Transcripción automática
0:00:00 Continuamos en la venganza a Serato Arribre, estamos en el auditorio de Radio del Plata,
0:00:05 aquí en la calle Gorristi 5963. Mañana también estaremos aquí, como siempre, a la
0:00:11 medianoche gratis, entrada libre y gratuita.
0:00:15 Hablaremos hoy de indiscreciones en la mitología clásica. Indiscreciones en el sentido más
0:00:25 literado, personas que han contado, han batido, han revelado secretos. Empecemos por Anquises,
0:00:38 el papá de Eneas. Anquises fue amado por Afrodita, la diosa del amor. Afrodita lo había
0:00:45 visto en el monte Hida, ahí cerca de Troya, mientras pastaba su ganado. Allá andaba Anquises
0:00:53 y se hacía el pastar al ganado. La diosa del amor lo vio y para hacerse querer le dijo
0:01:01 que era la hija del rey de Frigia. No le dijo que era la diosa del amor.
0:01:06 Para no andar abortando la idea de claro.
0:01:09 No se miraba y se dice, soy la hija del rey de Frigia, que te parece y nos revolcamos
0:01:13 acá entre los unos. Bajosa identidad se unió a él. Más tarde, le reveló quién era,
0:01:25 después de unírselo. Digo, mira, ahora que ya pasó todo, dijo mientras se vestía.
0:01:33 La verdad, soy Afrodita, la diosa del amor y además te voy a dar un hijo. Le dijo, ¿no?
0:01:43 Le pidió que no dijera a nadie que ese hijo, que se iba a quedar con él, era el hijo de
0:01:49 una diosa porque, si Zeus se enteraba, fulminaría al chico.
0:01:56 Yo dijo el tipo, vio como es uno, después que acaba de amar a una diosa.
0:02:01 Le dice todo que sí, sí, sí, está todo bien, nada, la tranquila. Contad que se fuera, le dijo.
0:02:10 Pero un día, ya es, chico nació, se fue a vivir con Anquise, todo bien.
0:02:16 Un día, Anquise, en un boliche, en una fiesta, no sé, había bebido mucho vino,
0:02:22 empezó a jactarse de sus amores con la diosa.
0:02:26 Es decir, ¿ustedes qué tienen que hablar, qué andan con ésta y aquella si yo anduve con la diosa del amor?
0:02:33 Y no con esas chirusas que salen con ustedes, que son muy fuleras.
0:02:40 ¿Qué andaba presumiendo ahí?
0:02:42 Sí, y mismo dice, tengo...
0:02:54 Un hijo, dice el hijo ese que tengo yo, dice, sabe de quién es el hijo de afrodita, la diosa del amor.
0:03:00 ¡Ah! Vayan llevando, dice, ¿por qué no aprovechan para pagarme unas copas?
0:03:06 Y bueno, el caso es que efectivamente, Zeus lo escuchó desde el Olimpo y efectivamente mató al niño con un rayo
0:03:19 y otro rayo se lo tiró a Anquise y lo dejó medio estropeado.
0:03:26 Y así terminó la historia. Esto es que dejo una enseñanza.
0:03:31 No sabría decirle.
0:03:32 Pero señores, entonces ¿cuál es?
0:03:36 ¿Qué no hay que presumir?
0:03:38 No sé, si no, ¿para qué lo hace uno?
0:03:41 No sé qué enseñanza.
0:03:45 Otros discretos, Fineo y Osirro, ¿eh?
0:03:50 Osirro, ¿eh? Era hija de Quirón, el Centauro, y también de la ninfa Cariclo.
0:03:57 Osirro, ¿eh? Tenía el Dón Profético, pero se servía de él muy a la ligera, revelaba, aún en contra de la voluntad de los dioses,
0:04:07 la historia secreta de las divinidades.
0:04:11 Y contaba estas historias de sus parientes y conocidos.
0:04:16 Osirro, ¿eh? Fue castigada con una metamorfosis.
0:04:20 Los dioses la transformaron en caballo.
0:04:24 En adelante adoptó el nombre de Hippo, o sea, caballo.
