Transcripción automática
0:00:00 Continuamos en la venganza, será terrible, estamos en España, en la ciudad de Madrid,
0:00:12 en la sala Galileo Galilei, mañana también nos presentaremos aquí, los que están en
0:00:17 Argentina lo escuchan por radio de plata, hay mensajes, saludamos amigos, llegó Chiche
0:00:23 de Aerolinas Argentina que viene siempre, la gente de Aerolinas Gracias, está Rossi
0:00:27 por allá también, ¿Cómo le va?
0:00:30 Bueno, tenemos aquí algunos mensajes.
0:00:33 Yo sé.
0:00:34 Soy Mauro de Merlo, grita Mauro, los escucho siempre por internet, vivo en Madrid, quiero
0:00:40 felicitarlos por el programa y pedirle al sordo que toque el baño de la paternal.
0:00:47 Huele muy mal el baño de la paternal.
0:00:50 Bien, ya se lo pediremos al sordo.
0:00:52 ¿Qué más?
0:00:53 Alguien dice aquí, Hola viejita, hola papá y entre paréntesis, Elida y Carlos, desde
0:00:59 Madrid a través de Dolina les mandamos un beso mariana y pancho.
0:01:04 La venganza por venirnos para acá hace ya 15 años será terrible.
0:01:08 Lo sé, tu hijo pancho.
0:01:12 Negro, bla bla bla, todavía no te fuiste y ya te estoy extrañando, Barton cada noche
0:01:18 mejor, no podríamos gritar un vivo al león de Francia.
0:01:22 No, pero podríamos gritar en general.
0:01:24 Sí, gritos de catarte, que es.
0:01:26 1, 2, 3.
0:01:32 Otra vez por favor, gracias.
0:01:33 Estrovinazos.
0:01:34 animales sueltos.
0:01:36 Este es el cuarto año que vengo a ver el programa en la Galileo, espero que sea muchos
0:01:48 más y se nos saluda todo el equipo y le piden después el viejo Valls para el sordo.
0:01:54 Dicen, a Shaara y Rafa.
0:01:56 Silvia dice que no solo hay gente de Mar de Ajoa, ayer había casi 500 personas de
0:02:01 Mar de Ajoa.
0:02:02 Si no, también de Mar del Tujú.
0:02:06 También del Mar del Tujú.
0:02:09 Bien, ahí está.
0:02:10 Alguien dice, Barton, me tienes enamorar.
0:02:12 ¿Y quién?
0:02:14 Y no, firma con un rostro dibujado muy escuetamente.
0:02:18 Ah, mirele el emoticon.
0:02:19 Qué bella.
0:02:20 El emoticon, sí, señor.
0:02:21 Acá dice, yo soy Melisa, tu único amor.
0:02:25 Y yo, Liliana, tu único amor.
0:02:28 Vinimos a verte con el seductor, que es Úbeda.
0:02:33 Queremos mandar un saludo a Mar del Plata.
0:02:35 Son todos mares aquí, a toda la familia, y decirte que te admiramos y blablabla.
0:02:40 Somos tu único amor, gritan como sucedía en una canción por ahí.
0:02:45 Bueno, y alguien dice, para soledad, oliva y toda la congregación de hermanas trinitarias
0:02:52 de Argentina y Uruguay, un abrazo para todas de su hermana, inmaculada.
0:02:57 Ajá, qué tal, Irma?
0:03:01 Somos...
0:03:02 Irma, cuánto?
0:03:08 Somos un Uruguayo y una Gallega.
0:03:10 Vinimos especialmente a verlos desde Vigo.
0:03:12 Dice, por favor, un saludo para mi hijo Stefano, que tiene 10 años.
0:03:17 Qué tal, Esteban?
0:03:18 Y es un fan de ustedes.
0:03:21 Y otro para el chino, también, dice.
0:03:22 Y sí, que es un mensaje larguísimo.
