Transcripción automática
0:00:00 Continuamos en la venganza, será terrible en esta última noche aquí en San Juan,
0:00:09 estamos en el Colegio Superior Número 1 de Raúlson y el sábado estaremos en Paraná,
0:00:16 entre ríos, el Domingo en San Nicolás, provincia de Buenos Aires, mañana a viernes no habrá
0:00:21 programa en vivo, se emitirá un programa grabado, decimos esto a la gente de la ciudad de Buenos Aires.
0:00:26 Atención, vamos a abordar un tema de hondo contenido humano, pero también un tema sabú,
0:00:39 así que es un tema en fascículo cerrado, rogamos sacar a los niños de la vencindad del aparato.
0:00:48 Con todo lo que dijo de la pornografía recién, ahora se acuerda de sacar a los niños.
0:00:55 Y es un informe acerca de cómo fue considerado el amor carnal a lo largo de la historia.
0:01:02 La palabra amor, durante muchos siglos tuvo un sentido negativo, sobre todo cuando no tenía que ver
0:01:10 con el fervor religioso, con el amor a Dios.
0:01:15 El Diccionario Universal de Jure Thier de 1690 dice, amor se dice principalmente de esa violenta
0:01:26 pasión que la naturaleza inspira a los jóvenes de ambos sexos para unirse.
0:01:32 Por ejemplo, él se ha casado por amor, es decir, desventajosamente y arrebatado por una ciega pasión.
0:01:40 Eso es lo que se pensaba en 1690, que la idea del amor era patológica, o un poquito patológica.
0:01:52 Más allá de la idea del amor cortés, que es anterior, es un amor obsequente,
0:01:57 en la mayoría de las veces casto, el amor cortés cundió allá por los siglos XII y XIII,
0:02:06 especialmente en el sur de Europa, en el sur de Francia, en la región del Languedocca, ahí nació.
0:02:14 Y era una especie de seguimiento, sin esperanzas, que algunos caballeros hacían de mujeres que muchas veces estaban casadas.
0:02:24 Y entonces ahí vienen aquellos trovadores que cantaban versos en honor de su amada,
0:02:30 o aquellos caballeros valientes que hasta combatían en nombre de su amada, etcétera, etcétera, etcétera.
0:02:38 Bueno, esta idea del amor cortés es una cosa, pero los antiguos aseguraban que el amor carnal era incluso venenoso.
0:02:53 Escribí a San Pablo, cito a San Pablo, si vivís según la carne, moriréis.
0:03:03 San Agustín decía que el deseo era una enfermedad.
0:03:09 Avicena aseguraba que el amor era una melancolía que llevaba la palidez y a la pérdida del apetito.
0:03:17 También Galeno, Maimónides y Constantino el africano creían que las uniones carnales reiteradas, es decir, una detrás de otra, podían llevar a la muerte.
0:03:33 Alberto Magno relató la historia de un hombre que había hecho el amor 66 veces seguidas, una tras de la otra.
0:03:45 En la autopsia se vio que su cerebro había quedado reducido a muy escasas proporciones.
0:03:54 Desde Aristóteles se creía que la simiente masculina la producía al cerebro.
0:04:01 Ah, no es así?
0:04:05 La lujuria jamás se citó como el primero de los pecados, puesto que ese lugar estaba reservado al orgullo o a la avaricia.
0:04:15 Pero todo lo concerniente al pecado carnal sí consideraba ferozmente indigno.
0:04:23 Incluso algunos creían que los animales participaban de esa opinión, que los animales veían estas uniones como algo indigno.
0:04:34 Pedro Damián, un monje que llegó a ser cardenal de hostia, disculpen, a mediados del siglo XI, sostenían que los elefantes sentían vergüenza por su propia sexualidad.
0:04:47 Escribió Pedro Damián.
0:04:50 Se cuenta que el elefante, todos tienen la misma voz.
0:04:55 Sí, se cuenta, además, es en voz pasiva.
0:04:58 Se cuenta que el elefante ama la pureza de la castidad de un modo tan excepcional y que va tan lejos en la execración de la obscenidad de sus deseos.
0:05:12 Mirá el elefante.
0:05:14 Que cuando está obligado a unirse para perpetuar la especie, gira la cabeza y mira a Pón Costado.
0:05:30 Al principio no lo creía. Me parecía demasiado suponer.
0:05:35 Pero ahora comprendo que sí.
0:05:37 El elefante nos está dando un verdadero ejemplo.
0:05:41 Aprendan del elefante este ejemplo de ternura.
0:05:47 Pero más allá de los decires antiguos y modernos respecto a las consecuencias del amor carnal,
0:05:53 si tenemos unas curiosidades históricas respecto al despliegue que debían desarrollar las parejas si querían tener una conducta pura.
0:06:04 Por empezar, debían limitarse las ocasiones para la unión.
0:06:10 San Agustín decía que cuanto más frecuentemente los esposos se abstuvieran el uno del otro, mejor sería.
