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0:00:00 Bien, atención porque hoy vamos a hablar de un tema sabú, un tema en fascículo cerrado,
0:00:08 así que lo haremos con la mayor dignidad posible. Hablaremos de la homosexualidad en Grecia y Roma.
0:00:16 En los mitos griegos parece la homosexualidad como atributo de muchos personajes, tanto en héroes como reyes o dioses.
0:00:28 Recordemos hasta Miris, que era un músico de gran belleza, que se destacaba en el arte del canto y de la libra
0:00:36 y que había tratado de rivalizar en esas disciplinas con las musas.
0:00:41 Vencido por las musas naturalmente, usted ya sabe que la gente que trata de competir con las musas termina mal.
0:00:48 Bueno, fue vencido en un concurso y fue privado de su talento y su vista.
0:00:55 No hay peor cosa para un músico que perder su talento, excepto perder su vista.
0:01:02 Había pedido a Miris, en caso de ganar, unirse a todas las musas en forma sucesiva.
0:01:10 Fíjese, este último inciso da prueba de una cierta humildad después de todo.
0:01:14 No toda junta.
0:01:17 Este Tamiris se encontró un día con un muchacho de gran belleza llamado Yacinto.
0:01:23 Y parece que por amor a Yacinto, Tamiris fue el primero que exerció la homosexualidad, que le inventó.
0:01:31 Yacinto era tan hermoso que hasta el Dios Apolo se había enamorado de él.
0:01:36 Un día en que ambos se entretenían lanzando el disco, el viento desvió al disco que rebotó contra una roca
0:01:44 con tanta mala suerte que le pegó a Yacinto en el valero y lo líquido.
0:01:52 Apolo quedó constarnado y para inmortalizar el nombre de su amigo,
0:01:57 transformó la sangre que había abrotado de serida en una flor nueva que no existía antes.
0:02:03 Un verdadero, una mutación botánica milagrosa.
0:02:10 El Yacinto, justamente. Se llama el Yacinto y todos pueden comprarla en las mejores florias.
0:02:18 Bueno, también al Reign Minos se le atribuía la invención de la pederastia.
0:02:31 Así que no estaba muy claro quiénes llevaban el derecho a su patente.
0:02:37 Existía una tradición que decía que había sido el Reign Minos y no Zeus, que también se postulaba.
0:02:44 Zeus fue raptor de Ghanimedes, que después fue el copero de los dioses, el que sustituyó a Eve.
0:02:51 Recuerde que Ghanimedes pasaba por ser el más hermoso entre los mortales y había provocado el amor de Zeus
0:02:57 y entonces lo raptó y en el Olimpo Ghanimedes era mozo.
0:03:03 Pero algunos dicen que no fue Zeus quien raptó a Ghanimedes y no Minos, el rey de Creta.
0:03:09 El esposo de Pásifas y aquella que se enamoró del toro de Olivri Guardi.
0:03:15 En Grecia jóvenes y viejos se exhibían desnudos en la palestra o en los gimnasios
0:03:22 y entre los cuerpos maduros solía, entre los cuerpos desnudos, debe querer decir,
0:03:29 entre los cuerpos desnudos salió ocurrir que un hombre maduro se fijaba en un adolescente y lo perseguía.
0:03:37 Si el adolescente aceptaba y se unía a él, se criaba entre ellos una intimidad muy particular.
0:03:45 La diferencia de edad era un detalle fundamental para estas relaciones.
0:03:50 El elenista y amigo Burhalt considera que esta costumbre provenía esencialmente de la situación social de las mujeres.
0:03:58 Ustedes saben que las mujeres en Grecia eran excluidas de lo más alto que había en la vida griega,
0:04:04 que es la vida agonal, o sea lo que tiene relación con la competencia.
0:04:09 No sólo no podían competir, sino que no podían asistir a la competencia.
0:04:14 Toda esta exclusión de las mujeres provoca la aparición de esta clase de amor entre los hombres.
0:04:22 Eso es lo que opina nuestro amigo Burhalt.
0:04:26 En muchos gimnasios se veía la estatua de Eros entre Hermes y Heracles.
0:04:32 Ninguna incitación a la depravación existía entre el amante y el amado.
0:04:39 Era amor concebido como irreemplazable, sin comparación con ningún otro y estaba fundado en la admiración recíproca entre el hombre mayor y el mejor.