0:03:24 Comprese un teléfono, porque hay saludos para mucha gente.
0:03:28 Todas en pozitos Montevideo.
0:03:32 Para todo el Uruguay, digamos así.
0:03:35 Para todo, todo el Uruguay.
0:03:37 Aquí me han mandado unos chocolates muy ricos.
0:03:41 Silvia Becana.
0:03:45 Nos escuchan cada noche en Gran Canaria.
0:03:48 ¿Dónde está Silvia?
0:03:50 Si ha ido.
0:03:51 Está ahí, está ahí, escuchándonos en Gran Canaria.
0:03:54 Ah, la Silvia.
0:03:57 Bien, también le regalaron la cerveza a Dolina, yo de Martín y Federico, la trajeron.
0:04:01 Trajo una también ayer, Rodrigo.
0:04:02 Sí, hoy hemos venido todos de Térmosa, muchas.
0:04:05 Las cervezas más famosas de Europa, es una fábrica que acabo de inaugurar ahora.
0:04:14 ¿Cómo muanta?
0:04:16 ¿Y usted la sigue con sus manos la cerveza?
0:04:17 Con mis propias manos.
0:04:19 Con una sola mano.
0:04:21 Con ésta.
0:04:23 Vamos a hablar esta noche de historias, de dientes, de dientes.
0:04:35 Y de reyes.
0:04:38 Los dientes de los reyes.
0:04:40 Un catálogo histórico de reyes que han tenido problemas con los dientes.
0:04:46 Atención, porque me escriben muchas personas y se me duele la boca, me dio una muela,
0:04:53 etcétera, etcétera.
0:04:55 Entonces, qué mejor que hacer una referencia histórica al dolor de muelas y a le daños.
0:05:01 Y empezamos con Luis XIV, el rey sol de Francia.
0:05:05 En 1670, era médico del rey, el señor Antoine d'Aquenn, entre sus obligaciones, estaba
0:05:15 la de llevar al día una especie de cuadernito de diario de la salud del rey.
0:05:21 Mucho no anotaba porque lo hice en un nombre robusto, que bebía, cazaba, comía como una
0:05:28 bestia y así era morto de los días.
0:05:30 Cada tanto d'Aquenn anotaba unos dolores de dientes.
0:05:35 Muy bien, al parecer no fueron tratados estos dolores.
0:05:40 Y en 1685 llegaron las consecuencias.
0:05:45 Dice el cronista que ese año se le reveló al rey la infantería de la parte izquierda
0:05:52 del maxilar superior y debieron desterrarle todos los dientes de ese lado.
0:05:59 Pero la zona se infectó.
0:06:05 Y entonces quienes le habían sacado los dientes, le arrancaron también un pedazo del hueso del
0:06:10 maxilar superior y le quedó un agujero, le quedó.
0:06:14 Ese agujero le dio a Luis una habilidad con la que divertía a sus cortesanos.
0:06:22 El rey podía meterse agua en la boca y lanzarla por la nariz sin padecer ninguna ojo.
0:06:31 Señor, viva el rey.
0:06:33 Y fue perfeccionando esta habilidad hasta el punto de que podía elegir el orificio nasal
0:06:43 y lanzar el líquido, incluso con toda violencia.
0:06:49 Y lo hacía a cada momento y sobre la persona de sus colaboradores más cercanos.
0:06:56 Los ayudas de cámaras decían que el rey empezó a deshidratarse, se quejaba detenerse.
0:07:03 Claro, jamás tomaba el agua, la lanzaba por el agujero.
0:07:07 Entonces el médico le explicó que no debía abusar de aquella distracción cada vez que bebía.
0:07:16 Madándemente, no, aunque por esos tiempos era la favorita real, se quejaba amargamente por ese juego.
0:07:23 Más se quejó cuando el agujero se infectó y, bueno, se enfermó tanto Luis que debió renunciar a esta gracia
0:07:34 y soportó 14 cauterizaciones.
