Transcripción automática
0:00:00 Bueno, hablaremos de Judith y de los Fernes. Decibo atención. De acuerdo con algunos textos bíblicos, Judith era una joven viuda que vivió durante el reinado de Nabucodonosor alrededor del 588 a.C.
0:00:17 De todos modos, según algunos celulitos, el relato parece situarse en el 538, creci luego del exilio abilónico cuando los pulidos ya habían regresado a su tierra.
0:00:29 Algunos dicen que esta confusión de fecha pudo haber sido intencional para que el lector no la pudiera identificar con una mujer de existencia real.
0:00:37 Claro, para proteger a los inocentes.
0:00:39 Judith vivía en Betul, cerca de Jerusalén. Su esposo había sido Ménaces, un rico mercader, muerto por insolación, mientras vigilaba a los cegadores que recogían su cosecha deshevada.
0:00:55 Judith se vistió de luto y no contrajo nuevo matrimonio. Era muy hermosa para eso.
0:01:02 En Nínime, el rey Nabucodonosor... Qué curioso que el rey Nabucodonosor no tuviera ni enbre.
0:01:09 Pero bueno, el rey Nabucodonosor, vencedor de muchas guerras, estaba convencido de que la causa de sus victorias se vía a su origen divino.
0:01:20 Es decir, otro gran analista de la realidad.
0:01:26 Solamente un hijo de los dioses podía ser invencible, dijo, mientras abría las manos hacia el costado.
0:01:35 Comenzó rey, envió a su general, Máste Mil, le llamado Olofernes, para que recorriera los reinos vecinos y ordenara a sus reyes que abandonaran el culpa a sus dioses respectivos y adoraran solamente a Nabucodonosor.
0:01:51 Es una tarea para un general.
0:01:53 Vaya con un ejercito ilegalé a los príncipes de los estados vecinos que dejen que hagan de adorar a su dios y me adorenan mi que estoy aquí.
0:02:03 En caso de negativa, los reinos serían arrasados, sus varones muertos y sus mujeres y niños esclavizados.
0:02:11 Y el botín sería para Olofernes y su soldado.
0:02:14 Con esa misión, con esa digna misión.
0:02:18 Una misión que se repite después de toda la historia.
0:02:23 Olofernes partió al frente de 120.000 hombres y 12.000 carros de guerra.
0:02:31 Lo que hace suponer que muchos iban de a pier.
0:02:35 Concibió que algunos reyes se convirtieran efectivamente en adoradores de Nabucodonosor, más que nada porque costaba pocos.
0:02:45 Hasta que llegó cerca de las poblaciones de Olofernes.
0:02:48 Olofernes, siguiendo el consejo de sus generales,
0:02:51 Resolvió a serviar el pueblo de Beculio antes de presentarle batalla.
0:02:55 Y al grito del único dios que conozco es Nabucodonosor,
0:03:00 que como grito de batalla es al menos un poco confuso y produce una falta de aire,
0:03:07 allá por el lamentable inciso,
0:03:09 dijo al grito del único dios que conozco es Nabucodonosor,
0:03:15 destrozó el acueducto que alimentaba la ciudad.
0:03:18 Probablemente con otro grito lo hubiera destrozado mucho antes.
0:03:24 En cualquier caso, la abolición de ese acueducto produjo serios problemas al pueblo de Beculia,
0:03:32 que de todos modos resolvió resistir el sitio.
0:03:35 Al poco tiempo, desde luego, ante la ausencia de acueducto, la gente empezó a morir de ser.
0:03:40 Los ancianos de Beculia pedían a los habitantes que asunaran
0:03:45 y rogaran a Jehová por su protección. Pero murió más gente todavía.
0:03:51 Finalmente, los ancianos resolvieron que si dentro de los siguientes cinco días
0:03:56 dios no enviaba una señal de salvación, se rendiría.
0:03:59 Es un último atunadioso.
0:04:02 Y en ese momento apareció Judit.
0:04:04 Aquella muchacha hermosa pensó que podía intentar la salvación de Beculia
0:04:09 y pidió a los ancianos que le concedieran ese plazo de cinco días
0:04:13 para llevar a cabo una misión que mantendrían secreto.
0:04:19 Los ancianos aprobaron su misión. Todo esto pudo acelerar.