0:04:30 La transformaron en caballo y en adelante adoptó el nombre de caballo.
0:04:36 Si lo hubieran transformado en florero, hubiera adoptado el nombre de florero.
0:04:42 Bueno, no es muy buena esta historia, pero es clásica al menos.
0:04:48 Mucho mejor es la historia de Tiresias, el mago, que quedó ciego por haber visto accidentalmente a la diosa Atenea desnuda mientras se lavaba.
0:05:02 Venía por ahí, por ahí, vio a través de una ligustrina, sintió río como de agüita, ¿no?
0:05:14 Agua pesada, ese.
0:05:16 Y la vio ahí, y ya somos, y estaba Atenea lavándose, tal como...
0:05:26 Como quién la trajo.
0:05:28 Como su padre la trajo al mundo.
0:05:30 Bueno, y entonces se dio cuenta la diosa y dice...
0:05:37 No ves más.
0:05:38 La mamá de Tiresias obtuvo para su hijo como compensación el don profético.
0:05:45 Y también consigó que le regalaran un bastón de cornejo con el cual podía dirigir sus pasos con tanta facilidad como si estuviera dotado de visión.
0:05:57 Además, purificaron sus oídos, de modo tal que empezó a comprender el lenguaje de los pájaros.
0:06:05 Un pájaro decía, pip, pip, pip, pip.
0:06:07 Ya está diciendo que mañana seguro que llueve.
0:06:12 Además, le prometieron la longevidad.
0:06:15 Y por si fuera poco, que después de muerto conservarían el infierno todas las facultades proféticas.
0:06:25 E intelectuales también, ya que en elades de los griegos los muertos se afantasmaban un poco, se volvían más onzos.
0:06:34 Entonces, le dejaron conservar la vivesa de su vida verdadera, y no de la vida fantasmal de la delades.
0:06:46 Yresias, por otra parte, fue la única persona, los mitos clásicos, que fue sucesivamente hombre y mujer.
0:06:54 Una vez, cuando todavía veía, se encontró con dos víboras que estaban copulando.
0:07:02 Casi nadie ve eso.
0:07:05 Yo, solo las víboras se conden bien.
0:07:07 Podrosas.
0:07:08 Es poderosa.
0:07:09 Distinto el perro.
0:07:17 Bueno, vio dos víboras copulando y esta visión lo hizo cambiar de sexo.
0:07:24 Fue mujer durante largos años.
0:07:26 Después vio otras víboras copulando, o las mismas, tal vez.
0:07:30 Y volvió a cambiar de sexo.
0:07:32 Así fue consultado en una famosa discusión, discutían en el Olimpo,
0:07:37 si era que los hombres obtenían del trato sexual más placer que las mujeres.
0:07:42 Y Tiresias, que había tenido las dos experiencias, fue consultado y él dijo,
0:07:47 si en diez partes se divide el placer, nueve son para la mujer y una para el hombre.
0:07:54 Lo dijo Tiresias.
0:07:58 La historia de Tiresias, cuya indiscreción lo dejó ciego.
0:08:04 Ver lo que uno no debe ver también es indiscreción.
0:08:07 Actión era hijo de Aristegüe, es otro este, ¿no?
0:08:11 Y por el Centauro Quiron también. Quiron le enseñó el arte de la caza.
0:08:15 Y un día Actión andaba por el monte Citerón con sus perros.
0:08:19 Y se detuvo a espiar a la diosa Artemis, que se bañaba desnuda en un mananillo.
0:08:31 Otra más, pero de toda.
0:08:32 Sí, ahí todo el mundo se bañaba.
0:08:35 Y la diosa enfurecida, porque era la diosa que más sufría estas indiscreciones,
0:08:39 ya que tenía terror al sexo y al erotismo y al amor.
0:08:43 Odio más que terror.
0:08:47 Terror y odio.
0:08:49 Digo, esta diosa lo transformó inmediatamente en siervo.
0:08:53 Ahora bien, Actión era cazador y andaba con sus perros.
0:08:58 Los mismos perros de Actión cuando vieron el siervo eran 50 los perros de Actión.
