Transcripción automática
0:00:00 Atención, por favor, retirar a los niños de la proximidad del receptor,
0:00:06 porque esta es una charla en fascículo cerrado.
0:00:09 Historias curiosas de Incubos y Sucubos.
0:00:13 Santo Tomás de Aquino se preocupó por los asuntos sexuales.
0:00:19 Explicaba que el matrimonio sólo era recomendable por dos razones.
0:00:24 La primera, naturalmente, porque era la única manera de que los hijos pudieran ser concebidos sin pecado.
0:00:30 Y la segunda, porque apartaba a los hombres de otras locuras, inerentes al sexo,
0:00:38 como el adulterio, el incesto, el bestialismo, la soofilia.
0:00:44 Y así para él los besos, las caríces atrevidas, constituían pecado cuando eran motivados por la lujuria.
0:00:53 Bueno, porque otra cosa va a andar uno besando y acariciando que no sea por lujuria.
0:00:58 Esta referencia era muy interesante en un contexto medieval, lleno de incubos y sucubos,
0:01:07 es decir, demonios masculinos y femeninos que invadían los lechos de las personas.
0:01:13 A los masculinos se les llamaba incubos y a los femeninos sucubos.
0:01:19 Fue en el siglo XII cuando las crónicas empezaron a citar historias con estos demonios.
0:01:27 San Bernardo se encontró con un caso particularmente arduo.
0:01:32 El de una mujer que, desde así a seis años, recibía cada noche la visita de un demonio sin despertar ni una sola vez a su marido.
0:01:44 Ni las oraciones ni las peregrinaciones habían producido efecto alguno.
0:01:50 Finalmente, San Bernardo, don Arameno, le entregó a la mujer su callado pastoral, su callado con Y, como está escrito aquí,
0:02:02 es decir, su gastón para que lo metiese en la cama.
0:02:06 Y según se dice, el incubo no se atrevió a ingresar a aquel lecho custodiado por la santidad de aquel palo de San Bernardo.
0:02:15 Y se quedó tras la puerta, eso sí, lanzando espantosas imprecaciones tales como Me Caigo en el Sar de Rusia.
0:02:27 Un detalle curioso.
0:02:29 Existieron, para algunas damas de Alcurnia, incubos corteses.
0:02:34 Precisamente era en tiempos del amor corteza, allá en el siglo XII y XIII.
0:02:38 Eran demonios que se presentaban en sueños, pero lo hacían con toda galanubra y no reclamaban más que favores espirituales.
0:02:47 Normalmente, ustedes saben, los demonios usuales se presentan bajo las formas más groseras y perentorias.
0:02:55 Pero hasta ese punto llegaba la continencia y la represión de aquellas damas que cercenaban la lujuria incluso en sus sueños.
0:03:07 ¿Cómo se hace eso?
0:03:09 No sé cómo se hace, pero aquellas tipas lo hacían.
0:03:11 En vez de presentárselo a un demonio lasciivo e impúdico, venía un demonio que decía,
0:03:16 «Oh, señora, por vuestra blancura, mi espada dará cuenta el que se llama por todo el reino».
0:03:29 ¿Qué manera de espardiciar sueños?
0:03:31 Y claro, claro, claro. Tomás de aquí no decía que los demonios no eran capaces de tener deseos sexuales,
0:03:38 sino que su motivo para las uniones era solo hacer que las mujeres cometieran pecados abominables.
0:03:46 Sin embargo, la verdad es que la mayoría de los demonólogos seguía y sigue otro criterio.
0:03:52 Michael Chees los hunditó, aseguraba que los demonios eran dueños de una intensa voluptuosidad, que sí sentía deseos.
0:04:03 Nada de inducir al pecado.
0:04:05 Los demonios eran seres deseosos, que pretendían el frencierótico más contundente, como cualquiera.
0:04:13 Cuenta el asmo de Rotterdam, nada menos, que había incluso incubos silosos.
0:04:20 Así, la mante de uno de ellos inició una vez una relación con el hijo de un panadero.
0:04:26 Y cuando el demonio descubrió la relación, se enojó tanto que provocó un incendio que arrasó todo el pueblo, incluida la panadería.
0:04:37 Bueno, pero también andar con un demonio, un ser infernal y además con el hijo de un panadero es una dualidad inaceptable, verdaderamente me parece.
