Transcripción automática
0:00:00 Hablemos de la cofradía de los hermanos de la costa. Atención. Así que situémonos a principios del siglo XVII.
0:00:13 En ese entonces vivían en la isla, en la española, que no es otra que aquella que se reparten entre Santo Domingo y Haití.
0:00:23 Muchos bucaneros, que eran hombres de distintas nacionalidades, refugiados, protestantes perseguidos, esclavos evadidos, chorros, desertores, nobles, aventureros.
0:00:36 Se los llamaban bucaneros porque comerciaban con la caza y venta de carne que ahumaban en las bucanas.
0:00:44 Habían utilizado ese comercio y ese rudimento para sobrevivir en aquellas tierras.
0:00:52 Por esos tiempos un decreto de España prohibía a sus súditos de América todo comercio con los demás países.
0:01:00 Los productos de las colonias habían de ser negociados y transportados por los españoles y, a su vez, todas las mercancías importadas debían proceder de espalda.
0:01:09 Qué decreto fue, naturalmente, un enorme error político y económico porque surgió un contrabando de él que los bucaneros sacaron un gran provecho.
0:01:20 Los propios barcos españoles se acercaban a la española en busca de precios más baratos para carne seca y otro tipo de mercancías.
0:01:30 Los barcos que España mandaba para combatir el contrabando también comerciaban con los contrabandistas porque les convenían.
0:01:37 Los primeros bucaneros se enriquecieron rápidamente y llegaron miles de hombres a la isla para tratar de sumarse a aquella fila de contrabandistas prósperos.
0:01:50 Pero en 1620 los españoles empezaron a atacar directamente a los bucaneros.
0:01:56 Bueno, murieron muchos y otros se escaparon de la española y se fueron a una isla, la isla Tortuga, al noroeste de la española, y una isla muy pequeña.
0:02:07 La Tortuga tiene 40 kilómetros de largo por 8 de ancho, la parte más ancha.
0:02:13 Y allí había muy pocos habitantes.
0:02:17 Y se instalaron los bucaneros y en esa isla formaron la cofradía de los hermanos de la costa.
0:02:24 Fueron piratas unidos por el mismo objetivo, fundar una sociedad para salvaguardar su libertad.
0:02:32 Bueno, pero también le pasó, sacar, robar, etcétera. Imagina seran piratas no libertarios.
0:02:42 En aquella sociedad no había prejuicios de nacionalidad ni de religión ni, como le acabó decir, de ética.
0:02:49 Las guerras que se entablaban entre estados europeos no perturbaba la armonía de esa cofradilla.
0:02:59 Había una guerra entre Holanda y España y los holandeses y los españoles que vivían allí no se tenían ni la menor inquina.
0:03:09 No existía tampoco allí en la isla la propiedad individual.
0:03:12 En realidad, lo que no había era la venta de tierra.
0:03:15 Ya nadie le interesaba prosperar como terrateniente tampoco.
0:03:20 Pero los barcos, no sé si tenían dueños, estaban allí, pertenecían a toda la cofradilla.
0:03:28 Cuando un capitán llegaba a sumarse a la fila de los hermanos, debía dejar los derechos individuales sobre la embarcación.
0:03:35 Cualquiera que preparara una expedición podía utilizar los barcos convenientes.
0:03:42 Igual no les importaba mucho a los piratas, que tenían un vínculo bastante liviano con sus naves.
0:03:49 Pirata no sentía mucho afecto por la nave que tripulaba.
0:03:53 No había tampoco allí en la isla tortuga, un código penado se imagina.
0:03:58 Las guerrillas se disputaban de hombre a hombre en duelo o a piñas.
0:04:03 Nadie estaba obligado a participar en expediciones.
0:04:07 La cofradilla jamás persiguió a nadie por desertorbo, te iba con no queridas.
0:04:13 Y elegían un gobernador.
0:04:16 Un gobernador que podía ser depuesto de sus funciones, también por votación.
0:04:21 No tenían absoluto los poderes de un gobernador colonial.
0:04:25 Y existía también un consejo de ancianos.
0:04:27 No era muy numeroso el consejo de ancianos, principalmente porque allí casi nadie llegaba viejo.
0:04:33 Imagínense, pirata, los tiros, que se llevó a bordaje, quién llegaba viejo.
0:04:38 Consejo de ancianos, dos tipos.
0:04:40 Sólo podía ser miembro de la cofradilla, quien hubiera cumplido con una serie de pruebas.
0:04:47 Unas pruebas llamadas Matelotache.
