Encontrá todos los archivos de audio en MP3 del programa de radio La Venganza Será Terrible de Alejandro Dolina

13 de Noviembre de 2013

Historias siniestras de los mitos griegos con disfraces

Transcripción automática

0:00:00 Tenemos unas historias de los mitos griegos muy siniestras, muy sangrientas, que tienen sin embargo un denominador común, no tan terrible que es el disfraz.
0:00:19 Hay tres historias donde hay frases, pero donde hay mucha sangre y mucha maldad.
0:00:25 Hablemos primero de Aedón. Aedón era una muchacha. Los griegos tienen nombres de mujeres generalmente confuso.
0:00:35 Tiro decir, no es fácil saber el sexo de alguien que se llame Aedón.
0:00:40 No. Ni siquiera de la homofonía está posidón y uno diría...
0:00:44 ¿Qué hace Aedón?
0:00:45 Aedón era una chica que estaba casada con el artista policteno.
0:00:50 Vivían en Colofón y tenían un hijo que se llamaba Itis.
0:00:55 Bueno, mientras sonraron a los dioses, el matrimonio fue bastante feliz.
0:01:03 Pero esa felicidad los volvió orgullosos, la famosa Iblis.
0:01:10 No la miras en esto, Nexon Castro, sino la Iblis, que es lo contrario de la suprosina.
0:01:16 La suprosina, la moderación y el exceso.
0:01:18 El exceso, y el exceso incluso en la felicidad, enemistaba a los hombres colorioses.
0:01:27 Un día se van a gloriar de disfrutar de una existencia más unida que la de Zeus y era.
0:01:35 Zeus el príncipe de los dioses y era su mujer.
0:01:39 Y la diosa era para castigarlos, les envió a la discordia, heride la discordia,
0:01:45 aquella que arrojó una manzana en aquellas bodas.
0:01:49 Bueno, y heride les inspiró el afán de competir,
0:01:55 de competir entre ellos, el esposo policteno con su mujer Aedón.
0:02:02 Se pusieron los dos a trabajar.
0:02:05 Él trabajaba en la construcción de un carro y esa en el telar.
0:02:10 Aquel de los dos que terminara antes la tarea daría al otro como regalo, como el seco,
0:02:17 una criada, miren un poco, una sociedad esclavista, etcétera.
0:02:22 Y ganó a Aedón, la chica, con la ayuda de Hera, la diosa,
0:02:29 y hizo un poco de trampa.
0:02:31 El marido policteno, resentido, y bajo el influjo de Hera y de la discordia,
0:02:37 decidió vengarse.
0:02:39 Le decía, vengar, dijo, e hizo algo terrible.
0:02:43 Policteno fue a buscar a lo de su suegro, el viejo pandareo,
0:02:49 que era el papá de Aedón, a Quilidón.
0:02:53 ¿Quién era la Quilidón?
0:02:55 Una joven hermana de Aedón, eran dos hermanas, la Aedón y la Quilidón.
0:03:02 Le dijo que la pasaba a buscar por sorpresa para ir a ver a su hermana,
0:03:09 a quien no visitaba desde hacía mucho tiempo.
0:03:12 Y le decían, cayó el tiempo, hola que nada, que se yo.
0:03:15 Vengo a buscar a la Quilidón, porque mi mujer, la Aedón,
0:03:19 que su hermana quiere verla, en fin.
0:03:22 Y el camino de vuelta a Colofón,
0:03:26 policteno, violen todo a su huniada,
0:03:30 y se unió a ella por no decirlo mejor.
0:03:35 Luego la disfrazó.
0:03:38 ¿Algunos hacen al revés?
0:03:40 Le ordenó que se viciera con una túnica de esclava,
0:03:47 le cortó el pilo y la amenazó de muerte,
0:03:51 si le decía a su hermana, a Aedón, ¿quién era?
0:03:54 No sé a lo que había pasado.
0:03:56 ¿No lo quiere?
0:03:58 Y la llevó medio disfrazada a su casa.
0:04:03 Llegó y entregó a esta esclava como pago de la apuesta.
0:04:08 Toma y dice, esta es la criada que te prometí.
0:04:11 El Queridón sirvió durante algún tiempo
0:04:15 sin ser reconocida a su hermana como criada
0:04:19 y a politeno en el comercio carnal.
0:04:23 Pero un día, mientras Queridón se lamentaba en una fuente,
0:04:28 Aedón, la hermana, la huyó y la reconoció.
0:04:32 Eso es lo malo de lamentarse en voz alta, en una fuente.
0:04:38 Me atreven tras uno de su carnal.
0:04:41 Que mala suerte tengo, mi cuneado me cortó el pelo, me disfrazó,
