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4 de Noviembre de 2009

Isaac albeniz músico español

Transcripción automática

0:00:00 Bueno, vamos a hablar esta noche de Isaac Alveniz.
0:00:05 ¿Te quiere decir alguna otra cosa? Porque tenemos bastante tiempo.
0:00:10 Entonces hablemos nomás de Isaac Alveniz.
0:00:14 No hace falta que lo hubi que un gran músico español de Fino del Cielo de 19.
0:00:19 Nació Alveniz en Camprodrón.
0:00:22 Así se dice, no es que yo he hablado mal.
0:00:25 En la provincia de Jerona, en Cerca de Barcelona.
0:00:30 Allí donde los puentes y escaleras.
0:00:34 Nació un 29 de mayo de 1860.
0:00:37 Su papá se llamaba Ángel Alveniz.
0:00:40 Era un administrador de aduanas, lo cual no significa nada.
0:00:45 Al menos en esta historia no significa nada.
0:00:50 Si fuera la historia de un contrabandista...
0:00:53 Sería fundamental.
0:00:55 Sería un aporte a una larga lista de herencias indisimuladas, etcétera.
0:01:01 Indicios, etcétera.
0:01:03 Pero no, porque Alveniz no era contrabandista sino músico.
0:01:08 Y usted me diría lo mismo.
0:01:11 Y yo le diré a veces.
0:01:14 Ángel Alveniz, el papá de Isaac, era administrador de aduanas
0:01:19 y se vio obligado a trasladarse a Barcelona por razones laborales.
0:01:23 Pero Barcelona queda cerca de Jerona, como hemos dicho.
0:01:27 Y allí el pequeño Isaac comenzó sus aprendizajes.
0:01:31 Empezó con su hermana, Barton.
0:01:34 No con su hermana, Barton.
0:01:37 Con la hermana de él, que se llama Bernestina.
0:01:41 Y luego con el maestro Narciso Oliveira.
0:01:44 Se está hablando de aprender música, ¿no?
0:01:49 Empezar con la hermana de uno y luego con el maestro Narciso Oliveira.
0:01:55 Puede estar muy bien o muy mal, no lo sé.
0:01:58 Pero el caso es que eso es lo que hizo.
0:02:01 La precociidad de Alveniz como pianista se demuestra en el siguiente relato.
0:02:06 A los cuatro años de edad ofreció un recital en el teatro Romea
0:02:10 de Madrid, que vio en el pequeño Isaac un nuevo Mozart,
0:02:16 en especial a los efectos económicos de esta visión.
0:02:20 Se decidió a promoverlo y lo llevó a Madrid,
0:02:24 una ciudad en la que actuó en muchísimos cafés.
0:02:29 Tocaba en los cafés de Madrid, el tipo, ¿no?
0:02:34 Aprendía todo con muchas rapidez.
0:02:37 Y luego cumplió seis años, viajó con su padre a París,
0:02:40 y allí sucedió algo que nadie esperaba.
0:02:43 No lo aceptaron en el conservatorio.
0:02:46 Nadie esperaba, al menos en este programa.
0:02:49 Estábamos todos esperando, pero aceptarán entre víctores y aplausos.
0:02:53 Pero no, pero en realidad no lo aceptaron por revoltoso.
0:02:58 El chico parece que después de tocar ante el jurado,
0:03:01 sacó una pelota del bolsillo, se puso a jugar en los pasillos
0:03:05 y hizo sonar un espejo.
0:03:08 Rompió un espejo, rompió.
0:03:10 Entonces se enojaron los del jurado y lo echaron.
0:03:13 Bien razón, bien razón, señor Dó.
0:03:17 Y eso es muy importante, la conducta.
0:03:22 La conducta, pero igual iba a ser músico.
0:03:24 Señora Albeni, su hijo, nos hizo sonar un espejo
0:03:27 que nos costó un potosí.
0:03:30 Así que tocará muy lindo, pero lléveselo para su casa.
0:03:34 Si los pequeños que nos rompen los espejos,
0:03:36 estamos hasta la pera, querido Ángel.
0:03:40 Bueno, lo peor es que Albeni se había estado en París
0:03:43 nueve meses preparando ese examen
0:03:45 bajo las enseñanzas de François Marmontel,
0:03:49 que era el maestro de Bisset,
0:03:52 nada menos el autor de Carmen,
0:03:56 Vallaret tomando el peso.
0:03:58 Bueno, la familia regresó a España
0:04:02 y se ha sido rechazada en Francia
0:04:04 y Sack fue aclamado como el mayor prodijo infantil de su país.