0:04:47 Otro caso explica que un incubo consideraba como suya a una muchacha con lo que había tenido comercio carnal, pero bueno, ella se casó.
0:04:56 Y en venganza este demonio volvió impotente al marido. Yo antes no creía.
0:05:03 Pero ahora hay una historia...
0:05:05 Hay malaraña de culpa está arriba.
0:05:07 Están extensas, mirá.
0:05:09 Ahí está, mire.
0:05:17 Se metió otra vez, ¿eh?
0:05:19 Un espantoso ser de ocho patas.
0:05:22 Si no me desmayé, es porque justo me estaba convirtiendo al catolicismo.
0:05:28 Pero aparte, se paró la mitad del papel y le hizo frente.
0:05:32 ¿Y sabe qué? Me desconoció.
0:05:35 ¿Sabe sobre qué palabras?
0:05:38 ¿Sobre qué palabras se posó?
0:05:40 Pero la palabra es incubo y sucubo.
0:05:42 Quisien que yo no creía hasta este momento.
0:05:45 Bien, voy a continuar con la historia, a pesar de todo.
0:05:50 Bueno, el caso es que el marido quedó impotente.
0:05:55 Había otros incubos que eran un poco dozos, ¿no? Fíjese.
0:06:02 Allá por el siglo XVI, en una localidad cerca de Friburgo, vivía una doncilla
0:06:08 que, con frecuencia, era visitada por alguien durante las noches.
0:06:13 El padre de la muchacha había escuchado algunas de las expresiones nocturnas
0:06:20 convenientes a la donce Lies de Suiza, ¿no?
0:06:25 Voces, ruidos, expresiones, tales como...
0:06:31 Sí, ah, eh, oh, Dios mío.
0:06:36 O lo que sé.
0:06:39 Encrepada por el padre, la muchacha dijo que en realidad era abordada por un incubo.
0:06:47 Y los casos más generales que se han consignado, la historia demuestran,
0:06:52 que el demonio, en esos casos, en el caso de que se sospechara
0:06:57 que en realidad no era un incubo sino un señor, lo esperaban al demonio
0:07:02 varios religiosos y eruditos que se escondían atrás de las cortinas
0:07:07 para hacerle frente en el momento en que quisiera irrumpir en los aposentos de la dama.
0:07:12 Es decir, denunciado a un demonio por efectuar acto recurrente de presencia,
0:07:18 caían los clérigos, los religiosos, se escondían ahí para ver si le hacían frente al incubo.
0:07:24 Y justo estaban ahí en el momento...
0:07:26 No, píquese, si el incubo era verdadero, no se presentaba.
0:07:31 Pero si era un enamorado que se hacía pasar por un incubo, probablemente cayeron a trampa.
0:07:37 Con la doncilla citada con anterioridad, aquella cuyas voces y jadeos el padre escuchaba,
0:07:46 bueno, dijo que se le presentaba un incubo todo el tiempo.
0:07:52 Y se dio lo siguiente.
0:07:54 Mientras el padre, el cura y dos amigos armados, escondidos en la habitación de la muchacha,
0:08:01 esperaban con toda seguridad que se presentara un impostor,
0:08:05 la chica que se hacía la dormida empezó a preferir señales de que estaba siendo amada,
0:08:12 vamos a decirlo así.
0:08:14 Y los presentes, un poco avergonzados, ¿no?
0:08:18 Y, por supuesto, en la presencia de un incubo,
0:08:21 sometieron a la joven a confesiones y baños en agua bendita por algunos días.
0:08:27 Después la dejaron tranquila.
0:08:29 Y la actuación de esta doncilla había funcionado a la perfección.
0:08:33 Poco tiempo después, un muchacho de apellido grik,
0:08:37 volvió a entrar por la ventana casi todas las noches y amó a aquella novia,
0:08:42 pero ahora sí con mayor discreción.
0:08:46 El último caso es mejor.
0:08:48 En la localidad francesa de Lillon vivía 1435, una dama casada,
0:08:54 que se llamaba Luis Liliaculampier.
0:08:57 Era hermosa y tenía muchos pretendientes.
0:09:01 Eran pretendientes que ingresaban inmediatamente, sin una jerarquía,
0:09:06 y se transformaban de inmediato en amantes.
0:09:10 Luis disfrutaba de cierto instinto gregario,
0:09:14 y reunía a todos sus caballeros para hacerse amar,
0:09:18 en forma multitudinaria, digamos.