0:04:45 me violentó y se unió a mí.
0:04:48 Y encima no puedo contarle a mi hermana que soy la suya.
0:04:52 Aedón oyó eso y poco le costó reconstruir la historia.
0:05:02 Las dos hermanas decidieron vengarse.
0:05:05 Seguiente parece si nos vengamos de politeno.
0:05:08 La discordia apareció de nuevo, heride.
0:05:12 Aedón y Queridón decidieron matar a Itis, al hijo que tenía politeno con Aedón.
0:05:23 Es decir, Aedón, una basura con tal de molestar al padre, mataba a su propio hijo.
0:05:29 Todo por lo que le había hecho la hermana.
0:05:31 Lo peor es que como en tantas historias míticas, después de matar a Itis,
0:05:35 lo guisaron y se lo sirvieron a politeno a modo de escena.
0:05:40 Huyeron a Mileto, donde vivía su padre, el filado pandareo.
0:05:46 No, vivía pandareo.
0:05:49 O sí de pandareo.
0:05:52 Politeno enseguida se dio cuenta de lo que había empezado a comer
0:05:58 y salió en persecución de las dos hermanas.
0:06:01 Cuando llegó a Mileto, los criados de su suegro pandareo, lo detuvieron.
0:06:06 Momentos.
0:06:08 En realidad, las chicas le habían contado todo lo sucedido a pandareo.
0:06:14 Al viejo.
0:06:15 Politeno fue atado, untado con miel y abandonado en la pradera.
0:06:21 Por fin, Céus, el príncipe de los dioses, sintió piedad por aquella desgraciada familia,
0:06:27 y antes de que se mataran todos, los transformó en aves.
0:06:32 Pandareo, él mismo se transformó.
0:06:35 Ah, no, quiero decir, fue cegos.
0:06:38 Pandareo fue convertido en águila, politeno en pica maderos.
0:06:43 El paso rojo.
0:06:46 Wooden picker.
0:06:58 Otro día.
0:07:02 Wooden picker.
0:07:04 Aedón fue convertida en ruiseñor, y que el Aedón fue golondrina.
0:07:13 Hola, anciano, este es la primera historia.
0:07:17 No me negará que es muy sinia.
0:07:19 Según la historia, Códro era el hijo de Melanto, rey de Atenas.
0:07:25 Al morir Melanto, Códro lo sucedió en el trono, y convertido en rey, tuvo un gesto maravilloso con su pueblo.
0:07:35 Durante el reinado de Códro, los Peloponesios emprendieron una guerra contra los Atenianos.
0:07:43 El Peloponeso es esa península que está abajo de Grecia.
0:07:47 En realidad, la ciudad más importante del Peloponeso en tiempos históricos era Esparta.
0:07:52 Pero, acá dicen los Peloponesios en general.
0:07:57 El oráculo de Delphos prometió a los Peloponesios la victoria en tanto no matase en a Códro el rey de Atenas.
0:08:08 Fue fácil.
0:08:10 Digo, quieren ganar de Atenas?
0:08:12 Vayan, pero no maten a Códro.
0:08:14 Si matan a Códro, perderán.
0:08:20 Sucerió que de ese batizinho se enteraron los Atenianos.
0:08:27 Un ortivo que nunca falta, y dijo, mirad que etcétera.
0:08:31 Había un habitante de Delphos llamado Friomantis, y este hombre fue y le contó al propio rey Códro lo que había dicho el oráculo.
0:08:40 El oráculo les dijo a los Peloponesios que si atacaban a Atenas y no lo mataban a usted, tenían el triunfo asegurado.
0:08:48 Entonces Códro decidió sacrificar su vida.
0:08:53 Quiso hacerse matar por los Peloponesios para quitarles el triunfo.
0:08:59 Claro, como los Peloponesios tenían, como se ha dicho, la prescripción oracular de no matarlo, Códro se disfrazó.
0:09:07 Se disfrazó de mendigo para que no lo reconocieran como rey, y sí como una Atenianza cualquiera.
0:09:14 Pero a la ciudad iba por ahí, y yo...
0:09:17 Más gente ando, como quien dice.
0:09:21 No te adona encontrar a dos enemigos con quienes se puso a luchar.
0:09:25 Códro mató a uno de ellos, pero fue muerto por el otro.
0:09:30 Poco después, los Ateniences, que sabían de las Invenciones de Códro, reclamaron a los Peloponesios su cadáver para enterrarlo.
0:09:39 Y tupefactos quedaron estos... Me refiero a los Peloponesios, cuando no andara nombrándolos a cada rato.
0:09:45 Cuando al revisar a cada uno de los muertos enemigos descubrieron que uno de ellos se lo traía a Teno.