0:04:08 Muy bien, pronto empezó con giras de concierto.
0:04:13 Parece que el padre, que era de lo peor acá entre nosotros,
0:04:18 lo vestía de mosquetero.
0:04:21 De mosquetero francés, me imagino yo.
0:04:24 ¿Por qué? Para congraciar.
0:04:26 Porque cuando uno piensa en los mosqueteros,
0:04:28 piensa en los tres o en los cuatro mosqueteros de Luis XIII,
0:04:31 con uniformes, su espada.
0:04:34 Bueno, en el escenario Albeni se movía con seriedad,
0:04:39 caminaba rígido con la mano sobre la espada,
0:04:42 como perro en bote, ¿no?
0:04:44 Y se saludaba cortesmente, el pobre chico.
0:04:48 Pero Sack, el pequeño Sack de siete o ocho años,
0:04:53 enloqueció ante las indignidades a que su padre los sometía.
0:04:58 Y así es como empezó a escaparse de la casa.
0:05:03 Entonces el padre se amaba la policía
0:05:05 y él era violentamente devuelto por los vigilantes.
0:05:09 Parece que las personas en nombre Sack
0:05:12 siempre tienen padres dispuestos a sacrificar.
0:05:20 A los nueve años, Sack, estimulado por la lectura de Julio Verne,
0:05:26 y amargado por tener que actuar como un mono a maestrado,
0:05:30 se metió en el primer tren que vio.
0:05:32 Es una comodidad literaria.
0:05:34 Se vio a que ha dado en la vía.
0:05:36 Si de verdad se metió en el primer tren que vio.
0:05:40 De segundo o en el tercero.
0:05:43 El caso es que en el mismo tren se encontró con el alcalde del Escorial,
0:05:48 que lo llevó al casino del palacio, lo dejó tocar para los huéspedes,
0:05:52 y después lo puso en otro tren.
0:05:55 Con orden de volver a su casa.
0:05:57 Pero en vez de volver a su casa,
0:05:59 y Sack se bajó del tren en cuanto pudo,
0:06:01 y se pasó a uno que iba en dirección opuesta.
0:06:04 Y empezó a dar conciertos.
0:06:06 Estamos hablando de un chico de nueve años.
0:06:08 Yo concierto en Ávila, en Zamora, en Salamanca.
0:06:12 Pero cuando iba a regresar a la casa, lo afanaron en la estación.
0:06:16 Es un buen lugar en la estación para que afanen a un concertista precoz.
0:06:21 Yo cuando quiero afanar a un concertista precoz,
0:06:24 ni se quiera mover en la estación.
0:06:26 Siempre andaba por ahí, porque tomó el primer...
0:06:28 Claro, más sabiendo que el tipo no hace otra cosa que tomar trenes en un sentido bueno.
0:06:33 Casi siempre el primero que ve.
0:06:36 Entonces, ¿qué hizo?
0:06:38 Dio otros conciertos.
0:06:40 Y así se pagó el regreso.
0:06:43 A los 10 años componía con toda fluidez.
0:06:47 Escribió en aquel tiempo una marcha,
0:06:52 dedicada a un general que había participado en el derrocamiento de Isabel II, España.
0:06:58 Dos años más tarde, al Vénice, fue, pero ya para no volver.
0:07:02 Parece que estaba dando un concierto.
0:07:05 La vecindad de un cuarto no dice aquí cuál.
0:07:08 Y fue a parar a Puerto Rico.
0:07:10 Parece que se metió en el primer barco que vio.
0:07:14 Durante el viaje también dio conciertos.
0:07:17 Tenía 12 años.
0:07:20 Tocaron para los pasajeros naturalmente.
0:07:23 Y le daban algunos mangos.
0:07:25 Verás, verás, verás lo que le habrá dicho al capitán para que lo dejaran permanecer a bordo.
0:07:30 Cuando el buque se guapo a Puerto Rico, no lo mandaron de vuelta.
0:07:33 Isaac se tomó otro barco.
0:07:35 Y ese barco lo trajo a Buenos Aires.
0:07:38 Todos terminan acá.
0:07:40 Sin un centavo.
0:07:42 Dormían las iglesias, pedían limosna en las calles o quizá al revés.
0:07:48 Por fin algunas personas interesaron en él.
0:07:51 Y adivine que empezó a dar conciertos.
0:07:54 Primero en algunos lugares muy bacanas de Buenos Aires y después de Montevideo.
