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14 de Marzo de 2014

Investigadores científicos desgraciados: Abate Domenech, Franz Güssmann, Professor Johann Beringer

Transcripción automática

0:00:00 Continuamos la venganza sin anarribles, estamos en radio del Plata.
0:00:06 ¿Y cómo suena eso?
0:00:08 ¿Qué lindo era eso?
0:00:19 Látima que no, me lo sé.
0:00:23 Aquí una gente que viene de Carmen de Patagonas pidió que cantara museo, pero a eso.
0:00:29 Me cuesta cantarlo con la música.
0:00:33 Me cuesta cantarlo en circunstancias normales.
0:00:37 El dúo de lo que me costó el amor de Laura con Cielán.
0:00:40 Sí, en la sombra. Muchas gracias por pedir eso.
0:00:43 ¿Tienen las partituras de eso o también las perdió?
0:00:45 Claro, es así.
0:00:48 Probablemente hayan sido destruidas por un aparato como ese que usted se quiere con un piturador.
0:00:54 Bueno, vamos a hablar hoy de imbalar la música.
0:01:02 Y de investigadores desgraciados.
0:01:06 Vamos a un breve, brevísimo catálogo de hombres que no fueron dichosos en su actividad científica.
0:01:19 Primero tenemos a un hombre poco riguroso en sus estudios y ávido de honores.
0:01:27 Pero que por no reconocer sus propias limitaciones hizo pasar a Francia un papelón.
0:01:34 Esto sucedió allá por 1860.
0:01:38 En la biblioteca del arsenal de París había un misterioso manuscrito.
0:01:45 Nadie sabía cómo había llegado allí.
0:01:48 En el catálogo figuraba con el título de Libro de los salvajes
0:01:54 y contenía extraños diseños y dibujos.
0:01:58 Y de acuerdo con la tradición de la biblioteca era obra de un indio norteamericano.
0:02:06 Paul Lacroix, que era director de la institución,
0:02:09 llamó al Abate de Ménèche un ilustre geógrafo para investigar aquel tesoro en cuestión.
0:02:18 Lacroix sabía que el Abate había viajado por los Estados Unidos y México
0:02:23 y que era un experto en cuestiones indígenas.
0:02:28 Muy bien, el Abate de Ménèche comenzó a estudiar el manuscrito
0:02:32 y después de algunas semanas estaban condiciones de ofrecer una interpretación.
0:02:38 Los diseños, dijo, no eran otra cosa que ejemplos de la antigua escritura de los indios
0:02:45 y poseían enorme importancia científica.
0:02:49 Aportaban valiosos datos sobre la antigua cultura indígena
0:02:53 y hasta se dijo que era un descubrimiento homologable al de Champollion.
0:02:58 Recuerda usted la piedra de Rosetta,
0:03:01 permitió descintrar los geográficos.
0:03:04 Romén Hetz, dijo también que estaba seguro de que los geográficos de aquel cuaderno
0:03:11 aludían a la migración de ciertas tribus y al misterio de sus antiguas religiones.
0:03:17 Resultaba particularmente sorprendente que algunas ilustraciones
0:03:22 incluyeran detalles de cierto culto fárico.
0:03:29 Los hombres de Ciensa de París sugirieron que el Abate debía reclamar el premio Volnaik,
0:03:36 que era una especie de premio Nobel de aquello tiempo.
0:03:39 Por recomendación del gobierno se resolvió publicar el estudio del Abate de Ménèche
0:03:45 a expensas del Estado y bajo su adición.
0:03:49 Pero algo no duró bien.
0:03:52 Cuando se distribuyeron los premios del Salón de París,
0:03:55 Napoleón III, pronunció la acostumbrada oración oficial
0:04:00 y el emperador se dejó llevar por lelocuencia
0:04:03 y declaró que Francia era maestra de todas las naciones,
0:04:07 que la civilización occidental debía su existencia en la iniciativa francesa
0:04:12 y que llevaba el sello del espíritu y del carácter francés.