0:07:38 Sufrió tanto que la gente creyó que moriría y empezó a rezar por él.
0:07:44 En medio de los hachaques, Luis, tal vez porque le dolía mucho, dictó sentencia de muerte a su médico personal,
0:07:54 Antoine Daquien, al cirujano Baleot y a otros cirujanos llamados de Joliac.
0:08:00 Eso es lo peligroso de ser el dentista del rey.
0:08:05 Finalmente el problema se solucionó y no padeció nuevos hachaques, Luis.
0:08:12 Isabel I de Inglaterra.
0:08:15 Parece que, desde muy chica, tenía una gran afición por los dulces.
0:08:21 Ya de grande llevaba siempre atada la cintura una bolsa de confituras que jamás abandonaba.
0:08:29 Un abuelo de Isabel, Jacobo IV, era dentista aficionado.
0:08:38 Por ejemplo, en 1503 llamó a un barbero para que le sacara una muela que le dolía
0:08:44 y el barbero le enseñó la técnica de las extracciones.
0:08:48 Desde entonces, Jacobo se dedicó a practicar con sus cortesanos, familiares y sirvientes,
0:08:55 incluso cuando no era necesario.
0:09:00 Y llegó a poseer una estupenda colección de pinzas, de palancas, cauterios.
0:09:05 Y anduvo toda su vida con dos mondadientes de oro colgando de una cadena que llevaba el cuello para actuar en cualquier circunstancia.
0:09:13 El 17 de octubre de 1578, el Conde de Licexter escribía a Lord Bradley
0:09:20 diciéndole que la reina tenía dolores en la mejilla.
0:09:25 La historia de su abuelo era además que el aperitivo.
0:09:29 Muy pronto, el Estado de Isabel era tan crítico que se pensó en sacarle una muela que tenía fultera.
0:09:36 Pero Isabel no quería saber nada. Decía que no existía en aquel tiempo ningún tipo de anestesia,
0:09:44 entonces decía que ella iba a morir de dolor.
0:09:47 Por otra parte, los sacamuelas no contaban con buena fama.
0:09:51 Entonces Isabel ordenó que ninguno de esos hombres, los pacientistas, se le acercara bajo pina de muerte.
0:09:59 Muy bien. Pero le seguía doliendo.
0:10:02 Entonces, el obispo anglicano del hombre intervino y le explicó a la reina que sacarse una muela no era tan terrible.
0:10:13 Es como gestar y sacarse una muela no es tan terrible.
0:10:17 Incluso, mire, aunque a mí me tocara sacarme una muela seguiría pensando lo mismo, que no es un dolor tan grande.
0:10:25 Y la reina Isabel le obligó a que le demostrara sus decires sacándose allí mismo una muela.
0:10:34 Bueno, el obispo se sometió a una extracción de una muela buena, por supuesto,
0:10:41 ya que carecía de muelas malas.
0:10:43 Y aguantó como pudo en silencio su dolor, diciendo mientras le caía sangre por un costado de la boca
0:10:52 que aquello no había sido nada y que no sentía dolor ninguno.
0:10:56 Isabel, entonces, se dejó tratar, le sacaron la muela.
0:11:04 Pero, en realidad, para que no se escucharan los aladridos de la reina,
0:11:09 sillaron las puertas y ventanas de la sala porque no es bueno que una reina grite y abuye ante sus súbditos.
0:11:18 La dentadura de Isabel siempre anduvo mal.
0:11:21 Desde 1567 chupó canela para enmascarar la fetidez de su aliento, que era famosa en todo el reino.
0:11:30 En 1570 recibió como regalo una cajita con seis escarbadientes de oro,
0:11:35 además de trapos para los dientes.
0:11:37 No existía todavía el cepillo de dientes.
0:11:40 La gente dice, limpio a los dientes con un trapo, como debería ser, si es verdad.