0:09:51 Y comprendieron así que habían perdido toda esperanza de derrotar a Atenas, y regresaron a su país.
0:10:00 Ni por un momento se les ocurrió desafiar al oráculo o descreer de él.
0:10:07 No, simplemente admitieron su derrota y se fue.
0:10:13 Último historia.
0:10:15 En la de Atamante y Temisto, su esposa. Atamante era el Señor, y Temisto la Señora.
0:10:22 Antes de casarse con Temisto, Atamante se había casado con otra mujer llamada Inno.
0:10:29 Con ella tuvo dos hijos, pero un día Inno se marchó sola.
0:10:35 Se fue a reunir con unas vacantes al Servicio de Dioniso.
0:10:40 Atamante creciendo la muerte, se quedó con los dos hijos, y después se casó con Temisto.
0:10:47 Con ella tuvo otros dos hijos.
0:10:50 Pero Inno, la que se había ido, regresó.
0:10:56 Un día regresó, le ocurrió volver y volvió.
0:10:59 Y se le presentó a Atamante, le reprochó no haberla esperado y haberse casado de nuevo.
0:11:06 Bueno, Atamante que no sabía qué hacer, era un hombre un poco corto de genio conjeturo.
0:11:12 Le introdujo en su casa y la rifrasó de criada.
0:11:18 Le habrá puesto una túnica y le habrá cortado el pedo.
0:11:25 Cuando pasó un tiempo y Temisto, la nueva mujer,
0:11:30 se enteró de que Inno no había muerto, pero no sabía que estaba en la casa.
0:11:35 O yo por ahí que en realidad Inno no había muerto.
0:11:40 Ni sospechaba que la tenía tan cerca.
0:11:43 Me refiero a Inno.
0:11:46 Y Temisto decidió, sí, saber que tenía a Inno en su casa,
0:11:54 sino más, matar a los hijos de Inno.
0:11:57 Y se dice, esta, volvió, ahora va a haber lo que hago.
0:12:00 Me voy a matar a los dos hijos de Inno, que viven con ella, no problema.
0:12:04 Y se dice, pero necesito alguien que me ayude.
0:12:07 Y confió su plan a la criada, que no era otra que Inno.
0:12:14 Y ella dice, me vas a tener que ayudar porque tengo que matar a los dos hijos de Inno,
0:12:20 que es una que volvió.
0:12:23 Temisto le dijo a la falsa criada, que vistira de negro a los hijos de Inno
0:12:29 y a los propios de Blanco, con el objeto de poder distinguirlos en la oscuridad
0:12:34 de la habitación que compartían.
0:12:36 Ya se ha dicho que mitad con propósitos narrativos, las noches eran oscuras en la antigua clásica.
0:12:43 Entonces uno podía contar tranquilamente la historia de las esposas de Jacob,
0:12:52 como Raquel y Lía, que una sustituyó a la otra y el tipo de la noche se se abacué.
0:13:01 Acá lo mío.
0:13:03 A los hijos de Inno vestido de negro y a los míos de Blanco.
0:13:10 Si yo voy, lo distingue en la oscuridad y mato a los de ella, etcétera.
0:13:16 Inno, o la presunta criada, trocó los vestidos de forma tal que Temisto, a la noche con una daga,
0:13:25 mató a los hijos propios y dejó vivos a los hijos.
0:13:31 Al conocer su error, Temisto se mató.
0:13:36 Nunca he visto historias tan sangrientan, un poco torpes, muy lejos de la graciosa simbología
0:13:49 de los mitos nórdicos y aún de los mitos griegos en sus momentos más poéticos.
0:13:57 Es cierto que estaba diciendo el otro día que un amigo de este programa se lo equivocó
0:14:02 Daniel Simon, un científico norteamericano, dice que aquellos que se parecen los asesinos heriales
0:14:09 y los agedrecistas en que creen que todo el mundo subestima su inteligencia.
0:14:13 Y lo que es peor, Román Sadeja, es el mundo que se derrosó.
0:14:16 Algo esto parece capro.
0:14:18 Pensaba en el disfraz Alejandro y pensaba en que hay una condición siniestra del disfraz.
0:14:24 Recuerdo a nuestro amigo Elliot, que es el vecísimo poema en la tierra o al día.
0:14:29 Dice, let me also wear such the liberty disguises.
0:14:32 Te dije a usar esos disfrazes liberados y van arrando estas formas.
0:14:35 Ahí termina diciendo, close the steps, en el field, palos cruzados, en un campo,
