Transcripción automática
0:00:00 Continuamos en la venganza, será terrible, estamos en el Uruguay, en la ciudad de Montevideo,
0:00:13 Teatro del Galpón, mañana también estaremos aquí, a partir de la medianoche, por radio
0:00:19 al espectador en el Uruguay y el Radio del Plata en la Argentina.
0:00:22 Hablaremos esta noche de la cabeza de Josef Haydn, es un tema un poco macabro, inspirado
0:00:31 en el libro del doctor Matto y también en algunas fuentes propias. Empecemos diciendo
0:00:37 que a partir del siglo XVIII, con las teorías del anatomista alemán Frank Gald, se formularon
0:00:46 algunas hipótesis supuestamente científicas para explicar el delito. La ciencia de Frank
0:00:54 Gald consistía en relacionar la actividad cerebral con la forma del cráneo. Gald creía
0:01:03 que examinando el marote de las personas, podía extraerse información sobre las características
0:01:10 psíquicas del individuo. Y a esta ciencia se la llamó frenología. Las cabezas se
0:01:17 convirtieron más que nunca en piezas de investigación, pero no solo las cabezas de los criminales.
0:01:24 La idea de que el cráneo de un genio podía alumbrarnos sobre los mecanismos del pensamiento
0:01:30 entusiasmó a estos muchachos, digo, a los anatomistas, a los fisiólogos, incluso a
0:01:37 los filósofos. Para dar con la solución a los asuntos de criminología, ya había comenzado
0:01:44 entre los estudiosos un tráfico notable de marotes de asesinos y ladrones. Poco después
0:01:52 comenzó el tráfico de los melones de hombres sobresalientes, todo esto con la intención
0:01:57 de develar los secretos de la genialidad. Con el cuerpo del músico Josef Haydn sucedió
0:02:05 lo siguiente. Haydn murió el 31 de mayo de 1809. A pesar de su enorme popularidad, no
0:02:13 se realizó ningún acto funerario. Es que por esos tiempos, bien estaba en manos de
0:02:20 Napoleón, Haydn era muy patriota y ese patriotismo incluso había eclipsado en aquellos tiempos
0:02:29 de su creación artística y le pareció a los muchachos que era conveniente ser discretos.
0:02:36 Así que fue enterrado ahí nomás en el cementerio de Hunderström con todas las sensicies sin
0:02:43 emblemas, sin discursos, sin fervor patriótico. Y enseguida empezó la codicia frenológica
0:02:52 por sus restos. Un tal Josef Rosenbaum, que era el secretario del príncipe Estherasci,
0:03:02 que era el protector de Haydn y a su vez amigo el músico, quiso conseguir la cabeza del
0:03:08 final. Rosenbaum estaba muy interesado en la frenología, no es que eso lo quería la
0:03:13 cabeza como recuerdo, quería estudiarla. Entonces sobornó a un empleado del cementerio,
0:03:20 desenterró a Haydn, le cortó la cabeza toda la misma noche, volvió a enterrar el cuerpo
0:03:27 por lo menos y le entregó el cráneo a unos investigadores amigos. Aquí está el Valero
0:03:33 de Haydn a ver qué conclusiones sacan. Una vez estudiado minuciosamente el cráneo por
0:03:39 los frenólogos, le devolvieron a Rosenbaum la cabeza, o sea no se la quedaron, la estudiaron,
0:03:46 anotaron unas cosas y se la devolvieron. Pero Rosenbaum no la devolvió al lugar de donde
0:03:53 le había sacado porque eso implicaba arriesgarse nuevamente a una profanación, entonces se
0:04:00 la guardó como recuerdo. Después de todo Haydn había sido su amigo, llegaba y la dejó
0:04:05 acá. Terminó la invasión napoleónica, los austríacos se tuvieron ya dispuestos a rendir
0:04:13 debido a honores a Haydn y como muchos cadáveres célebres le inspiraba al cuerpo de Haydn una
0:04:19 serie de traslados hasta encontrar el lugar más adecuado. Las autoridades habían planeado
0:04:25 depositar el cuerpo en un mausoleo en Heisenstadet, un lugar en el que Haydn había compuesto
0:04:33 muchas obras. Fueron a buscar el cuerpo, lo desenterraron sin saber todo el episodio de
0:04:39 la cabeza, se encontraron con que le faltaba la cabeza, él dijo uno, le falta la cabeza,
0:04:46 hubo una investigación, quiero decir que primero rascaron un poco por los atredores y sospecharon
0:04:53 de Rosenbaum, dijo uno el mismo tipo que dijo él le falta la cabeza, dijo para mí
0:04:58 que la tiene Rosenbaum. Revisaron su casa pero la policía no encontró nada, parece
0:05:04 que la mujer de Rosenbaum mientras la policía revisaba a ver donde estaba la cabeza, se
0:05:11 escondió el melón de Haydn debajo de la poesera.
