Transcripción automática
0:00:00 Juan Damasco fue uno de los primeros doctores del Iglesia, y hoy hablaremos de Juan Damasco.
0:00:06 Damasco es un gentilicio, quiere decir, que ha sido un Damasco.
0:00:11 Fue uno de los que crearon una especie de ortodoxia que se sostuvo durante toda la Edad Media.
0:00:19 Nació naturalmente en Damasco, hacia el año 700.
0:00:23 Ya en esos tiempos, aunque había algunos lugares cristianos sencillas, la región estaba ocupada por fieles amabomas.
0:00:31 Hacia poco tiempo que había aparecido el profeta, pero ya estaban instalados allí los musulmanes.
0:00:37 La familia de Juan era cristiana y de las principales de la ciudad.
0:00:43 Lejos de ser molestado por los poderosos, el padre de Damasco tuvo un destino importante cerca de Califa al-Al-Malik.
0:00:52 Los hombres de Califa habían llevado a Damasco algunos cristianos cautivos.
0:00:57 Había entre ellos un monje italiano llamado Cosme que puesto en venta fue comprado por el padre de Juan, y se me había comprado un monje italiano.
0:01:09 ¿Qué han puesto en venta? Que los hombres de Califa han puesto en venta. Ah, sí, han de comprarlo.
0:01:17 El monje era muy versado en matemáticas, astronomía, teología y música, por lo que fue destinado a la educación de Juan.
0:01:25 Mira, me compré un maestro a Juan.
0:01:29 Completada la educación, el monje se retiró al monasterio.
0:01:32 Poco después el padre de Juan murió y Juan pasó a ocupar su puesto junto al Califa.
0:01:38 Y el Califa lo favoreció con una gran confianza y le vio el título de ministro universal.
0:01:44 Es un poco demasiado.
0:01:46 Es casi lo contrario de un ministro.
0:01:49 Precisamente la característica central de un ministro es su especificidad.
0:01:56 Pero eso lo decimos nosotros que tenemos en idea presidencialista de lo que es un ministerio.
0:02:02 En todo caso, ahí estaba el ministro universal, el bueno de Juan.
0:02:07 Vamos a dejarlo por un rato a Juan con el Califa y en Siria.
0:02:12 En esos tiempos, el emperador de Constantinopla, León Isaúrico, se había declarado contra las imágenes.
0:02:20 Ustedes habrán oído hablar de los iconoclastos.
0:02:24 Se armó una revuelta terrible en Iglesia.
0:02:27 León no toleró el culto de las imágenes y entonces el iconoclastismo que se había desplegado contra los paganos en algún tiempo,
0:02:35 se reprodujo en el celo de Cristianismo.
0:02:39 León es una de las imágenes que se ha formado querida de las imágenes, una larga disputa mantenida entre Iglesia de Oriente y la de Occidente.
0:02:46 León Isaúrico ordenó en el año 726 la destrucción de todas las imágenes sagradas.
0:02:54 Soteñaba que la ídola triera un acto plenamente pagada.
0:02:58 León intimó al Papa Gregorio II, al Papa de Roma, que destruyera los estatus de Pedro y Pablo en Roma
0:03:05 con enviar tropas para cumplir con ese propósito.
0:03:09 Finalmente, León solo destruyó las imágenes de sus regiones y no se atrevió a molestar a los romanos.
0:03:16 De todos modos sus persecuciones en Constantino Ocla fueron terribles,
0:03:20 cerraron los monasterios que tenían iconos y condenó a muerse a quienes persistían en el discurso a los estatus o a los cuadros.
0:03:28 En Siria, Juan Damaceno, que seguía los asignos de Roma, vino a enterarse de los propósitos de León Isaúrico
0:03:37 y lo desafió con centenares de escritos.
0:03:41 Juan escribió unas epístolas que circularon por todas partes en contra del emperador iconoclastre.
0:03:49 León Isaúrico en purecido, cuando se enteró, cuando leyó las cosas que creía este,
0:03:54 curdió la siguiente intriga para conseguir la desgracia de Juan Damaceno.
0:04:03 León buscó al que mejor supiera imitar la letra de Juan y saber uno que imite la letra de Juan.
0:04:10 Una vez encontrado el falsificador, el emperador de Constantinopla le hizo redactar una carta supuestamente escrita por Juan al mismo emperador.
0:04:20 Notificándole que Damasco estaba muy deprobista de tropas musulmanas y que desería fácil apoderarse en la ciudad.
0:04:28 ¿Entienden? El emperador de Constantinopla, el emperador cristiano de Constantinopla,
0:04:33 falsificó una carta que supuestamente le envía a Juan Damaceno a él.
0:04:39 Juan Damaceno estaba con el califa y esa carta falsificada decía,
0:04:43 don emperador de Constantinopla, soy Juan Damaceno.
0:04:46 Mira que acá los musulmanes vinga de tropas.
0:04:49 Ataque que va a ganar.
0:04:54 En otras palabras, el emperador León hizo figurar a Juan Damaceno como un traidor que había escrito a Constantinopla,
0:05:01 a que la ese, acerca de las deficiencias de Damasco en cuanto a su defensa.
0:05:06 Una vez confeccionada la carta falsa, León Misáurico se la mandó a el califa.
0:05:12 En un apartado, León le decía al califa que enviaba esa muestra de traición espantosa porque su intención era mantener buena relación entre los vecinos.
0:05:26 El califa, Abdel Malik, recibió la carta y enseguido lo llamó a Juan Damaceno.
0:05:32 Le preguntó, ¿estuve de caleta? Juan dijo, no. Dijo exactamente. Parecido a él, pero no mía.