0:04:17 Todo esto para presentar en aquel Salón el descubrimiento del Abate de Ménèche.
0:04:22 Al poco tiempo el estudio llegó a Alemania y cayó en manos de un tal Peth Hold,
0:04:30 un filólogo de Dresd.
0:04:33 Peth Hold se indignó y pocas semanas después publicó un folleto de 16 páginas
0:04:41 con el título de El Libro de los Salvajes a la Luz de la Civilización Francesa.
0:04:48 Y el filólogo alemán, el tal Peth Hold,
0:04:52 declaró que el Libro de los Salvajes no era otra cosa que las hojas de un escolar hermano americano.
0:05:01 Era evidente que el niño vivía en alguna gran jaislada
0:05:04 y que había llenado las páginas con diversos dibujos para matar el aburrimiento.
0:05:11 Una figura que sostenía un látigo no era un brujo indígena,
0:05:15 sino el maestro con su caña, a modo de puntero.
0:05:19 Una misteriosa forma alargada no era el símbolo de un rayo y del castigo divino,
0:05:24 como lo había expuesto Doménèche, sino una salchicha.
0:05:28 Un hombre de seis ojos no era el sabio o el espíritu del fuego,
0:05:35 sino un monstruo nacido de la imaginación infantil.
0:05:40 Un pequeño círculo con dos puntos representa la cabeza,
0:05:44 en la forma clásica de dibujo del niño.
0:05:47 Un gran círculo, el estómago y dos palitos en las piernas.
0:05:52 Peth Hold dijo que el culto fálico eran unos dibujos obscenos parecidos
0:05:58 a aquellos con los que se suelen afear las instalaciones consagradas a la higiene pública.
0:06:06 Ahora, el problema tenía otro aspecto.
0:06:09 El geógrafo Doménèche no conocía el idioma alemán ni sabía nada de la escritura gótica.
0:06:16 Un hombre de mediana cultura hubiera advertido los trazos góticos que había en las hojas,
0:06:22 pero Doménèche quiso la gloria solo para él, no consultó a nadie y cayó en aquella trampa.
0:06:32 El gobierno francés pidió disculpas por lo publicado,
0:06:35 retiró los ejemplares de la circulación, a la bata de Doménèche, no se lo castigo,
0:06:41 pero perdió todo crédito académico y vivió hasta los 87 años callados.
0:06:48 Este es el primero.
0:06:52 Así como en un principio se creyó en Doménèche y luego el hombre cayó en el descrédito,
0:07:00 otros tuvieron un camino inverso.
0:07:03 Por ejemplo, costó mucho convencer a la comunidad científica
0:07:09 de que los meteoritos eran objetos procedentes del espacio.
0:07:13 Hablamos hace tiempo acerca de una superstición
0:07:17 que proviene de Aristóteles y que perduró muchos siglos.
0:07:21 Aristóteles decía que una piedra que había caído en Grecia
0:07:25 era un objeto que había sido elevado por el viento en determinado lugar
0:07:30 y que había sido transportada a aquel lugar.
0:07:32 Allá por 1780 la Academia de Ciencias le encargó al químico Lago Acién
0:07:38 una indagación acerca de la procedencia de esos extraños bloques metálicos
0:07:44 que quedan tanto apareciendo en el domingo.
0:07:48 Cuando llegó el informe de Lago Acién, hablaba de la procedencia espacial de los meteoritos,
0:07:55 la Academia declaró que eso era increíble y no lo aceptaron.
0:07:59 Era imposible que decirlo que ayeran piedras.
0:08:03 La Academia aseguró que los meteoritos eran expulsados por erupciones surterráneas y chau.
0:08:10 De pocos años más tarde la Lago Acién, allá por 1794,
0:08:14 fue condenada a la Guillotina, pero no por su opinión científica,
0:08:20 sino porque había pertenecido a una corporación de cobradores.
0:08:25 Sí, claro. De cabradores de impuestos.
0:08:28 De cabradores de impuestos que aquí lo hemos contado funcionaban así.
