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24 de Diciembre de 2007

John Milton, poeta y ensayista inglés

Transcripción automática

0:00:00 Hablaremos de John Milton, el poeta inglés, el que escribió El Paraíso Perdido.
0:00:07 Algunos, otra vez, hemos hablado del Paraíso Perdido, casi sin hablar de Milton, y esta vez, haremos lo contrario.
0:00:15 Hablaremos de Milton, casi sin hablar del Paraíso Perdido, y algunos, gente preguntará cuándo hablaremos de ambos,
0:00:22 y mi respuesta es que tampoco lo sé. Otra de las cosas que hoy no sé.
0:00:26 Bueno, Milton nació en Inglaterra en el año 1608, descendía de una familia de eruditos y rebeldes.
0:00:34 El que no era erudito era rebelde y no faltaba de que eran más cosas.
0:00:40 Su abuelo, el de Milton, era un católico muy devoto, versado en los dogmas,
0:00:47 mientras que su padre había sido deseridado justamente por abrazar el protestantismo.
0:00:54 Erescribano, el papá de Milton, y dedicaba todas sus horas libres a sus dos pasatiempos predilectos,
0:01:01 la música y la poesía. Siendo escribano, era natural que necesitara un pasatiempo.
0:01:08 Alcámsula el padre, como todos los escribanos, una situación próspera.
0:01:16 Compró una casa en Londres y así nació John, era el tercero de seis hijos.
0:01:23 Se crió en una casa donde se leía y se cantaba la mayor parte del tiempo.
0:01:29 Y eso está bien. A mí me gustan las casas así, especialmente para criarme.
0:01:35 Después, ya no tanto.
0:01:39 Escribió John Milton al respecto.
0:01:43 Tengo aquí el papel.
0:01:46 Él dice lo original, él dice el papel.
0:01:49 Mi padre me destinó desde niño a seguir la senda literaria.
0:01:55 Y era tan voraz mi apetito por saber que desde los doce años rara vez dejé de estudiar
0:02:02 y rara vez me acosté antes de las doce de la noche.
0:02:05 Y así empezaron mis ojos a padecer.
0:02:10 Sufría Milton frecuentes hackecas, que según él no lograban enfriar el ardor de la curiosidad y del saber.
0:02:18 Habla de los ojos porque famosamente Milton quedó ciego.
0:02:22 En el año 1620 ingresó a la escuela de St. Paul y los maestros lo consideraban un alumno de excelente erudición y opiniones algo raras,
0:02:32 como se debería ocurrir con los alumnos de excelente erudición.
0:02:36 Milton decía que aquel colegio era un festín de serrojos y una colección de empeños para matar al espíritu.
0:02:44 Hay lugares que parecen destinados a aniquilar el espíritu.
0:02:49 Lugares donde todo florecimiento del alma es rápidamente sofocado.
0:02:53 Pienso en un canal de televisión.
0:02:56 Tenía el pobre Milton la siguiente suerte.
0:03:02 Parece que los alumnos en aquel colegio eran castigados con azotes y casi todo gastaban su tiempo en pensar cuál era la forma de no ser castigados.
0:03:13 No se sabía bien si había que ser muy erudito o muy juicioso porque siempre los maestros encontraban un pretexto para el azote, para el reven caso o la patada.
0:03:26 Cosa curiosa, el único alumno que no recibía nunca una viaba era Milton.
0:03:33 Quisea porque tenía ese término medio que es lo mejor para hacerse lotario y para evitar los castigos.
0:03:42 Cosa que sabe cualquiera que haya tenido que pasar alguna vez por el servicio militar, donde conviene no existir para evitar castigos.
0:03:51 Cierto que el servicio militar cuando dice quién sabe manejar nadie.
0:03:56 Quien sabe hablar por teléfono.
0:03:58 Nadie sabe ignorar nada.
0:04:02 Milton fue siempre un rebelde pero nunca un grosero.
0:04:05 Eso está bien, porque algunos confunden la grosería con la rebeldía.