0:04:50 Parece que cuando un aspirante llegaba a la isla, cualquiera fuera de su procedencia o edad,
0:04:58 entraba al servicio de alguno de los piratas como sirviente.
0:05:03 Debió seguir a su señor, a todas partes, hacerle la comida, lavarle la ropa, limpiar la choza, cuidar sus armas.
0:05:12 Durante los combates debía mantenerse al lado del pirata y protegerlo.
0:05:17 Postulante no participaba en la elección de gobernador, debía vestirse con ropas de desecho de su jefe.
0:05:25 Y dos años de este servicio eran necesarios para ser considerados como un miembro de la cofradilla, como un hermano.
0:05:34 Allá por 1640, en la Corte Francesa, empezó a pensarse en convertir a la isla tortuga en una colonia.
0:05:43 Bueno, al principio mandaron a un gobernador, para que pusiera un poco de orden, se llamaba la base.
0:05:49 Era un capital muy hábil y se le ocurrió, a pesar de que él venía en representación de la corona francesa,
0:05:58 hacerse miembro de la cofradilla.
0:06:01 Pasó las pruebas y se ganó el apoyo de algunos piratas, especialmente los que eran franceses.
0:06:11 Y llegó a convertirse en gobernador, di la cofradilla.
0:06:17 Pero olvidó su misión inicial, porque se convirtió en cuerpo y alma, en un miembro o en un hermano de la cofradilla,
0:06:25 y descuidó las instrucciones que había recibido de Francia.
0:06:30 El cardenal Mazarino, que era el regente, entonces mandó otro posible gobernante, que era un caballero, Ponte Neón,
0:06:38 que también se hizo pirata. Lo mandaron de gobernador y se hizo pirata como tanto.
0:06:43 Tiempo más tarde, el administrador general de la finanza, Luis XIV, estaba leyendo con Ller, creo que se llamaba.
0:06:54 Le dio un ensayo sobre los bucaneros y estaba escrito por un antiguo hermano de la costa, el pirata Beltran Doguerón.
0:07:04 En el ensayo se explicaban las oportunidades perdidas por Francia para apoderarse de Tortuga.
0:07:10 Entonces el ministro dijo que el autor de aquel libro sabía mucho el Doguerón.
0:07:17 Y lo llamó. Le dijo, lo voy a mandar para que usted se apodere de esa isla en nombre de Francia.
0:07:26 Doguerón en realidad no era más que un aventurero fracasado, pero aprovechó bien esa oportunidad de reivindicarse.
0:07:39 Había estado explotando unas salinas Doguerón, había hecho un montón de negocios, siempre con malos resultados.
0:07:47 Él mismo había escrito, estoy rodeado por los despogos de mis empresas infortunadas.
0:07:53 Pero bueno, cuando le ofrecieron convertirse en gobernador de la isla de Tortuga y apropiársela para la corona francesa aceptó.
0:08:04 Bueno, lo primero que hizo fue seducir a los piratas de la cofradía con disposiciones que no los molestaban.
0:08:10 Después llegó ahí, se hizo el otario con 30 hombres nada más.
0:08:16 Y en poco tiempo consiguió hacerse nombrar gobernador pero de la cofradilla otra vez.
0:08:22 En realidad fue muy astuto porque no ejerció la menor violencia.
0:08:31 Lo único que hizo fue empezar a sembrar y estimular el cultivo del cacao, el maíz y el tabaco.
0:08:39 Después construyó una fortaleza llamada la Torre, le había dado guita también.
0:08:47 Empezó a tratar de diluir el carácter pendenciero y peleador de todos los muchachos de la isla.
0:08:54 Y para eso le buscó mujeres.
0:09:00 Contrató un centenar de muchachas francesas para que fueran a pasar el resto de su día a la Tortuga.
0:09:06 Se trataban naturalmente de prostitutas, pero fueron todas.
0:09:10 Y aquellos hombres privados de todo contacto con mujeres durante años se entusiamaron muchísimo con aquella disposición.
0:09:22 Incluso cientos de colonos de otro lugar, viendo que ahí venían hermosas mujeres europeas,
0:09:28 también llegaban a la isla atraídos por la noticia.
0:09:32 Doganón consiguió una especie de resalcimiento para recuperar el gasto que insumían las chicas.
0:09:40 El que se metía con una concubina debía pagar los gastos de transporte de la mena.
0:09:46 Y los tipos pagaban, ¿sabes cómo?
0:09:50 Bueno, parece que cuando llegaban las muchachas, los hermanos formaban un semicírculo en la playa,
0:09:58 se vestían con sus mejores galas.
