Transcripción automática
0:00:00 Muy bien. Hablaremos de la hospitalidad en la antigüedad clásica y aún en los mitos.
0:00:09 En la Grecia clásica, la hospitalidad, recibir un tipo en la casa propia era un hecho que implicaba la creación de lealtades extraordinarias.
0:00:21 Todavía es así en algunas regiones del mundo, en un sacidorio.
0:00:24 Efectivamente, estamos comentando recientemente una oportunidad maravillosa en el año 86 de estar en un campamento, tuareg, el desierto, en Libia.
0:00:32 Y esta gente defiende a tal punto la tradición de la hospitalidad que se hace matar antes de dejar que un huésped sea amenazado por algún peligro, por ejemplo, en una requisa del gobierno.
0:00:41 Y se están extinguiendo. De hecho, no tienen pasaporte, pero sí tienen este culto de la hospitalidad que estamos viviendo.
0:00:46 Muy bien. El huésped solía devolver los favores recibidos, también con bondades desmesuradas que daban cuenta de la importancia que se le daba al haber encontrado así.
0:00:58 Huésped y Anfitrion pasaban a sostener lazos de respeto inquebrantables, y aunque surgiera una posterior enemistad, debían preservar aquellos lazos.
0:01:10 Lo curioso de esto es que ese respeto debía prodigarse incluso ante descendientes de quienes habían sido huéspedes o anfitriones en tiempos pasados.
0:01:20 Daremos un ejemplo clásico, un ejemplo literario. Un señor llamado Glauco combatía durante la guerra de Troya en el Bando Trollano.
0:01:31 Era hijo de Hipólogo, gozaba de renombre por su ingenio y valor, y en el curso de los combates trabados cerca de Troya, Glauco se encontró frente a frente con diómedes contra el que debía luchar.
0:01:44 Pero la batalla debió detenerse porque ambos reconocieron que sus familias estaban unidas por lazos de hospitalidad.
0:01:54 Glauco era nieto de Belerofonte, y a Belerofonte lo había recibido en Eo, el abuelo de diómedes.
0:02:02 Bueno, si bien se mira, las genealogías y hospitalidades eran tan frecuentes que casi era imposible sostener una guerra.
0:02:14 Tal como pasó posteriormente con las dinastías europeas, en que casi era imposible casarse porque todos eran parientes entre sí.
0:02:24 Era muy difícil encontrar a alguien que no fuera tu primo.
0:02:29 Sí, de hecho hubo un momento gracias a la victoria de Inglaterra en que la misma familia gobernaba en una decena de países.
0:02:36 Esto producía, contrariamente, en la hospitalidad una serie de inconvenientes, ya que ciertas afinidades con sanguíneas producen inconvenientes en los nacimientos.
0:02:52 Pero naturalmente, los vínculos exógenos se practican en todas las tribus para evitar eso menos en la nobleza europea.
0:02:59 Bueno, el caso es que estos tipos, Glauco y Diómedes, se saludaron amistosamente, intercambiaron armas, y después bueno, cada uno retrocedió y se fue a otro lado para churar a otras personas.
0:03:12 Los deberes de hospitalidad eran tan importantes que hasta los dioses se encargaban de enfatizarlos y de castigar a quienes no cumplían con ellos.
0:03:22 Cuando los dioses recorrieron la tierra, probaban, ponían a prueba las virtudes hospitalarias de los mortales.
0:03:29 Bousses era una mujer de frigia y estaba casada con filemón.
0:03:34 Eran campesinos.
0:03:36 Un día dieron cobijo en su cabaña a Zeus y a Hermes, que justamente estaban recorriendo frigia, disfrazados de marcaderas.
0:03:45 Parece que los demás habitantes del país se habían negado a recibir a los dioses, desde luego no los habían reconocido.
0:03:52 Pero Bousses y filemón se habían mostrado hospitalarios con ellos, aún sin saber que eran dioses.
0:03:58 Entonces Hermes y Zeus se enojaron con la mayoría de los habitantes de la región y enviaron un simpático y aleccionador dilubio,
0:04:09 que castigó al lugar y destruyó las cosechas, aunque parece que respetó este dilubio, respetó la cabaña de los anfitriones,
0:04:16 ya que sobre el territorio de Bousses y filemón no cayó una sola gota.
0:04:20 Digo que no basta con esta proligidad.
0:04:23 Puede no caer una sola gota, pero sin embargo recibir las aguas que han llovido sobre los campos vecinos,
0:04:32 solo conectar por debajo de su nivel.
0:04:35 Si la única posibilidad de que Bousses y filemón se salvaran de una desgracia que a que juegó a todos,
0:04:41 es que vivieran en el punto más alto de la región.
0:04:44 O sea que no dice la historia.
0:04:46 También puede ser que las aguas se hicieran esas cosas raras.