0:07:59 Le fue bien, junto a Oguita, viajó a Cuba.
0:08:03 Pero su padre ya lo había ubicado.
0:08:06 Lo había ubicado al viejo Alvénice.
0:08:08 Ángel.
0:08:09 Y cuando llegó a La Habana, el viejo lo estaba esperando.
0:08:13 Se estaba esperando en el puerto así, con los brazos cruzados.
0:08:17 Y haciéndole que sí con la cabeza del viejo Alvénice.
0:08:22 Y por el pío, buscando trenes alrededor.
0:08:24 Y Isaac esperaba que el padre lo fajara.
0:08:30 Pero no, no lo fajó.
0:08:32 Y entonces Isaac, que ya tenía 13 años, lo convenció al viejo de que lo dejara ir solo a Nueva York.
0:08:40 Y el padre, que ya estaba harto, no sé de qué, pero estaba harto, lo dejó ir.
0:08:48 Firmó lo que le voy a firmar.
0:08:50 Era un padre maravilloso, según se ve.
0:08:53 Y se volvió a España.
0:08:56 Y Isaac quería juntarquita para costérselo estudios con los más prestigiosos profesores europeos.
0:09:02 Llegó a Nueva York, parecía un croto, parece.
0:09:06 Y iba a esperar la llegada de los barcos españoles para llevarles las valijas a los pasajeros.
0:09:11 Tocaban las tabernas.
0:09:13 En fin, en 1874 volvió a Europa con algunos aborros.
0:09:17 Y así tomó clases.
0:09:21 Y más tarde, entró al conservatorio de Bruxelles.
0:09:25 Parece que era imposible controlarlo.
0:09:27 Andaba con la peor gente del lugar.
0:09:31 Vivía en el desenfreno de los Bruxelles.
0:09:35 El propio embajador de España tuvo que llamarlo al orden, diciéndole afloja, Isaac.
0:09:45 A los 16 años, se entró cabeza al veniz.
0:09:49 Y se puso a laburar.
0:09:51 Obtuvo el primer premio en el conservatorio.
0:09:54 En 1878 se fue a Budapest.
0:09:57 Y allí, a Weimar, donde consiguió que Franz Liszt lo escuchara.
0:10:05 Y además que lo aceptara como alumno.
0:10:09 Increíblemente el resto de la vida de albeni fue muy tranquila.
0:10:13 Y después hasta los 16 años no había dejado una macana por hacer.
0:10:18 Fue admirado por todos.
0:10:20 Empezó a surgir a como pianista.
0:10:22 Se casó con una catalana llamada Rosina Jordana.
0:10:26 Tuvo con ella tres hijos.
0:10:28 En 1893 se instaló en París.
0:10:31 Sí, su amigo de Bissi y de Gabriel Foré.
0:10:35 Foré era profesor y compositor en el conservatorio de París.
0:10:40 Y tenía entre sus alumnos, Gabriel Foré, a Nadia Boulanger.
0:10:45 Que fue, después, la maestra.
0:10:48 Por un rato, no? Maestra de Astor Piazzolla.
0:10:50 Ella fue la que le dijo que volviera al tango.
0:10:53 Que ella no tenía mucho que enseñarle.
0:10:55 El caso es que allí lo tenemos al albenis instalado en París.
0:10:59 Durante esos años que vendrían a ser los últimos de su vida.
0:11:03 Pero claro, él no lo sabía.
0:11:05 Nadie sabe que estaba viviendo los últimos años de su vida.
0:11:08 Muy joven, ¿no?
0:11:10 Ahí trabajó la suerte español, las 12 piezas características.
0:11:15 La rapsodia cubana.
0:11:17 Los pequeños bases. Un tango ahí también, ¿no?
0:11:22 El diálogo albenis es un tango maravilloso, pero no se parece a la idea que nosotros teníamos del tango, ¿no?
0:11:29 Pero es un tango o no?
0:11:31 No, no. Es una cosa.
0:11:33 Yo me acuerdo, pero ahora no sé cómo es.
0:11:36 Yo lo escuché cuando era chico.
0:11:38 Claro, yo tenía una idea del tango.
0:11:40 Creía que todos tenían que ser como la gallola, ¿no?
0:11:42 Y el tango albenis no se parece en absoluto a la gallola.
0:11:46 Entonces, yo dame a la radio para quejarme, pero esa es otra historia.
0:11:53 Eran obras muy difíciles de tocar, sobre todo las de la suerte ibérea, ¿no?
0:11:57 Que eran solo para virtuosos.