0:08:32 Primero le pedían al Estado una guita y después recaudada.
0:08:37 Sí, lo que sobraba se lo quedaban para él.
0:08:44 Cuando vino la revolución a la Guillotina, a la Lago Acién.
0:08:48 Casi un siglo después, un tal Frank Guzmán,
0:08:52 es suíta y profesor de la Universidad de Viena,
0:08:55 planteó otra vez que los meteoritos eran objetos que caían de las alturas,
0:08:59 productos de desperfectos cósmicos y gravedades terrestres.
0:09:04 Nadie hasta principios del siglo XX le dio bolilla
0:09:08 y un libro que había publicado para divulgar el asunto
0:09:13 fue rechazado miles de veces.
0:09:16 Todos los ejemplares eran devueltos a su autor.
0:09:20 Entonces Guzmán quemó sus libros y ante la intolerancia científica de los demás
0:09:25 se dedicó a estudios religiosos hasta su muerte.
0:09:30 Último señor.
0:09:33 En los círculos científicos alemanes, el descubrimiento realizado por el profesor Beringer,
0:09:38 consejero local de Wurtenberg, provocó el gran revuelo.
0:09:42 Esto fue en el año 1726.
0:09:45 En sus exploraciones, Beringer dio con una antigua cantida
0:09:52 en la que encontró unos fósiles interesantes.
0:09:56 El profesor comenzó la investigación sistemática del lugar.
0:10:00 Hubo nuevos descubrimientos, serpientes, ranas, lagartos, oscilizados.
0:10:06 Y cosa extraña, el fósil dio una araña con su tela en el momento de atrapar una mosca.
0:10:13 Más tarde, Beringer encontró piedras que tenían reproducciones del sol y la luna
0:10:19 y otra con el dibujo de un cometa.
0:10:21 Lo más importante que encontró fue una piedra con el nombre de Jehová escrito en hebreo.
0:10:27 Bueno, se embosaron varias teorías.
0:10:30 Algunos afirmaron que todo era fruto del azar juguetón de la naturaleza.
0:10:35 El profesor Beringer publicó un libro en donde dijo que lo encontrado
0:10:41 era obra de antiguos hermanos cuando aún vivían en el paganismo.
0:10:46 Beringer decía que se trataba de un inconmensurable tesoro
0:10:50 para los exploradores de la antigua cultura germana
0:10:53 y de sus últimos vestigios paganos.
0:10:56 Beringer afirmaba que estaban enterrados en una cantera
0:11:01 porque los primeros obispos cristianos no podían tolerar los símbolos del culto pagano
0:11:08 y obedeciendo sus órdenes el pueblo enterró sus viejas imágenes.
0:11:14 A los que no veían relación con la palabra Jehová,
0:11:19 ya que se trataba de cultos paganos,
0:11:22 Beringer explicó que había judíos entre la población germana
0:11:26 y que junto con los otros habían aceptado el cristianismo
0:11:29 y enterrado sus símbolos religiosos.
0:11:32 El librito de Beringer llegó a manos del rey de Sajonia,
0:11:36 que se interesó en el descubrimiento
0:11:38 y envió al profesor un mensaje en el que le pedía
0:11:41 algunas de las piedras con el fin de someterlas a un examen más atento.
0:11:47 Y se se cuente, en un sentido, una explicación mucho más simple
0:11:50 que la del profesor Beringer.
0:11:55 Los investigadores del rey de Sajonia
0:11:58 indagaron, investigaron, preguntaron
0:12:02 y después le hicieron saber a Beringer la verdad.
0:12:06 Los alumnos de Beringer en Burburgo
0:12:10 habían grabado y cortado las piedras.
0:12:13 Luego las habían enterrado en la cantera
0:12:17 teniendo buen cuidado que el profesor la descubriera gradualmente.
0:12:22 El profesor Beringer compró todos los ejemplares de su obra
0:12:26 y los quemó. Jamás volvió a publicar.
0:12:30 Qué pena.
0:12:31 Linda historia, sí.