0:06:24 La Edad Media produjo un conjunto de prohibiciones que estaban referidas a los lugares, a los momentos, a las modalidades, etc.
0:06:34 Se prohibió, por ejemplo, la unión carnal durante un determinado número de días del año.
0:06:40 La primera y la más respetada fue la del domingo.
0:06:44 O sea, no había que ensuciar el día del Señor.
0:06:47 San Cesario lo había pedido en el siglo secto.
0:06:50 Escribió, ante estado cada vez que llegue el domingo que nadie conozca a su mujer.
0:06:55 Muy bien. Ante todo, buenas tardes.
0:06:59 Roma, sin embargo, nunca convirtió esto en una prohibición, más bien, una recomendación, una invitación a la buena conducta.
0:07:06 Allá, por decirlo, 9, la doctrina de la continencia desarrollada en los penitenciales había alcanzado una exigencia insoportable.
0:07:16 Además de desaconsejar el domingo, como ya se ha dicho, se añadió el miércoles, que era día de penitencia, el viernes, que era el día de la muerte de Jesús,
0:07:26 y el sábado dedicado al recuerdo del Cristo yaciente.
0:07:30 Se prohibió también el amor carnal durante las tres cuaresmas del año y durante la semana de Navidad, en San Esteban, San Juan Bautista,
0:07:39 el Día de los Inocentes, los Días de Epifanía, la Purificación de la Virgen, la Ascención, Pentecostés, la Festividad de los Apóstolos, Pedro y Pablo,
0:07:49 San Miguel, Todos los Santos, San Martín y San Andrés.
0:07:52 Todos los días no se pueden.
0:07:55 Una vez restados todos estos días, quedaban cada año 91 días para unirse.
0:08:02 Siempre y cuando la esposa no estuviese embarazada o en una de sus jornadas impuras.
0:08:08 Si descontase esto, el resultado era una media de 40 días por año para el amor.
0:08:16 Bueno, tales prohibiciones no podían ser respetadas, y no lo fueron porque, de lo contrario, el mundo cristiano se hubiese extinguido.
0:08:28 Contemos para terminar, o para casi terminar, una breve historia de este respecto.
0:08:35 El caballero Charles de Marion, participó de la primera cruzada, allá mediados del siglo XI, bajo las órdenes de Godofreux de Boulion,
0:08:45 y dejó a su esposa en el territorio cristiano, Francia, y estuvieron separados por seis años.
0:08:54 Charles de Marion luchó por su dios con enorme frenesía.
0:08:59 En una ocasión, después de horas de combate contra los arrasenos, la sangre seca de sus manos no le permitía soltar la empuñadura de la espada.
0:09:13 Cuando no había batalla, Charles de Marion cargaba el estandarte de la cruz y emulaba el último andar del Cristo.
0:09:23 Se confesaba en cada iglesia del camino y no eludía ninguna nimiedad litúrgica.
0:09:32 Parecía no haber, entre ese agüeste, un hombre más fiel a su fe, dice el cronista.
0:09:39 De Marion regresó a su hogar años más tarde, transido por cicatrices, pero con el entusiasmo pleno.
0:09:47 Quería ver a su esposa llamarla después de tanta lucha.
0:09:53 Cuando llegó a su pueblo de la Borgoña, luego del encuentro emocionado, Charles de Marion quiso abrazar a su esposa para que el abrazo lo llevara a la intimidad.
0:10:06 Pero la mujer le dijo al cruzado que era el día de San Esteban.
0:10:12 Entonces de Marion estalló, indignado porque nadie como él había defendido la fe, forzó a su esposa y luego arrepentido hizo su confesión en la iglesia del pueblo.
0:10:30 El parro, que se le llamaba Guillermo de Nulli, lo retó violentamente y amenazó con escribirle al cardenal de Borgoña por semejante falta.
0:10:39 Y entonces Charles de Marion tuvo un ataque, se enloqueció, mató al religioso, decapitó las figuras de la iglesia, volvió a astillas los bancos,
0:10:49 escupió la agua bendita y se marchó de la Borgoña para siempre.
0:10:53 El rey Felipe I llegó a enterarse del asunto y mandó a apresarlo, pero la verdad es que nadie supo más del destino de Charles de Marion.
0:11:03 Una historia tremenda.
0:11:06 A mí me gustan más las otras historias, las del desenfreno, la historia por ejemplo de Cleopatra, que según dicen en una sola noche atendió a 108 amantes.
0:11:28 Bueno, no serían tan buenos.
0:11:35 Del mismo modo se cuenta que el emperador amarillo, un emperador chino, casi legendario, tenía 1200 concubinas y era capaz de atenderlas una tras otra sin despeinarse.
0:11:54 Y las complacía a todas.
0:11:58 Mejor parece la historia de Zeus cuando quiso seducir a Alcmena, la mujer de Anfitrión.
0:12:11 Anfitrión era un tipo que se había ido a una guerra, se fue a la guerra, que es yo.
0:12:16 Zeus, el príncipe de los dioses griegos, quería seducirla y apelogó a su truco más usual, que era tomar la forma del marido y aparecerse.