0:05:14 ¡Ay, señora!
0:05:15 ¡Es una escena extraordinaria! ¡Por favor!
0:05:18 ¡Vine caminando con pasos cortos venía! ¿Qué están buscando? No sé qué pueden
0:05:26 buscar en esta casa, sonriendo.
0:05:32 Claro, imagínense la policía no iba a ir a buscar ahí.
0:05:43 Bien, Rosenbaum asustado por este asignamiento, imagínense.
0:05:46 Cualquiera se hubiera asustado que te le tocan el timbre.
0:05:49 ¿Dónde la policía?
0:05:50 Sí, de saber dónde tener la cabeza de Haydn y su señora ahí pasando un mal momento,
0:05:57 bueno, se asusta.
0:05:59 Entonces, Rosenbaum sugirió al príncipe, esterasa, dice acá, esterasa si me parece,
0:06:07 que por unos dineros el cráneo ausente podía parecer.
0:06:11 No dijo, lo tengo yo.
0:06:13 Pero mire, al príncipe, si usted me tira unos mangos, yo voy a hacer la gestión para que...
0:06:20 Un chantaje, señor.
0:06:21 Aparezca la sabiola de este niato.
0:06:25 Y el príncipe le ofreció una suma insignificante, ponerle 50 pesos.
0:06:31 Y Rosenbaum se ofendió en secreto.
0:06:35 Que es como uno se tiene que ofender.
0:06:37 E hizo que le entregaran al príncipe, esterasa, la cabeza de otro niato.
0:06:43 Pensó que nadie podía notar la diferencia.
0:06:47 Bueno, no, no se dieron cuenta.
0:06:49 Y el pobre Haydn, por la varicia primero del príncipe y por la codicia de Rosenbaum,
0:06:56 se quedó Haydn, digo, con la cabeza de alguien, ¿a qué?
0:07:00 No, no con la cabeza propia.
0:07:03 Y Rosenbaum se quedó con la verdadera cabeza, ¿de qué?
0:07:06 Había escondido a la mujer entre...
0:07:07 Sí, le dijo, largarla.
0:07:09 Le dijo, es con la falda, digo.
0:07:11 Todo hubiese quedado así.
0:07:13 Pero sucedió que Rosenbaum se enfermó y a punto de morir se arrepintió, yo como es uno.
0:07:18 Que córre.
0:07:19 Sí, sí, pues.
0:07:20 Y confesó la verdad en el sulecho de muerte.
0:07:23 Porque tenía un plan.
0:07:24 La por ahí estaba ahí, que se dio, y dice...
0:07:27 La cabeza se le escondió a mi mujer y abajo la palda.
0:07:31 Está delirando, dijo el bienvenido.
0:07:33 Tiene fiebre.
0:07:34 Pero bueno, su deseo opóstumo fue donar la cabeza de Haydn a la Academia de Música.
0:07:41 Así que fueron un día con un paquete...
0:07:43 Qué lindo, eh.
0:07:44 A la Academia de Música de Música.
0:07:46 Venimos a hacer una donación.
0:07:49 El mate del finado Haydn.
0:07:51 Y para qué lo quieres?
0:07:52 Haz un charango, Bonilla.
0:07:54 Sin embargo, ese deseo no se pudo cumplir porque la cabeza de Haydn había desaparecido nuevamente.
0:08:01 El médico el que lo estaba atendiendo a Rosenbaum se le había afanado en la confusión.
0:08:07 Pero qué lugar, no se puede salir tranquilo.
0:08:09 Yo que uno para aquí lo paraseaba, yo la cabeza que me dio parecía que le decía lleváame.
0:08:16 Y se tentó.
0:08:18 Se tentó y se la llevó.
0:08:20 Algún tiempo más tarde el cráneo de Haydn fue vendido a un conocido profesor que al morir lo se dio al museo de patología de la Universidad de Vienda.
0:08:29 Pero entonces intervino la Academia de Música.
0:08:32 Sus directivos dijeron que era la Academia, la depositaria de ese trofeo, puesto que el primer ladrón Rosenbaum le había donado a ellos.
0:08:42 Bueno, a todo esto la familia del Príncipe esterasa, protectora de Haydn, reclamó lo que faltaba del cadáver.