0:12:32 Linda historia, Alejandro Pérez.
0:12:34 Investigadores desvichados.
0:12:36 Uno no puede menos que acordarse aquí de Florentino Ameguino
0:12:40 o del padre de Atrasio Kirchner.
0:12:42 Pero dejando de lado eso,
0:12:44 no puedo menos que pensar también Alejandro,
0:12:46 que yo por lo menos durante la adolescencia
0:12:48 creo que en eso compartimos algún rasgo.
0:12:50 Yo me fui convirtiendo en un racionalista militante,
0:12:53 un racionalista furioso.
0:12:55 Alguien que hizo de la razón y del conocimiento científico
0:12:59 una especie de religión.
0:13:00 Y bueno, cuando uno descubre eso, deja de ser tan estúpido
0:13:03 y se vuelve un poco menos al ser, digamos,
0:13:05 un poco más tolerante con la duda.
0:13:07 Al saber que las cosas pueden ir variando
0:13:09 y que un investigador debe ser sobre todo una persona que duda.
0:13:13 Porque, digamos, la fe de la ciencia termina siendo más fe que ciencia.
0:13:17 Y tenemos el caso de varias personas que han llegado a falsificar.
0:13:21 Cuando tienen una meta previa,
0:13:23 falsifican los datos de esa investigación.
0:13:25 Ya tenemos el viejo caso de la MARC,
0:13:27 versus Darwin.
0:13:29 Es un viejo vicio de los intelectuales.
0:13:32 Estar tan convencido de la veracidad de sus argumentos
0:13:36 que entre la ausencia y el prueba deciden falsificar.
0:13:42 Pasa lo mismo con las teorías sociales.
0:13:44 Uno tiene un corpo de ideas y trata de meter la realidad
0:13:47 que va sucediendo en esas, y se dice,
0:13:48 esto se llama y le pone un mismo.
0:13:50 ¿Qué tiene Paul Johnson en un intelectual liberal inglés?
0:13:54 Un libro muy interesante.
0:13:57 En historia de los grandes hómetes, la de los intelectuales, ¿no?
0:14:01 Sí, son realmente intelectuales.
0:14:03 Y se vean a los vicios de muchos intelectuales,
0:14:06 incluso algunos consagradísimos y muy meditorios,
0:14:09 que al no encontrar pruebas,
0:14:12 empiezan a inventarlas, a dibujarlas,
0:14:16 o mejor, a buscar...
0:14:19 A buscar la insinución.
0:14:20 De un modo selectivo.
0:14:23 Si vos buscas solamente pruebas a favor de tu tesis,
0:14:27 las vas a encontrar posiblemente.
0:14:30 Si esto implica ocultar, bajolar, fombras,
0:14:33 muchas pruebas que al mejor has encontrado
0:14:35 sobre la tesis exactamente opuesta.
0:14:37 Y si se trata de un investigador serio,
0:14:39 eso siempre se hace de mala fe.
0:14:41 Porque está, aparte del hombre, el conocimiento.
0:14:43 Digamos que el conocimiento, a través de los años,
0:14:45 nos va mostrando que la verdad, sobre todo, es mudable.
0:14:48 Cambia.
0:14:49 Entonces se conviene convencerse después de la investigación, no, antes.
0:14:53 Esa es lo mismo.
0:14:54 Hay gente que empieza la investigación convencida.
0:14:57 Cuando encuentran algo que, no, esto vamos con darlo.
0:15:00 Esto lo debe haber hecho en la naturaleza
0:15:02 para quedar bien con el comisado.
0:15:04 Fíjese, sirve más lejos esta idea sobre la transmisión de la conjorme
0:15:09 que se hace una persona, ¿no?
0:15:11 Desde el homúnculo de Aristóteles,
0:15:13 que creía que las mujeres no eran con un n chiquitito
0:15:15 que iba creciendo les adentro.
0:15:16 O el padre Mendel después,
0:15:18 hasta Watson y Crick, en esa jornada maravillosa
0:15:20 que descubre en esta cosa del ADN.