0:04:10 De suerte que hay personas que ejercen inversamente la fórmula de Milton.
0:04:14 Son siempre groseros pero nunca rebeldes.
0:04:18 En 1625 ingresó a la universidad.
0:04:21 Allí le decían a Milton, la dama de Cambridge.
0:04:25 ¿Cómo la dama?
0:04:26 No es un buen apodo.
0:04:28 No, si yo estuviera en la universidad de Cambridge, no me gustaría que me dijera la dama de Cambridge.
0:04:35 Mucho menos la dama de Axford.
0:04:39 Los compañeros se burlaban de él.
0:04:44 Él no hacía mucho mérito para nada pero tuvo mala suerte.
0:04:49 Y acerca de la injusticia de los apodos podrían escribirse algunos libros.
0:04:54 Todos ellos muy aburridos.
0:04:56 Dejo entonces para los ensayistas que han de anotarse en el concurso que aquí realizaremos el siguiente título.
0:05:03 ¿Injusticia de los apodos en el siglo XIX?
0:05:08 O en mi familia.
0:05:11 ¿En mi familia no es así?
0:05:13 Sí, en su caso ya no será un ensayo sin un cuento de Isidoro Blast.
0:05:17 Bueno, al final dejó las aulas harto de que lo cargaran.
0:05:23 Pero sí convertieron bachiller y doctor en filosofía.
0:05:27 Buscargalo.
0:05:29 Hablaba y escribía 8 idiomas en su estupidez.
0:05:33 Con la misma facilidad que usaba el inglés, que era mucha.
0:05:37 Y salió entonces decidido a dedicarse a la literatura.
0:05:41 El padre había querido que fuera pastor.
0:05:44 Es lo mejor para que alguien se haya escritor.
0:05:47 Que el padre lo desee abogado o cura.
0:05:50 Y esclavado que sale escritor.
0:05:52 Yo hice esto con mis hijos.
0:05:55 Fingí que deseaba que fueran pastores, abogados o curas.
0:06:01 ¿Y quién le salieron?
0:06:02 Cendedores de billetes de loterismo.
0:06:04 Bueno, el barcero.
0:06:10 No será poeta, pero el barcero.
0:06:14 Se leyó a todos los clásicos.
0:06:16 No el padre de Milton, sino Milton.
0:06:19 Se sabía de memoria extensos pasajes de la divina comedia.
0:06:23 Se sabía casi todos los escritos de Petrarcha.
0:06:26 En sus ratos libres estudió el órgano.
0:06:29 Tocava maravillosamente bien.
0:06:31 Estudió matemáticas, le hizo la Biblia.
0:06:33 Y escribió acerca de estos aprendizajes.
0:06:38 Otro papí original, sí.
0:06:40 Estoy haciendo crecer mis alas.
0:06:43 Y preparándome para el vuelo.
0:06:45 Amas grande.
0:06:46 Pero a mi pegazo, todavía le falta la fuerza necesaria para volar por el cielo.
0:06:53 Tenía 29 años cuando llegó la Guerra Civil de 1637 en Inglaterra.
0:06:59 Aquella guerra, la de Cranwell.
0:07:02 La que va a terminar con la cabeza de Carlos I rodando por el suelo.
0:07:06 Él se convirtió un propagandista ardiente de Cranwell.
0:07:12 Había decidido desdeñar su vocación por la poesía.
0:07:16 Y hasta su vida, con tal de defender los derechos de los hombres,
0:07:19 frente a los llamados derechos divinos que alegaban poseer los reyes.
0:07:24 Por esos tiempos, se escribió un folleto acerca de la libre palabra.
0:07:29 Folleto aburridísimo.
0:07:31 Decía cosas del orden de...
0:07:38 ¿A qué hay que mata a un hombre?
0:07:40 Mata a una criatura dotada de razón.
0:07:42 Pero hay que destruye un libro, mata la razón misma, etcétera, etcétera.
0:07:47 Y sigue así, a que el folleto durante largos párrafos sin que la idea progrese.
0:07:51 Entonces sí que al final dice...