0:09:21 Eran tiempos de enorme despliegue en la creencia acerca de presencia demoníaca.
0:09:28 En determinado momento, el esposo de Luis tuvo mala suerte
0:09:34 de presentarse en su pieza y descubrir a su esposa con siete caballeros.
0:09:39 Cuenta la crónica que ella dijo.
0:09:41 Son íncubos.
0:09:43 Uno de los caballeros dijo, sí, somos íncubos.
0:09:46 El marido entonces los miró resignado y dijo que les creía.
0:09:51 Pidió perdón por la interrupción, y el día siguiente,
0:09:55 únicamente para seguir las formas,
0:09:57 hizo que un cura bendigera la casa para que ningún ser diabólico
0:10:03 se volviera a presentar por allí.
0:10:05 Hoy, lamentablemente, ya nadie cree,
0:10:08 en íncubos ni en sucus,
0:10:10 aunque es cierto que nuestros sueños son visitados,
0:10:15 muchas veces por hombres, mujeres, enemigos, etc.
0:10:23 Y a veces, a mí casi nunca me toca una situación de amor.
0:10:27 Siempre son situaciones de venganza,
0:10:31 de ingratitud, no.
0:10:34 Todo, pero nunca me aprovecharon un sueño para...
0:10:37 Nunca le aparecen unas sucus.
0:10:39 No, aparecen pero están enojadas conmigo.
0:10:42 Se vean.
0:10:45 Vienen y las reclaman.
0:10:47 Sí, las siguen en el sueño.
0:10:49 Me reclaman el sueño, así que...
0:10:53 ¿Qué haces soñando con ésta?
0:10:55 Me dicen por el lado.
0:10:59 Aparecen un cuadrita, un wipe.
0:11:02 Bueno, en la pantalla.
0:11:05 He ido a la discoteca.
0:11:08 El discotecario no tiene nada que decir de esto.
0:11:12 No, no, no, no dijo nada.
0:11:14 Dijo que todo lo que yo voy a contar no era nada.
0:11:18 Siempre quiere llamar al doctor con los sueños que tenía él.
0:11:22 Que los veía proyectados en una pared
0:11:25 como si fuera una película de C. Silvé de Milié.
0:11:29 Así dijo.
0:11:31 Y inmediatamente me dio un hermoso vals sobre Incubos y Sucubos,
0:11:36 que se llama Soñar y nada más.
0:11:39 Lo escucharemos en la versión de Libertad La Marque.
0:11:52 No despiertes de cuencias amores, ni hermosas que amaré, soñar.
0:12:07 Despertar es quebrar ilusiones y hallar en freson tras la mala verdad.
0:12:14 No despiertes de vivir soñando y en tu mente y corrente de sol.
0:12:21 Y en tus sueños se entienden sus perros que te cercan y hallan tu voz.
0:12:33 Soñar y nada más con una feinción.
0:12:37 Soñar y nada más con un querer arrobador.
0:12:40 Soñar que tuya es él y vive para ti.
0:12:44 Soñar siempre es soñar que dicen que el amor es triste de despertar.
0:12:53 Soñar y nada más con noche fequete.
0:12:59 Que misteriosas van cantando amor y beatitud.
0:13:03 Volar a las estrellas delividos recladores.
0:13:07 Y es eternidad vivir un ideal, soñar y nada más.
0:13:14 No despiertes de cuencias querés que sin duda soñar es vivir.
0:13:22 Mientras tu alma vi lunes verduras verán que hermosas en un despedid.
0:13:29 Despertar es matar esperanzas y enfrentar a la cruz realidad.
0:13:36 Es por eso que quiero que sueño.
0:13:41 Que soñando jamás llorarán.
0:13:50 Soñar y nada más con una feinción.
0:13:54 Soñar y nada más con un querer arrobador.
0:13:58 Soñar que tuya es él y vive para ti.
0:14:01 Soñar siempre es soñar que dicen que el amor es triste de despertar.
0:14:05 Soñar y nada más con noche fequete.
0:14:10 Que misteriosas van cantando amor y beatitud.
0:14:14 Volar a las estrellas delividos recladores.
0:14:18 Y es eternidad vivir un ideal, soñar y nada más.
0:14:25 Soñar y nada más.
0:14:30 Soñar y nada más.
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