Transcripción automática
0:00:00 Alejandro, vamos a la charla de esta noche de una buena vez.
0:00:03 Intrigas durante el gobierno de Chente, así que estamos en la China.
0:00:09 En la China en el siglo XVI, el imperio era regido por la dinastía Ming,
0:00:13 aquella a la cual pertenece en las porcelanas que se rompen en las películas de espionaje.
0:00:20 Pero también fue la dinastía que expulsó a los mongoles, allá por el año 1368.
0:00:25 Mongoles que estaban en el poder en la China cuando llegó el viajero Marco Polo.
0:00:30 Marco Polo dijo, hablado de los chinos, y de los chinos, se cuenta de que no eran chinos.
0:00:35 El Kublai Khan finalmente no era chino, era mongol.
0:00:40 Pero a Marco Polo, que venía de Venecia sin mucha experiencia, no había tantos chinos en Venecia como hay ahora,
0:00:46 le daba tanto un chino como un mongol, como un coreano, lo que fuera.
0:00:52 El que era colectivo, lo dejaba en la puerta, Marco Polo.
0:00:57 Se mantuvo esta dinastía de los Ming hasta 1644, cuando se suicidó el último emperador Ming,
0:01:04 Sun Cheng, ante la imposibilidad de repeler la invasión de los Manchues.
0:01:10 Quiero decir que en la China en todas las dinastías hubo gran preocupación por algunos asuntos.
0:01:18 Uno de ellos era la inmortalidad.
0:01:21 Hemos contado muchísimas historias de emperadores o de príncipes muy poderosos que buscaban el elixir de la inmortalidad.
0:01:28 Sin ir más lejos, aquel que se denominaba sí mismo el primer emperador, o sea, sí guantí, que no era el primero.
0:01:35 Pero él quiso ser el primero y para lograrlo abolió la historia, y quemó los libros.
0:01:42 Y construyó la muralla, empezó a construir la muralla china.
0:01:45 Aquí el hombre, entre otras muchas asañas, envió unas expediciones a buscar las islas donde crecían los duraznos de la inmortalidad.
0:01:54 Pediciones con miles de hombres, o no regresaron o regresaron sin duraznos.
0:02:01 O ante la falta de durazmos, de durazmos no resolvieron no regresar para evitar represalias.
0:02:06 También oímos la historia de aquel que se rodeaba de un vago de inmortalidad encerrado en una habitación.
0:02:14 Había descubierto una especie de vapor cuya inhalación lo mantenía con vida.
0:02:20 Un día alguien abrió la ventana, disipado el vago, respiró el aire puro y murió.
0:02:26 También contamos la historia de aquel que creía que el jade proporcionaba la inmortalidad y murió atragantado por un ladrillo de jade.
0:02:36 La otra preocupación era la de medir la capacidad de los gobernantes.
0:02:46 Por ejemplo, habían creído saber, los chinos, que los malos gobernantes causaban terremotos.
0:02:56 Que cuando un emperador era inecto, la tierra se movía.
0:03:01 La tierra se movía porque el emperador no era capaz con su energía y con su saber de mantener el universo en orden.
0:03:08 Y un universo desordenado lo primero que causa son terremotos.
0:03:12 No otro fue el motivo de la invención del primer sismógrafo en la China en el año 103.
0:03:22 No se vaya a creer que era un sismógrafo como los que hay ahora, sino que eran unas bolitas que, de golpe, si algo se desacudía, se caían.
0:03:31 Es como si una silla fuera un sismógrafo.
0:03:34 Si se mueve la silla es que hay terremoto.
0:03:38 ¿Cómo sabían en San Francisco que había terremoto?
0:03:41 Se movía todo.
0:03:43 Cada edificio era un sismógrafo.
0:03:47 Muy bien, digo todo esto porque la historia que hoy contaremos tiene que ver con la búsqueda de la inmortalidad y con el mal gobierno.
0:03:56 En la Corte de los Mej existían unos personajes que eran los que tenían más influencia en el carácter del emperador.
0:04:03 Hablamos de los Eunuchos.
0:04:05 He sabido que llegar a la presencia del emperador era un privilegio para unos pocos.
0:04:11 Y esos que llegaban hasta él muchas veces quedaban aturdidos o en éxtasis ante su figura, nadie osaba hablarle.
0:04:19 Los únicos que andaban más o menos tranquilos a su alrededor eran los Eunuchos.