0:07:54 Destruir un libro es más que destruir una vida.
0:07:57 O sea, terminaba igual que empezaba.
0:07:59 Petición de principio.
0:08:01 Milton desafió a los sensores.
0:08:04 Cuando rodó la cabeza de Carlos I, él aplaudió la ejecución y llegó a santificarla.
0:08:10 Un tiempo antes, Milton había conocido a una hermosa muchachista llamada Mary Powell.
0:08:15 Ella tenía 17 años.
0:08:17 Parece que era alegre, jovial y un poco ligera de casco.
0:08:23 Marcaba a unos 34 la mesa.
0:08:27 Dice Borges.
0:08:29 Borges.
0:08:31 Sí, Milton pensaba...
0:08:35 ¡Mitón pensaba que para cantar canciones heroicas había que tener un alma heroica.
0:08:50 Por eso, como un sacerdote de la poesía, se mantuvo casto.
0:08:54 Hasta el día de su matrimonio, pese a tener un temperamento sensual.
0:08:59 Yo descompio de los temperamentos sensuales que no florecen de algún modo.
0:09:04 En todo caso, ya se sabe lo que sucede cuando un hombre se mantiene casto,
0:09:09 siendo que es el novio de una muchacha alegre, jovial y ligera de cascos.
0:09:14 Sí, mejor para vosotros.
0:09:16 Bueno, se casaron, pero el matrimonio no funcionó,
0:09:19 ya que parece que la castidad de Milton continuó después del caso de Orio
0:09:24 y la ligereza de cascos de Mary también.
0:09:28 Mary acusó a Milton de tratarla como a un sacramento.
0:09:33 Y se escapó con un vigilante.
0:09:44 Milton le envió entonces cientos de cartas, rogándole que regresara.
0:09:49 Tengo aquí una de ellas.
0:09:51 ¡Oh! ¡Mi no hubo la cantidad!
0:09:53 ¡Casca!
0:09:54 Pero es una cosa de loco.
0:09:55 ¡Regresa!
0:09:58 ¡Firmado!
0:09:59 ¡Firmado, Milton!
0:10:03 Lleno de odio, Milton empezó entonces a bregar por el divorcio en Inglaterra.
0:10:08 Empezó a trasladar la desgracia particular al plano general,
0:10:12 que es lo peor que uno puede hacer con una desgracia.
0:10:14 Aquel bregar por el divorcio cayó como una bomba en aquel lugar de rígido puritanismo.
0:10:22 Y todavía se atrevió a dar un paso más arriesgado.
0:10:25 Sin haber anulado todavía su matrimonio y con muchos enemigos en la corte,
0:10:31 empezó a cortejar a otra mina.
0:10:34 Error total.
0:10:35 Total, porque en aquellos años estaban muy malvistos.
0:10:38 Ahora, está bien visto, pero antes no.
0:10:40 Esta actitud, a saber cortejar a Milton a otra mina, desesperó a Mary.
0:10:45 Cierto día, al volver de la casa de un amigo, Milton se encontró con una sorpresa en su casa.
0:10:51 ¿Alguien se dio?
0:10:52 Mary había regresado.
0:10:54 He vuelto, dijo Mary.
0:10:58 Calló de rodillas y le pilló perdón.
0:11:06 Algo salvo.
0:11:07 Escribió Milton en las cartas de su diario sobre lo que ocurrió aquel día.
0:11:16 Qué extraño es sentir la instantánea de desaparición del enojo
0:11:22 y la urgente necesidad del milagroso abrazo.
0:11:26 Como se ve, las historias de amor son siempre lo mismo.
0:11:30 Son muy vulgares.
0:11:31 Después es uno, el que con atributos de poeta y de santo, las rescata de la vulgaridad.
0:11:38 Bueno, volvieron a reunirse.
0:11:40 Pero otra vez las cosas salieron mal.
0:11:42 Mary llevó a toda la familia a vivir con ellos.
0:11:45 La madre, el padre, los hermanos y las hermanas.
0:11:48 Todos en la casa de Milton ha montonado como perejiles macetas.