0:04:49 El hombre mayor admiraba la juventud y tenía la tarea de proteger al amado, de formar su espíritu y de consagrarle lo mejor de su pensamiento.
0:05:00 La edad ideal se consideraba de 45 años y el erómeno debía ser adolescente de entre 13 y 18 años.
0:05:11 Un detalle, estos adultos que buscaban un joven como amante y como discípulo, estaban casados y tenían hijos.
0:05:20 Bueno, el homosexual travestido no era bien visto por la sociedad griega, e incluso era castigado por la ley que le impedía al travestido dejar ser sus derechos como ciudad.
0:05:36 En Atena se castigaba solo la violencia en el amor, nada más que la violencia.
0:05:41 Y también estaba muy malvisto que se vendía con ánimo de lucro.
0:05:45 Solo entonces, mediando el dinero y la violencia, la pederástia adquiría un carácter vergonzoso.
0:05:53 Un ejemplo de esto es el pleito entre dos hombres llamado esquines y timarco.
0:05:59 Esquines denostaba a timarco, un muchacho que a los 13 años se vendía por una moneda y decía,
0:06:07 yo no critico los amores honestos, sino que condeno como condena la ley los amores mercenarios.
0:06:14 Y luego citaba una serie de parejas de antiguos amantes y recordaba a los jueces en este juez, los nombres de algunos muchachos conocidos
0:06:24 que eran respetados justamente porque debido a sus gran belleza y sus virtudes habían sido bien amadas.
0:06:31 Según esquines, timarco era esclavo de las pasiones más despreciables, más desmesuradas.
0:06:38 Timarco tenía cientos de amantes y los tuvo hasta que perdió su belleza y su juventud.
0:06:44 Murió en la miseria, en un tigurio infame, probablemente retorciéndose como una escuela.
0:06:52 Otra vez aparece aquí, Jorge, la palabra esclavo en medio de la descripción de una pasión o humbicio.
0:06:59 El que es esclavo de sus pasiones es vicioso porque no es libre.
0:07:03 Y esa idea es central en el pensamiento griego y sería conveniente examinarla cada tanto para no caer en confusiones
0:07:11 que se generan en nuestro tiempo, que van desde la intolerancia hasta la jactancia injustificada.
0:07:18 Otro detalle, los únicos gobiernos que perseguían el amor entre hombres eran las tiraninas.
0:07:25 También perseguían las gimnasias porque allí tenían lugar la mayoría de los romances.
0:07:30 La pederástica riega exigía la igualdad social de los amantes.
0:07:34 En general es un dato que se da casi siempre.
0:07:38 En Grecia era necesario que el muchacho fuera de condición libre para que la relación pudiera desarrollarse en reciprocidad
0:07:45 y en la comunión intelectual, es decir, que no sean esclavos ni objetos de pupilaje.
0:07:52 Y que no sean intuosclados pero tampoco tu alumno.
0:07:55 Sí, sin ser pares.
0:07:57 Después de así hacer alumnos. Pero tenía que ser pares.
0:08:00 Yo creo que para que hubiera libertad, en cualquier amor es decisiva la libertad.
0:08:07 Donde no está la libertad, ahí no está tampoco.
0:08:10 No, no. Y sin paridad no hay libertad posible ahí.
0:08:13 Bueno, todo esto que se ha dicho no sucedía en Roma.
0:08:20 Los romanos preferían comprar su placer.
0:08:24 La aristocracia romana se entregó a la pederástica más como una exhibición de elegancia, de distinción,
0:08:31 la saber de qué.
0:08:33 Los grandes señores se creían obligados a tener en su casa arenes de adolescentes llamados paeragoya
0:08:40 y daban a sus... paeragoya, probablemente.
0:08:43 Y daban a sus muchachos nombres cariñosos como delicati puere.
0:08:48 Mmm, delicati puere dice.
0:08:50 Estos mancebo formaban parte del lujo de la casa.
0:08:54 Se los compraba a precios muy altos, se los exhibía con orgullo.
0:08:59 En general se trataba de esclavos nacidos en la casa del amo, o a veces extranjeros
0:09:07 que compraban en mercados esclavistas, pero al peor todavía porque ponían a los chicos en un estrado
0:09:12 ahí donde había otros productos, incluso eran obligados a fingir maneras delicadas,
0:09:18 a pronunciar palabras que se aprendía de memoria, ser bromas pesadas.