0:12:00 Un día se anunció un concurso en París,
0:12:03 en el cual se premiaría al que mejor interpretara la música de albenis
0:12:09 y se presentaron varios penistas de Fama, entre ellos albenis,
0:12:12 beincógnito, haciendo sergil, se presentó, y entre cuarto.
0:12:16 Esto parece gracioso, pero no lo es, porque...
0:12:20 ¿por qué un compositor va a ser el que mejor toque sus obras?
0:12:24 Pues se puede ser un gran compositor y un ejecutante del montón, como ahí, como hay muchísimos.
0:12:32 De verdad, suele ocurrir que los compositores descuidan un poco su tarea de instrumentistas,
0:12:41 que los grandes virtuosos no tienen tiempo para comprobar.
0:12:47 Digo, suele ocurrir, en general.
0:12:50 Algunos tipos de ingeniales se dan boscas.
0:12:57 El músico vivía apartado, un poco triste,
0:13:00 porque su matrimonio parece que no había funcionado y andaba medio solitario.
0:13:05 Se había transformado en un hombre grave, aspecto de silucionado,
0:13:10 menos cabado por una salud muy frágil,
0:13:13 y él mismo decía que la precariedad física era el pago a una vida de excesos
0:13:18 y a la pasión con que se afrontaba el mundo.
0:13:21 Hoy sabemos que algunos excesos son buenos.
0:13:24 Otros no son buenos.
0:13:26 Ya voy, ya voy.
0:13:28 Ya voy.
0:13:30 La muerte lo sorprendió, es otra comodidad literaria, me imagino.
0:13:35 Cuando le vieron la sorpresa?
0:13:38 Y en el último...
0:13:42 Cuando uno se muere...
0:13:44 No pierde la capacidad de sorprender.
0:13:46 No tiene la capacidad de sorprender.
0:13:48 Lo primero que se pierde es la capacidad de sorprender.
0:13:50 Nunca había un muerto sorprendido, disculpenme.
0:13:58 Sin embargo, el cariño dice que la muerte lo sorprendió el 18 de mayo de 1909,
0:14:04 tenía 48 años de edad, etc.
0:14:09 Telegrama de Sobrino de Alvenis que decía,
0:14:12 y Saga Alvenis ha muerto a las 8 de ayer en un pueblo francés
0:14:16 sin el consuelo de que alguien de su patria mostrara interés en él.
0:14:24 Bueno, hemos sido...
0:14:27 Yo quiero dedicar esto únicamente a Alvenis,
0:14:30 que tiene algunas obras que han sido transcritas para guitarra.
0:14:38 Y a quién más?
0:14:40 Y a Nadia Uranyé, y a Piazola.
0:14:42 Y fuimos a la discoteca,
0:14:45 el tipo no tenía ni una sola obra.
0:14:47 Algo, ni uno, ni a Quetano.
0:14:49 No tenía nada.
0:14:56 Es mejor que no tener Nadia Alvenis,
0:14:59 porque la idea,
0:15:01 dice de su programa,
0:15:03 es que el título de la obra tenga que ver con
0:15:07 la charla que se ha hecho,
0:15:09 no que se hablamos de Alvenis.
0:15:12 Todo el tiempo, usted dice que el tema tal le fue compuesto
0:15:16 en relación a tal y cualificación.
0:15:19 Bueno, me encajo un tango que se llama después,
0:15:21 que es un bellísimo tango,
0:15:23 porque me dice que el tango es un tango,
0:15:26 porque me dice que quedó conmovido con el después de Alvenis.
0:15:32 Pero eso va para cualquier historia, es culpa de él.
0:15:35 Sí, pero él tenía ese disco, me lo quería encajar.
0:15:38 Cierta razón tiene, ¿no?
0:15:41 Hemos estado más de la mitad de la charla contando
0:15:46 los primeros nueve años de Alvenis.
0:15:48 Y después se convierte en un hombre grave.
0:15:52 No parece...
0:15:58 Yo creo que está mal que uno sepa que ha sido ese niño,
0:16:02 que se sepa en general.
0:16:04 La ver si entiendan, si se entiendan.
0:16:09 Un chico travieso se convierte con los años en un señor de bigote.
0:16:15 No debería saberse esa metamorfosis,
0:16:18 debería permanecer en secreto.
0:16:21 Porque son dos personas distintas.
0:16:25 Ustedes nos conoció chicos estupendos y luminosos,
0:16:28 que después fueron unos giles.