0:04:23 Eunuchos cuya principal función o primigenia función era el cuidado de los arenes, de los herralios, de los grupos de concubinas reactives.
0:04:32 Pero uno de estos Eunuchos tuvo un papel importante en esta historia.
0:04:36 En 1506 llegó al trono chino Chen T.
0:04:40 Era, según las crónicas, un inesperto en todo, un caído del castre.
0:04:45 Pronto un Eunucho quiso dominarlo.
0:04:48 Este Eunucho se llamaba Liuchin y se puso a la cabeza de una coalición de altos funcionarios y mercaderes.
0:04:57 A Liuchin, el Eunucho, le resultó bastante fácil convencer al emperador que era mucho mejor para el imperio tener una sola mente dirigente y que esa mente debía ser la suya.
0:05:10 Así, el aparato administrativo, la designación de cargos oficiales, las disposiciones bureaucraticas, quedaron en manos del Eunucho Liuchin.
0:05:19 Digamos que se habían cargado de crear un nuevo lugar en aquel imperio. Liuchin se convirtió en una especie de válido o primer ministro, si usted quiere llamarlo así.
0:05:28 Pasó un año, Chen, y Liuchin había logrado alejar a todos los adversarios,
0:05:33 incluidos otros Eunuchos que pertenecían a facciones contrarias a la suya, porque había distintos partidos de Eunuchos.
0:05:43 Chen Tee, el emperador, se sentía feliz porque había encontrado una persona que se encargaba de las tareas de gobierno.
0:05:51 Él, después de todo, había sido educado para los placeres del palacio y lo que estaba fuera de ahí no le interesaba en absoluto, a Chen Tee.
0:05:59 Además, estaba obsesionado por encontrar un elixir que le hiciera inmortal.
0:06:05 Se la pasaba encerrado en sus aposentos, deben cuándo salía a pasear por los jardines o a la encuentro de algunas sus concuguinas, o qué se.
0:06:14 Chen Tee, durante la búsqueda del elixir, estaba en manos de las indicaciones de un misterioso sacerdote que se llamaba Chao Chucheng.
0:06:23 Chao Chucheng es un magnífico nombre para un sacerdote que no solo buscaba el elixir sino que él mismo decía ser inmortal.
0:06:32 Este hombre, Chao Chucheng, decía ser inmortal.
0:06:35 Disculpe, yo soy inmortal.
0:06:38 Bueno, esa sacerdote lo tenía ocupado todo el día, el emperador preparando brevajes que, según Chao Chucheng decía, él mismo había engerido alguna vez y se lo asociaba a tomar a Chen Tee.
0:06:52 Sin embargo, la ilusión de Chen Tee disminuyó un poquito cuando el hombre Chao Chucheng, el inmortal, murió de un ataque al corazón mientras mezclaba unos líquidos.
0:07:03 Pero Chen Tee no perdió la fe y siguió trabajando solo.
0:07:07 Mientras tanto, el nuco Luchin se había convertido en el verdadero emperador, en el verdadero hijo del cielo y hacía desastres.
0:07:14 Con un primer decreto oficial, condenó a muerte 300 funcionarios que le caían antipáticos.
0:07:20 Y en los cargos de los eliminados colocó a los parientes y a los amigos hasta que se volvó el momento en que todos los puestos claves del imperio estaban manejados por él.
0:07:29 Provincias enteras le entregaban la totalidad de los impuestos en beneficio suyo.
0:07:34 Se asaltaban y saqueaban todas las viviendas donde se acumulaban riquezas para incrementar el peculio de aquel ministro.
0:07:43 Parecía que nada podía detener a Luchin.
0:07:46 Entre las personalidades que el eunucho había perseguido, se encontraban algunos miembros de la familia Yang, que habían construido una facción rival sostenida por el filósofo Wang Yang Ming.
0:07:57 El apellido va primero en China.
0:07:59 Wang Yang Ming.
0:08:00 Wang Yang Ming sobornó a otro eunucho que se hacía pasar por amigos de Luchin.
0:08:07 Y este eunucho le confesó a los Yang que el eunucho principal tenía como ambición convertirse redondamente en el emperador.
0:08:15 Así que en el oeste de China comenzó a formarse un ejército al mando de Wang Yang Ming,
0:08:20 ejército que marchó sobre la capital y poco a poco fue aumentando el número de sus seguidores.
0:08:25 Aquí de todos modos diré algo.