0:09:23 En fin, llegaban generalmente del África, parece que los mercaderes los compraban a bajo precio a orillas del Nilo,
0:09:30 también en Etiopía o en Siria.
0:09:33 Los alejandrinos eran los más buscados.
0:09:36 Se pagaban precios elevados que variaban en función de la edad, la belleza, las habilidades.
0:09:41 No solo servían para satisfacer la sexualidad de su amo, sino para servir en los banquetes,
0:09:47 lavar los pies, las manos de los invitados, ausentar las moscas, cantar, bailar,
0:09:53 servían tanto para un barrido como para un fregado.
0:09:58 Gran diferencia existía entre el heraste griego, el amador mayor, que se ocupaba también,
0:10:06 como se ha dicho, como no se ha dicho, de moldear al espíritu del amado mientras ese hombre,
0:10:13 digo, mientras los romanos, que se yo, cultivaban la insolencia, la ubicaridad como ámbito
0:10:22 en el que florecía la relación.
0:10:24 Era costumbre en las familias patricias de Roma que cuando un hijo entraba en la pubertad
0:10:29 le entregaban un esclavo, también adolescente, que compartía su lecho y se prestaba a los primeros impulsos voluctuosos.
0:10:38 Estas relaciones eran admitidas a condición de que no se prolongaran pasada la pubertad.
0:10:45 Desde el momento en que el mancebo esclavo abandonaba la adolescencia ya no podía tener relaciones con su dueño.
0:10:54 O era indigno que las tuviera. Algunos libertinos, demasiado enamorados de sus muchachos,
0:11:01 los obligaban a fingir menos años para no ser víctimas del desprecio de los demás.
0:11:07 Curiosamente se reprobaban Roma la conducta feminada, la molitia, pero no había ninguna sanción jurídica,
0:11:15 era solo un descrédito social. A falta de ejemplos de la mitología en Roma,
0:11:21 tenemos ejemplos reales como Julio César.
0:11:26 Apasionadamente bisexual, él mismo se hacía llamar el marido de todas las mujeres y la mujer de todos los maridos,
0:11:33 y lo era con mucho entusiasmo.
0:11:36 Durante la campaña de Vitinia entró en relaciones con el rey de Vitinia, Nicómedes,
0:11:42 y mientras celebraban el triunfo, los soldados gritaban, César ha vencido a la galia y Nicómedes ha vencido a César.
0:11:52 Todos conocemos también las costumbres de Calígula, de Adriano, hizo Amado Antinó,
0:11:58 a la muerte de Antinó, el emperador Adriano hizo que se levantaran estátua y templos.
0:12:06 Si, en su laoria.
0:12:09 Si tenemos para terminar Anerón, que se atrevió incluso a cazarse solemnemente con un libertó amigo de él llamado Pitágoras,
0:12:17 pero él hizo el papel de novia porque se disfrazó con los velos, etcétera.
0:12:27 Después se casó con otro, con libertó esporo, pero bueno, cosas de Anerón.
0:12:34 ¿A quién quiere dedicar esta charla acerca de la homosexualidad en Grecia y Roma?
0:12:41 ¿Y quizás es un error que estén juntas, porque son bien distintas?
0:12:45 Bien distintas, y me da la impresión, Alejandro, de que Occidente ha heredado paralelamente estas tradiciones en el sentido de la hipocresía.
0:12:52 Justamente, si la homosexualidad se fomentaba o era inexorable en aquellos lugares donde no había mujeres,
0:12:58 esto hace que en algunos ámbitos, como las fuerzas armadas modernas,
0:13:02 y las británicas, por ejemplo, donde esto se ha denunciado muchas veces, tras lo hablo desde otras,
0:13:07 fuera una práctica frecuente, de algún tiempo tuviese una condena social.
0:13:12 Quizás la práctica proveniente de Grecia toma lo bizarro, lo desagradable de la degradación romana
0:13:20 y se funda ahí esta especie de cosa que podemos llamar de ninguna otra manera que no sea prejuicio.
0:13:25 Entre los griegos está bien los grados que establecen la prohibición,
0:13:29 además, y a ellos también hay que dedicarles esto, en el sentido de que lo que convierte el pecado,
0:13:35 esa práctica es el dinero y la violencia, y bien podríamos decir que son la misma cosa, el dinero y la violencia,
0:13:40 a la hora de pensar los derechos.