0:04:24 No sabían qué iba a hacer, pero la aprobaron.
0:04:26 Judit, entonces, quitó sus vestiduras de luto, se vivió con sus mejores ropas,
0:04:32 calzó sus mejores sandalias y se adornó con collares brazaletes y amizos.
0:04:38 Llenó una bolsa con harina deshebada, tortas de higo y un cántaro de acer.
0:04:44 Y una vesilla de cuero se la bebí. Y así salió de la ciudad.
0:04:48 Inmediatamente fue visto como soldados enemigos quienes la capturaron y la llevaron ante olofernes.
0:04:55 Astutamente, Judit aseguró al militar con avemanes seductores
0:04:59 que estaban después a traicionar a su gente, revelando algunos secretos
0:05:04 que facilitarían entre un fuego del Ejército Invasor.
0:05:09 Ahora bien, según los desides de Judit a olofernes,
0:05:13 el pueblo de Betulia se mantenía protegido porque tenían todavía alimentos purificados
0:05:21 consagrados a Cebalos, únicos que se pueden comer.
0:05:24 Pero esos alimentos se iban a terminar.
0:05:28 Así que vencer al pueblo de Betulia, si yo diga, a Judit a olofernes, sería muy fácil.
0:05:35 Toda pudiera caería del mismo modo, ante la falta de alimentos purificados.
0:05:43 Judit le dijo a olofernes que debía esperar cinco días
0:05:47 hasta que los hebríos aguantaran sus provisiones consagrados y luego atacar.
0:05:52 Tras contarle todo lo que Judit pidió permiso a olofernes
0:05:56 para orar en el valle todas las noches, a fin de mantener pura su alma.
0:06:01 Por decirlo todas las noches, Judit tenía por costumbre salir al campo,
0:06:08 darse un baño y orar.
0:06:09 Por lo que a Olofernes, en realidad, tenía pensado seducir a Judit y llevarla a su lecho.
0:06:16 De modo que aprobó aquel pedido de salir cada noche,
0:06:18 a incluso prohibir a sus soldados que la siguieran,
0:06:21 incluso para evitar que las fiaran cuando se bañaban.
0:06:25 De ese modo le permitieron salir del campamento para orar y afearse
0:06:31 en un arrollo cercano cada vez que llegaba la medianoche.
0:06:34 Muy bien la estagaron en una tienda y Judit se presentaba diariamente ante olofernes
0:06:40 que arriesgaba de ese guardia.
0:06:43 Cautivado por Judit, Olofernes dio ofrecio un banquete el cuarto día
0:06:48 con el doble objeto de agradecerle la información
0:06:52 y de paso invitarla a pasar la noche con él, por no decir otra cosa.
0:06:58 Entonces se organizó un lindo festín en la tienda de Olofernes,
0:07:02 al cual se hicieron todos los jefes militares,
0:07:04 todos los macanudos del ejército de Olofernes.
0:07:08 Ahora como los invitados sabían que la razón del banquete era dar
0:07:11 la oportunidad de olofernes para conquistar la dama,
0:07:16 conforme pasaban las horas se iban rajar.
0:07:20 El último salido fue sirviente de Olofernes que cerró la tienda del lado de afuera
0:07:27 para que la pareja disfrutara de la intimidad.
0:07:30 Incluso estaba avisado que llegado el caso,
0:07:33 debía permitir a Judit su salido nocturno para orar y purificarse.
0:07:38 Ahora Olofernes anticipándose al disfrute que le creaba,
0:07:43 siguió bebiendo hasta emborrasearse
0:07:46 y cayó en su lezo desmayado por el escabio.
0:07:51 En ese momento Judit se acercó a la cabecera de la cama
0:07:54 donde colgaba la espada de Olofernes, la vez en vainó,
0:07:58 dice el prolijo cronista,
0:08:02 tomó a Olofernes sus cabellos y con dos certeros golpes
0:08:06 le cortó la cabeza,
0:08:08 luego envolvió el maroto entre las avanas y lo metió en una bolsa
0:08:13 y salió lo más buronda de la tienda de Olofernes,
0:08:17 como acostumbraba todas las noches para ir al arroyo a bañarse.
0:08:21 Los guardias permitieron su salida.