0:11:52 Para peor parece que Milton tenía unos alumnos bastante indisciplinados
0:11:57 que iban a las clases de filosofía solo para mirar con lo curioso deseo a las hermanas de Mary
0:12:02 que también marcaban unos 34 la mesa.
0:12:07 Milton estaba desalentado sin tranquilidad para enseñar
0:12:12 y sin tranquilidad para llevar a cabo un deseo que tenía desde hace tiempo.
0:12:16 Dejar un libro que las generaciones venideras no se resignaran a olvidar.
0:12:23 Ya durante la adolescencia pensaban escribir una gran epopeya.
0:12:27 Sin embargo, por un tiempo aquella tranquilidad se dio paso a otro tipo de preocupaciones.
0:12:33 Lo nombraron secretario latino de Cranwell.
0:12:36 Cuando Cranwell pasó al poder, lo nombró secretario de lenguas extranjeras.
0:12:40 Una especie de canciller, traductor, etcétera.
0:12:43 Tenía que traducirle gajos, despachos y dicen que era una tarea titánica
0:12:47 y que a causa de ella perdió la vista.
0:12:50 Nunca escuchó las recomendaciones del médico que le decía,
0:12:54 larguese el aburo a John.
0:12:56 Y John dijo,
0:12:59 Si mi asociación es incurable, me dedicaré a soportarla y sosegarme.
0:13:04 Tiempo más tarde murió Cranwell.
0:13:07 Volvieron los estuardos al poder.
0:13:09 Subió al trono que a lo segundo.
0:13:12 La restauración.
0:13:14 Los cortesanos le presentaron al rey una lista de antiguos regicidas
0:13:18 y allí estaba Milton, tercero guardo.
0:13:22 El rey rechazó aquella lista, alegando que su mano
0:13:25 no era incapaz de firmar una sentencia de muerte.
0:13:28 Pero a Milton lo metieron en cámara.
0:13:31 Al principio pudo eludir la captura,
0:13:33 ayudado por amigos que lo escondían.
0:13:36 Pero mientras no lo encontraban, le quemaron los libros,
0:13:40 le confiscaron la casa,
0:13:42 hacían funerales festivos en su agravio,
0:13:45 todo para chuparles las medias al rey.
0:13:47 Al final lo encontraron, lo mandaron preso
0:13:50 y mientras estaba en la cárcel murió Mary.
0:13:52 Y luego se casó de nuevo a Melton,
0:13:54 con Catherine Woodcock, pero la chica murió a los dos años.
0:13:58 Después se casó por tercera vez con Elizabeth.
0:14:01 Con ella y sus hijas del primer matrimonio se fueron a vivir lejos.
0:14:05 En realidad nadie los soportaba a Melton a esa época.
0:14:09 Todos lo ayudaban pero él los hacía sufrir a todo.
0:14:13 Ya no veía y se sentía inspirado a medio de la noche
0:14:17 y los despertaba a todos para dictarles.
0:14:20 Y todos se iban a dormir,
0:14:22 temiendo que a Melton se le despertara la inspiración a las tres o a las cuatro de la mañana.
0:14:27 Los amigos que lo visitaban lo consideraban como un semidiós herido.
0:14:32 Vestía solo de negro, se sentaba todo el día en un sillón que parecía un trono
0:14:37 y durante esos días escribió el paraíso perdido.
0:14:41 Fue, según Melton, un esfuerzo épico para justificar la conducta divina entre los hombres.
0:14:47 Melton decía que era mucho mejor perder y luego recobrar nuestro cielo,
0:14:51 que no haber experimentado nunca el dolor de la pérdida ni la alegría del recobro.
0:14:56 Si el hombre no sufre, pensaba Melton, nunca conocerá la tarnura.
0:15:02 La obra fue recibida fríamente por el público.
0:15:05 Borges dijo de este libro,
0:15:07 es uno de esos libros que el lector admira y abandona.
0:15:12 Es uno de los más grandes libros que se han hecho en el mundo.
