado es el lector.
0:13:51 Porque está cercado por la unipotencia.
0:13:55 Por eso los mitos griegos son quizá más poéticos,
0:14:02 pero cuidado que el cristianismo tiene lo suyo.
0:14:05 De otra manera.
0:14:10 Estamos hablando desde el punto de vista literario.
0:14:13 Si, por supuesto.
0:14:14 Si crees Zeus, fenómeno.
0:14:16 Tengo una estampita de Zeus, cada vez que me levanto.
0:14:19 Sí, pero para rezar, Zeus no era...
0:14:24 ¿No es efectivo?
0:14:25 No, porque más no le importaba, porque aquellos dioses no tenían tampoco un plan
0:14:32 para que triunfara el bien y para que el mal fuera destruido.
0:14:36 No habían construido un edificio moral.
0:14:39 Ni tenían pensado un fin de los tiempos
0:14:50 que uno iba a moldear con sus conductas.
0:14:56 O sea, que más o menos le daba todo lo mismo.
0:14:58 Por ejemplo, que te hicieras amigo de diosas enemigas,
0:15:03 o que fueras cactusioso, o que tuvieras mucha suerte.
0:15:09 La famosa desmesura que los dioses odiaban.
0:15:14 Pero bueno, es total que importa.
0:15:17 Hemos ido a la biblioteca, y no había otra cosa que el libro.
0:15:22 Entonces nos dirigimos a la discoteca.
0:15:25 Y nos dieron un disco que nos dan siempre
0:15:27 que una persona está loca de amor.
0:15:30 Que es el Vals loca de amor.
0:15:31 Va para cualquier historia.
0:15:32 Va para cualquier historia de amor, porque una mujer que está en amor
0:15:35 siempre dice que está loca de amor,
0:15:37 y un tipo que está en amor está loco de amor.
0:15:39 Lo cual es casi un exceso.
0:15:45 Está sobrecargado, decir loco de amor.
0:15:48 Que está enamorado, necesariamente debe estar un poco loco.
0:15:52 Si no está del todo perturbado, entonces para qué se va a enamorar uno.
0:15:55 Si no para perturbarse, si no para cometer locura,
0:15:58 si no para salir y ser de las conductas que se esperan de uno.
0:16:02 Esto es lo que tiene de bueno el amor.
0:16:06 Volverse loco.
0:16:08 Un enamorado razonable es lo peor que hay.
0:16:11 Y para un novelista, para un cuentista,
0:16:13 imagínense un enamorado razonable que dice,
0:16:15 no, a mí lo que me conviene es una señora
0:16:19 ya de unos 38 años que viva en Belgrano.
0:16:22 Ya no está enamorado.
0:16:24 No está loco ni nada.
0:16:26 Y un tipo que ve en una mira,
0:16:28 ¡Oh, me mato, me mato!
0:16:30 ¡Ya voy!
0:16:32 Sí, bueno, tampoco es tan loco.
0:16:35 No hay que ir extorsionando, así a la mina.
0:16:38 Sí, a mí me gusta esa clase de amor.
0:16:40 El tipo que se convierte en un canalla por amor.
0:16:42 Ahí se extravena.
0:16:44 El tipo era fenómeno, pero claro, se enamora.
0:16:46 Y entonces llama la noche, le amenaza,
0:16:50 le hace cena de celo porque es mucha brilla, no le da.
0:16:53 Es un malo el tipo que anda con ella.
0:16:55 La miseria de lo peor, pero el tipo se justifica todo por el amor.
0:16:59 Sí, pero qué amor le hace la vida un desastre a esa.
0:17:02 Sí, sí, igualmente el amor hace la vida un desastre a todos.
0:17:06 Al que se enamora, al objeto de amor, a los parientes.
0:17:12 Qué horror, señor.
0:17:14 Sí, el amor es un horror, verdad, de la mano.
0:17:17 El odio es menos dañino.
0:17:19 No, pues qué odio no tiene nada que ver con el amor.
0:17:21 El odio es otra cosa más razonable.
0:17:24 Porque tiene motivo el odio.
0:17:26 Odio a Fulano. ¿Por qué?
0:17:28 Porque actúa contra mis intereses.
0:17:31 ¡Punto, ya está!
0:17:34 Entonces, hay una cierta razonabilidad en el odio.
0:17:38 Pero el amor no, porque por ahí justamente te enamora de uno
0:17:41 que actúa contra tus intereses.
0:17:43 Como generalmente ocurre.
0:17:45 Eso enamora mucho.
0:17:47 Yo cada vez que una mina me gusta, actúo contra sus intereses.
0:17:50 De eso no me cabe duda.
0:17:56 Bueno, vamos a escuchar entonces, Loca de Amor por Sargán de Ligón.
0:19:50 Sargán y de Lío
0:19:52 La venganza será terrible, Loca de Amor
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