0:08:24 Pero en realidad Judit siguió de largo y en vez de lavarse
0:08:30 regresó a Betulia y ahí convocó a los ancianos
0:08:35 a quienes mostró para dar crédito a sus palabras la cabeza de Olofernes.
0:08:39 El sacerdote del templo agradeció y dijo a Judit
0:08:44 que Dios te bendiga más que a todas las mujeres
0:08:46 y esta pódromula fue la que Lucas utilizaría muchos siglos después
0:08:51 para bendecir a la vez en vaino.
0:08:55 La cabeza de Olofernes fue colgada en las murallas
0:08:58 y al amanecer los soldados judíos salieron de Betulia y se dejaron dar.
0:09:04 Los centeneras de Olofernes avisaron a los jefes
0:09:08 y luego dijeron vamos a despertar a Olofernes para avisarle esto.
0:09:13 Vagó al guardia personal de Olofernes,
0:09:16 entró a la tienda y vio mejor dicho no vio nada.
0:09:22 Es como vio a Olofernes decapitado,
0:09:25 vio un cuerpo decapitado, habrá dicho para mí que es Olofernes.
0:09:29 El caso es que los soldados sabiendo que su jefe había encontrado la muerte
0:09:36 de tan terrible modo se asustaron los 120.000 y huyeron despavoridos.
0:09:44 Pues atribuyeron su muerte en un caso de
0:09:47 silogismo colectivo en Santaño al poder del Dios de Israel
0:09:52 que por mano de una mujer había vencido al más terrible de los generales en Abucodonosor.
0:09:57 El caso es que hubo botín de guerra pero también los soldados de Olofernes
0:10:03 tuvieron la precaución de olvidarse toda clase de riquezas inmobiliarios.
0:10:11 Cuentan que después de este triunfo muchos quisieron casarse con Judith,
0:10:17 pero Judith no acertó a ningún hombre y murió a los 105 años
0:10:21 y la enterraron en ese público de su marido, el finado manáses,
0:10:25 que estaba muerto incluso antes de comienzo el programa.
0:10:31 Robert Geis escribió en la diosa blanca que la historia que acabamos de contar
0:10:35 parece inspirada en los mitos babilónicos de Ishtar.
0:10:40 Los judíos, dice Geis, no creaban leyendas sino que tomaban las existentes para adaptarlas.
0:10:46 Ya desde entonces contra Geis se creía que no era conveniente
0:10:50 compreccionar sistemas mitológicos que no tuvieran una fuente segura y consistente.
0:10:57 Llegamos solo a modo del dato anexo que la escena en la que Judith huye con la cabeza de Olofernes
0:11:04 ha inspirado a varios pintores. Las obras más famosas son la de Botticelli,
0:11:09 la de Michelangelo que estaba justamente en la capilla sistema.
0:11:15 Una historia que además ha tenido en la música, en el teatro,
0:11:22 numerosísimas versiones y que ha inspirado muchísimos artistas.
0:11:27 Me acuerdo en este momento de Alfredo Balcón y de Violeta Antíez
0:11:30 en una versión de hace mucho tiempo.
0:11:34 Tanto que cada vez que me nombran a Olofernes me lo imagino Alfredo Balcón
0:11:38 caracterizado en el chaval para aquella representación.
0:11:51 Es una historia bastante sanitaria, es una figura simpática más
0:11:59 al ser de carácter egoico, de carácter nacional, de la gesta de Júrié.
0:12:07 Sí, Alfredo Balcón.
0:12:09 Alfredo Balcón y Violeta Antíez, que son unas gran excrevencias.
0:12:15 Como ha sido la discoteca, no fue fácil, no había casi nada de Olofernes,
0:12:21 aunque me pareció que hay muchos de Olofernes.
0:12:29 Hay mucha opera, mucho italiano que es inácio Olofernes.
0:12:33 Cada vez que se quedó sola y que no se casó con un otro,
0:12:39 para estar de tener muchísimos pretendientes,
0:12:41 escucharemos en la voz de una mujer amália de la Vega,
0:12:45 una milonga que cuenta la historia de una mujer que también quedó sola,
0:12:49 que se llama la solita.
0:12:51 Es realmente una bellísima canción.
0:13:33 Alcanza.
0:13:37 Alcanza.
0:13:39 Alcanza.
0:16:01 Y que por nadie lloró.
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