Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos de la caída de faensa, no de faensa, la caída de faensa, la de faensa es, todavía no ha sucedido.
0:00:09 A comienzos del siglo XVI, César Borgiá, el hijo del papo Alejandro VI y protagonista de muchas historias últimamente aquí,
0:00:19 avanzó sobre varias ciudades para conquistarlas y plegarlas al poder papal,
0:00:25 que en ese entonces no solamente era un poder religioso, sino también secular.
0:00:34 Había estados pontificios, había un ejército pontificio y el hijo del papa César Borgiá solía ser el que comandaba esos ejércitos.
0:00:46 Se cuenta que cuando César invadió Pesaro, el señor de Pesaro, Giovanni Esforza,
0:00:52 que había sido cuñado de César, ya que como hemos contado aquí, había estado casado con Lucrecia Borgiá, la hermana de César,
0:00:59 y había sido obligado a divorciarse acusado de impotencia. Giovanni Esforza, cuando se enteró de que venía César, salió rajando y huyó desnudo.
0:01:10 Uyó desnudo porque cuando le dieron la noticia estaba en unos baños, estaba en un baño, me imagino.
0:01:18 Y le dijeron guarda que viene César, vio unos caballos y salió al galope, así nomás, en pelo, como quien dice.
0:01:28 Sin embargo, a la ciudad de Faensa la defendía Astorre Manfredi, un joven que era muy amado por sus súbditos y al parecer era también muy valiente.
0:01:42 Su desgraciada infancia y los dramas familiares que había padecido lo habían tomado, lo habían tornado, diría yo, precozmente maduro.
0:01:52 A los 16 años ya pelaba las naranjas solo. Quiero decir que era todo un hombre, no había perdido cuando niño a su padre el seductor Galeotto Manfredi,
0:02:04 que fue asesinado por Silos, por su madre, no por la madre de Galeotto, sino por la madre de Astorre, la terrible Francesca Ventivoglio.
0:02:14 Parece que Galeotto, el papá de este muchacho, había cometido la imprudencia de llevarse una mante que tenía disfrazada de monja desde Ferrara, donde le había conocido a Faensa.
0:02:29 Pero esta precaución no había abastado y sus amoríos fueron descubiertos.
0:02:34 Francesca, una noche, se metió en la cama y dijo que estaba enferma, sí hizo la enferma, se hizo.
0:02:41 Bueno, mandó a cerrar las ventanas, a pagar las lámparas y luego lo llamó al marido, Galeotto, Galeotto.
0:02:53 Al entrar en la coba, Galeotto se encontró con unos asesinos, unos sicarios pagados por su mujer que estaban escondidos atrás del ropero.
0:03:03 ¿Entienden? La tifa estaba... Ay, dice Galeotto, venía porillar y al entrar ropero, atrás, no sabía dónde, atrás del ropero difícil, no hay lugar para muchos asesinos y en realidad para ninguno.
0:03:14 No importa, el caso que estaban escondidos salieron y lo liquidaron apuñaladas.
0:03:21 Después de este crimen, hubo un período de regencia y el hijo, Astorre, fue consagrado gobernante de Faensa.
0:03:31 Se enteró cuando se acercaban los ejércitos de César Borja del peligro que corría la ciudad y trató de buscar ayuda, pero ya era tarde.
0:03:40 Ciudades como Florencia y Venecia se hicieron las otarias.
0:03:45 En noviembre de 1500, César Borja acampó con sus tropas delante de Faensa y ordenó su inmediato bombardeo.
0:03:54 No bombardeo con aviones, tiraban fuego griego, yo qué sé.
0:03:58 Dice la crónica que muy pronto comprendió que no sería una conquista fácil porque los habitantes agrupados junto al joven Astorre estaban decididos a vender caro su pellejo y el de su señor.
0:04:14 El clima era desfavorable para un sitio, aunque el invierno no había empezado todavía, unas nieves tempranas brinyeron a Jorobar y a entorpecer los movimientos de las tropas.
0:04:25 César mandó entonces a que se levantara el campamento y esperaran la llegada de la primavera.
0:04:31 Mientras tanto, los de Faensa aprovecharon para reforzar la defensa.
0:04:36 Todos los que recibían en Faensa se confesaron y juraron permanecer unidos y leales y morir antes que ponerse a las órdenes de César Borja.
0:04:48 En ese clima, si alguno hablaba de pacto en Faensa, si alguno decía que no hacemos un pacto con César Borja, lo decapitaban.
0:05:01 El papa, impaciente por poner fin a aquella guerra, el papa que era el papa de la iglesia y el papa de César Borja.
0:05:09 Con asento y sin asento prometió a Astorre Manfredi a cambio de su rendición el capelo de cardenal y también una asignación vitalicia.
0:05:21 Pero el joven Astorre rechazó desdeñosamente el ofrecimiento.
0:05:27 En la serie, recomenso en primavera y esta vez fue decisivo.
0:05:32 Los atacantes no daban tregua, los de Faensa defendían con denuedo, hubo escenas de heroísmo y César quedó tan almirado del valor de los Faestinos que declaró lo siguiente.
0:05:48 Con un ejército semejante yo habría conquistado Italia.
0:05:52 Los episodios de valor en realidad eran por las dos partes.
0:05:57 Por ejemplo, Tadeo de la Volpe, que era un capitán de César Borja, fue herido en un ojo por una flecha y se sacó la flecha con sus propias manos con ojo y todo.