0:14:40 comportándose como se comporta el viento.
0:14:42 No tan cerca, por favor, de ese reino siniestro.
0:14:45 El disfraz aparece también cada vez que hay que castigar alguna cuestión moral.
0:14:49 Edgar Allan Poe, la muerte de la máscara, la peste roja, hace un baile de disfraz.
0:14:55 Produce la llegada de alguien que, pretendiendo estar disfrazada, no es un disfraz, es la misma muerte.
0:15:00 Claro, es la misma muerte.
0:15:02 Y pensaba también en algunos de los 50 por el área de la criminalidad fantomas, el hombre de 2000 disfraces.
0:15:07 Y después pensaba que, por otro lado, cada vez que...
0:15:11 Una cosa que me molestó con lo de Codro, a ver, él se disfrazó para morir.
0:15:15 ¿Y cómo lo reconocieron cuando estaba muerto?
0:15:17 No, bueno, si al ver entre sus muertos al rey de Atenas,
0:15:23 eran personajes conocidos, éramos pocos.
0:15:27 Éramos pocos, éramos pocos era magistrales, supongo que sí.
0:15:31 Digo, en cambio, del lado de la mirada de los pobres...
0:15:35 Igual, si hubieran...
0:15:37 O sea, el mitógrafo hubiera debido recurrir a una marca de nacimiento,
0:15:44 una convención cinematográfica.
0:15:46 Yo creo que se hubiera empobrecido todavía más el reloj.
0:15:49 Es posible, es posible.
0:15:51 Digo, pensaba, cada vez que algún pueblo de los pueblos clásicos
0:15:55 tenía que remitirse a estas situaciones terminales,
0:15:57 el blanco y el negro eran los colores que sustituían cualquier forma de infras,
0:16:01 las piedras en las cuales aparece una negra para que el sogra de sebácea le exilio,
0:16:05 las velas negras y blancas de teceo, de parquejón...
0:16:09 Las velas, claro, esas velas que hicieron matarse a su papá.
0:16:13 Justamente, los sudarios, que son históricamente blancos en todas partes o las mortajas,
0:16:18 la bandera de los piratas que anuncian la muerte y la depredación.
0:16:21 El plomaje del cuervo, que fue blanco, hasta que el cuervo fue infidente.
0:16:24 Exactamente. Algo así como que, a la hora de los bifes,
0:16:28 no hay otra posibilidad de buscar aquellos colores que tienen la vida
0:16:32 y trocarlos en la ausencia de los colores.
0:16:34 Algo así que uno debe empezar a preocuparse si es el oriente cuando vea el color blanco,
0:16:39 si es el occidente cuando vea el color negro,
0:16:41 porque así donde hay una iniquidad, una tradición y probablemente una historia terminal,
0:16:45 aquí se le presentaba siempre en blanco y negro.
0:16:49 Y en blanco y negro se llama la milonga de Néstor Feria,
0:16:53 que escucharemos ahora en la voz del mundo rivero. Adelante.
0:17:16 Tuve tropillas de un pelo, yo también como el mejor.
0:17:23 Yo también como el mejor, la tropilla de pelos puros,
0:17:28 me ha visto como al dolor, oscura como mis penas, oscura como mis sueños.
0:17:38 El verte, ven el pago, la llamaban la tropilla de la muerte.
0:17:49 Cuatro pingos todos negros, justo como paletierros.
0:18:05 Justo como paletierros, cuatro pingos todos negros,
0:18:11 como pa' asinchar de un muerto,
0:18:14 pa' todos en su negrura, tenían un sol viento a colar.
0:18:23 Vamo' a este vello en la noche como lucero en el alba.
0:18:30 No tenia el pico blanco, otro las manos vendadas.
0:18:47 Otro las manos vendadas, otro restreyes en la pared,
0:18:53 como mancha de esperanza.
0:18:56 Otro ponudo un arijo, mesmo' en el medio de la ancha,
0:19:04 como se ven los pasiempre en la encala, uno en los malas.
0:19:14 Pochina, sos negra de alma, negra como mis caballos,
0:19:21 lleno oscurita por el, el con el cuerpo bien blanco,
0:19:27 blanco tu cuerpo y oscura como mis pingos tu alma.
0:19:35 Parece de mi tropilla, perdona la comparancia.

Comentarios (0)

No hay comentarios. ¡Podés ser el primero en comentar!


Tenés que Iniciar sesión para comentar.
Podés darle estilo y formato al texto utilizando Markdown