0:08:48 El cadáver lo tenían ellos sin cabeza.
0:08:52 Se reclamó la cabeza porque ellos habían pagado a Rosenbaum por la cabeza y lo sabían estafar.
0:09:00 ¿Y la cabeza?
0:09:03 Bueno, el asunto llegó a la Corte y la justicia tuvo un curioso dictamen.
0:09:07 Se reconoció el accionante de Rosenbaum, se le entregó a la Academia de Música la cabeza en disputa.
0:09:13 Y allí en la Academia fue exhibida la cabeza de Haydn desde 1839 hasta 1954.
0:09:22 Ese año la familia esterasa convenció a las autoridades de la Academia de Música de volver la cabeza a su posición original.
0:09:31 Pero era un mal año para eso. Justo los soviéticos invadieron en Gría, ¿se acuerdan?
0:09:37 La invasión aquella, con un renagui y todo eso.
0:09:41 Pobre Haydn.
0:09:44 Bueno, el príncipe Pablo Esterasa fue apresado por el Partido Comunista húngaro, sus tierras confiscadas con músico y todo.
0:09:54 Pero, bueno, prevaleció la corrodura y los soviéticos.
0:09:57 Permitieron la restitución de la cabeza de Haydn y así.
0:10:01 Desde el 5 de junio de 1954 Haydn está completo.
0:10:05 ¿Fueron a ver si está...?
0:10:08 Acerca de las cualidades frenológicas de su genio no se supone nada.
0:10:13 No se supone nada. Es una linda historia.
0:10:17 Yo os conocí a Haydn, compuso unos conciertos para la trompeta y orquesta espectacular.
0:10:23 Es uno de los que más promovió la trompeta en la música clásica.
0:10:30 Pero no sabía que le hubiera pasado esto.
0:10:32 Sí, pobre muchacho.
0:10:33 Ahi no le pasó.
0:10:34 Por suerte le pasó muerto ya.
0:10:38 Si esto te pasa en vida...
0:10:41 Te quiero ver.
0:10:43 ¿Con qué vas a soplar la trompeta?
0:10:46 Bueno, vamos a dedicar esta charla al amigo Haydn a las personas que,
0:10:52 por las injusticias de la frenología, fueron detenidos, como sigue pasando hoy en día.
0:10:58 Tiene cara de chorro y lo detiene.
0:11:01 ¿Por qué? Con esa cara como quiere que no lo detenga.
0:11:04 Tiene cara de no pertenecer a la clase hegemónica.
0:11:08 Hemos ido a la discoteca y le hemos contado esta historia al discotecario y este, sin pensar mucho...
0:11:14 Nunca piensa mucho.
0:11:16 Pero aquí es lo primero que a uno se le ocurre cuando menciona la cabeza de Carlos.
0:11:19 Por una cabeza?
0:11:20 Sí, escuchamos a Carlos Gerdón.
0:11:34 Uuuuhhhhhh
0:11:39 Uuuuhhhhhh
0:11:46 Por una cabeza de un noble potrillo,
0:11:50 de justo en la rata de la maria,
0:11:54 y que al regresar pareciera decir
0:11:58 no olvides ser malo, vos sabiendo hay que burar.
0:12:02 Por una cabeza me secondí un día
0:12:06 de aquella coqueta irrisueña mujer
0:12:10 y al curar sorriendo que el amor que está mintiendo
0:12:14 que mai no uno verá todo mi querer.
0:12:19 Por una cometa
0:12:23 todas las locuras
0:12:28 Por una cabeza borra la tristeza
0:12:32 calma la margura
0:12:36 Por una cometa
0:12:40 si ella me olvida
0:12:44 no importa perderme mil veces la vida
0:12:48 para que vivir cuanto desenganeo
0:12:52 Por una cabeza
0:12:55 no os jure mil veces no vuelvo a irse a ir
0:12:59 pero si un mirar me llegue al pasar
0:13:03 todos los reves fuegos te lo desquiero hablar
0:13:07 basta de carreras y acabo la finva
0:13:11 un final rellido yo no vuelvo a ver
0:13:15 pero si algún pingo te la servita el domingo
0:13:19 yo me juego entero ¿qué le voy a hacer?
0:13:24 Por una cometa
0:13:28 todas las locuras
0:13:32 Por una cabeza borra la tristeza
0:13:36 calma la margura
0:13:44 si ella me olvida
0:13:48 no importa perderme mil veces la vida
0:13:52 para que vivir
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