0:11:44 ¿Cómo hago yo?
0:11:50 Cuando murió en el año 1603, Isabel no tenía ningún diente desde hacía más de diez años.
0:11:59 Último episodio, María Cristina de Austria.
0:12:09 Lo que le sucedió a la reina española, María Cristina de Austria,
0:12:13 tuvo consecuencias importantes para la odontología.
0:12:16 Allá por el fin del siglo XIX, la muerte de la reina Mercedes de Oréan fue un durísimo golpe para Alfonso II.
0:12:25 El rey abatido por la desgracia se recluyó y los cortesanos consolaron Alfonso,
0:12:32 diciéndole que un soberano sin descendencia no podía permitirse el lujo de entregarse a la melancolía.
0:12:38 Ahí apareció el jefe de gobierno que le dijo, mire, vuelva a casarse.
0:12:45 Alfonso se limitó a contestar.
0:12:47 Está bien, pero hago usted el favor de buscarme una novia.
0:12:51 Necesario, claro.
0:12:53 El pobre Alfonso II no podía tener peor fortuna,
0:12:58 porque su mujer había fallecido y cuando puso los ojos sobre Cristina,
0:13:04 que era la hermana de la difunta, la muchacha se murió también.
0:13:08 Finalmente, Canova repasó una lista de damas disponibles
0:13:13 y le señaló a María Cristina, nieta del emperador Leopoldo II de Austria, y se casara.
0:13:19 Bueno, un día María Cristina salió a pasear en coche.
0:13:23 El caballo se asustó, se alzó en sus patas traseras.
0:13:28 María Cristina fue lanzada hacia adelante y se dio los dientes contra un pasamano.
0:13:34 Y la llevaron de inmediato al palacio y ahí la tendió un tal florestan aguilar.
0:13:41 Aguilar, qué se yo, recompuso los dientes hastillados,
0:13:47 logró que se fijaran los dientes flojos, reemplazó a los que había perdido,
0:13:53 y tal fue el agradecimiento de María Cristina,
0:13:56 que en 1829 lo nombró dentista de Cámara y lo hizo su amigo predilecto.
0:14:04 Por entonces no había en España enseñanza oficial de odontología.
0:14:10 Para ser cirujano dentista no hacía falta ni siquiera el bachillerato.
0:14:15 La Facultad de Medicina no quería saber nada con incorporar sacamuelas a su institución.
0:14:22 Cuando Florestan Aguilar fue nombrado dentista de Cámara,
0:14:25 se presentó junto a unos amigos, Salona, Alonso y Clerk, que eran catalanes,
0:14:32 y dos madrileños que eran losada y subirama ante la reina,
0:14:36 y pidieron una reivindicación de su trabajo,
0:14:40 y que fuera incorporado a la enseñanza superior.
0:14:43 Y el 28 de marzo de 1901 se firmó la orden que instauraba el título de odontólogo
0:14:50 con bachillerato previo a dos años de medicina.
0:14:55 Y gracias a que el golpe de la reina se creó aquella nueva carrera en España.
0:15:01 Si no fuera por ese accidente, hoy España sería un territorio de personas
0:15:10 con un dolor perpeto de muelas y no podrían atenderse.
0:15:15 Lo que es el destino.
0:15:17 Bueno, no, no es lo que es el destino.
0:15:19 ¡Pasaría! ¿Huera pasado otra cosa después de nosotros?
0:15:22 No, no. Yo adhiero a la teoría del efecto mariposa.
0:15:27 Si no hubiera pasado eso, no tendríamos dentistas en España,
0:15:32 y usted y yo y Luis Piedraíta andaríamos a los gritos, evidentemente.
0:15:40 Usted ha dado en la tecla el defecto principal de un pensamiento
0:15:47 que les gusta muchísimo a los guionistas de Oriente.