0:09:05 Lo devolaron.
0:09:07 Un siervo, chavos, me los comen.
0:09:09 Después del festín buscaron a su dueño en vano, naturalmente.
0:09:15 Finalmente llegaron los perros.
0:09:17 ¡Guau, guau, guau!
0:09:18 Y se dieron hasta la caverna donde habitaba Quiron, que comprendió inmediatamente lo sucedido.
0:09:23 Y modeló una estatua de Actión para consolar a los animales.
0:09:29 Los animales cuya conductora tan absurda como la de todo el mundo en este relato.
0:09:34 Se consolaron.
0:09:43 Tenemos también el cuento de Pandora.
0:09:46 Fue la primera mujer, según los mitos griegos, creada por efectos y ateneas con la ayuda de todos el resto de los dioses.
0:09:55 Por mandato de Zeus, cada dios le regaló un don, una cualidad.
0:10:01 Recibió la belleza, la gracia, la habilidad manual, la persuasión.
0:10:06 Pero Hermes, el mensajero del Olimpo, puso en su corazón la mentira y la falacia.
0:10:13 Efecto la había modelado a imagen de los dioses inmortales.
0:10:18 Zeus la destinaba sin embargo a castigar a la raza humana.
0:10:23 Recuerde que Prometheo había robado a Zeus en una visita al Olimpo unas semillas de fuego de la rueda del sol y las había llevado a la tierra.
0:10:36 Los hombres no tenían el fuego, hasta que Prometheo se lo robó a los dioses.
0:10:41 Y la venganza de Zeus por aquel robo fue enviarles a Pandora a manera de regalo.
0:10:47 Zeus ideó el siguiente plan.
0:10:50 Mandó a Pandora para que el hermano bueno de Prometheo, la especie de Luis Andrini, era Prometheo, se casara con ella.
0:11:02 Y Prometheo, y sube y me casó, me casó. Prometheo, que era el vivo, le dijo, no te casé, debe ser una trampa de los dioses por el fuego que yo le robé.
0:11:12 No, no dice que eso es yo, se casó.
0:11:16 Viene el caso de Zeus le manda otro regalo, una caja, que en realidad era una jarra.
0:11:23 Cuando se habla de la caja de Pandora es un error, es la jarra de Pandora.
0:11:27 Un regalo pero dice en la tapa si no lo abran.
0:11:34 Pero Pandora, indiscreta, picada por la curiosidad, abrió la caja y que resultó contener todos los males de la humanidad.
0:11:46 Los males se esparciaron por el mundo, solo la esperanza que había quedado en el fondo no logró escapar.
0:11:56 Algunos dicen, al oír por primera vez el relato, piensa uno que la esperanza no es uno de los males, que es algo que quedó en el fondo, pero la esperanza también es uno de los males.
0:12:10 Para los grigos consideraban que la esperanza, especialmente la esperanza que no era bendecida con el cumplimiento, es un tormento más.
0:12:22 Recuerde, a aquel viejo relato que es más o menos así, un hombre está preso de la inquisición y lo atormentan, lo someten a distintos tormentos.
0:12:41 Y lo tienen en una celda todas las noches, siempre viene un tipo ilaceado.
0:12:48 Ya está el tipo al cabo de su fuerza porque cada noche lo atormentan.
0:12:54 Pero esa noche no viene nadie a torturarlo y además la puerta de la celda está abierta.
0:13:04 Hay un carcelero, se olvidó de echarle llave, el tanté de la puerta, a ver que está abierta.
0:13:11 Sale, gana un pasillo, nadie le sale al encuentro, huye de la cárcel donde estaba preso, gana el bosque y cuando entran en el bosque siente unos brazos que lo toman de nuevo,
0:13:30 un grupo de monjes que lo apresan, inquisidores y uno le dice al oído, te faltaba un último tormento, el de la esperanza.
0:13:45 Bien, en ese sentido pensaban los grigos que la esperanza no era necesariamente un viejo.
0:13:49 Y el mundo se cionó de plagas, enfermedades, de envidia, rencor, venganza, todo por culpa de Pandora.