0:04:49 Sí, esas cosas, las que hacen.
0:04:50 Se mira viejo la calzara que nos surgió ayer.
0:04:52 Listo.
0:04:54 Dijimos al comienzo que el huésped debía devolver el favor con lealtades desmesuradas.
0:05:00 En los mitos, abunda esa actitud.
0:05:03 Por ejemplo, de Métter en casa de Celeo, mientras buscaba a Persefone, su hija,
0:05:09 para agradecer la hospitalidad, dice, bueno, me recibieron bien,
0:05:14 voy a convertir al hijo de Celeo en un ser inmortal.
0:05:18 Lo hizo mal, acá no dice en la historia,
0:05:22 pero fue así.
0:05:23 La recibieron en la mina de Métter, quiso,
0:05:28 dice, bueno, le voy a convertir al hijo de inmortal.
0:05:31 Y le salió mal el procedimiento.
0:05:33 No sé si lo quemó o la hubo o lo dejó en agua y se le murió el piedra.
0:05:37 Toda esa historia es muy, muy tenebrosa,
0:05:39 no Persefone y el infierno y los muertos.
0:05:41 Entre los mortales también existían gratitudes notables.
0:05:45 Hubo una ciudad famosa que debió su fundación a los favores de un buen anfitrión.
0:05:50 Obidio, el de las metamorfosis,
0:05:53 dice que crotona fue fundada gracias a la intervención de Heracles,
0:05:58 quien en otro tiempo había sido recibido por el héroe crotón en su casa.
0:06:03 Y en agradecimiento a esa hospitalidad,
0:06:05 Heracles le había prometido que más tarde se levantaría una ciudad
0:06:09 que llevaría su nombre.
0:06:11 Y como no tenía tiempo de andar fundando
0:06:14 porque como todos los héroes estaban muy ocupados,
0:06:17 le avisó a Micello, un archivo, es decir, un nativo de Argos, antiguo compañero suyo,
0:06:23 que andaba por ahí fundando.
0:06:26 Dice, bueno, ya que está fundando, fundame una ciudad y ponéle crotón.
0:06:31 Micello no obedeció porque las leyes de Argos prohibían espatriarse.
0:06:36 Heracles insistió con furia y entonces Micello,
0:06:40 apesar de la prohibición que pesaba sobre él,
0:06:43 se atrevió a transgredir las leyes y fundó.
0:06:46 Tuvo que comparecer ante la justicia y todos los jueces votaron con una piedra negra
0:06:51 que significaba la muerte.
0:06:53 Entonces Micello rogó a Heracles que lo sacara de esa difícil situación
0:06:56 en la que él mismo lo había puesto después de todo.
0:06:59 Heracles fue a ver a los dioses, consiguió que hicieran un milagro
0:07:04 y las piedras negras se volvieron blancas.
0:07:06 Un flaude.
0:07:07 Un famoso fraude patriótico de los dioses griegos.
0:07:11 Que cambió los votos.
0:07:12 Que cambió los votos.
0:07:14 Micello ganó y fue absuelto.
0:07:18 De este modo quedó fundada la ciudad de...
0:07:20 No de crotón, sino de crotona.
0:07:23 Ciudad que como ayer mismo decíamos,
0:07:25 solía mantener una especie de antipatía natural
0:07:30 con la vecina Sibaris.
0:07:33 Hay gente muy buena en pasar.
0:07:36 Para terminar contemos una historia en donde las obligaciones de la hospitalidad fueron violadas.
0:07:42 Un milesio llamado Ypsi Creonte, casado con Nera,
0:07:47 recibió un hombre llamado Promedonte
0:07:50 y sucedió que Nera se enamoró del huésped.
0:07:53 La vieja historia.
0:07:54 Esta historia la hemos contado mil veces con distintos nombres.
0:07:57 Pero bueno, cuando el marido salió de la casa,
0:08:01 Nera le declaró su amor a Promedonte.
0:08:04 Dice, ché, Promedonte.
0:08:06 Nera que era usted, ché, ché.
0:08:09 Mientras el marido estaba ahí, la tipa disimulaba su pasión.
0:08:14 Pero en cuantito el marido salió,
0:08:16 viva la esquina de por el marido.
0:08:18 Chau, le declaró, Promedonte, Promedonte, vení.
0:08:21 Y Promedonte se negó a escucharle invocando los deberes sagrados de la hospitalidad.
0:08:26 Invoco los deberes sagrados de la hospitalidad.
0:08:30 Es decir, al tipo escondido dentro del ropero.
0:08:34 Rechazada, Nera, ordenó a sus criados que la encerraran en la habitación del huésped
0:08:40 y se las arregló de manera que Promedonte consintió,
0:08:46 ea, qué un vivo, por fin, consintió Promedonte en cuanto ella quiso.
