Encontrá todos los archivos de audio en MP3 del programa de radio La Venganza Será Terrible de Alejandro Dolina

16 de Diciembre de 2013

Historietas de impostores

Transcripción automática

0:00:11 Tenemos hoy unas historietas de impostores.
0:00:15 Qué bien, Gellino, me gusta eso.
0:00:17 Vamos al primero de ellos.
0:00:19 George Salmanazar llegó a Londres en 1703.
0:00:26 Decía provenir de Formosa, un lugar del que poco se sabía en la época.
0:00:31 Desde luego no estamos hablando de la provincia argentina de Formosa,
0:00:34 sino de la isla que está frente a la China.
0:00:37 Oye se llama Taiwán, y se llamaba antiguamente Formosa.
0:00:42 Inmediatamente fue recibido por la sociedad londinense,
0:00:46 incluyendo los catedráticos más importantes.
0:00:49 Le dieron aposentos, lo colmaron de atención,
0:00:54 unos profesores le pidieron que tradujera la Biblia a su lengua nativa.
0:01:01 El proyecto no avanzaba, pero Salmanazar dio conferencias en el país
0:01:08 y se ofreció a enseñar la lengua formoseña a futuros milloneros.
0:01:14 En 1704 escribió la descripción histórica y geográfica de Formosa.
0:01:20 Según las costumbres que expuso en su obra,
0:01:23 solo comían allí carne cruda y los científicos de la Academia Británica
0:01:31 se sorprendieron con historia sobre el sacrificio anual de 18.000 infantes
0:01:37 a los dioses paganos de aquella tierra.
0:01:40 Afirmaba Salmanazar que el promedio de expectativa de vida era de 100 años
0:01:47 garantizada por una dieta regular de sangre de víboras en el desayuno,
0:01:52 siendo que en aquella época el promedio de vida era de escasos 40 años
0:01:57 y la dieta de la gente consistía básicamente en papas.
0:02:01 Salmanazar también abogaba por un baño diario.
0:02:06 De nuevo esto asombró a la gente, ya que los londinenses se avaneaban muy rara vez
0:02:12 y preferían utilizar esencias para difrasar los olores corporales.
0:02:43 Alcálsame la banana porque tengo que salir de cosa.
0:02:52 Un paisano a quien formosa no se puede divertir.
0:02:59 El libro de Salmanazar vendió miles de ejemplares y el tipo se hizo millonario.
0:03:05 Tiempo más tarde algo raro sucedió.
0:03:08 Salmanazar sensibilizado por la amabilidad y la generosidad de los científicos
0:03:14 confesó que en realidad era un impostor.
0:03:18 Nunca había salido de Inglaterra, era hijo del carbonero Mattias Johnston
0:03:24 y la lengua formoseña eran solo palabras sin sentido.
0:03:28 Fue perdonado y vivió el resto de sus días venerado como un santo.
0:03:34 Esto tiene una moralega que no me atrevo a formular, pero está muy bien.
0:03:39 Otra historia.
0:03:41 Una tarde 1817 cerca de la villa de Almond's Barry en Glaucesstel
0:03:46 apareció una misteriosa y hermosa joven.
0:03:50 Tenía 20 años de edad, no llevaba un centavo encima.
0:03:55 Estaba perdida y hablaba una lengua que nadie había escuchado antes.
0:03:59 Creo que la conozco.
0:04:03 Un dadoso magistrado, el señor Warrell, se apiadó de ella y la invitó a su casa.
0:04:09 Así, él y su esposa trataron de sacarle alguna información sobre su procedencia y su identidad.
0:04:17 Pero lo único que decía la muchacha era carabú, una y otra vez.
0:04:23 Carabú, carabú. Y así la bautizaron.
0:04:27 Los Warrell no pudieron enterarse de nada más.
0:04:31 Sólo notaban que la joven observaba con atención un cuadro oriental que había en la casa.
0:04:39 Además, sólo comía alimentos que ella misma preparaba de una manera especial.
0:04:44 Y además, insistía en dormir en el piso.
0:04:47 Unas cuantas semanas después apareció por casualidad un portugués, el señor Manuel Eineso,
0:04:54 quien había pasado un tiempo en el lejano oriente.
0:04:57 Fue llamado para que conociera a carabú y después de poco tiempo, a solas con ella,
0:05:03 anunció que podía entender todo lo que ella decía.
0:05:07 Esto sorprendió a todo el mundo.
0:05:10 Incluso a carabú, ya que ella misma tampoco entendía lo que decía.