0:15:16 Es uno de los más grandes libros que se han escrito en lengua iglesa
0:15:20 y uno de los más aburridos que se ha escrito en cualquier idioma.
0:15:25 Samuel Johnson, el Doctor Johnson, uno de los críticos más famosos en la terra,
0:15:30 escribió esto,
0:15:32 nadie deseó nunca que fuera más extenso.
0:15:40 Su lectura es menos un placer que un deber.
0:15:44 Nos retiramos a Melton para nuestra edificación.
0:15:47 Nos retiramos abrumados y buscamos entretenimiento en otra parte.
0:15:53 Melton había tardado 10 años en escribirlo.
0:15:56 Los editores le pagaron por la publicación 5 libras.
0:16:00 ¿Me en serio?
0:16:01 Sí, 5 libras.
0:16:02 Melton se sentía viejo, enfermo, desilusionado, sus hijas lo abandonaron
0:16:08 y el famoso incendio de Londres destruyó su casa.
0:16:12 Los partidarios del rey restaurados hacían de su nombre objeto descarnio.
0:16:17 Su último momento de dicha fue la publicación de Sansón el luchador en 1671
0:16:22 y en 1674 murió.
0:16:24 Sólo unos pocos notaron la muerte de uno de los más importantes poetas de la historia.
0:16:29 En el diario decía así,
0:16:31 ha muerto John Melton, hombre viejo y ciego, que escribía documentos en latín.
0:16:35 Esa fue la descripción.
0:16:39 ¡Vengan, qué fuerte!
0:16:41 Hemos hablado aquí del paraíso perdido.
0:16:44 Estos libros entre el cielo y el infierno, ahí se cuenta el conflicto y la caída de Satan.
0:16:49 ¿Cómo cae Satan?
0:16:51 Satan ha perdido la esperanza y el miedo y se da cuenta
0:16:56 en el momento de que, eligiendo el mal, puede ser dueño de más de la mitad del universo.
0:17:03 En el libro también está la creación del hombre,
0:17:06 su perdición por parte de Satan,
0:17:08 aparece en otros ángeles que lo secundan en su rebelión,
0:17:12 lo acompañan al infierno, ya convertidos en demonios.
0:17:16 Aparecen otros ángeles que se pare...
0:17:19 Del otro bando, Gabriel, ¿qué tal?
0:17:22 Rafael, Miguel, no, los ángeles y arcángeles de un lado y el otro.
0:17:27 Pero hoy no vamos a hablar del paraíso perdido.
0:17:30 ¿Qué quiere dedicar esta charla sobre la amarga vida del pobre médium?
0:17:34 Antes le quiero hacer una pregunta, Alejandro.
0:17:37 ¿Qué opinan ustedes de esto que se dijo en la charla acerca de esos libros
0:17:42 que son más un deber que un placer leerlos?
0:17:45 No creo que en algún punto es válido que también existan esos libros.
0:17:51 Estoy pensando, por ejemplo, en mi carrera, o sea, leer a la Cánons,
0:17:54 ningún placer en Cánons sirve de leer a Freud, que escribía muy bien.
0:17:58 Pero casi es un deber para un analista haberme ido a la Cánons.
0:18:02 Son libros que por ahí uno necesita leer para obtener ciertos fines.
0:18:08 En este caso se trata de libros edificantes, trata de libros...
0:18:12 Sí, por ahí es placer estar...
0:18:13 ...que desarrollan una literatura interesantísima.
0:18:16 Paraíso perdido empieza, por ejemplo, con una defensa de la usencia de rima.
0:18:21 No hay rima en el paraíso perdido.
0:18:23 Y hay unas cuantas carreras, pero muy lucidas, sobre por qué no hay rima.
0:18:29 Y lo primero que dice Milton es que la antigüedad clásica no conocía la rima, de verdad.
0:18:35 Es un recurso relativamente reciente, la rima.
0:18:40 Y esas consideraciones iniciales sobre la rima fueron utilizadas después por Borges,
0:18:50 por el joven Borges, que huía de la rima para justificar esa posición en aquel momento de su vida,
0:19:00 ya que Borges después utilizó siempre la rima.