0:10:01 Cuando la última de las chicas bajaba de las canoas y llegaba a la costa,
0:10:05 un hermano daba un discurso grandilocuente hablando de honestidad, fidelidad, redención,
0:10:12 y después cada uno elegía la suya, más o menos como podían.
0:10:17 Las parejas no se casaban, pero había un reglamento.
0:10:21 El hombre se comprometía a considerar a su mujer como compañera y de ningún modo como una estlava.
0:10:27 Si la muchacha era maltratada, podía recurrir al gobernador y éste estaba autorizado a romper la unión.
0:10:34 Si el hombre moría en acción en algún choreo o se fugaba, la muchacha podía elegir a un nuevo protector.
0:10:42 Las mujeres se adaptaron fácilmente, los hermanos de la costa también se adaptaron a estas modalidades,
0:10:49 muchas parejas tuvieron hijos, un edicto confirmoso de derechos sobre los hijos,
0:10:55 y así los hombres de la cofradía se convirtieron en buenos burgueses.
0:11:01 ¿Qué otra cosa hicieron si no esto?
0:11:04 Empezaron a profesar otra moral, de a poco abandonaban su vida aventurera,
0:11:10 y si es que por ahí salían, siempre volvían a tortuga, se fueron integrando la economía francesa sin darse cuenta.
0:11:17 Las empresas las manejaban todas de Oquerón, de tal forma que servían a la corona de Francia.
0:11:24 Cada vez venían más inmigrantes, la cofradía quedó minimizada,
0:11:30 porque eran mayoría los que venían de afuera a trabajar en las plantaciones o a casarse, que los piratas, y así, así.
0:11:44 Ahora bien, también algunos que, esto no viene al caso, que trataron de,
0:11:52 ya vamos a hablar un día, de los proyectos de repúblicas piratas,
0:11:56 hubo un holandés mansoy que se sublevó y trató de formar una república pirata,
0:12:01 pero las vamos a contar todas juntas, los proyectos de repúblicas piratas.
0:12:05 Doquerón nombró a su sobrino cuando estuvo viejo gobernador de la isla,
0:12:11 y volvió a Francia para morir allí en 1675,
0:12:14 y lo que había sido una cofradía de malechores,
0:12:17 se convirtió en la capital administrastiva de la nueva colonia francesa al norte de Santo Domingo.
0:12:25 Los valores cambiaron naturalmente, el máximo valor entre los piratas, que es el coraje,
0:12:30 fue sustituido por la virtud de la prosperidad,
0:12:34 y por ahí es inevitable caer en una ocurrencia y escribir una novela.
0:12:40 Si vivo, voy a escribir una novela donde el asunto central es este que acabamos de decir,
0:12:46 la tentación de la moral heroica por un lado,
0:12:49 y la tentación de la moral burguesa por el otro.
0:12:53 Esta novela podrías llamarse, por ejemplo, el ingenioso Hidalgo,
0:12:57 Don Quixote de la Marcha, que no es otra cosa que eso,
0:13:01 las dos tentaciones, por un lado, la de las aventuras que jotezcan,
0:13:06 y por el otro lado, la tentación de los seguros,
0:13:11 no otra cosa es la sobrina, quizá no,
0:13:14 no otra cosa es el bachiller Sansón Carrasco,
0:13:17 que lo vienen a buscar y lo tientan con la vida familiar,
0:13:21 con la tranquilidad, qué cosa.
0:13:24 Bueno, lo que sí tengo que decir para todos aquellos que están dudando,
0:13:31 y bueno, es un dilema que no quiero decir.
0:13:33 La, entre ser piratas o ser comerciante,
0:13:38 me debo de hecho, os lo ponen en.
0:13:42 Que hay que elegir.
0:13:46 La diosa y especialmente las dos diosas,
0:13:51 la diosa de amor, afrodita, pero también árteme,
0:13:54 bueno, los dioses de la prosperidad y los dioses de la aventura
0:14:02 piden una entrega completa,
0:14:05 que no puede ser pirata a los fines de semana,
0:14:08 y de lunes a viernes usted trabaja en la caja del banco cooperativo casero.
0:14:15 No, no puede.
0:14:18 No puede, qué cosa.
0:14:20 Así que hay que elegir.
0:14:22 A ratos libres no se puede ser poeta.
0:14:25 No puede ser poeta a ratos libres.
0:14:27 No, sos poeta toda tu vida con la carga, con la cruz que yo implica.
0:14:35 Dice, eh, sí, pues ya no sabía a mí, no me voy.