0:05:15 Según el supuesto intérprete portugués, la señorita carabú era princesa de su país.
0:05:21 La isla cercana a su matra llamada Java.
0:05:26 Agregó que después de una guerra en la que los caníbales mataron a su padre,
0:05:31 fue raptada por piratas malayos quienes la vendieron como esclava.
0:05:36 La compró un capitán de una fragata y la princesa pudo escapar
0:05:40 cuando el barco se refugiaba en un puerto inglés o en una bahía de una tormenta.
0:05:48 Carabú nadó hacia la costa y anduvo por la campiña hasta que encontró refugio en la visa.
0:05:55 Las revelaciones del señor Eyneso sorprendieron a todo el país.
0:06:01 Cientos de expertos llegaron de todas partes para examinar a la princesa.
0:06:06 Ella no los decepcionó, más por bella que por exótica.
0:06:11 Ejecutaba danzas durante las cuales se mostraba casi desnuda y confundía a todos los lingüistas.
0:06:19 Exibían esa confusión que es proverbial en el lingüista cuando se encuentra rente una dama casi desnuda.
0:06:28 En verdad, todo era enfrabude, lo digo así de golpe.
0:06:32 Elaborado por la hija de un zapatero llamada Mary Baker, había preparado todo para entrar en un hogar rico
0:06:40 y escapar de su pobreza. El portubés Eyneso era su cómplice.
0:06:46 Todo vino a descubrirse cuando en Bristol una tal señora Nell oyó un testimonio sobre la princesa.
0:06:54 Lo mejor dicho lo leyó quizá en un diario.
0:06:57 La descripción del diario era idéntica a la de una chica que se había lojado en su casa durante varias semanas.
0:07:04 La señora Nell reconoció finalmente a Mary y la muchacha confesó.
0:07:09 Pero debido a su pobreza todo el mundo se apiadó de esa.
0:07:14 Se le pagó un pasaje a Estados Unidos, mitad para que se fuera, y la otra mitad para que empezara una nueva vida.
0:07:21 No debe haber funcionado porque siete años después estaba de regreso en Bristol tratando de exhibirse como la princesa Carabú a un chelín por mirada.
0:07:32 Qué bueno, está muy bien.
0:07:35 Estas son las dos historias breves de impostores que quería contar.
0:07:42 Pero supongo que esto desembocará en alguna idea acerca de la impostura.
0:07:52 Yo si quiere, al dar puedo decir algo.
0:07:54 Arrogené.
0:07:55 Yo estoy a favor de la velocidad del último término de una serie cualquiera.
0:08:01 Ser el último es también para mí ser el verdadero.
0:08:05 De tal modo que la impostora no es la que ha llegado a nuestra vida bajo el nombre de Carabú,
0:08:15 y la verdadera no es aquella que se fue.
0:08:18 La que se fue es la falsa.
0:08:21 Y entró en la falsedad por el mismo camino por el que se entra a la categoría de fantasma.
0:08:28 Y cito mal a Joyce.
0:08:30 Un hombre ingresa a la categoría de fantasma cuando se desvanece, ya sea por muerte, por ausencia...
0:08:39 O por cambio de hábitos.
0:08:41 O por cambio de hábitos.
0:08:42 Bueno, cuando una novia o una mujer o un hombre se van de nuestra vida, por eso es circunstancia.
0:08:48 Entran en la categoría de fantasma pero también de falsos.
0:08:52 El verdadero, la verdadera, es la que viene nueva.
0:08:56 Aunque sea una impostora, aunque diga que es quien no es.
0:09:01 El último término de una lista es el verdadero.
0:09:05 Está muy bien eso porque además la impostura, claro...
0:09:08 A ver, la impostura no sucede, la impostura se conquista, la impostura le acaese aún, por propios acercados.
0:09:16 Había estado notando que en medio que había un tiempo feliz que para ser uno mismo, para ser alguien, había que demostrarlo todo el tiempo dado que no había documentos.
0:09:25 Uno llegaba y decía, soy el hijo de Zapatero de Murnau.
0:09:29 Bueno, y tenía que demostrar que conocía el oficio.
0:09:32 O bien, para acceder a una corona, hemos hablado aquí varias veces de las ordalías que generó la sucesión de los romanos al final de la dinastía y todo eso.
0:09:41 También entre los mismos tudor, ante la muerte de Eduardo VI, ocurrió el principio inmendigo, el PIB, que no sabía cómo demostrar, salvo que supiera donde estaba el gran sello real.