0:13:43 Y después estaba pensando también que es curioso porque el vínculo del amor...
0:13:47 Y también la falta de libertad.
0:13:50 La falta de...
0:13:51 Sí, y aparece por ese lado la sujeción por la violencia, la sujeción por el dinero que establece lo mismo.
0:13:57 Hay una idea del amor hasta la muerte, que aparece justamente en un ámbito quizás inesperado,
0:14:02 que es el de los pueblos guerreros más encarnizados en la práctica de la guerra.
0:14:07 Estoy pensando en el esparte, estoy pensando en Perse también.
0:14:10 Estos indios de nuestras pampas, algunas de sus grupos, combatían en parejas amarradas.
0:14:19 Sí, sí, que marchaban en la guerra, amarrados uno con el otro, sabiendo que iba a ser uno su destino.
0:14:27 Se saló a los dos o se morían ambos.
0:14:29 Estos indios tenían una relación de amor entre ellos.
0:14:34 Y quizás sea una de las formas más nobles de la práctica del amor.
0:14:37 Creo que los podemos jacar también aquí en la paz de haber convertido en ley aquello que es una ley natural,
0:14:44 que es la de que cada uno ejerce su propio deseo.
0:14:47 Pero para dar una vuelta de tuerca más a esto y llegar a la dedicatoria,
0:14:50 estaba pensando en cierta mirada de los filósofos griegos,
0:14:55 los filósofos, o sea, cuando se ponían a pensar, es saber que el que goza no sabe que no goza.
0:15:00 Y el filósofo es el que se lo tiene que decir.
0:15:02 Una de las tareas del maestro era explicarle al discípulo que el goce, la concreción del goce, no era la finalidad.
0:15:10 Y esto sirve para el amor tanto como para las drogas, como para los triunfos, los típulos o cuántas cosas uno se le ocurran.
0:15:16 Porque el que piensa que avanza hacia el goce no sabe que no va a gozar.
0:15:20 Y creo que en ese sentido, quizás la fugacidad de algunos momentos sea entre gente del mismo sexo o gente de distintos sexos,
0:15:28 es aquella en la que no caben los miserables.
0:15:30 Por eso las historias, a veces, pueden contarse de manera tan breve como aquella que dice,
0:15:35 ¡Me besó y se fue!
0:15:37 ¡Me besó!
0:15:39 ¡Me besó y se fue!
0:15:41 ¡Me besó y se fue!
0:15:43 Y se fue, os lo necesito, que vamos a escuchar ahora, escrito para Mante Griego, claramente.
0:15:51 Evidentemente por los de las Mante Griego.
0:15:54 Canta U del Carri.
0:16:13 Y el que piensa que avanza hacia el goce no sabe que no va a gozar.
0:16:18 Y el que piensa que avanza hacia el goce no sabe que no va a gozar.
0:16:23 Y el que piensa que avanza hacia el goce no sabe que no va a gozar.
0:16:38 Mere vida en sus labios moridas, mi cuello.
0:16:46 Sentado en el banco, recorre las tardes, el que muy juntito tejimos los dos.
0:16:54 El román se ardiente de un cariño sano, de los cojó provincialos que soñó un amor.
0:17:02 Esa era una diosa que llegó a mi pueblo, olvidar eso a ti, obesidad a través.
0:17:10 Se arrudo en mi campo, divina y tirada, y una grisba llana de sol y secuero.
0:17:20 Y he quedado solo con mis pensamientos en la vieja plaza que me vio crecer.
0:17:33 Que escucho en silencio tanto puramentos, mentiras piados hacia aquella mujer.
0:17:42 Cuantos hoyos y los dos por comienven eso, cuando en su regazo subo mi arrudo.
0:17:50 A mi pasajera, le hayciosa de besos, seco su envíboca, me besó para ti.
0:18:02 Sentado en el banco, recorre las tardes, el que muy juntito tejimos los dos.
0:18:10 El román se ardiente de un cariño sano, de los cojó provincialos que soñó un amor.
0:18:18 Esa era una diosa que llegó a mi pueblo, olvidar eso a ti, obesidad a través.
0:18:26 Se arrudo en mi campo, divina y tirada, y una grisba llana, me besó y secuero.
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