0:15:23 La verdad, era otra, siempre.
0:15:25 Y las investigaciones eran siempre,
0:15:27 verdad un rato y falsas después.
0:15:29 Pero le contaba todo esto pensando que
0:15:32 si hay una virtud que debe aparecer ahí,
0:15:34 es la de la perseverancia,
0:15:36 faltándole a uno la confianza en haber encontrado algo que es definitivo.
0:15:40 Y en esto se parece mucho, mal que me pece,
0:15:42 mal que nos pueda pesar la ciencia,
0:15:44 el trabajo riguroso de la ciencia,
0:15:45 al trabajo apasionado, por ejemplo,
0:15:47 del amor, o también de ir de alguna forma de la política,
0:15:51 la lucha por la libertad.
0:15:53 Uno siempre tiene que saber que hay algo en lo que está fallando,
0:15:56 algo en lo que tiene que durar.
0:15:57 Y junto con la perseverancia,
0:15:59 la otra virtud teóloga, es la de la paciencia.
0:16:02 Y uno sabe que por apasionado difícilmente es paciente,
0:16:05 pero que tiene que llegar un momento en que,
0:16:07 muy probablemente,
0:16:08 cuando querés estar en la cima,
0:16:10 en el placer ese maravilloso de gran hallago,
0:16:12 se derrumba todo y todo parece mentira,
0:16:14 y dan ganas de lo seguir adelante.
0:16:16 Yo que el templo de un hombre se puede medir,
0:16:20 aparece así cuando frente a los ojos,
0:16:22 eso que le están diciendo, ya no te amo,
0:16:24 o frente a esa, ese cálculo,
0:16:27 esa ecuación que se derrumba,
0:16:29 en vez de suicidarse,
0:16:31 dice simplemente, paciencia será otra vez.
0:16:35 Y paciencia será otra vez,
0:16:37 es el nombre de una divertida milonga
0:16:40 que vamos a escuchar ahora mismo
0:16:42 en la voz de Miguel Montero.
0:16:52 Hermanas Du reminded
0:16:54 de la segunda sinía de Mama.
0:16:57 Vaagęorden.
0:16:59 ¿Qué tres es lo que no Nikki?!
0:17:01 Hola, Werdo
0:17:01 Y en realidad has piernas
0:17:04 de agua,
0:17:05 y la flavours de Hippodesla
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0:17:08 asomburn friends
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0:17:17 Justo al muerti
0:17:18 que me Circuit
0:17:21 kien
0:17:22 o a que estaba descretado y tanto me aseguraron que hasta en un taxi me fui
0:17:31 Invítiamos amigos porque yo no le dije venir que tengo la papuña y fui
0:17:35 ahora le voy a contar los que pasó
0:17:38 Llegué cuando la tercera se largó con dos días de raso
0:17:43 En la cuarta dije paso porque no quise poner
0:17:48 La quinta fue para ver la estampa del superclaro y en la sexta fui a jugar
0:17:55 al pingo de la fortuna y me fui para la tribuna cuando ya se iba a largar
0:18:03 Eres a aceptar gómodo con porpión o que no fui mal a tribuna
0:18:08 Y en un final de hecha quise a compander a verde y todo
0:18:16 El tudo de la comodo vino a cuarenta y chirona y cuando fui para cola
0:18:23 a cobrar el dividendo un coso que estaba viendo me dijo
0:18:28 Oiga moroso, sus colectos son del siete y el ganador es el ocho
0:18:36 Deba ser cuando uno tiene la papa siempre mete la patita
0:18:43 Y para darme más broncas cuando al bulín regresé
0:18:48 a minerar lo escuché anunciando el bata caso
0:18:53 No pude más si un sillazo a la radio le mandé
0:18:57 Y después me consone pulsando una escoba vieja
0:19:02 y cantando así en mi queja
0:19:05 Paciencia será otra vez
0:19:16 Era Miguel Montero, la venganza será terrible
0:19:20 Paciencia será otra vez

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