0:09:50 Él sabía donde estaba un artefacto de oro, pero no que se le era el gran sello.
0:09:54 Y esto era lo mismo.
0:09:55 Pero, digo, hay una historia también que a mí siempre me viene a la cabeza cuando hablando de esto.
0:10:01 Justamente que es una novena de Anson y Hobbes, llamada El Prisionero de Cenda.
0:10:05 Hay una princesa llamada...
0:10:06 También hay dos personas iguales.
0:10:08 Y el rey de la Ruritania, ella está casada con un tipo, que es el otro, que es igual ese tipo.
0:10:13 Y cuando suplanta uno con el otro, ella famas confiesa, que el nuevo es el impostor.
0:10:18 Porque con este es más feliz, porque con este descubre el amor, el sexo y hasta la política son cosas parecidas.
0:10:23 Tal y el caso de la obra de Alejandro Casona, creo que es...
0:10:27 ¿Algo de la familia este...?
0:10:32 Ellos los aruele moren de pie.
0:10:34 Que vuelve el nieto de la anciana, que es un impostor.
0:10:41 Pero la anciana se da cuenta.
0:10:43 La anciana se da cuenta y no le importa.
0:10:45 Lo supo siempre, la anciana. Lo supo desde el inicio de la noche.
0:10:48 Lo supo siempre, hasta los Simpsons, y tal esta obra de latina.
0:10:51 Pero, digo, lo interesante de todo esto me parece mucho más atractiva a esta idea que tiraba usted en el principio.
0:10:56 Sobre todo porque, a donde se constituye una en una propia impostura,
0:11:00 cuantas veces uno ha sido vapuleado por alguien que le dice, pues no sos el mismo.
0:11:05 No sos el que yo cree que...
0:11:06 Pero claro que no sé, que no cree que eres infelice.
0:11:08 Digo, y del mismo modo, esta cosa de la presencia y de la ausencia,
0:11:11 así que uno, lleva decir, y yo creo que ahí está la nobleza de alguien, querido Alejandro.
0:11:15 Uno, ante la duda de esa dama, que piensa que quizás uno está pensando en otra que partió,
0:11:21 debe decirle, no, no, no, hasta el punto, vosotros, la verdadera, vosotros la que no está mintiendo en nada,
0:11:29 que yo mismo, si tuviera que hacer alguna declaración pública,
0:11:33 juraría que vos sos la única, la verdadera. Lo haría como aquella princesa.
0:11:37 Como aquella princesa llamada carabú,
0:11:39 y como aquella princesa que es la protagonista de este tango, que vamos a escuchar ahora,
0:11:47 por Hugo del Carril.
0:11:50 Adelante, don Guido.
0:12:29 No te químeras,
0:12:31 porque ese dibujante sos vera,
0:12:36 he visto reflejada mi vida destrozada,
0:12:41 por celos de cio, venía amor.
0:12:49 Como aquella princesa,
0:12:54 el librito de cuentos apareció un día de lumbra de veruz,
0:13:00 suera el tímido paje de una corte de mis sueños,
0:13:05 uso diosera y ver eso,
0:13:08 uso sueño y razón.
0:13:14 Como el tímido paje,
0:13:18 el librito de cuentos,
0:13:20 una tarde temblando te contiaba mi amor,
0:13:24 se empañaron tus ojos, un suspiro y un beso,
0:13:29 y está apena't al dulce que nos unía a los dos.
0:13:35 Hoy una estrella que agoniza,
0:13:40 junto al soñar de tus vidas,
0:13:45 estás enamorada, lo dice tu mirada,
0:13:49 y en esta duda se consume el alma vía,
0:13:54 pero mi fe se tranquiliza,
0:13:59 o porque tu habiendo mi acaricia,
0:14:03 tus manos en mis manos, mis labios en tus labios,
0:14:08 y mentalmente una oración.
0:14:15 Como aquella princesa,
0:14:20 el librito de cuentos apareció un día de lumbra entre el luz,
0:14:26 suera el tímido paje del librito de cuentos,
0:14:31 uso diosera y ver eso,
0:14:34 uso sueño y razón.
0:14:40 Como el tímido paje,
0:14:44 el librito de cuentos,
0:14:46 una tarde temblando te contiaba mi amor,
0:14:51 se empañaron tus ojos, un suspiro y un beso,
0:14:55 y está apena't al dulce que nos unía a los dos.
0:15:10 Era uva del carril en la venganza,
0:15:12 será terrible como aquella princesa.

Comentarios (0)

No hay comentarios. ¡Podés ser el primero en comentar!


Tenés que Iniciar sesión para comentar.
Podés darle estilo y formato al texto utilizando Markdown