0:16:32 Bueno, el chico que es gile no merece
0:16:37 a ese hombre a caso mesquino.
0:16:42 Entonces tendrían que separarse las biografías.
0:16:46 Yo creo que la continuidad es una comodidad jurídica.
0:16:53 Bueno, las biografías se construyen,
0:16:56 también parten siempre del nacimiento,
0:16:59 y tal lugar como intentando explicar algo
0:17:01 que después nunca ocurre, ¿en verdad?
0:17:03 ¿Por qué? ¿Cómo se explica esa cronología?
0:17:05 Amende eso, que usted dice que es verdadero.
0:17:07 Yo describo...
0:17:11 describo del hilo que sostiene el collar de nuestra acción.
0:17:16 No es que no crean él, auspicio su destrucción.
0:17:21 ¿Qué es esto que eso tenga que pagar deudas contraídas
0:17:24 por el que fui a ser?
0:17:28 Siendo que he cambiado.
0:17:31 Bueno, sí, pero la moneda la sigue de ahí.
0:17:33 Ah, ahí está, no, pero es justamente lo jurídico.
0:17:37 El principal argumento es jurídico.
0:17:39 El argumento sentimental es absolutamente contrario.
0:17:43 Y, sin embargo, uno tiene que sostener novia
0:17:46 que ha contraído algunos años antes, por ejemplo.
0:17:50 Cuando no era el mismo, e incluso la novia tampoco.
0:17:56 Entonces, venís sosteniendo ficciones,
0:17:59 personas que se tratan como si fueran las mismas,
0:18:02 que se llaman del mismo modo, que viven en la misma casa,
0:18:05 y sostienen las mismas debas, y son enteramente distintas.
0:18:08 Me parece algo que sorprendería a cualquier marciano
0:18:11 que arribara a esta niña.
0:18:14 En cualquier caso...
0:18:15 Hay una película finlandesa que es muy buena,
0:18:18 que se llama El hombre sin pasado. ¿Adiós?
0:18:22 La verdad que la vió y ya no se acuerdó.
0:18:25 La he visto, la he visto el hombre que fui.
0:18:29 Planté esta idea, es muy interesante.
0:18:31 Senores, escucharemos entonces el tango después,
0:18:35 correspondiente a esta situación de un albeni grave,
0:18:39 por contriste y menoscabada su salud,
0:18:42 en la versión de Libertad la Marca.
0:18:44 Paralelante.
0:19:01 La luna en sangre y sueno...
0:19:05 Y el ansícito de fina...
0:19:09 Un reino oscuro en un barro...
0:19:13 Luego, ir remediablemente,
0:19:17 sus ojos se lanzan,
0:19:19 deslorando sin dolor.
0:19:26 La noche enorme en el cristal...
0:19:30 Y tu facita de vivir...
0:19:34 Y mi deseo de luchar...
0:19:38 Luego, tu fiel como de nieve,
0:19:41 y en una ausencia leve tu faldo final.
0:19:48 Todo retorno del recuerdo,
0:19:51 tu pena y tu silencio,
0:19:53 tu angustia y tu misterio.
0:19:56 Todos le abismen el pasado,
0:19:59 con un hombre repetido,
0:20:01 tu dura y tu cansancio.
0:20:04 Donde ama fuerte extero muerte,
0:20:09 un frito perdido en el olvido,
0:20:14 un paso que vuelve del frazazo,
0:20:17 canciones ya pedazos,
0:20:20 que aún es cancillo.
0:20:28 Vendrá el olvido nover...
0:20:32 Y mentiré para reír...
0:20:36 Y mentiré para adorar...
0:20:41 Por qué, Santa, no del pasado,
0:20:44 bailando en el tinglado,
0:20:46 tengo el para olvidar...
0:20:50 El amor...
0:20:54 En el silencio de tu...
0:20:58 Y hará un dolor de soledad...
0:21:02 Y gritaré para vivir...
0:21:06 Como si un cero del recuerdo,
0:21:09 en el arrepentimiento,
0:21:12 para poder morir.
0:21:16 Todo retorno del recuerdo,
0:21:20 tu pena y tu silencio,
0:21:22 tu anuncia y tu misterio.
0:21:25 Todo se avise en el pasado,
0:21:28 con un hombre repetido,
0:21:30 tu dura y tu cansancio.
0:21:34 Donde ama fuerte extero muerte,
0:21:38 un frito perdido en el olvido,
0:21:43 un paso que vuelve del frazazo,
0:21:46 canciones ya pedazos,
0:21:49 crea un escancio.

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