0:08:27 Kafka nos enseñó que la China es tan grande que cuando un ejército se organizaba para revelarse contra un emperador, ese emperador ya había muerto.
0:08:39 Porque las noticias tardaban mucho en llegar.
0:08:43 Entonces para que la noticia de que un emperador era tirano llegase a las provincias del oeste, hacían falta 10 años.
0:08:50 Y otros 10 años para atacar el palacio imperial de Han Chew o de Pequín o de lo que fuera.
0:08:59 Quiero decir que cuando llegaba ya había otro.
0:09:02 Las órdenes también llegaban tarde.
0:09:05 Sus órdenes, Rollong, eran obedecidas por personas que no habían nacido al ordenarlo usted.
0:09:11 Y usted cuando esta persona cumplía su orden ya no le importaba porque era afinado.
0:09:15 Y esa es la desventaja de un territorio demasiado grande.
0:09:19 O quizá la desventaja de unos medios de transporte demasiado lento.
0:09:24 Como quiera que sea, había un ejército de la familia Yang.
0:09:29 Y los Yang entraron en la capital, triunfaron y le contaron al emperador todo lo que había sucedido bajo la dirección de Liu Chen.
0:09:40 El Eunucho, bajo tortura, confesó que tenía la intención de conquistar el trono y fue de capital.
0:09:47 Pero el emperador Chen-te seguía siendo el mismo pavo de siempre.
0:09:51 No quería gobernar.
0:09:53 Pasaban los años y continuaba buscando el elixir, disfrutando de las concubinas y paseando por los jardines.
0:10:00 Wang Yang-men, el general, ocupó entonces el puesto que ocupaba antes el Eunucho.
0:10:05 Revisaron la residencia del Eunucho y encontraron 58.000 piezas de oro, 240.000 lingotes, peso total de oro 10 toneladas.
0:10:14 Había 40.000 kilos de plata y 20 arcones llenos de piedras preciosas.
0:10:19 Un vueltito.
0:10:20 Sí, se quedó con un vueltito.
0:10:22 Pronto se supo que en tantos años de derroches y robos Liu Chen había reducido las financias imperiales a cero.
0:10:29 La población se había empobrecido.
0:10:32 Número de mendigos había aumentado.
0:10:35 Los mercaderes estaban en la ruina, una porquería.
0:10:38 Cuando el general Wang Yang-men advirtió al emperador acerca de todo aquello,
0:10:42 Chen-te quiso solucionar el problema, pero sólo para la posteridad.
0:10:47 Su deseo de eternidad era demasiado importante.
0:10:53 Entonces, lo único que hizo fue agarrar la guista del Eunucho y aumentarlas su anteosidad de la corte,
0:10:59 mandó a construir monumentos enormes, a los arquitectos que preguntaban cuánto iban a durar las obras
0:11:05 y si serían conocidas por las generaciones venideras.
0:11:09 Empezaron otros líos.
0:11:11 Eruditos financiaban revoluciones.
0:11:14 Y el emperador seguía levantando templos y bebiendo elixires.
0:11:20 Empezaron las guerras.
0:11:23 El ejército imperial, a cargo de Wang Yang-men, mataba a los sospechosos de unirse a los insubordinados
0:11:29 y al final prevalecieron.
0:11:32 El general Wang Yang-men, tranquilizada la situación,
0:11:36 convenció al emperador que se fuera.
0:11:39 Se fuera a visitar las tierras del norte.
0:11:41 Lo mandó de paseo.
0:11:43 Le hablaron de las bellezas del camino.
0:11:45 Y el emperador se lo llevó a visitar.
0:11:48 Y el emperador se lo llevó a visitar.
0:11:51 Y el emperador se lo llevó a visitar.
0:12:12 ¿Tiene un desengaño posmorten?
0:12:14 ¿O se desengaña antes?
0:12:17 ¿Viene algún momento a venirle a la muerte
0:12:20 y aprovecha para desengañarse en ese ratito?
0:12:23 ¿O muere con la iglesia?
0:12:25 ¿Tiene un desengaño posmorten?
0:12:28 ¿Tiene un desengaño posmorten?
0:12:31 ¿O se desengaña antes?
0:12:34 ¿Viene algún momento a venirle a la muerte
0:12:37 y aprovecha para desengañarse en ese ratito?
0:12:40 ¿O muere con la ilusión de que no ha muerto?