0:13:57 Y quizá el cuento de indiscreción más conocido.
0:14:02 Hay algo demoníaco en la curiosidad si uno atiende el criterio impuesto por estos mitos.
0:14:09 Se castiga siempre la revelación de secretos, se castiga incluso a quien roba del cielo adelantos que casi podríamos calificar de tecnológicos.
0:14:19 La demasiada sabiduría también es castigada.
0:14:24 Recuerde que el castigo del paraíso tiene también algo que ver con el demasiado sabiduría.
0:14:34 Y todo esto que resulta extraño se puede explicar de muchas maneras, de tecnología, de secretos de números.
0:14:40 En fin, el conocimiento en sí produce poder.
0:14:45 Entonces cualquier grupo hegemónico sea grupo de dioses, una clase si se quiere, tratan de que uno no sea poder de unos secretos que podrían darle mayor fuerza.
0:14:56 Por eso siempre resultan desproporcionados los castigos impliquidos a quien se entera de algo aunque sea por casualidad.
0:15:05 Yo no sé si me gustan los indiscretos, pero si me gustan los heterodoxos o los sabios, que navegan en busca de lo desconocido,
0:15:15 o indagan en el misterio de la vida, del arte.
0:15:18 Eso es una cosa y otras cosas son los alcahuetes.
0:15:23 Eso es mucho no lo supo.
0:15:27 Hemos ido a la discoteca y me gusta el tango que vamos a escuchar ahora.
0:15:36 Tiene que ver con la historia.
0:15:38 Totalmente tiene que ver porque se llama que nadie se entere.
0:15:42 Que nadie se entere, que es la frase que uno dice cuando acaba de ser sorprendido copulando con una víbora, por ejemplo.
0:15:56 Y que nadie se entere va a cantar Alberto Gómez.
0:16:01 Hay otro tango que nadie se entere, pero es un tango mío.
0:16:05 Distinto, mismo nombre pero distinto.
0:16:10 Yo las conocí este tango.
0:16:12 Pero por más aparte de un pequeño radio cine de los que hacemos en épocas más venturosas de la verdad.
0:16:19 Así que vamos a escuchar este tango, pero por favor que nadie se entere.
0:16:49 Yo sigo muriendo la esperanza.
0:16:52 Llegué hasta la barriada que Dios me amorla a ser.
0:16:56 La misma calma quieta de aquella noche de ella.
0:17:00 Allé para castigo de la recordación.
0:17:04 Tan solo está en silencio la venta ni taquilla.
0:17:08 Donde converso no corrimaba mi loción.
0:17:14 Que nadie se entere.
0:17:18 Que vuelto a buscar la bolsán con las piedras de mi soledad.
0:17:24 Que nadie le diga.
0:17:28 Que vuelto a llamarla y al ver que no estaba me puse a llorar.
0:17:37 Que nadie se entere.
0:17:41 Que no cuego el peado la reja maldita que me oye cantar.
0:17:48 Y a nadie le diga venta ni taquilla que ha rito en mi suco la pena sangrar.
0:17:58 Tan solo cien ya vuelve sin fe y sin esperanza.
0:18:13 Y ves que nuevamente yo espero al trovador.
0:18:17 Entonces venta ni ta contra de mi sandanta.
0:18:21 Decile que no ha muerto en mi querer su amor.
0:18:25 Pero si en su mirada la hilo de otros quereres.
0:18:29 Y ves que no se acuerda del pacar o cantor.
0:18:33 Callate ventanita no quiero que se entere.
0:18:37 Que vuelto hasta su reja mordiendo un ídolo.
0:18:43 Que nadie se entere.
0:18:47 Que vuelto a buscarla volcando la piebre de mi soledad.
0:18:54 Que nadie le diga.
0:18:58 Que vuelto a llamarla y al ver que no estaba me puse a llorar.
0:19:15 Que lo juega el peado la reja maldita que me oye cantar.
0:19:23 Y a nadie le diga ventanita ni taquilla que ha rito en mi suco la pena sangrar.
0:19:40 Sangrar.
No hay comentarios. ¡Podés ser el primero en comentar!