0:08:51 Poco invocante.
0:08:52 No, como por ejemplo, toda la asunta de la mujer de Putifar.
0:08:57 Al día siguiente, Promedonte se arrepintió como cualquiera.
0:09:00 A los diez minutos.
0:09:02 Y huyó anaxos.
0:09:04 Y Nera lo siguió, ¿vio?
0:09:06 Cómo dice.
0:09:07 Yipsy creonte al conocer la aventura.
0:09:09 Volvió y volví a Echeleskines.
0:09:11 Encontró con todo eso.
0:09:12 Le reclamó, no, reclamó a su mujer.
0:09:16 No le hizo un reclamo a la mujer, sino que...
0:09:19 Ah, pidió que su mujer volviera.
0:09:21 Le pidió, pidió anaxos que le dijeran a Yipsy creonte,
0:09:25 no, al otro tipo, Promedonte que le devolviera a su mujer.
0:09:29 Pero ahora ella era huésped en anaxos,
0:09:33 donde vivía Promedonte, y se negó a volver.
0:09:36 Qué cosa.
0:09:37 Entonces, Yipsy creonte, ultrajado, pidió al Consejo de Miles,
0:09:41 que lo ayudara a recuperar a su esposa.
0:09:45 Y aquel Consejo de dictamenón que debía declararse una guerra.
0:09:48 Otra.
0:09:49 Aclararon que la guerra no era por infidelidad,
0:09:51 sino por haberse violado aquella institución que era la hospitalidad.
0:09:54 Y hubo guerra.
0:09:56 Pero no sabemos quién ganó, pero el mito termina ahí.
0:10:00 Y no se importa quién ganó.
0:10:01 ¿Qué pasa luego de día?
0:10:02 Siempre la pregunta que hace no lo en quién ganó.
0:10:04 ¿Qué sé yo?
0:10:05 Bueno, yo no sé a quién dedicar esta historia,
0:10:08 pero yo personalmente a las personas que respetan a sus huéspedes.
0:10:12 Y también a los huéspedes a agradecer.
0:10:14 Porque además, la hospitalidad,
0:10:16 yo tenemos muchos ejemplos, pero la hospitalidad no consiste
0:10:18 solamente en recibir a un paseante o un viajero en la casa propia.
0:10:21 Hospitalidades también, aquella que se brinda en términos de,
0:10:25 supongamos, trabajo, ¿qué sé yo?
0:10:27 Uno recibe en su casa, en su empresa, que es yo a alguien.
0:10:30 Y se deben respetar esos vínculos también,
0:10:32 en términos de ética, en términos de amabilidad, etcétera.
0:10:36 Pensaban en muchas culturas.
0:10:37 La cultura árabe es especialmente rica en este tipo de cuestiones.
0:10:41 Y también, bueno, el Cristo tiene varias historias en los evangelios.
0:10:44 Pero además, entre nosotros, pensemos también que la inmigración
0:10:47 fue parte de un gesto político,
0:10:49 de una decisión de traer gente de otros lugares,
0:10:52 abrir el territorio a la casa para que venga otra gente
0:10:55 y construir una nación en una comunidad organizada.
0:10:57 Digo porque algunos dirigentes se olvidan en estos tiempos
0:11:00 ese espíritu y empiezan a acusar a los inmigrantes
0:11:02 en los países vecinos de crímenes horribles.
0:11:04 Nuestra hospitalidad no debe violar esas reglas.
0:11:07 Y tampoco, esto se ha violado,
0:11:09 incluso en situaciones políticas muy difíciles.
0:11:11 Rosa Sinala Valle tiene un episodio así.
0:11:13 Pero se duermen las ciestas en el campamento.
0:11:15 Sí, porque eran parientes.
0:11:16 Sí, eran los dos rubios, los cinco rubios en todo el país.
0:11:19 Digo que en general, esto debe recordarse, sobre todo,
0:11:22 porque esto hace a la gran danza,
0:11:24 a la gran baile del universo,
0:11:26 digo, a la gran danza del bien y del mal.
0:11:28 Si no la vida toda sería una mera milonga del consorcio.
0:11:32 Señores, escucharemos por el mundo rivero,
0:11:34 milonga del consorcio,
0:11:36 que tiene que ver, naturalmente,
0:11:38 que los consorcios son una conspiración contra la hospitalidad.
0:11:41 Cualquier reglamento del consorcio
0:11:43 atenta en cada uno de sus artículos,
0:11:46 precisamente contra la hospitalidad.
0:11:48 Nadie puede usar la censura,
0:11:50 nadie puede abrir la puerta,
0:11:52 nadie puede hacer una fiesta hasta las tres de la mañana.
0:11:54 Ni tener animales dométicos como mulas o caballos.
No hay comentarios. ¡Podés ser el primero en comentar!