0:12:43 Porque mientras uno tiene conciencia, está vivo.
0:12:47 No hay manera de desengañar a alguien que cree que es inmortal.
0:12:51 Porque ya muerto no tiene capacidad de desengaño.
0:12:54 Así que conviene creerse inmortal.
0:12:57 O sea, ayuda a muchos problemas
0:13:00 que son los que nos hacemos antes de morir.
0:13:03 Los únicos que existen por otra forma.
0:13:06 Así murió como tantos que buscaban la inmortalidad
0:13:10 el amigo Chente que, por otra parte, era un ganso.
0:13:14 ¿Le gustó esta historia de Unucos,
0:13:18 de gobernantes caídos del Capre,
0:13:22 y de Lixires?
0:13:25 Y está pensando que,
0:13:28 si no lo hagan,
0:13:31 hay cosas que se ve que no son compatibles, Alejandro,
0:13:35 y todo no se puede en la vida.
0:13:38 Para un gobernante,
0:13:41 por muy simpático que nos caiga la gente
0:13:44 que quiere vencer a la muerte,
0:13:47 mejorasen cuidar de su reino
0:13:50 si es que quiere ejercer esto
0:13:53 y dejar a los filósofos o a los poeta o a los buscadores
0:13:57 esta cuestión de la inmortalidad.
0:14:00 Y si no, digamos que se abstenga de gobernar
0:14:03 y búsquela inmortalidad.
0:14:06 Pero lo que no se puede es ejercer un poder
0:14:09 pensando en otra cosa porque abajo hay gente que sufre.
0:14:12 Bueno, querido Rolón,
0:14:15 me pregunto con qué podemos ilustrar
0:14:18 esta lucha contra la muerte.
0:14:21 Que siempre diga la despada.
0:14:24 Vamos a convocar a dos artistas amigos.
0:14:27 El primero estuvo ayer y es el legendario
0:14:30 pianista chino Federico Mirojie
0:14:35 que aquí se llega nuevamente y aquí vamos a saludar.
0:14:43 Y el segundo es uno de los grandes cantores
0:14:46 de la historia del tango
0:14:48 con el que nos encontramos esta noche
0:14:51 después de alguna ausencia.
0:14:54 Y es nada menos que Guillermo Fernández.
0:15:07 Va a cantar Guillermo un tango que forma parte
0:15:10 de la opereta Creolla, lo que me costó el amor de Laura
0:15:14 que el propio Guillermo interpretó
0:15:17 haciendo el papel de la muerte.
0:15:20 Yo siempre dije que, y de verdad lo digo,
0:15:23 las dos obras más lindas que yo hice en mi vida
0:15:26 y hace 42 años que canto
0:15:29 fue María de Buenos Aires
0:15:32 y lo que me costó el amor de Laura.
0:15:35 Muchas gracias Guillermo por comparar
0:15:38 la humildísima opereta Creolla
0:15:41 con la gran obra del amigo Gracio Fuerta.
0:15:47 Y que sé si está bien ese micrófono,
0:15:49 no está un poco de igual.
0:15:52 Bueno, y que podemos cantar que tenga que ver
0:15:55 con la inmortalidad sino el tango de la muerte
0:15:58 interpretado por el señor Guillermo Fernández
0:16:01 en el papel de la muerte.
0:16:21 Uno mismo el que no está
0:16:24 y no sentir ningún dolor
0:16:28 es lo que duele más.
0:16:32 Llegó el olvido vencedor
0:16:36 y ya el saqueo comenzó
0:16:40 en la memoria sin guardia
0:16:44 libros de fiel, corrobala
0:16:48 de tu verso más ganador
0:16:52 nadie se acordará
0:16:57 yo sueco con la carta más segura
0:17:03 no importa los bailenes de la suerte
0:17:09 aquí donde ves
0:17:12 yo soy la muerte
0:17:15 el perecio de la última bendura
0:17:20 yo soy mucho más fuerte que en la vida
0:17:27 yo soy la última rima del poeta
0:17:33 y vos en todo acorde siempre suena
0:17:39 y con cualquier cabello
0:17:43 su agua es fila
0:17:47 no hay que pensar ni preguntar
0:17:51 yo soy mi propia explicación
0:17:56 soy el sentido y el motor
0:18:00 de la muesía y el amor
0:18:05 en la despera vamos a su tiempo terminó
No hay comentarios. ¡Podés ser el primero en comentar!