0:14:41 Así que hay que elegir.
0:14:45 Y la dedicatoria de esta charla es a los que le hicieron,
0:14:49 a los que le hicieron.
0:14:51 O también a San Mateo, que era recaudador de impuestos
0:14:56 y cansado de la moral del recaudador de impuestos,
0:15:02 se fue a buscar la gloria en una aventura,
0:15:05 en una aventura insuperable después de todo, ¿no?
0:15:08 Se fue con el Cristo, hay que pasar.
0:15:11 Pero hay que elegir.
0:15:13 Hay que elegir.
0:15:15 Qué cosa, ¿no?
0:15:17 Nosotros hemos sido a la discoteca
0:15:22 y le explicamos todo esto al discotecario.
0:15:25 En vano.
0:15:26 Que ya, en vano, se lo explicamos.
0:15:28 Todo el discotecario tiene resuelto ser discotecario,
0:15:31 que implica una ausencia total de aventuras.
0:15:34 Cuando uno no quiere aventuras, se nota enseguida,
0:15:37 hay indicios, hay indicios.
0:15:39 Por ejemplo, tiene el auto asegurado,
0:15:43 cierra la puerta con llave, bueno,
0:15:47 todas esas cosas, la llave, el seguro, el mosquitero,
0:15:51 todas son cosas para ponerse acubierto del destino,
0:15:55 el tipo que toma tantas precauciones, no quiere aventura.
0:15:59 La pantufla.
0:16:00 Todo lo que está para asegurar, para guardar algo.
0:16:04 El freezer.
0:16:05 No, pues si no se me pudre.
0:16:07 Bueno, un pirata no tiene el freezer.
0:16:09 Bueno, explicamos todo esto al tipo.
0:16:14 Yo le dije, mire, porque usted ya eligió,
0:16:17 así que, ¿o es pirata o...
0:16:22 ¿o es vendedor de churro?
0:16:25 Sí, sí, con el tipo, pero tú doy.
0:16:30 Todos saben exactamente quiénes son,
0:16:35 y yo le dije que no sabía,
0:16:40 pero después me di cuenta que el que no sabe quién es no es pirata.
0:16:44 El pirata tiene que saber.
0:16:48 Puede ser de la otro bando.
0:16:51 Pero pirata no.
0:16:52 Pero pirata, eh.
0:16:53 Pirata no, claro.
0:16:54 Si no paro cuando venía para acá me encontré con
0:16:57 otro amigo que me dijo, no, en realidad nadie sabe quién es.
0:17:01 Nadie sabe quién es.
0:17:04 Yo no le creí del todo, no sé.
0:17:06 Si me quedé con esa duga.
0:17:09 Para saber quién es uno, para saber quién es usted,
0:17:12 quién es Gilete,
0:17:13 y para saber quién soy,
0:17:15 me hice con un disco que grabó hace muy poquito,
0:17:21 Carina Biorlegui,
0:17:22 donde hay una canción que se llama justamente,
0:17:25 pero soy.
0:17:26 No sé si pirata o burgués,
0:17:29 pero soy.
0:17:30 Escucharemos a Carina,
0:17:32 que nos dirá quién es ella,
0:17:34 a través del tango.
0:17:44 Un sueño de la.
0:17:48 Una.
0:17:49 Mi.
0:17:50 Mi.
0:17:51 Mi.
0:18:06 Soy un viento que se fue,
0:18:10 un fuego artificial,
0:18:13 que se apagó en tu cielo.
0:18:17 Soy una vieja canción,
0:18:22 que ya lo canta para tu voz.
0:18:29 Ay, cuánto he caminado,
0:18:34 por el llegar a este destino tan soñado.
0:18:39 Viene a buscarme a mí,
0:18:44 pero ya me fui.
0:18:50 Ay,
0:18:51 dónde habrá quedado
0:18:54 las promesas de mis novios del pasado.
0:18:59 Soy,
0:19:00 un sol que se ocultó
0:19:03 en el oede de tu corazón.
0:19:10 Soy,
0:19:11 y en tu álbum familiar,
0:19:14 el tritre coliseal,
0:19:17 que nadie reconoce.
0:19:21 Soy,
0:19:22 pidiendo te perdón,
0:19:25 como una explicación
0:19:28 de mis antiguas voces.
0:19:33 Soy un viento sin razón,
0:19:37 soy la confirmación
0:19:40 de un mal presentimiento.
0:19:45 Soy una vieja canción,
0:19:51 que ya lo canta para tu voz.
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