0:06:09 Poner ojo en sartén o como una aceituna.
0:06:13 Y después volvió a la lucha gritando que así veía solo la mitad de los peligros.
0:06:17 Y esos son guapos.
0:06:19 La ciudad de Faensa terminó por rendirse y Manfredi envió una delegación a César para tratar sobre los términos de la rendición.
0:06:28 Los vencidos pedían la salvación de sus vidas, inmunidades represalias, permanencia en la ciudad,
0:06:38 solo de las tropas afectadas al mantenimiento del orden.
0:06:42 Una onda invasión norteamericana a cualquier país.
0:06:46 César aceptó todas las peticiones, convocó incluso a Astorre Manfredi y el encuentro fue muy cordial.
0:06:53 El vencedor, César Borja, felicitó al vencido por la estupenda defensa y le ofreció permanecer con él y Astorre aceptó.
0:07:04 Entonces muy satisfecho, César le llamó a su hombre de confianza, Michelotto Corella, como me gustaría llamarme Michelotto.
0:07:13 Y le ordenó que acompañara a Astorre hasta Roma, diciéndole, mira, tratámelo bien.
0:07:22 Astorre Manfredi fue acompañado a Roma por su hermano, pero el trato no pareció ser demasiado adecuado.
0:07:32 Porque en realidad lo acuchillaron.
0:07:35 Astorre y su hermano fueron acuchillados y sus cuerpos fueron arrojados al tíber con una piedra cada uno atada y con gote.
0:07:44 Se escribió mucho acerca de las razones del asesinato de Astorre Manfredi,
0:07:48 pero la verdad es que poco cuesta conjeturar que su mera existencia representaba una amenaza para César.
0:07:58 Bueno, y él pensaba, pensaba que Astorre era muy valiente, que los de Fadensa también lo eran,
0:08:11 entonces dice mejor los liquidamos.
0:08:13 Y esto fue lo que hizo, con el visto bueno del Papa, Alejandro VI, ordenó que lo liquidaran.
0:08:21 Al morir tenía 17, el querido Astorre Manfredi, que a los 16 pilaba las naranjas solos y a los 17 fue asesinado por orden de César Borges.
0:08:32 Extraordinaria historia, extraordinaria, extraordinaria, historica, horrible historia.
0:08:36 Este tipo realmente era de lo peor.
0:08:40 Fuimos a la discoteca, le contamos esta historia al discotecario,
0:08:44 y él dijo que tenía un cuneado que era todavía peor que César Borges, porque le despegaba a los hijos.
0:08:51 Bueno, sí, señor, pero no tiene nada que ver con esto que estamos contados.
0:08:54 Y me discutió que él le despegaba incluso por motivo, por ejemplo, perdía en el hipódromo y venía y lo fajaba.
0:09:01 ¡Uy, no!
0:09:02 Una basura.
0:09:04 Una basura.
0:09:05 Era peor que César Borges.
0:09:06 Era peor, era peor.
0:09:07 Así que para...
0:09:09 Hay un tango que se llama mala entraña, que está dedicado, no sé si, al cuneado de nuestro discotecario,
0:09:14 o a César Borges, y lo escucharemos en la versión del mundo rivero.
0:09:21 Mala entraña. Adelante.
0:09:23 Cerrego del barrio Vizio, que es triunfaste de últimas años,
0:09:27 escucha que en mala entraña te voy a clasificar.
0:09:38 Te criaste entre cafillos, malandrines y matones,
0:09:45 y entre gente de averigas desarrollaste tu acción.
0:09:49 Hortes, tampa, en el suburbio, flores y en unos balcones,
0:09:53 y lograste la conquista de sensibles corazones,
0:09:57 por los prestigios sentados de buen mozo y de varón.
0:10:01 Me esclarrara de magnate, nacido en tres avalajes,
0:10:05 vos sos la calle florida que se vio en la rabal,
0:10:09 con padrito de mi barrio, que solo cambió de traje,
0:10:13 quien te ha visto y quien te vio atirándote a personaje,
0:10:17 si se asumí esto jaulero con berretín de sorrosa.
0:10:22 Malandrín de la carteta te inviaste de un viabazo,
0:10:27 el vento con que tu vieja pudo vivir todo un mes,
0:10:30 impasible ante las ficas en las noches de colazo,
0:10:34 en el circo de palermo cuando atacó y elongazo,
0:10:38 tu esterden por un pecuesto todo el vento que tenés,
0:10:42 y por eso ante el chumaje hoy la vas en diferente,
0:10:46 insensible en los salagos y de la vista y el suferir.
0:10:50 Se murió tu pobre vieja,
0:10:53 y en el mármol de tu frente,
0:10:55 ni una sombra, ni una ruga que deschavaré lo cuente,
0:10:58 que en tu vieja no fue un perro, y que vos a mi sentir,
0:11:02 cero al final.
0:11:06 Todo cambia en esta vida rastrera,
0:11:09 y si arruga el más derecho, si lo tiene que doblar,
0:11:13 pues que sos más estirado que te quido de fiambrera,
0:11:16 si era Dios que no te caché la mala racha fulera,
0:11:20 que si no como un alambre te voy a ver arrollar.
0:11:28 Era el mundo rivero en la venganza, será terrible mala entraña.
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