0:12:32 Entonces tomó la forma de Anfitrión, para eso era el príncipe de los dioses, y se presentó en la casa de Alcmena diciendo,
0:12:41 Hola, soy Anfitrión, tu marido, vuelvo de la guerra.
0:12:46 Anfitrión.
0:12:47 ¡Oh, qué sé, qué sé yo!
0:12:50 Zeus hizo también algunos arreglos interesantes.
0:12:55 Por ejemplo, le dijo al sol que no saliera durante nueve noches, que prolongara esa noche por nueve.
0:13:12 Le vienen a ser unas cuantas horas, algo así como 216 horas.
0:13:19 El sol dice, bueno, también nos sal, fue una noche prolongadísima, y amo Alcmena bajo la forma de Anfitrión, su marido, durante todo ese año.
0:13:27 Y se fue tranquilamente.
0:13:29 Muy bien, dijo.
0:13:31 ¡Listo el pollo!
0:13:35 Al rato, golpea la puerta.
0:13:42 Anfitrión.
0:13:43 ¡El verdadero!
0:13:45 El verdadero Anfitrión.
0:13:47 El verdadero Anfitrión, y la mina que estaba a medio, tardó en atender.
0:13:52 ¿Qué haces? Otra vez acá.
0:14:04 Sí, qué sé yo, bla, bla, bla, empezo a hablar del tipo.
0:14:08 La mina no miraba.
0:14:09 El tipo empezó a contarle otra vez episodios de la guerra.
0:14:13 Y se ve que yo me la contaste.
0:14:16 Y ahí Anfitrión sopechó algo, pero convenía en los mitos griegos ser vulnerado de esa manera por el Príncipe de los Dios.
0:14:29 Anfitrión también se unió a la mujer y de esa unión, de esas uniones nació.
0:14:38 Heracles, que era el hijo de Zeus, Ífito, creo que se llamaba, que era el hermano de Zeus, el hermano de Heracles, que no era tan poderoso, que era el hijo de Anfitrión.
0:14:51 Mucho peor fue lo que le pasó a César Borges, el hijo del Papa Borges.
0:15:00 Parece que habían arreglado un casamiento con una dameita de la Corte Francesa, medio parienta del rey, no tan parienta como hubieran deseado los Borges,
0:15:14 pero bueno, iban a emparentar con la realeza de Francia.
0:15:19 Y entonces, César Borges, que era un caballero muy inhalante, no quiso que esa noche fuera una noche cualquiera.
0:15:30 Me refiero a la noche de casamiento.
0:15:34 Entonces, lo fue a ver a un farmacéutico que él conocía para que le preparara un específico que mejorara su rendimiento amoroso.
0:15:49 Y yo me iré, me caso.
0:15:51 Y no quiero desentonar la noche del casamiento, imagínense eso, soy la familia Borges,
0:15:57 estoy representando un estirpe, qué sé yo, prepáreme alguna cosa que me ponga en estado galante durante toda la noche.
0:16:07 Ese quede tranquilo.
0:16:10 El caso es que sea por ineptitud o por malicia del farmacéutico,
0:16:17 en realidad lo que se llevó César e Borges a su alcova no oficial fue un purgante.
0:16:31 Y así anduvo toda la noche de la cocina a la sala, como quien dice.
0:16:39 Lo que no impidió que después le escribiera a su padre el Papa Alejandro Borges,
0:16:47 que había salido victorioso en cinco combates.
0:16:52 No sé qué contaba como combate.
0:16:58 Estas historias son mejores que las de Charles de Marión, por ejemplo.
0:17:10 Historias de personas que son reprimidas en su lujuria.
0:17:18 Y hemos ido a donde el discotecario para que nos diera un disco.
0:17:24 ¿Súbido de tonos?
0:17:26 Sí, subido de tonos, si fuera necesario, le expliqué todo eso.
0:17:29 Y el discotecario me dijo que él también contó varias historias,
0:17:34 que casi no sé qué le ocurre.
0:17:39 Y me entregó este tanguito que bien puede aplicarse a la noche de Cleopatra con sus 108 amantes,
0:17:53 a las noches del emperador amarillo con su 1200 con cubina,
0:17:59 a la noche interminable de Zeus con Almena,
0:18:03 o a la noche de purgantes de Chéssareborda.
0:18:08 Y el tango se llama, ¿Qué noche?
0:18:11 Vamos a escucharlo en la versión del querido Roberto Grela.
0:18:17 Y conviene que también les diga que para mí esta es una noche inolvidable, esta de San Juan.
0:18:25 Así que por todos esos motivos escucharemos ahora,
0:18:29 a Grela tocando, ¿Qué noche?
0:18:55 La noche en el que se le da un toque de la noche.
0:19:00 Y la noche en el que se le da un toque de la noche.
0:19:05 Y la noche en el que se le da un toque de la noche.
0:19:10 Y la noche en el que se le da un toque de la noche.
0:21:00 Era Roberto Grele, en la venganza será terrible que noche.
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