0:15:50 Alguien retrocede en el tiempo, mata una mariposa,
0:15:57 y entonces al regresar, los velgas dominan el mundo.
0:16:03 ¿Cómo están los velgas en este programa últimamente?
0:16:09 Y entonces dice, claro, porque en todo este asunto de causas y defectos
0:16:14 se acaso una picha y entonces el camino es otro, bla, bla, bla.
0:16:21 Y tu mata una mariposa y vuelve, a su tiempo, encontrará todo igual.
0:16:29 Porque las cosas ocurren de un modo estadístico.
0:16:36 Por ejemplo, si usted se cura una enfermedad, muy pronto le agarra otra.
0:16:44 Este me lo dijo mi propio médico.
0:16:46 Y se muere.
0:16:50 Dr. Lliota, que era un eminente médico argentino,
0:16:53 dijo una vez por televisión, sin que el entrevistador
0:16:59 se diera cuenta que lo estaba cargando.
0:17:02 Lo siguiente dice, más de 30% de la población muere por problemas cardíacos.
0:17:10 De manera que si lográramos solucionar todos los problemas cardíacos,
0:17:14 el 30% de nuestra población no se moriría.
0:17:20 ¿El entrevistador siguió haciendo que sí?
0:17:27 Sí, porque no importa si matase una mariposa, otra tomará su lugar.
0:17:31 Y la agua sigue corriendo.
0:17:35 Sigue buscando la parte más polla.
0:17:37 Y se pone una tapa de madera, agarra por el costado.
0:17:44 Así que, lamentablemente, si Florestan Aguilar
0:17:49 no hubiese sido nombrado antista de cámara,
0:17:51 igual otra cosa hubiera ocurrido.
0:17:54 Y sí, piedraíta, podríamos atender nuestros dientes.
0:18:01 No importa que usted insista en construir una máquina del tiempo
0:18:05 para evitar que sucediera lo de Florestan Aguilar.
0:18:10 Todo va a ocurrir por más que uno se oponga.
0:18:15 Inclusive, el discotecario le va a dar algún tema musical.
0:18:22 Y sí, cualquier otro.
0:18:24 En realidad, este o cualquier otro.
0:18:26 Ahí es al revés.
0:18:29 No es que una cosa va a ocurrir fatalmente.
0:18:31 Ahí es que hay cosas que no importan, si ocurre.
0:18:35 O si ocurre otra. No importa.
0:18:37 Por ejemplo, ¿qué color le gusta más?
0:18:41 ¿No responda?
0:18:43 ¿Por qué? Porque no importa.
0:18:54 Sin embargo, la canción que escucharemos ahora...
0:18:57 El rojo.
0:18:59 Este es bastante lindo.
0:19:01 Este es bastante lindo y pudo ser fea.
0:19:04 No sé si es linda. En realidad es breve.
0:19:09 Y ya se sabe, ya se sabe.
0:19:13 Si ya se sabe, ¿para qué quiere que lo diga?
0:19:17 Es una canción que canta Julia Senko.
0:19:20 Creo que intervengo yo por ahí también.
0:19:23 Cantando alguna pequeña parte.
0:19:25 Y se llama una boca.
0:19:27 Y está dedicada a Florestan Aguilar
0:19:30 y todos los dentistas subsiguientes.
0:19:34 Adelante, Julia.
0:19:55 Frente al sol de la razón, mi cuerpo es un begriz, la loca proporción
0:20:02 que enciende que sentir corazón que se desangra por una visión.
0:20:13 Si me encantó da sentido al absurdo de la vida.
0:20:20 Es mi cielo, no confieso tú, mi lacra de armonía.
0:20:27 Hay quien vaga y hay quien muere por ardientes y vestirías.
0:20:37 ¿Quién diría?
0:20:41 Corazón que se desangra en la indomable perfección.
0:20:49 ¿Qué inspector?
0:20:53 Puede retirarse.
0:20:55 Hasta luego, inspector.
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