0:19:03 Pero todas esas consideraciones son, desde luego, un poco académicas,
0:19:08 y tienen interés para algunas personas que por su profesión, por su vocación están cerca de esos menesteres.
0:19:18 Pero quizás no para el hombre común, pero es necesario que existan esos menestres.
0:19:23 Bueno, pero luego los lectores sedonistas, como casi todos nosotros,
0:19:28 preferimos leerlo, que nos da placer, y si algo, y incluso me atrevo hasta aconsejar a los chicos,
0:19:35 creen que cuando libran no les proporciona placer, que nos trancen,
0:19:38 que se sacara aceite de las piedras, porque ese libro por ahí no es para ver.
0:19:42 Muy bien, y voy a dedicar esto, Alejandro, ya que usted hablaba de un lugar en el cual,
0:19:48 una época en la cual se sopocaban los intentos del alma,
0:19:52 a todos aquellos que sufren esto, de ser corridos de un lugar por sus intentos de excelencia.
0:20:01 ¿Con qué podemos amueblar esta charla al pobre Milton, al siego Milton,
0:20:06 tan vinculado a Borges también por el por el asesino?
0:20:09 Ya que hablamos del paraíso perdido, donde hablaban los ángeles, discutían,
0:20:14 y se dieron, yo me voy acá con el diablo, no, qué me vas a venir acá con esto.
0:20:18 Y hemos pensado que estas discusiones por ahí tenían lugar en algún boliche celestial,
0:20:24 donde los ángeles discutían asuntos de teología,
0:20:29 que así como a nosotros nos gusta el fóbal, a los ángeles les gusta discutir de teología.
0:20:34 Sí, pero a los fejaris usted.
0:20:36 Un café.
0:20:38 Y elegimos el tango que se llama Café de los Ángeles,
0:20:40 en la versión de Libertad Lamar,
0:20:43 que es un tango compuesto, pensando seguramente, en el paraíso perdido de Milton.
0:20:47 Adelante, Libertad.
0:21:06 Yo te vovo perdido en la vida,
0:21:11 enredado en los hilos, en los enugos,
0:21:16 frente a un grato recuerdo que subo,
0:21:20 y a esta nera forción de café,
0:21:24 ribadad y arrinco, un pieza espina,
0:21:28 del antico amistad se regresa,
0:21:32 coqueteando su gris en la mesa que están,
0:21:37 meditando en su noche de ayer.
0:21:44 Café de los ángeles,
0:21:48 un par de gavino y cazón,
0:21:52 yo te alegré con mis risos en los tiempos,
0:21:56 de carlitos porribas a mis rincos,
0:22:01 pero te que sueños volaron,
0:22:05 en que estrellas andarán.
0:22:09 Las voces que ayer llegaron y pasaron y callaron donde traen,
0:22:15 porque calle volverán,
0:22:19 cuando suelen las noches sufrir,
0:22:24 vuelvo al mismo lugar del pasado,
0:22:29 y de nuevo se sienta minado,
0:22:33 vecino que está enblando la cor,
0:22:37 y en el dulce rincón, férame,
0:22:41 su cansancio, la vida bosteza,
0:22:45 porque nadie me llama la mesa de ayer,
0:22:51 porque todo es ausencia y adiós,
0:22:59 Café de los ángeles,
0:23:03 un par de gavino y cazón,
0:23:08 yo te alegré con mis risos en los tiempos,
0:23:11 de carlitos porribas a mis rincos.
0:23:18 Café de los ángeles,
0:23:21 pijo en la trase toya del recuerdo,
0:23:24 con un paro en una calle de sombras y de bar,
0:23:28 café de los ángeles,
0:23:31 hay tristeza en la ausencia de carlitos,
0:23:34 gavino y cazón.
0:23:38 Tras de que sueños volaron,
0:23:44 en que estrellas andarán,
0:23:48 las voces que ayer llegaron y pasaron y callaron donde traen,
0:23:54 porque calló y volverán.

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