0:05:41 Ella es la prueba de una intriga infernal y yo no le voy a prueba de quién quiere perderme. Dijo Juan Damaceno con esto.
0:05:50 Pero el califa no le creció.
0:05:53 Ordenó que a Juan Damaceno se le cortara la mano con la que había escrito aquello. Le preguntó incluso, ¿con quién mano escribiste?
0:06:06 Pero algunos cuentan que sucedió un milagro.
0:06:11 Una vez que le cortaron la mano estaba ahí en su celda, Juan Damaceno, empezó a pedir al cielo que se le devolviese la mano cortada.
0:06:22 Me dio de resos, la gelación, etcétera.
0:06:26 Dirigió al cielo una plegaría diciendo que por defender sus imágenes sufría aquella amputación que en adelante lo privaría de continuar la defensa porque no iba a poder escribir.
0:06:36 Resultados, sí, sus rezos fueron oídos y a la mañana siguiente tenía otra vez la mano unida a su brazo.
0:06:45 El califa, a la vista de aquel proviso, por ejemplo, el primero que hizo Juan Damaceno fue el de Gomedes, califa.
0:06:52 Aquí está.
0:06:55 Lo cual fue una audacia porque si yo por el califa se la corto de nuevo.
0:07:00 Sin embargo, este califa al Abdelmalik, a la vista de que el proviso se convenció de su inocencia,
0:07:08 en aquel tiempo más valían los prodigios anexos que no las pruebas, especialmente dichas.
0:07:16 Por ahí se creció una mano y eso demostraba tu inocencia.
0:07:20 En cambio, si vos decías que no sabías escribir o que nunca habías mandado ninguna carta
0:07:25 y confrontabas ante un perito calífrafo las diferencias entre tu letra y la letra de la carta que obraba en poder de León y Saúrico,
0:07:34 eso no sería para nada.
0:07:38 Naturalmente, esos desagradables procedimientos jurídicos la han desaparecido del mundo.
0:07:48 En el mundo reino, hoy, la justicia, etcétera.
0:07:54 Juan Damaceno se retiró a un monasterio cerca de Perú Salén, con su mano, y allí escribió varias obras, siempre con la misma mano.
0:08:07 Feo ortodoxa sobre el tránsito de la virgen de la transfiguración de tus obras.
0:08:13 Pero entre aquellas obras se figuraron nuevas ofensas al iconocrasta León y Saúrico.
0:08:21 Y cuando se enteró de que Juan Damaceno había sobrevivido a su intriga, tembló de odio al emperador.
0:08:31 Y nada más.
0:08:33 Tembló de odio y esto no tuvo consecuencias políticas.
0:08:37 Tembló de odio, nada más.
0:08:39 En aquel monasterio de Perú Salén al cual se había retirado, Juan Damaceno murió hacia las 7.00.
0:08:48 Y la historia de Juan el que recuperó la mano que le habían cortado a causa de una injusta intriga.
0:08:55 Aquí en Dedicales, con la prometa Juan Damaceno, que no había sido el traidor.
0:09:03 Acusado de una traición que no cometió.
0:09:07 Y a nadie más, con los demás, tienen en esta historia una participación execrable.
0:09:16 El monje italiano, Aaron Cosme, el monje italiano que se compró el papá de Juan Damaceno.
0:09:26 Le compró un monje.
0:09:28 Hoy en día los padres no tienen tanta imaginación para comprarle cosas a los chicos para el día del cumpleaños.
0:09:35 Le compran un disco, un fisículo, pequeños juegos, electrónicos, una computadora.
0:09:45 Pero no un monje italiano llamado Cosme.
0:09:49 Imagínense si usted llega a su casa con un monje italiano llamado Cosme y dice,
0:09:53 si comiendo que te trajo papá, y su hijo desenvuelve el ingente paquete y cuando reconoce al monje,
0:10:06 lo que siempre es soñado.
0:10:08 Un monje italiano.
0:10:10 Ojalá se dame Cosme.
0:10:17 Hemos ido a la discoteca a buscar discos acerca de monjes italianos llamado Cosme,
0:10:27 o mejor todavía acerca de personas que habían cortado la mano por intrigas de las que eran inocentes,
0:10:35 vinieron a recuperar esa misma mano.
0:10:39 No se sabe si la mano que recuperó era la misma.
0:10:43 Es decir, si puesto el califa del malic a buscar la mano que le cortó a la maceno,
0:10:51 la encontró o si no la encontró.
0:10:54 ¿Ese era la misma mano o era una mano nueva?
0:10:59 No está contado aquí.
0:11:01 ¿Usted qué cree?
0:11:02 Quiero una mano nueva.
0:11:05 Yo creo que era la misma mano.
0:11:08 ¿Qué argumento hacía usted para creer que era la misma mano?
0:11:11 Yo creo que era la misma mano.
0:11:15 Yo creo que era la misma mano.
0:11:19 Era la misma, la mismísima.
0:11:23 Por ejemplo, si nunca fue cortada, era la misma mano segura.
0:11:27 ¿Esa otra posibilidad?
0:11:29 Sí, зачórecto.
0:11:33 En todo caso no sabemos.
0:11:36 Hemos encontrado el disco correspondiente de una milonga que esa mamá no brava.
0:11:45 Caramba, sería brava que no había manera de cortarse el alambre.
0:11:51 ¿Qué tocan?
0:11:58 No había manera de cortarse el alambre.
0:12:02 ¿Qué tocan?
0:12:04 Más y talmente por así usarán iguales.
0:12:58 Más y talmente por así usarán iguales.
0:13:03 Más y talmente por así usarán iguales.
0:14:49 Menudo.
0:14:51 Más.
0:14:53 Menudo.
0:14:55 Menudo.
0:14:59 Más.
0:15:01 Menudo,
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